Noviembre 1951 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA Varón de 66 años de edad, sin antecedents familiares m personales de importancia. Desde hace 2 meses presenta astenia progresiva, anorexia, eructos pútridos y a veces vómitos porráceos. Con frecuencia, diarrea de tipo lientérico. Ha perdido 20 Kg. de peso corporal en estos dos últimos meses. La exploración física descubre un tumor en la parte alta del vacío dereoCho y el examen radiológico, por enema e ingesta, una comunicación fistulosa entre el ángulo hepático del colon y la segunda porción del duodeno. La intervención quirúrgica comprobó el diagnóstico clínico radiológico, practicándose la resección en Hogue de los 10 últimos centímetros del íleon, el ciego, el colon ascendente, el ángulo hepático, el tercio proximal del colon transverso, la segunda porción del duodeno, sin la papila de Vater, y el riñón derecho con el peritoneo parietal posterior adherido a él. El examen histológico puso de manifiesto un adenocarcinoma tipo II de Brodhers, con zonas de tipo velloso. El enfermo falleció a los 4 días del acto quirúrgico, a causa de peritonitis aguda por fallo de la sutura duodenoduodenal. • Aciertos y errores en el diagnóstico del cáncer gástrico Dr. VIDAL COLOMER E repetidas ocasiones nos hemos referido, en estas sesiones clínicas, al diagnóstico precoz del cáncer del estómago y las dificultades que comporta. En esta materia es indudable que la práctica y la experien.da constituyen elementos de suma importancia que nos ayudan a conseguir resultados cada vez más satisfactorios, pero también debemos reconocer que no por esto dejamos de cometer errores de diagnóstico, tanto más cuanto más nos exponemos en nuestra pretensión de obtener diagnósticos en períodos de comienzo de la -lesión. Dice GUTMANN, y nosotros 10 confirmamos, que para que la terapéutica lJ.uirúrgica pueda ofrecer las mayores probabilidades de éxito no' hay que esperar a tener la seguridad sobre la naturaleza maligna de la lesión, sino que hay que decidirse cuando se tenga un diagnóstico de probabilidad. Este criterio resulta hoy en día más acertado todavía si consideramos que la gastrectomía ha dejado de ser aquella intervención tan peligrosa que todos recordamos. Esta manera de pensar nos proporciona a veces grandes satisfac-ciones al comprobar que hemos estado acertados en el diagnóstico precoz y otras veces asistimos, deprimidos, a la demostración de nuestro error de diagnóstico. De los tres casos que vamos a ofrecer a vuestra consideración, en el N .LVALES DE MEDICiNA Y CIlWGIA Vol. XXX.' N.o 77" primero se trataba de un defecto de replesión antral y en la intervención ,c encontró estómago normaL En el segundo el examen histológico demostró que se trata de una úlcera benigna. En el tercero se puso de manifiesto un pequeño carcinoma proliferante del tamaño de un garbanzo, yuxtapilórico. La enferma sigue en perfectas condiciones dos años después de intervenida. Estos resultados no modifican en absoluto nuestro criterio intervencionistaante lesiones sospechosas. Urticaria y manifestaciones digestivas Dres. FROUCHTMAN, BADOSA GASPAR y VAllS COlOMER e la historia clínica de un enfermo con antecedentes tuberculoS()s (neumotórax terapéutico). que desde hace cuatro meses presenta como síntomas fundamentales: urticarias, crisis aguda de dolor abdominal y diarrea. La diarrea es fétida y en número de dos a tres deposicion(~s líquidas o pastosas; el dolor es paroxístico y coincide con la aparición de la urticaria. Las crisis agudas dolorosas y la urticaria ceden con juntamente, obedeciendo a la terapéutica adrenalítica, mientras que la diarrea persiste con este fármaco. Este síntoma mejora sin embargo con el empleo de una dieta a base de carne de pollo, verduras, frutas y pan blanco. N o han podido utilizarse vacunas en la terapéutica (autovacunas) porque este intento fué seguido de una exagerada reacción general y local, aun empleando diluciones a alto título, por 10 cual se han utilizado para el tratamiento vacunas standards. Se tuvo la ocasión de poder estudiar radiológicamente (doctor Valls Colomer) el intestino delgado de este enfermo, precisamente en el momento en que sufrió una de sus crisis paroxísticas dolorosas. Los síntomas radiológicos obtenidos son explicados detalladamente sobre las radiografías. Llamó la atención un espasmo muy persistente de la parte medio del bulbo duodenal de tipo ulceroso pero sin nicho visible. Retardo en la evacuación gástrica y distonia yeyunoileal con algunas zonas de pliegues edematosos. En realidad en el intestino se pone en evidencia el mismo trastornO' vasomotor con que se desencadena la crisis de urticaria; por este motivo los dolores ceden como aquélla a la administración de adrenalina. En el caso concreto de este enfermo la etiología es dudosa y sólo tenemos como dato para una orientación el hecho de haber resultado positiva la intrader1110rreacción al colibacilo. Discusión. - Dr. Barberá Voltá: Cita dos casos de urticaria con tras-o tornos intestinales, producidos uno de ellos por la tenia solium y el otro por ascaris, curando ambos con la terapéutica antihelmíntica. mIENTAN