Vecinos y vecinas de Ciudad Real, hoy la CNT hemos salido a la

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Vecinos y vecinas de Ciudad Real, hoy la CNT hemos salido a la calle, una vez más, para
denunciar la implacable política de recortes del gobierno de Mariano Rajoy. Ya no es ningún
secreto que el Partido Popular ha decidido regir cada aspecto de nuestras vidas mediante el
baremo de la economía. A costa de lo que sea y quien sea. El Partido Popular mintió en la
campaña electoral sobre cual eran sus planes. Lo hemos visto con sus promesas de creación de
empleo, que no era otra cosa que introducir una reforma laboral que beneficia a los
empresarios en contra de los derechos más elementales de los trabajadores. Lo hemos visto
con la educación, con la ley Wert, la cual va a poner en serio peligro la permanencia de los
hijos de los obreros en la universidad y va a introducir, cada vez más, ideales retrógrados en
los planes de estudio de escuelas e institutos, además de dañar la calidad del servicio que
pueden ofrecer los profesores. Lo hemos comprobado en la sanidad, con un proceso abierto
de privatización de unos servicios que antes eran de todos los ciudadanos. Y etc, etc, etc.
Y ahora, tenía que ocurrir tarde o temprano, le ha tocado al sistema de pensiones. Se
trata de esa línea roja que según decía no hace mucho María Dolores de Cospedal no se iba a
cruzar nunca ha sido y que ya ha sido borrada del suelo. Según el secretario de Estado de la
Seguridad Social, Tomás Burgos, los 33.000 millones que en los próximos años van a ser
retirados del gasto en pensiones son insignificantes y que además, son palabras textuales:
“Ahorrar no es recortar”. Es una forma de hablar que refleja la mentalidad neoliberal en todo
su esplendor, hablar de ahorro cuando la realidad es que detrás de esas cifras se encuentran
personas, las cuales se verán afectadas gravemente por decisiones tomadas únicamente para
satisfacer los deseos de la troika. Según los cálculos los jubilados verán disminuidas sus
pensiones más de un 5 por ciento, eso es mucho si tenemos en cuenta la cuantía de la mayoría
de las pensiones, siendo además un proceso que según se ha dispuesto solo cambiaría tras 21
años de bonanza económica. Por si fuera poco, la reforma anunciada por la ministra Fátima
Bañez incluye unos cálculos que variarán para cada persona según haya traspasado el umbral
de la esperanza de vida, como si vivir más de los que establece las estadísticas tuviera que ser
castigado.
Esta reforma del sistema de pensiones está guiada por unos valores clasistas que
contradicen el más elemental sentido de solidaridad, porque este gobierno prefiere hablar en
otros términos. Frente a la solidaridad social, administrada de forma justa y racional, porque
así tiene ser, porque no puede ni debe haber nadie que pase hambre y necesidades por la
sencilla razón de que ya es demasiado mayor para trabajar, el gobierno antepone la idea de la
caridad. La imagen de una cola de jubilados suplicando alimentos o acogida no es cosa de
otros tiempos, por desgracia cada vez lo veremos más.
Como decíamos esta reforma del sistema de pensiones está guiada por unos valores
clasistas, pero al margen de la ideología y la defensa de unos privilegios, también están los
intereses económicos de las aseguradoras, como demuestra que el consejo de sabios, tal y
como irónicamente se les llama, que han asesorado a la ministra Bañez para elaborar esta
reforma está integrado mayormente por individuos que trabajan o que han trabajado para las
aseguradoras privadas. Porque esa es la mentalidad, con la excusa de la crisis que ellos han
producido y administrado, destruir lo público a toda costa para beneficio de los intereses
privados, aunque eso suponga cargarse los derechos laborales, la calidad de la sanidad y la
enseñanza y, como ahora vemos, el poder adquisitivo de unos jubilados que ya lo tenían de
por sí difícil para llegar a fin de mes.
Resulta irónico que tengamos que ser los anarquistas los que defendamos los servicios
del estado. Pero no nos cabe la duda de que estamos ante una emergencia social, que muchas
personas lo están pasando mal y que cada vez seremos más. Ya que existe un estado que al
menos sirva para administrar solidaridad y defender las necesidades y derechos de todos los
ciudadanos por igual.
Desde CNT decimos fuerte y claro: La única solución: reparto de riqueza y de recursos.
No a los recortes en gastos sociales.
Basta de privilegios de los intereses privados.
CNT-AIT Ciudad Real
26 de septiembre de 2013
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