Jueves 14 agosto 2014 Expansión 19 Expansión JURÍDICO La Justicia niega la patente a animales clonados como ‘Dolly’ El Roslin Institute, organismo que logró clonar con éxito a la oveja ‘Dolly’, pretendía conseguir la patente del animal para beneficiarse de los derechos económicos asociados, es decir, cobrar por cada animal duplicado. V. Moreno. Madrid La Justicia ha sido rotunda y ha dictaminado que un animal clonado, como la famosa oveja Dolly, no puede estar cubierto por la protección de la propiedad industrial y, por lo tanto, no puede ser patentado. El argumento principal utilizado por la Corte de Apelación Federal de Estados Unidos ha sido que, en esencia, un clon es una copia de la naturaleza. “No hay nada que sugiera que los clones son distintos de manera relevante a los animales de los que son copia, lo que les convierte en algo imposible de patentar”, explicaba en la sentencia el juez ponente Timothy Dyk. Evidentemente, el tribunal estadounidense no pone en duda la legitimidad de patentar la técnica utilizada por los científicos para clonar animales –algo con lo que ya cuenta el Roslin Institute, creador de Dolly, tanto en EEUU como en la UE–, pero sin embargo entiende que eso no tiene nada que ver con el hecho de proteger legalmente las réplicas de animales realizadas en un laboratorio. En definitiva, el juez indica que si el animal clonado replica a otro que ya existe en la naturaleza, éste no supone una contribución nueva. Los jueces de EEUU afirman que un clon tiene el mismo ADN que su original y no es novedoso Según el abogado del Roslin Institute, Dolly fue creada por el hombre y no por la naturaleza Este argumento no convenció al abogado del Roslin Institute, Salvatore Arrigo, quien explicó que “Dolly fue creada por el hombre y no por la naturaleza, y no es equiparable a nada que exista”. El organismo escocés sostuvo que sus clones se diferencian de sus donantes, en parte, debido a que factores medioambientales pueden modificar su forma, tamaño, color y comportamiento, un razonamiento que no aceptó la corte estadounidense. Derechos económicos La clave es entender por qué el Roslin Institute intenta conseguir esta patente. Y la respuesta es simple: los derechos económicos asociados. Para entender este asunto, se podría hacer un símil musical Copia humana De la misma forma que los tribunales de EEUU han mostrado que es imposible conceder la patente para proteger legalmente a un animal clonado, la normativa europea especifica textualmente que tampoco será concedida en lo que se refiere a la clonación humana. La directiva 98/44/CE del Parlamento Europeo, relativa a la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas, establece que “en el seno de la UE existe consenso respecto a que la intervención génica germinal en seres humanos y la clonación de seres humanos son contrarios al orden público y a la moralidad. Es necesario, por lo tanto, excluir explícitamente de la patentabilidad los procedimientos de modificación de la identidad genética germinal humana y los procedimientos de clonación de seres humanos”. La oveja ‘Dolly’ fue el primer animal clonado. El Roslin Institute, de Escocia, fue el organismo que lo logró. y compararlo con los derechos de autor que recibe un creador cada vez que se utiliza una de sus canciones. En este caso, si hubiesen logrado patentar a Dolly, el Roslin Institute podría haber cobrado dinero por cada animal clonado en EEUU. Aunque este litigio no se ha llevado a cabo en la UE, los argumentos que habrían esgrimido los magistrados euro- peos serían los mismos. “En Europa, para ser patentables, las invenciones biotecnológicas deben cumplir los mismos criterios que las invenciones de cualquier ámbito tecnológico. Las patentes sólo se concederán para invenciones a condición de que sean nuevas, supongan una actividad inventiva y sean susceptibles de aplicación industrial”. Además, hay que resaltar que el instituto de investigación escocés ya intentó conseguir la patente de su animal clonado a través de la Oficina Europea de Patentes (OEP), y esta solicitud corrió la misma suerte que lo ocurrido en Estados Unidos. De hecho, el Roslin Institute presentó, en 1997, una solicitud conjunta en la que pedía protección industrial tanto sobre el procedimiento como acerca del pro- pio animal. Un año después de ser presentada, la OEP concedió la protección legal al sistema empleado para la clonación, pero negó taxativamente que ésta se pudiera extender al animal. Evidentemente, ésta fue una decisión administrativa y no judicial, como la estadounidense, pero es poco probable que el instituto escocés siga insistiendo en este asunto por la vía judicial. HITOS Y CURIOSIDADES DEL MUNDO JURÍDICO La toga negra de los jueces: historia de un luto centenario J.G.O Madrid Que las togas de los jueces sean de color negro no es algo casual. Al contrario, el sentido de esta particularidad tan reconocible se remonta cientos de años atrás. Tras la muerte de la Reina María II de Inglaterra en 1694, todos los magistrados del país acudieron a su funeral ataviados de negro como muestra de duelo. El periodo de luto duró varios años, y para entonces ya se había exten- dido el uso del manto negro, pues se consideraba que, indirectamente, infundía un mayor respeto y superioridad. Desde entonces, esta sobria costumbre se expandió por los juzgados de todo el mundo, aunque a lo largo de la historia ha experimentado sutiles variaciones. Puede resultar paradójico que sea Reino Unido el país de donde proceden las togas más coloristas. Dependiendo de la jurisdicción, las togas podían ser ro- jas, azules, verdes, púrpuras, e incluso rosas. Pero ¿por qué esta importancia a la puesta en escena judicial? Antiguamente, la Justicia se administraba en nombre del Rey, al que se le confería un origen casi divino. Los Las togas negras surgieron como señal de respeto tras la muerte de María II de Inglaterra jueces, para destacar su vinculación con el monarca, comenzaron a vestir como humildes reyes, adornándose con potentes colores. Pero este torbellino tan colorista no caló al otro lado del charco. Tras la Guerra de la Independencia en 1775, los primeros jueces estadounidenses comenzaron vistiendo togas negras y rojas, pero finalmente terminaron decantándose por la neutralidad del negro. En Francia, por contra, estaba de Las togas en España son de color negro. moda destacar, y cuanto más pomposas y recargadas fueran las vestiduras, tanto mejor. Así, relegaron las togas negras a los jueces de menor rango, y reservaron las rojas para los superiores. De hecho, actualmente, los tribunales de casación siguen vistiendo esclavinas de color blanco y cuellos de armi- ño. En España, Felipe II impuso el color negro para los trajes ceremoniales, una costumbre que todavía se mantiene. El próximo martes: Tres años de la Ley Antitabaco y los malos augurios del cigarrillo electrónico