Año 1849. Domingo 29 de abril. ^9- U i. í)c' £xu/iut ()e 3Tt(ilu)íca. Sale el sol i lat 5 hora* j 11 m»., y te pone A la» 6 horaa y 49 ms. ESPAÑA. MADRID 16 OEABRIL^ ALGUNOS PORMENORES SOBRE LAS CALIFORNIAS. "'•s pefitSdicos anglo-ainfrkaiio5 casi todo» se ven diariamente con iu«vas correspondencias de aquél pais: la California es A tínico grito y •'stnvillo que hiere tnas de contfiíoo el oidTd de los transeúntes de Nué'•'•Yoík; i cada paso se ven turbas de nvuchachos, que como los de los "[os d« la lotería de Madrid, van corriendo por las calles gritando á toda ^oí: (^Ultimas noticias de California.w Las esquinas principales de la •^•udad, también íe veii cubiertas'cbn grandes cartelones de anuncios de ^•^hu punto; y por tíltimu los periódicos, ademas de lus anuncios que traen aobre le mismo, se ocupan en los artículos de fondo de examinar esta cuestión bajo todas las formas política, económica y científica. • Lat curreiipoiidoitcias de aquel país, todas convienen en los maravillosos efecto» que produce en toda América esta fiebre aurífera que prin<^>pi« á aptMterars«, de ciertos puntos de Europa; si» que se tenga en c«ie«ra los ptiieeiiniemos y distfostos á que se ve» espuestos much<is de '"•:*g*^«íí?dt»ré.^él,oro. :^m^%^i la. verdad muy barato pues que en Mazatlan se vendía U^^*\ ***''**""»*"te á 12 pesos y aun á menos, pero en cambio, como latjores del campo, y dem^s ariesse han abandonado, todos Ibs arlí^ os de consumo, han subido á un quíntuplo ósésluplo de su verdadero '^«^">r; de modo, que lus comestiblt-s, licores y ropas hechas, se venden i »» precios íanescesivos.cual nunca se han conocido, y los que en el dia ^ i«s importa pagar á lo» que están llenos de oro; sacándose de esto en li^i'r"*''^'^ que los verdaderos investigadores de oro, que sacan la uti;.í^- P"*"'*«v son los que se presentan en «q.oel pais cargados con las gerentes mercaderías mas necesarias i la, vida, sin que »e veaii espues•.¿"* f:. ^* fi'liga» y penalidades de los esplotadores. En corroboración de ' i.;'? tiiisnio citaremos lo que hace poco escribía á un amigo un soldado '««fticiadti, ocupado en h esploracíon. ivAníigo F. puede» venir aqui y d dinero d¡»f roque quisieres. Asocíate con álgu» amigo y comprad un ^W»Uf * « el quequisieres. r°<P»« p»qQei1o peqoerto yy (raedlu traed lo cargado cargac eeír provisiones de boca, caIzad» 1 ropa f^pw f^*í?* y licores á lo que alcancí 1»^ alcancen vuestrrts recursos, y esto os dará de400 Opopor l100 y^^i""" o o de d^ utilidad, de modo que en pocos meses podrás reunir ^^í'wcion de miles de duros; yo partiré para Nueva-York para julio o »gOsthX y llevará conmigo mas de 50,000 pi-sos.»» t . , .^* *aí la eitiígraelon para tas minas de los países ctrconsfecifKWi^ que ^í;P?>t>l9cloné» entera» que han quedado desiertas. De Oreg( Oregoei, isla» de Ij—~»Wch y América del Sud, ban llegado en poco tiempu mas de 2OOP ^J^oret^y del primer ptinto y Chile vienen con provisiones de boca. Se ^ • l ' ^ w d e íoi Estado» del Notte habiárr ya pai-tidopara dichas rolitás m y| 660 o '=-«- - - ^^ ^ • — ->- •«» per^if^s y quetfontinuand[oél eritifííasmo por el oro, antes de i. estarían e» camino m^í,de,85,QQ5>*',es)l>i misma causa y e l«s d epor que '7j¡»tfWmacha»peiw«a» délo» EaíadiM Hispano^ Americano», lo J ! W . ^ | r B < Smith gobernador de I» aliaCallüirnia 7 del Orego», ha PfWím.Io el que ío» e»lrangeros se dediquen en lo sucesivo éli la Califor•»« la esploraciou deloro. | . . ^ *=í««*M íde3an frjfti^swhá qtJ«d!»<*o desitífi; «I obrero dejó el PjJÍJ" P"í c<>íiefaVr; lo» négdclafite» de IKfcrreáfeerrd'rdníu» tiendas, las ' PubUcas han quedado tittt4^\ el owe»lro de escuela, el abogado, J^stf el iKMni«ario de policía todos marchtirot) para las Et Patrocioio de MO J<M¿, 7 sao Pedro mártir. minas; de modo que á escepcion de los soldados no quedaron 20 personas en la población. Hay muchas dolencia» y miseria entre lo» investigadores del oro, á conseca<^n«ia de la falta de precauciones, malos alimentos, y clima é insalubridad del terreno. G&nsecuente á esto el Comodoro Jones escribe desde San Francisco i bordo del OAi'o, diciendo que las deserciones no eran ya frecuente», que la disposición á desertar no era tan general, debido-ma» bien á la intemperie de la estación, qoe al deseo de ir i it esptoracion del oro, qoe la inclemencia de la atmósfera hacia qoe se ocapa« »en en la indicada espbracioo solo las personas qoe podían teqef baeua» casa» y lo VM^ necesario para una campatla en qae el frió e» mpy rigoroso, y en oh pni» que solo ofrece el recurso del oro y nada mas: qoe todo» los dia» se juntaban grande» cantidade»oro,-y qae raras teces »e pasaba una semana sin que se descubriese aigoiia noeva veta de oro mas notable qae la de la semana anterior^ Que ciueo d»eis persona» en dos semana» juntaron mas de ^o mil dollares de oro. Pero también la sed de dinero que se ha engendrado en todos es la caii')!i de todos los males que se están esperimentando á la par, paes qoe desde la conclusión del tratado de Méjico con los Bstados-Unrdos, en -que dejó de existir el gobierno militar, está el pais sin gobierno, sin le* yes ni orden de género algono; careciendo por lo tanto de una administración civil que se haga obedecer, tal como los hombres de bien la esperancoantoantesdel Congreso. El pais abunda en salteadores que cometen los mas horribles atentados: las muertes y lo» robos están á la orden del dia. Todos los que llegan de cualquier punto traen noticias de nuevos a(e/rt»dos: en el espacio de un mes ha habido mas de veinte muerte» violentas en una población blanca de menos de 15,000 aliiías. El poeblo se vé muehas veces en la necesidad de apelar al legítimo derecho de defensa, usando de lo que llamamos/«íí/c/a catalana,, y hace poco que se ahorcó á tres hombrespor el sistema de Lynchlaw. Un fondista que había juntado una porción considerable de oro, fué asaltada so casa por gente armada con ánimo de robarle, y mataron á su muger, do» hijo» y seis criado»; y otros cuatro que venían de la» mina» eargado» de oro, también fueron asesinados en el camino. En tal forma está el pai», <|Qe puede decirse que no hay seguridad personal ni de las propiedades, y qoe estos crímenes, según el coticepto de todos, son cemelido« tn so mayor parte por los emigrado» siiglo^aoMricanos, fogade» y desertore» del ejército y marina. _______ Escriben de Valladolid al Heraldo que S. A. R.el infante D. Francisco de Paula con motivo de sus días recibió en corte á las dos de la larde del dia anten«»r» siendo muy concurrida esta ceremonia, A las seis de la propia tarde concurrieron al real palacio la» personas invitadas para eJ banquete que dio S, A. quien OCOJMÍ el testero de la mesa, tenieado i tju derecha el R, Obispo de la dióce»is y á su izquierda «I esceleolísitfw» Sr. Capitán general. Óicbf correspondencia termina «si: «•Fue U comií^ e?|iléiidída y saaonada con todo el refinamienlo del arte, sin que. í^jg*?,«aíl* 1*»* dwear, por lo elegantemente servida al gusto mas delicado y:! la» severa» reglas de la etiqueta. S. A. R.» q«w maut4)«o Coí»,i»i^ afnena conver?acíon el re»petuoso contmto ¿¡e \a% cooyi^9dps,;({jiit^hac^r&>la ^^ los bellísimo» sentimieuloa de qve esta aoi^ a ^ o , j^pf«s|^ii4oJoa ei) sentido» y oportunos brindis, «ieado el primero diií^^o á w'•^S"*'"' hijo» SS. MM. la Reina y el Hej» 4 S. M. la .ceintt inadre, al pronto término de lo» males qoe padi^ la iglesia, por las tribplficione» de iu cabe»a visibjje, y a| «>t>icrno de S. M. la Reina, vpjirticularmente, dijoS. Á. n-á oii amigo eltfuqoe de Valencia.»