Los hermanos Wright

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Los
hermanos Wright
Y SU AEROPLANO
ORVILLE y Wilburg Wright han dado á conocer en un interesante
artículo que ha visto la luz en importantes revistas extranjeras—y del
cual ha hecho un buen extracto el periódico zaragozano Heraldo de
Aragón—, principales pormenores de su vida y sus estudios.
He aquí algunas de las curiosas manifestaciones de los aviadores,
ya universalmente conocidos.
«A fines del Otoño de 1878, vino á casa nuestro padre, trayéndonos un objeto que ocultaba, á medias, entre sus manos. Antes de que
nosotros pudiéramos darnos cuenta de lo que era, lo arrojó al aire. En
lugar de caer al suelo, como nosotros suponíamos, el juguete voló á
través del cuarto, elevóse hasta el techo y allí se agitó un momento
para dejarse caer sobre la alfombra.
Aquello era un helicóptero; quisimos construir nosotros mismos
helicópteros parecidos al juguete en cuestión, pero aumentando cada
vez más sus dimensiones. Nuestra estupefacción fué grande cuando
observamos que cuanto más grande era el aparato menos volaba. No
sabíamos entonces que una máquina de dimensiones lineales dobles,
exige un motor ocho veces más poderoso.
Hasta el verano de 1886, cuando se supo en América la trágica
muerte de Lilienthal, no comenzamos á preocuparnos en serio del problema del vuelo.
Estudiamos entonces todo lo que se había publicado sobre la materia; los grandes profetas de la aviación, Mouillaid y Lilienthal, nos
comunicaron su inextinguible entusiasmo.
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EUSKAL-ERRIA
En el mes de Octubre de 1900 comenzamos nuestras verdaderas
experiencias en Kitty Hawk (Carolina del Norte).
Nuestra máquina estaba dispuesta para volar como una cometa,
con un hombre á bordo y con velocidades de 24 á 30 kilómetros por
hora. Pero al ensayarla, echamos de ver que para levantarla hacían falta
vientos muy fuertes y como éstos no reinaban entonces, tuvimos que
ensayar la maquinaria sin nadie á bordo accionando con cuerdas, que
nosotros manejábamos desde el suelo.
El experimento no resultó como esperábamos, pero nos dió gran
confianza en el sistema de equilibrio empleado.
Durante el verano de 1901 entramos en relaciones con M. Chanute,
que nos ayudó mucho y nos dió muy estimables consejos, y Langrey.
Los primeros vuelos con aeroplano de motor fueron efectuados el
17 de Diciembre de 1903. Asistieron á nuestros ensayos cinco personas.
El primer vuelo, fué muy modesto, duró tan sólo doce segundos;
pero se dió el caso, por primera vez en la historia del mundo, de que
una máquina llevando un hombre, se elevase por los aires en vuelo
libre por sus propios medios, describiendo un recorrido horizontal sin
reducir su velocidad y tomando tierra sin naufragio.
El segundo y tercer vuelo fueron un poco más prolongados y el
cuarto duró 50 segundos: recorriendo una distancia de 260 metros
contra un viento de 32 kilómetros por hora.
Consagramos los años 1906 y 1907 á construír nuevas máquinas y
á practicar algunas negociaciones mercantiles. En Mayo de 1908 volvimos á la Carolina del Norte á continuar nuestras experiencias.
Allí ejecutamos algunos vuelos para demostrar que nuestra máquina estaba en condiciones de satisfacer las exigencias del contrato suscrito con el gobierno de los Estados Unidos. Por ese contrato nos
habíamos comprometido á suministrar un aeroplano capaz de transportar dos hombres con el aprovisionamiento necesario de combustible
para que efectuasen un vuelo de 200 kilómetros á la velocidad de 64
kilómetros por hora.
Completamos las anteriores notas con las siguientes manifestaciones,
en las que los hermanos Wright expresan lo que piensan acerca de la
aviación:
REVISTA BASCONGADA
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«El hombre que emplea todo su tiempo en inventar un aparato
aviador, no adquiere la habilidad ni la práctica para realizar ensayos que
han obtenido aquellos que dedican todos sus estudios al funcionamiento
de un aparato de éstos.
El vencedor de un Concurso tal como el que se verificará desde
Londres á Manchester, será un hombre de enorme energía, de valor
excepcional y de una sangre fría á toda prueba.»
Acerca de los aeroplanos y monoplanos que existen en la actualidad, Wright afirma que cualquiera de ellos, reuniendo el piloto las
interiores condiciones, es suficiente para poder efectuar el raid.
Pasando á la cuestión de velocidad, el aviador americano estima
que la velocidad práctica en un aeroplano tiene que ser un poco superior á la de los pájaros.
Hablando de la altura á que deben surcar la atmósfera los aparatos
aviadores, escribe Wright que aquélla debe también ser mayor que la
que alcanzan los pájaros.
El aeroplano posee una fuerza motriz menos segura que la que tienen aquéllos, y si el motor deja, por cualquier causa, de funcionar, el
aparato descenderá en ángulo un metro por cada ocho de recorrido, y,
por lo tanto, es necesario volar á gran altura para que el piloto pueda
en su forzado descenso dirigir su máquina hacia un lugar.
Si la avería en un aeroplano sucede encima de París, y á una altura
de mil metros, el aviador podrá tocar tierra en un radio de ocho kilómetros, es decir, que descenderá, si quiere el piloto, en las fortificaciones, evitando de este modo el terrible peligro de caer sobre las casas.»
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