«estado fallido» y por qué anunció EUA su preocupación por México en este sentido? Describa la situación actual (busque datos en Internet). ¿Ha mejorado o empeorado? k. ¿Qué efectos tiene el narcotráfico en las economías tanto locales como nacionales e internacionales? ¿Cómo se relacionan la política y el comercio en una zona fronteriza, un concepto geográfico, como la de EUA y México? l. ¿Qué es la Gripe A (H1N1) y dónde y cuándo brotó? ¿Qué tipo de problema representó para México y para el resto del mundo? ¿Se convirtió en una pandemia de neogripe? m. Basándose en «La actualidad económica mexicana», ¿qué realidades, oportunidades y problemas destacaría y qué recomendaciones le daría al/a la cliente/a? ¿Qué opina usted sobre la migración de trabajadores mexicanos a EUA? 2. Usando Internet u otras fuentes informativas, prepare un plan (con presupuesto e itinerario) para sus clientes, quienes harán un viaje de negocios al D.F. y a Veracruz: a. Fechas de ida y vuelta (el viaje durará cinco días). b. Vuelos: Aeropuertos de despegue y aterrizaje, líneas aéreas, horario; costos. c. Transporte interno que se piensa usar en México: taxi, autobús, carro de alquiler, metro, tren, otro; costos. d. Alojamiento y viáticos; costos. e. La comida típica que van a pedir para la cena la primera noche. f. Las formas de cortesía y los gestos que deben recordar, usar o evitar. LECTURA CULTURAL El estilo directivo hispano: honor, éxito, comunicación y trato social La gran variedad social y cultural imposibilita hablar con precisión definitiva de todas las diferencias y semejanzas entre el mundo hispano y EUA en el campo de la gerencia comercial. No obstante, según los investigadores (Ávila, Becker, Carson, Condon, Ferraro, Heusinkveld, Jessup, Kras, Naughton, Uber Grosse) se pueden señalar algunas características que, según la preponderancia de la evidencia, revelan un contraste cultural en el estilo gerencial y la práctica administrativa. En ambas culturas, la hispana y la estadounidense, es importante el individuo como tal. Para el hispano, el honor y el orgullo son muy valorados como atributos personales. Se prefiere el trato directo y personal. Para el gerente hispano, es muy importante conocer a la persona con la cual se está haciendo el negocio, mientras que para el estadounidense pueden prevalecer los objetivos y los intereses puramente comerciales. Es decir, para el hispano es mucho más importante la persona que el trabajo, el problema o la tarea, mientras que en EUA se le puede considerar a la persona principalmente como instrumento para resolver el problema o realizar La gerencia 79 la tarea. Asimismo, es descortés cortar una conversación o una reunión para acudir a tiempo a otra reunión con otra persona, lo cual se podría interpretar como un mensaje de que «El otro es más importante que usted». El respeto y la cortesía son consideraciones fundamentales. También le puede parecer al hispano que el estadounidense mide demasiado el éxito personal y profesional en términos de ser siempre el «número uno», mientras que para el hispano la medida del éxito es más amplia y su valor no consiste en ser el primero en todo lo que se hace, sino en formar parte del grupo, crear un ambiente armónico y quedar bien con los demás. El estilo estadounidense suele ser muy competitivo y muchas veces agresivo: la meta es ganar y la mentalidad es frecuentemente la de «el ganador se lo lleva todo». En contraste, en las negociaciones, el gerente hispano busca una solución en la cual ambas partes se benefician (nosotros «ganamos» y ustedes también) y desea evitar que el otro se aproveche de él. Es muy importante guardar las apariencias y no quedar mal ante otras personas. En este mismo contexto, la mejor regla de conducta es elogiar públicamente y criticar a puerta cerrada, pues la crítica delante de los compañeros de trabajo, la cual se tomará como una censura personal y una ofensa, perjudicará el trato comercial y profesional. El estilo comunicativo del hispano suele ser menos directo que en los Estados Unidos. Se valora más el tacto, la diplomacia y la discreción, por lo cual «decir la verdad» es un concepto más relativo que en EUA, donde «la verdad» se considera como un valor absoluto, trátese de una buena o mala noticia. En EUA se espera una respuesta directa de «Sí» o «No» a una pregunta, mientras que en la cultura hispana una respuesta de «Sí» no significa necesariamente «Sí, de acuerdo», sino que puede ser sencillamente un modo diplomático de responder con lo que uno piensa que el otro desea o necesita oír en esas circunstancias. Es aconsejable recordar que el estilo comunicativo mexicano suele ser de más alto contexto que el estadounidense (véase alto y bajo contexto, pág. 65). Vale la pena tener esto en cuenta durante las propuestas, las solicitudes de información, las evaluaciones, las negociaciones y otras situaciones comunicativas. Hay normas de conducta social y profesional para el hispanohablante. El hispano puede ser algo más formal en sus relaciones profesionales hasta que se haya establecido un trato más familiar. Este nivel de confianza muchas veces requiere tiempo. La formalidad se refleja en la lengua con el uso inicial de la forma «usted», especialmente en un primer encuentro entre personas de diferentes edades y responsabilidades (puestos, títulos, etc.) o de diferentes clases sociales. El uso de la forma «usted» indica cierto distanciamiento que refleja el respeto hacia el otro. No es tan rápido ni culturalmente aceptable el llegar a la familiaridad de tutearse o vosear, como lo es en Estados Unidos, donde «Mr.» o «Miss» se convierten más fácilmente en «Tom», «Billy», «Mary» o «Susie». En el mundo hispano es más importante usar los títulos formales al dirigirse a alguien por primera vez: licenciado (Lic. o Ldo.) Gómez, doctor o doctora (Dr. o Dra.) Martínez o ingeniero (Ing.) Varela. El tuteo o voseo prematuro puede perjudicar el trato comercial porque se puede interpretar como falta de respeto, arrogancia o simplemente como falta de educación o de buenos modales. 80 Capítulo 3