Profundo respeto y amor

Anuncio
Profundo respeto y amor
Continuando con la misma corriente de pensamientos y sentimientos de mi artículo anterior
(Reverentes), relacionado con la Reverencia, tema necesario e imprescindible a tener en
cuenta como miembros de la Iglesia, en esta oportunidad deseo ampliar algunos aspectos que
hacen a la misma. Uno de ellos a tener en cuenta es la absoluta FE en los principios que
gobiernan la vida de los Santos de los Ultimos Días; otro aspecto es la claridad de pensamiento
y acción al aplicar estos principios teniendo el sincero deseo de agradar a Dios.
Pero ¿Qué es la Reverencia? Es un "Profundo respeto por las cosas sagradas" (Guía de las
Escrituras pág.177)
Es la esencia de la verdadera religión y esta basada en la sinceridad. Al manifestar el orden en
nuestros actos, la limpieza en nuestra persona y en nuestro entorno, demostramos reverencia.
Esta actitud se trasunta, inclusive, en el aspecto de la vestimenta, en nuestro hablar y pensar;
la reverencia es una demostración de madurez espiritual.
La reverencia : Un profundo respeto, mezclado con amor, por las cosas sagradas
Mostramos reverencia cuando usamos el nombre de Dios con la mas absoluta prudencia,
cuidado y alta estima. Cuando levantamos nuestra mano para apoyar el sostenimiento del
Profeta del Señor y demás autoridades generales y locales, y nuestras obras y palabras
respaldan ese apoyo. También cuando mostramos respeto por la Casa del Señor, que se
aplica a los templos, capillas y nuestro hogar o cualquier otro lugar donde nos reunamos para
adorar a Dios.
Demostramos reverencia cuando llegamos puntualmente a las reuniones, participamos
entusiastamente de ellas y al finalizar cada una, nos trasladamos a la siguiente en los tiempos
1/2
Profundo respeto y amor
previstos.
Ayudamos a la reverencia cuando evitamos conversar con uno u otro antes de que la reunión
se inicie y nos preparamos para ser edificados por el Espíritu. Mostramos reverencia al no
cuchichear durante la Santa Cena o mientras el maestro da su clase o el discursante su
mensaje y aun en nuestra manera de sentarnos. Cualquier actitud que no sea bella, de buena
reputación o digna de alabanza afecta nuestra reverencia.
El Presidente Joseph Fielding Smith enseñó: "La indebida liviandad en una reunión sagrada
estorba o impide la libre expresión del Espíritu Santo cuando todas las cosas deben estar en
armonía absoluta en virtud de la naturaleza sagrada de estos servicios de adoración." (Doctrina
de Salvación, tomo 2, Pag. 323)
Dios Nuestro Padre Celestial y Su Divino Hijo, el Señor Jesucristo se manifiestan con
bendiciones especiales y nos tocan con ternura la mente y el corazón y nos hacen entender
con dulzura y suavidad cuando cultivamos la reverencia en todos nuestros actos.
“Parte inherente del reconocimiento de la existencia de Dios es una actitud de reverencia,
concepto sobre el cual deseo de todo corazón llamar la atención de toda la Iglesia. La
reverencia es la más grande manifestación de espiritualidad; en realidad, es la espiritualidad
misma. La reverencia es un respeto profundo mezclado con amor; es una emoción compuesta
de sentimientos mezclados del alma. Un escritor dice que es el más elevado de los
sentimientos humanos.
La reverencia es la virtud fundamental en la religión; es una de las señales de fortaleza y la
irreverencia, una de las indicaciones más seguras de debilidad.
(Joyas SUD - Pte. David O. McKay, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia, págs. 33-34)
2/2
Descargar