PERFILES David Llorens 1. FRED LORZ EE.UU. Atletismo Fue el campeón de la maratón de los Juegos Olímpicos de Saint Louis'1904 (3h.13') y tras cruzar la meta fue agasajado por Alice Roosevelt, hija del presidente estadounidense, con quien se fotografió. Poco antes de subir al podio se descubrió que había recorrido casi 18 kms. del trazado en coche. Se le descalificó y se proclamó vencedor a Thomas Hicks, quien admitió que no habría podido resistir toda la carrera de no ser porque había tomado un miligramo de estricnina y brandy. Entonces no había control antidopaje. BORIS ONYSHCHENKO Ilegal pero ingenioso El espadachín trilero C uando se invoca a los principales tramposos del deporte siempre surge, tarde o temprano, el nombre de Ben Johnson, quizá el caso más estrepitoso y el que ha quedado para la posteridad como el Judas del juego limpio. Sin embargo, el canadiense de origen jamaicano ni fue el primero en pasarse al lado oscuro ni, desde luego, el más original. Hay muchos casos más o menos célebres –la flagrante afrenta al reglamento que Maradona redecoró como 'mano de Dios' en el Mundial de México'86– pero también algunos que, atrapados bajo la alfombra del tiempo, merecen, por su caradura, premeditación y alevosía, figurar en la antología del disparate deportivo. Si se estableciera un ranking del amaño, el trile y la poca vergüenza, el indiscutible número uno sería Boris Onyshchenko. Mientras la gimnasta Nadia Comaneci ascendía a los cielos de la leyenda en los JJ. OO. de Montreal'76, Onyshchenko buscaba una medalla en pentatlón moderno, un deporte de marcada génesis militar que aglutina cinco disciplinas: tiro, natación, esgrima, equitación y cross. Con un pedigrí considerable –había acumulado un oro y dos platas en México'68 y Muni- ch'72–, este oficial del KGB de 38 años de edad nacido en Kiev formaba parte del equipo de la URSS. Tras las dos primeras pruebas, los soviéticos marchaban en cuarto lugar justo por detrás de Gran Bretaña. La tercera modalidad, la esgrima, era una de las especialidades de Boris y compañía y una buena oportunidad para recuperar el terreno perdido en pos de una medalla. La prueba consistía en 16 rondas de combates. En la primera Onyshchenko fulminó al británico Adrian Parker. Y en la segunda llevaba idéntica trayectoria ante otro británico, Jim Fox, oficial de la Armada de Su Graciosa Majestad. Fox encajaba un 'tocado' tras otro sin entender cómo era posible. Hasta que esquivó claramente una acometida del soviético con una hábil finta: aunque la punta de la espada de éste sólo hendió el aire, la luz roja que marca el 'tocado' se disparó. Ahí había gato encerrado. En esgrima, la punta de la espada debe tocar al rival con una presión mínima de 750 gramos; en tal caso se completa un circuito electrónico que enciende la luz roja que marca los 'tocados'. Fox tuvo claro que Onyshchenko ni siquiera le había rozado pese a que la luz roja se disparó, así que reclamó. Los jueces, escamados, requisaron la espada del soviético y le dejaron continuar compitiendo con otra arma. Una hora más tarde le descalificaban. Tras un minucioso reconocimiento del arma, se descubrió que el mango de ésta ocultaba un interruptor que Boris manipulaba a voluntad y que conseguía que se encendiese la luz roja del 'tocado'. El escándalo fue mayúsculo, y tuvo una serie de consecuencias. En primer lugar, el equipo de la URSS fue descalificado del torneo olímpico. En segundo lugar, la Federación Internacional de Esgrima decidió cambiar el formato de las armas: hasta entonces recubiertos de cuero, a partir de aquel día fue obligatorio que los mangos queden al descubierto para que no puedan ocultar cables o interruptores. Y, por último, Boris Onyshchenko fue expulsado de la Villa Olímpica canadiense. El tramposo más ingenioso de la historia del deporte desapareció sin dejar rastro. Se sabe que fue degradado, pero poco más; nunca se le volvió a ver con vida y aún hoy se ignora cuál fue su suerte. Se dice que el Politburó le condenó a trabajos forzados en las minas de sal siberianas, pero nadie lo sabe con certeza 쩨 2. CHICAGO WHITE SOX EE.UU. Béisbol En las Series Mundiales de 1919 el equipo de Chicago partía como el gran favorito para conseguir el título; sin embargo, perdió ante los Cincinnati Reds por 5-3. Más tarde se supo que los jugadores de los White Sox estaban conchabados con un grupo de apostadores, que les habían pagado 100.000 $ por barba para dejarse ganar. El caso se llevó a juicio y fue un escándalo nacional. 3. DAVID ROBERTSON Gran Bretaña. Golf Este ex campeón escocés junior se hizo tristemente famoso durante el Deal Open de 1985, disputado en Kent: desplazaba las bolas hasta cuatro metros más allá de donde las había marcado, provocando primero el asombro y luego las protestas de sus compañeros de partido. Fue multado con 20.000 libras esterlinas y la PGA Europea le prohibió competir en el circuito durante 20 años. 15 4. SYLVESTER CARMONCHE EE.UU. Turf Saltó a la fama al imponerse en una de las carreras de caballos más importantes de Louisiana, disputada bajo una espesa niebla, batiendo todos los récords y con más de 24 cuerpos de ventaja sobre el segundo clasificado. Luego se supo que, aprovechando la nula visibilidad, se había bajado del caballo para volver a subir luego ya en la recta final. Fue suspendido durante 10 años 쩨 27064 ALGUNOS TRAMPOSOS LEGENDARIOS