Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 ESTABLECIMIENTO ASÉPTICO EN LA MICROPROPAGACIÓN in vitro DE BANANO WILLIAMS (AAA, SUBGRUPO CAVENDISH) D.F. Ortega, A.C. Tamayo1, J. Calderón, R. Galván Universidad EARTH Las Mercedes de Guácimo, Limón, Costa Rica Recibido 23 de diciembre 2011. Aceptado 15 de enero 2012. RESUMEN La reproducción asexual de plantas es una técnica muy importante para la multiplicación in vitro de banano, debido a la esterilidad de la especie. La multiplicación in vitro ha permitido la reproducción masiva de la especie para plantaciones comerciales. Sin embargo, una de las limitantes para la micropropagación in vitro de Musa sp. ha sido la alta tasa de contaminación en los explantes en la Fase I del cultivo, debida principalmente a contaminación endógena, acentuada en zonas tropicales, donde las condiciones de alta temperatura y pluviosidad hacen que los microorganismos encuentren un hospedero ideal en esta especie. Se planteó la necesidad de establecer un adecuado protocolo de desinfección que proporcionara un establecimiento de explantes de banano Williams con bajo porcentaje de contaminación, como fase inicial para la micropropagación in vitro de la especie a través de meristemos. El estudio se realizó en el laboratorio de la Universidad EARTH, cuyo campus se encuentra ubicado en la región tropical húmeda de Costa Rica. Los explantes de banano Williams fueron obtenidos de las plantaciones de la finca comercial dentro del campus. Se diseñaron siete protocolos o tratamientos, cada uno con 25 repeticiones, que consistieron en: P1: [4 % de NaClO + Tween 80 por 20 min] + [1,5 % de NaClO + Tween 80 por 10 min]; P2: [I 1 % en etanol 70º] + P1 con desinfección individualizada; P3: [I 1 % en etanol 70º] + P1; P4: tratamiento de secado de los explantes en invernadero durante siete días + [etanol 70º por 5 min] + [4 % de NaClO + Tween 80 por 30 min] + [1,5 % de NaClO + Tween 80 por 15 min]; P5: tratamiento de estrés hídrico a los explantes en invernadero durante siete días + P1; y P6: P4 + siembra en MS líquido con estreptomicina / penicilina, doble ensayo a 100 mg/L y 200 mg/L. Los resultados fueron evaluados siete días después de la siembra, analizando las variables explantes viables, no contaminados, y explantes no viables, contaminados y necróticos. El protocolo que consiguió disminuir considerablemente la contaminación, en la fase de establecimiento aséptico de Musa sp., fue el P6. El efecto positivo que muestra la desinfección con etanol de 70º y el aumento en los tiempos de la doble desinfección con hipoclorito es potenciado a su vez por el tratamiento de los explantes con una solución antibiótica de estreptomicina / penicilina. Palabras clave: banano Williams, estreptomicina, etanol, explantes, hipoclorito, meristemos, penicilina, protocolo, yodo. ABSTRACT Sexual reproduction of plants is an important technique for the multiplication in vitro of banana, due to the sterility of the species. The in vitro multiplication has permitted the massive reproduction of the species for commercial plantations. However, one of the limitations for in vitro micropropagation of Musa sp. has been the high rate of contamination of the explants of 1 Contacto: Ana Cristina Tamayo (atamayo@earth.ac.cr) ISSN: 1659-2751 206 Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 the Phase 1 of the plant, principally due to endogenous contamination, accentuated in tropical zones where the conditions of temperature and high rainfall provide an ideal environment for microbial proliferation. There exists a need to establish a disinfection protocol for the establishment of explants of banana Williams with a low percentage of contamination, for the initial phase of in vitro micro-propagation of the species, using meristems. The experiment was conducted in a laboratory at EARTH University, whose campus in located in the humid tropic region of Costa Rica. The explants of banana Williams were obtained from the plantations of the commercial farm on campus. Seven protocols or treatments were designed with 25 repetitions each, that consisted of P1: [4 % NaClO + Tween 80 for 20 min] + [1,5 % NaClO + Tween 80 for 10 min]; P2: [I 1 % in 70º ethanol] + P1 with individual disinfection; P3: [I 1 % in 70º ethanol] + P1; P4: drying treatment of the explants in the greenhouse for seven days + [70º ethanol for 5 min] + [4 % NaClO + Tween 80 for 30 min] + [1,5 % NaClO + Tween 80 for 15 min]; P5: water stress treatment, in the greenhouse, for seven days + P1; and P6: P4 + planting in MS liquid with streptomycin / penicillin, double trial with 100 mg/L and 200 mg/L. The results were evaluated seven days after planting, analyzing the variables viable explants, no contamination and non-viable explants, contaminated and necrotic. The protocol that considerably reduced the contamination, in the aseptic establishment phase of Musa sp., was P6. The positive effect of disinfection with 70° ethanol and the increase in times of double disinfection with hypochlorite is enhanced by the treatment of the explants with an antibiotic solution of streptomycin / penicillin Key words: banana Williams, streptomycin, ethanol, explants, hypochlorite, meristems, penicillin, protocol, iodine. INTRODUCCIÓN El cultivo de tejidos vegetales se define como el conjunto de técnicas destinadas a lograr cultivos de órganos, tejidos, células, e incluso protoplasmas, en medios de cultivos artificiales, bajo condiciones asépticas (Canchignia et al., 2008) y bajo condiciones ambientales controladas, buscando obtener plantas libres de contaminantes y por ende, libres de enfermedades (Castro et al., 2002). Igualmente, la reproducción in vitro es un método adecuado para la propagación masiva de plantas, lo que facilita la comercialización de genotipos seleccionados. La reproducción asexual de plantas mediante cultivo de tejidos es posible debido a la totipotencialidad presente en las células meristemáticas, que se localizan en diferentes órganos de las plantas. Dicha característica permite a estas células estar en capacidad de desarrollar un nuevo individuo sin que sea necesaria la fusión previa de gametos. De esta forma, dan lugar a una respuesta morfogenética formando directamente órganos o embriones somáticos (organogénesis o embriogénesis directa) (Aguilar et al., 2008). Para el presente estudio, se eligieron los meristemos como explantes para micropropagación mediante organogénesis directa. Sin embargo, y aunque no sea este el caso, el proceso de micropropagación in vitro puede partir de células diferenciadas, atravesando una desdiferenciación celular acompañada de crecimiento tumoral que da lugar a la formación de callos, los cuales bajo las condiciones adecuadas dan lugar a la formación de órganos o embriones somáticos (organogénesis o embriogénesis indirecta). Este tipo de estrategias de propagación son importantes en banano y plátano porque permiten obtener plantas libres de fitopatógenos y facilitan el intercambio de germoplasma (Vuylsteke, Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 207 1998). En la micropropagacion in vitro de Musa sp. se distinguen tres etapas. Etapa I: iniciación del cultivo, donde se realiza la desinfección y excisión de los explantes, la incubación del cultivo, y mantenimiento del mismo (transferencia a medio fresco con regularidad). Etapa II: multiplicación. Etapa III: establecimiento de la planta, donde se induce la formación de raíces, así como la aclimatación de la planta, primero a condiciones in vitro y posteriormente a condiciones ex vitro, hasta llegar finalmente al establecimiento en campo. En anteriores trabajos de micropropagación in vitro de Musa sp., llevados a cabo por el laboratorio de cultivo de tejidos de la Universidad EARTH, se ha presentado una alta tasa de contaminación en los explantes en la iniciación del cultivo. Esa contaminación fue debida principalmente a contaminación endógena, acentuada además por la alta temperatura y pluviosidad de la región donde se realiza la recolección del material, ya que el campus de la Universidad EARTH se encuentra en la región tropical húmeda. El objetivo de este estudio fue establecer un adecuado protocolo de desinfección que proporcione un establecimiento de explantes de banano Williams con bajo porcentaje de contaminación, como fase inicial para la micropropagación in vitro de la especie a través de meristemos. MATERIALES Y MÉTODOS Para este estudio se utilizaron como fuente de meristemos, hijuelos de espada recolectados en diferentes zonas de cultivo de las plantaciones de la Finca Comercial de la Universidad EARTH (Figura 1). La finca cuenta con aproximadamente con 316 ha destinadas a la producción de banano (variedad Williams), localizada dentro del campus de la Universidad EARTH en Las Mercedes de Guácimo, Limón, Costa Rica. Figura 1. Tipo de hijuelos seleccionados en campo para la obtención de meristemos. Para la desinfección de explantes, se usaron hipoclorito de sodio al 4 %, Tween 80, jabón bactericida, etanol 95° y 70°, solución de yodo al 1% en etanol de 70º y solución de 208 Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 estreptomicina / penicilina. Como antioxidante se usaron 100 mg/L de ácido ascórbico, para reducir la oxidación debida a polifenoles. Se preparó el medio de cultivo MS (Murashige & Skoog) 1962, suplementado con N6-bencilaminopurina (BAP), el cual contiene los macronutrientes: NH4NO3, KNO3, CaCl2, MgSO4 y KH2PO4. También contiene los micronutrientes H3BO4, MnSO4, ZnSO4, Yoduro de potasio, Molibdato de sodio, CuSO4 5H2O y CoCl2; FeEDTA; los vitaminas MS de mioinositol, piridoxina, ácido nicotínico, glicina y tiamina; y Phytagel. Como fuente de carbono se usaron sacarosa, debido a que los explantes no son completamente autótrofos y no pueden cubrir sus necesidades nutricionales con la fotosíntesis que pueden realizar in vitro. Se utilizó citoquinina en el medio de cultivo a una concentración de 1 mg/L durante la Fase I, y a 3 mg/L durante la Fase II, para conseguir la proliferación de células meristemáticas, así como el crecimiento de yemas laterales, proporcionando además un efecto anti-senescente. El pH del medio MS se ajustó a 5.8. Se diseñaron siete tratamientos o protocolos, con la finalidad de valorar cuál de ellos era el más efectivo para la desinfección en la fase de establecimiento in vitro de banano Williams (Cuadro 1). Para cada uno de los tratamientos se realizaron 25 repeticiones en un diseño completamente al azar. Los resultados fueron obtenidos y evaluados siete días después de la siembra para cada uno de los protocolos ensayados, atendiendo a las variables explantes viables (no contaminados) y explantes no viables (contaminados, y necróticos). Cuadro 1. Protocolos la desinfección en la fase de establecimiento in vitro. Protocolo Procedimiento P1 [4 % de NaClO + Tween 80 / 20 min] + [1,5 % de NaClO + Tween 80 / 10 min] P2 [I 1 % en etanol 70º] + P1 con desinfección individualizada P3 [I 1 % en etanol 70º] + P1 P4 Pretratamiento de estrés hídrico a los explantes en invernadero durante 7 días + [etanol 70º / 5 min] + [4 % de NaClO + Tween 80 / 30 min] + [1,5 % de NaClO + Tween 80 / 15 min] P5 Pretratamiento de estrés hídrico a los explantes en invernadero durante 7 días + P1 P6 P4 + siembra en MS líquido con estreptomicina / penicilina; doble ensayo a 100 mg/L y 200 mg/L Para el protocolo de doble desinfección, P1, se realiza una primera desinfección con NaClO al 4 % y una segunda con NaClO al 1,5 %. Los pasos de este protocolo serán básicos para los demás protocolos, pero con las modificaciones descritas en cada uno. Los pasos son: 1. Lavar los explantes con H2O + jabón bactericida líquido por 5 minutos. Se depositan los 25 explantes por cada recipiente, que queden verticalmente (Figura 2). A continuación se añade H2O + jabón bactericida líquido, y se agitan durante 5 minutos. Por último, se elimine totalmente el jabón con agua corriente. Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 209 Figura 2. Disposición de explantes en el recipiente. 2. Se añade la solución de NaClO (4 %) + Tween 80 (4 mL/L) al recipiente donde se encuentran los explantes. Se introducen en la cámara de flujo, aplicando etanol de 70º a la superficie del recipiente. Se deja actuar 20 minutos en oscuridad, se agitan los explantes y se elimina la solución de NaClO. 3. Se vierte agua esterilizada en el recipiente de los explantes, se agita y se elimina el agua hasta tener tres lavados. Después de realizar el último lavado se conservan tapados dentro de la cámara de flujo laminar. 4. Se reduce el explante eliminando capas externas (Figura 3). Se elimina la capas exteriores de la parte foliar del explante, cuidando de no dañarlo internamente. Los explantes cortados se introducen en un beaker autoclavado, que debe permanecer tapado. Figura 3. Reducción de los explantes eliminando las capas externas. 5. Se añade una solución de NaClO al 1,5 % + Tween 80 en el beaker y se deja actuar por 10 minutos en oscuridad. Se agita frecuentemente y luego se elimina la solución de hipoclorito. 6. Añadir H2O esterilizada hasta completar un total de tres lavados. 7. Se introducen en la cámara los frascos con 30 mL de solución de cisteína a 100 mg/L, cada uno. Se realiza la reducción de los explantes hasta un tamaño aproximado de 2 cm. 8. Sumergir los explantes en solución de ácido ascórbico, 100 mg/L, durante 2-10 minutos (dos explantes por frasco). 210 Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 9. Sembrar un solo explante por frasco con medio de cultivo (MS sólido + 1 mg/L de BAP). Debe quedar bien sumergido en el medio de cultivo y en posición vertical (Figura 4). Figura 4. Explante reducido y sembrado en el medio de cultivo. El protocolo P2 toma como base el protocolo anterior pero incluyendo dos diferencias especificas. La primera de ellas consistió en realizar aplicaciones de yodo al 1 % en una solución de etanol de 70º a los explantes. Estas aplicaciones se realizaron antes y después del primer corte para reducir el tamaño, y antes y después del segundo corte. Con este procedimiento se buscaba que al utilizar un antiséptico de amplio espectro previamente a la realización de los cortes. Los agentes contaminantes presentes en las capas más superficiales de los explantes no pudieran contaminar las capas más internas de los mismos. Además, a la hoja de los machetes y cuchillos utilizados, se les aplicó solución de yodo antes de cortar un nuevo explante, para evitar que aquellos que estuvieran posiblemente contaminados con bacteria endógena infectaran a los sanos. Como medida de contención que ayudara a evitar esto último, se implantó la segunda diferencia, que consistía en realizar las desinfecciones de los explantes de la forma más individualizada posible, en grupos de cinco en la primera desinfección y de forma totalmente individual en la segunda. El protocolo P2 se desarrolla en los siguientes pasos: 1. En el campo, colocar los explantes sobre bolsas de plástico (Figura 5). Aplicar la solución de yodo (yodo al 1% disuelto en etanol 70°) a todos los explantes antes de comenzar los cortes. Corte y aplicación posterior de la solución yodada a cada uno de los explantes. Introducir los explantes en bolsas de plástico para su transporte. Figura 5. Explantes colectados en campo dispuestos sobre una bolsa plástica. Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 211 2. En el laboratorio aplicar una solución de yodo a los explantes. Realizar el corte y volver a aplicar la solución de yodo. Guardar los explantes en bolsa plástica a 5 °C de forma que queden separados unos de otros sin ningún contacto directo entre ellos. 3. Lavar los explantes con H2O + jabón líquido por cinco minutos, aproximadamente. Lavar en grupos de cinco explantes. Colocar los distintos grupos en beakers separados (cinco explantes por beaker). 4. Añadir la solución de NaClO (4 %) + Tween 80 (4 mL/L) a cada beaker. Introducir en la cámara de flujo laminar. Agitar los explantes y después dejar actuar 20 minutos. 5. Lavar tres veces con agua destilada estéril. 6. Se corta cada explante y se coloca en un frasco esterilizado, en recipientes individuales (Figura 6). Figura 6. Explantes tratados en recipientes individuales. 7. Una vez terminado el corte del ultimo explante, añadir solución de NaClO al 1,5 % + Tween 80 (4 mL/L) en todos los frascos y dejar actuar 10 minutos. Eliminar el hipoclorito de todos los frascos. 8. Añadir H2O esterilizada a los frascos hasta completar un total de tres lavados. 9. Se realiza un corte para la reducción de los explantes antes del tratamiento (Figura 7). Figura 7. Reducción de los explantes antes del tratamiento. 10. Sumergir los explantes en solución de ácido ascórbico, 100 mg/L, durante 2 min a 10 min (Figura 8). 212 Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 Figura 8. Explantes en solución de acido ascórbico. 11. Sembrar un explante por cada frasco con medio de cultivo (MS + 1mg/L de BAP). (Figura 9). Figura 9. Explante sembrado después del tratamiento. El protocolo P3 se basa, al igual que el anterior, en el protocolo P1, incluyendo solo una de las dos diferencias integradas en el protocolo P2. La diferencia es la aplicación de yodo al 1 % en una solución de etanol de 70º a los explantes. Se procede tal y como se describe en el punto 1 del protocolo P2, y a continuación se procede según el protocolo P1. Esto permitiría conocer el efecto de la solución de yodo en la desinfección, y compararlo con el efecto conjunto de dicha solución más la desinfección individualizada. En el caso del protocolo P4, se procedió a evaluar el efecto sobre la desinfección de un antiséptico de amplio espectro, etanol de 70º, junto a un aumento en los tiempos de doble desinfección con hipoclorito sódico. Para ello se procede según el protocolo P1 excepto las siguientes diferencias. 1. Una vez efectuado el lavado con H2O y jabón bactericida, y previamente a la inmersión en NaClO al 4 % + Tween 80 (4 mL/L), los explantes son rociados con etanol de 70º, dejándolo actuar durante 5 minutos. La inmersión en NaClO + Tween 80 tendrá una duración total de 30 minutos. 2. La segunda desinfección con NaClO al 1,5 % + Tween 80 (4 mL/L) tendrá una duración total de 15 minutos. 3. Se utilizará un frasco con solución de ácido ascórbico por cada explante. Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 213 4. El protocolo presentó una variable adicional, que consistió en realizar a los explantes un pretratamiento de estrés hídrico en invernadero durante siete días, antes de someterlos al procedimiento de desinfección. Por lo anterior, y para evaluar esta variable independientemente de las demás, se diseñó el protocolo siguiente. El protocolo P5 consiste en realizar el protocolo P1 partiendo de explantes que han sido previamente sometidos a estrés hídrico durante siete días en invernadero. Para el sexto protocolo, P6, se pretendía evaluar el efecto sobre la desinfección que tendría una solución antibiótica de estreptomicina / penicilina, junto con el etanol de 70º y el aumento en los tiempos de desinfección. Se evaluaron dos concentraciones de la solución antibiótica: 100 mg/L y 200 mg/L. Según el frasco de antibiótico comercial, dicho preparado debe disolverse con 20 mL de agua destilada estéril, la concentración requerida es de estreptomicina 10 000 µg/mL y de penicilina 10 000 U/mL. Esta solución madre se encuentra por tanto a una concentración de estreptomicina de 10 mg/ml. Sin embargo, para este estudio se comenzará con 100 mg/L, es decir 0,1 mg/mL. Por tanto para preparar un volumen de 250 mL de MS líquido con antibiótico son necesarios 2,5 mL de la solución madre del antibiótico. Para preparar MS líquido a una concentración del antibiótico de 200 mg/L son necesarios 5 mL de la solución madre. La concentración de penicilina será a 100 U/mL en el primer ensayo y 200 U/mL en el segundo ensayo. Se procede según el Protocolo P4, teniendo en cuenta las siguientes diferencias. 1. Previamente al proceso de desinfección, se prepara un medio MS líquido con la misma composición y pH que el medio MS sólido con el que se ha venido trabajando, pero con la diferencia de no añadir el gelificante phytagel. 2. Posteriormente, y una vez que los explantes se encuentran en la solución de ácido ascórbico, se añade la solución antibiótica al medio MS líquido en la cámara de flujo laminar. 3. A continuación, con una jeringa y aguja estériles se toman 20 mL de agua destilada estéril, y se añaden al frasco que contiene el antibiótico en polvo. Con la aguja se atraviesa el tapón de plástico del frasco; se aplica etanol de 70º a este tapón antes de introducir la aguja. Invertir varias veces el frasco hasta que el antibiótico quede bien disuelto. Introducir de nuevo la aguja y tomar 2,5 mL de la solución antibiótica para el primer frasco y 5 mL para el segundo. Una vez que se tiene en la jeringa la cantidad deseada, se retira la aguja de la jeringa y se coloca el filtro. El antibiótico se agrega gota a gota al medio líquido. Cerrar el frasco y agitar. 4. Dispensar el medio MS líquido + antibiótico en frascos estériles (aproximadamente 25 mL por frasco). Para ello, se retira la tapa de todos los frascos y se añade el medio líquido a cada uno de ellos. Se añaden los explantes que se encuentran en la solución de ácido ascórbico. Se toma el explante y se deposita en un frasco con MS líquido + antibiótico (1 explante por frasco). Se colocan los frascos en agitación suave (Figura 10). Se mantiene bajo estas condiciones durante siete días y se transfiere a medio sólido. 214 Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 Figura 10. Explantes en medio liquido en agitación. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se evaluaron los explantes a los siete días posteriores a la respectiva siembra para cada uno de los protocolos evaluados. Con protocolo P1, se observó una contaminación del 31,0 % de los explantes sembrados (Figura 11), representando la contaminación bacteriana el 24,6 %, y la fúngica solo el 4,9 % (Figura 12). Estos resultados coinciden con resultados obtenidos con anterioridad, y a su vez con resultados obtenidos por otros grupos de investigación en la zona, donde la mayoría de las contaminaciones observadas se deben a bacteria, posiblemente consecuencia de una contaminación endógena. Dicha contaminación puede deberse posiblemente a Bacillus spp. (Van den houwe y Swennen, 2000). Esto podría explicar su persistencia y las dificultades encontradas para alcanzar un efectivo establecimiento aséptico, ya que estos bacilos gram positivos se caracterizan por la formación de esporas que son resistentes a los agentes desinfectantes químicos, al frío, al calor e incluso a radiaciones. Por ello se modificó el protocolo P1, que se había utilizado con anterioridad, con la expectativa de disminuir el porcentaje de contaminación en la Fase I. Por otro lado el 69,0 % de los explantes estaban aparentemente libres de contaminación aun cuando fueron evaluados a las dos semanas (Figura 13). Explantes no viables (%) 50 40 30 20 10 0 P1 P2 P3 P4 P5 P6-100 P6-200 Protocolos Figura 11. Resultados obtenidos de los diferentes protocolos evaluados en porcentaje de explantes no viables. Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 215 Figura 12. Contaminación bacteriana (izquierda) y fúngica (derecha) en protocolo P1. Figura 13. Explantes libres de contaminación (izquierda) y explante evaluado dos semanas después de la siembra (derecha), de protocolo P1. El porcentaje de contaminación observado con el protocolo P2 fue de un 24 %. Sin embargo, los explantes sanos y libres de contaminación representan un valor prácticamente idéntico al que refleja el protocolo anterior, 68 %. Esto fue debido a que el 8 % de los explantes fueron incapaces de seguir adelante porque presentaron necrosis; por lo tanto, el porcentaje total de explantes no viables asciende al 32 % (Figura 11). Existieron dos problemas principal que acarrea el uso de yodo como desinfectante en el establecimiento aséptico de Musa spp. Por una parte provoca necrosis en los tejidos del explante y por otra parte, conlleva a la muerte o a un estancamiento en el desarrollo del mismo, aún 30 días después de la siembra presentó casi la misma forma y tamaño (Figura 14). Figura 14. Explante de protocolo P2: evaluado siete días desde la siembra (izquierda) y explantes no evaluado 30 días desde la siembra (derecha). 216 Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 Sólo parece haber una lectura parcialmente positiva de estos resultados, y fue que la contaminación por bacteria se redujo a un 16 % con el protocolo P2. Para evaluar si esta disminución en el porcentaje de contaminación por bacterias se debía al uso del yodo como desinfectante, o por el contrario, se debía a la desinfección individualizada incluida en este protocolo, se diseñó el Protocolo P3. La media del porcentaje de contaminación alcanza, en el caso de protocolo P3, el 32,8 % (Figura 11), mayoritariamente por bacterias. Luego, la reducción en la contaminación bacteriana observada en el Protocolo P2 no fue debida al uso de la solución de yodo durante el proceso de desinfección, sino más bien al proceso de desinfección individualizada. Además, la solución de yodo al 1 % en alcohol de 70º es una solución muy concentrada y ni aún así consigue disminuir la contaminación bacteriana, sino que por el contrario, provocó necrosis y muerte o estancamiento del desarrollo en los explantes. Por tanto, de esto se deriva que, si utilizamos una solución menos concentrada, a fin de disminuir el efecto necrótico, no será eficiente como desinfectante. Por lo anterior, se descartó el uso de la solución de yodo en el establecimiento aséptico de los explantes. Sin embargo, pareció que la desinfección individualizada reduce el porcentaje de contaminación bacteriana, pero es un procedimiento muy lento, tedioso y más costoso, siendo inviable desde el punto de vista del proceso de producción. El resultado para el protocolo P4 fue bastante positivo: 13,5 % de explantes contaminados y 86,5 % de explantes libres de contaminación (Figura 11). Se deduce que la aplicación de etanol de 70º, más el aumento en los tiempos de la doble desinfección con hipoclorito, disminuyen considerablemente el porcentaje de explantes contaminados en la Fase I. Tanto el sano aspecto observado en los tejidos de los explantes (Figuras 15 y 16), que se debe a un proceso de desinfección poco agresivo contra el mismo, como la rápida respuesta observada en el desarrollo de los tejidos, que parece deberse a que los explantes utilizados para este protocolo, pertenecen a ejemplares que proceden a su vez de micropropagación in vitro, probablemente expuestos a una concentración residual de bencilaminopurina. Sin embargo, esto no fue comprobado. Figura 15. Explantes de protocolo P4, evaluados siete días (izquierda) y dos semanas (derecha), después de la siembra. Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 217 Figura 16. Explantes de protocolo P4, libres de contaminación. No obstante, en el protocolo P4 se partió de explantes que habían sido sometidos a un proceso de estrés hídrico durante siete días en el invernadero. Por lo que, para evaluar cómo dicho proceso de deshidratación influye en la desinfección, se realizó el protocolo P1 partiendo igualmente de estos explantes. El resultado fue una contaminación del 47 %, lo que evidenció que esta variable no favorecía un establecimiento aséptico en sí misma, sino que por el contrario propiciaba un aumento en el porcentaje de contaminación. Este procedimiento se identificó como protocolo P5. Teniendo en cuenta los buenos resultados del protocolo P4, se decidió incluir y evaluar una nueva variable a dicho protocolo, que consistía en sembrar en medio MS líquido + estreptomicina / penicilina, una vez que se ha realizado la desinfección descrita para el protocolo P4. Con ello se perseguía potenciar el efecto que la aplicación de etanol de 70º y el aumento en los tiempos de la doble desinfección con NaClO, habían alcanzado en el establecimiento aséptico. Esto resultó, para el protocolo P6, en un 6,6 % de contaminación con un 93,4 % de explantes sanos para el ensayo de 100 mg/L de estreptomicina - 100 U/mL penicilina y un 9 % de contaminación y un 91 % de explantes sanos para el ensayo de 200 mg/L de Estreptomicina 200 U/mL penicilina (Figuras 11 y 17). Figura 17. Explantes en protocolo P6-100 mg/L (izquierda) y en protocolo P6-200 mg/L, ambos evaluados siete días después de la siembra. Estos explantes estuvieron un total de cuatro días en agitación con MS líquido + antibiótico, y tras dicho período se sembraron en medio MS sólido sin antibiótico (Figura 18). En un principio se pretendía que estuvieran un total de siete días en agitación, pero no se pudo prolongar más de cuatro días porque los explantes comenzaron a presentar signos de oxidación. Por esta razón, se decidió finalizar el tratamiento con antibiótico, y sembrarlos en medio MS fresco y sólido, a lo 218 Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 que respondieron favorablemente. Los explantes fueron evaluados nuevamente 15 días después de sembrados y conservaban el mismo aspecto sano y continuaban en crecimiento (Figura 19). Figura 18. Explantes en protocolo P6-100 mg/L (izquierda) y en protocolo P6-200 mg/L (derecha), ambos evaluados cuatro días después de la siembra. Figura 19. Explantes en protocolo P6, evaluados 15 días después de la siembra. En otros estudios, donde utilizaron un medio líquido + Rifampicina esterilizada por filtración, han mostrado buenos resultados en el establecimiento aséptico de Musa, con un 100% de explantes libres de contaminación (Van den houwe y Swennen, 2000; Lima y Moraes, 2006). Dicho tratamiento incluso es capaz de revertir la contaminación de los explantes contaminados, y además no parece provocar fitotoxicidad. CONCLUSIONES De acuerdo con los resultados obtenidos, el protocolo que consiguió disminuir considerablemente la contaminación, en la fase de establecimiento aséptico de Musa, fue el protocolo P6. El efecto positivo que mostraron la desinfección con etanol de 70º y el aumento en los tiempos de la doble desinfección con hipoclorito fue potenciado a su vez por el tratamiento de los explantes con una solución antibiótica de estreptomicina / penicilina. Por otro lado, se descarta la utilización de la solución de yodo al 1 % en etanol de 70º para la desinfección de los explantes, ya que produce necrosis en los explantes, así como muerte o estancamiento en el desarrollo de los mismos. Además de no observarse ningún efecto positivo en la disminución de la contaminación. Tampoco se recomienda el estrés hídrico previo del material biológico en invernadero durante siete días, ya que incluso se ha observado un aumento en el porcentaje de contaminación. Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 219 La contaminación endógena, que ha sido descrita durante la micropropagación in vitro de Musa sp., puede ser provocada mayoritariamente por Bacillus spp. Sin embargo, Bacillus spp. son sensibles a la combinación estreptomicina / penicilina, por lo que los resultados parecen indicar que la contaminación endógena observada puede deberse mayoritariamente a dichos microorganismos. El uso de dicha combinación de antibióticos logró reducir drásticamente la contaminación bacteriana en la Fase I de la micropropagación in vitro de banano Williams. No obstante, para poder asegurar esta afirmación sería necesario realizar un estudio de caracterización morfológica y bioquímica de los agentes contaminantes que se presentaron en la Fase I de la investigación. Además, ese tipo de estudio proporcionaría información suficiente como para seleccionar los antibióticos más eficientes contra estas bacterias contaminantes. RECOMENDACIONES Se aconseja realizar, por un lado, el seguimiento de los explantes tratados con antibióticos, a fin de descartar una posible fitotoxicidad, así como un posible descenso en la tasa de multiplicación. Por otro lado, se aconseja determinar la concentración mínima inhibitoria (CMI), que permitiría ajustar la concentración necesaria, a fin de reducir los costes de producción ocasionados por el consumo de antibiótico. Se recomienda a su vez realizar un seguimiento de contaminación, fitotoxicidad, y tasa de multiplicación de los explantes procedentes del protocolo P6 y comparar los resultados con los explantes establecidos mediante los protocolos P1 y P4. Se ha observado que la contaminación endógena se presenta con frecuencia durante los ciclos de multiplicación (Fase II) a partir de explantes aparentemente sanos. Por ello, además de implantar el protocolo P6 en la Fase I, se aconseja que durante el proceso de multiplicación se identifiquen mediante códigos adecuados las distintas líneas de multiplicación, a fin de facilitar el proceso de eliminación de aquellas líneas que presenten contaminación a posteriori. De esta forma se consigue seleccionar las líneas sanas, que se utilizarán para la producción masiva de ejemplares de banano Williams. Por último, y a fin de disminuir la contaminación en las distintas fases del proceso de micropropagación in vitro, se deben seguir recomendaciones generales básicas en todo proceso de multiplicación, como son: recolectar el material de campo en las épocas más secas; mantener limpios y desinsectados cuartos, equipos y áreas de trabajo; evitar el movimiento de material entre laboratorios; y usar ropa de trabajo adecuada y medidas preventivas para reducir la contaminación procedente de los operarios. Los instrumentos deben flamearse durante periodos prolongados, ya que se ha reportado la resistencia de esporas de Bacillus spp. tanto al calor como a inmersiones prolongadas en alcohol de 70º y 95º. Por lo tanto, si el flameado no es correcto, los instrumentos podrían esparcir Bacillus spp. a los cultivos limpios. Finalmente, se debe cuidar la zona de trabajo al interior de la cámara, evitando usar los 20 primeros centímetros del interior de la misma. LITERATURA CITADA Aguilar, ME.; Ortiz, JL. y Sandoval J. 2008. Embriogénesis somática en plátanos y bananos: perspectivas y limitaciones. 1ed. Turrialba (CR) : CATIE. 50 p. Serie técnica. Boletín Técnico / CATIE, no. 27. 220 Ortega et al. / Tierra Tropical (2011) 7 (2): 205-220 Canchignia, F.; Sigcha, L.; Toaquiza, J.; Ramos, L.; Saucedo, S.; Carranza, M. y Cevallos, O. 2008. Alternativas para la propagación in vitro de plátano variedad Maqueño (Musa balbisiana AAB). 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