4 millones de actores del desarrollo

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Niños, niñas y adolescentes en Bolivia
4 millones de actores del desarrollo
Depósito legal: XXXXXXX
ISBN: XXXXXXXX
Edición: Rubén Vargas y Patricia Montes
Diseño y diagramación: SALINASÁNCHEZ 243-3085)
Fotografías: Hugo José Suárez, Guillermo Medrano y Plan Internacional
Impresión: EDOBOL
1ª edición impresa en Bolivia: Julio de 2006
N° de ejemplares: XXXXXXX
Resumen audio (disco compacto)
Concepción y realización: Jacques Duhaime
Edición: Gustavo Navarre
Conducción: Jenny Callisaya
Base de datos (CD-ROM)
Concepción y realización: Milenka Ocampo
Programadores: Luis Palacios y Cinthia Pacheco
Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
Calle 14 de Calacoto, esq. Sánchez Bustamante
Edificio Naciones Unidas, Piso 6 - Teléfono (591-2) 279-5544 (interno 528)
Fax (591-2) 279-5820. Correo electrónico: idh.bo@undp.org
Página web: http://idh.pnud.bo
La Paz, BOLIVIA
La responsabilidad de este informe es de quienes participaron en su elaboración y no compromete necesariamente la línea de pensamiento
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Plan Internacional.
Equipo encargado de la preparación del
Informe temático sobre Desarrollo Humano
Niños, niñas y adolescentes en Bolivia
4 millones de actores del desarrollo
Comité Ejecutivo
Antonio Molpeceres: Representante Residente del PNUD y
Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia.
Guido Cornale: Representante de UNICEF en Bolivia.
Jayashri Sarkar: Directora de País de Plan Internacional Inc. en Bolivia.
Coordinación
George Gray Molina
Cuidado de la edición
Verónica Paz Arauco
Equipo de Investigación IDH
Patricia Espinoza
Verónica Paz Arauco
Milenka Ocampo
Fernanda Wanderley
Difusión
Jacques Duhaime
Investigadores
Carmen Ledo
María Machicado
Héctor Maletta
Susan Paulson
Francisco Rojas
Cecilia Salazar
Colaboradores
Denise Aguilar
Patricia Arancibia
Jorge Domic
Milenka Figueroa
Catalina Finot
Chiharu Fukazawa
Luis Mariscal
Anahí Moreno
Fabiana Navarro
Isabel Quisbert
Eduardo Velazco
Comité de difusión
Clara Marcela Barona
Robert Brockmann
Claudia Columba
Jacques Duhaime
Delina Garsón
Agradecimientos
Por su apoyo financiero y técnico al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF),
Plan Internacional Inc. Bolivia, Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI) y Viceministerio de Juventud, Niñez y Tercera Edad del Ministerio de Desarrollo Sostenible.
Especiales agradecimientos a Fernando Calderón del PNUD, uno de los primeros en creer en
esta investigación e impulsarla desde la coordinación del equipo del Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia; a Natasha Loayza, que tuvo la responsabilidad de coordinar el
trabajo en su etapa de planeación y en la primera parte como investigadora del equipo del
IDH-Bolivia; y a Francisco Rojas de UNICEF, por su amplia visión y compromiso cuando se
encargó de llevar a buen puerto la edición preliminar de esta publicación.
Por su participación, comentarios y sugerencias permanentes a Crisanto Melgar Souza, Ronald Gutiérrez y Elizabeth Patiño, ex Viceministros del Vijunte; e Isabel Arauco, de la Oficina del Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia. Asimismo, a
Christian Jetté del PNUD Bolivia, que participó de manera activa en las reuniones de planeación y en los talleres de evaluación del trabajo con valiosas recomendaciones y sugerencias.
Por los inestimables comentarios en la etapa final del documento a Ernesto Pérez de Rada y
Wilson Jiménez.
Por su participación en las reuniones de revisión y avances, sus comentarios y sugerencias
a Antonio Araníbar del equipo IDH, Clara Marcela Barona de UNICEF, Carlos Gutiérrez de
UNICEF, Carola Muñoz, Armando Ortuño, Claudia Columba, Silvia Nole y Gisela Campos.
Por su apoyo operativo en la recolección de información de campo para el estudio cualitativo a PROANDES, Plan Internacional Inc. Altiplano y Save the Children Oruro.
Por su colaboración en la confección de la base estadística del informe, agradecemos a
Jhonny Suxo, director ejecutivo, y a Marco Ayala, ambos del Instituto Nacional de Estadística, así como a Gabriel Loza, director ejecutivo, Nicole Czerniewicz y Adhemar Esquivel,
todos de UDAPE, así como a Karina Ocampo y Gilmar Zambrana.
Las centenares de entrevistas realizadas en los idiomas castellano, quechua y aymara por los
periodista de la Red de Corresponsales en Desarrollo Humano sirvieron de insumo para la
producción de 45 Revistas Radiales del Futuro, la edición de un resumen audio en disco
compacto, el análisis de la opinión pública juvenil y la redacción de varios recuadros en este informe. Por ello expresamos nuestro reconocimiento por su admirable labor profesional a Franz y Rubén Quispe de radio Panorama en Achocalla; Bernardo y Noli Rojas de ra-
dio Margarita en Arani; Jorge Ayaviri de radio 21 de Septiembre en Atocha; Santos Espinoza de radio Bermejo; Servando Cuevas de radio Capinota; Rosalía Guevara Foronda y Marcelo Diego Rodríguez de radio Enlace en Cliza; Jhovana Heredia Ramírez y Lifer Romero
de radio Fides en Cobija; Genoveva Ríos Claros de radio San Rafael y Litzi Escobar de Radio Fides en Cochabamba; William Huaywa y Nacienceno Ajpi de radio Copacabana; Teófilo Rivas de radio Waly en Desaguadero; Augusto Miranda de radio 740 en El Alto; Justino
Limachi de radio Apóstol Santiago en Guaqui; Julio César Martins de radio Melodía en Guayaramerín; Hortencia Huañapacu de radio Altitud en Huatajata; Pánfilo Zurita de radio Domingo Savio en Independencia (Ayopaya); Boni Ramos Samo de radio La Cumbre en Karhuiza (Batallas); Cristina Cruz Nina de radio Tawantinsuyo en Laja; Salomé Aruquipa en La
Paz; Edwin Vidaurre y Orlando Beliz de radio Universidad en Llallagua/Siglo XX; Rafael
Medrano de radio Macharetí; Róger Terceros y René García de radio Libertad en Mairana;
José Mercado Ortiz de radio Norte en Montero; Marco Antonio Araujo y Jorge Condori de
radio Mediterráneo, así como Maria Luisa López y Abenor Alfaro de radio Pio XII en Oruro; Esteban Pillco de radio Tupak Samy en Peñas; Ninoska Baspineyro y Jesús Candia de
radio Indoamericana en Potosí; Freddy Hidalgo de radio Cultural Chaka en Pucarani; Hortensia Apaza de radio Norte en Puerto Acosta; David Terrazas de radio San Miguel en Riberalta; Gonzalo Copa de Radio ACLO en Sucre; Alberto Ramos Canasa y Fermín Tacocillo de
Radio Tawantinsuyo en Taraco; Juan Alejo Carita de radio Kollasuyo Marka en Tiawanacu;
Carlos Alberto Vargas de Radio Patujú y Samuel Parada García de Radio Fides en Trinidad;
Lucio Arteaga de radio Yaguari en Vallegrande; Marcos Melendres, Wálter Mejía y John Rojas de radio La Voz del Trópico en Villa Tunari. A los otros periodistas de la Red de Corresponsales en Desarrollo Humano que nos apoyaron en los nueve departamentos del país
en el marco de esta investigación y cuya participación será destacada en los créditos editados al final de cada Revista Radial del Futuro.
Por haber retranscrito y traducido las centenares de horas de entrevistas grabadas en todo
el país en el marco de esta investigación, agradecemos a Marcelo Terán y a Mabel Gaete,
así como a sus colaboradores Efraín Canaviri, Lucía Mamani Quispe, Perci Pinto Terán, Eleodoro Gaete, Elizabeth Troche, Karen Durán Jáuregui, Olga Yana, Patricia Ponce Camberos, Fabio Calle Ulo, Sandra Ponce, Mari Tuco, Nicolasa Mamani, Verónica Chávez, Tania
Quispe y Pavel Quispe. Por haber colaborado activamente en la sistematización del material, agradecemos a Jennie De Grave y Anabel Ariñez.
Agradecemos a todos los artistas que aportaron con su poesía y música al resumen audio en
disco compacto que acompaña a este informe: Alice Cooper, Ángeles del Infierno, Askisataki, Atajo, Ataque 77, Bebe, Bruce Springsteen, CANO, Cergio Prudencio, Christell, Clotilde, Dúo Dinámico, Enriqueta Ulloa, Gerardo Arias, Gloria Trevi, John Williams, Jordi, Joan
Manuel Serrat, Kjarkas, Las Palmeras, Leo Dan, Llajtaymanta, Los Prisioneros, Luis Enrique, Luis Rico, Mac Analfy, Música de Maestros, Nacho Cano, New Kids On the Block, Nirvana, No Doubt, Pat Benatar, Patrick Hernández, Pink, Queen, Savia Andina, Sexual Democracia, Shakira, Soda Stereo, Stereo 3, The Sacados, The Who, Wara, Wiphala y Zulma
Yugar. También agradecemos a la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores de Música (SOBODAYCOM) por habernos autorizado la edición musical del resumen audio.
Por sus aportes artísticos a la campaña masiva “Niños, niñas y adolescentes. Actores del desarrollo”, agradecemos al director de video y fotógrafo Guillermo Medrano, a su asistente
Américo Luna, al editor Grover Espinoza, al músico Fabián Milán y a todos los niños, niñas
y adolescentes que participaron en la filmación de los spots televisivos y sesiones fotográficas. Por haber aceptado ilustrar la tapa de este informe con su rostro tan aspiracional,
agradecemos a la niña Diana Chávez Paz y a sus padres. Por haber viajado a San Javier para filmar una entrevista con Diana y por haber producido la sinopsis popular que facilitará
la difusión rural de los principales mensajes de este informe, agradecemos a Liliana de la
Quintana y Alfredo Ovando.
Por la validación en grupos focales de la sinopsis popular, revista radial y mensajes de la campaña “Niños, niñas y adolescentes. Actores del desarrollo”, agradecemos a Silvia Nole, Luis
Iturri, Alberto Aruquipa y a sus colaboradores de Plan Internacional, así como a Julio Córdova de Diagnosis.
Por haberse perdido el Mundial de Fútbol en su afán de entregarnos a tiempo un informe impecablemente diagramado, agradecemos a Martín Sánchez, Rubén Salinas y a sus colaboradores Eva Apaza, Grover Ticona e Isabel Aquino.
Por su apoyo en los temas administrativos, agradecemos a Cecilia Ledezma, Shirley Tórrez,
Alfredo Marty, Rocío Chaín, Andrés Cariaga, Karina Alarcón y Mónica Sarmiento del
PNUD, así como a Blanca Mendoza de Plan Internacional y a María Machicado de UNICEF.
Índice
Presentación
15
Sinopsis
17
Capítulo 1
Introducción
52
¿Por qué hacer visibles a los niños, niñas y adolescentes?
Una estructura demográfica concentrada en la niñez:
entre la oportunidad y el desafío
Conexiones entre Desarrollo Humano, desarrollo de los niños y ODM
La pobreza, el gasto social y la calidad de vida de los niños
57
58
63
Los desafíos: superar la “carrera de obstáculos”, reducir las
desigualdades y reasignar los recursos
¿Cuánto gasto social y cómo distribuirlo?
Las limitaciones de la focalización por indicadores agregados
65
66
68
Agenda de investigación
¿Qué historias nos cuentan 25 años de transformaciones demográficas,
familiares y sociales en Bolivia?
¿Cómo se construyen los imaginarios sobre la niñez y la familia en Bolivia?
¿Cómo construir una política social integral centrada en los niños?
69
72
73
Capítulo 2
La Evolución de los enfoques y la normativa sobre
los derechos de los nilos
56
76
Marcos conceptuales sobre los derechos de niños, niñas y adolescentes
La doctrina jurídica: “La situación irregular” versus “el desarrollo integral”
El enfoque de desarrollo: “necesidades” versus “derechos”
79
79
83
El quiebre de los años 90: un cambio histórico en el discurso
La Convención sobre los Derechos del Niño
La Cumbre Mundial para el Desarrollo y los Objetivos del Milenio
Relación entre los ODM y el desarrollo de la infancia
Recomendaciones más allá de los ODM: participación, trabajo infantil y
desarrollo temprano
84
84
86
86
Cambios en la legislación boliviana sobre los niños
El Plan de Acción de 1993: la oportunidad de pasar del discurso a la acción
87
97
102
Capítulo 3
Cambios demográficos, territoriales y migratorios (1976-2001)
108
Coexistencia de varias “transiciones demográficas”
Mortalidad, fecundidad y desarrollo humano
112
114
Una “nueva territorialidad” detrás de los cambios demográficos
La expansión de los grandes centros urbanos
La conformación de áreas metropolitanas alrededor del eje
La emergencia de las ciudades intermedias
Los centros urbanos menores y los poblados rurales olvidados
118
122
130
134
137
Migrantes detrás de la “nueva territorialidad”
140
Capítulo 4
La familia, heterogeneidad y permanente transformación
148
Los hogares bolivianos en la nueva configuración territorial:
¿Cómo se organizan las familias bolivianas?
Cohabitación, estado conyugal y fecundidad deseada
Niños, niñas y adolescentes en organizaciones familiares diferenciadas
151
154
156
Cambios en la inserción económica del hogar
Los medios de vida de los hogares tras el cambio económico y demográfico
La organización familiar y la inserción ocupacional
Del modelo de “proveedor único” a la coparticipación en el mercado laboral
159
159
162
164
Mejoras en las condiciones materiales de los hogares bolivianos
166
Los recursos humanos del hogar
Niños, niñas y adolescentes según clima educativo del hogar
169
174
Capítulo 5
Las oportunidades desiguales para el desarrollo de
capacidades durante la niñez
180
Niños, niñas y adolescentes en la relocalización espacial de la población
183
La privación material y las condiciones de vivienda de los niños
187
Un acceso desigual y excluyente a las oportunidades para el desarrollo
de los niños
193
La inscripción al registro civil: una puerta de acceso excluyente a la” igualdad” 193
El desarrollo en los primero años de vida: sobrevivir antes de los cinco años
194
La construcción de capital humano y las diferencias que importan
Urbanización: ¿mayores posibilidades de acceso a educación?
Ser “niño indígena en la ciudad”: una realidad que excluye
El acceso a educación en la adolescencia: problema de oferta y de demanda
Hacia la igualdad de género en educación
200
202
203
205
206
El trabajo de niños y adolescentes en Bolivia
209
Capítulo 6
¿Garantizamos los derechos de la niñez y
adolescencia a la protección?
216
La violencia y el maltrato: obstáculos en el desarrollo de capacidades
Violencia física y psicológica: ¿El hogar protector o reproductor de violencia?
Patrones de violencia socialmente aceptados y que se reproducen en el tiempo
Actores y cómplices de la Violencia Sexual: una forma de violencia
invisibilizada
La violencia contra la mujer y la “ley del proveedor”
227
227
Consideraciones sobre el maltrato de niños, niñas y adolescentes en
el ámbito laboral
El trabajo familiar
Sobre las peores formas de trabajo infantil
La violencia sexual comercial
El trabajo en la minería artesanal
Niños, niñas y adolescentes en la zafra
229
229
231
231
232
234
La responsabilidad del Estado sobre la protección de los niños
236
Capítulo 7
Imaginarios Sociales sobre niñez y familia:
seis aproximaciones a la realidad local diferenciada
221
223
225
240
El Alto: el desafío de convertir el bono demográfico en oportunidad
El peso de la migración en la estructura y en las prácticas que hacen familia
Las formas de manifestación de la pobreza ante la explosión
demográfica urbana
Migración y conflicto generacional
250
250
253
255
Panduro (Sica- Sica): Elevada fecundidad: mayor probabilidad de
transmisión de pobreza
Dispersión geográfica familiar: ¿quiénes se quedan y quiénes se van?
Estudiar en Panduro: un obstáculo difícil de atravesar
Prácticas que hacen familia: la importancia de la participación en la agricultura
El momento demográfico, ¿determinante fundamental para el desarrollo?
Expectativas y visiones ante un contexto de exclusión
257
257
260
261
262
262
Oruro: Un mundo fraccionado entre lo urbano y lo rural
Hacia el envejecimiento de la población
La percepción de la familia
La importancia de la educación en la construcción de la ciudadanía
263
267
267
268
Chivimarca (Tapacarí): Una población extremadamente joven
269
La pobreza extrema: niños excluidos e invisibles
269
El cambio generacional en las percepciones, valoraciones y prácticas cotidianas 275
Expectativas para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes
275
Familia: “responsabilidad y reciprocidad”
273
Porvenir: Una población prominentemente masculina
Sobre la estructuración de la familia
Prácticas y valores que hacen familia
Entre la escuela, el trabajo y la maternidad
Ser niño, niña y adolescente en Porvenir
276
276
280
281
282
Santa Cruz: El desafío de un crecimiento poblacional de 5%
Hogares grandes y flexibles
Cambios generacionales
Ser niño, valoración y violencia
283
286
286
287
Capitulo 8
El desarrollo de los niños, niñas y adolescentes:
una “carrera de obstáculos”
290
La “carrera de obstáculos”
Factores de riesgo en la niñez boliviana (1976 y 2001)
293
295
Riesgos en la primera infancia y antes de cumplir los cinco años
Riesgo de nacer sin la atención adecuada
Riesgo de desnutrición infantil antes de cumplir 5 años
Riesgo de muerte en la niñez
297
297
299
301
Riesgos en el desarrollo durante la edad escolar y la adolescencia
Factores que inciden en la probabilidad de ingresar a la escuela
Riesgo de abandono escolar
Riesgo de trabajar durante la niñez y adolescencia
Riesgo de ser madre en la adolescencia
303
303
307
309
314
La probabilidad de superar todos los obstáculos
314
Capítulo 9
Construyendo políticas públicas para cuatro millones
de actores del desarrollo
318
¿Por qué es importante cambiar el
enfoque y la manera hacer política social
dirigida a los niños, niñas y adolescentes?
¿Se puede superar la “carrera de obstáculos”...?
Aprendiendo de la historia: las lecciones del Informe
Los desafíos para hoy y hacia el futuro
321
321
322
322
Cinco pasos para pasar del discurso a la implementación
Primer paso: plantear una visión integral del desarrollo
Segundo paso: construir tipologías descentralizadas de acción
Tercer paso: proponer paquetes diferenciados de política
Cuarto paso: financiar con una lógica de gestión por resultados
Quinto paso: volver a la familia y a la comunidad
335
336
337
339
344
346
Anexo metodológico
350
Anexo estadístico
365
Bibliografía
383
Índice de recuadros
Capítulo 1
RECUADRO 1.1 ¿Cuánto tiempo nos queda para aprovechar la “edad de oro”
en América Latina?
RECUADRO 1.2 ¿Apostamos por la inercia o por el cambio?
RECUADRO 1.3 El gasto social y el desarrollo humano
RECUADRO 1.4 El gasto social en América Latina: el caso del gasto en educación
RECUADRO 1.5 La familia en proceso de transformación en América Latina
RECUADRO 1.6 ¿Qué motivan y proponen las políticas integrales?
59
62
64
67
72
75
Capítulo 2
RECUADRO 2.1 Hitos mundiales y nacionales sobre los derechos de los niños,
niñas y adolescentes
80
RECUADRO 2.2 La Doctrina de la Protección Integral y el enfoque de derechos
85
RECUADRO 2.3 La escalera de la participación
89
RECUADRO 2.4 Ratificación de los convenios sobre la edad mínima de trabajo y
las peores formas de trabajo Infantil en América Latina y el Caribe 91
RECUADRO 2.5 Declaración de los Derechos del Niño en Bolivia (1955)
99
RECUADRO 2.6 Objetivos del Plan Decenal de Acción para la Infancia en Bolivia 104
Capítulo 3
RECUADRO 3.1 Perfiles sociodemográficos diferenciados: la brecha urbano-rural
RECUADRO 3.2 Urbanización acelerada: ¿paradigma o amenaza para la
supervivencia infantil?
RECUADRO 3.3 ¿Mayor expansión demográfica, mayor cumplimiento
de derechos
RECUADRO 3.4 El Alto: Una historia de migración y vulnerabilidad
RECUADRO 3.5 Santa Cruz: Expansión demográfica y segmentación urbana
RECUADRO 3.6 Cochabamba: La desigualdad de derechos en el
área metropolitana
RECUADRO 3.7 IDINA, IDH y población
RECUADRO 3.8 Voces que nos cuentan historias marcadas por la migración
RECUADRO 3.9 Cambios en el perfil de niños, niñas y adolescentes migrantes
113
115
122
126
127
129
139
141
144
Capítulo 4
RECUADRO 4.1 Fecundidad e Inserción laboral femenina: la diferenciación
de la familia en América Latina
RECUADRO 4.2 La sobreposición de la “primera y segunda transiciones
demográficas”
RECUADRO 4.3 El tamaño de los hogares: heterogeneidad regional
RECUADRO 4.4 La familia más allá de la convivencia espacial
RECUADRO 4.5 Testimonios sobre la distribución del trabajo dentro y
fuera del hogar
RECUADRO 4.6 Niños, niñas y adolescentes según inserción económica y
organización familiar
RECUADRO 4.7 La división del trabajo por género: un estudio de los
hogares bolivianos
RECUADRO 4.8 El índice de hábitat del hogar
RECUADRO 4.9 ¿Cómo se calcula y qué mide el índice de recursos
humanos del hogar?
152
153
155
157
160
161
167
170
172
RECUADRO 4.10 Apareamiento selectivo y baja movilidad social
RECUADRO 4.12 Abuelos y nietos en Guaqui (La Paz), transformaciones
en el tiempo: ¿una ruptura generacional?
174
177
Capítulo 5
RECUADRO
RECUADRO
RECUADRO
RECUADRO
RECUADRO
RECUADRO
RECUADRO
5.1
5.2
5.3
5.4
5.5
5.6
5.7
RECUADRO 5.8
RECUADRO. 5.9
RECUADRO 5.10
RECUADRO 5.11
RECUADRO 5.12
RECUADRO 5.13
RECUADRO 5.14
Bolivia y el rezago en el desarrollo de los niños
Migración y vulnerabilidad demográfica diferenciada
La pobreza como origen de la privación de los derechos
Los desafíos de un desarrollo desigual y excluyente
Principales causas de la mortalidad infantil y en la niñez
Desarrollo infantil integral: físico, intelectual y social
“nada de herencia puedo darte, la herencia van
a ser tus estudios”
Niños y niñas en edad escolar: urbanización y
redistribución espacial
La escuela, la ciudad y los sueños
Oferta educativa: sesgo en educación “primaria” y “urbana”
“Dijiste que tu hermana de 13 años se casó…
¿es común casarse a los 13 años?”
“Uno tiene que trabajar duro, el dinero no es robado,
es por el sudor de uno”
Determinantes econométricos del trabajo infantil en Bolivia
El “hogar escuela”: la reproducción de conductas en el trabajo
no mercantil
184
186
188
193
196
199
201
202
204
206
208
210
212
214
Capítulo 6
RECUADRO 6.1 ¿Cuándo se vulneran los derechos de los niños,
niñas y adolescentes?
RECUADRO 6.2 Testimonios sobre la violencia que no podemos tolerar
RECUADRO 6.3 Voces de niños, niñas y adolescentes sobre la violencia
en el hogar
RECUADRO 6.4 Los Callejones sin Salida: El destino de las niñas
RECUADRO 6.5 La pobreza, un factor de reproducción de violencia
RECUADRO 6.6 ¿Cómo intervenir en la erradicación del trabajo infantil
en la minería?
RECUADRO 6.7 Observaciones y Recomendaciones del Comité de los
Derechos del Niño al Estado Boliviano
RECUADRO 6.8 Casos de violencia familiar registrados por la
Policía Técnica Judicial
220
221
224
229
230
235
237
239
Capítulo 7
RECUADRO 7.1 El “deseo de ser alguien” y la “esperanza de una vida mejor”
RECUADRO 7.2 El régimen familiar y el “proveedor masculino”:
una mirada histórica
RECUADRO 7.3 Contextualización del municipio de El Alto
RECUADRO 7.4 Contextos de reproducción de las formas de violencia:
migración, pobreza y desigualdad
RECUADRO 7.5 “Ser niño en El Alto”
RECUADRO 7.6 Contextualización del municipio de Sica-Sica
RECUADRO 7.7 Contextualización del municipio de Oruro
247
248
251
254
256
256
264
RECUADRO
RECUADRO
RECUADRO
RECUADRO
7.8
7.9
7.10
7.11
Contextualización del municipio de Tapacarí
Contextualización del municipio de Porvenir
Contextualización del municipio de Santa Cruz
Niños, niñas y adolescentes con responsabilidades precoces
270
277
283
288
Capítulo 8
RECUADRO 8.1 La dimensión social del desarrollo pro-pobre
RECUADRO 8.2 Niños y niñas menores de un año en hogares pobres y de
bajo capital humano
RECUADRO 8.3 Probabilidad de sobrevivir hasta los cinco años
RECUADRO 8.4 Probabilidad observada y predicha de “no ingresar a la escuela”
RECUADRO 8.5 Abandono escolar: ¿eslabón fundamental en la reproducción
intergeneracional de la pobreza?
RECUADRO 8.6 Hogares de niños, niñas y adolescentes trabajadores según
estrato ocupacional del jefe de hogar
RECUADRO 8.7 “…..y algunas ya no estudiaban porque tenían que criar a sus
hijos y tenían que buscar cómo mantenerlos…”
RECUADRO 8.8 La voluntad, la familia y la situación económica: determinantes
para alcanzar las metas
296
302
304
306
308
310
313
317
Capítulo 9
RECUADRO 9.1 La fragmentación y sectorialidad de la atención a la niñez
RECUADRO 9.2 “Oportunidades” en México: una experiencia innovadora
en la política social
RECUADRO 9.3 ¿Niños, niñas y adolescentes en el centro del desarrollo?
RECUADRO 9.4 Plan Internacional: el componente comunitario en torno a los
derechos de los niños
RECUADRO 9.5 Los límites de la inercia: ¿Cómo nos iría el 2015 si no
hacemos nada?
RECUADRO 9.6 Los límites de focalizar en función a la pobreza
RECUADRO 9.7 ¿Cómo cuantificar el costo de superar la “carrera de obstáculos?
RECUADRO 9.8 Monitoreo social: Libreta de Calificación Comunitaria y Libreta de
Informe Ciudadano
RECUADRO 9.9 Política municipal: los adolescentes exigen menos corrupción
y más obras
325
330
331
333
337
340
343
348
349
Presentación
Bolivia es un país de niños, niñas y adolescentes: más de cuatro millones de sus aproximadamente 9,4 millones de habitantes son menores de 18 años. Esta realidad plantea al país tanto un reto como una oportunidad. Por un lado, el reto de comprender qué significa
“ser niño” en la diversidad sin perder de vista la necesidad de construir oportunidades
iguales para todos ellos, independientemente de su lugar de residencia, su identidad étnico-cultural o su clase social. Por el otro, la oportunidad de construir las capacidades,
respetar los derechos y ampliar las oportunidades de una generación de bolivianas y bolivianos nacidos bajo el signo de la democracia e inmersos en un proceso de profundo
cambio social. Pasar de sujetos pasivos a actores del desarrollo es el camino obligado de
esta generación para asumir el reto y aprovechar las oportunidades de la actual coyuntura histórica.
Por ello, este Informe propone tres puntos de quiebre con respecto a los estudios, análisis y
políticas de niñez y adolescencia de los años recientes. Primero, entiende la importancia
de reconocer que los niños, niñas y adolescentes son “actores presentes del desarrollo” y
no sólo el “futuro de la patria”. Segundo, muestra que existen múltiples maneras de “ser
niño” en Bolivia. Los últimos 30 años de cambio social, cultural y demográfico dibujaron
nuevas condiciones para el desarrollo humano de niños, niñas y adolescentes en el país.
Las diversas vivencias de la niñez actual abarcan dimensiones de desarrollo físico, nutricional, psicológico, emocional y subjetivo que son retratadas a partir de exploraciones de
fuentes primarias y secundarias de información. Tercero, el Informe plantea la necesidad
de pasar del discurso a la acción en materia de políticas públicas para los niños, niñas y
adolescentes en Bolivia. Ello, en el espíritu y los lineamientos del Plan de Nacional de Desarrollo (PND) que acaba de presentar el Gobierno boliviano.
Tenemos la firme convicción de que esta tarea generacional, que tomará años y aun décadas, es una utopía posible para Bolivia. Sabemos que la visión de “integralidad” que inspira el Informe no será fácil de hacer realidad, y que requerirá de nuevas maneras de hacer
y decir. También entendemos que la “geometría variable”, que permite adecuar la integralidad a comunidades, municipios y departamentos heterogéneos, convoca a la acción concertada de miles de actores en cada nivel de gobierno y de la propia sociedad movilizada.
Todo esto reafirma nuestra convicción de que el punto de partida está a nuestro alcance.
Más de cuatro millones de actores del desarrollo ya construyen, día a día, en sus familias
y comunidades, una manera distinta de ser dignos, sobrevivir, nutrirse, educarse, proteger
sus derechos y soñar, y nos invocan a todos los ciudadanos a acompañar esta extraordinaria acción transformadora con la misma alegría, valentía e inspiración.
Antonio Molpeceres
REPRESENTANTE RESIDENTE
DEL PNUD EN BOLIVIA
Guido Cornale
REPRESENTANTE RESIDENTE
DE UNICEF EN BOLIVIA
Jayashri Sarkar
DIRECTORA DE PAÍS
PLAN INTERNACIONAL BOLIVIA
15
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Sinopsis
E
mitificar la idea de que el desarrollo humal presente Informe plantea una
no de los niños es marginal, asistencial o
lectura alternativa de desarrollo
una cuestión de especialistas.
humano en Bolivia desde la
perspectiva de las capacidades, Segundo, el Informe muestra que existen
múltiples maneras de “ser niño” en Boliderechos, oportunidades y asvia. Los últimos 30 años de cambio social,
piraciones de millones de niños, niñas y
cultural y demográfico dibujaron nuevas
adolescentes. Cada año nacen más de
condiciones para el desarrollo humano de
255 mil niños y niñas, pero apenas cuatro
niños, niñas y adolescentes en el país. Las
de cada 10 logran superar la “carrera de
diversas vivencias de la niñez actual abarobstáculos” de los primeros 17 años de vican dimensiones de desarrollo físico, nuda: sobrevivir el primer año de vida, trantricional, psicológico, emocional y subjetisitar la infancia sin problemas de desnutrivo que son retratadas a partir de exploración crónica, concluir la educación primaciones de fuentes primarias y secundarias
ria y secundaria y no trabajar antes de los
de información. El “ser niño” en Bolivia in14 años. La “carrera de obstáculos” que encluye experiencias tan disímiles como ser
frentan los niños, niñas y adolescentes esmigrante en las ciudades capitales, ser nitá marcada por la heterogeneidad social,
ño pastor, minero o zafrero; ser hijo único
cultural y regional propia del país. No exiso pertenecer a familias extendidas cuyos
te una sino varias maneras de “ser niño”
miembros se dispersan; tener acceso a
en Bolivia y tampoco existe una manera
oportunidades de salud y educación frente
única de imaginar su desarrollo humano.
a vivir excluido de los requerimientos básiPor lo tanto, el reto futuro es pasar del discos de la formación de capacidades de descurso a la acción con políticas públicas inarrollo humano; vivir seguro y protegido
tegrales y descentralizadas que reflejen la
durante la infancia y niñez frente a sobrepropia diversidad de la sociedad.
vivir a experiencias de violencia, aislaPor ello, este Informe plantea tres puntos de
miento e inseguridad crónicas; vivir la inquiebre con respecto a los estudios, análifancia, niñez y adolescencia como etapas
sis y políticas de niñez y adolescencia de
sucesivas del desarrollo frente a conocer
los últimos años. Primero, entiende la imlos embates de la vida adulta desde muy
portancia de reconocer que los niños, nitemprana edad. En definitiva, el cambio
ñas y adolescentes son “actores presentes
social, cultural y demográfico habla de
del desarrollo” y no sólo el “futuro de la pamúltiples experiencias y formas de vivir la
tria”. Esta intuición cobra fuerza cuando viniñez que merecen una atención especial
sibilizamos la importancia demográfica,
por su especificidad, heterogeneidad y disocial y cultural de cuatro millones de perferenciación.
sonas menores de 18 años en el territorio
nacional. Los niños no construyen sus ca- Tercero, el Informe plantea la necesidad de
pasar del discurso a la acción en materia
pacidades ni adquieren derechos por sí sode políticas públicas para los niños, niñas
los, sino en el contexto de diversas formas
y adolescentes en Bolivia. El paradigma
familiares, comunitarias y estatales de
existente margina los asuntos de la niñez
convivencia. Contar la historia del desarroy adolescencia y fragmenta la construcllo de cuatro millones de niños equivale, en
ción de capacidades, la protección de deeste contexto, a contar la historia de centerechos y la creación de igualdad de opornas de miles de familias, miles de comunitunidades. El año 2004, más de 577 millodades y múltiples regiones del país. Por lo
nes de dólares, alrededor de 18,5% del
tanto, no es exagerado afirmar que no
gasto total del sector público no financieexiste una familia o comunidad en el país
ro, se orientaron a financiar gastos capitaque no sea parte de la trama del desarrollo
les y corrientes dirigidos a la niñez y adohumano de niños, niñas y adolescentes.
lescencia en Bolivia (estimaciones de
Hacer visibles a estos actores ayuda a des19
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
miento entre gobierno central, prefectuUDAPE, 2005). Si bien los recursos exisras y municipios. Quinto, devolver a la fatentes son insuficientes para acelerar lomilia y a la comunidad la capacidad de
gros de desarrollo humano, no se sabe a
monitorear, evaluar y gestionar los serviciencia cierta qué impacto tienen hoy esos
cios de atención integral dirigidos a niños,
recursos en el bienestar de los niños. El Inniñas y adolescentes.
forme plantea una visión integral de atención de la niñez, la misma que, sumada a En este sentido, el objetivo principal que se
quiere lograr es que ningún niño en Bolivia
un enfoque descentralizado de gestión,
carezca de un piso mínimo de capacidades,
monitoreo y evaluación, dibuja una alterderechos y oportunidades, sin importar su
nativa al sistema piramidal, burocrático y
sexo lugar de residencia, condición étnicoaltamente corporativo de los servicios aclingüística y/o clase social. Una política de
tuales. Se plantean cinco pasos para alcanatención integral significa superar la “carrezar esta visión. Primero, visibilizar a los
ra de obstáculos” de manera efectiva para
cuatro millones de actores del desarrollo
ésta y futuras generaciones. La agenda de
en el contexto de sus familias y comunidapolíticas públicas no se agota en el contenides a lo largo y ancho del país. Segundo,
do de este Informe, el que plantea, más
construir tipologías territoriales diferenbien, un punto de partida para repensar la
ciadas de metas y brechas con respecto al
manera cómo se construye desarrollo hufortalecimiento de capacidades, la defenmano en Bolivia. Sin duda, la iniciativa de
sa de los derechos sociales y la creación de
visibilizar a millones de actores se encuenigualdad de oportunidades para los niños.
tra tanto en la sociedad como en el Estado
Tercero, preparar paquetes descentralizay es un proceso continuo de socialización,
dos de acción que incentiven la atención
discusión y acción que puede transformar
integral de servicios a favor de la niñez.
el anquilosamiento piramidal y burocrático
Cuarto, financiar estos paquetes descenen un sistema estatal efectivo de atención
tralizados de manera integral, con un sisintegral de la niñez.
tema intergubernamental de cofinancia-
20
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
1. Visibilidad: Cuatro millones
de actores del desarrollo
¿Cuántos somos?
Hoy existen en Bolivia 4,1 millones de niños,
niñas y adolescentes que representan en
conjunto el 44% de la población nacional.
Este grupo poblacional se distribuye de manera desigual según el ciclo de vida que atraviese: 1,5 millones tienen entre cero y cinco
años, 1,8 millones entre seis y 13 años y 0,8
millones entre 14 y 17 años (INE, 2006). Esta importancia demográfica hace de Bolivia
un país con una estructura de edades altamente concentrada en la niñez; situación
que tiene grandes repercusiones en la demanda de servicios públicos básicos de salud, educación, vivienda, saneamiento básico y protección, entre otros. Al mismo tiempo, las características de los servicios demandados varían ampliamente en función a
necesidades diferenciadas del ciclo de vida.
Los problemas de los niños en Bolivia no son
marginales, pues se enfrentan desde su nacimiento, y a lo largo de su desarrollo a través
de distintos ciclos de vida, a una serie de obstáculos que vulneran sus derechos e impiden o limitan el proceso de construcción de
sus capacidades, de goce de oportunidades
y de derecho a la protección en situaciones
de alta vulnerabilidad. Por ello, en el Informe
afirmamos que el desarrollo de los niños se
asemeja a una “carrera de obstáculos” en la
que no todos empiezan en iguales condiciones. A lo largo del camino se produce un
efecto de eslabonamiento por el cual quienes mejor empiezan tienen también mayores posibilidades de alcanzar la “meta” o,
por lo menos, de superar un obstáculo más.
¿Se puede superar la
carrera de obstáculos?
El año 2005 nacieron 255 mil niños y niñas en
todo el país. Estos niños y niñas se enfrentarán, antes de cumplir los 18 años, a una larga lista de obstáculos para el ejercicio de sus
derechos fundamentales: el desarrollo de
sus capacidades, el derecho a la protección
de diferentes formas vulnerables de ser niño y el derecho a la igualdad de oportunidades sin discriminación (edad, sexo, lugar de
residencia, origen étnico). A su vez, estos
obstáculos impiden que vivan una niñez y
adolescencia sin adversidades; así, a lo largo de su vida se enfrentarán a diversas formas de exclusión. Una de las formas más
comunes de vulneración de sus derechos
son las consecuencias de la privación material y afectiva. En Bolivia, seis de cada 10 niños, niñas y adolescentes, es decir 2,6 millones, sufren de necesidades básicas insatisfechas y cinco de cada 10 viven por debajo
de la línea de la pobreza (UDAPE, 2005). Según fuentes oficiales (INE, 2001; INE, 2003;
UDAPE, 2005; SIE, 2003), y según el ciclo
de vida, los obstáculos más comunes que
enfrentan son los siguientes:
Desde el nacimiento
hasta los cinco años
Cinco de cada 10 niños y niñas nacen en un
establecimiento de salud o son atendidos
por un médico, enfermera o partera; 54 de
Representación de los niños, niñas y adolescentes en la
población total, según grupo de edad al 2006 (%)
16%
0a5
5.3 millones
mayores de
17 años
56%
18 años
o más
19%
6 a 13
4.1 millones
de niños, niñas
y adolescentes
9%
14 a 17
Total 9.4 millones de bolivianos
Fuente: Elaboración propia sobre la base de proyecciones del INE para el año 2005.)
21
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
cada mil nacidos vivos mueren antes de Entre los 14 y los 17 años
cumplir un año; tres de cada 10 tienen desnutrición crónica, déficit de talla menor a la Cinco de cada 10 adolescentes están matricucorrespondiente a su edad; cuatro de cada
lados en algún nivel de educación secunda10 sufren alguna enfermedad respiratoria
ria; uno de cada 10 que se matricula abanaguda; dos de cada 10 niños y niñas menodona el grado; cinco de cada 10 adolescenres de cinco años no tienen registro de nates de 17 años culminan el cuarto de secuncimiento; ocho de cada 10 tienen cobertura
daria; 76.264 adolescentes entre 14 y 17
de la vacuna pentavalente; 75 de cada mil
años son madres, lo que significa 11 de camueren antes de cumplir cinco años; cuada 100 niñas del grupo etáreo mencionado;
tro de cada 10 niños y niñas entre cuatro y
finalmente, siete de cada 10 partos de adocinco años asisten a la educación inicial.
lescentes son cubiertos institucionalmente.
De manera transversal a los tres ciclos de viEntre los seis y los 13 años
da, se identificaron cerca de 10.000 niños,
niñas y adolescentes trabajadores en la zaUno de cada 10 no asiste a la escuela; de 10
fra en municipios de Santa Cruz y Tarija;
niños y niñas que asisten a la escuela dos
mientras que en los centros mineros, se
están rezagados; una de cada 100 niñas
identificaron 3.800 niños, niñas y adolesentre 12 y 13 años es madre, esta estimacentes que representan el 10% del total de
ción equivale a 2.188 niñas en todo el país;
los trabajadores en este sector. Según un
cuatro de cada 10 niños y niñas que asisten
estudio realizado en las ciudades de La
a algún curso de primaria reprueban el graPaz, El Alto y Santa Cruz, cerca de 1.500 nido; seis de cada 10 niños que inician la priños, niñas y adolescentes entre 11 y 17
maria la abandonan antes de culminarla;
años son víctimas de la explotación sexual
siete de cada 10 niños y niñas de 13 años
comercial, considerada como una de las
culminan la primaria.
peores formas de trabajo infantil (UNICEF,
2004).
En el siguiente gráfico se observa que la “caHoy, 255 mil niños y niñas inician la “carrera de obstáculos”;
rrera de obstáculos” tiene forma de pirámisólo cuatro de cada 10 la superan
de. La base refleja el número niños y niñas
nacidos el año 2005. En la cima de la pirámide se encuentran representados todos
17 años
los adolescentes de 17 años que, dadas las
Culminan la secundaria
100.224
actuales condiciones, lograrán atravesar el
Culminan la primaria
139.459
último obstáculo, lo que no quiere decir, sin
No trabajan entre los 7 y los 13 años 176.089
embargo, que en el camino no hayan enfrentado alguno. Por lo tanto, esta cifra soIngresan a la escuela a los 6 años
194.233
breestima el número de niños, niñas y adoNo se desnutre antes de los 5 años
187.393
lescentes que culminan la secundaria antes
Sobreviven a los cinco años
235.834
de los 18 años sin haber sufrido alguna vulneración de sus derechos. De la misma maSobreviven al año
241.188
nera, cada piso de la pirámide refleja el núSobreviven al mes
248.072
mero estimado de niños, niñas y/o adolescentes que atraviesan cada obstáculo, así
Nacen
254.956
como cuántos de ellos se quedan en el ca0
= 10.000 Niños, niñas y adolescentes
mino. Los niños, niñas y adolescentes enfrentan también otros obstáculos, como el
Fuente: Elaboración propia sobre la base de proyecciones poblacionales del INE, ENDSA (2003),
SIE (2004).
maltrato físico y psicológico y los patrones
de violencia que se reproducen especialmente en el hogar, la escuela o el lugar don22
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
de trabajan. Tan solo uno de cada tres niños
adolescencia, programa de erradicación
y adolescentes entre 10 y 18 años declara
progresiva del trabajo infantil, modificano haber sido nunca víctima de maltrato fíciones en la legislación, entre otras).
sico dentro de su casa; los testimonios Dos ejemplos concretos de este desafío son
cuentan que las formas más comunes de
las trayectorias de las reformas de salud y
maltrato físico son el uso del chicote y la coeducación en los últimos 10 años. El Segurrea y golpes con palos y piedras (Ministero Universal Materno Infantil (SUMI) amrio de Desarrollo Sostenible, 2002).
plió la cobertura de salud a menores de
cinco años y mujeres en edad fértil en todos los municipios, aunque el alcance ru¿Con los recursos humanos,
físicos y fiscales existentes…?
ral y la calidad de los servicios son muy
heterogéneos. En 2003, los recursos monetarios destinados al SUMI alcanzaron
Garantizar el cumplimiento de los derechos
cerca de 13 millones de dólares americafundamentales de los niños no es una tanos (UDAPE, 2004). En términos agregarea simple. Implica abordar integralmente
dos, el año 2004, se destinaron a los servitodos los aspectos que intervienen en su
cios de salud para niños, niñas y adolesdesarrollo y en el goce de una vida sin decentes aproximadamente 85 millones de
rechos vulnerados. Esta tarea se hace más
dólares (estimaciones de UDAPE para el
compleja cuando se considera la imporaño 2004).
tancia demográfica de este grupo y la presión que ejerce sobre la demanda de servi- Un estudio reciente realizado por UDAPE estima que el gasto social en la niñez y adocios básicos de salud, educación, sanealescencia asciende a aproximadamente
miento básico y protección. Un ejemplo de
575 millones de dólares. En educación iniesta situación es la presión de los niños, nicial, primaria y secundaria se destinaron,
ñas y adolescentes en edad escolar (entre
en el año 2004, 373 millones de dólares
6 y 17 años) sobre la oferta y la calidad
que representan el 64,6% del gasto total
educativa; hoy existen 2,6 millones de nien la niñez. La Reforma Educativa implicó
ños, niñas y adolescentes con derecho a
una fuerte concentración del gasto en reeducación primaria y secundaria. Otro
cursos físicos, humanos y fiscales, espeejemplo es la demanda de atención en sacialmente en la educación primaria, nivel
lud de los niños y niñas menores de cinco
al que se destinan anualmente 264 milloaños: actualmente, 1,5 millones requieren
nes de dólares o el 71% de los recursos touna atención especial, ya que en los primeros años de vida existe una importante
concentración de factores de mortalidad
que demandan atención desde el parto Composición del gasto social destinado
institucionalizado hasta los casos de enfer- a niños, niñas y adolescentes (2000-2004)
medades agudas (EDAS e IRAS) y desnutriGasto Social
ción crónica.
45%
577 Millones de dólares
Pese a los limitados logros alcanzados hasta 40%
31
Salud
30
16
hoy, los esfuerzos en Bolivia en términos 35%
56
27
15
15
18
Educación
373
54
35
de la política social no son despreciables. 30% 41
44
52
334
48
43
En efecto, en los últimos 30 años se dieron 25% 262
294
Vivienda y Servicios Básicos
267
cambios importantes: se ampliaron las 20%
Protección Social
oportunidades de acceso a los servicios bá- 15%
sicos que garantizan un piso mínimo para 10%
Servicios Recreativos y Deportivos
la construcción de capacidades (salud, 5% 87
85
79
88
75
educación, saneamiento básico) y se des- 0%
2000
2001
2002
2003
2004
arrollaron formas de protección a la niñez
y adolescencia (defensorías de la niñez y Fuente: Elaboración propia sobre la base de estimaciones de UDAPE.
23
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
tales nacionales dedicados a la niñez y la
adolescencia. En cuanto a los recursos humanos, el año 2003 se contaba con 96.113
docentes en ejercicio en el sistema nacional de educación, de los cuales 4.348 trabajaban en educación inicial, 74.874 en
educación primaria y 16.891 en el nivel secundario. A estos se suman 4.758 directores de establecimientos y 7.406 administrativos. El total de los recursos humanos
del sistema educativo nacional se acerca,
entonces, a los 110.000. Cabe recalcar que
el gasto social en la niñez representa el
40% del gasto social total y casi un quinto
del gasto total del sector público no financiero. Finalmente, otro reflejo de los recursos y esfuerzos orientados a la niñez y adolescencia es la existencia de 4.060 servicios de protección distribuidos en 400 programas en 17 municipios del país (La Paz, El
Alto, Oruro, Potosí, Cochabamba, Quillacollo, Colcapirhua, Sacaba, Tiquipaya, Vinto,
Cobija, Trinidad, Guayaramerín, Riberalta,
Tarija, Sucre, Santa Cruz de la Sierra).1
1 Información extraída del Sistema Nacional de Registro de Instituciones de Servicio Social en Bolivia.
24
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
2. Diversidad: Múltiples
maneras de “ser niño” en Bolivia
Una ventana de oportunidad
demográfica
Además de visibilizar la importancia demográfica de los niños, niñas y adolescentes
en Bolivia, es importante también hacer visibles las diferencias que dan cuenta de
múltiples historias a través del tiempo y
del espacio. El diagnóstico revela la existencia de diferencias significativas en el
cumplimiento de los derechos de los niños
según edad, lugar de residencia, sexo y
condición étnica, entre otros factores. Muchos de los cambios ocurridos en el período intercensal 1976-2001 se vinculan con
una profunda transformación demográfica que hizo al país más urbano, más migrante y más diferenciado por territorio. El
momento de la transición demográfica –el
patrón poblacional que resulta de reducciones en la fertilidad y la mortalidad infantil– que vive cada territorio es también
diferenciado.
¿Qué historia nos cuenta el cambio demográfico en Bolivia? La transformación demográfica en Bolivia se caracterizó por la
caída de la tasa de fecundidad de 6,2 a 3,8
niños por mujer en edad fértil entre 1989
y 2003, y la reducción de la tasa de mortalidad infantil de 89 a 54 por cada mil nacidos vivos entre el mismo período (ENDSA,
2003). Estos indicadores aún mantienen
diferencias importantes entre regiones,
áreas geográficas, departamentos y municipios. Paralelamente, la tasa de dependencia económica medida como el cociente entre la población pasiva (cero a 14
años y mayores de 60 años) y la población
activa (población entre 15 y 59 años) empezó a decrecer desde la década de los 70.
Esta tendencia dio inicio al “bono demográfico”.2 Según proyecciones del INE, la
tasa de dependencia será decreciente has-
ta el año 2045, momento en el que la población boliviana empezará a “envejecer”,
hasta entonces Bolivia tiene 35 años para
aprovechar esta ventana de oportunidad
(CEPAL, 2005).
Finalmente, parte del cambio demográfico
se caracterizó por un proceso intenso de
migración rural-urbana y una redistribución de la población entre pisos ecológicos. El proceso migratorio implicó una alta
movilidad dentro del territorio nacional.
Para el año 2001, 1,2 millones de bolivianos residían habitualmente en un lugar
distinto al de su nacimiento (Ministerio de
Desarrollo Sostenible, 2004). Pese al perfil
eminentemente urbano de los migrantes,
aún prevalece una elevada tasa de movilidad rural-rural. Cada año se desplaza más
de medio millón de bolivianos a áreas rurales especialmente de los valles y los llanos,
donde tienen como destino el trabajo en la
zafra y el cultivo de la coca.
En este contexto, no podemos referirnos “al
cambio demográfico” en Bolivia sino a la
coexistencia de cambios y momentos diferenciados de la transición demográfica
que hoy en día configuran una territorialidad de múltiples estructuras etáreas. En
los últimos 30 años (1976-2006), la población boliviana creció de 4,6 a 9,4 millones
de habitantes distribuidos de manera diferenciada en distintos pisos ecológicos y
áreas de diferente grado de urbanización.
La dinámica demográfica ha sido diferenciada; el ritmo de crecimiento de los llanos
es el responsable de la mayor parte de la
expansión poblacional del período intercensal comprendido entre 1976 y 2001.
En este proceso de expansión poblacional,
el altiplano fue perdiendo peso en la representación poblacional del país; al mismo
tiempo que el país atravesaba un intenso
proceso de urbanización. De esta manera,
2 El “bono demográfico” implica contar en el país con una población más joven que incrementa el tamaño de la población económicamente
activa (PEA) y por lo tanto genera mayores ingresos.
25
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
La familia, en permanente
transformación
Bolivia: Evolución de la
tasa de dependencia (1950-2050)
(Población en edad pasiva/Población en edad activa)
Bono demográfico
100
90
95
89
80
80
75
70
61
59
57
60
50
40
30
20
10
0
1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
2020
2030
2040
2050
Fuente: Elaboración propia sobre la base de proyecciones del INE 1950-2050.
¿Dónde están los niños, niñas y adolescentes?
(1976-2001)
4
3.7 MM
Urbano Mayor
3.5
3.1 MM
3
2.5
0.18
0.35
1.14
0.13
0.28
0.62
0.17
0.22
0.18
0.45
0.49
0.98
1.5
0.5
0
Urbano Intermedio
1.22
2.2 MM
2
1
1.31
1976
Rural amanzanado
1.27
1992
Centro Urbano Menor
Rural alto
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de los CNPV 1976-1992-2001.
en 30 años se pasó de una población altamente concentrada en el altiplano rural a
una nueva composición territorial distribuida entre los tres pisos ecológicos.
Los niños, niñas y adolescentes también
cambiaron la composición de su localización geográfica y espacial. Actualmente
cerca de un tercio de los niños, niñas y adolescentes viven en centros urbanos mayores (La Paz, El Alto, Santa Cruz, y Cochabamba), mientras que el otro tercio habita
áreas de ruralidad altamente dispersa, especialmente en los valles (CENSO, 2001).
26
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
El cambio demográfico de los últimos 30 años
redundó en la transformación de los hogares bolivianos. Esta transformación ha sido
analizada desde dos perspectivas. Por un lado, desde el análisis de la composición de
los hogares censales “familiares” donde se
excluyen las viviendas colectivas; y por otro
lado, desde la composición de los hogares
censales familiares en función a la existencia de un núcleo familiar conformado por
hogares monoparentales o biparentales, hogares extensos y hogares unipersonales
compuestos por una sola persona.
Entre 1976 y 2001, la composición de los hogares particulares sufrió ciertos cambios,
especialmente reflejados en el incremento
de los hogares monoparentales, la reducción de los hogares biparentales y la expansión de los hogares extensos y unipersonales; todos éstos combinados con características de lo que se ha denominado la segunda transición demográfica. Sin embargo, el
cambio más drástico con relación a los hogares en Bolivia tiene que ver con la inserción masiva de las mujeres, los niños y otros
miembros del hogar al mercado laboral. Los
cambios entre 1976 y 2001 se sintetizan en:
- Los hogares biparentales cayeron del 44%
al 38% y los monoparentales subieron del
13% al 16%.
- El cambio en la distribución de los hogares
fue más drástico en el conjunto de las áreas
rurales, especialmente en las más dispersas donde el número de hogares unipersonales tuvo un incremento absoluto del 9%
frente a un cambio del 3% en los centros
urbanos mayores.
- Las transformaciones económicas y demográficas redujeron la proporción de hogares
campesinos del 40% al 22%, mientras que
los hogares de cuenta propia en actividades
no agropecuarias subieron del 17% al 28%.
Al mismo tiempo, se incrementó la proporción de niños, niñas y adolescentes en hogares dedicados a actividades por cuenta
propia del 17% al 28% (Maletta, 2005).
so acelerado de urbanización. En 25 años, el
- Entre 1976 y 2001, el patrón de ocupación
número de niños en áreas rurales se mantulaboral se modificó sustancialmente, provo casi constante en 450 mil, mientras que
vocando una masiva inserción de mujeres,
en áreas urbanas se incrementó en aproxijóvenes y niños al mercado laboral. Un
madamente 400 mil (Censo 1976-2001).
ejemplo de esta situación es el incremento
Pese a las evidentes diferencias entre áreas
del número absoluto de niños y adolescenurbanas y rurales, la tendencia urbanizadotes entre siete y 17 años que se insertaron
ra no ha garantizado per se una menor tasa
en el mercado laboral: pasó de 156.657 a
de mortalidad. Según estimaciones recien253.040 (Ledo 2005).
tes, las áreas denominadas peri-urbanas re- Entre 1976 y 2001, perdió importancia el
gistraron mayores tasas de mortalidad inmodelo de “proveedor único” en el grupo
fantil y en la niñez en comparación con las
de hogares particulares con ambos cónyuciudades del resto urbano.
ges presentes. En este sentido, la proporción de hogares con un solo proveedor eco- Sin embargo, las diferencias no se limitan al
lugar de residencia. Ser niño o niña indígenómico varón pasó del 85% al 53%, mienna parece incidir en la probabilidad de motras que en el mismo período el modelo de
rir durante la infancia y la niñez. Tres asdos proveedores pasó del 14% al 47% (Paz,
pectos resaltan en el análisis de los cam2005).
bios en el desempeño de este indicador.
- Las condiciones de vida de los hogares mePrimero, una gran mejora acentuada en el
joraron en términos del acceso a los serviprimer período intercensal, que coincide
cios básicos (saneamiento básico, material
con la etapa más intensa de urbanización.
de construcción de las viviendas) y el haciSegundo, la preservación de la brecha indínamiento se redujo en términos agregados
gena-no indígena, que se mantiene eleva(Maletta, 2005).
da incluso dentro de una misma área geoUn cambio importante entre 1976 y 2001 tiegráfica, refleja desigualdades persistentes
ne que ver con aspectos relacionados con la
en las oportunidades. Este resultado removilidad social intergeneracional. El Inforfuerza la idea de las dificultades que enme encuentra que la proporción de hogares
frenta la población migrante en las ciudaparticulares de clima educativo bajo cayó
des. Tercero, se observa la reducción de la
del 86% al 60%, mientras que aumentaron
brecha mencionada. Sin bien esta situalas proporciones de hogares de clima edución revela mejoras en el tiempo, el ritmo
cativo medio y alto del 9% al 19% y del 5%
de reducción de la desigualdad se atenúa,
al 16% respectivamente (Paz, 2005).
poniendo en duda las posibilidades de diEn términos absolutos, el salto más significaseño e implementación de políticas públitivo se dio en el estrato medio de clima
cas que logren la igualdad en un corto o
educativo del hogar: de 89.237 hogares en
mediano plazo.
1976 pasó a 467.142 en el año 2001. El estrato más alto pasó de 972.612 a
1.172.624. Finalmente, los hogares del es- La educación y las diferencias que importan. Pese a que Bolivia ha logrado una cotrato más bajo, si bien muestran una disbertura neta en primaria del 97% (UDAPE,
minución en la proporción relativa, se in2005), la tasa de término a octavo aún excrementaron seis veces en términos absocluye al 25% de los niños y niñas. Sin emlutos: de 51.045 a 300.505 (Paz, 2005).
bargo, el diagnóstico sectorial muestra
avances muy significativos en los últimos
Capacidades heterogéneas
25 años: la cobertura escolar mejoró, la tasa neta de asistencia escolar aumentó del
Diferencias en la probabilidad de sobrevivir
69% al 87% y el rezago escolar se redujo
hasta los cinco años. En Bolivia, la reducdel 43% al 19%. Finalmente, hubo una gación de la probabilidad de muerte en la innancia en la acumulación de capital humafancia y en la niñez se dio junto a un proce27
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
rescatar tres elementos importantes: (i)
no durante la niñez equivalente a 3,4 años
independientemente del piso ecológico,
de estudio. Pese a estas mejoras, los resulel hecho de ser niño, niña o adolescente
tados revelan diferencias significativas
indígena implica menores posibilidades
entre grupos de edad, sexo, lugar de reside acceso y mayor rezago educativo; (ii)
dencia y condición indígena. La cambianpreocupa especialmente el caso de los llate distribución de la población ha causado
nos donde el 35% de los niños, niñas y
presiones de demanda educativa distinadolescentes indígenas se encuentran retas según región y área geográfica. En alzagados; (iii) las diferencias según el gragunas localidades hubo una expansión
do de urbanización y las tasas de asistenimportante de la población en edad escocia escolar de niños, niñas y adolescentes
lar frente a otras donde se redujo; estas
indígenas en los centros urbanos mayodiferencias implican una vulnerabilidad
res y los poblados rurales dispersos
específica a las características locales.
(79%); éste es sin lugar a dudas el hallazLa brecha indígena-no indígena en educago más importante pues refleja las dificulción ha sido ampliamente analizada en
tades que los niños, niñas y adolescentes
recientes estudios del INE (2003); los
enfrentan en las ciudades no es menor a
principales resultados revelan que gran
las de aquellos que viven en el campo.
parte del rezago en educación se explica
por esta brecha. Por ejemplo, el año 2001
la tasa de analfabetismo de la población Hacia la igualdad de género en educación. A nivel nacional, Bolivia ha mostraboliviana de 15 o más años era de 13,3%,
do una tendencia hacia la igualdad de gésin embargo, separando el indicador por
nero en el desempeño de los indicadores
área geográfica, la tasa de analfabetismo
educativos con relación al año 1976. El lode la población indígena era de 19,6%
gro alcanzado por los niños con respecto
frente a 4,5% para la población no indígeal logro alcanzado por las niñas en la tasa
na. Asimismo, la tasa de asistencia escode asistencia escolar, el rezago y los años
lar y el nivel de instrucción alcanzado
promedio de escolaridad acumulados dumuestran diferencias importantes entre
rante la niñez muestran que la disparidad
ambos grupos; en el caso de las mujeres
de género se redujo significativamente.
la brecha es aún mayor.
La brecha respecto a la Meta del Milenio
En síntesis, un análisis de la brecha indígenase redujo de 15 a dos.3 Como ya se dijo en
no indígena en educación nos permite
la sección anterior, la mayor parte de los
atrasos en educación se debe al menor
Mortalidad infantil según área geográfica y
condición indígena (1976-2001)
desempeño en la adolescencia. En el caso
de la igualdad de género, la situación se
200
repite pues la desigualdad se debe en
187
171
180
Urbano
gran medida a las diferencias en el grupo
160 144
de adolescentes entre 14 a 17 años. Cabe
Rural
131
140
recalcar que, si bien no se logra la igual112
120
Total
100
94
92
dad de género en educación, desde 1976
100
87
75
76
69
80
65
la tasa de asistencia de las niñas mejoró
63
56
52
60
47
46
más que la de los niños (23% y 14% res40
pectivamente).
20
La
desigualdad de género no es homogénea
0
1976
1992
2001
1976
1992
2001
en todo el territorio nacional. El altiplano
Indígena
No indígena
Fuente: INE (2003).
3 La brecha de género en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio se mide sustrayendo la tasa de asistencia escolar de las niñas
a la tasa de asistencia escolar de los niños. La meta al año 2015 es que esta brecha sea igual a cero.
28
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
muestra los peores indicadores de logro
educativo en términos de equidad de género en todos los grupos de edad. Desde el inicio del período analizado, las diferencias
entre regiones muestran una situación de
menor inequidad de género en las localidades de los llanos. Esta situación se mantuvo
durante 25 años aunque con una significativa reducción de la brecha de género que
pasó de 15 en el año 1976 a tres en el 2001
entre los valles y el altiplano respecto a los
llanos. La mayor equidad en los llanos se
debe también a la menor brecha entre niños en edad de asistencia a primaria y a secundaria. En esta región, la inequidad de
género en educación es claramente menor,
lo que revela, a su vez, una menor brecha
respecto a la Meta del Milenio.4
Mejoras que preservan desigualdades: vivienda y saneamiento básico. En el año
2001, las formas de privación material
afectaban a 1,3 millones de niños y niñas
que no accedían a saneamiento básico en
sus viviendas, mientras que más de 800
mil vivían en viviendas con techo inapropiado o en condiciones de hacinamiento
(Censo, 2001). En términos relativos, las
carencias de techo apropiado y saneamiento básico se redujeron a la mitad en
25 años. Sin embargo, esta situación de
mejora relativa no estuvo acompañada en
todos los casos de la reducción del número
de niños que enfrentan privaciones; por
ejemplo, en el período 1976-2001 se observa un incremento de 300.000 niños, niñas y adolescentes que viven en condiciones de hacinamiento. En cambio, en el acceso a saneamiento adecuado sí se observa una mejora absoluta, pues el número de
niños, niñas y adolescentes en hogares sin
letrina se redujo alrededor de 400 mil.
El trabajo de niños, niñas y adolescentes
en Bolivia. La inserción temprana en la actividad económica es una de las múltiples
formas de expresión de la pobreza, con re-
percusiones importantes en el abandono
escolar; sin embargo, en muchos casos facilita la reinserción escolar, pues hay niños,
niñas y adolescentes que trabajan para financiar sus estudios, como lo revelan varios testimonios (UNICEF, 2004). En Bolivia, el Código del Niño, Niña y Adolescente
de 1999 establece los 14 años como edad
mínima para el trabajo legal y la Ley General del Trabajo prohíbe la contratación de
menores de 14 años. Es importante, entonces, separar el trabajo de niños, niñas y
adolescentes que está fuera de ley de aquél
que es legalmente aceptado. De cualquier
manera, existen múltiples formas de violar
las leyes mencionadas que trascienden la
contratación de menores de 14 años y se
relacionan con las condiciones de empleo
en las que se insertan los jóvenes en Bolivia: bajos ingresos, largas jornadas, ausencia de protección en el trabajo, ausencia de
contratos laborales y, en muchos casos,
violencia física y sexual en el lugar de trabajo (FUFEDEM-CEMSE, 2005).
El 2001, 725 mil niños, niñas y adolescentes
de 7 a 17 años de edad estaban ocupados
en actividades con o sin remuneración,
mientras que más de 33.000 declaraban la
búsqueda de empleo (MECOVI, 2001). La
inserción temprana en la actividad económica es alarmante, incluso el grupo de niños de siete a nueve años tiene una tasa de
participación elevada (20%). Los niños y
adolescentes trabajadores residen especialmente en las áreas rurales, donde se
concentra el 68% de esta población, asimismo, la tasa de participación es también
elevada.
La participación en una actividad laboral aumenta en función a la edad y es mayor entre los niños. El altiplano concentra la mayor parte de los niños trabajadores (44%),
mientras las localidades de los valles son
las que tienen en promedio la tasa más elevada de participación laboral. Varias características parecen influir en la decisión de
trabajar, entre ellas, una alta correlación
4 La brecha es de cuatro puntos en los llanos frente a seis y siete puntos en los valles y el altiplano respectivamente.
29
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
bre de 1999 se aprobó el Código del Niño,
entre trabajo y estudio. La proporción de
Niña y Adolescente, el cual establece un “réniños trabajadores que asiste a la escuela
gimen de prevención, protección y atenes significativa: en 2001, más de 280 mil
ción integral que el Estado y la sociedad deniños trabajadores asistían a la escuela, de
ben garantizar a todo niño, niña o adoleslos cuales el 43% tenía entre 10 y 13 años,
cente con el fin de asegurarle un desarrollo
20% entre siete y nueve años y 37% entre
físico, mental, moral, espiritual, emocio14 y 17 años. Por lo tanto, se evidencia la
nal y social en condiciones de libertad, resnecesidad de los niños, niñas y adolescenpeto, dignidad, equidad y justicia”.
tes de optar por combinaciones de activiEl Código abarca los derechos y deberes fundades de estudio y de trabajo.
damentales, que incluyen el derecho a la
Si bien los niños desempeñan principalmente
vida y a la salud, a la familia, a la nacionalitareas como trabajadores familiares sin redad e identidad, a la libertad, al respeto y a
muneración o como aprendices (83%), la
la dignidad, a la educación, cultura y esparestructura de la ocupación por categoría
cimiento y a la protección en el trabajo. En
ocupacional varía según sexo, edad y lugar
su segunda parte abarca la prevención,
de residencia. Las diferencias en la estructuatención y protección, que incluye consira más importantes se encuentran entre las
deraciones respecto a las entidades noráreas urbanas y rurales. El empleo urbano
mativas en materia de prevención y de
se caracteriza por una mayor participación
protección así como medidas de fiscalizade los niños en las categorías de empleado
ción y de protección social. Finalmente,
y obrero en comparación a las áreas rurales
abarca la protección jurídica, responsabilidonde la participación de la categoría de tradad, jurisdicción y procedimientos, inclubajador familiar (sin remuneración) sobreyendo consideraciones respecto a medipasa el 90%. Las principales diferencias
das correspondientes a padres, responsaocupacionales entre niños y niñas se dan
bles o terceros y las propias responsabilimayormente en los centros urbanos, pues
dades de los adolescentes en infracciones.
mientras el 8% de las niñas trabaja como
A pesar de que el Código está en vigencia
“empleada doméstica”, un similar porcenmás de cinco años, aún persisten probletaje de niños trabaja como “obrero”. La edad
mas de implementación que permiten que
también influye en el tipo de inserción: los
se sigan vulnerando los derechos de los niniños más pequeños sólo se dedican al traños.
bajo familiar sin remuneración; sin embargo, a medida que pasan a un grupo etáreo
superior, su participación en el trabajo asa- Los niños, la auto-percepción sobre sus derechos y el lugar de la familia. Dos enlariado se incrementa (en las categorías de
cuestas realizadas a niños, niñas y adolesempleado y obrero).
centes en Bolivia acerca de las percepciones sobre sus derechos y el maltrato infanDerechos de prevención y protección
til (Ministerio de Desarrollo Sostenible,
2000) revelan que niños y adolescentes de
Garantizar los derechos de la niñez y adolesdistintos grupos de edad perciben el derecencia trasciende las mejoras en las condicho a tener una familia como el principal.
ciones de vida, medidas por indicadores reEn segundo lugar, resalta el derecho a la
lativos a la educación, salud o paridad de géidentidad y en tercer lugar el derecho a “no
nero. La Convención de los Derechos del Niser maltratado”. Las principales fuentes a
ño establece la obligación de la familia y la
través de las cuales los niños, niñas y adocomunidad de velar por la protección de nilescentes se informan sobre sus derechos
ños, niñas y adolescentes frente a cualquier
son el hogar y la escuela. Estos estudios
forma de violencia y privación. En Bolivia,
muestran que, desde muy pequeños, los
con la promulgación de la Ley 2026 en octu30
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
arrollo, incrementa los costos del Estado y
niños se enfrentan al abuso sexual y a otras
reduce la capacidad de participación y
formas de maltrato, resaltando una mayor
producción.
vulnerabilidad en el caso de las niñas. Entre las adolescentes se manifiesta con frecuencia el derecho a “no ser maltratada”. Violencia psicológica y física. Según datos
de la encuesta realizada a niños, niñas y
En este contexto, una de cada 10 adolesadolescentes (Ministerio de Desarrollo
centes considera el derecho a la “protecSostenible, 2000), las formas de violencia
ción contra el abuso sexual” como el más
psicológica más utilizadas por los padres
importante. Finalmente, es importante reson echar a los hijos de la casa, reñirlos,
saltar la importancia que los niños, niñas y
prohibirles las salidas y no darles de coadolescentes le dan a la familia, pues tal
mer. Según este estudio, en el grupo de 10
como ellos declaran, tener una familia
a 12 años, las formas más comunes de
constituye el derecho más importante, esmaltrato son “ser insultado” y “ser reñipecialmente entre los más pequeños.
do”. Los adolescentes entre 13 y 15 años
también son frecuentemente expuestos al
La violencia y el maltrato: obstáculos para
maltrato psicológico. Como una aproxiel desarrollo de las capacidades. Cualmación a los patrones de violencia ejerciquier forma de violencia niega los dereda hacia los niños, en la ENDSA 2003 se
chos establecidos en la Declaración Uniindagó sobre el uso de la violencia en el
versal de los Derechos Humanos de 1948
hogar y la forma en que se ejerce el castiy en la Convención sobre los Derechos del
go. El informe final de la encuesta estableNiño de 1989. Para muchos niños, la famice que “la violencia es un mal que se relia es el ámbito donde se enfrentan más
produce en todos los medios donde se
frecuentemente a formas de violencia físipresenta y que por tal razón los agresores
ca, psicológica y sexual, ya sea ejercida dide hoy fueron, en una gran mayoría, las
rectamente sobre ellos o en contra de sus
víctimas del pasado; en consecuencia las
madres por sus progenitores o por los favíctimas de hoy son potenciales agresores
miliares en quienes más deberían confiar.
en el futuro”.
La violencia domestica es, en general, perpetrada por hombres con relación de pa- En el ámbito laboral, también se presentan
casos de maltrato, aunque según el esturentesco o vinculados a la familia contra
dio la magnitud reportada podría subestilas mujeres y los niños, niñas y adolescenmar la realidad dada la frecuencia con la
tes. Es, en muchos casos, un ciclo de abuque se enfrentan los niños a este tipo de
sos que se manifiesta desde la infancia
violencia, pues llega a formar parte de la
hasta la edad adulta. La violencia puede
cotidianeidad. El 18% de los niños, niñas
tener consecuencias graves para el desy adolescentes trabajadores reportaron
arrollo de los niños, en sus formas extrehaber sufrido de maltrato psicológico. Los
mas resulta en lesiones graves o incluso en
dueños los amenazan con echarlos, los
la muerte. También puede afectar su saamigos también los amenazan y la gente
lud, su capacidad de aprendizaje o su voes indiferente. Todos los agentes del malluntad de ir a la escuela. La violencia puetrato psicológico utilizan el insulto, aunde ser causa de que el niño huya de su hoque lo que más declaran sentir, sobre todo
gar, exponiéndole así a más peligros. Asilos niños de 10 a 12 años, es la indiferenmismo, la violencia destruye la autoesticia. Otras personas a quienes se señala coma de los niños y niñas y puede imposibimo autores de la violencia física son los
litarles ser buenos padres en el futuro. La
amigos (20%), la competencia (18%), la
violencia también tiene repercusiones sogente (11%) y la policía (11%), principalciales y económicas, ya que afecta la situamente.
ción individual de la persona en su des31
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
personas”. Este estudio estima que alredeViolencia sexual. La violencia sexual perpedor de 1.453 niñas y adolescentes entre
trada contra niños, niñas y adolescentes
11 y 17 años en estas cuatro ciudades son
es una de las formas más invisibles de viovíctimas de la explotación sexual comerlencia. En muchos casos, es ejercida por
cial. Aunque en su mayoría son niñas y
los padres, tíos o padrastros; en estas siadolescente mujeres, se ha detectado altuaciones, los derechos, especialmente de
gunos casos de niños y adolescentes varolas niñas, se sacrifican para proteger a
nes.
quienes cometen este delito. No existen
cifras oficiales que permitan una aproximación a la magnitud del problema. Los Subjetividades múltiples
ámbitos donde las niñas y adolescentes
son más vulnerables son el trabajo y la ca- ¿Cómo es ser niño en Bolivia? ¿Qué signifisa; también se presentan casos en las escados tiene la familia? ¿Quiénes la comcuelas únicamente contra las mujeres. En
ponen? La dimensión subjetiva de las rescambio, los hombres son más vulnerables
puestas confirma, por un lado, la imporen el ámbito laboral. El acoso sexual es
tancia de las transformaciones históricas
otro problema que se presenta sobre todo
familiares y demográficas y, por el otro,
en el ámbito laboral, aunque no deja de
aporta con nueva información desde las
ser significativo en el hogar y la escuela
voces locales, de la comunidad, con histopara ambos sexos.
rias de vida que trascienden la lectura
cuantitativa. Tal como se lee en las confeViolencia sexual comercial. El Congreso
siones rescatadas de los seis estudios de
Mundial contra la Explotación Sexual de
caso preparados para este Informe, una
Niños/as de Estocolmo de 1996 declara
parte de las diferencias entre las formas
que, “la Violencia Sexual Comercial contra
de “ser niño”, los “significados” y “práctiNiños, Niñas y Adolescentes es una violacas que hacen familia” tiene que ver con
ción fundamental de los derechos de la
la influencia de prácticas familiares cultuniñez. Abarca el abuso sexual por parte
rales, valoraciones, percepciones y exdel adulto, e incluye remuneración en dipectativas diferenciadas; aunque tamnero o en especie para la/el niña/o o para
bién se rescatan en el imaginario social
una tercera persona o personas. El niño o
sueños y metas comunes, incluso en ámniña es tratado/a como un objeto sexual y
bitos marcadamente diferenciados. Es el
como mercancía. La explotación sexual
caso del deseo de “estudiar” y de “ser alcomercial de la niñez constituye una forguien”, reiteradamente expresado por nima de coerción y violencia contra ésta,
ños, padres y otros miembros de la comuequivale al trabajo forzoso y constituye
nidad. También resalta como elemento
una forma contemporánea de esclavicomún la importancia de la “familia” en
tud”.
tanto entorno protector no sólo de los niUn estudio realizado por la OIT-IPEC y UNIños, sino también como red de protecCEF (2004) en las ciudades de El Alto, La
ción entre adultos.
Paz, Cochabamba y Santa Cruz establece Los permanentes encuentros y desencuenque la explotación sexual comercial contros entre imaginarios sociales sobre la nitra niños, niñas y adolescentes no es un feñez y la familia tienen una importante
nómeno nuevo en Bolivia pero que tiene a
carga histórica relacionada frecuentecrecer y consolidarse. Establece que hay
mente con perfiles demográficos simila“cientos de niños, niñas y adolescentes
res. Estos son los casos de las vivencias de
que en lenocinios, wiskerías, moteles y
los migrantes rurales en grandes centros
alojamientos, en la calle e incluso en dourbanos, como El Alto y Santa Cruz, y de
micilios particulares son víctimas de esta
quienes aún permanecen en el lugar de
actividad ilícita que anula su condición de
origen con limitadas posibilidades de ac32
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
ceso a bienes y servicios básicos, como
sores y padres, y entre los mismos niños,
los habitantes de Sica-Sica (La Paz), Tapase expresa una asociación entre el desarrocarí (Cochabamba) y Porvenir (Pando).
llo del niño y el castigo físico que, en el conMuchas similitudes están profundamente
texto social de El Alto, se confunde con
relacionadas con las condiciones de prootras formas de violencia. Madres de disducción, como en los municipios predotintas edades expresaron su opinión a cerminantemente urbanos o predominanteca de la crianza:
mente rurales; sin embargo, dentro de estos espacios se identifican mundos diver“A los hijos hay que castigarlos.”
sos de relaciones y representaciones que
ilustran maneras diferentes de transmi“La letra entra por sangre.”
sión de activos y pasivos entre padres e hijos, entre niños y sociedad, entre los dis“Hay que educarles.”
tintos miembros de la familia, entre la comunidad y entre los niños, niñas y adoles- “ También existe el castigo moral, que
centes.
consiste en privar a los hijos de su libertad.”
Trabajar en El Alto (La Paz):
violencia y cotidianidad
“Tiene que haber respeto hacia la mujer y
hacia la madre, también se debe castigar a
los nietos”.
Según las entrevistas e historias de vida, muchos niños, niñas y adolescentes en El Alto Sin embargo, también se buscan formas de
protección a los hijos ante la violencia excetrabajan como empleados a cambio de
una remuneración económica ya sea fuera
siva; por ejemplo, una madre cuenta que
cuando su hijo mayor tenía 10 años y su
de casa o como ayudantes en negocios famarido lo maltrataba mucho, lo entregó a
miliares. Resalta de manera particular que
su cuñado para que viviera con él durante
desde muy pequeños acompañan a sus
un año. En la escuela, los profesores y los
madres a trabajar en el mercado, como trabajadoras del hogar o en otros contextos.
padres de familia se acusan mutuamente
María cuenta que después del fallecimiende violencia contra el niño. La percepción
to de su suegra ella trabajó como “limpiade un director es que “los padres que reclaman que los profesores tocaron a los niños en
dora” en la terminal de buses y luego en la
estación de ferrocarriles de la ciudad de La
la escuela son los que más golpean en la casa”.
Paz, también se dedicó en ocasiones a ciertos negocios. A todos estos trabajos llevaba Los propios niños, niñas y adolescentes encon ella a sus tres hijos. Esta práctica, cotre 10 y 14 años justifican la violencia:
mún en las familias alteñas, no es motivo
de queja por parte de los niños quienes,
“A veces pueden pegarnos como forma de
cariño, cuando nos está yendo mal.”
más bien, describen las experiencias en el
trabajo como parte constructiva de su par“La mejor forma de educarles es con
ticipación familiar.
cariño, comprensión, e incluso a veces
pueden aprender con golpes.”
Una preocupación generalizada tanto entre
niños, niñas y adolescentes como entre
sus padres es la violencia. “Ser niño en El Otros sienten la injusticia:
Alto” es vivir rodeado de violencia en los
ambientes familiar y escolar y en las calles.
“Los profesores son malditos, cuando no
Persiste la idea de que la disciplina y la obehacen la tarea le jalan de la oreja, de las
diencia son los pilares de la formación de
patillas. Saben castigar a mis hermanitos
los niños y que la violencia física es un meal frente, si no saben la multiplicación
dio educativo y correctivo. Así, entre profecontra la pared les hacen chocar.”
33
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Una adolescente cuenta:
“También he tenido problemas en el
colegio, muchos problemas de pandillas.
Con mis amigas sabemos ir a pelear.”
Mientras otra aclara:
“No todas las pandillas son malas, a veces
están compuestas por muchachos del
pueblo que se reúnen a jugar fútbol, no
con la intención de matar y hacer daño.”
Estudiar en Sica-Sica (La Paz):
obstáculo difícil de atravesar
Ser niño en Panduro, Sica-Sica, requiere
adaptarse, tener capacidad de enfrentarse
a situaciones difíciles y ser capaz de transformarlas. En el grupo focal de mujeres entre 18 y 25 años, todas manifestaron haber
trabajo alguna vez como empleadas domésticas en las ciudades de Oruro y La
Paz. Una adolescentes entre 15 y 17 años
describió su historia de vida:
“Nos hemos ido del campo a la ciudad,
primero nos hemos ido cuando yo era
chiquitita, tenía seis años, he entrado a la
escuela directo a segundo. Luego he estado
aquí, he estudiado hasta quinto, sexto me
he ido a Oruro, séptimo y octavo he estado
aquí, luego me he ido a La Paz.”
34
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
viernes. Vivía en alquilado en Eucaliptos,
después se venía también a esta población.
Y un domingo, bueno, se ha ido a estudiar
a Eucaliptos y para viernes ya no ha
llegado a esta población. He pensado, me
he puesto triste también. Mi hermana
estaba estudiando y quería que estudie.”
El director del colegio explica:
“Para salir bachiller tenían que ir a las
poblaciones más cercanas para estudiar,
como Eucaliptos, pero ya corresponde al
departamento de Oruro, a Caracollo y
finalmente a Oruro, Cochabamba o La Paz.
Pero muy pocos, ya se ve nomás de que
muchos han fracasado al ir a otros
colegios, especialmente las damitas han
tenido ciertos percances y han dejado de
estudiar y se han convertido en madres
antes de salir bachiller. Los jóvenes igual
se han dedicado a otras actividades.
Entonces por ese lado pocos han sido los
estudiantes que han terminado su
bachillerato.”
Oruro: familias que cambian
luego del patrón estaño
Llama la atención el uso frecuente por parte
de profesionales y autoridades de los adjetivos “desestructurados”, “desintegrados”
y “sin jefe de hogar” con los que juzgan a
los grupos familiares. Se los juzga por lo
que no son, en vez de reconocer o fortaleAntes del presente año, el colegio en Panducer lo que son:
ro no ofrecía cursos de ciclo medio; los jóvenes, si querían terminar sus estudios, te“Aproximadamente el 80% de las familias a
nían que viajar, lo que resultaba difícil para
las que pertenecen los niños de la escuela
padres e hijos. Un joven de 16 años cuenta
son desintegradas, de bajos recursos.”
que sus padres hicieron sacrificios para
que su hermana mayor vaya a vivir en otro
pueblo para terminar el colegio, y que Un profesor observa:
cuando ella dejó los estudios para juntarse
“Los niños que vienen a esta escuela son de
con un hombre sus padres quedaron deun 60 a 70% de familias desestructruradas,
cepcionados:
es decir que sólo tienen padre o madre o están solos.”
“Mi papá se ha llorado, ha renegado.
Quería que estudie. Mi madre igual también
ha llorado, ha renegado. No ha dicho nada. El pastor de la una iglesia evangélica que realiza acciones a favor de los jóvenes coSe fue directo a Cochabamba. Estaba
menta:
estudiando, de aquí se iba día lunes hasta
“Hay familias estructuradas que están com- La población en Tapacarí tiene una elevada
puestas por todos los componentes, hay tamauto identificación originaria, en 2001 el
bién familias desestructuradas, como fami96% de la población mayor de 15 años se
lias donde la esposa o el esposo ha sido
auto identificaba como perteneciente a alabandonado. Hay también niños que han
gún pueblo originario y casi el 40% declaquedado huérfanos o sus padres los han deraba no hablar castellano (INE, 2001). Enjado. La mayoría de familias que asiste a la
tre los adolescentes, se destaca una identiiglesia son familias estructuradas. Siempre
ficación con la música local y nacional que
la iglesia ha tendido a que la predicación y la
no se encuentra con la misma profundidad
enseñanza pueda apuntar a eso, porque la
en otras comunidades. Los adolescentes
iglesia no acepta el divorcio.”
expresan afición por la música andina, dicen que escuchan sicureada, zampoñada,
Un adolescente entre 15 y 17 años expresa
música folclórica y que otros que van a la
una perspectiva más abierta:
ciudad conocen otra música, como rap,
tecno, reguetón y cumbias villeras. Algu“Quienes te quieren y protegen, pueden ser
nos tocan tarka, huancara, música del puepapá, mamá, hermanos, tíos, primos, abueblo, algunos tocan mejor que sus papás.
los. La familia no siempre es mamá, papá, Una forma de identificarse con la nación es
hermanitos; la familia es quien te cuida, tu
el servicio militar. Las madres dicen que
papá es quien te da de comer, pero ese rol lo
festejan a sus hijos cuando van a hacer su
puede tomar tu hermano o hermana. Una faservicio, así como cuando retornan. Sin
milia es quien te ayuda.”
embargo, el cuartel representa en muchos
una experiencia dolorosa.
Tapacarí (Cochabamba): cambio
generacional y nueva ruralidad
“Cuando van al cuartel creo que les hace
sufrir…cuando yo iba a visitar a mi hijo al
cuartel siempre se escuchaba quejas.”
Mujeres madres de familia observan cambios importantes en las vivencias de la comunidad. A diferencia de las madres de las En Tapacarí, las expectativas y deseos de los
ciudades, que a veces quedan decepcionaniños para el futuro se vinculan sobre todo
das con los nuevos estilos de vida de sus hia la vida agropecuaria y a las actividades
jos, éstas parecen estar de acuerdo en que
de la comunidad rural. Los niños y adoleslas cosas están mejores hoy en día:
centes representan su identidad y su felicidad en relación con las responsabilidades
“Nuestras familias han cambiado bastante,
que tienen en la familia y con los recursos
antes nuestros padres nos vestían con
y la naturaleza, que son muy importantes
telas de bayeta, es decir, hilaban la lana de
en su vida. Los adolescentes de 15 a 17
oveja negra, la tejían en los telares, luego
años recuerdan los juegos de su niñez y
nos los hacían costurar pantalones y
comparan la vida del campo con la de la
teníamos zapatos de cuero de llama, así
ciudad:
nos vestíamos y algunos niños iban a la
escuela.”
“Jugábamos con barro, con piedritas,
todo.”
“A veces digo: nosotros recién en estos
tiempos deberíamos ser niños. Antes
“Hacíamos autos de latas de sardina,
hemos sufrido bastante.”
pasteábamos las ovejas, los chanchos.”
“Antes, los profesores no exigían mucho
material a los alumnos y se podía
mantener a los hijos.”
“Aquí hay jóvenes, pero en su mayoría se
van a la ciudad, porque aquí tal vez no hay
qué hacer. Los jóvenes lo que hacen es
35
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
trabajar en el campo, agricultor, siembran,
cosechan, claro de ahí también se come,
los papás también le ayudan en irse a la
ciudad.”
papá se había matado. Ella, mi mamá,
murió cuando el bebé tenía un año y seis
meses, ese chico le acompaña a mi padre,
ahorita tiene nueve años.”
Al mismo tiempo que valoran aspectos de la
cultural local, los niños de todas las edades sueñan con “salir adelante”, lo que requiere salir de la comunidad. Resalta el
cambio de aspiraciones en función al ciclo de vida en el que se encuentran; los
más pequeños tienden a visualizar su vida en el contexto de la familia y la comunidad rural, mientras que los adolescentes expresan deseos relacionados a la vida urbana.
“Tenía una prima que me regaló sus hijos,
yo tenía trece años y ya tenía mis dos
hijos. El padre se negó, le dijo que no hizo
hijos con una mujer fea.”
“En mi hogar ahorita somos tres personas:
mi compañero, mi hija y yo, y cuatro con
una sobrina que tenemos en la casa, que
es enfermera. Antes tenía mis entenados,
que eran tres.”
Una mujer joven relata su experiencia:
Ser familia en Porvenir (Pando):
masculinidad y nueva urbanidad
36
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
“Yo tenía seis años cuando me regaló a
otra familia, era una familia desconocida,
apareció una señora allá que necesitaba
una chica, ella quería ser madre, entonces
me tocó a mí, yo tenía cinco o seis años
cuando me regaló a esa señora. Ella me
llevó a Mato Grosso do Sur, Campo Grande,
Brasil, allá me crié.”
Porvenir tiene una elevada proporción de población joven; casi un tercio de esta población está en edad escolar, entre los seis y
los 17 años. Esto se debe, parcialmente, a
la tasa de fecundidad, que en 2001 se mantenía por encima de cinco hijos por mujer
en edad fértil, mientras que la tasa de mortalidad infantil se encontraba por debajo Un niño de 10 a 14 años contesta la pregunde niveles promedio para similares niveles
ta ¿quién constituye tu familia?:
de fecundidad. Comparativamente con los
estudios de caso, Porvenir se caracteriza
“Mi madre y la familia de mi madre.”
por la mayor tasa de fecundidad adolescente: 115 por cada 1.000 mujeres entre Otros testimonios evidencian la importancia
15 y 19 años (INE, 2001). El elevado índice
de la línea de descendencia materna en fade embarazo adolescente, la elevada femilias que reúnen hasta cuatro generaciocundidad global y las difíciles condiciones
nes de mujeres. De un grupo de seis mujesocioeconómicas establecen el contexto
res entre 18 y 25 años, todas madres, cuapara formas creativas de responsabilidad
tro vivían con sus madres además de otras
sobre los niños. Las entrevistas e historias
personas. Una de ellas dice:
de vida resaltan prácticas de mujeres y
hombres que crían a niños que no son sus
“Lo bonito es que yo siempre tuve a mi
hijos biológicos, sino “regalados”, “adoptamadre y a mis tres abuelas, tengo mi
dos” o “entenados” y demuestran la imabuela de 88 años, vive al frente de mi
portancia de las relaciones entre diferencasa.”
tes generaciones en la crianza de los niños.
En Porvenir, existen fuertes presiones sociaMujeres de 45 a 65 años describen las siles para demostrar ciertos comportamienguientes situaciones:
tos “masculinos”:
“Acá, un joven mayormente se echa al
“A mi mamá le regalaron un bebé de un
desperdicio, no se dedica al estudio. Lo
mes, y mi mamá lo crió a ese bebé, su
primero que hacen es irse a tomar.”
“La mayoría de los jóvenes aquí más se
dedican a beber. Aquí los hombres son
bien inteligentes, pero el machismo es lo
que le lleva al hombre a beber. Que yo soy
más hombre, de ahí empieza el
machismo.”
“A veces van al cuartel y ya piensan que
son hombres y hacen lo que quieren.”
Ser niña o adolescente mujer tiene sus propios desafíos, relacionados, entre otros,
con una división de trabajo por sexo poco
flexible, aunque esta situación parece estar
cambiando en algunos hogares:
“Hay diferencia, porque el hombre tiene la
oportunidad de seguir estudiando, la
mujer, por ser mujer, tiene que cuidar a
las guaguas y tiene que hacer sus
obligaciones y no puede estudiar. También
depende mucho de la comprensión del
marido o de los suegros. El nacimiento
del niño y de la niña hace cambiar
muchas veces.”
“Yo, por ejemplo, he sufrido en ese sentido,
decían que la mujer es para servir al
hombre. El hombre nunca deja de ser la
cabeza del hogar. Sí, estoy de acuerdo
porque es la ley de dios.”
“El hombre es hombre y la mujer es
mujer, la mujer tiene que lavar, cocinar,
planchar, todo, y el hombre tiene que
dedicarse al tabaco y al alcohol. Así
criaba a mis hijos, pero pienso que eso ha
cambiado, esta generación lo está viendo
de otra manera.”
“Sí, por ejemplo, mis hijos que no son mis
hijos (cría hijos “regalados”) cocinan,
pueden lavar, pueden planchar, pueden
limpiar la casa, hacen todo.”
Santa Cruz (Santa Cruz):
ser niño en el Plan 3000
A nivel nacional, los hogares tienden a ser
más grandes en las ciudades, en los llanos
y en zonas receptoras de migración. Santa
Cruz reúne estas tres características y posee un promedio de 4,4 personas por hogar. Los hogares visitados en el Plan 3000
revelan un tamaño mayor al del promedio
municipal y especialmente una alta flexibilidad en arreglos residenciales. La familia
extensa ofrece posibilidades de residencia
para personas con limitados recursos. En
un grupo focal de ocho mujeres entre 18 y
25 años de edad, todas representan a sus
hogares con tres generaciones, vinculadas
por varios lazos de parentesco.
La flexibilidad en los patrones de residencia
y la conformación de las familias se destaca en los siguientes testimonios de niños,
niñas y madres de distintas edades.
“En mi familia viven mis tíos a veces, mi tío
Goyo y mi tío Juan José cuando no tienen
donde alquilar, vienen y viven en mi casa.”
“Mis tíos y mis primitos, aparte yo, mi
hermana, mi hermano que está trabajando,
mi hermano que está ahí y mi otro
hermanito más chiquitito y mi padre y mi
madre.”
“Nosotros somos sólo una familia, está mi
padre, mi madre, tengo una hermana
menor que va a cumplir dos años y yo.”
“Yo vivo con mi madre y mis tías a veces
vienen y duermen ahí, duermen a veces
una semana. Después mi madre, mi padre,
mis hermanos, mi hermana que está ahí y
mis tíos. Tienen un hijo y mi otra tía tiene
uno también.”
“En mi familia vive mi mamá, mi papá, mi
hermana, yo y mis dos hermanos y mi
hijo, mi hermana también tiene hijos.”
“Yo vivo con mi madre, mis hermanos, mi
cuñada, mis hijas y mi marido.”
“Yo acá vivo con mis tíos, mi mamá y mi
papá viven en el campo, así que como me
he venido a estudiar acá vivo mis tíos, mis
dos primas, mi primito y yo.”
“En mi casa vivimos mi mamá, mis
37
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
hermanos, mi sobrinita, mi hermano que
tiene su mujer y su hijita y mi hermana
que también vive con su esposo y sus dos
hijitos.”
“Mi mamá y mi hermano y yo, mi hija, mi
padre hace años que se separó de mi
madre.”
“Yo vivo con mi hijo sola.”
“Yo vivo con mis padres, mi hermana, mis
hermanos y con mis hijos y una prima
más que vino del Beni.”
“Yo vivo con mi madre y dos hermanos que
son mellizos y yo y mi bebé. Tengo otros
hermanos pero son independientes, pero
vienen los domingos; o sea, el único bebé
de la casa es mi hijo, después tengo dos
sobrinitos que sólo vienen fines de
semana.”
De manera similar al caso de El Alto, las conversaciones en el Plan 3000 revelan diferencias generacionales en cuanto a las
prácticas y valores familiares. Una niña entre 10 y 14 años cuenta:
seamos igual que ellos o pasemos lo que
ellos pasaron; no sé, no los entiendo.”
Los padres y las madres del Plan 3000, a pesar de querer y valorar a sus hijos, no consiguen proveerles un ambiente seguro protegido de la violencia. En un grupo focal de
niños entre 19 y 14 años se dijo:
“Los padres se pelean de borrachos, los
niños están viendo y están creciendo
traumatizados por las peleas familiares.”
Y en otro grupo focal de adolescentes de 15 a
17 años:
“También tengo miedo a lo que me vayan a
hacer mis primos porque cuando yo era
más chica uno de mis primos me quiso
violar.”
“Un niño de un año, o que sea más chico,
no tiene la culpa de lo que pasa entre sus
padres. Van y se la desquitan con el bebé,
le pegan, le gritan y el bebé no sabe por
qué lo pegan, lo maltratan. ¿Qué se puede
hacer con eso?”
Un padre católico que trabaja en la comunidad se preocupa:
“Algunos padres quieren que vivamos como
en el pasado, como ellos vivieron.”
“Por otra parte, los castigos son brutales,
por cosas que a veces son simples
Adolescentes entre 15 y 17 años comentan:
travesuras de niños. Por ejemplo, el papá
le dice que se vaya trabajar y que ‘me
“No hay comprensión en la familia.”
tienes que traer 20 bolivianos cada día’. Si
no trae 20 bolivianos, considerará el papá
“Es que ellos tienen primero que
que lo ha gastado en los juegos
comprendernos a nosotros, porque
electrónicos, o que se ha gastado
nosotros queremos contarles nuestros
comprando cosas; y, entonces, le va a
problemas y ellos nunca nos comprenden a
maltratar, fuertemente, o no le va a dar de
nosotros.”
comer, o no le va a dar de cenar, pues le va
a dejar sin comer y sin cenar todo el día.
“Ellos dicen que no quieren que nosotros
Con lo cual se promueve mucho también a
pasemos por lo que ellos han pasado,
los chicos, que andan por ahí, robando.”
algunos de nuestros padres tienen un
pasado feo y no quieren que nosotros
38
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
3. Políticas: Cinco pasos para
pasar del discurso a la acción
¿Cómo pasar del discurso a la acción? Este Informe plantea que, a pesar de los avances
significativos en el bienestar de niños niñas y adolescentes en Bolivia, es importante reconocer que las acciones, recursos y
esfuerzos de los últimos 30 años para asegurar el ejercicio de sus derechos han tenido enormes limitaciones. Fragmentación,
marginalidad, sectorialismo e inercia marcan el estado actual de la política social. Se
plantean aquí cinco pasos concretos que
lleven a movilizar recursos existentes y adicionales de manera diferenciada, descentralizada e integral. Partimos de la premisa
de que construir políticas integrales para la
niñez y adolescencia significa dar cuenta
de la enorme heterogeneidad de las maneras de “ser niño” en Bolivia y, a la vez, movilizar recursos, prácticas y actores existentes en las familias, comunidades, municipios y departamentos. Los cinco pasos propuestos describen una geometría variable
para hacer política pública; un método que
reconoce y responde a diferencias familiares, comunitarias, municipales y departamentales, pero que mantiene un marco nacional de integralidad. Partimos de las recomendaciones y experiencias discutidas
por el PNUD en el Informe de Desarrollo Humano (PNUD, 2005), de UNICEF en el Estado Mundial de Infancia (UNICEF, 2006), la
OIT en Construir futuro, invertir en la infancia (OIT/IPEC, 2005) y por el Plan Internacional en la Estrategia de los niños sanos
2005 (Plan Internacional, 2005).
¿Qué queremos con una nueva política social? Sin duda, el objetivo central es lograr
que cada niño, niña y adolescente tenga las
mismas oportunidades para el desarrollo
de capacidades, protección de derechos e
igualdad de oportunidades sin importar su
lugar de residencia, condición étnico-cultural, la religión que profese, su nivel socioeconómico o la condición de vida que atraviese. Superar la “carrera de obstáculos” es
un imperativo que requiere de la construción de un piso mínimo de capacidades,
oportunidades y derechos. Por ello, se busca igualar las diferencias y esto implica, ante todo, entenderlas, internalizarlas, hacerlas parte central de la política misma. De
una manera más específica, se busca crear
sinergias entre tipos de derechos en cada
etapa del ciclo del desarrollo del niño, niña
y adolescente y, finalmente, no perder de
vista la integralidad, el eslabonamiento entre uno y otro ciclo de vida para cada niño y
niña en cada punto del territorio nacional.
Lecciones del pasado
Pasar del discurso a la acción implica reconocer lecciones del pasado y proponer pasos que encaminen la política pública actual. En este Informe discutimos cinco lecciones en particular:
– Primera lección: “las políticas públicas homogéneas de niñez fueron diseñadas para
un ideal que no existe; es hora de reflejar
las diferentes formas de ‘ser niño’ en la
política pública”. La heterogeneidad atraviesa la vivencia de los niños según el lugar de residencia, la condición étnico-lingüística, el género y la clase social, entre
otras. El reto de asumir la diversidad es
central; más aún, el crear políticas que
igualen oportunidades, desarrollen capacidades y protejan derechos en esa diversidad.
– Segunda lección: “las políticas públicas actuales se implementan como si no existieran comunidades, municipalidades y departamentos con lógicas y prácticas descentralizadas”. Debemos encontrar un lugar tangible para las políticas públicas, preferiblemente en las propias familias y comunidades locales, para así traducir las necesidades que emergen de abajo hacia arriba en una implementación de políticas congruente. El momento descentralizador ac39
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
rable para el cambio social. La fragmentatual debe ser visto como una oportunidad
ción, sectorialización y burocratización de
de democratización de la política social.
la política social boliviana tiene impactos
– Tercera lección: “la fragmentación y sectoen niños, niñas y adolescentes. En un terririalización de la política pública disminuye
torio dado, mejora la sobrevivencia al priel impacto de las políticas públicas hacia nimer o quinto año, pero retrocede la capaciños, niñas y adolescentes”. Durante más de
dad de retención de la educación primaria
dos décadas, las disputas más visibles de
o secundaria. En otro, mejora la retención
política social fueron pugnas sobre asignade la educación, pero aumenta la desprociones presupuestarias sectoriales y no sotección urbana de niños y niñas con resbre el bienestar de los niños. Las políticas
pecto a sus derechos de vivir sin violencia.
sobre niños, niñas y adolescentes tocan a
Estos “retazos” son vividos de mil maneras
más de cuatro millones de personas y están
por niños y niñas, niños urbanos y rurales,
presentes en casi todas las familias y comuaymaras, quechuas y bilingües, niños del
nidades bolivianas. No son asuntos margialtiplano, de los llanos o del sur del país.
nales de la atención estatal ni societal.
– Cuarta lección: “si bien los recursos finan- Entendemos “integralidad” en la acción como
el desarrollo de las capacidades, la proteccieros, humanos y físicos existentes no son
ción de los derechos y la igualdad de las
suficientes para acelerar logros de desarrooportunidades. Este enfoque toma a cada nillo humano, lo más importante es reconño, niña y adolescente como un actor cenducir los recursos existentes en una lógica
tral del desarrollo. La integralidad se entiende gestión por resultados”. Hoy, en Bolivia,
de como el eslabonamiento de los ciclos de
más de 577 millones de dólares anuales se
la “carrera de obstáculos” y dentro de cada
orientan a la atención estatal de niños, nietapa del ciclo de vida. Asumimos como ciñas y adolescentes. Ésta no es una cifra
clos de vida tres etapas en el tiempo que
marginal. Sin embargo, gran parte de estos
transcurre desde el nacimiento hasta los 17
recursos se administra en la lógica de
años, reconociendo en cada una de ellas netransferencias automáticas. No existen
cesidades y derechos diferenciados.
mediciones acerca de su impacto ni existen mecanismos para inducir mayores lo- Con esta visión buscamos igualar las diferencias y ello implica hacerlas parte central de la
gros de desarrollo humano.
política misma a través del reconocimiento
– Quinta lección: “no hace falta partir de cey la acción sobre la igualdad de “oportunidaro; en Bolivia existen docenas de experiendes” como eje transversal para los tres ciclos
cias exitosas que muestran un nuevo camien el sentido de equidad de género, etnia, reno para la acción”. Las experiencias desligión, capacidades físicas e intelectuales y
centralizadas de centenas de organizaciolugar de residencia. Adicionalmente, rescanes sociales, juntas vecinales, comunidatamos del enfoque de derechos la necesidad
des campesinas e indígenas, organizaciode construir “capacidades” en el sentido de
nes no gubernamentales, gobiernos munila participación y convivencia social, el derecipales, prefecturas y programas sectoriacho a la educación, a una vida sana, a ser esles de desarrollo de capacidades y defensa
cuchado, a divertirse. Finalmente, incluimos
de derechos deben servir de base para la
también la dimensión de “protección” de la
construcción de una visión compartida de
niñez y adolescencia haciendo énfasis en la
desarrollo de la niñez.
necesidad de intervenir en acciones dirigidas a niños, niñas y adolescentes que viven
Primer paso: plantear una
visión integral de desarrollo
situaciones de alta vulnerabilidad, como la
violencia doméstica, la explotación laboral,
el trabajo ilegal, la explotación sexual, el
La visibilización de más de cuatro millones
abandono, la discriminación y el embarazo
de niños, niñas y adolescentes en la polítiadolescente, entre otros.
ca social genera una oportunidad inmejo40
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Un enfoque integral
Entorno
Familia
Medio ambiente
Equidad
Oportunidades
Derechos
S
i
n
e
r
g
i
a
Capacidades
S
i
n
e
r
g
i
a
Entorno
Familia
Medio ambiente
Equidad
Nivel socioeconómico
Género
Origen étnico
Lugar de nacimiento
Religión
Nivel socioeconómico
Género
Origen étnico
Lugar de nacimiento
Religión
Entorno
Familia
Medio ambiente
Equidad
Nivel socioeconómico
Género
Origen étnico
Lugar de nacimiento
Religión
- Identidad
- Nutrición adecuada
- Acceso a servicios básicos de salud, vacunas
- Atención de las principales causas de mortalidad
- Acceso a educación inicial, pre-escolar
- Estimulación temprana
- Esparcimiento
- Escuchados y respetados en sus opiniones
- Identidad
- Acceso a sulud y alimetación
- Educación primaria
- Educación de calidad
- Desarrollo físico
- Escuchados y respetados en
sus opiniones
- Esparcimiento
- Identidad
- Salud
- Derechos sexuales y reproductivos
- Educación Secundaria
- Educación de calidad
- Trabajo digno
- Formación y capacidad técnica laboral
- Oportunidades de generar ingresos
- Escuchados y respetados en sus opiniones
- Esparcimiento
- Violencia: física, sexual y psicológica
- Abandono
- Niños discapacitados
- Niños y niñas que viven en la calle
- Violencia: física, sexual y psicológica
- Explotación en el trabajo
- Peores formas de trabajo infantil
- Niños y niñas que viven en la calle
- Niños y niñas que consumen drogas
- Embarazo adolescente
- Niños y niñas discapacitadas
- Violencia física, sexual, psicológica
- Abuso y explotación laboral
- Explotación sexual
- Adolescentes que consumen drogas
- Peores formas de trabajo infantil
- Embarazo adolescente
- Dignidad y valor aunque haya infringido la ley
- Adolescentes discapacitados
Protección
0
5
6
13
14
17
Ciclo de vida (años) INTEGRALIDAD
De una manera más específica buscamos
crear sinergias entre las tres dimensiones
mencionadas en cada ciclo de desarrollo
del niño, niña y adolescente sin perder de
vista que el hecho de superar situaciones
de riesgo en una etapa aumenta las probabilidades de superarlos en otras, pero
no las garantiza. Por tanto, planteamos
un ordenamiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes proclamados
por la Convención de los Derechos del Niño y por el Código del Niño, Niña y Adolescente de una manera integral que nos
permite visualizarlos en el centro de la
política pública.
Esta visión innovadora, requiere de la participación activa de loa actores involucrados:
los niños, la familia, la comunidad y el estado.
Segundo paso: construir tipologías
descentralizadas de acción
¿Cómo combinar una visión integral de la niñez con un diseño descentralizado para la
construcción de políticas públicas diferenciadas? Por un lado, la visión de sinergias
entre capacidades, derechos y oportunidades planteada anteriormente es el punto de
partida y de llegada de la política pública.
Por otro, el diagnóstico del Informe nos
muestra una niñez heterogénea en la que
coexisten situaciones profundamente diferenciadas en diferentes niveles territoriales.
Para combinar ambos elementos, planteamos construir tipologías diferenciadas de
acción con un mapeo de la situación de
cumplimiento de determinadas metas para
el año 2015, sobre la base de objetivos nacionales establecidos por los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM), así como de
la erradicación del trabajo infantil (IPECOIT), considerando proyecciones de indicadores para las tres dimensiones de derechos: capacidades, oportunidades y protección. Para propósitos del Informe aproximamos la “carrera de obstáculos” a cinco indicadores (mortalidad infantil, desnutrición
crónica, asistencia en la educación primaria y secundaria, paridad de género y trabajo infantil), que podrán, en posteriores ejercicios, ser complementados con otros indicadores y metas fijadas local o regionalmente. Esta aproximación no se centra en
necesidades sectoriales sino refleja necesidades por ciclo de vida, de manera que en
cada municipio se lleven a cabo acciones
orientadas a garantizar el desarrollo del ni-
41
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
MAPA 1. Bolivia: tipología diferenciada
Fuente: Elaboración propia sobre la base de los CNPV
1992-2001 y proyecciones al 2015.
MAPA 2. El caso de las “cuatro Cochabambas” según las necesidades por ciclo
Fuente: Elaboración propia sobre
la base de los CNPV 1992-2001.
42
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
ño en todas las dimensiones e intentando
cubrir las múltiples facetas de sus derechos.
El ejercicio realizado en el Informe nos muestra un ejemplo de una nueva manera de diseñar políticas para los niños, con posibilidades reales de cumplimiento y que plantea situaciones diferenciadas con respecto
a la integralidad. En este sentido, asumimos un quiebre de la integralidad cuando
los niños pertenecientes a un ciclo de vida
determinado no logran cumplir todos los
objetivos definidos hasta el año 2015 dentro del marco de la “carrera de obstáculos”.
Por tanto, si al menos una de las dimensiones de los derechos considerados no se
cumple, tampoco se cumple la meta para
el ciclo respectivo y será necesario intervenir en la dimensión afectada. Los ciclos de
vida han sido considerados sobre la base
de la bibliografía nacional e internacional;
para la infancia (niños y niñas entre cero a
cinco años) consideramos dos indicadores: la mortalidad infantil y la desnutrición
(ambos referidos a la dimensión de capacidades); para los niños y niñas entre seis y
13 años consideramos la educación primaria (asistencia a la escuela), las diferencias
de género en educación (oportunidades) y
el trabajo infantil, cuya práctica es ilegal
según el Código del Niño, Niña y Adolescente (protección). Finalmente, en el último ciclo (adolescentes entre 14 y 17 años)
nos basamos en la asistencia a secundaria
y la igualdad de género, cubriendo de esta
manera dimensiones de capacidades y
oportunidades.
La “carrera de obstáculos” mapeada en el
ámbito municipal permite el reconocimiento de múltiples realidades. Para ello
responde a las siguientes preguntas: ¿cómo
nos iría si proyectamos el estado actual de
cosas al 2015? ¿Cuánto ganamos si nos proponemos alcanzar las metas interviniendo
de manera diferenciada? ¿Para qué capacidades, derechos u oportunidades quedarían brechas no cumplidas y en cuáles cumpliríamos con determinados objetivos? El
ejercicio permite visualizar situaciones diferenciadas el año 2015 asumiendo que no
cambia la manera de hacer políticas públi-
cas para los niños; por tanto, la situación
proyectada revela la fotografía de una situación hipotética futura que nos permite imaginar varias realidades de acuerdo a requerimientos diferenciados según ciclo.
Como ejemplo, el Informe desarrolla el caso
de Cochabamba en mayor profundidad.
El mapa muestra la situación diferenciada
de municipios que comparten los ciclos de
edad en los que será necesario intervenir
para que se cumplan todas las metas el
año 2015. En el caso de Cochabamba se
identifican cuatro combinaciones posibles en función a las necesidades según ciclo de vida. El primer grupo muestra necesidades únicamente en el primer ciclo:
mortalidad infantil y/o desnutrición. El segundo revela necesidades en el primer ciclo (mortalidad infantil, desnutrición crónica) así como en el tercero (educación secundaria y género en secundaria); el tercer grupo revela necesidades únicamente
en el tercero; finalmente, el cuarto grupo
revela problemas en los tres ciclos y es el
grupo que más municipios concentra. Si
bien la identificación de necesidades diferenciadas según ciclos nos muestra una figura más compleja para el diseño de las
políticas, es necesario identificar dentro
de estas categorías diferentes combinaciones de problemas que requerirán soluciones heterogéneas; el paso siguiente
plantea, entonces, la complejidad dentro
de las categorías mencionadas.
Tercer paso: proponer paquetes
diferenciados de política
¿De qué serviría visibilizar tipologías descentralizadas de acción si actuáramos de
manera homogénea en todo el país? En
este paso se proponen intervenciones diferenciadas de política pública para identificar y atacar más eficaz y eficientemente los problemas que constituyen la “carrera de obstáculos” y alcanzar un desarrollo pleno de las capacidades, oportunidades y derechos de los niños, niñas y
adolescentes. La heterogeneidad que revela el mapeo de tipologías descentraliza43
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Paquetes diferenciados de intervención
en municipios de Cochabamba
Arque: Paquete 1
300
270
240
Mortalidad
inercial
210
180
En Mortalidad Infantil
con la tendencia
positiva de 1990 es
poco probable llegar
a la meta
150
120
Mortalidad
intervenida
90
60
Objetivos
nacional, 30 por
cada mil nacidos
vivos
2055
2052
2049
2046
2043
2040
2037
2034
2031
2028
2025
2022
2019
2016
2013
2010
2007
2004
2001
1998
1995
0
1992
30
Cochabamba: Paquete 2
100
90
En desnutrición con las tendencias
de 1990 se alcanzará la meta el 2087
80
70
En mortalidad infantil y con las tendencias
de 1990 se alcanzará la meta el 2170
60
50
En asistencia secundaria con las
tendencias de 1990 es poco
probable que se alcance la meta
40
30
Mortalidad inercial
Trabajo infantil inercial
Desnutrición intervenida
Secundaria intervenida
Secundaria inercial
Mortalidad intervenida
Desnutrición inercial
Trabajo infantil intervenido
2160
2152
2144
2136
2128
2120
2112
2104
2096
2088
2080
2072
2064
2056
2032
2024
2016
2008
2000
0
1992
10
2040
En trabajo infantil (ilegal) con las
tendencias de 1990 es poco
probable que se alcance la meta
20
Totora: Paquete 3
100
En asistencia
secundaria con
las tendencias de
1990 se alcanzará
la meta el 2019
90
80
70
60
En desnutrición
con las tendencias
de 1990 se
alcanzará la meta
el 2032
50
40
30
En mortalidad
infantil y con las
tendencias de
1990 se alcanzará
la meta el 2037
20
0
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
2020
2022
2024
2026
2028
2030
2032
2034
2036
2038
2040
2042
2044
2046
2048
2050
10
mortalidad inercial
desnutrición inercial
desnutrición intervenida
trabajo infantil inercial
secundaria inercial
secundaria intervenida
das nos brinda un marco referencial fundamental en términos de lo que debemos
considerar como premisa de nuestra es44
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
trategia de intervención: “no perder de
vista el enfoque de integralidad”. Lo anterior se sintetiza en una estrategia que garantice que todo niño, sin importar donde se encuentre y/o la etapa del ciclo de
vida por la que atraviese, tenga asegurado un piso mínimo de cumplimiento de
sus derechos. ¿Cómo trasladamos la tipología diferenciada de necesidades a paquetes diferenciados de intervención? La
identificación de paquetes diferenciados
de política pública actúa en función a las
necesidades del ciclo de vida que, para el
caso de Cochabamba, deriva en acciones
diferenciadas por grupos de municipios
afines.
A cada tipología diferenciada de necesidades
corresponde un “paquete” de acciones. Este paquete varía según el perfil socio-demográfico y las necesidades del ciclo de vida en cuanto a derechos, capacidades y
oportunidades. Las ventajas de pensar en
“paquetes” y no en acciones homogéneas
de política pública son dos. Primero, se genera la posibilidad de atacar los problemas
específicos de cada grupo de niños, niñas y
adolescentes de manera descentralizada
en el país. Segundo, se construyen intervenciones descentralizadas dentro del
marco de una política integral –superar la
“carrera de obstáculos”– para que ningún
niño sea penalizado por su lugar de residencia, condición étnico-lingüística, género o condición de clase. El gráfico muestra
tres tipos de intervenciones de política pública. El Paquete 1 se refiere a un perfil de
intervenciones en Arque, en cuanto a mortalidad infantil y por lo tanto implica una
intervención basada en el componente 1
(ver Tabla). El Paquete 2 ataca problemas
de mortalidad infantil, desnutrición, trabajo infantil y asistencia a secundaria y refleja, más bien, el perfil de necesidades del
municipio de Cochabamba. En este caso,
la intervención combinará los componentes 1, 2, 4 y 6. Finalmente, el Paquete 3 se
adapta mejor a municipios que tienen problemas en mortalidad infantil, desnutrición y asistencia a secundaria; éstos requerirán la combinación de los componentes
Descripción de las intervenciones según Componente Componente
Componente
Descripción de la Intervención
Intervenciones de oferta
1. Oferta de un paquete mínimo en salud
Infraestructura: construcción de puestos,
dirigidos a niños y niñas menores de
centros
cinco años
Items: médicos, enfermeras, auxiliares
Intervenciones: Cobertura de EDAS, IRAS
y Pentavalente
2 Oferta de suplemento alimenticio
Suplemento de Vitamina A en cápsulas
a niños y niñas menores de cinco años
Paquete de alimentación trilaminado
3. Oferta de un paquete mínimo en
Infraestructura: construcción de escuelas
educación primaria
para primaria
Items: maestros
Calidad educativa: Programa de
capacitación a maestros
4. Oferta de un paquete mínimo en
Infraestructura: construcción de
secundaria escuelas educación
para secundaria
Items: maestros
Calidad educativa:
Programa de capacitación a maestros
Intervenciones de demanda
5. Transferencia Monetaria Condicionada
Pago de un subsidio a las niñas,
para motivar la asistencia de las niñas
equivalente al 80% del costo de
a la escuela dirigido a niñas entre
oportunidad del trabajo infantil.
7 y 17 años
Esta transferencia deberá ser 10% .
6. Transferencia Monetaria Condicionada
Subsidio a Niños y niñas trabajadores
para erradicar el trabajo infantil
entre 7 y 13 años condicionada a la
asistencia escolar; el monto de la
transferencia es equivalente al 80% del
costo de oportunidad del trabajo infantil
Fuente: Elaboración propia.
propia característica homogeneizadora de1, 2 y 4. Este caso es aplicable al municipio
bido a que no todos los municipios recide Totora.
ben el mismo paquete; por ejemplo, alguEstos “paquetes” de política pública combinos requerirán más infraestructura que
nan seis acciones, de las cuales dos son
personal; es decir que las intervenciones
intervenciones que actúan sobre la deson estrictamente específicas a las necemanda y cuatro sobre la oferta. Los comsidades de cada municipio y dentro de un
ponentes actúan de manera diferenciada
mismo grupo las acciones son ampliasegún el objetivo y los paquetes han sido
mente diferenciadas.
construidos en función a garantizar el
cumplimiento de todas las metas hasta el
año 2015. Esto quiere decir que, indepen- Cuarto paso: financiar con una
dientemente de la distancia a la meta, se lógica de gestión por resultados
actuará donde ésta no se alcance de manera inercial en 10 años. Sin lugar a du- Una vez construidas intervenciones diferenciadas de política pública queda el reto del
das, los paquetes descritos son referenfinanciamiento. Primero, ¿cuánto cuestan
ciales, pues cada uno de ellos oculta su
45
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
46
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
335
copartic. IEH: 33,4
fcd: 9,6
Reg: 102,5
items: 394,6
7,9
8,8
3,3
coparticipación
196,6
32,3 (70)
13,8 (20+10)
paquetes diferenciados? y, segundo, ¿cósencia de las instituciones del Estado es
mo financiarlos de manera sostenible? El
muy escasa.
procedimiento de costeo utilizado en este Las estimaciones preliminares sobre paInforme toma elementos de comparabiliquetes diferenciados para la disminución
dad internacional del Millennium Project
en 66% de la mortalidad infantil, la dismi(PNUD, 2005) y parámetros nacionales de
nución en 50% de la desnutrición crónicosteo de los ministerios sectoriales de
ca, el logro de 100% de asistencia en la
política social en Bolivia. Bajo el enfoque
educación primaria y secundaria, el
de la “carrera de obstáculos”, el incumpli100% de la paridad de género en educamiento de las capacidades, derechos y
ción primaria y secundaria y la erradioportunidades de los niños, niñas y adocaión del trabajo infantil (niños y niñas
lescentes puede deberse a: (i) factores de
menores de 14 años) sugieren la necesioferta: como el caso del déficit de infraesdad de un paquete adicional de financiatructura escolar y de salud, el déficit de
miento de 560 millones de dólares para el
ítems para profesores y personal médico,
período 2006-2015, sobre el financiala mala calidad de la oferta de los servimiento actual asignado a estos temas en
cios, entre otros; (ii) factores de demanda:
Bolivia. Esto equivale a 56 millones anuarestricciones presupuestarias en los hogales adicionales en promedio. Para el ejemres, distancia a los centros de oferta de
plo del departamento de Cochabamba,
servicios de educación, salud, preferensignifica 106 millones de dólares adicionacias individuales, prácticas culturales, enles al presupuesto histórico para el período
tre otros; y (iii) combinaciones entre ofer2006-2015, o 11 millones de dólares en
ta y demanda: este perfil es común en las
promedio cada año para este período. Más
comunidades más alejadas donde la preimportante que los recursos adicionales,
sin embargo, es el cambio en la lógica de
Sistema de transferencias fiscales para el financiamiento
asignación de recursos, hacia una lógica de
de políticas centradas en la niñez y la adolescencia
gestión por resultados en el desarrollo de
capacidades, protección de derechos e
27
fsm
igualdad de oportunidades de los niños.
HIPIC II
IDH
16,3 fcs
Tres supuestos subyacen la estimación del
Nacional
en bloque
costeo. Primero, que la reasignación del
presupuesto histórico de un sistema piramidal a un sistema de anillos concéntricos
supone ganancias en eficiencia en el uso
de los recursos existentes, de infraestructura, equipamiento, recursos humanos e
Prefecturas
intervenciones puntuales. Segundo, que
en comparación con la estructura de gasto
social nacional actual por sector, el cual
Municipios
124,3
asigna la mayor parte de los recursos a la
17 años
educación primaria, el nuevo gasto incremental supone un mayor esfuerzo hacia
acciones orientadas a la reducción de la
Financiamiento
Financiamiento
Histórico
Anual promedio
mortalidad infantil y asistencia a secunda577 Mm $us.
Adicional
56 Mm $us.
ria, identificadas como las metas con menores probabilidades de ser alcanzadas da0
Otras transferencias
Recursos propios
Llave de direccionamiento temático
das las tendencias actuales. Tercero, que la
Llave de prorrateo por fórmulas (compleja:
)
Llave de desembolso
adición de nuevas metas locales o regionales en torno a la “carrera de obstáculos” de
Fuente: Elaboración propia sobre la base de esquema y conceptos de Barrios (2003).
cero a 17 años tendrá un efecto incremen-
veles subnacionales, (ii) la segunda parte
tal sobre el costeo nacional. Tomados los
tres supuestos, el total de 560 millones de
con transferencias no condicionadas desde el gobierno central y (iii) la tercera pardólares adicionales para el período 20062015 representa una aproximación gruesa
te por transferencias condicionadas al logro de mayores capacidades, acceso a
del costeo requerido para financiar un paoportunidades y protección.
quete mínimo de intervenciones integrales de desarrollo para niños, niñas y ado- Como sugieren tanto Saric (2005) como Villarroel (2005), el sistema de transferenlescentes en el país.
¿Cómo financiar paquetes diferenciados de
cias actual en Bolivia, depende casi exclusivamente de las transferencias no condipolítica pública? La discusión actual sobre
cionadas, no así de las transferencias conautonomías regionales y sobre el uso de
dicionadas y recursos propios subnacionalos recursos fiscales derivados de los hidrocarburos crea una oportunidad iniguales, que requieren ser desarrollados para
lable para transitar de un sistema altaconstruir un sistema intergubernamental
eficiente y equitativo. Una política integral
mente centralizado (pero fragmentado) a
y descentralizada de la niñez apuntaría al
uno descentralizado (pero integral) de
desarrollo de un sistema de transferencias
atención a la niñez. Como lo sugiere la bicondicionadas a la reducción de la mortalibliografía sobre servicios sociales descendad infantil, a la reducción de la desnutritralizados (Barrios, 2005; Finot, 2005), un
ción, el aumento de la cobertura y la retensistema coherente de transferencias soción educativa, a la paridad de género, a la
ciales girará en torno a los principio de
protección de derechos y a la reducción del
igualdad de oportunidades. Ningún niño setrabajo infantil y legal; a todos aquellos hirá privado del desarrollo de capacidades,
tos de la “carrera de obstáculos”.
de la protección de sus derechos o de tener acceso a oportunidades de desarrollo En el gráfico anterior se describe el sistema
actual de transferencias con una transfehumano por su lugar de nacimiento, sexo,
rencia adicional orientada hacia el desedad o condición étnico-lingüística. Para
arrollo humano integral de la niñez, finanmaterializar el principio de igualdad de
ciada por una fracción de los recursos del
oportunidades se establece un sistema triImpuesto Directo a los Hidrocarburos
partito de financiamiento: (i) la primera
(IDH). Bajo una lógica de gestión por resulparte del financiamiento de los servicios
tados, el gobierno central premiaría a las
se realizará con recursos propios de los niEl “sistema piramidal” versus el “sistema concéntrico”
Sistema Piramidal
Sistema de anillos concéntricos
¿Cuánto dinero distribuir?
Qué atrubuciones y roles posee cada nivel
¿Quiénes son los actores?
¿Qué necesidades tienen?
¿Cómo queremos llegar?
Gob
ierno
c
entra
l
Nacional
a
r
ctu
efe
Pr
Departamental
Niño
Familia
Comunidad
Municipio
Municipal
• Intervenciones fragmentadas
• Limitaciones de construcción de Combos
• Procesos truncados de construcción de políticas
• Promueve la fragmentación y sectorialidad
• Niños y niñas y adolescentes con un “poco de todo”
o “mucho de una sola cosa”
•
•
•
•
•
Paquetes de intervención
Posibilidad de construir paquetes de intervemción
Flexibilidad en las funciones
Fluidez entre niveles de gobierno
Cada niño, familia y comunidad recibe un paquete
en función a las necesidades específicas
47
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
prefecturas (transferencia 1) por mayores
logros en el desarrollo de capacidades, la
protección de derechos y la creación de
oportunidades para niños, niñas y adolescentes. Las prefecturas también premiarían a los municipios con logros en desarrollo humano integral (transferencia 2) y, finalmente, los municipios mismos premiarían a familias y niños que muestran logros
extraordinarios en materia de desarrollo
humano (transferencias 3). Dicho sistema
tiene tres ventajas sobre el sistema actual.
Primero, premia los logros en capacidades, derechos y oportunidades y no alimente la inercia burocrática. Segundo, genera incentivos para que cada nivel de gobierno mejore la atención de servicios, para así acceder a recursos adicionales condicionados. Tercero, llena la brecha fiscal-financiera de 2006 a 2015 de una manera
sostenible haciendo el mejor uso de escasos recursos fiscales.
Para implementar este sistema y orientar las
acciones del gobierno central, de los futuros gobiernos departamentales, de los gobiernos municipales, de las comunidades y
familias, en torno a las necesidades integrales de desarrollo de capacidades, protección de derechos e igualdad de oportunidades de los niños, se requiere modificar el
sistema “piramidal” de intervenciones dirigistas, sectorializadas y burocráticas. Por
ello, planteamos un sistema de “anillos”
concéntricos de atención en torno a las necesidades de los niños en sus diferentes lugares, dimensiones y ciclos de vida.
Por esta razón, preguntamos ¿cómo superar
la “carrera de obstáculos” de cuatro millones de niños, niñas y adolescentes? y no
¿cómo atender los requerimientos burocráticos o sectoriales de profesionales de los
servicios sociales, ONG o de la cooperación
internacional? La segunda pregunta nos devuelve al estado actual de cosas mientras
que la primera abre oportunidades para
transformar la política social de mediano y
largo plazo. Al centrar la política social en
niños, niñas y adolescentes, la política pública encuentra un lugar para el cambio social. Alrededor del niño se encuentran, en
48
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
anillos concéntricos, familias de diversas
estructuras, tamaños y composición; comunidades urbanas y rurales de tradiciones sociales y culturales diversas; municipios grandes, medianos y chicos; departamentos del altiplano, valles y llanos y el gobierno nacional que representa a toda la diversidad. Los requerimientos de cada grupo de niños son diversos y, por ello, también lo será la respuesta integral de cada
anillo concéntrico. Todos aportan lo suyo
para el desarrollo de capacidades, la protección de derechos y la búsqueda de
igualdad de oportunidades, en paquetes
diferenciados y descentralizados de atención social.
La estrategia de anillos concéntricos tiene
tres ventajas con respecto al sistema piramidal. Primero, postula que el éxito de una
política pública no está en la distribución
eficiente de recursos o de insumos ni en la
asignación equitativa de competencias o
transferencias, sino en la superación de la
“carrera de obstáculos” de cada niño y niña en el país. Segundo, entiende que para
confrontar una diversidad creciente de retos de política social debe derivar en paquetes diferenciados, flexibles y apropiados para diferentes realidades y diferentes
momentos del “ser niño”. La diversidad no
debe ser un obstáculo para el desarrollo integral, sino su mejor instrumento de cambio social. Tercero, la estrategia de anillos
concéntricos plantea devolver más poder
de decisión y acción a familias y comunidades urbanas y rurales en todo el país. Esto significa democratizar el proceso de participación social en esferas que antes eran
marginadas. Una visión integral del desarrollo requiere un proceso vigoroso de
participación social.
Quinto paso: volver a la familia
y a la comunidad
¿Cómo dar el primer paso? Una vez planteados la línea base de nuestra política, la
visión, los objetivos y los medios, es importante establecer claramente el “lugar
de la política pública” y con ello definir ro-
Monitoreo Social:
Libreta de Calificación
Comunitaria y Libreta de
Informe Ciudadano
La Libreta de Calificación Comunitaria
(Community Score Card) y la Tarjeta de Informe Ciudadano (Citizen Report Card) son
herramientas de control social utilizadas actualmente en varios países del mundo para
el monitoreo y evaluación de los servicios
públicos, especialmente de salud básica,
educación inicial, vivienda, agua potable y
nutrición. Se espera que quienes reciban dicha evaluación incluyan la percepción de la
gente acerca de la calidad, eficiencia y adecuación de los servicios públicos prestados, aunque existen experiencias también
dirigidas al monitoreo de la administración
pública.
Descripción
Entre las experiencias más exitosas de esta aproximación de monitoreo social se conocen los casos de India con el Report Card
on Public Services in Bangalore; la Filipino
Report Card on Pro-Poor Services y la Community Score Card Process en Gambia. Estas experiencias, todas relacionadas con el
control de la calidad y la oferta de los servicios públicos, tienen perfiles distintos según
el nivel en el que actúan; por un lado, el control comunitario implica el proceso participativo en el ámbito local, mientras que el control ciudadano está centrado en la familia y el
ciudadano. Tal como se detalla a continuación, ambas herramientas implican la participación de la población en el monitoreo de las
políticas públicas, aunque también plantean
aproximaciones diferentes que implican ciertas diferencias.
Libreta de Informe
Ciudadano
Libreta de Calificación
Comunitaria
Unidad
Hogar/Individuo
Comunidad
Nivel de acción
Macro: ciudad, Estado, o nacional.
Más eficiente en contextos
urbanos.
Local.
Más común en áreas rurales.
Producto final
Información sobre la demanda del
desempeño y calificación actual.
Respuesta inmediata, rendición de cuentas.
Tiempo de
implementación
Tres a seis meses como mínimo.
Tres a seis semanas.
Recolección de
información
A través de cuestionarios.
Mediante la discusión formal
en grupos focales.
Retroalimentación
Ocurre luego de la difusión
mediática.
Inmediata y ocurre luego del
proceso de diálogo entre los
usuarios y proveedores en
encuentros programados.
Fuente: Banco Mundial, 2005.
49
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
monitoreo; actualmente, en muchos paíles, responsables de acciones y de activises de la región es la comunidad la que se
dades concretas de quienes serán los
hace cargo de este proceso; ejemplos conprincipales encargados de garantizar que
cretos son los casos de Oportunidades en
las políticas lleguen a quienes fueron diriMéxico.
gidas y sean diseñadas sobre la base de
una focalización acertada. Desde un pun- ¿Cómo imaginamos el proceso? Primero,
planteamos que el nivel local permite la
to de vista más general, el enfoque actual
aproximación más cercana a las necesidade la política social reconoce el rol fundades que enfrentan los niños, niñas y adomental de la familia y la comunidad como
lescentes. Se trata, entonces, de rescatar la
actores responsables de generar una
importancia de la información de “primeagenda, un menú de necesidades especíra mano” sobre necesidades locales, así
ficas que desemboca en una “demanda
como de los vacíos o ausencias y límites de
local”, pero el rol de estos actores no terla presencia del Estado en determinados
mina en esta acción sino que debe desámbitos. Un ejemplo de este tipo de sisteembocar en las actividades de monitoreo
ma es el caso del Fondo Mundial de Lucha
y evaluación de las políticas, lo que en pocontra el Sida que, sobre la base de alianlítica pública se conoce como mecaniszas entre Estado y sociedad civil, llega inmos de “rendición de cuentas” que hacen
cluso a la supervisión de las prácticas de
posible su efectividad.
los programas (Millennium Project, 2001).
Desde un punto de vista más específico a la
Por tanto, imaginamos la interacción de
niñez y adolescencia, la familia y la comutres actores en círculos concéntricos: los
nidad deben garantizar un entorno proniños, niñas y adolescentes en el centro,
tector siendo los responsables de garanticomo sujetos a quienes queremos que llezar que se cumplan los derechos de todos
guen las políticas; la familia como facilitalos niños. Las familias y las comunidades
dora para que las acciones tengan un fin;
son, precisamente, los actores indicados
finalmente, la comunidad como la encarpara establecer estrategias que desembogada por excelencia del seguimiento y la
quen en una agenda precisa y acertada.
evaluación de los programas. Centramos la
Pero más allá de ello, nuestra visión planatención en la segunda instancia de partitea un rol aún más activo e innovador pacipación de la familia y la comunidad, pues
ra estos actores a lo largo del seguimiento
muchos procesos participativos incluyen
de la política pública local, como encargala participación de la sociedad en los prodos de la evaluación y el monitoreo de las
cesos consultivos que culminan en el agenacciones dirigidas a los niños, niñas y adodamiento de las políticas; sin embargo, el
lescentes de programas a nivel local. En
control social visto desde la perspectiva del
efecto, las políticas públicas en los últimos
“monitoreo” y la “evaluación” ha sido aún
años han hecho énfasis en la necesidad de
marginalmente utilizado.
crear sistemas eficientes de evaluación y
50
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Introducción
1
n las últimas tres décadas, Bolivia
lizados y basados en acciones homogeneivivió un periodo de cambios signizadoras de intervención, orientadas espeficativos en sus indicadores sociacialmente a la oferta (construcción de inles: reducción de la mortalidad nefraestructura, incremento de ítems o peronatal e infantil, reducción de la mortalisonal contratado para estos servicios, modad materna, incremento de la esperanza
dificaciones de la escala salarial, ampliade vida, incremento de las matrículas esción de las coberturas en salud y educacolares en primaria y secundaria, así coción). Todo esto contribuye a perpetuar la
mo mejoras en el logro educativo a octavo
existencia de capacidades diferenciadas
de primaria y cuarto de secundaria, reducentre niños y niñas, y entre habitantes de
ción de la brecha de género en educación
diversos territorios que enfrentan desy reducción de la tasa de fecundidad, enigualdades persistentes de oportunidades
tre otros. Estos avances han implicado
en varios aspectos.
mejoras sustanciales en el cumplimiento En este contexto, el cambio de paradigma de
de los derechos fundamentales de los nila niñez reflejado en la normativa no se traños, niñas y adolescentes, tal como señadujo en acciones orientadas a promover la
lan las estadísticas nacionales de informes
“integralidad” del desarrollo de niños, nitemáticos (educación, mortalidad, fecunñas y adolescentes. En muchos casos, codidad) intercensales elaborados por el INE
mo aquellos referidos a la protección fren(2003), los informes sobre el Estado munte a “situaciones especialmente difíciles”,
las acciones se caracterizaron por la fragdial de la infancia elaborados anualmente
mentación y por la falta de coordinación
por la Unicef, los informes de Desarrollo
entre instituciones gubernamentales, estaHumano Mundial (2004, 2005) y los infortales y religiosas. En síntesis, no se ha lomes de avance sobre la infancia elaboragrado hasta hoy diseñar y construir polítidos y presentados en encuentros internacas de Estado centradas en el desarrollo de
cionales.
los niños, niñas y adolescentes porque no
Por otra parte, en la legislación boliviana se
se ha involucrado de manera directa en los
han incluido progresivamente diferentes
procesos decisivos de diseño y ejecución
enfoques sobre la niñez y la adolescencia
de políticas a los verdaderos actores: los nia través de reformas a las leyes o la incorños, la familia y la comunidad.
poración de nuevos conceptos de desarrollo. Asimismo, el Estado boliviano ha sus- En este Informe de Desarrollo Humano analizamos la evolución demográfica y social
crito numerosos convenios internacionadel desarrollo de capacidades de los niños,
les orientados al respeto y protección de
niñas y adolescentes en Bolivia a lo largo
los derechos de los niños, niñas y adolesde los últimos 30 años. Relatamos la histocentes. Este avance sustancial en el plano
ria de sujetos heterogéneos, describiendo
discursivo, especialmente modificado en
“formas diversas de ser niño” enmarcadas
el decenio de 1990 cuando se inicia un
en historias de vida personales, en el acceproceso de reformas sociales sectoriales,
so diferenciado a servicios básicos, en la
no logró traducirse en un sistema de polívariación del grado de protección de sus
tica pública social integral que atendiera
derechos, en las valoraciones diversas de
de manera diferenciada las necesidades y
la comunidad y la familia y, en última insdemandas de una población caracterizada
tancia, en la forma excluyente en la que el
por su heterogeneidad territorial, social,
Estado atiende y ha atendido el cumplieconómica y cultural. Como resultado de
miento de los derechos fundamentales de
este proceso, las llamadas reformas de
este segmento de la población.
“segunda generación”, como la Reforma
Educativa, las Reformas en Salud y la Re- El objetivo principal de este Informe es
aprehender la magnitud de las desigualforma de Pensiones, se estructuraron en el
dades en la calidad de vida de los niños,
marco de modelos institucionales centra-
E
55
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
niñas y adolescentes en sus distintas dimensiones; pero también se pretende
explicitar los mecanismos a través de los
cuales éstas últimas son en cierta medida
resultado de procesos diferenciados de
transformación social: movimientos migratorios, cambios en la organización de
los hogares, pautas diferenciadas de
crianza, acceso desigual a los servicios de
educación, salud, participación y protección en términos territoriales, culturales,
de ciclo de vida, origen étnico, etc. En este marco, cabe preguntarse ¿qué factores
influyen e influyeron en las mencionadas
diferencias? ¿Es posible superar los desencuentros entre la realidad de la política
pública y el discurso? ¿Será posible
aprender las lecciones del pasado en
cuanto a la manera de diseñar e implementar políticas públicas para la niñez y
la adolescencia? ¿Podremos seguir conquistando avances sociales al ritmo de
los últimos años? ¿Es posible imaginar un
nuevo sistema de transferencias locales
de recursos que permita aumentar la eficiencia y reducir la desigualdad? ¿Qué
impactos podemos esperar con un sistema de políticas públicas descentralizadas? ¿Cuánto perdemos si apostamos por
la inercia? ¿Cuánto ganamos si optamos
por el cambio?
Para responder a estas interrogantes basamos nuestro análisis en tres premisas: primero, la relevancia de las trayectorias históricas (económica, demográfica, social y
cultural); segundo, las valoraciones y expectativas diferenciadas de la familia y la
niñez desde la comunidad y el Estado sobre el bienestar de los niños, niñas y adolescentes. Tercero, los límites de las acciones implementadas, de la institucionalidad cambiante (leyes, entidades gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, etc.), que se reflejan en la transformación de las estructuras normativas y
materiales con un reducido impacto en la
disminución de las desigualdades.
El cambio en la manera de hacer políticas
para la niñez y la adolescencia en Bolivia
supone un complejo proceso de transfor56
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
mación que parte de un replanteamiento
del problema, una redefinición de las funciones y competencias de los distintos niveles de gobierno y una reasignación de
los recursos progresivamente condicionada a objetivos preestablecidos. La historia narrada aquí refleja las limitaciones
que hasta ahora ha enfrentado el Estado
en el diseño y la implementación de acciones destinadas a reducir las desigualdades del desarrollo de los niños, pero el
examen de esta experiencia permite una
mirada al presente y al futuro a partir de
una visión innovadora de la que emerge
la base para un nuevo diseño de política
pública diferenciada y adecuada a las distintas realidades, descentralizada y enfocada en la niñez y la adolescencia con la
participación activa y articulada de la familia, la comunidad y los diferentes niveles del Estado.
¿Por qué hacer visibles a
los niños, niñas y adolescentes?
En un país con las características demográficas de Bolivia —población joven con decrecientes pero aún elevadas tasas de fecundidad y mortalidad—, el respeto de los
derechos de los niños es fundamental,
pues ello implica construir capacidades
que permitan lograr la igualdad en las condiciones de vida de nada menos que 4,1
millones de bolivianos. Los menores de 18
años representan una proporción elevada
de la población boliviana total, por lo que
este grupo se constituye a la vez en un reto y una oportunidad para el presente y
para el futuro del país.
En efecto, según las proyecciones del INE
para el año 2006, este segmento representa el 42% de la población nacional.
Por tanto, hablar de niños, niñas y adolescentes no es hablar de un “grupo minoritario” y, mucho menos, de un grupo homogéneo. Estas características tienen implicaciones relevantes para el diseño de
las políticas públicas sociales de hoy en
día, y no sólo por los recursos financieros
necesarios para la atención de los niños,
de las políticas hacia la población joven en
sino por la necesidad de cambiar la manealgunos países de América Latina. Este arra en la que hasta hoy hicimos las cosas.
gumento cobra aún mayor validez en paíPor otro lado, las repercusiones futuras
ses de ingreso bajo como es el caso de Botambién son importantes, ya que las capalivia, donde la pobreza se concentra de
cidades que adquieran hoy los niños, nimanera más intensa entre los grupos etáñas y adolescentes del país les permitirán
reos de menor edad.
una inserción social y económica en igualdad de oportunidades en el futuro. En este ¿Por qué una estructura poblacional por
edad y sexo, producto del “momento de la
sentido, la atención a los niños tiene imtransición demográfica” que atraviesa el
plicaciones relevantes para hoy y para el
país, plantea desafíos en términos de la
futuro en términos de un desarrollo humacantidad de recursos necesarios? Como
no más equitativo.
ejemplo podemos mencionar que entre
Tres razones fundamentales motivan la ne1976 y 2006 la población menor de 18
cesidad de hacer visibles a los niños, niaños pasó de 2,1 a 4,1 millones, increñas y adolescentes. En primer lugar, su
mentándose también la población en
peso relativo en la estructura por edades
edad escolar, y los grupos etéreos que sude la población nacional —que desde hafren las mayores tasas de mortalidad.
ce 30 años se mantiene prácticamente inalterado en torno al 45%—, y las implica- Una población esencialmente joven como
la boliviana tiene la posibilidad de obteciones de este hecho en términos de retos
ner ventajas de la transición demográfica,
y oportunidades para el desarrollo. La sede “capitalizar la transición”. Según un esgunda se refiere a la importancia de la
tudio comparativo de la CEPAL (2002), el
construcción de capacidades durante la
bono demográfico1 llegará a su fin en Boniñez, sobre todo por su relación con el
respeto de los derechos humanos, el logro
livia alrededor del año 2040, cuando la
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
población con posibilidades de generar
(ODM) y la necesidad de garantizar una
ingreso empiece a decrecer debido al envida mejor a todos los niños, niñas y adovejecimiento de la población. Esto quiere
lescentes sin importar dónde vivan, la
decir que Bolivia aún dispone de tres déedad que tengan, su origen étnico o la religión que profesen, pero sin olvidar la im- GRÁFICA 1.1 Proporción de los niños, niñas y adolescentes
sobre la población total, por grupos de edad
portancia de las necesidades diferencia(2006)
das que corresponden a un país altamente heterogéneo.
16%
0a5
Una estructura demográfica
concentrada en la niñez:
entre la oportunidad y el desafío
Cuando hablamos de los niños, niñas y adolescentes en Bolivia hacemos referencia a
4,1 millones de actores; sin lugar a dudas
esta condición los hace merecedores de
una proporción justa de los recursos fiscales; según el UNFPA (2001), ésta es la primera razón que justifica una orientación
5.3 millones
mayores de
17 años
56%
18 años
o más
19%
6 a 13
4.1 millones
de niños, niñas
y adolescentes
9%
14 a 17
Total 9.4 millones de bolivianos
Fuente: elaboración propia sobre la base de proyecciones del INE para el año 2006.
1 El concepto de ‘bono demográfico’ hace referencia a las ventajas de una situación en la que la población en edad activa (las
personas de entre 15 y 59 años de edad) no se ve obligada a soportar la carga de una población en edad pasiva (menores de 15
y mayores de 60 años) comparativamente más numerosa.
57
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
cadas para aprovechar del bono demográfico. Según el BID (2000), los beneficios de
la transición demográfica son posibles solamente cuando se combinan políticas
que permiten la creación de empleos, el
incremento del ahorro, la apertura externa, etc. En el caso de Bolivia, además del
impulso al mercado de trabajo, es necesario implementar medidas complementarias en el ámbito laboral: las condiciones
en las que la mano de obra llega al mercado, es decir, las capacidades que se construyen antes del mercado laboral, la igualdad de oportunidades y aquellas que estimulan la expansión de la “base ancha”
(PNUD, 2005).
Estudios recientes sobre la transformación
demográfica en América Latina revelan
diferencias importantes en términos de
la etapa de la transición demográfica que
vive cada país, así como de las diferencias en la relación de las tasas de dependencia infantil y adulta. Estas diferencias
permiten identificar características heterogéneas en términos de riesgos y oportunidades para el desarrollo. Un estudio
reciente (Duryea y Székely, 1998) afirma
que América Latina atraviesa lo que se ha
denominado la “edad de oro”, que se refiere concretamente al “bono demográfico”. El concepto se define como la potencialidad que tiene un país con una amplia
población joven en términos de las posibilidades de ampliar el capital humano
ante una menor tasa de dependencia infantil y de adultos mayores. Un aprovechamiento exitoso de la edad de oro supone generar las condiciones necesarias
de formación de capacidades antes, durante y después de participar en el mercado de trabajo. Sin embargo, una estructura demográfica joven también ejerce
una fuerte presión por el lado de la demanda, que en el caso de Bolivia ha resultado en un proceso de urbanización de la
pobreza, y en una acentuación de las formas de exclusión en todos los ámbitos.
Así, una población joven representa una
dicotomía en términos de oportunidades
y retos para el desarrollo (Rcuadro 1.1).
58
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Conexiones entre Desarrollo Humano,
desarrollo de los niños y ODM
Desde una perspectiva teórica, Sen (2000)
señala cuatro conexiones entre el desarrollo humano y la infancia. Plantea que la calidad de vida en la niñez tiene importancia
no sólo para el presente, sino también para
la vida futura. El autor se refiere en primera instancia a la necesidad de invertir en la
infancia como la conexión económica directa: la capacidad para vivir una buena vida,
la preparación y la confianza durante la niñez también contribuyen a la habilidad de
los seres humanos para ganarse la vida y
ser económicamente productivos. La conexión económica indirecta complementa la
fuerza del “efecto directo” de la calidad de
la niñez sobre las vidas y aptitudes de las
personas al llegar a la etapa adulta. Las capacidades de que disponen los adultos están profundamente condicionadas por su
experiencia como niños. La tercera conexión es también indirecta, pero tiene que
ver con los vínculos sociales, que pueden
extenderse más allá de los económicos,
entre los cuales se menciona la habilidad
para vivir con otros, de participar en actividades sociales y de evitar desastres sociales. Éstas también están influenciadas por
las aptitudes adquiridas en la niñez. Finalmente, la cuarta conexión, de carácter político, se refiere a la democracia en el sentido de anticipación de los ciudadanos, y éste no es simplemente un asunto de “reacción visceral”, sino también de preparación sistemática para vivir como ciudadanos activos y deliberantes.
El segundo aspecto que justifica la visibilización de cuatro millones de actores es la relación entre su desarrollo y el desarrollo
humano, el respeto de sus derechos y los
derechos humanos. Definitivamente son
numerosos los vínculos entre el Desarrollo
Humano y el Desarrollo de la Infancia. Éstos se dan, por ejemplo, a través de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
agendados por la Convención de 1990.
La atención de niños, niñas y adolescentes
es central para el logro de los ODM, ya que
RECUADRO 1.1
¿Cuánto tiempo nos queda para
aprovechar la “edad de oro” en
América Latina?
Entre las oportunidades que presentan las
poblaciones jóvenes, las que se mencionan
con mayor frecuencia son las típicas de países en etapa de transición demográfica incipiente, a saber:
- una disminución de la carga demográfica
en la infancia2 y
- una reducción en la dependencia de la tercera edad.
Pero liberar recursos del gasto social de un
grupo a otro no se traduce necesariamente
en mayor inversión para la infancia.
Los síntomas del desaprovechamiento de
la “edad de oro” que menciona el estudio se
refieren a:
- La tendencia al incremento del gasto social
destinado a la tercera edad, que en algunos países llega a representar el 70% del
gasto social total. En Bolivia, pese a la importancia de la carga del sistema de pensiones desde la reforma de 1997, este gasto social actualmente representa el 24%
del gasto social del sector público no fi-
nanciero, y podría alcanzar el 35%, incluyendo el gasto en salud de este grupo poblacional (UDAPE, 2004).
- En muchos países de la región que atraviesan la “ventana de oportunidades”
existen niveles de pobreza y desigualdad
con una mayor concentración de la pobreza entre los niños, niñas y adolescentes en comparación con los adultos y la
población total. Esta situación confirma el
efecto de eslabonamiento de las condiciones de vida a lo largo del ciclo vital en
la reproducción de la pobreza y revela en
muchos casos un fenómeno de “infantilización de la pobreza”. Por lo que las posibilidades de aprovechar de la edad de oro
se convierten más bien en obstáculos para el desarrollo. Según datos recientes
para Bolivia, la pobreza es inversamente
proporcional a la edad.
Según las estimaciones de la CEPAL, Bolivia aún tiene varios años para aprovechar del
bono demográfico, al igual que Guatemala,
El Salvador, Nicaragua y Paraguay; países
que comparten con Bolivia los niveles más
elevados de pobreza de la región.
Fuentes: Katzman y Filgueira, 2001; CEPAL, 2005.
GRÁFICO 1.2 Año en que termina el “bono demográfico” en países de
Cuba
Chile
Costa Rica
Uruguay
Panamá
México
Brasil
Colombia
Venezuela
Rep.Dominicana
Perú
Ecuador
Haití
El Salvador
Argentina
Nicaragua
Honduras
Bolivia
Paraguay
2050
2045
2040
2035
2030
2025
2020
2015
2010
2005
2000
1995
1990
Guatemala
Año
América Latina y el Caribe
Fuente: extraído de CEPAL, 2005.
2 Soslayando el aumento de la carga demográfica de la tercera edad, eleva las posibilidades de generar riqueza, pues incrementa
de manera significativa en términos absolutos y relativos la población económicamente activa.
59
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
dades se refieren a garantizar la educaseis de ellos se refieren de manera directa
ción, el nivel de vida, las libertades civiles y
al respeto de sus capacidades, oportunidapolíticas, y a una vida saludable y por tanto
des y su protección. Pese a ello, según el úlabarcan los objetivos del 1 al 6. Las conditimo reporte sobre el progreso de los ODM
ciones se refieren más bien al contexto del
en el ámbito nacional publicado por UDAdesarrollo, del que forman parte la sosteniPE (2005), para el año 2015 solamente se
bilidad ambiental, la equidad y un entorno
podrían alcanzar las metas nacionales en
económico global; estas condiciones abarlas brechas de género de las tasas de térmican los objetivos 3, 7 y 8.
no a octavo de primaria y cuarto de secundaria. Esta situación de rezago nos obliga a Por otro lado, el logro de los ODM forma parte indiscutible del fortalecimiento de las
replantear la manera de incorporar estos
capacidades de desarrollo de la infancia,
objetivos en la agenda de las políticas púniñez y adolescencia. El concepto de Desblicas.
Desde la perspectiva de los postulados del
arrollo Humano plantea la necesidad de
Desarrollo Humano, a partir de la Cumbre
ampliar las oportunidades de las personas
del Milenio realizada el año 2000, los ODM
para llevar una vida plena con libertad y
se han convertido en un punto de referendignidad. Las capacidades más elementacia mundial. En efecto, el logro de estas
les del desarrollo humano son tener una vimetas para el año 2015 forma parte de vada saludable, recibir educación, tener un
rias estrategias de desarrollo en todo el
nivel de vida digno, gozar de libertades cimundo y el cumplimiento de estos objetiviles y políticas que permitan participar en
vos se enmarca en los principios de los dela vida de la comunidad a la que pertenece;
3
rechos humanos . Son varios los motivos
algunos ODM han sido incorporados al Ínque hacen de los ODM un buen punto de
dice de Desarrollo Humano (IDH).
partida para analizar algunas dimensiones Pese a la evidente relación entre estos conde los derechos de los niños que atraviesan
ceptos, los últimos dos reportes de Unicef
las tres etapas de su desarrollo, desde que
para los años 2005 y 2006 destacan la connacen hasta que cumplen los 18 años.
veniencia de incorporar los ODM como
El Informe Mundial sobre Desarrollo Humano
parte de las estrategias nacionales a favor
20034, dedicado al análisis de estos objetide la infancia, estableciendo claramente
vos, establece una relación entre Desarroque los mismos deben ser considerados
llo Humano y ODM en términos de “condicomo un principio de la agenda y no como
ciones y capacidades fundamentales” para
un fin en sí mismo. Las consecuencias de
el Desarrollo Humano. En este sentido, los
no lograr los mencionados objetivos, adODM, el Desarrollo Humano y la protecvierte el Informe, pueden ser muy graves,
ción a la infancia comparten el objetivo úlpero si estos objetivos se alcanzan, se lotimo de promover el bienestar de la humagrará mejorar la vida de millones de niños
nidad, la dignidad, la libertad y la igualdad
y niñas en los próximos 10 años.
para todas las personas. En el diagrama El documento sobre el Proyecto del Milenio
1.1 se explicita la relación entre los tres
publicado por las Naciones Unidas el año
conceptos.
2005 propone lineamientos básicos para
Adicionalmente, la relación entre los ODM,
la elaboración de estrategias nacionales
el Desarrollo Humano y la Protección de la
que permitan alcanzar los ODM hacia el
Infancia se hace evidente a través de vínaño 2015. Plantea una visión de la urgenculos que pueden dividirse en términos de
cia de orientar los esfuerzos hacia los obje“capacidades” y “condiciones” para el destivos mencionados. Sin embargo, el misarrollo humano (PNUD, 2003). Las capacimo reporte plantea que las acciones deben
3 En este sentido, la Cumbre del Milenio convocada por las Naciones Unidas en el año 2000, estableció el imperativo de que la
programación de todos los sectores y áreas de la política deben basarse en los mencionados principios.
4 PNUD, 2003.
60
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
DIAGRAMA 1.1 Desarrollo Humano, ODM y protección de la infancia
CAPACIDADES FUNDAMENTALES PARA EL DESDARROLLO HUMANO DESARROLLO
Postulados del
Desarrollo Humano
Objetivos de Desarrollo
del Milenio
Lograr un nivel
de vida apropiado
Objetivo 1: Erradicar la pobreza
extrema y el hambre
• El trabajo infantil, la inscripción del nacimiento,
el abandono de la infancia
Educación
Objetivo 2: Asegurar que todos
los niños y niñas tengan la
posibilidad de terminar el ciclo
completo de educación primaria
• Los conflictos armados, el trabajo infantil, la violencia
familiar, el matrimonio infantil, la ausencia de un
entorno familiar adecuado
Equidad de Género
lograr una
Objetivo 3: Promover la equidad
de género y la autonomía de la
mujer
• El trabajo doméstico de las niñas, el matrimonio
infantil, la violencia y hostigamiento en la escuela,
La violencia sexual y explotación (***)
Objetivo 4: Reducir la
mortalidad en la niñez
• La violencia aumenta la mortalidad infantil,
el matrimonio y embarazo prematuros aumentan
la mortalidad de la madre, la separación de sus
madres aumenta el riesgo de mortalidad temprana
Objetivo 5: Mejorar la salud
materna
• El matrimonio infantil pone en peligro la salud de
madre e hijo, la violencia sexual provoca embarazos
no deseados y contagio de VIH SIDA, la mutilación
genital femenina aumenta la mortalidad materna
Objetivo 6: Combatir el VIH SIDA y otras enfermedades
• Las peores formas de trabajo infantil causan la
pandemia del VIH SIDA, la explotación sexual puede
provocar la infección, los afectados corren el riesgo
de abandono familiar, en centros de detención son
más vulnerables a la infección
Vida sana y
saludable
género
Protección de la Infancia
CONDICIONES FUNDAMENTALES PARA EL DESARROLLO HUMANO
Equidad
especialmente
de género
Objetivo 3: Promover
la equidad de género y
la autonomía de la mujer
Sostenibilidad
ambiental
Objetivo 7: Asegurar
la sostenibilidad del
medio ambiente
Permitir un
entorno
económico global
Objetivo 8: Alianzas globales
para el desarrollo
• Los conflictos armados y los desastres
naturales provocan desplazamientos
poblacionales. Los desastres medio ambientales
aumentan la vulnerabilidad familia, el trabajo infantil,
la explotación sexual y matrimonio infantil
• La protección requiere de la cooperación
intersectorial a nivel nacional e internacional,
para garantizar un entorno protector
Fuente: elaboración propia a partir de PNUD, 2003 y Unicef, 2005.
ir más allá del Proyecto del Milenio, pues
resulta indispensable llevar a cabo acciones orientadas a reducir las desigualdades, que se perpetúan a través del tiempo
y el espacio e invisibilizan y excluyen a miles de niños, niñas y adolescentes. Por tanto, se plantea la necesidad de pensar no
sólo en los ODM, sino también en dimensiones como la protección frente a situaciones de vulnerabilidad como la violencia
doméstica, el abuso sexual, la explotación
laboral y el embarazo adolescente, entre
otros.
Por su parte, el Programa de Erradicación
Progresiva del Trabajo Infantil (IPEC-OIT)
ha realizado análisis regionales que permiten evaluar el costo económico y social
de estrategias orientadas a lograr el objetivo correspondiente. Ambos estudios contribuyen a entender la relevancia de agen61
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
cionados con la participación protagónica
dar, diseñar e implementar acciones más
de niños, niñas y adolescentes.
agresivas para mejorar las condiciones de
El análisis de la situación actual del progreso
vida de los niños.
de los ODM (UDAPE, 2005) en Bolivia reveAdicionalmente, las condiciones de desarrola que sólo seis de los 17 indicadores selecllo de capacidades de los niños y del grado
cionados asociados a los objetivos tienen
de cumplimiento de sus derechos deberíprobabilidades de cumplirse hasta el año
an considerar otros aspectos relacionados
2015. El análisis sugiere la revisión del dicon el ámbito de la protección, cuyos ejes
seño y la implementación de las políticas a
principales se resumen en la violencia físifin de identificar los factores que impiden
ca y sexual, el trabajo infantil, la explotaun progreso más acelerado en el cumplición sexual comercial, niños en situaciomiento de dichos objetivos.
nes especiales (en instituciones, privados
de libertad, en y de la calle, acompañantes Para ello, los ODM establecen un marco que
posibilite el monitoreo y la evaluación de
de sentencia, entre otros) y aspectos relaRECUADRO 1.2
¿Apostamos por la inercia
o por el cambio?
Un ejercicio realizado por el Programa del
Milenio (2005) revela claramente el costo social a nivel mundial de tomar medidas dirigidas a alcanzar los ODM. La gráfica 1.3 compara las proyecciones mundiales de cinco indicadores que permiten cuantificar en términos absolutos el beneficio que reportaría a
millones de niños, niñas y adolescentes el
hecho de apostar por el cambio. La columna
que refleja “la meta” se basa en la proyección
mundial del número de niños y niñas beneficiados con intervenciones orientadas a alcanzar la meta. Por su parte, la columna que
refleja la “inercia” está basada en una proyección que considera la evolución o la tendencia de los últimos años.
Las conclusiones son obvias: actuar en los
próximos diez años enfocando acciones hacia el logro de los ODM beneficiaría a 130 millones de niños, niñas y adolescentes con el
acceso a saneamiento mejorado; 30 millones se beneficiarían con el acceso a una
fuente mejorada de agua potable; 10 millones se beneficiarían con una nutrición adecuada, 35 millones accederían a la escuela
primaria y finalmente se podría evitar 2 millones de muertes (en este caso sólo el año
2015).
GRÁFICA 1.3 Los beneficios de alcanzar los ODM a escala mundial
Millones de
niños y niñas
300
130 millones se beneficiarían de acceso
a saneamiento básico
250
200
150
300
Inercial
170
30 millones se beneficiarían de
acceso a una fuente mejorada de agua
100
100
70
35 millones se beneficiarían con
el acceso a la primaria
10 millones se beneficiarían de
una nutrición adecuada
50 60
50
115
80
2 millones de vidas serían
salvadas
6
4
0
Niños y niñas con
Niños y niñas con
acceso a saneamiento acceso a una fuente
mejorado al
mejorada de
2015
agua en 2015
Fuente: Unicef, 2005.
62
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Niños y niñas
Niños y niñas en
menores de 5 años edad escolar que
con nutrición
trendrán acceso
adecuada
a la primaria en 2015
Vidas de niños
y niñas que
serán salvadas
el año 2015
Meta
las acciones en diferentes ámbitos, desde
el nivel nacional a niveles más desagregados. Así lo expresa un diagnóstico reciente
sobre la orientación de las nuevas políticas
sociales (Engel, 2005).
La pobreza, el gasto social y
la calidad de vida de los niños
bilidades de salir de la pobreza”, es que para el 20% más pobre la situación de pobreza se vio agravada en el mismo periodo.
Katzman y Filgueira (2001) demuestran la
existencia de una correlación entre el crecimiento del producto y la reducción de la
pobreza total en 17 países de América Latina. El estudio determina un ajuste de 0,42,
mientras que la misma correlación, considerando únicamente la población de hasta
cinco años de edad apenas alcanzaba una
magnitud de 0,16. De este resultado se
desprende que el crecimiento va acompañado de una mayor reducción de la pobreza en la población total que en la de los niños; es decir, evidencia un menor crecimiento pro pobre entre los niños, lo que en
definitiva pone en duda la sostenibilidad
de dicha reducción.
El análisis desagregado por países muestra
que la situación de mayor pobreza entre
los niños se reproduce al interior de cada
país. Esta situación de mayor pobreza entre los niños se confirma en UDAPE (2005)
donde se revela que entre 1990 y 2000 la
Variación de la pobreza totañ
1990-1997
Los efectos de externalidades positivas de la
inversión en la infancia y la niñez han sido
ampliamente comprobados como un primer paso que asegura una “igualdad de inicio”. Al respecto el reporte del Banco Mundial del 2006 resalta la importancia de estos esfuerzos en términos de los retornos
futuros de invertir en la primera infancia.
La tendencia en el decenio de los noventa
en América Latina ha sido hacia la reducción de la pobreza urbana tanto en la población total como en la población infantil;
sin embargo, Katzman y Filgueira (2001)
revelan que en la mayoría de los países de
la región la reducción de la pobreza entre
los niños menores de 5 años ha sido comparativamente inferior a la reducción de la
pobreza de la población total, a excepción GRÁFICO 1.4 Variación de la pobreza total frente a variación
de la pobreza infantil (1990-1997)
de Paraguay, donde la pobreza infantil disminuyó en una mayor proporción que la
reducción de este indicador en la pobla50
ción total.
40
Venezuela
30
Un estudio reciente (Jiménez y Landa, 2001)
20
revela que entre 1989 y 2002 no hubo “creBolivia
10
México
cimiento pro pobre” * en Bolivia debido a
Honduras
0
Ecuador
una reducción de los ingresos laborales y
-50
-30
10
30
50
-10
Brasil
-10
Paraguay
de los ingresos promedio reales de los hoPanamá
-20
Costa Rica
gares. El estudio concluye que en el perio-30
do mencionado no hubo una reducción del
Uruguay
-40
porcentaje de pobres, hecho que refleja el
-50
Variación de la pobreza infantil
fenómeno conocido como “pobreza iner1990-1997
cial”. Pero una de las conclusiones más firmes del estudio, en términos de las “posi- Fuente: extraído de Katzman y Filgueira, 2001.
* En el debate actual predominan dos definiciones del crecimiento pro pobre. La formulación de estas definiciones ha sido tomada
de Ravallion (2004):
- Se ha alcanzado un crecimiento pro pobre cuando el ingreso de los más pobres crece más rápidamente que el del resto de la
población, es decir, si la inequidad disminuye.
- Si los pobres se benefician en términos absolutos de la estrategia de crecimiento pro pobre. El objetivo es incrementar el
crecimiento económico para alcanzar la mayor reducción de la pobreza posible.
Ravallion (2004) se inclina por la segunda definición, que se concentra más bien en el efecto que estas políticas tienen sobre
la pobreza en términos promedio y no relativos, sin descartar aspectos redistributivos. Esta segunda aproximación parece
ajustarse más a los PRSP y a las metas del milenio. Además, esta definición permite simplificar el análisis de impacto de las
políticas en los pobres, lo que no impide que en el caso de políticas puntuales se analice el carácter progresivo o regresivo de
las mismas.
63
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Cambio porcentual del IDH
1990-2002
fantil. Por tanto, la mejora en las condicioincidencia de pobreza entre niños y adones de desarrollo de los niños requiere eslescentes fue constantemente mayor en
fuerzos adicionales y especialmente oriencomparación a la incidencia de pobreza en
tados a garantizar un mínimo aceptable de
la población total. Es importante resaltar
servicios básicos de alimentación, salud,
que la tendencia global de la reducción de
educación, vivienda, no violencia ni explola pobreza en la década de los noventa en
tación, para todos los niños. Este aspecto
América Latina se reprodujo únicamente
tiene que ver con la evolución y estructura
en la población de más de 20 años; en la
de los recursos destinados a las políticas
misma década aumentó el porcentaje de
sociales, gran parte de ellas dirigidas a los
pobres entre los niños menores de cinco
niños, niñas y adolescentes. Los recursos
años, mientras que entre los grupos de seis
orientados al sector social a lo largo de la
a 12 años y de 13 a 19 años la incidencia
última década han sido crecientes, espede pobreza se mantuvo prácticamente incialmente en el sector educativo, mantealterada.
niendo un sistema de transferencias fiscaUna de las lecciones de alcance regional es
les centralizadas con intervenciones hoque los esfuerzos orientados a la reducción
mogéneas.
de la pobreza no han sido suficientes para
la reducción proporcional de la pobreza in- Varios encuentros internacionales durante el
decenio de 1990 coincidieron en la necesiRECUADRO 1.3
dad de orientar los esfuerzos para incrementar el acceso de la población a servicios de salud, educación, saneamiento báEl gasto social y el desarrollo humano
sico y agua potable como condición imAhora bien, otro ejercicio que analiza la relación entre el cambio en gasto público y el cambio en el nivel de desarrollo humaprescindible para reducir la pobreza. Al
no para los mismo países revela que un mayor incremento del
respecto, un estudio realizado para países
gasto social en la década de los noventa no implicó necesariade América Latina y el Caribe (PNUD,
mente un incremento proporcional del nivel de Desarrollo Hu1999) revela una relación entre gasto púmano en el mismo periodo (véase gráfica 1.5). En el ejercicio
blico social, pobreza y desarrollo humano.
mencionado interesan especialmente los extremos, pues es
El estudio, que abarca a 13 países de la reimportante relativizar los resultados en relación a las condiciogión, señala la existencia de:
nes de partida tanto con respecto al gasto social como al IDH.
una relación inversa entre el índice de pobreDe los 17 países de la lista, solamente en Colombia y Guatemaza humana y el gasto social per cápita
la se constató un cambio importante del gasto social asociado
una relación positiva entre el IDH y el gasto
a una mejora significativa del desarrollo humano.
social per cápita.
De acuerdo a la naturaleza de estas relacioGRÁFIC0 1.5 ¿Un mayor gasto social implica mayor
nes los países se pueden clasificar en tres
desarrollo humano?
grupos: países con elevado índice de pobreza y bajo gasto social, que además coinciden con un bajo IDH; países con pobreza
Nicaragua
14
Bolivia
media y gasto medio social, que coinciden
Guatemala
12
El Salvador
con un IDH medio y, finalmente, países
Colombia
10
Brasil
Honduras
con alto gasto social y menor nivel de poRep. Dominicana
8
Perú
Panamá
Chile
breza coincidente con IDH más elevados.
6
Paraguay
México
Costa Rica Argentina
Pese al reconocimiento generalizado de las
4
Uruguay
Venezuela
mejoras sociales de los últimos años, vale
2
la pena preguntarse ¿por qué Bolivia se en0
-20
0
20
40
60
80
100
120
140
160
cuentra en desventaja en varios aspectos
Cambio porcentual del Gasto Social 1990-2000
del desarrollo de los niños, niñas y adolesFuente: PNUD, 2004 y CEPAL, 2001.
centes en comparación con países de la región con desarrollo humano similar o me64
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
mejores estimadores de las condiciones de
riesgo que enfrentan los niños. Por ello es
conveniente avanzar en la construcción de
indicadores especialmente elaborados para la delimitación y definición de políticas
públicas dirigidas a mejorar las condiciones de vida y de cumplimiento de los derechos fundamentales de la niñez y la adolescencia, especialmente porque se basan
en las condiciones específicas a los que estos segmentos se enfrentan.
Los desafíos: superar la “carrera
de obstáculos”, reducir las
desigualdades y reasignar los
recursos
En el año 2005 nacieron 255.000 niños y niñas en todo el país. Estos niños y niñas se
enfrentarán, antes de cumplir los 18 años,
a una larga lista de obstáculos para el ejercicio de sus derechos fundamentales: el desarrollo de sus capacidades, el derecho a la
protección de diferentes formas vulnerables de ser niño y el derecho a la igualdad
de oportunidades sin discriminación (por
cuestión de edad, sexo, lugar de residencia,
origen étnico, etc.). Los obstáculos impiden
que vivan una niñez y una adolescencia sin
adversidades; así, a lo largo de su vida se
enfrentarán a diversas formas de excluGRÁFICO 1.6 Índice de Desarrollo Humano y Riesgo Infantil
80
Índice de Riesgo Infantil
nor? Esta pregunta puede abordarse desde
varias perspectivas; sin embargo, existen
dos que nos interesan especialmente en el
marco de los objetivos de este Informe. Primero, la evidencia empírica en la región
revela que el nivel de Desarrollo Humano y
el de la riqueza no determinan necesariamente el riesgo infantil.
Al respecto, un ejercicio realizado por Katzman y Filgueira (2001), muestra la relación
entre el Índice de Riesgo Infantil5 y el Índice de Desarrollo Humano (IDH) para una
muestra de 10 países de la región. Según
los resultados del estudio mencionado, Bolivia ocupa la “peor” posición en la comparación entre países en su nivel de desarrollo humano y se posiciona en el cuarto lugar en cuanto al Índice de Riesgo Infantil,
cuando se analiza la posición de los países
para los indicadores por separado. Analizando la información considerando la relación entre ambos indicadores es posible
intuir que la relación es negativa, es decir
que mayor a mayor Desarrollo Humano,
menor Riesgo Infantil; sin embargo el análisis de varios casos aislados revela que la
relación entre ambas no sería tan directa,
tal como lo muestran los casos de Brasil y
Colombia que, pese a presentar IDH bastante más elevados que el de Bolivia, poseen un Índice de Riesgo Infantil mayor y similar, respectivamente. Argentina Uruguay y Chile parecen haber logrado políticas que reducen el riesgo infantil e incrementan el nivel de desarrollo humano.
Relacionando el nivel de pobreza con el riesgo infantil, el estudio mencionado encuentra resultados similares, y la importancia
de estos hallazgos tiene que ver con la utilización de medidas de pobreza y/o desarrollo humano para la priorización de las
acciones dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes. Dadas estas limitaciones, el estudio concluye que las medidas tradicionales
de pobreza y desarrollo humano no son los
Brasil
Honduras
70
60
Colombia
Bolivia
50
Venezuela
40
Paraguay
30
Costa Rica
20
10
Panamá
Chile
0
0,6
0,65
0,7
0,75
Argentina
Uruguay
0,8
0,85
IDH
Fuente: Katzman y Filgueira, 2001.
5 Este índice comprende tres indicadores de riesgo infantil en hogares con clima educativo inferior a 6 años: riesgo maternoinfantil
medido por la proporción de mujeres de entre 20 y 24 años de edad que tuvieron hijos antes de los 20 años; riesgo nutricional,
medido por la proporción de niños de 12 meses o menos en hogares cuyo ingreso no supera el 75% de la línea de pobreza; y
riesgo educativo, medido por el porcentaje de niños y adolescentes que viven en el 40% de los hogares más pobres.
65
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
frido ninguna de vulneración de sus deresión. Una de las formas más comunes de
chos. De la misma manera, cada piso de la
vulneración de sus derechos son las consepirámide refleja el número estimado de nicuencias de la privación material y afectiva.
ños, niñas y/o adolescentes que superan
En Bolivia, seis de cada 10 niños, niñas y
cada obstáculo, así como cuántos de ellos
adolescentes —es decir 2,6 millones— suse quedan en el camino. Los niños, niñas y
fren de necesidades básicas insatisfechas y
adolescentes enfrentan también otros obscinco de cada 10 viven por debajo de la lítáculos, como el maltrato físico y psicológinea de la pobreza (UDAPE, 2005).
co y los patrones de violencia que se reproSegún fuentes oficiales (INE, 2001; INE,
ducen especialmente en el hogar, la escue2003; UDAPE, 2005; SIE, 2003) y según el
la o el lugar donde trabajan.
ciclo de vida, los obstáculos más comunes
que enfrentan son los que presenta la siguiente gráfica, que ilustra la idea de la “ca- ¿Cuánto gasto social y
rrera de obstáculos” en la forma de una pi- cómo distribuirlo?
rámide. La base representa el número niños y niñas nacidos el año 2005. En la ci- Cabe resaltar al menos dos elementos con
ma de la pirámide se encuentran represenrelación al gasto social en Bolivia. El primetados todos los adolescentes de 17 años
ro tiene que ver con la magnitud de los reque, dadas las actuales condiciones, logracursos6; en efecto, las estadísticas revelan
rán superar el último obstáculo, lo que no
que entre 1995 y 2004, el gasto social coquiere decir, sin embargo, que en el camimo porcentaje del PIB pasó de 12,4% a
no no hayan enfrentado alguno. Por tanto,
18,9%7; en 2004 se destinaron 1.600 miesta cifra sobreestima el número de niños,
llones de dólares estadounidenses en gasniñas y adolescentes que culminan la seto social del sector público no financiero.
cundaria antes de los 18 años sin haber suEl segundo tiene que ver con la distribución del gasto social. En este aspecto, el
GRÁFICO 1.7 255.000 niños y niñas inician la “carrera
PNUD (1999) revela que Bolivia tiene una
de obstáculos” hoy en día sólo cuatro
distribución especialmente concentrada
de cada diez la superan
en gasto corriente: apenas siete de cada
diez dólares de inversión pública son destinados al gasto corriente.
17 años
100.224
Culminan la secundaria
Bolivia dedica actualmente la mitad del gasto público total a los servicios de salud,
139.459
Culminan la primaria
educación, saneamiento básico, pensioNo trabajan entre los 7 y los 13 años 176.089
nes, urbanismo y desarrollo rural. De lo
194.233
Ingresan a la escuela a los 6 años
anterior se desprende la importancia de
contar con mecanismos e instrumentos
187.393
No se desnutre antes de los 5 años
que permitan cuantificar el verdadero im235.834
Sobreviven a los cinco años
pacto del gasto corriente. Pero, adicional241.188
Sobreviven al año
mente, la distribución del gasto es sumamente compleja, pues implica transferen248.072
Sobreviven al mes
cias entre los diferentes niveles de gobier254.956
Nacen
no para acciones específicas sin permitir
0
la flexibilidad en la asignación de las parti= 10.000 Niños, niñas y adolescentes
das y mucho menos en cuanto al destino
Fuente: elaboración propia sobre la base de proyecciones demográficas del INE; ENDSA, 2003 y
de los fondos.
SIE, 2004.
6 Bolivia ha superado hace muchos años la recomendación de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social de destinar el 20%
del gasto público total en servicios sociales básicos (SSB).
7 Gran parte del crecimiento del gasto social en el periodo mencionado se debe al incremento del gasto en pensiones, principal
componente del cambio entre 1995 y 2004.
66
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 1.4
El gasto social en
América Latina: el caso
del gasto en educación
En la década de los años noventa, los países latinoamericanos destinaron mayores recursos públicos a los sectores sociales, incrementando el gasto social por habitante en
una media de 50%. Este incremento no fue
homogéneo a lo largo del decenio, ya que la
expansión fue superior en el primer quinquenio en la mayoría de los países. La expansión
fue mayor en países con niveles medios y bajos de gasto social por habitante.
Sin lugar a dudas, un elemento fundamental de análisis es el impacto del efecto redistributivo de los componentes del gasto social. Un estudio sobre ocho países de la región (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay) revela
diferencias importantes en términos de la
progresividad o regresividad distributiva del
gasto. En efecto, los resultados muestran
que los efectos más progresivos corresponden a los gastos en educación primaria y secundaria; es decir que los incrementos en el
gasto social destinado a educación beneficiaron más a los más pobres. Si bien el impacto distributivo en favor de los más pobres
fue considerable en materia de educación,
también existió un efecto progresivo en los
rubros de salud, nutrición y servicios básicos. Estos hallazgos coinciden con Klasen
(2005), que evidencia un crecimiento pro pobre en los componentes sociales.
En conjunto, el gasto social resulta ser altamente redistributivo, especialmente si se excluye la seguridad social. Así, el 20% de los
hogares con ingresos menores reciben el
28% de los recursos, en tanto que el 20%
más rico recibe el 12% de los recursos. Ahora bien, pese al importante incremento de los
niveles de gasto social, aún prevalecen diferencias importantes entre quintiles de ingreso, pues los montos no resultan suficientes
para satisfacer las necesidades de amplios
grupos de la población. La experiencia de la
región pone de manifiesto, entre otras cosas,
la alta vulnerabilidad en periodos de crisis.
Esta situación plantea para las políticas públicas el desafío de moderar la tendencia
descrita favoreciendo acciones orientadas a
garantizar su estabilidad. La focalización del
gasto —sin tomar en cuenta la seguridad social— refleja diferencias significativas entre
países. En efecto, los esfuerzos de Colombia
y Chile en programas focalizados en el 40%
más pobre de la población muestran una progresividad del gasto social comparativamente mayor con respecto a los demás países.
Fuente: CEPAL, 2005.
GRÁFICA 1.8 El efecto del gasto en educación en términos de desigualdad
Porcentaje acumulado de gasto
100
80
Educación primaria
Educación secundaria
60
Educación Total
40
Educación terciaria
Distribución del
ingreso primario
20
0
0
20
40
60
80
100
Porcentaje acumulado de población
Fuente: extraído de CEPAL, 2005.
67
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
componentes para algunos departamenSin embargo, no basta propiciar una elevada
tos del país. Dos de estos componentes
inversión social; también es necesario fordan cuenta de las condiciones de los hogatalecer las capacidades del sector público y
res en que habitan los niños: la capacidad
de la sociedad civil garantizando la impleeconómica del hogar y el índice de habitamentación de las políticas públicas mebilidad. Los otros dos componentes midiante procesos de rendición de cuentas
den más bien la situación de los niños, nique aseguren una inversión social con imñas y adolescentes en cuanto a servicios
pacto positivo en la vida de los niños, niñas
de salud y educación. Rescatamos al mey adolescentes. Tres países de la región
nos dos lecciones relevantes para el procepresentan experiencias ejemplares desde
so de diseño e implementación de las pola perspectiva del desarrollo de capacidalíticas públicas.
des en el ámbito municipal con impacto en
los niños y adolescentes: Colombia, Ecua- La focalización por capacidad económica —
indicador construido sobre la base del Índidor y Brasil (Unicef, 2005).
ce de Necesidades Básicas Insatisfechas, inFinalmente, cabe mencionar otro aspecto
cidencia de pobreza y años de escolaridad
fundamental de la política pública efectividel jefe del hogar— muestra claramente
zada a través de la inversión social. Éste
una situación de mayor riqueza en el departiene que ver con la implementación de estamento de Santa Cruz. En efecto, la caractrategias adecuadas a los contextos polítiterización de este departamento y la del decos, sociales y económicos de cada país.
partamento de La Paz se diferencian únicaEn este sentido, la desagregación de los nimente por los valores de este indicador. En
veles de acceso a los servicios básicos por
términos de habitabilidad, salud, educación
sexo, edad, lugar de residencia y origen éte IDINA, ambos departamentos muestran
nico resulta imprescindible para identifila misma situación. Sin embargo, lo más
car de manera concreta las necesidades diprobable es que se requiera una asignación
ferenciadas y las coincidentes.
de recursos diferenciada. Algo similar sucede con Tarija. Una focalización a partir del
Las limitaciones de la focalización
IDINA exigiría concentrar los esfuerzos en
por indicadores agregados
los departamentos de Pando y Potosí, pero
En este análisis presentamos la relación enno cabe duda de que el menú de intervenciones tendrá que ser diferenciado, dadas
tre el Índice de Desarrollo de la Infancia,
las brechas en salud y habitabilidad.
Niñez y Adolescencia (IDINA) y sus cuatro
GRÁFICO 1.9 Descomposición del IDINA por componentes
Capacidad
Económica
Habitabilidad
IDINA
68
Educación
0,100
0,100
0,100
0,100
0,90
0,90
0,90
0,90
0,90
0,80
0,80
0,80
0,80
0,80
0,70
0,70
0,70
0,70
0,70
Tarija
0,60
0,60
0,60
0,60
0,60
La Paz
0,50
0,50
0,50
0,50
0,50
Pando
0,40
0,40
0,40
0,40
0,40
0,30
0,30
0,30
0,30
0,30
0,20
0,20
0,20
0,20
0,20
0,10
0,10
0,10
0,10
0,10
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
Fuente: elaboración propia a partir de UDAPE, 2005.
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Salud
0,100
Santa Cruz
Potosí
Agenda de investigación
tudiados por la literatura tiene que ver
con la correspondencia entre demografía
y desarrollo. La revisión de la literatura relacionada nos encamina hacia dos elementos: el primero tiene que ver con las
vulnerabilidades y oportunidades demográficas para el desarrollo que implica
una determinada estructura demográfica
por edad y sexo. Y el segundo está relacionado más bien con la dinámica demográfica en el tiempo y el espacio; es decir, los
procesos migratorios que se traducen en
la reconfiguración espacial de la población en el marco de un intenso proceso de
urbanización.
Al respecto, Petit (2003) resalta la importancia de los procesos migratorios en el desarrollo, ya que éstos aumentan los riesgos
y posibilidades de que las familias y sus
miembros vean sus derechos vulnerados.
El estudio menciona doce efectos de la migración en la vida familiar y en el contexto
de crianza de los niños:
- la inestabilidad económica
- la incertidumbre
- la desintegración familiar
- la pérdida de referentes
- las dificultades escolares
- la sobrecarga de la figura materna
- las nuevas estructuras familiares
- la precariedad al instalarse en contextos
desconocidos
- el riesgo de la urgencia
- la falta de recursos
- el ingreso prematuro en la edad adulta
- la anomia.
La primera pregunta de la agenda o programa de investigación del Informe intenta
conocer las características de la política
pública hacia los niños, niñas y adolescentes en Bolivia durante las tres últimas décadas, con respecto a diversas dimensiones:
¿Cuáles han sido los discursos, las acciones, los programas? ¿Qué prevalecía en los
imaginarios de los responsables de las políticas sociales? ¿Qué cambió en las percepciones? ¿Qué cambió y que prevaleció
en la forma de hacer y orientar las políticas? ¿Cuánto se invirtió en apoyo a la infancia? El objetivo final de estas interrogantes es el de confirmar o desmitificar
ciertas creencias sobre el pasado de las políticas públicas: ¿Será que el pasado se caracteriza verdaderamente por la ausencia
de políticas hacia los niños o es la dispersión de acciones y su carácter sectorial lo
que las invisibiliza?
La primera parte de la agenda de investigación pretende conocer la evolución histórica demográfica, familiar y de condiciones
de desarrollo de los niños, niñas y adolescentes en Bolivia —para ello se recurrió a
la literatura regional que nos permite entender las relaciones entre el cambio demográfico, la familia y los niños—, así como conocer los cambios más relevantes en
los contextos de desarrollo de sus capacidades. En estos contextos intervienen factores que interactúan en el desarrollo y
pueden resumirse en el grado en el que el
diseño y la implementación de las políticas
públicas logran captar la relevancia de las Todos estos aspectos del proceso de urbanización inciden de alguna manera en el autransformaciones de carácter socio-demomento de la vulnerabilidad infantil.
gráfico, socioeconómico y de la visión y
concepción de familia y la niñez a través La movilidad demográfica es el reflejo de la
búsqueda de un presente y un futuro mejodel tiempo y el espacio.
res. Sin embargo, la migración implica dejar el lugar de origen, y en este proceso de
¿Qué historias nos cuentan 25 años
transformación social, se transforma tamde transformaciones demográficas,
bién la familia. En un estudio acerca de la
familiares y sociales en Bolivia?
relación entre migración y fertilidad, Berman y Rzakhanov (2000) plantean que las
¿Se ha agotado el desarrollo de capacidades
diferencias en las tasas de fertilidad que no
impulsado por el proceso de urbanizapueden explicarse por las diferencias de
ción? Uno de los factores largamente es-
69
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
pacio urbano entre “ricos” y “pobres” poingreso ni por la participación de las mujedría poner en riesgo el desarrollo del cares en el mercado laboral responden a las
pital social.
condiciones económicas y sociales locales; al menos así lo demuestra la “asimila- La literatura vinculada resalta dos elementos
en relación al contexto de desarrollo de los
ción” de la fertilidad local por inmigrantes
niños; el primero tiene que ver con carac(Blau, 1992). Aunque el debate aborda interísticas socioeconómicas y socio-democluso la dificultad de distinguir la “asimilagráficas de los hogares (el clima educativo
ción” con un proceso de “autoselección”
del hogar, el tamaño del hogar, el nivel de
en los procesos migratorios, la duda es meingresos, el lugar de residencia, etc.), y el
nos relevante en los procesos migratorios
segundo se refiere a la forma de organizacampo-ciudad. De cualquier manera, la teción del hogar en relación al núcleo princisis inicial establece una relación entre depal que lo conforma, así como a las práctimografía y desarrollo, planteando una recas familiares. En ambos casos, los estulación directa entre urbanización y desdios realizados para la región muestran imarrollo. Esta tesis fue perdiendo fuerza graportantes transformaciones en las últimas
dualmente ante fenómenos de urbanizadécadas que justifican la necesidad de ención de la pobreza muy visibles en países
tender cuáles fueron los principales camde América Latina.
bios al respecto operados en Bolivia que se
Varios argumentos sostienen que la migradieron, sin lugar a dudas, de manera difeción es un factor de riesgo para las familias
renciada.
y para los niños que la viven, tanto desde la
perspectiva de quienes se van como desde En un estudio realizado para Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Uruguay, Rodríguez Vignola de quienes se quedan (Petit, 2001). El auli (2001) señala que determinadas caractemento de la vulnerabilidad infantil es sin
rísticas socioeconómicas relacionadas
lugar a dudas una consecuencia de la micon la capacidad de movilizar activos se
gración producida por la pérdida de refevinculan con las desventajas sociales. En
rentes materiales y afectivos, la incertiesta dinámica, la “dependencia de la tradumbre, la pérdida de pautas culturales y
yectoria” (path dependence) es determila necesidad de adaptarse a otras nuevas.
Esta situación de inestabilidad e incertinante. El estudio concluye que existe una
dumbre implica en muchos casos la desinrelación relevante entre el Índice de Necetegración familiar y la consiguiente sobresidades Básicas Insatisfechas (NBI) de los
carga de la figura materna o de nuevas
hogares y la etapa de la transición demo“construcciones familiares” en las que
gráfica que atraviesa un país, siendo más
abuelos y abuelas toman la responsabilievidente la relación en países de transidad de la crianza de los niños.
ción más rezagada, como Bolivia y NicaraEn un estudio sobre vulnerabilidad demogua. El trabajo centra su atención en factográfica en el Caribe, Brown (2002) afirma
res demográficos que afectan a la vulneraque la emigración rural en la región no ha
bilidad social: el índice de vulnerabilidad
podido ser absorbida por la economía urdemográfica rescata factores inherentes a
bana, en la que prevalecen elevadas tasas
los hogares (por ejemplo, el número de
de desempleo y un crecimiento desmemenores de 15 años, la dependencia ecosurado del sector informal. De esta manómica dentro del hogar, el sexo de la jefanera, la migración rural-urbana ha intentura de hogar, así como el ciclo y el tipo de
sificado el ya existente patrón de segrehogar). Por tanto, una primera aproximagación residencial, con la aparición de
ción intenta comprender el mecanismo a
asentamientos precarios, la construcción
través del cual los hogares transfieren actide viviendas irregulares y la consiguiente
vos a sus miembros, el mecanismo de
formación de barrios marginales. Según
asignación de recursos dentro de los hogael autor, la segmentación espacial del esres. La conclusión principal es que la vul70
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
nerabilidad demográfica está más extendida en países con menor desarrollo socioeconómico y más avanzados en la
transición demográfica; pero además de
los factores de la transición demográfica y
el crecimiento económico operan factores socio-culturales.
Las últimas décadas han propiciado extensas discusiones acerca de los efectos del
entorno familiar sobre el desarrollo de capacidades físicas, emocionales y académicas de los niños. Según Fields (1998), el
proceso de la inversión en los niños y la
promoción de un desarrollo exitoso está
mediatizado por conceptos de capital humano, capital financiero y capital social8.
En este sentido, la cuarta pregunta que interesa responder con relación al pasado es
¿cómo cambiaron las características de
los hogares que afectan el desarrollo de los
niños?, ¿cómo cambió el patrón de empleo de adultos, el nivel de educación de
los padres, el tamaño del hogar, el desempleo de los miembros del hogar?
Diversos estudios sobre movilidad social realizados en América Latina analizan el grado en el que las características del hogar o
de los padres son transferidas a los hijos.
Según un ejercicio comparativo para una
muestra de países de la región, Bolivia se
encontraría entre el grupo de países con
baja movilidad social (definida como la
existencia de una alta correlación entre el
indicador de impacto del hijo respecto a
variables del hogar). Existe evidencia empírica acerca del efecto de la estructura familiar sobre las condiciones educacionales de los niños. El enfoque tradicional ha
sido el de comparar la condición educacional de los niños que viven en una familia con un solo padre (padre o madre solos,
u hogares con un progenitor y padrastro o
madrastra) con aquellos que viven con
ambos progenitores (McLanahan y Sandefur, 1994). Varios estudios han coincidido
sobre el impacto de las familias de un solo
progenitor en el bienestar de los niños
desde varias perspectivas del desarrollo:
motor, social, académico, de salud, etc.
(Wise, 2003). El análisis multivariado
muestra que el ingreso familiar y la propiedad de la vivienda son las únicas variables significativas. Mientras que variables
como la pobreza local o la distancia a la escuela no son significativas, el estado conyugal sí lo es.
Estudios más recientes (Ginther y Pollack,
2003) ponen de manifiesto una distinción
de carácter biológico en los resultados escolares entre crecer en una familia nuclear tradicional (todos los hijos son hijos biológicos de ambos padres de familia) y crecer en otro tipo de estructuras familiares
(un solo padre de familia o familias mixtas). La variable utilizada es una variable
multivariada que mide el tiempo durante
la niñez y adolescencia que se vivió en alguna de tres estructuras familiares: un solo progenitor, familias mixtas u otras estructuras9 (siendo la familia nuclear la categoría omitida). Los resultados muestran
efectos negativos de estas estructuras en
el desempeño escolar. Según el análisis
del estudio, la estructura familiar está altamente correlacionada con variables que
afectan a los niños, como, por ejemplo, el
tiempo y los recursos dedicados a los niños. Si esto es cierto, entonces las políticas
orientadas a modificar la estructura familiar pueden tener un impacto muy limitado o sencillamente no tenerlo (Wise,
2003; Ginther y Pollack, 2003). Finalmente, una conclusión central de la literatura
es que la estructura familiar en sí misma
no afecta de manera directa los resultados
escolares de los niños, por lo que se requiere variables que controlen el funcionamiento de la familia además de la estructura (Wise, 2003). En este sentido, el
análisis de los efectos de la familia no tradicional se entiende mejor en un contexto
multidimensional que incluye factores intrafamiliares, individuales y del ambiente
familiar general.
8 Véase Coleman, 1988.
9 Si bien esta metodología permite un acercamiento mucho más exacto la realidad de la dinámica de las familias en el tiempo, las
posibilidades de contar con esa información son muy reducidas.
71
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 1.5
GRÁFICO 1.10 Transformaciones del hogar en
América Latina
a. Cambios en la estructura del hogar Latina,
zonas urbanas 1990-2002
100
90
Familias compuestas
7.6
6.6
15.3
Familias
extensas
Porcentaje
80
Compuesta
14
70
8.4
9.8
60
46.3
42.8
Extensa monoparental jefa
Extensa monoparental jefe
Extensa biparental
Nuclear monoparental jefa
50
Nuclear monoparental jefe
Familias
nucleares
40
Nuclear biparental con hijos
30
Nuclear biparental sin hijos
20
10
7.7
7.2
4.8
6.7
0
Hogar sin núcleo conyugal
4.8
8.4
Hogares no
familiares
Hogar unipersonal
2002
1990
b. Cambios en el tipo de hogar y trabajo femenino
en América Latina
100
90
80
8
Monoparental jefa mujer trabaja
10
5
2
4
7
27
70
60
6
3
5
7
33
Biparental con hijos y
cónyugue trabaja
50
Monoparental
jefa mujer no trabaja
Monoparental
jefe nombre
Biparental sin
hijos y cónyugue trabaja
Biparental sin
hijos y cónyugue no trabajo
47
40
36
30
20
Monoparental
jefa mujer trabaja
Biparental con
hijos y cónyugue trabaja
Biparental con
hijos y cónyugue no trabaja
Biparental con hijos y
cónyugue no trabaja
10
0
2002
1990
Fuente: CEPAL, 2005
¿Cómo se construyen los imaginarios
sobre la niñez y la familia en Bolivia?
La segunda pregunta de nuestra agenda de
investigación pretende ofrecer una visión
de las subjetividades e imaginarios que se
forman en un país multicultural y altamen72
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
La familia en proceso de
transformación en América Latina
En un estudio reciente de la CEPAL (2005)
se identifica el análisis del proceso de transformación de la familia en América Latina,
caracterizando el cambio a partir de tres características de hogares urbanos en 18 países de la región:
i. La evolución en los últimos 10 años de la
concentración de los hogares según tipo,
cuya evolución se refleja en la gráfico 1.10.
Una reducción de la familia nuclear; donde
la disminución más importante corresponde a la familia biparental con hijos.
ii. La inserción de la mujer en el mercado de
trabajo, que se refleja claramente en el incremento relativo de los hogares biparentales con hijos donde la esposa trabaja.
Este aspecto ha sido ampliamente analizado en la literatura económica y sociológica a nivel mundial y nacional.
iii.Un tercer aspecto, muy relacionado con el
primero, tiene que ver con los cambios en
lo que se ha denominado “la segunda
transición demográfica”; y parte del análisis de los cambios en la edad promedio en
la que se forman las familias. Ha cambiado
también la edad en la que se expanden las
familias y la postergación de la edad a la
que se tiene el primer hijo. Esto último tiene que ver también con la etapa del ciclo
dominante en la que se encuentran los hogares, que va a determinar en cierta medida cuáles son las necesidades que exigen
una intervención prioritaria.
Según Wainerman (2002), estos cambios
apuntan más hacia la desaparición del modelo tradicional de la familia que a la crisis de
la institución familiar.
te diferenciado por características demográficas, sociales, económicas y culturales
heterogéneas. Para ello nos concentramos
en una pregunta clave: ¿Existe una manera
única de imaginar la niñez y la familia? En
este marco, planteamos la necesidad de estudiar las percepciones del estatus de la in-
fancia en la sociedad, en la comunidad y en
su familia; las aspiraciones y expectativas
del cambio generacional desde las voces de
los niños, niñas y adolescentes, así como
de otros actores que intervienen en su desarrollo o lo mediatizan.
Creemos que la transformación social que ha
vivido Bolivia en los últimos años exige
plantear una agenda al menos para cuatro
elementos de la dinámica sociocultural
que afecta a los niños, niñas y adolescentes bolivianos: primero, las dinámicas de
organización y estructuración de la familia
en contextos geográficos distintos que corresponden a una sociedad en permanente movilidad espacial. Segundo, nos interesan las dinámicas productivas y reproductivas en la familia y el lugar que corresponde a los niños en estos procesos: ¿cuáles
son las pautas de crianza?, ¿en qué se diferencian o se asemejan a las del pasado?
Tercero, las percepciones sobre la infancia
y sobre su lugar en los procesos productivos y reproductivos familiares son fundamentales para entender la manera en la
que la familia y la comunidad actúan como
mediadores en el proceso de construcción
de capacidades de los niños. ¿Existe una
única manera de entender la niñez? ¿Es
homogénea la percepción de cuándo empieza y cuándo acaba su proceso de desarrollo? ¿Son las percepciones de los niños,
niñas y adolescentes las mismas acerca de
sus derechos y obligaciones en la familia y
la comunidad? Finalmente, ¿en qué se diferencian o asemejan las percepciones, aspiraciones y estrategias de movilidad social de las familias y los niños? ¿Cuáles han
sido las dinámicas del cambio familiar que
han prevalecido en el tiempo?
En este sentido, el análisis de las particularidades generacionales, étnicas y regionales
es un punto central del Informe. Más allá
de los análisis que miden el impacto en el
desempeño escolar y sus resultados orientados a incidir sobre la pobreza y la estructura familiar, Sibanda (2002) se propuso
medir las diferencias étnicas y culturales
en la estructura familiar y en las condiciones de vida de los niños en Sudáfrica. Esto
permite entender al hogar africano como
agente de cambio social y cultural.
Las familias bolivianas cambian permanentemente en función del impacto de la migración rural-urbana, las tendencias de la
fecundidad, las necesidades económicas o
las percepciones culturales. La organización de la familia y las prácticas conyugales varían a lo largo del territorio boliviano;
por eso es importante identificar las diferencias y similitudes de las familias actuales para entender con mayor precisión la
transformación generacional. La interacción entre procesos demográficos y eventos del ciclo de vida produce un espectro
de estructuras familiares que luego afecta
a las formas de vida de los niños. Sin embargo, éstos varían significativamente de
un contexto a otro, pues no existe una sola
manera válida de enfrentar la vida.
Sin lugar a dudas, un cambio importante en los
hogares responde a la creciente tasa de divorcio, nacimientos fuera del matrimonio,
inserción de la mujer y de los niños en el
mercado laboral, separación conyugal causada por la migración, entre otros factores;
este fenómeno se ha denominado la “segunda transición demográfica” (CEPAL, 2005).
Tal situación altera el contexto en el que se
desarrollan los niños, niñas y adolescentes.
Los cambios en las prácticas familiares también repercuten en la vida de los niños, y están muy relacionados con los modos de vida
en diferentes contextos geográficos y en hogares con distintas dotaciones de activos
(Katzman y Filgueira, 2001). La manera de
acercarnos a la subjetividad de la niñez y de
la familia en Bolivia requiere de una mirada
desde la perspectiva de quienes hacen familia; es decir, los propios niños, niñas y adolescentes, así como de todos los que participan
en su entorno: especialmente la familia y la
comunidad en la que habitan.
¿Cómo construir una política social
integral centrada en los niños?
La tercera pregunta de nuestra agenda de investigación mira hacia el futuro y se concentra en una propuesta capaz de sugerir
73
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
cómo cambiar la actual visión de las intervenciones dirigidas a los niños, niñas y
adolescentes que se han diluido en acciones sectoriales, fragmentadas y centralizadas que no merecen la calificación de “políticas de Estado”. En el Informe planteamos una manera distinta de hacer políticas públicas centradas en la niñez y la adolescencia, proponiendo la adopción de un
“enfoque integral” que si bien reconoce todas las dimensiones de los derechos de los
niños procura abordarlos de manera descentralizada.
Esta estrategia se sostiene en dos argumentos
principales. Primero, la relevancia de enfocar las acciones según las necesidades locales permite actuar evitando la mala asignación de los recursos e invirtiendo en el nivel
local a fin de garantizar la mejora de las condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes desde el nivel local y asegurando
el desarrollo integral a lo largo de las etapas
del ciclo de vida de los niños. Segundo, es
necesario plantear un nuevo sistema de
transferencias monetarias entre los distintos niveles de gobierno para asegurar que
se atiendan las necesidades específicas, tomando en cuenta el hecho de que no existe
un “modelo único” de ser niño. Por ello, los
aspectos desarrollados en la agenda de investigación dejan clara la idea de que las acciones encaminadas al cumplimiento de los
derechos de los niños pasan necesariamente por un análisis multidimensional en el
cual interactúan varios factores. Es, por tanto, fundamental que la visión de las políticas públicas y su diseño asimilen la importancia de todas las dimensiones que intervienen en el logro de mejores condiciones
de vida para niños, niñas y adolescentes a
fin de lograr una vida mejor para quienes
más lo necesitan. Tercero, es imprescindible plantear un nuevo lugar para la política
pública con actores responsables del agendamiento, monitoreo y seguimiento de las
acciones; para ello planteamos conceder la
responsabilidad de las políticas a los actores: los niños, las familias y la comunidad,
que son los que mejor conocen sus necesidades, sus preferencias y sus expectativas.
74
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
El Panorama social de América Latina (CEPAL, 2005), el Proyecto del Milenio (Naciones Unidas, 2005) y otros estudios recientes dan cuenta de la existencia de experiencias exitosas de políticas públicas en la
región basadas en enfoques que trascienden las intervenciones clásicas y verticales. Estrategias que optan por nuevos y
mejores instrumentos adaptados a realidades más concretas que demuestran que
es posible replantear nuestra visión de la
política social. Por ejemplo, resultados de
experiencias exitosas de Transferencias
Monetarias Condicionadas a los hogares
combinan acciones de oferta y de demanda con paquetes de atención integral (salud, nutrición y educación) con resultados
muy alentadores; es el caso de programas
como “Oportunidades” en México o “Bolsa Escola” en el Brasil (Banco Mundial,
2005). Estas estrategias, en muchos casos
basadas en la idea de las Redes de Protección Social, pueden ser replanteadas para
el caso boliviano, no con el afán de reproducir recetas, sino más bien con la intención de optar por nuevos instrumentos,
nuevos sistemas de transferencias fiscales
centrados en los actores tal como lo propone la nueva visión de la Política Social
Integral planteada en Engel (2004).
Desde esta perspectiva, es evidente que el
diseño e implementación de políticas para
la niñez pasa por considerar políticas diferenciadas en función de los tipos de carencias, grado de urbanización y tipos de riesgos de la población (muchos de ellos identificados por la historia demográfica). Las
preguntas básicas de esta parte de la agenda son: ¿Cuál sería la ingeniería de políticas públicas diferenciadas que nos permita alcanzar mejores resultados en el cumplimiento de los derechos de los niños en
Bolivia? ¿Qué debemos esperar en el 2015
si no cambiamos la manera de hacer políticas para los niños? ¿Qué mejora podríamos esperar con el diseño de políticas públicas diferenciadas? ¿Qué implican estos
cambios en términos del marco institucional y las capacidades instaladas de los implementadores de políticas?
RECUADRO 1.6
¿Qué motivan y proponen
las políticas integrales?
La experiencia más reciente de América
Latina en términos de programas orientados
a la reducción de la pobreza y el logro de los
ODM son las políticas integrales basadas en
cinco principios:
i. Multidimensionalidad: reconoce la interrelación entre aspectos económicos, sociales y humanos.
ii. Focalización: grupos en extrema pobreza
o alta vulnerabilidad.
iii.Ciclo de vida: la pobreza tiende a reproducirse de una a otra etapa del ciclo de vida.
iv. Participación social: necesidad de fortalecer el tejido social.
v. Familia: espacio fundamental de reproducción de la pobreza.
La integración implica garantizar oportunidades (es decir, infraestructura); capacidades de desarrollo humano (salud, educación,
vivienda), social (familia, comunidad) y protección (riesgo y vulnerabilidad). Finalmente,
la gestión debe ser participativa, descentralizada e intersectorial, además de establecer
mecanismos factibles y transparentes de
monitoreo y evaluación. El planteamiento de
políticas integrales requiere de la articulación
de distintos niveles de gobierno incluyendo
definiciones claras de roles, responsabilidades y mecanismos de regulación. La idea es
partir de las demandas en función de los individuos de distintos ciclos de vida, que
agendarán el problema desde el nivel local a
partir de la participación de los habitantes locales, las familias y organizaciones locales
que sean parte de las estrategias nacionales
en función de determinados objetivos. Las
demandas podrán ser agendadas y finalmente efectivizadas a través de una estructura organizacional integral.
Fuente: Engel, 2004.
FIGURA 1.2 ODM y la Política Social Integral
Objetivos de Desarrollo del Milenio
Estrategias nacionales
Agendas sociales
Desarrollo local
Familia
Demanda
Ciclos de vida
Oferta
75
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
La evolución de
los enfoques y la
normativa sobre los
derechos de los niños
2
E
n 1919 se inició un proceso internacional de reconocimiento
de la niñez, ante la miseria y
abandono en la que quedaron
miles de niños y niñas como
resultado de la Primera Guerra Mundial.
Fue una mujer inglesa, Eglantyne Jebb,
quien puso en funcionamiento Save the
Children Fund, una organización que actuó
de manera inmediata en la protección de
esta población. A partir de entonces, a lo
largo del siglo XX, la comunidad internacional expresó su preocupación por los derechos de los niños, resaltando la necesidad de su reconocimiento a través de sucesivas declaraciones de las Asambleas Generales de las Naciones Unidas, sobre este
tema, que tuvieron lugar desde 1924.
A lo largo de este proceso de reconocimiento
mundial de la infancia, las convenciones y
declaraciones mundiales fueron asumidas
por varios países de la región, cuyos Estados fueron integrándolas en sus propias legislaciones o creando nuevas leyes y organismos que facilitaran el cumplimiento de
la voluntad internacional del reconocimiento de los derechos del niño, proclamados a nivel internacional en 1959. Sin
embargo, recién en 1989 se consolidaron
estos derechos cuando la Asamblea General aprobó por unanimidad la Convención
sobre los Derechos del Niño, estableciendo
una clara diferenciación entre la niñez y la
edad adulta (UNICEF, 2004).
Este capítulo se constituye en una síntesis
del proceso mundial de reconocimiento de
los derechos de los niños, niñas y adolescentes, a través de la revisión de los principales convenios, tratados, convenciones y
leyes que fueron integrando de una manera dinámica la evolución de los enfoques
jurídicos y de desarrollo adoptados a lo largo de siglo. Al mismo tiempo, intenta reflejar cómo los cambios normativos ocurridos en Bolivia acompañaron un proceso
mundial altamente dinámico en aspectos
jurídicos. La evolución de las legislaciones
mundiales ha sido claramente influenciada por los enfoques jurídicos dominantes
sobre el paradigma de la niñez así como
por los enfoques de desarrollo emergentes
a lo largo del siglo XX; en este capítulo realizamos una lectura descriptiva de estos
enfoques pues la misma proporciona el
contexto normativo en el que se crearon
instituciones y se diseñaron e implementaron políticas y programas dirigidos a los niños, niñas y adolescentes.
¿Por qué es importante conocer los convenios y tratados a nivel mundial y regional?
Porque queremos mostrar que en la región
y en el país se ha avanzado de manera importante en aspectos normativos que fomentan, protegen y establecen un marco
jurídico en el cual se desarrollan las acciones y políticas orientadas a los niños, niñas
y adolescentes. Por ello, en el capítulo
mostramos una radiografía de la normativa jurídica que debiera, entre otros, servir
de marco referencial a los diseñadores,
gestores e implementadores de políticas
públicas en el país. Una revisión de los
principales convenios y normas aprobados a nivel mundial y nacional durante el
siglo XX nos brinda una imagen de la complejidad de los temas relacionados con la
niñez y la adolescencia y pone en evidencia la responsabilidad del Estado, la familia
y la comunidad para garantizar el cumplimiento de sus derechos.
Marcos conceptuales sobre
los derechos de niños, niñas y
adolescentes
La doctrina jurídica: “La situación
irregular” vs. “el desarrollo integral”
En varios países de la región, dos paradigmas jurídicos han influido en la visión y
construcción de leyes, reglamentos, instituciones y acciones dirigidas a los niños,
niñas y adolescentes. Estos dos paradigmas, conocidos como la “doctrina de la situación irregular” y “el paradigma de la
protección integral” han sido la base de la
construcción del imaginario del Estado y la
sociedad sobre la niñez y la adolescencia.
Ambos han incidido en las formas de relacionamiento entre adultos y niños y en la
79
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 2.1
Hitos mundiales y nacionales sobre los derechos
de los niños, niñas y adolescentes
FIGURA 2.1
1919
Eglantyne Jebb
crea Save the
Children Fund
EUROPA
1976
Segundo
Código
del Menor
BOLIVIA
1924
Declaración sobre
los Derechos
Universales
del Niño
Naciones Unidas
1979
Año Internacional
del Niño Declarado
por las
NACIONES
UNIDAS
1999
Convenio sobre la
prohibición de las peores
formas de trabajo infantil OIT
Código Niño, niña y
adolescente
BOLIVIA
1948
Declaración
Universal de
los Derechos
Humanos
1955
Promulgación de
los derechos del
Niño boliviano
BOLIVIA
1989
Convención sobre
los Derechos
del Niño
NACIONES
UNIDAS
2000
Objetivos de Desarrollo
del Milenio establecen
metas relacionadas con
la infancia
NACIONES UNIDAS
1990
Cumbre Mundial
en favor de la
Infancia
NACIONES
UNIDAS
2002
Sesión especial
a favor
de la infancia
NACIONES
UNIDAS
1919: Se funda en Europa la primera organización protectora de los niños como
resultados de los desastres de la Primera Guerra Mundial.
1924: Declaración Universal en Ginebra sobre los Derechos Universales del Niño,
resaltando la necesidad de una protección especial.
1948: El artículo 55 de esta Declaración reconoce al niño como poseedor de derechos, cuidados y asistencia especiales.
1955: Se promulgan los derechos del niño
boliviano.
1959: La Declaración reconoce todos los derechos del niño, entre ellos: el no ser
discriminado, tener nombre, tener una
nacionalidad, protección a la infancia,
salud, educación, y protección especial.
1966: Se promulga el primer Código del Menor en Bolivia con un claro enfoque jurídico y basado en la “doctrina de la situación irregular”.
1976: Segundo Código del Menor en Bolivia.
1979: Naciones Unidas declara el Año Internacional del Niño.
80
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
1959
Declaración
Universal sobre los
derechos del niño
Naciones Unidas
1992
Promulgación
del
Nuevo Código
del menor
BOLIVIA
1966
Promulgación
del Código
del Menor
BOLIVIA
1994
Año
internacional
de la familia
2003
Se modifican la Ley del
Registro civil y de aprueba
el actual Código Niño,
niña y adolescente
BOLIVIA
1989: La Asamblea General de las Naciones
Unidas aprueba la Convención sobre
los Derechos del Niño que entra en vigor el año siguiente. Dicha Convención
entiende como niño a todo ser humano
menor de 18 años, a menos que la ley
que le sea aplicable lo considere mayor
de edad antes de esa edad.
1990: 71 jefes de Estado firman la Declaración Mundial sobre la Supervivencia,
la Protección y el Desarrollo del Niño y
el Plan de Acción para el cumplimiento de la Declaración. Se insta a los Estados miembro la elaboración de planes nacionales hasta 1991. En el caso
de Bolivia, la Ley 1152 aprueba la suscripción a la Declaración Mundial.
1992: Tercer Código del Menor en Bolivia
1994: En la Declaración Internacional de la
Familia se afirma la importancia de la
familia, resaltando que los programas
y acciones deben apoyarlas para que
alimenten y protejan a los niños.
1999: El Congreso decretó el Código del Niño, Niña y Adolescente mediante la
sanción de la Ley 2026.
Se aprueba el Convenio Internacional
sobre la Prohibición del Trabajo Infantil
y se dicta su acción inmediata OIT
2000: La Declaración de Milenio establece
metas hasta el año 2015 que se resumen en los Objetivos de Desarrollo del
Milenio relacionados con los niños.
2002: La Asamblea General aprueba dos
protocolos facultativos de la Convención sobre Derechos del Niño sobre la
participación en conflictos armados,
sobre la venta de niños, la prostitución
infantil y la utilización de niños en la
pornografía. En esa sesión se establece el compromiso de crear un “mundo
apropiado para la Infancia”.
2003: Se modifican la Ley 2616 del Registro
Civil (artículos 21, 22 y 30) y los artículos 96, 97 y 98 del Código del Niño, Niña y Adolescente para incluir temas de
identidad y la obligatoriedad de inscripción al Registro Civil.
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Rojas (2005), VIJUNTE (2006) y UNICEF (2004).
orientación de las acciones llevadas a cabo El paradigma de la protección integral reconoce a todos los niños, niñas y adolescena lo largo del siglo XX y principios del pretes como sujetos plenos de derechos. Estasente siglo (VIJUNTE, 2006).
blece también la responsabilidad del EstaLa denominada doctrina de la situación irregudo y la sociedad en la creación de las condilar, que inspiró muchas de las políticas haciones y oportunidades necesarias para el
cia la infancia en las décadas de los 70 y 80,
ejercicio pleno de los derechos. Elimina el
tenía como base el reconocimiento de la niconcepto de la “situación irregular”, estañez que se encontrara en estado de riesgo
blece una nueva concepción de legislación
social, abandono material, déficit mental o
promotora y defensora de los derechos de
físico y de todos los niños y niñas que hulos niños. La emergencia de esta nueva docbieran cometido hechos antisociales. Esta
trina fue el resultado de varios años de luvisión introdujo la diferenciación entre las
cha internacional, desde las declaraciones
categorías de niños-niñas y la de “menode foros internacionales a partir de 1924,
res”. En consecuencia, tratándose de niños
en condiciones de marginalidad social, los
“menores” caían en la situación de “estado TABLA 2.1 El modelo de la situación irregular
irregular” y por lo tanto debían ser tratados
como parte de la “patología social” y ser enModelo Tutelar de
viados a centros de observación y recupera“Situación Irregular”
ción para que se reintegraran y fueran sujetos funcionales a la sociedad. Esta doctrina
Marco teórico
Escuela Etiológica
no hacía sino reafirmar la idea, recurrente
Respuesta
en la historia de las políticas públicas hacia
Menores, Incapaces,
Estatal
la infancia, de la existencia de dos tipos de
Destinatario
Objetos de Protección,
Centralización
niñez: la “normal” que es atendida por la
Infancia Fragmentada
Asistencial,
escuela y la familia y que cumple con todos
confunsión con lo
los procesos de socialización y adaptación
Características “situación de riesgo,
penal Judicialización
social hasta llegar a la adultez y la niñez
para la
“situación irregular”,
“irregular” que debe ser atendida por instiintervención
“circunstancias
tuciones especiales de readaptación social,
especialmente difíciles”
lo que muchas veces ha derivado en la criminalización de la pobreza en los jóvenes y
Fuente: Dávalos, 2003; Beloff, 2003.
niños (Rojas, 2005).
81
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
TABLA 2.2 La doctrina de la situación irregular versus la protección integral
Doctrina de la situación irregular
Solo contempla a los niños, niñas y adolescentes más
vulnerables, a quienes etiqueta con el término "menor"
e intenta dar una solución a la situación crítica que
atraviesan mediante una respuesta estrictamente judicial.
Doctrina de la Protección Integral
La infancia es una sola y su protección se expresa
en la exigencia de formulación de políticas básicas
universales para todos los niños.
El niño o "menor" al que van dirigidas estas leyes
no es titular de derechos, sino objeto de abordaje
por parte de la justicia.
El niño/adolescente, más allá de su realidad económicosocial, es sujeto de derechos y el respeto de los mismos
debe estar garantizado por el Estado.
El juez interviene cuando considera que hay "peligro
material o moral", concepto que no se define y permite
"disponer del niño, tomando la medida que crea
conveniente y duración indeterminada".
El juez sólo interviene cuando se trata de problemas
jurídicos o conflictos con la ley penal; no puede
tomar cualquier medida y si lo hace debe tener
duración determinada.
El estado interviene frente a los problemas económicossociales que atraviesa el niño a través del "Patronato"
ejercido por el sistema judicial como un patrón que
"dispone" de su vida.
El Estado no es "patrón", sino promotor del bienestar
de los niños. Interviene a través de políticas sociales, ya
sean básicas (educación, salud, etc.), asistenciales
(ej: subsidios directos, apoyo a la familia, etc.),
planificados con participación de los niños/adolescentes
y la comunidad.
El sistema judicial trata los problemas asistenciales
y jurídicos, sean civiles o penales, a través de la figura del
juez de menores.
El sistema judicial trata los problema jurídicos con
jueces diferentes para lo civil (adopción, guarda, etc) y
lo penal. Los temas asistenciales son tratados por
órganos descentralizados a nivel local compuestos
multisectorialmente con participación del Estado,
las ONGs, la Iglesia, la comunidad y los jóvenes.
Considera abandono no sólo la falta de padres, sino
también situaciones generadas por la pobreza del grupo
familiar, pudiendo separarse al niño del mismo.
La situación económico-social nunca puede dar
lugar a la separación del niño de su familia.
Sin embargo, constituye un alerta que induce a apoyar a la
familia en programas de salud, vivienda y educación.
El juez puede resolver el destino del niño en dificultades
sin oirlo y sin tener en cuenta la voluntad de sus padres.
El niño en dificultades no es competencia de la justicia.
Los organismos encargados de la protección especial
están obligados a oir al niño y a sus padres para incluir
al grupo familiar en programas de apoyo.
Se puede privar al niño de la libertad por tiempo
indeterminado o restringir sus derechos no sólo por la
situación socioeconómica en la que se encuentra
aduciendo "peligro material o moral".
Se puede privar la libertad o restringir los derechos del
niño sólo si ha cometido infracción grave y reiterada a la
ley penal.
El niño que cometió un delito no es oido y no tiene
derecho a la defensa e incluso cuando sea declarado
inocente puede ser privado de su libertad.
El juez tiene la obligación de oir al niño autor del delito,
quien a su vez tiene derecho a tener un defensor y un
debido proceso con todas las garantías y no puede ser
privado de la libertad si no es culpable.
Fuente: Extraído de Organización Internacional de la Juventud (2000).
82
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
internacional “el paradigma de la niñez” y
año en el que se declaran los Derechos Unise insistía mucho en la importancia de la
versales del Niño que consideran la necesiconstrucción de políticas integrales centradad de proporcionarles una protección esdas en los niños (UNICEF, 2006).
pecial. Después de más de 70 años de esfuerzos mundiales, el año 2003 la Sesión
Especial de las Naciones Unidas establece El enfoque de desarrollo:
la importancia de que los estados partes “necesidades” versus “derechos”
formulen planes nacionales de acción para
que se materialice la voluntad internacio- Pero no sólo el enfoque o paradigma de la ninal de un mundo mejor para la infancia. Pañez fue cambiante a lo largo del siglo XX,
ra esa fecha ya se había modificado a nivel
también hubo un cambio importante en
TABLA 2.3 Enfoque de desarrollo “necesidades versus “derechos”
Perspectiva de necesidades
Caridad privada
Voluntario
Bienestar, limosnas, caridad
Trata los síntomas
Metas parciales (se inmuniza al 80% de niños,
se pretende prestar servicio al mayor número
de personas
Jerarquía de necesidades. Algunas
necesidades son más importantes que otras
(alineamiento antes que educación)
Las necesidades varían según la situación,
del individuo y su entorno
Satisfacción de necesidaes
(objeto de necesidades)
La determinación de las necesidades es subjetiva
Perspectiva a corto plazo, cerrando brechas
Provisión de servicios
Proyectos específicos orientados a grupos
específicos de niños
Los niños merecen ayuda
Los gobiernos deben hacer algo, pero
nadie tiene obligaciones definidas
Los niños pueden participar con el fin de mejorar
la prestación de servicios
Debido a la escasez de recursos algunos niños
pueden ser excluidos
Cada trabajo tiene su propia meta y no existe un
propósito global unificado
Ciertos grupos tienen la especialización técnica
para satisfacer las necesidades de los niños
Perspectiva de derechos
Responsabilidad pública, política, moral y legal,
obligación y deber
Obligatorio
Derechos legales, demandas, garantías, justicia,
igualdad, libertad
Trata las raíces y las causas
Metas totales - todas las personas tienen derechos
(la inmunización al 80% significa que el derecho a
la inmunización no se ha cumplido)
Los derechos no pueden dividirse,
son indivisibles e interdependientes
Los derechos son universales
(los mismos en cualquier lugar)
Empoderado (sujeto de derechos). Poseedores de
derechos (tienen poder de exigir sus derechos)
Los derechos se basan en estándares internacionales
Perspectiva a largo plazo
Mayor toma de conciencia por todos los grupos
(padres, niños, tomadores de decisiones)
Enfoque integral
Los niños tienen derecho a recibir ayuda
Los gobiernos tienen obligaciones morales y legales
Los niños son participantes activos por derecho
Existe una meta global a la cual todo trabajo contribuye
Todos los niños tienen el mismo derecho a desarrollar
su potencial a plenitud
Todos los adultos pueden desempeñar un papel para el
logro de los derechos del niño (y los niños también)
Fuente: Extraído de Save the Children (2002).
83
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
los enfoques de desarrollo que, sin lugar a
dudas, incidieron en la manera de hacer
políticas para los niños. Al respecto, a lo
largo del siglo XX se adoptaron mundialmente dos enfoques claramente diferenciados en términos de objetivos, acciones,
visiones y resultados. Estas perspectivas
diferenciadas se describen en la tabla 2.3.
Según la Programación de los derechos del
niño elaborada a nivel mundial por Save
the Children (2002), una de las diferencias
más importantes entre ambas perspectivas radica en el hecho de que el enfoque de
necesidades no implica la rendición de
cuentas, liberando al Estado y a otros actores de la obligación legal y moral de proteger a los niños. El enfoque de derechos, si
bien se basa en la existencia de determinadas necesidades, identifica a los niños como sujetos y actores activos. De acuerdo al
informe mencionado si bien hoy en día
hay una coincidencia mundial acerca de
las ventajas del enfoque de derechos, en algunos casos es más discursivo y no ha logrado ser incorporado en las estrategias de
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales dedicadas a la niñez y a la
adolescencia en el mundo.
En síntesis, los enfoques “tradicionales” del
desarrollo, como el enfoque de necesidades, implican el reconocimiento del niño
como “pasivo” y vulnerable” y asumen
que por “goteo” los niños y niñas serán beneficiados por las acciones dirigidas a sus
hogares. El enfoque de derechos rescata,
más bien, la calidad de actores de los niños
pues no sólo enfoca a la niñez como un período de transición a la edad adulta si no
que cree en la importancia del derechos de
desarrollo de capacidades hoy. Es precisamente sobre la base de este enfoque que
se ha redactado en 1989 la Convención sobre los Derechos del Niño.
Las acciones realizadas y las modificaciones
a la legislación mundial estuvieron muy relacionadas con estos enfoques. Igualmente, estos enfoques se relacionaron con las
doctrinas jurídicas basadas en paradigmas
opuestos sobre la niñez y en su relacionamiento con el Estado y la sociedad, cuyas
84
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
características fueron desarrolladas en la
sección anterior.
El quiebre de los años 90:
un cambio histórico en el discurso
Sin lugar a dudas el quiebre de los 90, en términos del paradigma de la niñez, estuvo
enmarcado en un enfoque innovador de las
teorías del desarrollo que pone al ser humano en el centro. Fue precisamente en esta
época que emergió el enfoque de Desarrollo Humano. Dalence (2003) pone en consideración el hecho de que la política social
supone establecer metas diferenciadas en
función a los actores sociales, pero más que
por la vía del gasto por medio de acciones
que favorezcan los ingresos en base a la filosofía del desarrollo humano. Pero, además de la discontinuidad histórica en las teorías del desarrollo, la década de los 90 se
reconoce también por el cambio del paradigma sobre la niñez y la adolescencia. En
este nuevo enfoque, el Estado y la sociedad
aparecen como corresponsables en el diseño e implementación de las políticas públicas (Gaviria et al, 2002). Este cambio de paradigma requiere una reforma social que
permita, entre otros, mejorar la eficacia de
gasto público social, tarea aún pendiente
en varios países de la región.
“El desarrollo humano no se relaciona con
alternativas puramente económicas desde
un concepto holístico, éstas además habrán de ser políticas culturales, sociales, el
centro de todo desarrollo será el hombre, el
acceso igual a las oportunidades condensa
su significado.”
(Mahbub,Ul Haq, 1993)
La Convención sobre
los Derechos del Niño
La discusión para la aprobación de una convención internacional para asegurar la supervivencia, el desarrollo y la protección
de todos los niños, niñas y adolescentes en
el mundo llevó aproximadamente 10 años,
desde 1979 hasta noviembre de 1989
cuando se llegó a un consenso en torno a la
Convención sobre los Derechos del Niño.
En 1990, en la sede de las Naciones Unidas
en Nueva York, se llevó a cabo la Cumbre
Mundial en Favor de la Infancia, a la que
asistieron 71 jefes de Estado y de gobierno.
En esta Cumbre se firmó la Declaración sobre los Derechos del Niño y se propusieron
los lineamientos del Plan de Acción que establecía el compromiso de los Estados
miembro a cumplir determinadas metas y
objetivos relacionados con la infancia, la
niñez y la adolescencia.
El enfoque de derechos promovido por la
Convención se basa en la obligatoriedad
del Estado de garantizar una misma línea
de partida para todos los niños, proveyendo un acceso igualitario a la salud, educación, nutrición y desarrollo integral, y complementando esta situación con el desarrollo de capacidades y libertades que permitan ampliar las oportunidades para todas
las personas. También estableció la necesidad de priorizar y focalizar acciones en los
grupos más pobres y vulnerables.
La Convención reconoce a la niñez y la adolescencia separadas de la edad adulta, poseedoras de sus propios problemas y necesidades y sus propios derechos y, por lo
tanto, requieren de políticas y soluciones
propias. La Convención reafirma el papel
de la familia en el cuidado, desarrollo y
protección de la niñez y la juventud; la familia es la primera instancia que vela por el
buen desarrollo de los niños y adolescentes y los Estados están en la obligación de
reconocer y apoyar este papel. Establece
que los Estados deben evitar que los niños
vivan fuera o al margen de la familia. Los
Estados deben ser los garantes de los derechos de la infancia frente a la familia, la sociedad y sus propias instituciones.
Los derechos de la niñez establecidos por la
Convención tienen las siguientes características: i) los derechos son universales, haciendo abstracción de la nacionalidad, religión, cultura y nivel socioeconómico; ii)
RECUADRO 2.2
La Doctrina de la Protección Integral
y el enfoque de derechos
El cambio más importante producido por la Convención se
refiere al paradigma de la niñez. La Convención pone en el centro del análisis y de las políticas la dimensión de los derechos.
Este cambio de mirada es fundamental, la niñez pasa de ser
“objeto de atención” a ser “sujeto de derecho”. Esto anula
cualquier posibilidad de que se hable de la infancia como una
etapa pre-ciudadana, de que se conciba a la niñez como un estado de “transformación” hacia la adultez y, en consecuencia,
una etapa de “irresponsabilidad” en la que los adultos deben
tomar las decisiones en nombre de los niños y niñas, sin considerarlos sujetos de derechos. En síntesis, este cambio marcaría el fin de “paternalismo” y de la ”buena voluntad” que imperaban en el modo en que el Estado y la sociedad se relacionaban hasta entonces con los niños.
La doctrina de la situación irregular, que inspiró muchas de las
políticas hacia la infancia en los años 70 y 80, tenía como base a
la niñez en estado de riesgo social y abandono material, con déficit físico o mental y a todos los niños que hubiesen cometidos
hechos antisociales.1 Con la Convención de los Derechos de la
Infancia la doctrina de la situación irregular va a ser profundamente criticada y reemplazada por la doctrina de la protección
integral, basada en los derechos y que pone énfasis en el ejercicio de la ciudadanía más que en la simple provisión de necesidades no satisfechas. Desde la perspectiva de los derechos, la infancia es una sola y sus derechos son universales e inalienables
y, en consecuencia, el ejercicio de los mismos no tiene que ver
con una cuestión de edad. El ser ciudadano no consiste sólo en
ejercer el derecho político de emitir el voto, sino que tiene que
ver con la legitimidad de los reclamos y el derecho a ser escuchado y atendido. A partir de la Convención, la doctrina de la
protección integral se constituye en la base para el diseño de las
políticas públicas orientadas a la niñez y la adolescencia.
Fuente: Elaboración propia sobre la base a la Convención.
son indivisibles, no admiten niveles de importancia, todos son iguales y todos se deben cumplir por igual, los derechos se
cumplen todos o se incumplen; iii) son integrales, cada uno de ellos es interdependiente de los otros y se conjugan en el todo, no hay derechos independientes o separados de los demás.
1 Los niños en condiciones de marginalidad social caían en la situación de “estado irregular” y por lo tanto debían ser tratados
como parte de la “patología social”, lo que implicaba que debían ser enviados a centros de observación y recuperación.
85
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Estas características han sido polémicas, porEspecial en Favor de la Infancia con el obque si bien se reconoce el carácter universal,
jetivo de evaluar su aplicación y reafirmar
indivisible e integral de los derechos, no es
el compromiso de los Estados miembros
menos cierto que en la práctica política real
con la niñez expresado en el documento
los Estados han tenido que realizar adecuade acuerdo de la Sesión Especial denomiciones que permitan el cumplimiento en el
nado “Un mundo apropiado para los nimarco de sus propias condiciones de socieños”. Este documento incorpora los comdades complejas (multiculturales, con propromisos por la infancia, los Objetivos de
fundas diferencias políticas, sociales, econóDesarrollo del Milenio y los acuerdos logramicas, religiosas y culturales). No siempre es
dos por la comunidad internacional en el
fácil asumir las características conceptuales
año 2000, que expresan la voluntad de las
de universalidad o indivisibilidad con las
Naciones Unidas y los países miembros de
prácticas reales. Muchos países han tenido
cumplir el año 2015 con los objetivos fijaque hacer adaptaciones graduales para la
dos en la Cumbre del Milenio, estrechaimplementación de algunos derechos que
mente vinculados con las metas por la inhan sido rechazados o que han sido difíciles
fancia. Los ODM son parte integral de la
de implementar por razones culturales o repolítica hacia la niñez, la mayor parte de
ligiosas, como en el caso de los países del
ellos compromete a este sector, por lo que
Medio Oriente, asiáticos y africanos. Otros
hay una relación dialéctica entre ellos y las
han privilegiado algunos derechos sobre
políticas hacia la niñez y adolescencia.
otros que no se cumplen a partir de ciertas
definiciones ideológicas (Rojas, 2005).
Relación entre los ODM
y el desarrollo de la infancia
La Cumbre Mundial para el
Desarrollo y los Objetivos del Milenio Desde hace varios años se ha intentado idenEl año 2000, la Cumbre Mundial para el Desarrollo acordó impulsar los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM), estableciendo para el 2015 ocho metas que deberían
ser cumplidas a nivel mundial. Varios encuentros mundiales han seguido la misma
línea: la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, la Cumbre contra de la Discriminación de la Mujer, la Cumbre de la Defensa
del Medio Ambiente, la Cumbre Mundial
de la Alimentación y otros compromisos
sectoriales que apuntan hacia los mismos
objetivos. En términos generales, todos estos compromisos buscan la reducción de la
pobreza, la disminución de la mortalidad,
el logro de la educación básica universal y
un mayor compromiso de los países más
aventajados con los más pobres.
Después de más de 10 años de la realización
de la Convención, el año 2002, la Asamblea General de la ONU realizó una Sesión
tificar la relación entre los Objetivos de
Desarrollo del Milenio y los derechos de los
niños, niñas y adolescentes. A nivel mundial, el informe de UNICEF del año 2005
marca claramente esta relación, dando algunas pautas de cómo logrando estos objetivos se podría transformar la vida de millones de niños y niñas en los próximos
años. UNICEF, en un informe anterior, describía detalladamente cómo se vería afectada la infancia de no lograrse los ODM.
UNICEF ha realizado varios ejercicios de indicadores y cifras mundiales para mostrar
escenarios diferenciados en función a dos
posibilidades: mantener el ritmo del progreso de los últimos años2 y alcanzar las
metas con esfuerzos adicionales.3 Estos
ejercicios, basados en la metodología del
Proyecto del Milenio (2005), revelan que
muchas de las metas están lejos de ser
cumplidas y que si se mantienen las tendencias actuales los objetivos serán alcan-
2 Las tendencias al 2015 se proyectan a partir de las tendencias nacionales en el período 1990-2004 ponderadas por la población
y extrapoladas al 2015.
3 Esta alternativa implica asumir una tendencia lineal, ponderada por la población, asumiendo que se alcanza la meta el año 2015.
86
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
tos temas, exponiendo las principales líneas
zados en muchos años más. Éste es el caso
de acción analizadas y las principales recodel objetivo establecido para la reducción
mendaciones y acciones compartidas.
en dos terceras partes de la mortalidad en
menores de cinco años que, según estimaciones de UNICEF, no será alcanzado hasta Modelos de participación
el año 2045 de mantenerse las tendencias
actuales (UNICEF, 2005).
“Los modelos de participación infantil casi
El mismo ejercicio revela que de no atendersiempre se circunscriben a la planificación
se estos objetivos, millones de niños, niñas
de parques y de actividades caracterizadas
y adolescentes quedarán excluidos del
desde el mundo adulto ‘para niños’, o se agoproceso de desarrollo. Según las proyectan en la copia formal o en la simulación de
ciones, si se logra el ODM se salvarían 5,5
las formas de participación política de los
millones de niños y niñas menores de cinadultos. El acceso al mundo y a las decisioco años sólo el año 2015. Por ello, el docunes de los adultos, sin embargo, les es totalmento recomienda la actuación inmediata
mente vedado” (Liebel, 2003).
sobre ciertos objetivos en procesos que incluyan la participación de la comunidad, La declaración de los estados participantes
pues los procesos verticales hasta hoy exen la Asamblea Especial de las Naciones
perimentados han sido un fracaso.
Unidas de mayo de 2002, Un mundo aproEn este plano, es importante reconocer, sipiado para los niños, establece que los niguiendo al documento de referencia, que
ños, deben ejercer su derecho a expresar
el Proyecto del Milenio (2005) establece un
sus visiones libremente de acuerdo a sus
piso mínimo, por lo que no puede ser concapacidades y construir autoestima, adsiderado como “un fin” sino más bien coquirir conocimientos y destrezas, como las
mo un principio que define claramente las
de resolución de conflictos, toma de decirelaciones entre el Desarrollo Humano, los
siones y comunicación, para lograr enfrenderechos de los niños y su desarrollo. Así,
tar los desafíos de la vida. Establece tamse delimitan claramente los vínculos entre
bién que el derecho a expresarse debe ser
los ocho ODM y la protección de la infanrespetado y promocionado, de manera
cia, cuyos detalles se explican en la tabla
que se tomen en cuenta sus opiniones en
2.4 extraída del Estado mundial de la infantodos los temas que los afectan; la opinión
cia 2006 (UNICEF, 2005).
de los niños debe ser considerada en función de su edad y madurez.
Recomendaciones más allá de los
El objetivo no consiste simplemente en obteODM: participación, trabajo infantil
ner un mayor grado de participación de los
y desarrollo temprano
niños, sino en aumentar al máximo sus
oportunidades para conseguir una particiSin lugar dudas, los ODM ofrecen un marco inpación significativa en los asuntos que los
teresante que establece la idea de “un piso
afectan. Es decir, no se trata simplemente
mínimo” de cumplimiento de derechos; sin
de participar sino de participar con un objeembargo, existen otras dimensiones de los
tivo determinado. La participación es un
derechos de los niños, niñas y adolescentes
proceso multifacético que involucra a los nique son ampliamente discutidas y recoños, niñas, adolescentes, adultos, sus famimendadas por la Convención. Entre ellas, la
lias y a sus comunidades. Los proceso de departicipación, el desarrollo infantil tempracisión en los que pueden participar son dino y la protección al trabajo infantil son conversos. Para ello, se debe tomar en cuenta
siderados ampliamente en la literatura refelas diferentes formas de participación de
rida al desarrollo de los niños. Por ello, en
acuerdo al objetivo que se busca, estableesta sección desarrollamos algunos aspecciendo bases sobre las cuales ir avanzando
tos y recomendaciones mundiales sobre esen los diferentes grados de participación.
87
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
TABLA 2.4 Objetivos de Desarrollo del Milenio y desarrollo de la infancia
Los vínculos entre la protección de la infancia y los Objetivos de Desarrollo del Milenio
Objetivos de
desarrollo del Milenio
ODM 1: Erradicar
la pobreza extrema
y el
hambre
ODM 2: Lograr la
enseñanza primaria
universal
ODM 3: Promover
la igualdad entre
los géneros y la
autonomía de la
mujer
ODM 4: Reducir la
mortalidad en la
infancia
ODM 5: Mejorar la
salud materna
ODM 6: Combatir
el VIH/SIDA, el
paludismo y otras
enfermedades
ODM 7: Garantizar
la sostenibilidad del
medio ambiente
ODM 8: Fomentar
una asociación
mundial para el
desarrollo
Observación relacionada con la protección de la infancia
• El trabajo infantil dilapida el capital humano de un país.
• El conflicto armado consume los recursos físicos, económicos y humanos de un país y conduce al
desplazamiento de las poblaciones.
• La información precisa y completa sobre la inscripción del nacimiento es un requisito fundamental para la
planificación económica destinada a abordar los problemas relacionados con la pobreza y el hambre.
• La pobreza y la exclusión contribuyen al abandono de la infancia y al uso excesivo de los hogares de
guarda –oficiales y no oficiales– o del cuidado institucional, lo que conduce a un desarrollo deficiente del niño.
• Los sistemas jurídicos que no tienen en cuenta la edad del niño y no promueven la reintegración en la
comunidad de los niños y niñas en conflicto con la ley aumentan la probabilidad de que sean pobres y
estén marginados.
• Los conflictos armados interrumpen la educación.
• El trabajo infantil impide que los niños y niñas asistan a la escuela.
• La violencia representa un obstáculo para crear un entorno pedagógico seguro y protector.
• El matrimonio infantil lleva a que las niñas tengan que salir de la escuela.
• Es preciso colocar a los niños y niñas que no reciben cuidados familiares en un entorno familiar
apropiado, para aumentar la probabilidad de que reciban una educación.
• Hay un porcentaje excesivo de niñas empleadas en el trabajo doméstico, lo que compromete su
participación escolar.
• El matrimonio infantil conduce a que las niñas tengan que abandonar la escuela, y puede limitar sus
oportunidades de participación en la vida pública de las comunidades.
• La violencia y el hostigamiento en las escuelas son obstáculos a la igualdad entre los géneros en la
educación.
• La violencia sexual, la explotación y los malos tratos menoscaban las actividades para promover la
autonomía de las niñas y las mujeres.
• La violencia contra niños y niñas puede aumentar la mortalidad infantil.
• El matrimonio infantil y el embarazo prematuro aumentan los riesgos de mortalidad y morbilidad de la
madre.
• Los niños y niñas separados de sus madres, a una edad temprana especialmente los que permanecen
durante largos periodos de tiempo en entornos institucionales, corren un mayor riesgo de morir demasiado
pronto.
• El matrimonio infantil pone en peligro la salud de la madre y del recién nacido.
• La violencia sexual puede provocar embarazos no deseados y coloca a la mujer en riesgo de contraer la
infección del VIH/SIDA.
• La mutilación/excisión genital femenina aumenta la probabilidad de mortalidad derivada de la
maternidad durante el parto, y de que surjan complicaciones posteriores.
• Muchas de las peores formas de trabajo infantil son la causa y la consecuencia de la pandemia de VIH/SIDA.
• La explotación sexual, los malos tratos y la violencia pueden provocar la infección de las niñas y los
niños.
• Los niños y niñas en familias afectadas por el VIH/SIDA corren un riesgo especial de perder los cuidados y
la protección de sus familias.
• Los niños y las niñas en centros de detención son vulnerables a la infección por VIH, dadas las
elevadas tasas de transmisión que hay en las prisiones.
• Los conflictos armados conducen al desplazamiento de la población y al potencial uso excesivo de los
recursos medioambientales.
• Los desastres medioambientales aumentan la vulnerabilidad de los hogares y las posibilidad de que
se produzcan casos de trabajo infantil, así como de explotación sexual y matrimonio infantil.
• La protección de la infancia requiere una cooperación intersectorial a nivel nacional e internacional para
establecer un entorno protector destinado a la infancia.
Fuente: Extraído de UNICEF, 2005.
88
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 2.3
La escalera de la participación
Hay muchas maneras de implicar a los niños y jóvenes en el trabajo para el cambio, a
nivel local o mundial. Sin embargo, no todas
ellas constituyen “participación” en sentido
estricto. El diagrama de la “escalera de la
participación” ilustra ocho niveles. El grado
de valor educativo aumenta cada vez que se
sube un peldaño de la escalera.
FIGURA 2.2
8) Decisión inicial de los niños compratida con los adultos
7) Decisión inicial y dirección de los niños y niñas
6) Decisión inicial de los adultos, comparetida
por los niños y niñas
5) Consultados e informados
4) Asignados pero informados
3) Política de forma sin contenido
2) Decoración
1) Manipulación
Roger Hart, Children’s Participatión: From Tokenism to Citizen ship, 1992
En Suzan Fountain: Educación para el desarrollo. Guía del UNICEF
para el Aprendizaje Global. UNICEF. 1992
Los proyectos que corresponden a los tres
peldaños inferiores no pueden considerarse
en realidad como participativos. La manipulación se da cuando los adultos usan a los niños para promover una causa que les afecta
profundamente, pero sin ayudarlos a que
comprendan dicha causa. Cuando los niños
son usados como adorno, con frecuencia se
les pide que se vistan de una manera determinada y actúen para apoyar el programa de un
adulto, normalmente con el fin de provocar
una respuesta emocional por parte de los
adultos que los contemplan. La política de
forma sin contenido describe situaciones en
las que se pide a los niños que hablen en las
juntas o ante grupos de representantes elegidos, pero sin enseñarles nada significativo
sobre el tema, sin que puedan expresar su
posición o consultar con otros niños a los
que, se dice, representan.
Los cinco últimos peldaños de la escalera
representan niveles crecientes de participación real y calidad de aprendizaje. Cada uno
puede ser apropiado por el niño o la niña en un
momento distinto, dentro del desarrollo progresivo de sus aptitudes de participación.
Asignados pero informados indica que,
aunque no son ellos quienes deciden su participación, comprenden los fines del proyecto, quién ha decidido que ellos deberían estar involucrados y por qué. En el nivel consultados e informados, el proyecto está diseñado por los adultos, pero la opinión infantil se toma seriamente en consideración durante todo el proceso de decisión. En los proyectos de decisión inicial de los adultos,
compartida con los niños, éstos tienen una
participación completa en la toma de decisiones, aunque con carácter consultivo.
Se ven difícilmente proyectos de decisión
inicial y dirección de los niños, dado que
pocos adultos están dispuestos a dejar en
manos de los niños el control completo. Estos proyectos no llegan a implicar verdaderamente a la comunidad, la que permanece como algo marginal.
Los proyectos de decisión inicial de los
niños, compartida con los adultos implican a éstos como ayuda para los fines que
los niños se proponen, dirigiéndolos hacia
los recursos necesarios, prestándoles apoyo
para el desarrollo de las aptitudes necesarias
y ayudándolos en la evaluación. Este tipo de
relación mejora el aprendizaje de los niños,
establece un sentimiento de pertenencia común al proyecto y proporciona a los adultos
la oportunidad de aprender del entusiasmo y
creatividad de los más jóvenes.
89
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
agenda de las políticas a nivel internacioLa idea detrás de la escalera de participación
nal (Anker, 2000). Un número importante
de Roger Hart (1992) es que un nivel más
de declaraciones y convenciones condealto en la escalera no necesariamente es
nan esta práctica y plantean la necesidad
mejor ni el fin último que se pretende lode erradicarla. Algunos ejemplos de estas
grar con la participación de los niños. Todo
declaraciones son la Cumbre Mundial de
depende del objetivo que se busca, el cual
la Infancia (2002), la Declaración Mundial
define la mejor forma de participación resobre la Supervivencia, la Protección y el
querida. Sin embargo, se lo presenta como
Desarrollo del Niño, la Declaración de los
un proceso acumulativo, ya que no se pueDerechos del Niño (UNICEF), la Convende avanzar hacia un escalón sin haber conción sobre la Eliminación del Trabajo Insolidado el previo.
fantil (OIT), la Declaración sobre los PrinPor tanto, promover la participación en Bolicipios Fundamentales y Derechos del Travia requiere no sólo trabajar en un nivel nabajo (OIT).
cional agregado, como el Congreso del Parlamento de Niños, Niñas y Adolescentes, Pese a los esfuerzos realizados para la inclusión de las normas relacionadas al trabajo
sino ir creando bases en el nivel local, acerinfantil en las legislaciones de los países de
cándose a los espacios más legítimos y cerla región, a través de la ratificación de los
canos en los que los niños actúan, como la
Convenios 138 y 182 de la OIT y de la conescuela, la familia o la comunidad indígesideración del Plan de Acción (IPEC, 2003),
na a la que se pertenecen, tomando en
los países todavía no han diseñado verdacuenta las diferencias de grupos etáreos,
deras políticas de Estado con relación al teen los que se puede ir creando conciencia
4
ma5 (ver Tabla 2.5). En efecto, la discusión
y experiencia real sobre este tema.
acerca de la “política adecuada” sobre el
La erradicación progresiva
trabajo infantil no ha logrado consenso,
del trabajo infantil
pues se evidencia la necesidad importante
de considerar las especificidades de cada
El estudio de las condiciones del trabajo de
país en los niveles lo más desagregados poniños, niñas y adolescentes a nivel munsible (región, sexo, edad, tipo de trabajo,
dial plantea la necesidad de diseñar polítientre otros).
cas costo-efectivas que respondan de ma- La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) ha
nera específica a contextos económicos y
realizado un esfuerzo importante para el
sociales heterogéneos. En esta sección rediagnóstico del trabajo infantil a nivel
visamos el debate mundial actual con relamundial, así como para el diseño de un
ción a las intervenciones orientadas al traPrograma Mundial de Erradicación del Trabajo infantil, identificando experiencias
bajo Infantil cuya implementación en cada
de intervenciones “efectivas” e “inefectipaís requiere, como primer paso, de una
vas”. Las principales preguntas que intencuantificación del “trabajo infantil por abotamos responder son las siguientes: ¿Qué
lir” y del consecuente diseño de políticas
programas o intervenciones a nivel munque respondan a esa realidad. Para la cuandial pueden ser citados como experientificación mundial, la OIT se basó en los sicias exitosas? ¿Qué lecciones aprendimos
guientes criterios: i) el trabajo de todos los
acerca de una estrategia efectiva de interniños y niñas menores de 12 años (menovención? ¿Cuáles son los costos de las pores a la edad mínima permitida por las lelíticas efectivas?
yes nacionales); ii) el trabajo en condicioDurante la década de los 90, el trabajo infannes peligrosas de todos los niños y niñas
til ha sido ampliamente considerado en la
entre 12 y 14 años, excluyendo el trabajo
4 Contribuciones de Lorena Cobas y Ann Gamillscheg, UNICEF.
5 La Convención número 138 de la OIT, firmada en 1973, establece los 12 años como la edad mínima aceptable para el empleo.
La Convención 182, firmada en 1999, estable la prohibición y acción inmediata de las “peores formas de trabajo infantil”.
90
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
ligero6 y, finalmente, iii) todos los niños y
niñas menores de 18 años que realizan trabajos peligrosos y las “peores formas de
trabajo infantil”.
La traducción de estas disposiciones a las leyes nacionales implica la definición del
“trabajo infantil por abolir”7 como el reali-
zado por niños y niñas menores de 14
años, edad mínima establecida para el
empleo según el Código del Niño, Niña y
Adolescente y la eliminación de las “peores formas de trabajo infantil” para todos
lo niños, niñas y adolescentes menores de
18 años.
RECUADRO 2.4
Ratificación de los convenios
sobre la edad mínima de trabajo
y las peores formas de trabajo
Infantil en América Latina y el
Caribe
Convenio 138: establece los 15 años como edad mínima para que el trabajo infantil
sea calificado como legal (la edad mínima
no debiera ser inferior a la edad en la que se
culmina la obligación escolar). Sin embargo, el Convenio es flexible: establece la excepción en países de desarrollo insuficiente, donde se podría definir la edad mínima a
partir de los 14 años. En el mismo Convenio
se establece la posibilidad de que los niños
de 12 y 13 años puedan realizar “trabajos ligeros”.
Convenio 182: establece que las “peores
formas de trabajo infantil” abarcan: i) todas
las formas de esclavitud o prácticas similares a la esclavitud; ii) el trabajo forzoso y obligatorio; iii) la explotación sexual comercial;
iv) las actividades ilícitas; y v) el trabajo peligroso, que se refiere a las actividades que
perjudican la salud, la seguridad o la moral
de niños, niñas y adolescentes.
TABLA 2.5 Países que ratificaron los Convenios 138 y 182 de la OIT
País
Antigua y Barbuda
Argentina
Bahamas
Barbados
Belice
Bolivia
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Cuba
Dominica
Ecuador
El Salvador
Granada
Guatemala
Convenio 138
Ratificación
Edad mínima
especificada
17 de marzo de 1983
16 años
11 de noviembre de 1996
14 años
31 de octubre de 2001
14 años
4 de enero de 2000
15 años.
6 de marzo de 2000
14 años.
11 de junio de 1997
14 años
28 de junio de 2001
16 años
1 de febrero de 1999
15 años
2 de febrero de 2001
14 años
11 de junio de 1976
15 años
7 de marzo de 1975
15 años
27 de septiembre de 1983
15 años
19 de septiembre de 2000
14 años
23 de enero de 1996
14 años
14 de mayo de 2003
16 años
27 de abril de 1990
14 años
Convenio 182
16 de septiembre de 2002
5 de febrero de 2001
14 de junio de 2001
23 de octubre de 2000
6 de marzo de 2000
6 de junio de 2003
2 de febrero de 2000
17 de julio de 2000
28 de enero de 2005
10 de septiembre de 2001
4 de enero de 2001
19 de septiembre de 2000
12 de octubre de 2000
14 de mayo de 2003
11 de octubre de 2001
6 Se considera trabajo ligero al realizado por niños y niñas mayores de 11 años que no es peligroso y que no supera las 14 horas
semanales.
7 La OIT reconoce que la cuantificación del trabajo infantil por abolir constituye aún una categoría en evolución, mientras no se
conozcan en profundidad las condiciones y ocupaciones más peligrosas, umbrales ocupacionales, horarios y salarios, entre
otros.
91
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
País
Guyana
Honduras
Jamaica
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
República
Dominicana
Saint Kitts & Nevis
Santa Lucía
San Vicente y
Las Granadinas
Trinidad y Tobago
Uruguay
Venezuela
Convenio 138
Ratificación
especificada
15 de abril de 1998
9 de junio de 1980
13 de octubre de 2003
2 de noviembre de 1981
31 de octubre de 2000
03 de marzo de 2004
13 de noviembre de 02
15 de junio de 1999
Edad mínima
15 años
14 años
15 años
14 años
14 años
14 años
14 años
14 años
3 de junio de 2005
3 de septiembre de 2004
2 de junio de 1977
15 de julio de 1987
Convenio 182
15 de enero de 2001
25 de octubre de 2001
13 de octubre de 2003
30 de junio de 2000
6 de noviembre de 2000
31 de octubre de 2000
7 de marzo de 2001
10 de enero de 2002
15 de noviembre de 2000
12 de octubre de 2000
6 de diciembre de 2000
4 de diciembre de 2001
16 años
15 años
14 años
23 de abril de 2003
3 de agosto de 2001
26 de octubre de 2005
Fuente: Elaboración propia sobre la base de OIT-IPEC (2006).
Si bien el debate acerca de la necesidad de
mejorar el ingreso del hogar pueden no
diseñar intervenciones orientadas al traresultar costo-efectivas.
bajo infantil ha sido generalizado a nivel Las limitaciones de las políticas orientadas a
mundial, pocos países han implementala estandarización de las normas laborales
do políticas de Estado orientadas a resolson claras; estas prohibiciones imponen
ver este problema. En este contexto, la
sanciones a la comercialización de producdiscusión teórica identifica las interventos en cuya fabricación se utiliza mano de
ciones más comunes: la primera, de enobra infantil. Esta medida ha sido criticada
foque normativo, orientada a la prohibia nivel mundial debido a las consecuención internacional del trabajo infantil y la
cias, en muchos casos perversas, de su imsegunda referida a las políticas de amplementación. Al respecto, Udry (2004)
pliación de la oferta educativa y de incenafirma que en muchos casos la medida se
tivo a la demanda cuya efectividad ha siutiliza como argumento para esconder el
do frecuentemente resaltada (Basu,
objetivo último del “proteccionismo”. En
1998). Es importante mencionar que, al
efecto, la estandarización internacional de
margen de las diferentes opciones de poleyes sobre las condiciones laborales y el
lítica orientadas a la reducción del trabarequisito del cumplimiento de cláusulas
jo infantil, la efectividad de las acciones
sociales que imponen sanciones por inde erradicación de todas las formas de
cumplimiento ligadas a la prohibición de la
trabajo sigue siendo ampliamente debaticomercialización ha tenido, a excepción
da, pues en países donde el costo de
de casos inusuales, efectos negativos en
oportunidad del trabajo infantil represenlos niños así como en sus familias. En geta un importante porcentaje del ingreso
neral, son pocos los argumentos a favor de
familiar, incluso políticas orientadas a
la implementación de estándares labores
92
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
TABLA 2.6 Fechas de firma y entrada en vigor de Convenios Internacionales sobre la prevención y
eliminación de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes
Normas internacionales relacionadas con la prevención yeliminación
explotación sexual comercial de niños niñas y Adolescentes
Firma
Entrada en
Vigor
• Convenio 182 de la OIT sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil
junio 1999
• Recomendación 190 de la OIT sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil
junio 1999
junio 2000
• Convención sobre los Derechos del niño
1989
• Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la
mayo 2000
enero 2002
Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de niños en la Pornografía
• Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
diciembre 2000
Transnacional
• Protocolo para prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas,
diciembre 2000
especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada transnacional
• Convención Interamericana sobre el Tráfico Internacional de Menores
marzo 1994
• Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la
Prostitución ajena
• Convenio 29 de la OIT sobre Trabajo Forzoso
diciembre 1949
julio 1951
junio 1930
mayo 1932
• Convenio N°105 de la OIT sobre la abolición del Trabajo Forzoso
junio 1957
enero 1959
• Convención sobre la esclavitud
septiembre 1926
marzo 1927
• Protocolo para modificar la Convención sobre la Esclavitud firmada
octubre 1953
diciembre 1953
en Ginebra el 25 de septiembre de 1926
• Convención Suplementaria sobre la Abolición de la Esclavitud, la Trata
abril 1954
abril 1957
de Esclavos y las Instituciones y Prácticas Análogas a la Esclavitud
• Convención sobre el Consentimiento para el Matrimonio, la edad
1994
mínima para contraer Matrimonio y el registro de los Matrimonios
• Recomendación sobre el Consentimiento para el Matrimonio , la edad
mínima para contraer Matrimonio y el registro de los Matrimonios
• Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las
noviembre 1965
víctimas de delitos y el abuso de poder
• Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación de la Mujer
noviembre 1967
• Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer
septiembre 1981
• Protocolo facultativo de la convención sobre la Eliminación de todas las formas
de discriminación contra la Mujer
octubre 1999
• Declaración sobre la eliminación de la Violencia contra la Mujer
diciembre 1993
• Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
junio 1994
marzo 1995
Violencia Contra la Mujer "Convención de Belém do Pará"
• Declaración Universal de Derechos Humanos
diciembre 1948
• Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
1948
• Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa Rica"
noviembre 1969
• Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
Diciembre 1948
julio 1978
noviembre 1988
Materia de Derechos económicos, sociales y Culturales "Protocolo de San Salvador"
• Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
diciembre 1966
• Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos
diciembre 1966
marzo 1976
marzo 1976
• Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
diciembre 1966
marzo 1976
Fuente: Elaboración propia sobre la base de OIT-IPEC, 2003.
93
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
en los tratados de comercio (Groshek,
Stern, 2003). Un caso que ejemplifica claramente esta situación es el de Bangladesh, donde los intentos de eliminar el trabajo infantil en la manufactura ocasionaron el desplazamiento de muchos niños y
niñas hacia la prostitución, pues la medida
no atacaba desde ningún punto de vista la
principal causa del trabajo infantil (Bachman, 1995). Otro ejemplo de este tipo de
intervención es el acta “Child Labor Deterrence Act” en Estados Unidos; al respecto
trabajos de Krueger (1997) y Rodrik (1997)
revelan que estas medidas son comúnmente subutilizadas debido a las fuerzas
de lobby y proteccionismo, pues la frontera
entre un argumento “humanitario” versus
uno que favorece el proteccionismo es
muy tenue.
Las intervenciones nacionales consisten en
la implementación de leyes y programas
orientados a controlar el trabajo infantil
dentro de las fronteras nacionales. Sin embargo, las intervenciones con mayor impacto en la reducción del trabajo infantil en
los países han sido las orientadas a la ampliación de la oferta educativa y a los incentivos a la demanda de la misma. Varios
estudios a nivel mundial concluyen en la
existencia de una importante relación entre los niveles educativos alcanzados y el
trabajo infantil, así como en la importancia
de la contribución de los niños y niñas al
ingreso familiar (Basu, 1998). Las conclusiones más importantes evidencian la existencia de complementariedades entre ambas actividades, como en los casos de Venezuela, Perú y Bolivia (Psacharopoulos,
1997; Pérez de Rada, 2001) donde el trabajo, en muchos casos, permite que los niños
financien sus estudios ante la ausencia de
mercados crediticios desarrollados para tal
efecto.
Las políticas educativas son las más frecuentemente mencionadas en la literatura referida a las formas de erradicación del trabajo infantil, pues se las considera una
medida efectiva ya que resulta más fácil el
monitoreo de la presencia del niño en la
escuela que su abstención al trabajo. Las
94
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
propuestas van desde las más clásicas políticas de oferta orientadas a la construcción de infraestructura escolar hasta las
que incluyen usos innovadores de tecnología para la diseminación de la educación
en comunidades rurales significativamente alejadas.
El debate y acción actual
El Programa Internacional para la Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil (IPEC)
realizó un estudio de los costos y beneficios de eliminar el trabajo infantil en el
mundo en desarrollo y en transición. Si
bien el estudio no pretende dar recomendaciones sobre cómo eliminar el trabajo
infantil, da luces sobre los costos financieros y el impacto económico derivados de
dicha acción. El programa plantea la eliminación del trabajo infantil mediante
tres tipos de intervenciones:
Políticas de oferta educativa: la expansión de
la capacidad escolar y una mejora de la calidad educativa. Este componente se basa
en el hecho de que la Convención visualiza
la educación como la principal actividad
para los niños y niñas hasta los 14 años.
Adicionalmente, el segundo Objetivo de
Desarrollo del Milenio establecido en el
año 2000 fija la meta de la educación primaria universal hasta el año 2015. Dada la
importante relación identificada entre los
programas orientados a mejorar el acceso
y calidad de la educación en la reducción
del trabajo infantil, el objetivo de la erradicación del trabajo infantil se construye sobre la base de objetivos ya existentes. Como se mencionó anteriormente, las políticas de oferta educativa han sido consideradas como las más efectivas en la literatura
acerca de las formas de erradicación del
trabajo infantil (Udry, 2004)
El incentivo a la demanda escolar: estas intervenciones permiten reducir los costos a
los hogares de transferir niños y niñas del
trabajo a la escuela y cubren por lo general
todos los hogares con niños en edad escolar que viven en situación de pobreza, considerando como costo de oportunidad el
del documento del Programa Internaciovalor promedio del trabajo infantil. Esta
nal de Erradicación del Trabajo Infantil
modalidad de intervención, bastante ex(OIT, 2003) que analiza los costos y benefitendida a nivel mundial, consiste en la
cios a nivel mundial y por regiones. Los
transferencia de dinero a familias pobres
principales resultados del estudio revelan
con niños y niñas entre siete y 14 años,
que los costos económicos para los gobiercondicionando a que el ingreso sea utilizanos y las familias derivados de la ampliado en la asistencia escolar y en el acuerdo
ción de la educación de niños y niñas, en
de que los niños no trabajen. El impacto de
lugar de que éstos se inserten al mercado
varios programas de transferencias condilaboral, son menores a los beneficios (en
cionadas en el abandono del trabajo infaneducación y salud) de largo plazo, con un
til y/o la asistencia a la escuela han sido
beneficio neto para los individuos, las faanalizadas por Henshel (2002). El Programilias y la sociedad. La propuesta consiste
ma de Erradicación del Trabajo Infantil
en la erradicación del trabajo infantil en 20
(PETI) en Brasil es el ejemplo más claro de
años (2006-2025) incluyendo intervencioeste tipo de intervención con resultados
nes por el lado de la oferta educativa (canpositivos en la reducción del trabajo infantidad y calidad de la educación) y acciones
til, entre otras experiencias exitosas. Es
específicas directas para la eliminación de
importante mencionar que el objetivo
las “peores formas de trabajo infantil”. La
principal de estos programas no fue en tometodología costo-beneficio para la impledos los casos la erradicación del trabajo inmentación del Programa de Erradicación
fantil, pues la mayoría de ellos estuvieron
del Trabajo Infantil contempla los costos
dirigidos a la ampliación de la asistencia
de las intervenciones y los beneficios deriescolar generando externalidades positivados en salud y educación.8
vas en la reducción del trabajo infantil.
Las intervenciones “no escolares”: consisten Para los 19 países del programa el beneficio
en acciones directas dirigidas a la eliminaneto descontado (5%) asciende a 15.000
ción urgente de las peores formas de trabamillones de dólares en Paridad de Poder
jo infantil. El objetivo de estas intervencioAdquisitivo (PPA). Adicionalmente, la tasa
nes incluye en muchos casos un componeta de retorno alcanza a 6,5% para la tonente de rehabilitación. Algunos países lletalidad de los países iberoamericanos,
van a cabo intervenciones no guberna7,4% en la región Norte, 5,7% la región
mentales de este tipo, como el Programa
Andina y 6% los países de la región Sur. Esde Educación de las Hijas en el norte de Taitas tasas de retorno se consideran elevalandia que tiene como objetivo prevenir la
das, aunque el estudio resalta que los beneprostitución de las niñas proveyendo eduficios podrían ser aún mayores por las excación y movilizando la opinión local. En
ternalidades de una población más educaBolivia dos ejemplos son el Proyecto de
da y los ahorros futuros en salud. FinalCARE “Combatiendo el Trabajo infantil
mente, en cuanto al costo fiscal, Sauma
mediante la Educación” (Combating Child
(2005b) determina que estos representaríLabor Through Education in Bolivia) y el
an anualmente menos de 1% del PIB en
Proyecto de Erradicación Progresiva del
países centroamericanos, siendo el porTrabajo Infantil Minero en el Cerro Rico de
centaje mayor en los países cuyo gasto soPotosí (IPEC), ambos orientados a la reduccial per cápita es menor, implicando en
ción del trabajo infantil en la minería en
muchos casos mayores dificultades dados
Potosí.
los limitados recursos.
Un estudio reciente (Sauma, 2005a) estima Al margen de las acciones e intervenciones
los costos y beneficios de erradicar el traya mencionadas, es importante que se inbajo infantil en Iberoamérica sobre la base
tervenga de manera directa en la erradica8 Para un detalle de la cuantificación de costos y beneficios a nivel mundial y su desagregación regional veáse IPEC (2003); para
un detalle en los países de Iberoamérica agrupados en tres sub-regiones (Norte, Andina y Sur) véase Sauma (2005).
95
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
ción de las “peores formas de trabajo intiene efectos irreversibles que se reflejan a
fantil”,9 pues es posible que por motivos
medida que los niños crecen. La alimentación después de los cinco años no tiene
culturales, sociales o de otra índole los prouna incidencia significativa para revertir la
gramas arriba mencionados tengan un imdesnutrición, aunque sí influye en la atenpacto no esperado. Para evitar este resultación/rendimiento y en la asistencia escolar
do, el IPEC propone la erradicación de esta
(UNICEF, 2006).
forma de trabajo hasta el año 2015 con un
costo anual promedio equivalente a apro- Las externalidades producidas por acciones
dirigidas a la estimulación infantil tempraximadamente 23 millones de dólares, conna han sido ampliamente revisadas desde
siderando un factor de conversión de 2,3
varios aspectos. Por un lado, la discusión
usd/usd PPA. Dada la magnitud estimada
actual sobre las políticas públicas efectivas
de “las peores formas de trabajo infantil”
resalta la necesidad e importancia de la esen los países de la región subandina, este
timulación en los primeros años de vida
costo representa al 2006 cerca del 10% del
para el rendimiento emocional, académicosto total de la erradicación de esta forma
co y social de los niños, niñas y adolescende trabajo.
tes y, por lo tanto, para su desarrollo inteLa importancia de la intervención
gral. Un ejemplo de los hallazgos desde la
temprana en la construcción de
década pasada son los efectos positivos de
capacidades
la pre-escolarización de los niños antes de
los cinco años. Se evidencian diferencias
El desarrollo infantil significa lograr no sólo
significativas entre los niños de cuarto año
la sobrevivencia de los niños y niñas dude primaria en escuelas de Uruguay que
rante sus primeros años de vida, sino asehabían asistido o no a la formación preesgurar su crecimiento y desarrollo físico,
colar (CEPAL, 2001; Katzman y Filgueira,
psicosocial y cognitivo. El cuidado y pro2001).
tección que se otorgue en estos años ga- La literatura reciente ha analizado el impacto
rantiza un crecimiento saludable y un desde la estimulación temprana en el rendiarrollo de su autoestima y sus destrezas de
miento académico futuro, habiéndose
aprendizaje. Entre el nacimiento y los tres
comprobado importantes efectos en la
primeros años de vida, el cerebro se endesigualdad del rendimiento. Al respecto,
cuentra en su etapa de máximo potencial
el último informe del Banco Mundial
de desarrollo para la formación cognitiva,
(2005) resalta la relevancia de la construcel lenguaje y las destrezas sociales y emoción de capacidades desde la primera incionales. Asimismo, sentirse protegidos y
fancia. El estudio destina un capítulo íntelibres de violencia durante este período gagro a la construcción de las capacidades
rantiza a los niños y niñas sus derechos y
humanas desde la perspectiva de la reducpermite administrar el conflicto y las agreción de las desigualdades e inicia el análisiones de mejor manera en el futuro.
sis a partir del desarrollo temprano califiLas políticas de desnutrición cero también
cándolo como un “mejor inicio en la vida”.
tienen su inicio en la inversión en la poblaEl documento concluye, entre otros aspección menor de cinco años y, en especial, en
tos, que existe un beneficio de intervenciolos menores de dos años. El desarrollo físines tempranas que consisten, en la mayoco es determinante en estos primeros años
ría de los programas implementados a nide vida, y puede ser medido a través de la
vel mundial, en la oferta de suplementos
relación talla/edad observada en relación a
alimenticios, monitoreo regular del creciuna escala estandarizada a nivel mundial.
miento, estimulación cognitiva y social y
La desnutrición en esta etapa temprana
mejora de las habilidades de los padres pa9 La magnitud de las “peores formas de trabajo infantil” fueron estimadas sobre la base de proyecciones de la población entre
cinco y 17 años.
96
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
rácter “compensatorio” o “complementara el cuidado de los niños (Banco Mundial,
rio” tuvieron y tienen hasta hoy una larga
2005). En Carneiro y Heckman (2003) se
trayectoria histórica. De acuerdo a estuestima el retorno de la inversión en la indios realizados por Peñaloza (1994), las acfancia temprana: los retornos según edad
ciones de política generacional en Bolivia
muestran retornos positivos por dólar inse inician luego de la guerra del Chaco. En
vertido entre cero y seis años, a medida
cuanto a la protección, en 1929 se dictó
que la edad aumenta los retornos por cada
dólar invertido se vuelven negativos según
un decreto reglamentario de prohibición
un análisis realizado para Estados Unidos.
del trabajo de menores de 10 años y se disEstudios realizados en países de la región
pusieron medidas protectivas para trabajaconfirman esta situación, Grantham y
dores menores de 16 años, al mismo tiemMcGregor (1991) para Jamaica evidencia
po se creó el Patronato Nacional de Huérfaque la estimulación en niños y niñas menos de la Guerra que fue el antecesor del
nores de dos años tiene claros efectos en el
Patronato Nacional de Menores creado en
coeficiente de desarrollo. Por otra parte, en
1937. En el ámbito judicial, el Código PeGuatemala se ha comprobado que la invernal de la época establecía la ininputabilisión de cada dólar tiene un retorno que osdad penal para los menores de 10 años, así
cila entre dos y cinco dólares. El consumo
como penas disminuidas para los niños,
de suplementos vitamínicos en edades enentre 10 y 16 años, en conflicto con la ley.
tre los seis y 24 meses incrementa de ma- En síntesis, durante la primera mitad del sinera significativa la probabilidad de asistir
glo XX, las acciones del Estado a favor de
a la escuela, de completarla y de lograr melos niños fueron aisladas y no lograron
jores resultados en los tests académicos.
constituir una política pública orientada a
la niñez y la familia. Las normas jurídicas
Cambios en la legislación
intentaron suplir la ausencia de políticas
boliviana sobre los niños
sociales en lo que Dávalos (2003) denomina “la judicialización de los problemas soEn Bolivia, la doctrina de la situación irreguciales”. El período también estuvo caractelar prevaleció hasta la década de los 90,
rizado por el predominio del asistencialiscuando se estableció el tercer Código del
mo y el voluntarismo en la atención de los
Menor (1992). Hasta entonces se crearon y
niños. El panorama político y social del padiluyeron una serie de instituciones, esís cambió radicalmente con la Revolución
tructuras legales y administrativas centrade 1952. Pese a las transformaciones las
das en el control y corrección de las situaesferas política, económica y social y al reciones que caían fuera de la norma socialconocimiento de los derechos ciudadanos
mente aceptada para la convivencia. Reuniversales (voto, educación, propiedad
cién a partir de la década mencionada se
agraria), en Bolivia como en otros países
identifican intentos concretos de plasmar
de la región prevaleció la “doctrina de la siuna legislación basada en los derechos. Estuación irregular” (Tabla 2.2) basada en la
te rezago es importante en comparación
idea de la protección y con un claro enfocon países de la región donde el paradigque “asistencialista”.
ma del desarrollo integral ya empieza a ser El paradigma de los derechos ciudadanos y
considerado en la década de los 80.
en especial de los niños sólo cambió en el
La revisión de los cambios en la legislación
discurso; aunque hay una cierta idea en
boliviana relacionada con la niñez y la adotorno a los derechos, la idea de “derechos
lescencia revela que a lo largo de más de
propios de la niñez” está muy lejos de ser
un siglo se pasó lentamente del enfoque de
implementada. Probablemente, el mayor
necesidades al de derechos; el cambio discambio fue la introducción de una perscursivo entró en vigencia recién en la décapectiva clasista de la sociedad boliviana y
da de los 90, por lo que las políticas de cauna valoración diferente de los indígenas,
97
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
de los campesinos y los mineros que ya no
tada a los grupos más vulnerables de la
se valoraban como “clases inferiores”. La
población, las acciones siguen siendo de
idea dominante fue la formación de un ciucarácter asistencial, compensatorio,
dadano patriota, trabajador y productivo,
clientelares y con fuertes sesgos discrimiresponsable de su familia y con un alto
natorios. La integralidad no existe, la sasentido de compromiso y solidaridad con
lud y la educación continúan siendo islas
el país, desde una perspectiva nacional y
separadas, la política de asistencia social
homogeneizante.
sigue siendo focalizada en los “marginaEn este período, los aspectos referidos a sales”, los “irregulares’, aquellos que están
lud, educación y protección de la familia y
fuera del orden de lo “normal”. Se incorla niñez se incorporaron a los primeros inpora la idea del Estado protector, que tietentos de planificación global y sectorial,
ne la obligación de prestar apoyo y ayucon buenos esquemas conceptuales y en
dar a los más pobres, facilitando el acceso
una perspectiva integradora. En el contexto
a los servicios básicos; sin la idea de derepost-revolucionario, se promulgaron los
chos, pero sobre la base de acciones de
Derechos del Niño boliviano mediante el
orden paternalista, propias de un Estado
D.S. 04017, el 12 de abril de 1955, y el misasistencialista.
mo año se estableció el Día del Niño boli- Los Derechos del Niño boliviano de 1955,
viano. Estas acciones a favor de la infancia
cuyo eje central giraba en torno a la resse dieron cuatro años antes de que la Asamponsabilidad por el abandono de los niños
blea General de Naciones Unidas aprobara,
que recaía directamente en los padres.
a nivel internacional, un documento simiDespués, se sucedieron varias modificalar e incluyera en los beneficios de la seguciones, nuevos decretos y la creación de
ridad social a los hijos de los trabajadores
instituciones de protección que mantuviehasta los 16 años. Otro paso importante a
ron, a pesar de las transformaciones, un
favor de los niños fue el establecimiento de
enfoque basado en la doctrina de la situaservicios de salud y educación en las minas
ción irregular (Rojas, 2005; Dávalos, 2003;
nacionalizadas mediante el decreto de NaBellof, 2003). Pocos años después, en
cionalización de las Minas. Esta situación
1959, se dictó un nuevo decreto basado en
muestra que Bolivia estuvo actualizada en
la diferenciación de los niños según condilos enfoques; sin embargo, fueron pocas
ción social. Se crearon establecimientos
las medidas adoptadas para hacer efectivo
para el aislamiento y corrección de los inel cambio de orientación de las políticas.
fractores, sin criterios educativos y menos
En 1966, por influencia de la Declaración
de observación de derechos. Los niños en
Universal de los Derechos del Niño de Nacondiciones de marginalidad siguieron
ciones Unidas y las recomendaciones del
siendo considerados sujetos “irresponsaInstituto Interamericano del Niño, la Comibles” que debían ser “guiados” hacia el
sión Nacional del Menor aprobó el primer
buen camino a través de servicios asistenCódigo. Este documento propone acciones
ciales y de “rehabilitación” de menores de
paliativas para detener el “abandono famitipo médico, pedagógico y social. La familiar”, la proliferación de los niños de la calia se mantuvo como la gran responsable
lle y, sobre todo, la delincuencia infantil y
del cuidado y atención de los niños; de esjuvenil. El Código es un claro reflejo de la
ta concepción emergió la creencia de que
prevalencia de la “doctrina de la situación
cualquier menor que permanecía fuera del
irregular”. La idea predominante continúa
ámbito familiar debía ser incorporado a la
siendo la “disciplina” y la corrección de las
categoría de “niño irregular”.
conductas “irregulares” (Beloff, 2003).
El primer Código del Menor (1966) instauró
Si bien en esta época emergen acciones de
el Tribunal y la Policía Tutelar del Menor,
política pública social, en especial orienmediante los cuales el Estado se hacia car98
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 2.5
Declaración de los Derechos
del Niño en Bolivia (1955)
La Organización de Estados Americanos
(OEA) y UNICEF, el 12 de abril de 1952, redactaron la Declaración de Principios Universales del Niño, a consecuencia de la desigualdad y maltrato que sufrían los niños del
mundo. En esta oportunidad, se acordó que
cada país debería fijar una fecha para festejar el día del niño. En 1955, el gobierno de
Víctor Paz Estenssoro suscribió dicha Declaración e instituyó como el Día del Niño el 12
de abril.
Derechos del Niño
Articulo 1: El niño disfrutará de todos los
derechos enunciados en esta Declaración.
Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas o de otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento u
otra condición, ya sea del propio niño o de
su familia.
Articulo 2: El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades
y servicios, dispensados todos ellos por la
ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y
socialmente en forma saludable y normal, así
como en condiciones de libertad y dignidad.
Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el
interés superior del niño.
Artículo 3: El niño tiene derecho desde su
nacimiento a un nombre y una nacionalidad.
Artículo 4: El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho
a crecer y desarrollarse en buena salud; con
este fin deberán proporcionarse, tanto a él
como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal.
El niño tendrá derechos a disfrutar alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos
adecuados.
Artículo 5: El niño física o mentalmente impedido o que sufra de algún impedimento
social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su
caso particular.
Artículo 6: El niño, para el pleno desarrollo
de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá
crecer al amparo y bajo la responsabilidad de
los padres y, en todo caso, en un ambiente
de afecto y de seguridad moral y material;
salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su
madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan
de medios adecuados de subsistencia. Para
el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
Artículo 7: El niño tiene derecho a recibir
educación que será gratuita y obligatoria por
lo menos en las etapas elementales. Se dará
una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un
miembro útil de la sociedad.
El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha
responsabilidad incumbe, en primer término,
a los padres.
El niño debe disfrutar plenamente de sus
juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos
por la ecuación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzaran por promover el
goce de este derecho.
Artículo 8: El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que
reciban protección y socorro.
Artículo 9: El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de
trata.
99
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
No deberá permitirse al niño trabajar antes
de una edad mínima adecuada, en ningún
caso se le dedicará ni se le permitirá que se
dedique a ocupación o empleo alguna que
pueda perjudicar su salud o educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
Artículo 10: El niño debe ser protegido
contra las prácticas que puedan fomentar la
discriminación racial, religiosa o de cualquier
otra índole. Debe ser educado en el espíritu
de la compresión, tolerancia, amistad entre
los pueblos, paz y fraternidad universal, y
con plena conciencia de que debe consagrar
sus energías y aptitudes al servicio de sus
semejantes.
go del control de las “situaciones irregula- El Estado seguía siendo responsable de las
áreas de salud y educación, en las que se
res”: abandono, pobreza, orfandad y deshabía logrado importantes avances. Aunintegración familiar, entre otros. En este
que la mortalidad infantil seguía siendo
contexto, la respuesta estatal centralizada
elevada, la tendencia era decreciente, funse basaba en acciones “judiciales”, “codamentalmente por la expansión del accerrectivas” y “asistenciales” a través de la
so a servicios en las áreas urbanas. Esta
creación de instituciones con objetivos
institucionalidad conservaba los vicios anprotectores y correctivos orientados al reteriores: se trataba de instituciones politiconocimiento de “minorías excluidas y
zadas, orientadas más al control político
marginadas”, como el Consejo Nacional
que a la asistencia social, con grave carendel Menor (CONAME), la Dirección Naciocia de normas técnicas, dirigidas y orientanal de Desarrollo Social y la Dirección Nadas hacia el mundo de la marginalidad. Escional de Acción Social (DINAS).
tas acciones no se basaban en un análisis
Hacia 1969, se decidió el control absoluto del
de las causas estructurales de la pobreza y
Estado sobre toda acción de carácter social
la exclusión, para las que se aplicaban políy de beneficencia. Para ello se creo la Oficiticas compensatorias con un fuerte carácna de Acción Social de la Presidencia, cuya
ter clientelar.
responsabilidad ejecutiva recayó en manos de la Primera Dama. Ésta era una prác- El segundo Código del menor (1976). En
tica muy extendida en América Latina,
1975, la Junta Nacional de Acción Social
donde la acción social y la protección de
aprobó el nuevo Código del Menor. Según
los grupos más vulnerables, mujeres, niDalence (2003), fue un retroceso con relaños y discapacitados entre otros, fue transción al Código de 1954 en términos de lo
ferida a las Primeras Damas, quienes ejerque se concibe como la “atención integral”.
cían una acción de beneficencia de carácEl Código de 1976 resalta las necesidades
ter paternalista y con grave riesgo de politimorales, culturales y materiales de los mezación. Normalmente, estos organismos
nores en Bolivia y sus principales acciones
recibían un pequeño aporte estatal que se
institucionalizaron de una manera drástica
complementaba con donaciones de la coola doctrina de la situación irregular. Un
peración internacional y del sector privaejemplo de esta situación fue la triplicado. Los presupuestos eran utilizados en
ción del número de albergues y orfanatos
forma arbitraria, prácticamente sin condurante la década de los 70. El contenido
trol, y servían para políticas clientelares de
del Código era un claro reflejo de la Política
los gobiernos de turno. En consecuencia,
de Seguridad Nacional.
no constituían una política pública hacia la En lo que concierne al paradigma de niñez,
niñez, sino acciones esporádicas, políticapredominaba una idea proteccionista y
mente dirigidas y la mayor parte de las veasistencialista sobre la infancia. La idea de
ces discriminatorias.
“disciplina” estaba fuertemente enraizada
100
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
consecuencia de la necesidad de revisar el
en el imaginario social: sólo la disciplina
conjunto de doctrinas, leyes e instituciones
hacía un buen niño, un buen joven y un
de apoyo a la infancia. Así surgió Defensa
buen ciudadano. Los niños debían ser prode la Niñez Internacional (DNI), para la elategidos de las enfermedades y otras “perboración de un nuevo Código de la Niñez y
versiones” por la familia, la única depositala Juventud. Para este propósito se realizó
ria del cuidado y futuro de sus hijos; el Esuna consulta nacional en las organizaciotado prácticamente no tenía responsabilines que trabajan con la infancia para eladades en esa función.
borar un anteproyecto del Código y se conEn síntesis, si bien no es posible hablar de la
formó en el Parlamento la Comisión de
existencia de políticas públicas en favor
Protección y Atención al Menor que sería
de la niñez, sí está presente la idea de una
la encargada de la revisión y presentación
modernidad que apunta a satisfacer las nedel anteproyecto.
cesidades de la oligarquía y de las clases
medias urbanas, sobre la base de una ex- En diciembre de 1991, se promulgó el nuevo
Código del Menor, que tiene como objetipansión de los servicios básicos, particuvos garantizar la prevención, la atención
larmente de salud y educación, transporte
integral y la defensa del ejercicio de los dee infraestructura urbana en las ciudades,
rechos de la niñez. Para estos efectos se
con criterios clasistas y discriminatorios,
creó el Organismo Nacional del Menor,
frente a la ausencia de una acción del EsMujer y la Familia (ONAMFA) como cabeza
tado en las áreas rurales, mineras e indígedel sector. Este organismo adquirió el stanas, destinadas a ser “civilizadas” en el
tus de institución descentralizada de la
marco de esa idea de progreso. En esa
Presidencia de la República y se compleépoca, Bolivia y América Latina en su conmentó con el establecimiento de los Juzgajunto estaban rezagadas con relación al
dos del Menor, dependientes del Poder Juenfoque mundial sobre el concepto de podicial, que serían las únicas instancias de
líticas públicas y de crianza de los niños
protección legal para intervenir en situa(Bustelo, 1992).
ciones jurídicas en las que estén involucraEl gran salto a nivel mundial fue, sin lugar a
dos niños, niñas y adolescentes.
dudas, la Convención de los Derechos del
Niño, aprobada en la Asamblea General Sin embargo, ONAMFA repitió los mismos
errores de las antiguas instituciones dedide las Naciones Unidas en 1989, que marcadas a la protección social. Se definió cocó un quiebre en el discurso a través del remo una institución de apoyo a los “grupos
conocimiento del niño como “sujeto de
de mayor vulnerabilidad”, sin establecer
derechos”. Estos derechos se sintetizan en
de qué grupos se trataba ni hacer un análilos derechos al desarrollo de capacidades
sis objetivo de sus necesidades sociales y
(salud, educación, vida sana, medio ammenos promover la participación activa de
biente saludable, participación, entre
los involucrados. No se formularon polítiotros); protección frente a situaciones difícas y se continuó trabajando en el antiguo
ciles (discapacidad, abandono, niños que
esquema paternalista frente a solicitudes y
viven en la calle, que consumen estupefadenuncias puntuales repitiendo la dicotocientes, entre otros) y la posibilidad de gomía de la normalidad.
zar de las mismas oportunidades (igualdad de género, de origen étnico, de resi- En el marco del cambio en el discurso mundial, el tercer Código del Menor (1992) indencia, de condición psico-social, entre
otros). Varios países, entre ellos Bolivia,
cluyó un concepto de protección más amsuscribieron el cumplimiento de la menplio. Trató los temas de provisión de servicionada Convención.
cios básicos, protección y afectividad recoEn 1991, se generó una iniciativa en la Coornociendo a los niños, niñas y adolescentes
dinadora Pro Niño de La Paz para una nuecomo “sujetos de derechos”. Por ello, la déva revisión del Código del Menor, como
cada de los 90 marcó un quiebre importan101
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
te en términos de reconocimiento de los derechos fundamentales de los niños, niñas y
adolescentes. En el contexto del surgimiento global de la promoción de los derechos
humanos de la infancia y de la Convención,
los países miembros se comprometieron a
la elaboración de planes decenales de acción para llevar a cabo políticas de atención
a los niños, niñas y adolescentes.
En síntesis, pese a la discusión vigente sobre
la doctrina de la protección integral aún no
existe un concepto integral y universal del
niño; la idea de derecho es teórica y no tiene consecuencias en la implementación
de políticas. La niñez sigue siendo considerada como una etapa hacia la adultez; en
consecuencia, los niños no tienen derechos, sólo tienen deberes y la función del
Estado y la familia es protegerlos y cuidarlos hasta que sean adultos y puedan tomar
sus propias decisiones.
El Plan de Acción de 1993:
la oportunidad de pasar del
discurso a la acción
El primer desafío que se estableció en 1990
fue pasar de lo declarativo a lo factual. La
Convención recomendó a los Estados
miembros elaborar Planes Nacionales de
Acción en Favor de la Infancia que, observando el espíritu de la Declaración, hicieran suyos los objetivos y metas de la Cumbre Mundial y las aplicaran en sus respectivos países. Esta recomendación abrigaba
la esperanza de que por primera vez todos
los países del mundo tuvieran una política
pública de largo plazo que cumpliera con
los derechos de los niños, niñas y adolescentes y asegurara su supervivencia, desarrollo y protección.
En este contexto y siguiendo las recomendaciones de la Convención, en abril de 1993,
a tres años de haberse aprobado y ratificado la Convención por los Derechos de la Infancia (Ley 1152 de mayo de 1990), Bolivia
presentó su Plan Decenal de Acción por la
Infancia elaborado por el Ministerio de Planeamiento y Coordinación y la Junta Nacional de Solidaridad y Desarrollo Social.
102
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Este Plan fue el primer intento de formulación de una política pública hacia la
niñez de carácter integral, que superó el
tradicional paternalismo estatal y asumió
el conjunto de políticas y acciones sectoriales intentando agruparlas en una sola visión de conjunto.
El Plan proponía cuatro lineamientos estratégicos interrelacionados entre si:
1. Promover la participación activa de la población.
2. Orientar eficiente y eficazmente los recursos.
3. Apoyar la coordinación operativa hasta llegar a una integración programática.
4. Fortalecer los sistemas de ejecución.
Sin embargo, es importante señalar que el
Plan de Acción que surgió de la Cumbre
Mundial, y que debía ser la base de los Planes Nacionales de Acción, no era claro respecto a todas las metas. Las metas relacionadas con los servicios básicos, por ejemplo, se referían exclusivamente a la cobertura de agua potable y eliminación de excretas; su objetivo era lograr la cobertura
universal de estos servicios en 10 años,
meta imposible de cumplir para la gran
mayoría de los países en desarrollo.
El Plan intentó constituirse en un instrumento de coordinación de la política social entre los sectores para priorizar acciones centradas en la niñez y las mujeres de manera
focalizada, selectiva, descentralizada e integral. Sus bases fundamentales pueden
sintetizarse de la siguiente manera:
– Impacto diferenciado de la pobreza. El
Plan consideraba que la pobreza y las diferencias sociales profundizan la situación
desventajosa de la niñez y la mujer, particularmente en áreas rurales y periurbanas.
– Factores étnicos y culturales. La diversidad
étnica y cultural del país condiciona aspectos muy importantes de la vida, como el rol
de la familia, el cuidado de los niños, la importancia de la salud y la educación y el
concepto mismo de niñez.
– Severidad de los problemas. El Plan consideraba que los indicadores de calidad de
vida (salud, educación, servicios básicos,
nutrición y otros) presentaban niveles tan – La falta de legitimidad, pues no se basó en
una participación activa de la sociedad, de
bajos que requerían acciones inmediatas.
la comunidad y menos de la familia. No
– Derechos a la vida, el desarrollo, la seguriexistió un proceso a través del cual la sociedad y la participación.
dad pudiese apropiarse de la idea.
El Plan se inscribió en el contexto de las ini- – Las metas eran, en algunos casos, maximalistas y, en otros, representaban aspiciativas impulsadas en la gestión de gobierraciones difícilmente medibles o cuantifino 1989-1993, como la Estrategia Social
cables.
Boliviana, formalizada en mayo de 1991
por el Decreto de Lucha contra la Pobreza – El Plan no estimaba costos, fuentes de financiamiento y menos aún la estructura
(22904), el fortalecimiento del Fondo de Inde las transferencias.
versión Social (FIS), el Plan Nacional de Supervivencia, Desarrollo Infantil y Salud Ma- – En muchos casos, el Plan establecía acciones poco claras y ambiguas.
terna de 1989 y la creación del Instituto Nacional de Desarrollo Infantil en el mismo – El Plan no establecía una institucionalidad para la evaluación y monitoreo de las
año. Las bases fundamentales del Plan de
metas.
Acción se sintetizan en el Recuadro 2.6. En
el plano operativo, el documento asume las – Finalmente, el Plan no logró convertirse en
la base de la política pública y, más bien,
metas establecidas en la Cumbre Mundial
favoreció la sectorialidad y fragmentación
por la Infancia. En una matriz operativa, tode la atención de los derechos de la niñez y
ma cada una de las metas de la Cumbre, readolescencia.
aliza un diagnóstico de situación, plantea
los problemas que afectan el área, fija los
objetivos y metas nacionales, diseña las es- En cuanto a la situación de los niños en circunstancias especialmente difíciles resultrategias operativas, establece los progrataba una ambigüedad, no se especificaba
mas de gobierno que se harán responsametas cuantificables y se limitaba a recobles de las metas, determina la población
mendar que los países miembros prestaobjetivo y hace un recuento de los recursos
ran atención a estos niños sin definir conexistentes para su cumplimiento.
cretamente al grupo al que se hacia refeNo cabe duda de que el Plan era la expresión
rencia. Este vacío dejaba abierto el bolso
de la formulación de una política pública
en el que caían todos los problemas distinintegrada y coherente, la más importante
tos a los no especificados, volviendo a la disobre la infancia que tuvo Bolivia en su hiscotomía normal y anormal: desde los nitoria. Sin embargo, el Plan fracasó convirños en conflicto con la ley hasta los discatiéndose en poco tiempo en un documenpacitados, pasando por los abusados, los
to más en el cajón de algún burócrata. Seque sufren agresiones físicas, los niños de
gún Rojas (2005) una revisión en el tiempo
la calle, los abandonados, los adoptados;
permite determinar algunas de las causas
en fin, todos aquellos para quienes la atende su fracaso como política pública.
ción queda en manos de instituciones paEl documento asume las Metas de la Cumbre
ternalistas o voluntariados.
estableciendo, en algunos casos, objetivos
más ambiciosos. Si bien muchos aspectos Por lo tanto, el Plan quedó como un documento propositivo sin que nadie se sintietécnicos fueron considerados correctara obligado a su observación y cumplimente, como el diagnóstico, la formulamiento. En este contexto, primó la elaboción de objetivos, la focalización y la distriración de planes sectoriales, no coordinabución de roles entre los diferentes niveles
dos ni interdependientes y el Plan pasó al
del Estado y la sociedad, se encontraron
olvido sirviendo únicamente de respaldo
serias dificultades para la implementaal gobierno de turno para avalar ante las
ción. Entre las principales, Rojas (2005) reNaciones Unidas y la comunidad internasalta las siguientes:
103
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
1990, la niñez estuvo presente en la discucional que Bolivia había cumplido con la
sión de la política social y el tema de los deelaboración del Plan de Acción.
rechos se convirtió en la base de las nuevas
Es indispensable mencionar que a mediados
propuestas. Las organizaciones de la sociede la década de los 90, en Bolivia las refordad civil y las ONG que trabajan con los nimas plantearon una oportunidad de camños, niñas y adolescentes asumieron la debio en la manera de hacer políticas sociales
fensa y promoción de los derechos de la nien el proceso de de modernización del Estañez demandando al Estado iniciativas en
do mediante la Reforma Administrativa y la
favor de este sector.
Participación Popular. Se estableció un nuevo lugar para la identificación, priorización, Ejemplos de acciones sectoriales fueron: el
Plan Vida para la Reducción Acelerada de
diseño y gestión de las políticas públicas.
la Mortalidad Materna, Perinatal y del MePese al fracaso del primer Plan Decenal de
nor; el Seguro Nacional de Maternidad y
Acción en favor de la infancia, a partir de
RECUADRO 2.6
Objetivos del Plan Decenal
de Acción para la Infancia
en Bolivia
1. El Plan Decenal para la Infancia tiene como
objetivo central la protección y el desarrollo del niño a través de acciones en los
campos de salud, nutrición, educación,
saneamiento básico y ambiental, así como
proporcionar atención integral a los niños
que se encuentran en circunstancias especialmente difíciles.
2. Asegurar el acceso del niño a los servicios
básicos para su crecimiento y desarrollo,
como una manera de garantizar que sus
derechos, tantas veces rubricados en el
papel, sean efectivamente respetados.
3. Tender a que las acciones provenientes
del Estado, de organizaciones no gubernamentales, religiosas y de otra índole,
prioricen al niño, con el fin de superar políticas inmediatistas y proyectar resultados
a largo plazo.
4. Asegurar que la protección y el desarrollo
de los niños signifique dotar al país de
nuevas generaciones, mejor alimentadas,
más preparadas y con mayores posibilidades de influir e impulsar el crecimiento
y desarrollo integral de la economía y la
sociedad.
5. Disminuir las enormes brechas sociales
que existen en el país para lograr así una
mayor justicia y equidad social.
104
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
6. Considerar al niño como beneficiario central del Plan de Acción no significa verlo
aislado de su contexto. Por el contrario,
las acciones que propone involucran a la
mujer, a la familia, a la comunidad y a las
instituciones. El niño, entonces, se convierte en el punto focal que sintetiza y articula las demandas sociales de los grupos
más marginados y pobres del conjunto de
la sociedad.
7. En cuanto a la mujer, ésta ocupa también
un lugar privilegiado en las acciones que
propicia el Plan. Se reconoce su derecho a
mejores condiciones de vida, de salud, de
educación y de trabajo, en su rol protagónico como madre y ciudadana.
8. Aunque el Plan de acción tiene como población objetivo el niño y la mujer, y pretende que luego de una década de su ejecución estos grupos hayan alcanzado mejores condiciones sociales de manera general, se atenderá preferencialmente a las
poblaciones más carenciadas y pobres del
país, tanto del área rural como urbana.
9. Finalmente, se plantea que el Plan se convierta en un instrumento de las políticas
sociales gubernamentales que sean capaces de involucrar a las instituciones del Estado y a las organizaciones de la sociedad
en general, con un objetivo común: lograr
un desarrollo pleno e integral del niño boliviano en la década de los 90.
Planificación; iii) la tercera etapa en la conNiñez y los Programas de Atención Integral
solidación de la institucionalidad encargaa la Mujer y al Niño, todas políticas sectoda de los asuntos de la niñez se inicia el año
riales de salud orientadas a reducir la mor2002 con la creación del Viceministerio de
talidad materna, infantil y de menores de
Asuntos del Niño, Niña y Adolescente bajo
cinco años. Adicionalmente, se impulsó el
la responsabilidad del Ministerio sin CarteProyecto Integral de Desarrollo Infantil (PIra encargado de Asuntos Campesinos e InDI) y los Centros Integrales de Desarrollo
dígenas, Género y Generacionales; iv) finalInfantil (CIDIS) que, posteriormente, se fumente, el año 2003, se establece el Vicemisionaron en el Programa Nacional de Atennisterio de la Juventud, Niñez y Tercera
ción Integral al Menor de Seis Años (PROEdad (VIJUNTE) bajo el paraguas del MinisNAM-6), cuyos objetivos fueron crear un
terios de Desarrollo Sostenible.
sistema estable e integrado de atención a
niños menores de seis años, promover su
desarrollo integral, reducir las tasas de des“El VIJUNTE tiene la misión de proponer ponutrición, la morbilidad y la mortalidad inlíticas y normas de prevención, protección y
fantil. Sin embargo, estos objetivos estaatención integral a la niñez y adolescencia,
ban desvinculados o poco coordinados
vigilar el cumplimiento del Código Niño, Nicon los ministerios de Salud y Educación.
ña y Adolescentes y apoyar prefecturas, muComo resultado de los vacíos de la normatinicipios en la implementación de servicios a
va relacionada con la niñez y la adolescenfavor de niños, niñas y adolescentes.”
cia, en 1999 se promulgó el actual Código
del Niño, Niña y Adolescente, que intro- Actualmente, el Decreto Supremo 28631 redujo importantes cambios en términos de
glamenta la Ley de Organización del Poder
atención, prevención y protección. El CóEjecutivo del 21 de febrero de 2006. El ardigo propone acciones innovadoras, como
tículo 52 de este decreto determina la crela creación de mecanismos de evaluación,
ación del Ministerio de Justicia, cuya esmonitoreo y seguimiento de las acciones y
tructura jerárquica posee cuatro viceminisrescata como centro el enfoque de dereterios, de los cuales el Viceministerio de
chos. Este último es el cambio fundamenAsuntos de Género y Generacionales se ental, pues implica la adopción de una nueva
cuentra a la cabeza de la Dirección de
posición con relación a los niños, niñas y
Asuntos de Género y Generacionales.
adolescentes, a quienes considera sujetos En síntesis, la revisión de un cuarto de siglo
a de sus propios derechos y actores activos
de paradigmas, discursos, visiones de políde su desarrollo.
tica, programas y políticas públicas orienEn cuanto a la creación de un nuevo marco
tadas al desarrollo de capacidades y cuminstitucional nacional, entre 1993 y 2003,
plimiento de los derechos de niños, niñas y
según un documento de trabajo elaborado
adolescentes plantea la necesidad de: i) esel año 2006 por el Viceministerio de la Jutablecer mayores niveles de coherencia en
ventud, Niñez y Tercera Edad, atraviesa por
las reflexiones teóricas entre el paradigma
cuatro etapas: i) la primera iniciada en
de la niñez y el paradigma de las políticas
1993 con la creación de la Subsecretaría de
orientadas a este grupo; ii) la apropiación
Asuntos Generacionales dependiente de la
social y política de las visiones de políticas
Secretaría Nacional de Asuntos Étnicos, de
públicas que ponen a niños, niñas y adoGénero, Generacionales como parte de las
lescentes en el centro; iii) el aprovechacinco Secretarías Nacionales del Ministerio
miento real de todos los niveles (local, prede Desarrollo Humano; ii) en la segunda
fectural, central) de implementación, diseetapa, los asuntos generacionales pasan al
ño y gestión de las políticas públicas; iv) el
Viceministerio de Asuntos de Género, Gediseño de políticas que, en el marco de la
neracionales y Familia bajo la dependencia
descentralización administrativa, diseñen
del Ministerio de Desarrollo Sostenible y
niveles intermedios de mediación de in105
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
centivos y gestión entre el gobierno central
y los gobiernos locales; v) finalmente, un
diseño de impacto de políticas mediante el
seguimiento de indicadores de avance en
los resultados, cuya base puede radicar en
los indicadores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Este análisis abre nuevas interrogantes acerca de la importancia de los factores de carácter socio-demográfico que incidieron,
paralelamente a las políticas, en las condiciones de desarrollo de las capacidades de
niños, niñas y adolescentes en Bolivia. En
este sentido, resulta indispensable una re-
106
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
visión del cambio demográfico de las últimas décadas y de sus implicaciones para
la “vulnerabilidad social diferenciada” que
plantea nuevos desafíos para la construcción de políticas públicas orientadas a los
niños. Estos aspectos se desarrollan en el
Capítulo 3. El desafío para los próximos
años es avanzar por la senda del desarrollo, dirigiendo los esfuerzos al diseño e implementación de políticas integrales, participativas y sustentables para la familia y la
infancia e incorporando acciones diferenciadas capaces de priorizar los tiempos según las necesidades locales y regionales.
Cambios
demográficos,
territoriales y
migratorios
(1976-2001)
3
D
territorialidad” que revela un proceso de
urante la segunda mitad del
urbanización heterogéneo e implica tamsiglo XX, la sociedad boliviabién una alta diferenciación en la estructuna atravesó un período de
ra poblacional por edad, sexo y dependenprofundas transformaciones
cia económica con las consiguientes reperen su estructura económica,
cusiones en las condiciones de vida de la
social, demográfica y política. Estos campoblación. Tercero, enfatiza la importancia
bios fueron determinantes en la relocalide la migración interna, en especial la ruzación espacial de la población. Durante la
ral-urbana, que jugó un papel muy imporprimera mitad del siglo XX, con una potante en la transformación demográfica y
blación de apenas 1,6 millones de habiconstituye hoy un factor fundamental en el
tantes, el patrón de asentamientos humaproceso de convivencia multicultural en
nos estuvo asociado a la economía de enespacios urbanos y rurales.
clave minero con una red urbana de ciudades ubicadas en la región occidental. Para- Los cambios socioeconómicos y sociodemográficos ocurridos en Bolivia a lo largo del
lelamente, la extensión de la agricultura
siglo XX han generado un nuevo patrón de
determinó la concentración de la poblaasentamientos humanos y ordenamiento
ción trabajadora en el área rural que enterritorial que contribuyó a profundizar el
tonces albergaba tres cuartos de la poblaproceso de diferenciación interna reflejación nacional. Entre 1950 y 2001 la poblado en alarmantes brechas territoriales en
ción creció de 2,7 a 8,3 millones de boliel desarrollo económico y humano (Ledo,
vianos con un consecuente cambio en el
2005). El proceso de urbanización generó,
patrón de asentamiento poblacional. La
entre otros, la proliferación de asentapérdida paulatina de la importancia de la
mientos urbanos marginales con efectos
explotación minera determinó una caída
devastadores en el bienestar de la poblaen la concentración poblacional en el altición, en especial de los niños, niñas y adoplano, que perdió su representación sobre
lescentes. También se ha producido un
la población total del 58% al 42%, mienabandono de las áreas rurales, especialtras que el repunte de las actividades agromente las más dispersas donde la presenpecuarias y agroindustriales, el auge del
cia del Estado ha sido limitada y en algunos
petróleo y la concentración de la inversión
casos inexistente. En este sentido, este capública explican en gran medida la expanpítulo intenta conocer la historia de un prosión demográfica en los llanos, con un inceso de cambio demográfico con fuertes
cremento del 12,6% al 26% sobre el total
repercusiones en la vida de los bolivianos,
de la población. Finalmente, los valles tupues el cambio demográfico puede entenvieron una expansión demográfica con
derse como un proceso dinámico de histouna leve caída de la proporción de poblarias de vida que terminan e historias de vición del 30% al 29% (Ledo, 2005a).
da que comienzan. Así, la vida de miles de
Este capítulo rescata tres aspectos esenciales
familias bolivianas, de millones de habidel cambio demográfico en Bolivia, contantes, de millones de niños, niñas y adocentrando la atención en el período comlescentes se enmarca en un contexto deprendido entre 1976 y 2001. Primero, remográfico heterogéneo y cambiante en
salta la diferenciación territorial que emertiempo y espacio. Si entendemos que pargió del cambio demográfico de las últimas
te de las dinámicas sociales y económicas
décadas, marcada por la coexistencia de
tiene explicación sociodemográfica, vale
“transiciones demográficas” diferenciadas
la pena preguntarse de inicio: ¿qué caracque van más allá de la dicotomía urbanoterísticas tuvo el cambio demográfico en
rural y que explican, en gran medida, las
Bolivia? ¿Se caracterizó por un único padiferenciales de fecundidad y mortalidad
trón de transformación demográfica?
en el país. Segundo, el capítulo centra la
¿Qué elementos de la dinámica permiten
atención en la emergencia de una “nueva
111
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
entender cambios de las estructuras económica y social? ¿Qué elementos de la dinámica demográfica son fundamentales
para entender las últimas tres décadas de
cambios sociales?
Coexistencia de varias
“transiciones demográficas”
Actualmente, en Bolivia coexisten diferentes
momentos de la transición demográfica.
Las áreas rurales dispersas no muestran
disminuciones significativas de sus tasas
de mortalidad infantil ni de fecundidad,
mientras que los centros urbanos mayores
muestran procesos acelerados de disminución de ambos indicadores. Detrás de éstas diferencias se encuentra un patrón común: desde la década de los 70 el país en
su conjunto vive lo que se ha denominado
el período del “bono demográfico”. Según
estimaciones del INE, la composición poblacional actual muestra la imagen de un
país joven con elevadas tasas de dependencia de la población menor de 15 años y
mayor de 60 años; Bolivia saldría de este
bono a mediados del siglo XXI (CEPAL,
2005). Esto quiere decir que desde la década de los 70, el país atraviesa un período
demográfico en el cual la población en
edad productiva o en edad de trabajar supera al total de la población dependiente. A
este período, del cual muchos países desarrollados ya salieron, se denomina comúnmente “la ventana de oportunidad demográfica” o “bono demográfico”, pues
implica altas posibilidades de expandir la
economía y generar ingresos para la población, siempre y cuando se generen las condiciones necesarias para un mercado laboral y productivo capaz de absorber la mencionada mano de obra.
El cuadro siguiente muestra una fotografía
histórica de la situación de Bolivia en términos de la duración esperada del “bono
demográfico”. El cuadro revela que aún
quedan 35 años para aprovechar la oportunidad de la “edad de oro”. Actualmente, la
dependencia económica es elevada: llega
a 80 personas dependientes por cada 100
independientes, siendo la población menor de 15 años la que mayor peso representa dentro de la población dependiente.
El país tiene aún una estructura demográfica esencialmente joven.
Por otra parte, entre las características más
relevantes del perfil demográfico de la población resaltan las aún elevadas tasas de
mortalidad infantil y en la niñez, así como
de la tasa de fecundidad con relación al
continente. Bolivia posee las mayores tasas de mortalidad y fecundidad de la región después de Haití, pese a las mejoras
sustanciales de las últimas décadas en am-
GRÁFICO 3.1 35 años más para aprovechar el “bono demográfico”
Bono Demográfico
100
95
89
90
80
75
80
61
70
59
57
60
50
40
30
20
10
0
1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
2020
2030
2040
2050
Nota: Según estándares de la CEPAL (2005), la tasa de dependencia corresponde al número de personas en edad inactiva
(de 0 a 14 años y mayores de 60 años) por cada cien personas en edad activa (población entre 15 y 59 años).
Fuente: Elaboración propia sobre la base de proyecciones INE (1950-2050).
112
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 3.1
Perfiles sociodemográficos
diferenciados: la brecha
urbano-rural
Existen dos elementos centrales que
ayudan a entender las implicaciones y relaciones de un cambio demográfico diferenciado. El primero tiene que ver con la coexistencia de diferentes etapas de la transición demográfica entre distintas áreas geográficas; el segundo se relaciona más bien
con las cambiantes y nuevas estructuras
poblacionales por edad y sexo que refuerzan la idea de “distintos momentos demográficos”.
La diferenciación de los factores de la transición demográfica (fecundidad, mortalidad,
proceso migratorio) revela la coexistencia de
dos situaciones claramente diferenciadas
para el caso de Bolivia:
La Bolivia rural con cerca de la mitad de sus
pobladores menores de 15 años. En estos
espacios persisten elevados niveles de fecundidad y mortalidad (especialmente la infantil) pese a los descensos ocurridos entre
1976 y 2001, de 7,8 a 6,2 hijos por mujer en
edad fértil y de 140 a 86 niños por cada mil
nacidos vivos respectivamente. Por tanto, se
trata de espacios en etapas iniciales de transición demográfica. Paralelamente, las emigraciones afectan la estructura demográfica
de estos espacios donde los índices de masculinidad son superiores.
La Bolivia urbana donde la fecundidad y
mortalidad (infantil) han descendido considerablemente desde 1976, de 5,2 a 3,6 hijos por mujer en edad fértil y de más de 100
bos indicadores. Sin embargo, esta situación nacional no refleja la compleja diferenciación interna del país en términos de
estructura por edades, sexo, diferenciales
de mortalidad y fecundidad.
Una muestra más compleja de estas diferencias se ilustra en el Gráfico 3.4 que revela
de manera simultánea las tasas de fecundidad y de mortalidad infantil en los nueve
departamentos de Bolivia para el año
a 55 niños por cada mil nacidos vivos respectivamente. El peso de la migración hacia estos centros urbanos influye decisivamente en la estructura por edad y sexo de
la población.
GRÁFICO 3.2 Estructura poblacional por sexo
(1950-2001)
85-+
80-84
75-79
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
0-4
17,0
1976
1992
2001
1950
8,5
0,0
8,5
17,0
GRÁFICO 3.3 Estructura poblacional urbana y rural
(2001)
80 y +
75 a 79
70 a 74
65 a 69
60 a 64
55 a 59
50 a 54
45 a 49
40 a 44
35 a 39
30 a 34
25 a 29
20 a 24
15 a 19
10 a 14
5a9
0a4
Urbano
Rural
16
8
0
8
16
Fuente: Ledo (2005).
2001, distinguiendo sus áreas urbanas y
rurales. El gráfico revela la coexistencia de
por lo menos tres casos altamente diferenciados. Por tanto, resulta evidente la coexistencia de momentos distintos de la
transición demográfica en el territorio nacional. Según datos del INE (2003a,
2003b), las diferenciales de mortalidad y
fecundidad revelan casos como el de Potosí urbano que posee niveles de fecundidad
113
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Tarija U
Chuq. U
Sta. Cruz U
Pando U
Beni U
Cbba. U
La Paz U
Beni R
Tarija R
Oruro U
La Paz R
Pando R
Sta. Cruz R
Chuq. R
Potosí U
Oruro R
Cbba. R
Fecundidad (número de hijos
por mujer en edad fertil)
Potosí R
y mortalidad infantil más elevados que los Mortalidad, fecundidad y
promedios rurales de los departamento de desarrollo humano
Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y La Paz. Algo similar sucede con Oruro urbano cuyos La literatura sobre población y desarrollo
niveles de fecundidad y mortalidad se
(Bay et al., 2003) muestra que son muchos
mantienen en promedio por encima de las
los factores que inciden en la fecundidad,
áreas urbanas de Beni y Tarija. Lo cierto es
entre ellos, la mortalidad infantil y de meque entre los extremos se encuentran Ponores de cinco años. Los factores han sido
tosí rural cuya fecundidad supera los siete
clasificados en directos, indirectos y no
hijos por mujer y una mortalidad infantil
convencionales. Entre los directos los más
de 111 por cada mil nacidos vivos frente a
analizados son la mortalidad infantil, la urSanta Cruz y Tarija (urbanos) con tasas de
banización y el nivel educativo de las muje3,4 y 3,3 respectivamente.
res. Los factores determinantes “directos”
son variables intermedias en el sentido de
GRÁFICO 3.4 Tasa de Mortalidad Infantil y Tasa Global
que los factores culturales, ambientales y
de Fecundidad según departamento y
económicos actúan a través de ellos sobre
área geográfica (2001)
la fecundidad. Los “indirectos” son la nupcialidad, el uso de anticonceptivos, la infecundidad post-parto y el aborto inducido.
Tasa de Mortalidad Infantil
Tasa Global de Fecundidad
(por cada mil nacidos vivos)
(por mujer en edad fértil)
Finalmente, los “no convencionales” se re150
7
140
fieren al proceso de globalización y a cues130
tiones de género, entre otros, cuya discu6
120
110
sión es reciente y, por ello, poco se conoce
5
100
90
aún sobre su peso relativo en la fecundi4
80
70
dad. Estos determinantes pueden tener re3
60
50
percusiones positivas o negativas en la fe40
2
30
cundidad.
1
20
10
En cuanto al desarrollo humano, en un ejer0
cicio simple de regresión lineal entre la tasa global de fecundidad y la tasa de mortalidad en la niñez para 12 países de la región de distinto nivel de desarrollo humaFuente: Elaboración propia sobre la base de INE (2003).
no se observa una relación positiva entre
ambas variables, siendo los países de maGRÁFICO 3.5 Mortalidad en la niñez versus fertilidad
yor índice de desarrollo humano (IDH), como Argentina, Chile y Venezuela, los que
se encuentran en los puntos más bajos del
4,5
ajuste (Paz Arauco, 2005). Países como
4
Paraguay
Honduras
Haiti
3,5
Nicaragua
Haití y Bolivia, con menor IDH, se encuen3
Venezuela
tran más bien en los puntos más elevados,
Perú
2,5
combinando mayores tasas de fecundidad
Argentina
2
Chile
Brasil
R = 0,4117
1,5
con mayores tasas de mortalidad (el ajuste
1
no varía utilizando como variable depen0,5
diente la tasa de mortalidad infantil). La te0
0
20
40
60
80
100
120
oría sobre la economía de los hogares exMortalidad en la niñez (por mil nacidos)
plica esta relación sobre la base de la modelación de decisiones estrictamente raFuente: Elaboración propia sobre la base de UNICEF (2004), para Bolivia ENDSA (2003).
cionales (Hossain, 1990).1
2
1 Una caída de la mortalidad reduce el “precio sombra” (el costo marginal) de la calidad de los niños aumentando su demanda y
creando un ímpetu por reducir la fertilidad.
114
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 3.2
Urbanización acelerada:
¿paradigma o amenaza para
la supervivencia infantil?
ruralidad. Los grandes centros urbanos (La
Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz) ocultan, tras la evidente mejora a nivel global, profundas brechas de inequidad y segregación.
La brecha de la mortalidad infantil y la adolescente entre las ciudades de mayor tamaño es
elevada, revelando la presencia de factores
de riesgo de diversa índole. Esta situación es
particularmente grave en la ciudad de El Alto,
donde el riesgo de muerte de los menores de
20 años es de alrededor de 200 por mil. Según Ledo (2005), entre 1988 y 1997, la probabilidad de muerte entre los niños menores de
dos años ha aumentado en estos centros debido, entre otros factores, a las condiciones
deficientes de habitabilidad y al impacto de la
migración desde contextos muy deprimidos
hacia áreas urbanas periféricas de las grandes ciudades. Esta situación revela la ausencia de políticas orientadas a la mitigación y
previsión en este ámbito.
Pese a la tendencia nacional de reducción
de la mortalidad infantil en los últimos años,
este indicador aún se mantiene en niveles
superiores a la media de América Latina, así
como dentro del país aún se mantienen brechas importantes. Estudios realizados desde
fines de los años 701 revelan que los niveles
más elevados de mortalidad al inicio de la vida se encontraban en los valles; esta situación se modificó a partir de los 90, cuando la
mortalidad infantil más alta se registraba en
el altiplano.
La probabilidad de muerte varía según el
contexto espacial y la región de residencia,
reiterando la fuerte desigualdad interna que
distingue al país; así la mortalidad infantil va
en aumento a medida que se recorre desde
los centros urbanos mayores a zonas de alta
GRÁFICO 3. 6 Probabilidad de muerte en niños menores de dos años
Altiplano
Valles
140
140
120
1988
100
120
1988
100
80
1997
60
40
40
20
20
0
1997
80
60
0
Urbano
Mayor
Urbano
Intermedio
Urbano
Menor
Rural Alto
Total
Urbano
Mayor
Urbano
Intermedio
Llanos
140
Urbano
Menor
Rural Alto
Total
Total
140
1988
120
100
120
1988
100
1997
80
60
40
40
20
20
0
1997
80
60
0
Urbano
Mayor
Urbano
Intermedio
Urbano
Menor
Rural Alto
Total
Urbano
Mayor
Urbano
Intermedio
Urbano
Menor
Rural Alto
Total
Fuente: Elaboración propia sobre la base de INE (2003).
1 Proyecto BOL/78/P01, Políticas de población, Ministerio de Planeamiento y Coordinación, 1984.
115
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Los poblados rurales revelan una situación
especialmente preocupante, sobre todo en
los valles, donde la probabilidad de morir antes de cumplir los dos años es de 143 niños
por cada mil nacidos vivos.
La mortalidad en los centros urbanos intermedios se diferencia según el contexto
ecológico; el altiplano, independientemente
de la edad del niño, niña o adolescente, ocupa el primer lugar. En cambio, las ciudades
intermedias de las regiones del valle y los lla-
nos han logrado reducciones significativas
que se reflejan en mejores condiciones de vida; por ejemplo, las ciudades de Tarija y Bermejo en los valles y de Camiri en los llanos.
En cambio, los niveles de mortalidad infantil
y juvenil en las ciudades del occidente de
Bolivia son preocupantes, particularmente
de las ciudades de Llallagua, Achocalla y Villazón. También se debe resaltar la elevada
mortalidad de la ciudad de Riberalta ubicada
en la región de los llanos.
les superiores a la media regional. Una
Estudios realizados en Bolivia sobre las caucomparación de este indicador entre paísas y determinantes de las diferencias en
ses de la región de distinto IDH revela que
la mortalidad infantil permiten señalar la
a partir de niveles de desarrollo humano
existencia de varios factores (INE, 2003b;
“medio alto” la tasa de fecundidad no paENDSA, 2003). Entre los más analizados,
sa el umbral de los tres hijos (Paz Arauco,
el nivel de educación de la madre es el que
2005). Si bien las ciudades principales
mayores diferencias revela en la probabilipresentan la tasa global de fecundidad
dad de muerte de los niños. Los hijos de
más baja, por ejemplo las mujeres que vimadres sin escolaridad tienen una probaven en la ciudad de La Paz tienen una tasa
bilidad de morir antes de cumplir los cinco
de 2,7 hijos por mujer; con niveles similaaños de 128 versus 37 por mil en el caso de
res se encuentran las mujeres en la ciudad
hijos de madres con educación superior.
de Cochabamba; en la ciudad de Santa
Los hijos de madres con nivel de escolariCruz, que se ubica en la región de los lladad primaria mueren a una razón de 81
nos, la tasa es algo mayor alcanzando un
por mil, mientras que para los hijos de mapromedio de 3,5 hijos por mujer en edad
dres que han culminado la secundaria la
fértil; la ciudad de El Alto rompe la tendentasa es de 47 por mil nacidos vivos. Adiciocia con 4,2 hijos por mujer.
nalmente, Ledo (2005) revela la existencia
de diferencias importantes según el grado Según varios estudios (INE, 2003b; Ledo,
2005a), la fecundidad debe ser entendida
de pobreza y marginación de los hogares.
como una consecuencia de varios factores,
En los hogares pertenecientes al quintil inentre ellos: i) la escolaridad alcanzada por
ferior de riqueza, más de 105 niños por calas mujeres por ejemplo las mujeres sin
da mil nacidos vivos no sobreviven más
años de escolaridad tenían para 2003 una
allá de los cinco años, mientras que entre
tasa de fecundidad de 6,8 hijos, esta tasa
los hogares más ricos esta magnitud es inpara las mujeres con educación primaria
cluso inferior a la del grupo de mujeres con
era de 4,9 hijos frente a 2,7 y 2,1 en mujeeducación superior. Finalmente, la mortares con educación secundaria y superior
lidad infantil también varía según la condirespectivamente. ii) El quintil de riqueza
ción migratoria de la madre; en efecto, la
en el que se encuentran los hogares: en
mortalidad de niños y niñas cuyas madres
2003, las mujeres pertenecientes al quintil
son nativas es menor en las zonas urbanas
de riqueza inferior tenían en promedio sieque la de hijos de madres inmigrantes.
te hijos frente a un promedio de dos para
En cuanto a la tasa global de fecundidad
mujeres pertenecientes al quintil superior.
(TGF), pese al significativo descenso de las
No es casual que la tasa global de fecundiúltimas décadas, aún se mantiene en nive116
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Hijos por mujer en edad fértil
nes de vida y supervivencia de los niños
dad sea más elevada en Potosí y Chuquisaen Bolivia, es importante describir breveca donde, según el PNUD (2004), los IDH
mente las tendencias de la fecundidad,
eran los más bajos a nivel departamental
pues la teoría de la transición demográfi(0,514 y 0,563 respectivamente). Según
ca establece, entre otros elementos, la
Ledo (2005) la heterogeneidad social que
existencia de una relación entre mortalicaracteriza al país queda también expresadad y fecundidad (Chesnais, 1986).2 Los
da en marcadas diferencias de fecundidad
según estratos socio-ocupacionales. Así, la
“factores directos” de la fecundidad de los
brecha entre el estrato de directivos y proque se posee información han tenido una
fesionales versus el estrato de trabajadores
tendencia casi estática en los últimos 25
agrícolas varía entre cuatro y cinco hijos.
años: la edad mediana de la primera
iii) La condición migratoria de las mujeres
unión se mantuvo alrededor de los 21
es también un factor que revela diferenciaaños y la edad mediana de la primera reles en la tasa de fecundidad. Las mujeres
lación sexual alrededor de 18,6 años
inmigrantes de retorno tienen alrededor
(INE, 2003); sin embargo, el porcentaje
de tres hijos en promedio en las ciudades
de mujeres unidas tuvo una tendencia lemayores, pero a mayor presencia rural de
vemente decreciente entre 1989 y 1998
la residencia de los hogares el número mepasando del 62% al 59%.
dio de hijos aumenta, llegando a cinco en Es posible que cambios en otros factores halas áreas rurales; en contraste, con seis a
yan incidido en la variación de la tasa glosiete hijos entre las mujeres rurales no mibal de fecundidad. Por ejemplo, en cuanto
grantes e inmigrantes antiguas que declaa los “factores indirectos”, el país vivió en
raron haber tenido 7,1 hijos.
los últimos años un incremento importanPese a que la información disponible es insute de la proporción de la población en áreficiente para explicar las causales tanto de
as urbanas, una reducción de la tasa de
los niveles de fecundidad como de las tenmortalidad infantil y en la niñez y un credencias, las variables mencionadas evicimiento importante del nivel educativo
dencian diferencias en las pautas reprode las mujeres. Estos cambios habrían inductivas según grupos sociales. Entre 1979
cidido de alguna manera en la reducción
y 2003, la tasa global de fecundidad (TGF)
observada de la tasa de fecundidad a nivel
a nivel nacional se redujo de 6,2 a 3,8 hijos
nacional.
por mujer en edad fértil, la reducción se
dio principalmente en las áreas rurales. En GRÁFICO 3.7 Tasa global de fecundidad según región
ecológica y área geográfica 1979-2003
áreas rurales, la TGF disminuyó de 7,8 hijos por mujer en 1976 a 6,3 en 2001. En las
zonas rurales, la TGF es de alrededor de
7
Total
cinco hijos por mujer en los espacios rura6
Altiplano
les amanzanados y 6,3 en las zonas rurales
5
dispersas. El 2003, las diferencias según
Urbano
4
área geográfica se mantenían alrededor de
Valles
3
tres hijos por mujer en edad fértil. Las difeRural
2
rencias en la fecundidad reflejan las inLlanos
1
equidades de acceso a información, a ser0
vicios de salud sexual y reproductiva pero
1979
1984
1989
1994
1998
2003
también reflejan preferencias culturales diNota: El indicador corresponde al trienio anterior a cada encuesta, excepto para 1979 y 1984
ferenciadas en la decisión de tener hijos.
que se basa en información de los quinquenios anteriores.
Antes de entrar al análisis de las condicio- Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENDSA, 1989-1994-2003.
2 Bolivia está clasificado como país en “transición demográfica incipiente”, junto a países con alta natalidad y mortalidad, con un
crecimiento natural moderado, del orden del 2,5%. Los países de este grupo tienen una estructura por edades muy joven y una
alta relación de dependencia económica.
117
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Es importante considerar que la reducción
de la fecundidad estuvo relacionada con el
proceso de urbanización. Al respecto, Berman y Rzakhanov (2000) mencionan la
existencia de un “proceso de asimilación”
referido a la adopción de las tasas de fecundidad del lugar de destino de las mujeres migrantes. Otro aspecto que cobra relevancia es que entre 2000 y 2001 nacieron alrededor de 10 mil bebés de madres
adolescentes: el 19% de las adolescentes
de 15 a 17 años declaró al Censo ser madre. La maternidad en la adolescencia comienza a temprana edad (15 años) y se
concentra en las ciudades de mayor tamaño, aunque casi la mitad de los nacimientos ocurridos en el año 2000 se produjeron en las zonas rurales. Esto significa que
la fecundidad adolescente ha aumentado
pese a la baja generalizada de las tasas de
fecundidad.
Una “nueva territorialidad” detrás
de los cambios demográficos
Durante el siglo XX, la población de Bolivia
creció de 1,6 millones de habitantes en
1900 a 8,3 en 2001. La población urbana,
que apenas alcanzaba 226 mil habitantes
en 1900 y representaba el 14% de la población nacional se expandió hasta llegar a
5,2 millones (60%) el año 2001. Las zonas
urbanas incrementaron su importancia
GRÁFICO 3.8 Expansión demográfica en Bolivia según
área geográfica (1900-2010)
11,0
10,0
Millones de habitantes
9,0
Total
8,0
7,0
6,0
Urbano
5,0
4,0
Rural
3,0
2,0
1,0
0,0
1900
1925
1950
1976
1992
2001
2010
demográfica hasta concentrar dos terceras
partes de la población boliviana el año
2001.3 Este predominio urbano se ha caracterizado por el crecimiento acelerado
de varios centros urbanos, por la concentración de la población y por la oferta de
bienes y servicios en las cuatro ciudades
mayores. La urbanización ha significado
modificaciones en las estructuras económicas, políticas, sociales y culturales (Quijano y Singer, 1975). Empezando el siglo
XXI, se advierte que las transformaciones
demográficas han tenido, en cierto sentido, consecuencias negativas en el bienestar de las familias, en especial en los niños,
niñas y adolescentes. Entre las consecuencias más importantes resaltan la vulnerabilidad y el carácter excluyente de la base
económica, la fragmentación y la polarización social y el marcado crecimiento de la
pobreza (Coraggio y Ziccardi, 2000). El
Gráfico 3.8 muestra que el crecimiento urbano se aceleró especialmente alrededor
de mediados de los años 70; a partir de
2001 se prevé una importante intensificación de la expansión urbana ampliando
aún más la brecha del crecimiento entre
áreas urbanas y rurales.
En términos de desarrollo humano, la urbanización no ha significado per se mayor
desarrollo; la pobreza se ha trasladado a
las zonas urbanas y las ciudades se han
convertido en muchos casos en escenarios
de exclusión y desigualdad. El patrón inequitativo de desarrollo se ha profundizado, la distribución del ingreso es más concentrada y desigual que en los años 70 (Ledo, 2005). El empobrecimiento de las familias y las diferencias producidas por la
multiculturalidad de las ciudades están
agravando las patologías sociales. En este
sentido, las ciudades bolivianas se han
convertido en espacios de reproducción y
profundización de desigualdades económicas, culturales, políticas y sociales; todo
ello en el marco de una creciente vulnerabilidad, segregación y exclusión social.
Fuente: Ledo (2005).
3 El predominio rural estuvo vigente hasta los años 90, pues el país en su conjunto ingresó al siglo XXI con un absoluto predominio
urbano (62%).
118
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
CUADRO 3.1 Distribución y crecimiento de la población en el siglo XX
según piso ecológico y área geográfica
Regiones
Departamentos
1900
Distribución porcentual con relación al total nacional
1950
1976
1992
2001
ALTIPLANO
51,3
Altiplano urbano
7,9
Altiplano rural
43,5
VALLES
36,1
Valles urbano
4,2
Valles rural
31,9
LLANOS
12,5
Llanos urbano
1,7
Llanos rural
10,8
Total
100
Urbano
13,8
Rural
86,2
Población total 1.633.442
57,5
23,3
34,3
30,2
9,2
21
12,3
5,4
6,9
100
26,2
73,8
2.704.165
52,7
22,6
30,1
27,5
9,2
18,3
19,8
10
9,8
100
41,7
58,3
4.613.486
45
25,4
19,5
28,9
13,8
15,1
26,1
18,3
7,8
100
57,5
42,5
6.420.792
41,7
24,5
17,2
28,7
15,9
12,8
29,5
21,9
7,6
100
62,4
37,6
8.274.325
19001950
1,2
3,2
0,5
0,6
2,6
0,2
1
3,3
0,1
1
2,3
0,7
Tasa de crecimiento
1950 19761976
1992
1,7
1,1
1,9
2,9
1,6
-0,7
1,7
2,5
2
4,9
1,5
0,9
3,9
4
4,4
6,2
3,4
0,7
2
2,2
3,8
4,3
1,1
0,1
Nota: Tasa de crecimiento exponencial: N(t)= N(0)*e t, r = r/t * ln (N (t)/N(0)
Altiplano: La Paz, Oruro y Potosí. Valles: Cochabamba, Chuquisaca y Tarija. Llanos: Santa Cruz, Beni, Pando.
Fuente: Elaboración propia sobre la base de censos poblacionales: 1900-1950-1976-1992-2001.
El crecimiento urbano se caracterizó por la
da: a lo largo del siglo XX la región albergó
falta de uniformidad dentro del territorio
a un cuarto de la población urbana bolivianacional, característica que se explica, enna, su ritmo de crecimiento urbano fue sutre otros elementos, por las modificacioperior al 4% desde 1992 y continúa hasta
nes del patrón de desarrollo y la gran diver2001.
sidad étnica, cultural y ecológica, aspectos En la segunda mitad del siglo XX, Bolivia tuque contribuyeron a un crecimiento altavo un crecimiento urbano vertiginoso del
mente diferenciado (Cuadro 3.1). Por una
orden del 4% anual, fuertemente concenparte, en el altiplano, la paulatina pérdida
trado en pocas ciudades: tres cuartas parde importancia de la actividad de explotates de los habitantes urbanos viven en sieción de minerales explica la tendencia deste ciudades de más de 100 mil habitantes;
cendente de su crecimiento, la población
la cuarta parte restante reside en 151 cenrural disminuyó su importancia relativa en
tros urbanos. Por lo tanto, concentración y
24 puntos porcentuales durante el siglo
dispersión son características que sintetiXX. En los llanos se produjo un acelerado
zan el proceso de urbanización en Bolivia.
crecimiento urbano debido al repunte de Las modificaciones del patrón de asentalas actividades extractivas, la bonanza pemientos humanos se explican, en parte,
trolera y la concentración de las inversiopor las condiciones socioeconómicas del
nes públicas, entre otros factores. Esta relugar de origen y por acciones en materia
gión albergaba en 2001 al 35% de la poblade política económica. Por ejemplo, del pación total. El ritmo de crecimiento demotrón de ocupación del territorio Norte-Sur
gráfico fue del orden del 7% anual en 1950
vigente durante el auge de la actividad de
y del 5% en 2001, muy por encima de la
explotación de minerales se pasó a un momedia nacional (2,7%) y del crecimiento
delo Oeste-Este, que se profundizó a partir
urbano (3,6%). En los valles se advierte
de la década de los 90 y prevalece hasta
una evolución demográfica más equilibrahoy.
119
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
19922001
1,9
2,3
1,4
2,7
4,3
1
4,1
4,7
2,4
2,7
3,6
1,4
GRÁFICO 3.9 Distribución de la población por edad,
según grado de urbanización (2001)
100
90
80
70
60
Más de 65 años
50
entre 15 y 64 años
40
30
menos de 14 años
20
10
0
Urbano
Mayor
Urbano
Intermedio
Urbano
Menor
Rural
Total
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 2001.
En los centros urbanos mayores y las ciudades intermedias se produjo la concentración más importante en la población de 15
a 64 años, grupo de edad potencialmente
activa, este grupo supera hoy el 58%. Los
centros rurales y las ciudades de menor tamaño concentran un mayor peso de la población mayor de 65 años, el 7% frente a un
promedio del 5% a nivel nacional y proporciones que no sobrepasan el 4% en las ciudades de mayor tamaño. Estos resultados
muestran la alta correlación entre el tamaño
de las ciudades y la estructura demográfica,
marcando perfiles socio-demográficos claramente diferenciados: los centros urbanos
grandes y las ciudades intermedias y las ciudades pequeñas y las localidades rurales.
Durante la primera mitad del siglo XX, el patrón de asentamientos humanos estuvo
asociado a la economía de enclave minero
y a una red urbana de ciudades ubicadas
en la región del occidente de Bolivia. El
predominio de la economía minera y la extensión de la agricultura determinaron el
carácter predominantemente rural de la
población boliviana:4 en 1950 casi el 75%
de los bolivianos vivía en algún contexto
rural (Cuadro 3.3). Entre las principales características del corredor minero resalta la
primacía urbana de la ciudad de La Paz,
junto a una red de ciudades, Oruro y Potosí, vinculadas de manera directa a las actividades de explotación de minerales. Bajo
el impulso del Estado se generó una fuerte
concentración de infraestructura y de
bienes para el consumo colectivo alrededor de la minería (red de transportes, comunicaciones, centros de formación profesional, centros educativos e infraestructura de saneamiento básico); este hecho
contribuyó al continuo desplazamiento de
productos y de mano de obra a la región.
El ranking de las ciudades de mayor tamaño
del país (Cuadro 3.2) muestra los cambios
en la jerarquía urbana nacional entre los
censos. La etapa inicial del proceso de urbanización se caracterizó por la concentración demográfica en la ciudad de La
Paz; esta primacía se modificó significativamente a partir de 1976 y fue superada
por Santa Cruz el año 2001. Por lo tanto,
se trata de un modelo que involucra cuatro ciudades de más de medio millón de
habitantes.
CUADRO 3.2 Bolivia: ranking de jerarquía de las ciudades demayor tamaño 1950-2001
Ranking
1
2
3
4
5
1950
La Paz 268.950
Cochabamba
74.819
Oruro
62.975
Potosí
45.758
Santa Cruz
42.746
Número de habitantes y ranking de ciudades de mayor tamaño
1976
1992
2001
La Paz
539.828
La Paz 713.378
Santa Cruz 1.116.059
Santa Cruz
254.682
Santa Cruz 697.278
La Paz
789.585
Cochabamba
204.684 Cochabamba 407.825
El Alto
647.350
Oruro
124.213
Oruro 405.492 Cochabamba
517.026
El Alto
95.455
El Alto 183.422
Oruro
201.230
Fuente: Elaboración propia sobre la base de los censos poblacionales 1950, 1976, 1992 y 2001.
4 El complejo mina/beneficio de Pulacayo-Huanchaca prácticamente duplicó su población entre 1870 y 1900: creció de 2.895 a
7.635 habitantes. En ese mismo período, la población de Colquechaca creció rápidamente y se elevó al rango de ciudad. Cf. Mitre
(1981).
120
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
tre 20 y 249 mil habitantes; iii) centro urVarios hechos históricos explican el predobano menor, corresponde a localidades de
minio de la ciudad de La Paz, probableentre dos y 19 mil habitantes; iv) la cuarta
mente el más importante sea su condicategoría agrupa localidades con menos
ción de sede de gobierno que atrajo las
de 2.000 habitantes y ha sido subdividida
corrientes migratorias del país. Por ejemen función de su condición de concentraplo, la masiva inmigración de mineros coción poblacional en rural amanzanado y
mo respuesta a la crisis de 1929 o los
rural alto o rural disperso.
acontecimientos posteriores a la guerra
del Chaco que movilizaron a muchos po- El Gráfico 3.10 y el Cuadro 3.3 revelan que
el proceso de urbanización se ha caractebladores que se instalaron en La Paz y no
rizado por una redistribución de la poblaregresaron a su lugar de origen. Por otra
ción que implicó desde 1992 una concenparte, la crisis del latifundio en los valles
tración de la población en los centros urfue un detonante importante de la inmibanos mayores y una despoblación del
gración campesina; el tamaño de su poárea rural caracterizada por un creciblación aumentó de manera acelerada
miento promedio apenas superior al 1%
entre 1928 y 1935, la ciudad de Cochaen el último período intercensal y una exbamba prácticamente duplicó su número
de habitantes.
Con relación a los factores de origen econó- GRÁFICO 3.10 Bolivia: distribución de la población según
mico, la minería perdió paulatinamente
grado de urbanización (1950-2001)
importancia debido a la crisis internacional de los precios de los minerales que re- 100
42,5%
71,1%
37,6%
56,5%
Centro Urbano
percutió negativamente en las principales 90
Mayor
80
Centro Urbano
actividades y funciones de la minería. La
Intermedio
70
Paz recibió grandes contingentes poblacio- 60
Centro Urbano
8,6%
Menor
8,0%
nales de su propio contexto ecológico así 50
16,8%
14,9%
Rural
9,4%
como de otras regiones del país. El conjun- 40
37,1%
34,6%
30
16,9%
to de hechos mencionados contribuyó a 20 9,4%
17,1%
otorgar un predominio demográfico hege- 10 9,5%
9,9%
0
mónico a la ciudad de La Paz en la estruc1976
1992
1950
2001
tura urbana nacional. Poco a poco, se fueron gestando desde el Estado mecanismos Fuente: Elaboración propia sobre la base de los censos demográficos 1950-1976-1992-2001.
de transferencia de los recursos generados
en la minería para potenciar el desarrollo
en el oriente de Bolivia, cuyo crecimiento CUADRO 3.3 Expansión demográfica según grado de
urbanización
demográfico modificaría el modelo de organización del territorio.
Tamaño de los centros
Tasa de crecimiento %
Para analizar esta situación en el presente In1950 -1976
1976 -1992
1992-2001
forme se han utilizado cinco categorías
Centro urbano mayor
4,16
6,75
3,47
que agrupan localidades en función al número de habitantes y el grado de concenCentro urbano intermedio
4,27
1,31
4
tración de los asentamientos humanos.5 La
Centro urbano menor
2,06
1,08
3,52
clasificación abarca las siguientes categoríTotal urbano
3,64
3,98
3,62
as: i) centro urbano mayor, incluye a las
Rural
1,19
0,26
1,42
ciudades de más de 250 mil habitantes; ii)
Total
2,07
2,14
2,74
centro urbano intermedio, contiene a loca- Fuente: Elaboración propia sobre la base del Censo Demográfico 1950 y CNPV, 1976-1992-2001.
lidades cuyo rango de población oscila en5 En la tipología del grado de urbanización se incluyen varios asentamientos humanos: aldeas de pescadores, campamentos mineros, haciendas ganaderas, plantaciones, explotaciones agrícolas, caseríos, villas, pueblos y ciudades.
121
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
pansión significativa de los centros urba- La expansión de los
nos intermedios y menores, que crecie- grandes centros urbanos
ron en la década de los 90 a una tasa mayor al promedio anual. Como resultado La Paz, Santa Cruz, El Alto y Cochabamba se
han mantenido desde 1992 como las cuade la expansión urbana acelerada, el año
tro ciudades más grandes del país, con al2001, 75% de los bolivianos se distribuígunos cambios de jerarquía a través del
an entre los centros urbanos mayores (las
tiempo. Estos centros urbanos mayores
ciudades de La Paz, El Alto, Santa Cruz y
se caracterizan por ser capitales de deparCochabamba) y las localidades rurales
tamento, por concentrar tres cuartas parmás dispersas.
RECUADRO 3.3
¿Mayor expansión demográfica,
mayor índice de desarrollo de
los niños?
El crecimiento demográfico y el tamaño de
los centros urbanos en Bolivia han sido diferenciados; las ciudades que se expandieron
a un mayor ritmo en los últimos años, desde
1992, están clasificadas en las últimas posiciones del Índice de Desarrollo de la Infancia
Niñez y Adolescencia (IDINA) de la lista de los
cuatro centros urbanos. El Alto es, sin lugar
dudas, la ciudad que menor grado de cumplimiento de derechos de los niños, niñas y
adolescentes revela; es evidente la relación
con los niveles de pobreza más intensificados en este centro urbano.
Un segundo elemento importante de mencionar es la diferencia entre el logro del cumplimiento de derechos dentro de cada centro
urbano, que revela una situación de atención
poco equilibrada entre derechos de diversa
índole. En Santa Cruz, por ejemplo, la capacidad económica de los hogares que habitan
los niños clasifica a Santa Cruz en la cuarta
posición a nivel municipal; sin embargo, en
cumplimiento de derechos educativos Santa
Cruz está a la cola de los cuatro centros urbanos. Algo similar ocurre en El Alto, donde
el grado de cumplimiento de derechos educativos de los niños ocupa la segunda posición municipal, frente al puesto 65 en derechos de salud (esta situación se refleja claramente en la tasa de mortalidad en al niñez).
Las ciudades de La Paz y Cochabamba parecieran registrar menos desigualdades en el
cumplimiento de derechos de diferente tipo;
sin embargo, existen otros elementos relacionados con el proceso de urbanización
que revelan desigualdades, un ejemplo lo
constituyen las diferencias en el área metropolitana en Cochabamba y el proceso de segregación residencial en la ciudad de La Paz.
CUADRO 3.4 Expansión demográfica y condición de desarrollo de los niños
Variables demográficas
Ciudad
Tasa de
Tasa
Tasa de
crecimiento
global de
mortalidad
1992-2001 % fecundidad* en la niñez**
La Paz
1.1
2.7
51.2
El Alto
5.1
4.2
62.1
Cochabamba
2.6
3.1
50.6
Santa Cruz
5.1
3.6
41.7
Bolivia
2.7
4.4
64.8
Ranking municipal
IDINA*** IDINA
0.784
4
0.650
27
0.824
1
0.713
11
IDINA
Salud
5
65
3
7
IDINA
IDINA
IDINA
Cap
Educación Habitabilidad Económica
16
4
12
2
29
20
7
11
1
26
45
4
Fuente: Elaboración propia sobre la base de UDAPE (2005).
Nota: * Hijos por mujer en edad fértil. ** Niños y niñas menores de cinco años fallecidos por cada mil nacidos vivos.
*** Índice de desarrollo de la infancia, niñez y adolescencia.
122
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
tes de la producción nacional,6 por acoger GRÁFICO 3.11 Distribución de la población en centros
urbanos mayores 1900-2001
a dos terceras partes de los habitantes urbanos de Bolivia y una tercera parte de los
niños, niñas y adolescentes. También re- 100
Santa Cruz
19,4%
23,7%
18,3%
18,7%
16,8%
salta su expansión demográfica acelera- 90
21,1%
18,2%
69,6%
da, superior al promedio nacional, que al- 80 59,1%
La Paz
70
49,3%
canzó una magnitud del 3,5% entre 1992 60
32,1%
25,7%
El Alto
y 2001. Estos centros urbanos ocultan 50
40
tras la explosión demográfica acelerada 30
36,4%
Cochabamba
31,4%
particularidades de segregación y exclu- 20
23,3%
17,2%
10
sión social.
11,0%
0
Durante la primera mitad del siglo, la pobla1900
1950
1992
2001
1976
ción de la ciudad de La Paz creció a una ta- Fuente: Censo Demográfico 1950 y CNPV 1976, 1992 y 2001.
sa promedio del 3,2%; su ritmo de crecimiento se fue atenuando hacia la última
do una importancia relevante en el nuevo
década del siglo XX hasta alcanzar una tacorredor, su crecimiento fue moderado,
sa del 1,1%. Cochabamba tuvo un creciaunque se expandió a un ritmo que duplimiento importante entre 1950 y 1992 con
ca el crecimiento de La Paz entre 1976 y
una magnitud de alrededor del 4% anual
2001.
reduciendo su dinámica demográfica al
2,6% en la última década. Santa Cruz tuvo La expansión demográfica de los centros urbanos tuvo como resultado diferencias imuna dinámica incontestable a partir de
portantes en los indicadores de desarrollo
1950, con un crecimiento que osciló entre
de los niños, niñas y adolescentes. No toel 6,9% y el 5,1%, con una tendencia dedos los centros urbanos mayores poseen
creciente. Entre 1976 y 1992, El Alto crelas mismas condiciones de acceso a los
ció a una tasa del 9,5% compartiendo el
servicios básicos, tampoco se caracterizan
primer lugar en crecimiento con la ciudad
por un cumplimiento homogéneo de los
de Santa Cruz (5,1%). Esta dinámica dederechos fundamentales de los niños (Reterminó una redistribución de la poblacuadro 3.4). Estas diferencias dentro del
ción urbana en los centros mayores desgrupo se acentúan por la variabilidad en el
plazando el primer lugar de La Paz incongrado de cumplimiento de los derechos
testable hasta 1992 con una nueva distripor grupos de edad así como por áreas.
bución (Gráfico 3.11)
Como resultado de esta dinámica demográ- En el altiplano, El Alto casi quintuplicó el número de sus habitantes entre 1976 y 2001,
fica se estableció un nuevo patrón de ocumientras que el crecimiento de La Paz fue
pación del espacio a partir de 1952 que
descendente hasta alcanzar el 1% anual (el
determinó que Cochabamba, por situarse
crecimiento más bajo de su historia). En
entre La Paz y el nuevo polo de la econolos llanos, Santa Cruz tuvo una expansión
mía, Santa Cruz, asumiera funciones caacentuada desde los años 50. En la confida vez más importantes. De esta manera,
guración espacial descrita está representaademás de las tradicionales funciones de
da al menos una ciudad de cada contexto
abastecimiento de productos agrícolas y
ecológico. El 2001, la clasificación de los
fuerza de trabajo, Cochabamba desarrocentro urbanos mayores situó a Santa Cruz
lló actividades ligadas al transporte y la
en el primer lugar, a La Paz en el segundo,
comercialización, constituyéndose en
a El Alto en el tercero y Cochabamba queuna suerte de núcleo articulador del mer7
dó relegada al cuarto lugar.
cado interno. Cochabamba sigue tenien6 Actualidad Estadística Nº 200: INE, abril 2001. En 1998, el Producto Interno Bruto (PIB) a valores básicos alcanzó a 19,8 mil millones de bolivianos de 1990, de los cuales, 14,4 mil millones de bolivianos correspondieron al eje troncal y representaron el 72,76%
de la producción nacional.
7 Véase al respecto Laserna, Roberto, Espacio y sociedad regional, Ed. CERES, Cochabamba, 1984.
123
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Altiplano
En el altiplano, las ciudades de La Paz y El Alto tuvieron un importante dinamismo. La
Paz como sede de gobierno desde 1879,
con la centralidad del aparato del Estado
que incidió en los procesos políticos, socioeconómicos y culturales del país, representa un canal de relación con el sistema
económico internacional y centraliza la
prestación de servicios de consumo colectivo. La ciudad de El Alto, ubicada sólo a 12
kilómetros de La Paz, es una ciudad joven
pero muy dinámica pues en 10 años ha pasado a ocupar el tercer lugar de las ciudades más importantes de Bolivia.
La Paz, ubicada entre los 3.250 y los 4.100
metros sobre el nivel del mar, es una ciudad multiétnica donde conviven inmigrantes de origen aymara, guaraní, quechua y
algunos descendientes de europeos. Al inicio del siglo XX, La Paz albergaba una cuarta parte de los habitantes urbanos residentes en el territorio boliviano; en 1955 la
proporción subió al 41%, ratificando su
primacía urbana. Su tamaño era entonces
cuatro veces mayor que la segunda ciudad,
Cochabamba, y alrededor de seis veces
más grande que la quinta, Santa Cruz. En
1535, alrededor de 1.500 habitantes indígenas ocupaban la ciudad de La Paz; en
18258 no superaba las 55 mil personas.
Hasta entonces se había reproducido el
mismo modelo segregativo de ocupación
del espacio heredado de la Colonia: los terrenos de mayor pendiente, en especial las
laderas oeste y norte (actuales barrios de
Chijini, Gran Poder y Tembladerani, entre
otros) eran ocupados por los indígenas,
mientras que los sectores de mayor poder
económico ocupaban las áreas planas.
En la ciudad fueron formando bolsones de
riqueza y de pobreza que marcan la diferenciación sociocultural y socioeconómi-
ca intraurbana; como resultado la ubicación de viviendas en villas y laderas se
constituye en un ejemplo de exclusión y
discriminación. El ritmo de crecimiento
de la población urbana durante sus cuatro
primeros siglos fue lento. Entre 1976 y
2001, el crecimiento demográfico fue modesto y se redujo del 1,8% al 1,1% entre el
primer y el segundo período intercensales. Finalmente, es importante mencionar
que el descenso del ritmo de crecimiento
demográfico de la ciudad de La Paz se explica por una mayor emigración de sus pobladores y por un efecto combinado de
crecimiento de las ciudades ubicadas en
su región metropolitana, especialmente El
Alto. Las laderas son el más nítido ejemplo
de la exclusión y discriminación pues son
el lugar de residencia de la gran mayoría
de la gente pobre. Este mecanismo de segregación tiene larga data y, pese a la modernización de las estructuras municipales, el carácter segregativo de sus acciones
perpetúa y profundiza la diferenciación y
la exclusión social y espacial (Blanes,
1998).
A raíz de la migración hacia la ciudad de La
Paz se conformó un conglomerado de
asentamientos humanos en la plataforma
que bordea la ciudad donde en 1994 se
fundó la ciudad de El Alto. Entre 1976 y
2001, esta ciudad aumentó siete veces su
tamaño, alcanzando en 2001 los 650 mil
habitantes, pese a que su crecimiento demográfico descendió del 9,5% en el primer período intercensal al 5,1% en el segundo. También es importante destacar el
mayor ritmo de crecimiento entre las mujeres en comparación con los hombres,
coincidiendo con la característica de un
mayor índice de feminidad en áreas urbanas. Como resultado, la composición de
las poblaciones de La Paz y El Alto incrementó la proporción de mujeres y redujo la
8 Es interesante advertir en las estadísticas de la época una clara diferenciación entre indígenas y criollos como describe Morales en
su libro: luego de la fundación, en 1586, se registraron 260 españoles y 5.820 indígenas haciendo un total de 6.080 habitantes.
Después de 64 años, en 1650, el censo levantado por Fabián Angulo dio una población total de 8.414 habitantes, cifra que se desglosaba en 414 españoles, 1.000 mestizos y 7.000 indios ocupando 88 hectáreas. En el segundo siglo de la formación colonial, La
Paz había tomado bastante impulso y su población se calculaba, en el año 1780, en 53 mil habitantes, entre blancos, mestizos e
indios, siendo estos últimos unos 20 mil. La población el año 1831 era de 30.463 habitantes, el año 1845 llegaba a 42.842 habitantes y finalmente en 1886 a 54.894 habitantes.
124
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
viendas se traducen en niveles angustiande hombres, el índice de feminidad es aún
tes de pobreza y deterioro de la calidad de
más elevado en la ciudad de La Paz.
vida. Más de cuatro de cada cinco hogares
El Alto agrupa a las extensas zonas del Aeroresidentes en la ciudad de El Alto viven en
puerto, Villa Tunari y Villa Adela, entre
condiciones de pobreza. Esto significa que
otras. El 2001, poseía un Índice de Deslos miembros de esos hogares, sean niños
arrollo Municipal de 0,638 ocupando el
o adultos, aun destinando la totalidad de
puesto 38 del ranking municipal nacional y
los ingresos familiares a la alimentación,
el segundo puesto, después de la ciudad de
no cubren sus requerimientos alimentaLa Paz, a nivel departamental (PNUD,
rios de manera adecuada. El ingreso per
2004). El efecto combinado de elevada fecápita en dólares de poder adquisitivo es
cundidad y alta inmigración explica en
tres veces menor al de la ciudad de La Paz
parte su vertiginoso crecimiento demográ(1.130 versus 3.271) y también más bajo
fico; la tasa de migración positiva, a difeque los valores registrados en las ciudades
rencia de la ciudad (expulsora) de La Paz, lo
de Oruro y Potosí.
confirma. Varios estudios sobre migraciones hacia las ciudades de La Paz y El Alto En síntesis, la expansión demográfica de
ambas ciudades se ha producido en un
demuestran que el origen de los inmigranproceso de alta segregación y marginalites se concentra en las áreas más deprimidad. Se ha demostrado que existió un indas de su propio contexto ecológico, especremento poblacional sin precedentes en
cialmente Oruro y Potosí. Este aspecto cola ciudad de El Alto y una relativa atenuabra mayor intensidad a partir de la segunción en el área de la ciudad de La Paz. Han
da mitad de la década de los 80, después
proliferado asentamientos en áreas de alto
del cierre de las empresas de la Corporariesgo de habitabilidad en las zonas de las
ción Minera de Bolivia (COMIBOL). Muladeras, lo que genera alta vulnerabilidad
chos ex mineros eligieron la ciudad de La
de sus habitantes.
Paz, concretamente El Alto, como refugio a
la trama de desolación y desempleo en la
que se encontraban.9 La característica de Llanos
“ciudad de migrantes” tiene implicaciones
importantes en la vida de sus habitantes, La ciudad de Santa Cruz, ubicada en el orienasí lo revelan testimonios de niños, niñas y
te boliviano, se encuentra en una superfiadolescentes que residen en esta ciudad.
cie departamental de 370.621 kilómetros
Pese al lugar que ocupa en el ranking municicuadrados, que representan el 34% de la
pal, los habitantes de El Alto se enfrentan a
superficie nacional y la convierte en la redeficientes condiciones de salud y prevagión más extensa de Bolivia. Su altitud melencia de altas tasas de mortalidad infantil;
dia es de 416 metros sobre el nivel del mar
la esperanza de vida de un niño que nace
y cuenta con un clima predominante cálien El Alto es de 55 años frente a 63 años en
do-tropical. Su principal característica es
la ciudad vecina de La Paz. La esperanza
su vertiginoso crecimiento urbano, durande vida al nacer es un indicador que reflete el siglo XX aumentó 65 veces su tamaño
ja los alarmantes niveles de carencia de
ingresando al siglo XXI con más de un miservicios básicos: alcantarillado conecllón de habitantes. Esta ciudad concentra
tado a la red pública, agua potable por cados tercios de los habitantes urbanos de
ñería dentro de las viviendas, disponibililos llanos y goza de un excelente sistema
dad de servicios higiénicos de uso excluside transporte y de comunicación, lo que la
vo del hogar. La carencia de servicios básiconvierte en un importante vínculo de cocos y las condiciones precarias de las vimercio internacional con el Brasil y la Ar9 Véase los estudios sobre migración, urbanización y empleo realizados en el marco del Proyecto BOL/87/PO3 realizados gracias al
apoyo del UNFPA en Cochabamba y Santa Cruz, así como el estudio de reactivación y reconversión del occidente de Bolivia, realizado por la Secretaria de Minería con apoyo del UNDP en 1996.
125
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
gentina y de fluidas relaciones comerciales
con los puertos del Atlántico y el Pacífico.
El 2001, el Índice de Desarrollo Humano
Municipal clasificó al municipio en el segundo lugar con un IDH de 0.739.
El origen de la ciudad de Santa Cruz fue diferente a la lógica colonial andina de confor-
mación de ciudades. Su trazado urbano
obedeció a las Leyes de Indias, contaba
con la plaza en el corazón de la ciudad, la
iglesia y el Cabildo presentes como símbolos del poder religioso-político en la clásica
forma de tablero de ajedrez (Vargas et al.,
1991).
RECUADRO 3.4
El Alto: una historia de
migración y vulnerabilidad
Nació en La Paz, vivió hasta sus nueve
años en los Yungas, después volvió a La Paz
pues le tocaba estudiar los niveles superiores. Tiene tres hermanos menores y tres hermanos mayores, ella es la del medio. Actualmente, su papá tiene otra familia: “No vive
aquí, mi mamá sola nos mantiene trabajando,
viaja, vende y no para en mi casa”.
El cambio del campo a la ciudad no fue fácil, sus compañeros “eran bien malos porque
discriminaban a los que venían del campo”.
Encuentra que en los Yungas “no se sufre
tanto como aquí, porque allá puedes sembrar, cosechas y ya tienes tu alimento, sólo
necesitas comprarte ropa. En cambio, aquí
necesitas dinero para todo, para comprarte
verduras, para todo”. Su infancia “era bonita,
porque me entendían, allá podía caminar libremente en las noches porque no hay hombres violadores, pandilleros como aquí. Allá
todos se conocen entre todos… y todos se
llevan bien, no hay enemistades”. En el campo no discriminaban a las mujeres, encuentra que aquí sí hay mucha discriminación hacia las mujeres, en el fútbol o en los grupos
de música. Ser niño en los Yungas significaba pasar más tiempo con sus papás, su mamá no tenía que trabajar.
Cuando llegaron a La Paz, su papá dejó de
mandarles dinero y “se consiguió otra mujer
en los Yungas; por eso mi mamá nos ha sacado del colegio donde estábamos y nos ha
metido a uno fiscal”. Ella se esforzaba en el
colegio: “me gustaba mostrarle siempre buenas notas a mi mamá para decirle que su sacrificio valía”. Mientras que en el colegio par-
126
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
ticular los alumnos pasaban de curso porque
pagaban para aprobar. Le parece que la vida
en El Alto es muy insegura: “hay muchos
pandilleros, hay muchas cosas, borrachos
(…). A uno de mis amigos lo ha matado una
pandilla, los chicos han estado dos meses en
la cárcel y han salido porque dice que había
falta de pruebas”.
Tiene buenos recuerdos de los Yungas:
“estaba con mi papá y mi mamá, se llevaban
bien, vivíamos toditos, siempre éramos unidos, mi papá me ayudaba a hacer la tarea, mi
mamá igual ayudaba (…). Todos me dicen
que soy parecida a mi papá y me llevaba bien
con él, le contaba, me sabe hacer reír, me sabe enseñar a pelear con los chicos (…). Mi
papá iba al bar y yo iba con él, mi papá sabe
estar tomando y yo sé estar tomando con él,
mi mamá me iba a recoger y dice que borracha me llevaban a casa”. “Él me ha enseñado
a jugar fútbol, hay algunos papás que son racistas: ‘es mujer, no puede’, o dicen ‘es guagüita, mujercita, puede llorar’, en cambio, si
es machito ‘tiene que ser macho, los hombres no lloran’, pero mi papá era diferente”.
Tiene buenos recuerdos de sus hermanas,
cuando nació la que le sigue en edad, se hizo
su mejor amiga.
Las cosas cambiaron cuando se vinieron a
vivir a La Paz. “Mi papá ya no mandaba dinero, se ha despreocupado por completo de
nosotros y mi mamá ha tenido que salir a trabajar, se la pasa vendiendo, casi no para, se
sale a las ocho, vuelve a las cuatro, cinco, y
se vuelve a salir a comprar”. Esto hace que
pase casi todo el tiempo sola.
Adolescente, mujer entre 15 y 17 años, El Alto.
En 1900, la población de la ciudad era de
15.874 habitantes,10 ocupaba el quinto lugar en importancia demográfica y servía
de nexo entre la producción agropecuaria
del departamento y la canalización de los
excedentes hacia el mercado interno. En
ese período se dieron las primeras transformaciones urbanísticas, económicas y
sociales. El trazado de las Leyes de Indias
comenzó a deformarse, siguiendo la consolidación de los senderos usados por la
población. Hacia 1943, se había conformado un pequeño núcleo urbano, su ex-
tensión era muy limitada, no alcanzaba ni
a las 200 manzanas, y su población no pasaba de los 32.000 habitantes.11 En el Censo de 1950 se empadronó a 41.461 habitantes. A partir de entonces se inició un
acelerado proceso de crecimiento urbano
con el apoyo del poder central y gracias a la
diversificación económica en los sectores
agrícola, agroindustrial y de explotación
petrolera. El dinamismo de la urbanización cruceña y la historia moderna de Santa Cruz se iniciaron el año 1952. En ese período se produjo un crecimiento agrícola
RECUADRO 3.5
Santa Cruz: expansión
demográfica y segmentación
urbana
Según el Informe de Desarrollo Humano en
Santa Cruz 2004, luego del paso a la planificación urbana de los anillos en los años 70,
Santa Cruz enfrentó un proceso de fragmentación segregación y dualización, caracterizado por zonas del auge petrolero y zonas
exclusivas alejadas del centro, y un deterioro
urbano caracterizado por dificultades de
transporte, hacinamiento, ausencia de servicios y contaminación ambiental. Datos desagregados por anillos mostraban ya desde
1988 el grado de segmentación de la población, especialmente en zonas más allá del
cuarto anillo. Dada la intensidad del proceso
no deben sorprender las dificultades que éste planteó a la conformación de la sociedad
cruceña, tanto desde el punto de vista cuantitativo en relación con la presión de la población sobre los recursos naturales, el medio
ambiente y los servicios básicos (ver mapa),
como desde el punto de vista cualitativo, en
cuanto concierne a la capacidad de asimilación cultural de una población enfrentada a
un proceso acelerado de modernización y
complejización social.
Expansión urbana de la ciudad de Santa Cruz
Servicios básicos según distrito
Informe de Desarrollo Humano en
Santa Cruz 2004.
10 INE, Censo Nacional de Población y Vivienda, 1900.
11 Prado Fernando, Quince años de planificación urbana en Santa Cruz, 1984.
127
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
de tipo capitalista y se consolidó la media- Una característica importante de Santa Cruz
na y gran propiedad bajo el denominativo
de la Sierra tiene que ver con la distribude “empresa agrícola”.
ción de la población por distritos. Entre
Su dinamismo económico generó las bases
1992 y 2001, la población pasó de una
para hacer de Santa Cruz un espacio atracconcentración importante en el centro de
tivo para la migración. El crecimiento polos anillos a la distribución y dominación
blacional implicó el aumento de seis veces
de los espacios más allá del cuarto anillo.
su tamaño en 26 años.12 En 1976, la ciudad
Es importante considerar, dadas las difepasó a ocupar el tercer lugar respecto a la
rencias en las condiciones de acceso a serpoblación de las capitales de departamenvicios básicos (Recuadro 3.5) y dadas las
to del país. A partir de los años 70, Santa
comprobadas mayores condiciones de
Cruz logró una inserción exitosa a la ecopobreza, la distribución de la población
nomía nacional e internacional captando
por edad que vive fuera del cuarto anillo.
mercados de países vecinos.
Los niños, niñas y adolescentes que resiA lo largo del siglo XX, aumentó 65 veces su
den en la ciudad de Santa Cruz tienden a
tamaño. Durante la década de los 90 creconcentrarse de manera más intensa que
ció a una tasa promedio anual del 7%,
el resto de la población en esos barrios
muy por encima del 2% nacional. La exdonde se concentra la población más popansión demográfica se debe a una combre (gráfico 3.12).
binación de alta fecundidad con inmigración. Es importante resaltar el agudo pro- Valles
ceso de concentración demográfica en la
ciudad capital, pues la distancia con las Cochabamba fue fundada a fines del siglo
XVI sobre la base de la antigua aldea precootras ciudades es monumental. Pero el
lombina de Canata y adquirió relevancia
crecimiento ha rebasado sus límites admicon el desarrollo de las haciendas agrícolas
nistrativos y ha dado lugar a la conformaorientadas a abastecer alimentos a la mición de una región metropolitana cuyo nonería potosina (Urquidi, 1950; Ledo, 1986;
do principal es la ciudad de Santa Cruz y
Solares, 1990). En 1900, cuando la ciudad
cinco municipios ubicados en su entorno:
se aproximaba a los 22 mil pobladores, el
Warnes, Cotoca, La Guardia, Porongo y El
13
tejido urbano con edificación continua haTorno.
bía desbordado los límites del “casco vieGRÁFICO 3.12 Santa Cruz de la Sierra: población que vive
jo”; mientras el río Rocha constituía una
fuera del cuarto anillo (%)
frontera natural que limitaba su expansión
por el norte y occidente, se extendía por el
sur a lo largo de un eje constituido por la ru80
ta que penetraba hacia las tierras más fero70
ces del valle, alcanzando las proximidades
60
de Jaihuayco. Hacia 1910, el área urbaniza50
da abarcaba unas 150 manzanas, algunas
40
30
de ellas con huertos y jardines. A pesar de
20
este importante crecimiento, las activida10
des mercantiles y artesanales siguieron
0
predominando en la economía urbana.
0-4 5-10 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70 y
más
Sin embargo, el impacto que ejerce la llegada
grupos de edad (años)
de inmigrantes en el ritmo de su crecimienFuente: Informe de Desarrollo Humano en Santa Cruz (2004).
to demográfico es elocuente. El desordena12 INE (1976).
13 Prado (1999)
128
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
do crecimiento tiene consecuencias dramáticas de carácter económico, social y ambiental que amplían cada vez más la brecha
social y económica entre los distintos grupos de la población. Mientras los sectores
de mayor poder económico ubicados en el
Noreste de la ciudad viven en condiciones
óptimas de habitabilidad, el resto de los habitantes vive en condiciones de hacinamiento, insuficiente cobertura de servicios
RECUADRO 3.6
Cochabamba: la desigualdad
de derechos en el área
metropolitana
La clasificación municipal del Índice de
Desarrollo de la Infancia, Niñez y Adolescencia (IDINA) en Bolivia clasifica al municipio de
Cochabamba como primero en el ranking
municipal con un IDINA de 0,824. Esta situación privilegiada en el cumplimiento de los
derechos de los niños la comparten también
Tiquipaya y Quillacollo, que se encuentran
junto a Cochabamba en la lista de las 10 mejores posiciones del ranking municipal de
desarrollo de la infancia, niñez y adolescen-
cia. La situación de privilegio de la ciudad capital del valle con respecto a los municipios
que conforman su región metropolitana, pese
a la cercanía geográfica y a la articulación
económica y social, revela que el proceso de
urbanización no implica un logro simultáneo
de mejora de indicadores sociales, reflejados
en las diferencias del IDINA (Gráfico 3.13).
Por otra parte, los indicadores de desarrollo
de la infancia, niñez y adolescencia muestran
un cumplimiento diferenciado en los derechos de estos grupos; el gráfico evidencia logros desequilibrados en términos de los tres
grupos de edad analizados por el IDINA.
GRÁFICO 3.13 Urbanización y preservación de desigualdades en
el cumplimiento de derechos de los niños en el área
metropolitana de Cochabamba
1,000
Cochabamaba
0,900
0,800
Sacaba
0,700
Quillacollo
0,600
Colcapirhua
0,500
0,400
Tiquipaya
0,300
Vinto
0,200
0,100
Sipe Sipe
0,000
IDINA
IDI
IDN
IDA
Fuente: Elaboración propia sobre la base de UDAPE (2005).
En síntesis, esta evidencia representa un
ejemplo del desequilibrio en el cumplimiento
de los derechos de los niños; que se repite, sin
lugar a dudas, en todo el país. Este ejercicio
brinda elementos acerca de la necesidad de
construir políticas públicas que centren la
atención en el desarrollo del niño, niña y adolescente por encima de políticas sectoriales
abocadas, más bien, al cumplimiento de derechos específicos para determinados grupos
de edad. Los casos de Quillacollo y Colcapirhua son ejemplos de necesidades diferenciadas; el primero muestra la necesidad imperante de atender temas de niñez y adolescencia, mientras que Colcapirhua da señales de
mayores necesidades de intervención dirigida
a la infancia y la niñez. Ambos casos revelan
situaciones diferenciadas, en una misma área
metropolitana, que los procesos de urbanización y modernización no logran resolver.
129
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
básicos en cantidad y calidad, asentamientos precarios y prácticas inadecuadas relacionadas con la higiene y el comportamiento urbano, entre otros. A ello se debe
añadir que en la gestión municipal no se
consideran los elementos ambientales y
que hay una insuficiente conciencia de los
problemas ambientales en la población.
Debido al acelerado incremento demográfico, su expansión territorial ha superado los
límites de su jurisdicción municipal y empieza a integrar en una sola unidad urbana o
región metropolitana a las poblaciones y
centros poblados vecinos. En Cochabamba,
la explicación del cambio de un período de
fuerte crecimiento demográfico a un ritmo
más atenuado (1992-2001) es el inusitado
dinamismo que han adquirido las ciudades
localizadas en el entorno que conforma su
área metropolitana. Esta área incluye siete
municipios: la ciudad de Cochabamba, Quillacollo, Sipe Sipe, Tiquipaya, Vinto, Colcapirhua y Sacaba, todos ellos concentran alrededor de 900.000 habitantes. Es importante resaltar el dinamismo receptivo de las
ciudades ubicadas en el entorno de Cochabamba, aunque sus órdenes de magnitud
son significativamente menores.
En 1976, una cuarta parte de la población vivía en el centro de la ciudad, la densidad
duplicaba la media de la ciudad. La mayor
densidad neta se encontraba en la zona de
Las Cuadras, donde la “urbanización popular” se empinaba por una abrupta topografía, en su interior existían barrios deprimidos con situaciones de degradación de la
calidad habitacional muy marcadas, como
El Solterito, ubicado en las faldas de la serranía de San Pedro. También se podía encontrar barrios con excelente condición
habitacional, como las viviendas ubicadas
en las proximidades de la Universidad Mayor de San Simón y en los alrededores de la
avenida Oquendo.
Entre 1976 y 1992, se profundizó el crecimiento de la ciudad, caracterizado por una
expansión desordenada de la mancha urbana. Las tierras de mejor calidad para el
cultivo agrícola (particularmente las ubicadas al norte de la ciudad) fueron apropia130
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
das y rápidamente transformadas en espacios cerrados de residencia de los sectores
de mayores ingresos. En oposición a este
proceso, las poblaciones residentes en el
sur se incorporaron a la vida de la ciudad
en términos conflictivos y en el marco crónico de carencias de servicios básicos.
La caracterización de la dinámica demográfica, historia y desempeño económico de
los centros urbanos mayores muestra particularidades que tienen en común un gran
dinamismo, cuentan con la mayor jerarquía urbana, la mayor concentración de
población y de la oferta de bienes y servicios. Son ciudades estratégicas por los roles y funciones que desempeñan en diversos ámbitos de la vida económica, social,
política y cultural y porque acogen a dos
terceras partes de los habitantes urbanos
de Bolivia y a cuatro de cada cinco habitantes económicamente activos. Son también
extremos importantes de segregación social y económica y representan un importante factor en las diferencias.
La conformación de áreas
metropolitanas alrededor del eje
Las reformas implementadas desde inicios
de la segunda mitad del siglo XX (Reforma
Agraria, reforma urbana) junto con otros
acontecimientos, como el desarrollo del
aparato estatal, los intentos de industrialización, la marcha hacia el Oriente, la crisis
del modelo originado en la Revolución de
1952, la crisis de los 80 y las reformas de
primera y segunda generación, influyeron
en el proceso de redistribución espacial de
la población en el territorio nacional. Por un
lado, los efectos de la crisis de los 80 fueron
perceptibles en los años 90; para entonces
ya se había revertido el predominio absoluto de la ciudad de La Paz, indiscutible hasta
1976. En 1992, ya se advierte una menor
brecha poblacional con la ciudad Santa
Cruz; finalmente, en 2001, La Paz fue superada por esta ciudad por más de 326 mil pobladores. Por otro lado, las reformas de política económica tuvieron un importante
impacto en los procesos de intercambio en-
131
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
MAPA 3.1 Bolivia: distribución de las localidades de 2000 y más habitantes 1950-1976
no es posible presentarlas como un todo
tre occidente y oriente y contribuyeron al
indiferenciado, aunque ello no significa
crecimiento urbano altamente concentradesconocer sus grandes potencialidades
do a lo largo de un nuevo corredor de cerca
económicas, sociales y territoriales.
de 1.000 kilómetros de longitud de Oeste
(La Paz) a Este (Santa Cruz). En este corre- Es evidente que en las áreas metropolitanas
se ha creado una serie de actividades comdor se concentraron, entre otros, la poblaplementarias, como la industrial en el caso
ción, las inversiones del Estado, la oferta de
de El Alto-Viacha-La Paz. En Cochabamba
bienes y servicios y los aportes de la coopees nítida la presencia de actividades de
ración internacional.
transformación industrial en el eje dirigido
Por tanto, la organización del territorio bolia Quillacollo y de importante producción
viano involucra un sistema de ciudades
agrícola en Tiquipaya, Colcapirhua, Vinto y
que conforman una red urbana dentro de
Sipe Sipe. En el caso de Santa Cruz, las cacada contexto ecológico, reproduciendo el
racterísticas de los complejos agroindusmodelo de primacía urbana en cada contriales en Warnes, el complejo turístico-retexto; aunque en el caso de los valles la priligioso de Cotoca y el de comercialización
macía de la ciudad de Cochabamba es meagropecuaria en El Torno son elementos
nos absoluta en los valles en comparación
que han potenciado aún más a estos cona lo que ocurre con las primacías urbanas
glomerados.
del altiplano y los llanos. En efecto, las ciudades de La Paz y El Alto acogen al 71% de El crecimiento demográfico de las ciudades
del oriente boliviano continúa en una tenlos habitantes urbanos; en los valles, la ciudencia ascendente. En cambio, muchas
dad de Cochabamba alberga a menos de la
ciudades ubicadas en torno a las vías de inmitad de los habitantes urbanos (45%). Fitercomunicación de la red occidental han
nalmente, la ciudad de Santa Cruz concendesaparecido y han surgido otras ciudades
tra al 60% de la población urbana de los
vinculadas a las nuevas rutas carreteras rellanos, siendo Trinidad el segundo centro
lacionadas con actividades que amplían la
urbano con una población trece veces meheterogeneidad socio-estructural vigente
nor y la tercera 17 veces menor, reflejando
en el territorio boliviano. Las obras de inun proceso de primacía, dentro su área
fraestructura vial jugaron un papel preponecológica, de mayor magnitud que la proderante en la desaparición y aparición de
ducida en el altiplano boliviano.
centros urbanos, aspecto claramente obLa expansión urbana alrededor del eje estuservable en el oriente boliviano asociado a
vo caracterizada por la metropolización.
las políticas de colonización dirigida. La
Las tres grandes ciudades de Bolivia creaapertura de nuevas rutas de intercomuniron en su espacio circundante “regiones
cación vial entre occidente y oriente ofremetropolitanas” de gran dimensión. En La
ció a muchos trabajadores la oportunidad
Paz: El Alto, La Paz y Viacha; en Cochade encontrar en la migración la única resbamba, el espacio metropolitano está conpuesta al variado plano de insatisfacciones
formado por siete municipios: Cochabamen el terreno laboral.
ba, Sacaba, Quillacollo, Colcapirhua, Tiquipaya, Vinto y Sipe Sipe; en el área metro- En los valles, el proceso de pulverización parcelaria, la agricultura de subsistencia y los
politana de Santa Cruz, los municipios de
altos niveles de pobreza del campesinado
Santa Cruz de la Sierra, Warnes, Cotoca, La
contribuyeron a la redistribución demoGuardia, Porongo y El Torno conforman el
gráfica después de la Reforma Agraria de
área metropolitana. En las áreas mencio1953. Estos elementos, al actuar como facnadas, los límites de diferenciación son
tores estructurales de expulsión pomuy frágiles, en algunos casos incluso imblacional, favorecieron el proceso de coloperceptibles, aunque se trata de realidades
nización de las tierras agrícolas tropicales,
municipales distintas con autonomía de
así como la urbanización de la población
administración y gestión. Por este motivo,
132
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
133
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
MAPA 3.2 Bolivia: distribución de las localidades de 2.000 y más habitantes, 1992-2001
demográfica de los mencionados centros
por el cierre de las fuentes de empleo no
se analiza a continuación (Mapa 3.3).
agrícolas como consecuencia del ajuste estructural, la crisis de la minería y la mayor
apertura a la importación.
La emergencia de las
En síntesis, el modelo de primacía urbana vi- ciudades intermedias
gente hasta los años 50 fue reemplazado
por el modelo del “eje central de desarrollo” En una segunda categoría se encuentran las
occidente-oriente. Este modelo se tradujo
ciudades de tamaño intermedio (entre 20
en una importante concentración económiy 250 mil habitantes). En los últimos 50
ca, política, social e incluso demográfica en
años, estos centros han sextuplicado el núlas ciudades del denominado corredor ecomero de sus habitantes y la cantidad de
nómico nacional, frente a una gran disperciudades de esta magnitud también se insión. A partir de 1976, la dinámica de excrementó significativamente. Estas ciudapansión urbana se caracterizó por la aceledes crecen a un ritmo mayor al de las ciurada conformación de ciudades intermedades grandes e incluso de la media naciodias; estos centros crecieron a un ritmo manal, especialmente en las regiones de los
yor que el detectado en las grandes ciudavalles y los llanos. Este fenómeno se explides, por lo que su desempeño económico y
ca por la presencia de seis capitales de desocial juega un papel relevante en términos
partamento: Oruro, Potosí, Sucre, Tarija,
de las perspectivas futuras del desarrollo
Trinidad y Cobija, que concentran las actinacional, las características de la expansión
vidades del poder central representado
por las prefecturas y las cortes de justicia,
MAPA 3.3 Bolivia: localización de los centros urbanos
así como otras unidades de servicio y adintermedios
ministración pública con jurisdicción departamental. En el altiplano, Oruro y Potosí son las más pobladas, ambas tuvieron
un lento crecimiento demográfico, menor
al promedio de la región del altiplano. Oruro ocupa el quinto lugar en el ranking de los
centros urbanos, con un poco más de 200
mil habitantes y posee una estructura urbana muy concentrada. En su territorio
existen apenas dos localidades intermedias relativamente importantes: Huanuni
con más de 15.000 habitantes y Challapata con cerca de 8.000. Los espacios rurales
cercanos a la ciudad de Oruro son los que
más han contribuido a la recuperación de
la dinámica de crecimiento de la población
rural orureña entre 1992 y 2001, mientras
que en la zona oeste fronteriza con Chile
persisten grandes espacios rurales poco
habitados. Adicionalmente, en el entorno
de la ciudad de La Paz, caracterizada por
una aguda concentración, las dos ciudades
intermedias de mayor importancia son
Achocalla (provincia Murillo) y Viacha (provincia Ingavi), esta última es la ciudad de
mayor crecimiento entre 1992 y 2001 con
una tasa cercana al 5% anual.
134
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
135
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
MAPA 3.4 Bolivia: localización de las comunidades y población rural, 2001
concentradora de la población en la capiEn los valles, las ciudades intermedias tuvietal, que creció de 90.113 habitantes en
ron un ritmo de crecimiento cercano al 6%
1992 a 135.783 en 2001. El segundo lugar
e incrementaron su número de habitantes
en importancia demográfica lo ocupa Yaen nueve veces desde 1950. Sucre y Tarija
cuiba, que posee un crecimiento de 8%.
son las que poseen la mayor expansión demográfica, con un ritmo de crecimiento En los llanos, las ciudades intermedias aumentaron su tamaño en casi 12 veces
del 4,4% anual. En los valles cochabambidesde 1950. Montero, Camiri, Trinidad,
nos, las ciudades intermedias más imporRiberalta, Guayaramerín y Cobija desemtantes son Tiquipaya, Colcapirhua y Sacapeñan funciones de importancia en diverba (ubicadas en un radio no superior a 15
sos planos. La mayor parte de ellas se ubikilómetros de la ciudad de Cochabamba).
ca en los espacios circundantes de las caEstas ciudades forman parte de la gran mepitales de departamento y/o provincia, e
trópoli de Cochabamba junto a Quillacollo,
incluso muchas de ellas están en pasos
cuyo ritmo de crecimiento ha caído notafronterizos de gran envergadura, como
blemente entre 1992 y 2001; sin embargo,
Guayaramerín, ciudad fronteriza con el
se constituye en el área estratégica de vinBrasil. Camiri ha sufrido una reducción
culación con el occidente (Oruro y La Paz)
del ritmo de crecimiento demográfico del
a través de la avenida Blanco Galindo y con
orden del 5,4% entre 1950 y 1976 a un
los poblados del valle central que son los
ritmo del 2,3% entre 1976 y 1992, desque proporcionan de verduras y frutas paacelerándose entre 1992 y 2001 alcanra el desarrollo de la actividad de la ciudad.
zando un ritmo negativo del -0,6%. La exEn Tarija existe una tendencia altamente
plicación de este fenómeno se encuentra
en la declinación de la actividad de exploGRÁFICO 3.14 Bolivia: distribución de la población en centro
urbanos intermedios (1950-2001) (%)
tación de yacimientos petrolíferos en los
últimos años, lo que ha condicionado que
muchos de los trabajadores de Yacimien100
23
21
21
11
Llanos
90
tos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)
32
80
que no eran cruceños hayan retornado a
46
29
Valles
39
70
sus lugares de origen. Por otra parte, el in60
Altiplano
57
usitado dinamismo de Montero, capital
50
50
40
de la primera sección de la provincia
38
30
33
Obispo José Belisario Santiesteban, data
20
de los años 1950 a 1976, período en el
10
cual su ritmo de incremento poblacional
0
1950
1992
2001
1976
fue explosivo (9,5%), aunque cayó al
3,4% entre 1992 y 2001. Es posible atriFuente: Elaboración propia sobre la base de los censos
demográficos 1950-1976-1992-2001.
buir su dinamismo durante el período de
mayor crecimiento a las actividades de
CUADRO 3.5 Crecimiento en centros urbanos intermedios
comercialización de los productos derivasegún piso ecológico (1950-2001)
dos de la hoja de coca.
Finalmente, en el departamento de Beni: TriTasa de crecimiento %
nidad, Riberalta y Guyaramerín son ciudaPiso ecológico
1950 -1976
1976-1992
1992-2001
des fronterizas con el Brasil. El crecimienAltiplano
2,6
2,6
2,2
to demográfico de Riberalta es superior al
Valles
2,8
6,2
5,8
de las otras ciudades, lo que sugiere la lleLlanos
5,7
4,7
3,1
gada de inmigrantes desde distintos lugaTotal
3,7
4,5
3,7
res de su propio contexto provincial así como de otras provincias benianas e incluso
Fuente: Elaboración propia sobre la base de los censos
demográficos 1950-1976-1992-2001.
de las ciudades principales del país.
136
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
El crecimiento de las ciudades intermedias
revela el dinamismo y las potencialidades
de los tres pisos ecológicos, pues se encuentran en todos los departamentos y poseen una representatividad casi equitativa
a nivel ecológico. Estas ciudades han logrado generar, a su vez, una red de centros urbanos menores en su entorno cuyas particularidades se desarrollan a continuación.
Los centros urbanos menores y
los poblados rurales olvidados
Los centros urbanos menores (dos mil a 20
mil personas) eran 104 en 1992 y se incrementaron a 134 para 2001. Su ritmo de
crecimiento ha sido lento, su población
apenas aumentó de medio millón de personas en 1992 a algo más de 600 mil en
2001. Los llanos ocupan el primer lugar en
predominio de ciudades de este tamaño,
concentran cerca del 50% de los centros
urbanos menores. La representatividad de
Santa Cruz es importante, pues 53 de estos
centros se localizan en este departamento.
En el Beni sólo existen 12 centros urbanos
menores mientras que en Pando no existe
ninguno.
En los llanos, se encuentra diez ciudades cuya población oscila entre 10 y 20 mil personas. En Santa Cruz, la más grande de ellas
es San Ignacio de Velasco, que cuenta con
importantes vías de intercomunicación
con regiones circundantes, como San Ramón, una vía troncal del sistema de comunicación vial a nivel nacional. En el Beni se
localizan sólo 12 ciudades menores; la escasa ocupación del territorio es el resultado de un duro proceso de reconversión de
las unidades de explotación basadas en el
sometimiento de un amplio contingente
de fuerza de trabajo a través de sistemas
forzados de contratación.14 Con la declinación del mayor auge gomero, a mediados
de la segunda década del siglo XX, se fue
consolidando la empresa extractiva co-
mercial con rasgos monopólicos caracterizada por la apropiación irrestricta del recurso silvestre y una relativa diversificación de la producción. La diversificación y
el mayor número de propietarios barraqueros de goma-castaña fue desde entonces la unidad básica de la explotación. Un
efecto colateral de esta situación se evidencia en un importante éxodo rural ciego
desde las barracas hacia los principales
centros poblados de la región, provocando
el despoblamiento virtual de los centros de
producción y la aparición de procesos migratorios intraregionales de carácter temporal hacia las áreas de aprovechamiento
castañero en época de recolección.
En los valles, en 2001, existían 33 centros urbanos menores, 23 en Cochabamba, siete
en Chuquisaca y tres en Tarija. En Cochabamba existe una mayor concentración de
estas ciudades, en 2001 Punata superaba
los 14 mil habitantes. Muchas comunidades del Valle Alto y las riberas del antiguo
camino a Santa Cruz desaparecieron cuando se inauguró el nuevo camino a través
del Chapare; a esta modificación caminera
se sumaron procesos de declinación de sus
sistemas de ferias. En realidad, se dio un
proceso de reconfiguración de una red importante de ciudades pequeñas en torno a
la dinámica interna y al rol histórico que
cada una de ellas posee. En general, en la
evolución urbana y poblacional de las ciudades pequeñas han jugado papeles importantes su ubicación geográfica respecto
al área agrícola más amplia del valle de Cochabamba, la distancia que las separa de la
capital, su infraestructura vial y la red de
transporte público.
En Chuquisaca, la ciudad más grande, Monteagudo, tuvo una tendencia de crecimiento lento pero con un ritmo superior a la media nacional (3,8%), que se explica por su
importante potencial agrícola y pecuario.
En la actividad agrícola resalta el cultivo de
maíz y maní y en la pecuaria son impor-
14 Para mayores detalles véase Pacheco Pablo, Integración económica y fragmentación social: El Itinerario en las barracas en la
amazonia boliviana. El autor mencionado indica que la reconversión de las unidades de explotación y auge de la producción
gomera se inicia con la constitución a principios de siglo de una economía de enclave conectada con las economías europeas a
una economía subordinada de dependencia del sistema financiero internacional hasta la declinación del auge de la producción
gomera.
137
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
tantes la crianza de cerdos, ganado vacuno
y la actividad piscícola. También resalta la
actividad petrolera, generadora de un importante dinamismo en la región y con
tendencias a una densificación y crecimiento demográfico más acelerados. En
segundo lugar está Camargo, que luego de
crecer aceleradamente entre 1976 y 1992
(3,3% anual) creció al 1,9% entre 1992 y
2001. Geográficamente, se encuentra en la
primera sección de la provincia Nor Cinti y
es un lugar de paso vehicular obligado entre los departamentos de Potosí y Tarija; se
encuentra a 186 kilómetros de la ciudad de
Potosí y a 182 kilómetros de la ciudad de
Tarija. El flujo del transporte genera dinamismo en diversas actividades de atención a los pasajeros: comercio de diversa
índole, venta de comidas y servicios para
el descanso de los viajeros.
En Tarija, el centro urbano menor más importante es Villa Montes, ciudad que en 18
años duplicó su población. Es el principal
lugar de paso entre el oriente y el extremo
sur del país, cuenta con una carretera y una
línea férrea de intenso flujo y acoge actividades económicas de gran envergadura
como la fábrica de Aceite Comestible S.A.
Finalmente, en el altiplano hay 32 ciudades
menores, 20 se encuentran en La Paz, seis
en Oruro y otras seis en Potosí. Es posible
que la disminución de la población de la región se deba a la crisis de la minería metálica, situación que condicionó un proceso
explosivo de expulsión migratoria. Precisamente, los centros que han tenido un
mayor dinamismo son tres núcleos no mineros: Patacamaya, Achacachi y Caranavi.
El núcleo urbano de Patacamaya tiene un
buen potencial agropecuario con una fuerte vocación pecuaria; Achacachi también
registra un importante potencial agropecuario y se constituye en el núcleo de intervención prioritario en el departamento de
La Paz. El potencial agrícola del área de influencia de estos dos núcleos es importante pues tiene los mayores niveles de productividad agrícola debido a que logra articular mayores rendimientos por hectárea,
cuenta con una mayor fracción pluviomé138
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
trica y con la mayor superficie cultivada.
En Oruro, sólo Huanuni y Challapata son núcleos urbanos de vital importancia para la
articulación de la población rural en ciudades intermedias, su potencial agrícola es el
elemento más destacable para sus posibilidades de dinamización productiva. Potosí,
donde la actividad minera fue muy importante, es donde se ha producido el mayor
descenso del número de ciudades; se advierte que los habitantes que se quedaron
no lograron mejorar sus condiciones de vida y se encuentran aún en niveles alarmantes de pobreza.
La aparición y desaparición de centros urbanos menores se explican principalmente
por los cambios en la estructura productiva
prevaleciente en la formación social boliviana. La declinación de la actividad minera explica cómo las antiguas y prosperas
ciudades ubicadas en torno a la pujante actividad minera, como Colquiri, Quime, Viloco, Santa Barbara y Atocha, se han convertido, después del cierre de las empresas
mineras del Estado, en pueblos fantasma.
Un hecho similar ha ocurrido en los valles
altos de Cochabamba, que han sufrido un
duro golpe por la construcción de la nueva
vía troncal a Santa Cruz que ahora atraviesa la zona del Chapare.
Según el Censo 2001, en Bolivia existen más
de 29.000 localidades rurales, el 57% se
ubica en el altiplano donde reside el 46%
de la población rural del país. El segundo
lugar lo ocupan los valles que concentran
el 30% de las localidades y el 34% de los
habitantes rurales del país. Finalmente, en
los llanos se concentra el 13% de las localidades rurales que acogen al 20% de la población rural boliviana. Entre las décadas
de los 70 y los 90, Bolivia vivió un proceso
de urbanización con tasas de crecimiento
bajas e incluso negativas en poblados rurales. Sin embargo, entre 1992 y 2001 hubo
una leve recuperación del crecimiento demográfico, registrándose una tasa intercensal del 1,4%.
La mayor proporción de las localidades rurales del altiplano se encuentra en La Paz; en
términos de la tasa de crecimiento demo-
gráfico, se observa una relativa recuperación en 2001, que posiblemente se explica
por el retorno de inmigrantes. La mayor
concentración de pobladores rurales paceños se produjo en las proximidades del lago
Titicaca, en el tramo que vincula La Paz y
Oruro y en las proximidades de la zona de
los Yungas; es natural que se produzca esta
concentración pues se trata de áreas de
gran dinámica económica y oportunidades
laborales. En Oruro, los espacios rurales
cercanos a la ciudad son los que más han
contribuido a la recuperación de la dinámica de crecimiento de la población rural entre 1992 y 2001, mientras que en la zona
oeste fronteriza con Chile persisten grandes espacios poco habitados. Una particularidad de la región es la presencia aymara
y quechua, con una arraigada cultura de solidaridad representada en organizaciones
comunitarias fuertes. Este factor ha contribuido a la generación de un movimiento indígena con creciente influencia en la vida
política local, regional y nacional.
La expansión demográfica en áreas rurales
fue lenta y estuvo marcada por la expulsión de habitantes hacia las áreas urbanas.
En términos sociales, la expulsión de habitantes de las áreas rurales tuvo implicaciones importantes, pues estas áreas fueron
olvidadas y pese a la mejora significativa
de indicadores aún se mantienen con distancias enormes respecto a los niveles de
vida de los centros urbanos. La situación
del crecimiento demográfico diferenciado
entre áreas urbanas y rurales guarda relación con la situación de vulnerabilidad actual de los derechos de niños, niñas y adolescentes; así lo refleja un ejercicio que relaciona el IDINA con el IDH (Recuadro 3.7).
La declinación demográfica del altiplano se
dio con un relativo equilibrio entre sexos
en los espacios rurales de esta región, a diferencia de las zonas urbanas donde se observa una mayor proporción de mujeres.
Los valles han concentrado históricamente
una tercera parte de los pobladores rurales, con un crecimiento leve y ascendente,
lo que explica que las tasas de crecimiento
no hayan sufrido grandes cambios. En esta
RECUADRO 3.7
IDINA, IDH y población
Un ejercicio de relación entre el Índice de Desarrollo Humano
Municipal (IDH) y el Índice de Desarrollo de la Infancia, Niñez y
Adolescencia (IDINA) en municipios de distinta población revela que en áreas más pobladas es más fácil que el desarrollo humano se traduzca en un mayor desarrollo de la infancia, niñez y
adolescencia; así lo revelan los valores de los coeficientes de
regresión simple entre ambos índices. Esta relación entre el tamaño del municipio y las posibilidades de traducir el desarrollo
humano en desarrollo de la infancia revela que los municipios
de población intermedia (aquellos que poseen entre 50.000 y
15.000 habitantes) tienen una correlación más alta entre el IDH
y el IDINA incluso que los municipios más poblados. De cualquier manera, la menor correlación entre ambos índices se observa en municipios de alta ruralidad.
Los resultados de este ejercicio reflejan la relevancia de intensificar acciones que permitan entender los factores que están
detrás de la mayor dificultad de traducir el desarrollo humano en
un desarrollo de la infancia, niñez y adolescencia en municipios
de mayor ruralidad. Así como la necesidad de intensificar esfuerzos en estas áreas que quedan cada vez más rezagadas.
GRÁFICO 3.15 Correlación entre desarrollo humano y
desarrollo de la infancia
Municipios con menos de 50.000 habitantes
IDINA 0,700
0,600
0,500
0,400
R 2 = 0,4293
0,300
0,200
0,100
0,100
0,200
0,300
0,400
0,500
0,600
0,700
IDH
Municipios con más de 50.000 habitantes
IDINA 0,900
0,800
0,700
0,600
0,500
2
0,400
R = 0,77
0,300
0,200
0,100
0,100 0,200 0,300 0,400 0,500 0,600 0,700 0,800 0,900
IDH
139
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
niñas y adolescentes, por lo que se deberá
región, la división excesiva de la tierra ha
diseñar políticas de apoyo y protección a
conducido al abandono de prácticas tradiesta población en espacios de alta concencionales de manejo del suelo basadas en el
tración y en áreas dispersas. Esto es lo que
descanso periódico de las parcelas. Este
se analiza en las secciones siguientes.
manejo inadecuado acentúa los procesos
de degradación y contaminación de los
suelos.
Migrantes detrás de la
En el oriente de Bolivia han sido contabiliza- “nueva territorialidad”
dos alrededor de 4.000 mil asentamientos
rurales, el 75% en Santa Cruz. Es posible Las particularidades del proceso de urbanizaque en los llanos el dinamismo de la activición y el consecuente cambio en la estrucdad agrícola de tipo capitalista haya detertura demográfica por edad y sexo en Boliminado una mayor demanda de mano de
via se han producido en un contexto de alta
obra y un mayor crecimiento demográfico.
movilidad humana. Las migraciones interNo es casual que el mayor peso del índice
nas han formado parte central en la historia
de masculinidad revele una abultada preboliviana y forman parte del proceso de ursencia de hombres a diferencia del resto
banización acentuado desde la década de
de los poblados rurales del país (alrededor
los años 70. Como mencionamos en la inde 124 hombres por cada 100 mujeres). La
troducción del Informe, las migraciones
tasa de expansión de las localidades ruraafectan a las familias y personas que se
les ha sido definitivamente más alta en las
mueven en búsqueda de mejores condiciolocalidades de los valles que durante el senes de vida. En principio, las migraciones
gundo período intercensal se expandieron
son el resultado de la ausencia de oportunia una tasa promedio del 2.4%, frente a un
dades reales de una vida que garantice el
promedio de 1,42%, registrándose magnicumplimiento de los derechos fundamentudes de 1,37% en el altiplano y 0.94% en
tales en el lugar de origen. El deseo de una
los valles.
vida mejor hace que miles de bolivianos se
El proceso de redistribución espacial de la
desplacen al interior del país enfrentándopoblación ha repercutido en el perfil dese al éxito o al fracaso; en el proceso las permográfico de los contextos urbanos y rurasonas se enfrentan a circunstancias que
les, produciendo una mayor concentravulneran sus derechos básicos. Las pregunción de población infantil y juvenil en las
tas que intentamos responder en esta secáreas marginales de las grandes ciudades y
ción son las siguientes: ¿Cuáles son las caen los espacios rurales. Esta situación afecracterísticas de los movimientos migratota negativamente el bienestar de los niños,
rios en Bolivia? ¿Cuál es la magnitud de la
migración? ¿Quiénes se mueven y hacia
GRÁFICO 3.16 Distribución de la población rural según
dónde? Respondiendo a estas preguntas lopiso ecológico
graremos entender, en parte, la manera en
la que los movimientos migratorios se
constituyen en factores determinantes de
100
17%
18%
Altiplano
20%
la vida de miles de bolivianos, entre ellos ni80
ños, niñas y adolescentes.
31%
34%
Valles
35%
El primer elemento que debemos resaltar
60
con relación a las características del proceLlanos
52%
40
so migratorio en Bolivia se refiere a su
46%
46%
magnitud. Información censal para 1976
20
indica que la población mayor de cinco
0
años que había cambiado alguna vez de re1992
2001
1976
sidencia superaba el millón de personas
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992- 2001.
(23% de la población total censada). En
140
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
1992, la cifra aumentó a casi dos millones,
cerca de un tercio de los bolivianos mayores de cinco años. Finalmente, en 2001 la
cifra se incrementó a 2,6 millones, el 32%
de la población total. Estos datos confirman la importancia que tuvieron y aún tienen los desplazamientos humanos en la
redistribución espacial de la población.
El segundo elemento está relacionado a la
distribución de la población inmigrante en
contextos de distinto grado de urbanización. El Cuadro 3.6 refleja claramente el
“perfil urbano” del destino de los movimientos migratorios, que se refleja en una
importante concentración del flujo migratorio hacia los centros urbanos mayores; en
2001 cerca de 4 de cada 10 inmigrantes se
trasladaron a alguna de las ciudades de mayor tamaño del país. Sin embargo, aún existe una importante corriente migratoria hacia espacios rurales; en 1992 más de un tercio del flujo migratorio total se dirigía a contextos rurales. El año 2001, más de 25% del
total de inmigrantes se dirigía a áreas rurales amanzanadas o dispersas. En términos
relativos, el destino rural de la migración en
el periodo analizado, se redujo en casi seis
puntos porcentuales, de 31,8% a 26,5%.
Es importante destacar que más de medio
millón de bolivianos se desplazan al año
hacia contextos rurales; esta situación se
acentúa más en llanos y valles donde son
comunes los movimientos migratorios por
la zafra y los cultivos de coca.
La tercera característica de los movimientos
migratorios es la falta de uniformidad de la
redistribución espacial de la población según piso ecológico. En 1992, del total de
inmigrantes residentes en el altiplano, el
59% se dirigió a las ciudades de La Paz y El
Alto mientras que el 19% a ciudades intermedias. En 2001, se advierte un incremento de la proporción de inmigrantes que establecen su residencia en los centros urbanos mayores (63%). En los llanos, se registra también un incremento de la proporción de inmigrantes que se dirigieron a la
ciudad de Santa Cruz, su representatividad
relativa subió del 42% al 53% entre 1992
y 2001. Adicionalmente, una fracción im-
RECUADRO 3.8
Voces que nos cuentan historias
marcadas por la migración
Justo ha estudiado la primaria en la mina: “Buenos
recuerdos, ahí me han enseñado todo lo que sé hasta
ahora.”
Hombre, 40 años, El Alto.
Considera a los vecinos como parte de su familia: “Entre
vecinos nomás nos ayudamos, yo estoy solita.”
Mujer, 35 años, El Alto.
La migración a La Paz representó la separación de su marido
y una mejor vida para sus hijos. Actualmente vive en Villa
Adela, su vivienda consta de dos cuartos: uno con tres
camas en las que duerme ella con sus hijos y el otro cuarto
que es la cocina. Tienen un baño precario. Sus cuartos
tienen luz y agua. Tienen TV.
Mujer, 37 años, El Alto.
“Yo viví esos procesos de migración al llegar a conformar los
barrios de Santa Cruz y lo que son ahora el tercer y cuarto
anillo; eso era monte. He visto cómo se fue transformando
todo, cómo las familias empezaron a mezclarse, a fusionarse
con otras culturas. Venían de Cochabamba, de La Paz, de
otro lado, y se mezclaban con la gente de aquí y empezaba
esa interculturalidad. Fue muy bueno, pero también fue
creando regionalismo, discriminación, empezó a divulgarse
un poco la violencia intrafamiliar, empezó en gran parte en
esas mezclas de cultura. Los jóvenes se casan o se juntan y
quedan en la casa del padre, del suegro; no hay posibilidad
de independencia de una familia. Los chicos, justamente por
la carencia de recursos y porque en la familia son muchos,
dejan de soñar con entrar a la universidad y se dedican a
trabajar.”
Testimonio, Santa Cruz.
portante (23%) se dirigió a alguna ciudad
intermedia o centro urbano menor. En los
valles, se observa una distribución del flujo
migratorio más equilibrado, en comparación a llanos y altiplano, con las siguientes
características: un tercio hacia algún poblado rural, otra tercera parte hacia alguna
ciudad intermedia y sólo cerca de un quinto fijó su residencia en la ciudad capital de
Cochabamba.
141
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
CUADRO 3.6 Distribución de inmigrantes según grado de
urbanización y piso ecológico del lugar de
destino (1992-2001) (%)
Centros
Altiplano
Valles
Centro urbano mayor
59,5
21,6
Centro urbano intermedio
18,5
24,8
Centro urbano menor
6,6
8,4
Rural amanzanado
4,4
8,4
Rural alto
11
36,8
Total inmigrantes 1992
581.125 718.135
Centro urbano mayor
63,4
19,1
Centro urbano intermedio
17,8
32,3
Centro urbano menor
5
11,2
Rural amanzanado
3,6
6,5
Rural alto
10,3
30,9
Total inmigrantes 2001
714.355 1.000.000
Llanos
Total
41,9
39,7
12,3
18,8
14,2
9,8
6,9
6,7
24,8
25,1
648.614 1.947.873
53,4
42,3
7,8
20,5
15
10,7
3,5
4,7
20,3
21,8
830.229 2.587.629
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1992 y 2001.
GRÁFICO 3.17 Bolivia: Inmigrantes según piso eclógico
de destino (%)
100
22
31
90
Llanos
80
25
70
40
Valles
60
53
50
Altiplano
40
30
28
20
10
0
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1992-2001.
GRÁFICO 3.18 Bolivia: inmigrantes según piso ecológico
de nacimiento (%)
100
31
20
Llanos
80
43
26
Valles
60
40
Altiplano
42
36
20
0
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1992-2001.
142
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
En síntesis, se modificó la estructura de la
población inmigrante según lugar de destino y lugar de nacimiento, así lo revelan los
Gráficos 3.17 y 3.18. Si bien en 1992 más
del 50% de la población inmigrante se dirigía al altiplano, y proporciones similares
a los valles y llanos; el 2001 la estructura se
modificó: el primer lugar de destino son
los valles, luego los llanos y finalmente el
altiplano. Sin embargo, esta estructura no
diferenciada oculta la verdadera tendencia
de las migraciones: es posible que los valles sea el destino de los habitantes del mismo contexto pero de áreas rurales. En
cambio, en los llanos el destino trasciende
las fronteras regionales.
Entre 1992 y 2001, en términos absolutos, el
número de inmigrantes nacidos en los valles se incrementó en más del 50%, mientras que los nacidos en el altiplano se incrementaron levemente (alrededor del 10%)
y los inmigrantes nacidos en los llanos más
bien decrecieron. La proporción de migrantes según destino migratorio revela
que cada vez menos migrantes tienen como destino el altiplano mientras que los
destinos de valles y llanos están en aumento. Es ilustrativo observar que se incrementa la corriente de inmigrantes de los llanos
hacia los valles; este hecho sugiere que se
ha producido un fuerte cambio en la direccionalidad migratoria de las corrientes de
inmigrantes nacidos en el valle.
El cuarto elemento que se rescata, en cuanto
a la característica de los flujos migratorios,
es la modificación de la estructura de la población inmigrante por sexo, cuyo análisis
revela la mayor propensión de las mujeres
a tener como destino migratorio algún
centro urbano, en comparación con los
hombres. En el caso de los hombres, es
mayor la proporción de inmigrantes que se
dirige a algún centro rural, aunque desde
1992 se observa la tendencia hacia un mayor equilibrio entre hombres y mujeres en
la distribución de inmigrantes según lugar
de destino. El caso que mayores diferencias entre hombres y mujeres muestra, en
términos de los destino migratorios por
grado de urbanización, es la región de los
llanos, donde mientras el 57% del total de GRÁFICO 3.19 Índice de masculinidad de la población
mujeres inmigrantes residía en Santa Cruz
migrante según piso ecológico y contexto
y el 17,3% en poblados rurales altamente
geográfico del lugar de destino, 2001
dispersos, el 50% de los inmigrantes hombres tenía como lugar de destino la ciudad 140
135
de Santa Cruz y el 23% algún poblado rural 120
Altiplano
106
106
103
100101
altamente disperso.
96
100
95
89 89
88 8891
87
Valles
Una última característica de este proceso de
80
75
movilidad humana es la edad y sexo de los
60
Llanos
40
inmigrantes y el consecuente efecto en la
20
formación de los grupos etáreos potencial0
mente activos e inactivos. Especialmente
Urbano
Urbano
Urbano
Rural Alto
Total
Mayor
Intermedio
Menor
en las grandes ciudades, los flujos migratorios concentran elevadas proporciones de Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV (2001).
migrantes en edad de trabajar; esta situación afecta ciertamente las diferenciales
tres de cada cuatro inmigrantes forman
en la tasa de dependencia económica enparte de la población en edad de trabajar
tre áreas urbanas y rurales, las últimas es(PET). Por lo tanto, los inmigrantes juegan
tarían quedando con poblaciones altamenun rol importante en la conformación de la
te dependientes. Finalmente, los flujos mipoblación en edades activas, particulargratorios según sexo muestran que la canmente en las ciudades de mayor tamaño.
tidad de mujeres inmigrantes supera a la
En los lugares de destino, los inmigrantes
de hombres cuando se trata de los centros
contribuyen a disminuir la razón de deurbanos mayores como destino migratopendencia económica, debido a que la mario. En el caso de los destinos rurales, la
yor parte de ellos son adultos o adultas jóproporción de hombres supera a la de las
venes y a que se incorporan en actividades
mujeres. Esta situación se explica, entre
de producción de bienes y servicios.
otros, por los roles y las prácticas de las culturas de los lugares de expulsión y de des- Según Ledo (2005), a medida que el contexto cambia de urbano a rural, los grupos de
tino. También es importante resaltar el rol
edades extremas tienden a incrementarse.
del flujo migratorio en la composición de la
Esta situación se explica por la marcada
población por edad, pues la tendencia es a
emigración de pobladores jóvenes, de ahí
la concentración de la población en edad
que en muchos pueblos rurales permanezde trabajar, especialmente las mujeres en
áreas urbanas.
La población inmigrante se desplaza en bus- GRÁFICO 3.20 Bolivia: inmigrantes en edad de trabajar según
piso ecológico y contexto geográfico del lugar
ca de mejores condiciones de vida y trabade residencia (2001) (%)
jo, de ahí que su destino sea, especialmente, las ciudades de La Paz, Cochabamba y
Santa Cruz, donde se concentra el accionar 80
de las políticas públicas. También es im- 70
Altiplano
portante resaltar que las regiones del sur 60
Valles
del país, los departamentos que gozan de 50
40
regalías petroleras, se han beneficiado en
Llanos
30
los últimos años de una autonomía finan20
ciera apreciable y han absorbido también
Total
10
grandes flujos migratorios.
0
Urbano
Urbano
Urbano
Rural Alto
Rural
Las migraciones internas han concentrado a
Mayor
Intermedio
Menor
Amanzanado
la población en edades de mayor propensión de ingreso a la actividad económica: Fuente: elaboración propia sobre la base de CNPV (2001).
143
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
centes solos; de ahí la presencia de un
24% de menores de 18 años y una casi nula representación de pobladores de más de
65 años. Esto refleja la concentración inmigratoria en las edades de mayor inserción
laboral.
can únicamente niños y ancianos, dado
que la población potencialmente activa tuvo que migrar. La distribución de la población inmigrante reciente por edades y sexo refleja la llegada de familias con hijos
menores así como la migración de adolesRECUADRO 3.9
Cambios en el perfil de niños,
niñas y adolescentes migrantes
Según Ledo (2005), entre 1992 y 2001, se
produjo un cambio en la distribución de la
población inmigrante entre 5 y 14 años según grado de urbanización de los poblados.
El Cuadro 3.7 muestra que la proporción de
inmigrantes entre niños y niñas menores de
14 años concentra una proporción mayor en
los poblados rurales y una menor proporción en los centros urbanos. Esto no implica
que existan más niños migrantes en áreas
rurales en comparación a las urbanas, en
términos absolutos; pero sí debe entenderse como un elemento importante en términos de la proporción de niños y niñas que viven en contextos geográficos y culturales
ajenos a los suyos, en condiciones de vida
que no garantizan el cumplimiento pleno de
sus derechos ni el acceso mínimo a necesidades básicas.
El Cuadro 3.7 revela proporciones de niños, niñas y adolescentes inmigrantes en
2001, en cada uno de los contextos geográficos, similares a los de 1992; sin embargo,
es evidente el incremento de la migración
entre contextos rurales y la caída de la migración urbano-rural en términos porcentuales; de cualquier manera la migración sigue siendo importante y creciente en números absolutos. Este incremento estuvo
acompañado por una reducción de la proporción de niños inmigrantes en contextos
de mayor grado de urbanización, especialmente las ciudades más grandes. Por ejemplo, del total de niños que residen en centros
urbanos mayores de los valles, el porcentaje de inmigrantes entre cinco y 14 años pasó
del 20,6% al 16% entre 1992 y 2001. Este
ejemplo evidencia patrones diferenciados
de movilidad humana entre piso ecológicos
y al interior de los mismos.
CUADRO 3.7 Niños y niñas y adolescentes inmigrantes según grado de
urbanización por región ecológica de residencia (1992-2001) (%)
Urbano
mayor
Urbano
intermedio
Urbano
menor
Rural
amanzanado
Rural alto
Año
1992
2001
1992
2001
1992
2001
1992
2001
1992
2001
Altiplano
17,2
15,4
21,8
21,4
31,1
29,3
23,5
28,8
30,3
31,6
Valles
19,5
16,1
25,4
21,6
30,4
29,3
26,1
28,1
31,0
31,3
Llanos
16,4
15,8
24,4
23,5
30,0
29,5
29,9
33,0
31,8
35,0
Bolivia
17,4
15,7
24,1
21,7
30,4
29,4
27,0
29,7
31,2
32,2
Nota: El grupo analizado corresponde a los niños, niñas y adolescentes entre 5 y 14 años.
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1992-2001.
144
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
ca de la transformación demográfica en el
En síntesis, en la región de los valles, la más
territorio nacional. En términos generales,
representativa como receptora de inmila tasa de mortalidad infantil y en la niñez
grantes, es particularmente fuerte la coy la tendencia de la fecundidad han sido
rriente que se dirige a las ciudades interdecrecientes aunque altamente diferenciamedias y a las zonas rurales. Esto parecería
das en el territorio nacional. Sin lugar a dusugerir que en la zona aún existen posibilidas, una parte fundamental del proceso de
dades de subsistencia a través de la activicambio demográfico ha sido la interacción
dad agrícola, que es la que domina la escecon las estructuras económica y social altana laboral de sus residentes.
mente influenciadas por el proceso de moEs interesante observar que, en términos de
vilidad inter e intraregional acentuado desflujos migratorios, las corrientes se dirigen
de la década de los 70.
hacia las regiones de mayor dinamismo
del país. Un saldo neto migratorio positivo El crecimiento explosivo de los centros de
mayor urbanidad donde se concentra la
claramente predominante en la región del
oferta de bienes y servicios, el trabajo meoriente y del Chaco boliviano y en especial
jor remunerado y otras ventajas de los cenen los municipios de El Alto, Santa Cruz,
tros “receptores” se han convertido en un
Sucre, Tarija, Quillacollo, Sacaba, Colcapirmecanismo de desigualdad entre los habihua, San Ramón y Yacuiba. En cambio, un
tantes urbanos, entre quienes las brechas
saldo negativo en occidente: el primer luen la calidad de vida y acceso a servicios
gar en la expulsión de sus pobladores lo
básicos se han exacerbado. En contraposiocupa la capital política de Bolivia, el munición, la lenta expansión rural que aún
cipio de La Paz, seguido de Potosí, Oruro y
mantiene al 40% de la población boliviana
Cochabamba, lo que revela que la magniha visto reducida las posibilidades de un
tud de emigrantes fue mayor a la corriente
dinamismo económico y desarrollo social,
de inmigrantes.
pues no sólo concentra mayoritariamente
Las mujeres inmigran más que los hombres
a la población en edad de inactividad sino
a las ciudades mayores, es especialmente
que se ha caracterizado por un abandono
alta su concentración en las ciudades de El
del Estado en términos de acceso a serviAlto, Santa Cruz, Cochabamba y La Paz. Es
cios mínimos. Junto a estos cambios deprobable que la migración reciente se exmográficos se transformó también la esplique por la primacía de los factores de
tructura de oportunidades de los habitanexpulsión (ausencia de empleo y empotes, de las prácticas y composición de los
brecimiento cada vez mayor de la poblahogares, así como de las pautas culturales
ción de grandes áreas del país) antes que
entre ciudadanos cada vez más insertados
por factores de atracción. La proliferación
en contextos “ajenos” al lugar de origen.
del empleo por cuenta propia en unidades
económicas de muy baja productividad en En este marco, en los próximos capítulos
abordamos de manera específica los
importantes grupos de población hace
cambios más relevantes de las transforpensar que las ciudades, pese al momento
maciones en los hogares bolivianos y en
recesivo que atraviesa su economía, aún
las posibilidades de desarrollo de capacibrindan ciertos espacios ocupacionales,
dades de los niños, niñas y adolescentes.
aunque sólo permitan la sobrevivencia.15
Definitivamente, el crecimiento urbano y
Veinticinco años de cambios demográficos
el decremento rural han polarizado la proen Bolivia han implicado una relocalizablemática social; son las grandes ciudación de la población en el territorio naciodes y las áreas rurales las que enfrentarán
nal. La coexistencia de perfiles demográfien los próximos años las mayores dificulcos diferenciados ha sido una característi15 El empleo cuenta propia en las ciudades principales, para las cuales se cuenta con información, no sólo es desarrollado por
inmigrantes, sino también por importantes sectores poblacionales nativos. Así, las características de las economías urbanas más
importantes se convierten en potenciales expulsores de fuerza de trabajo.
145
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
tades en términos de posibilidades de
desarrollo de las capacidades básicas de
sus habitantes, entre ellos, miles de niños, niñas y adolescentes. La historia del
cambio demográfico aquí descrita deja
abiertas varias interrogantes con relación
146
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
a los cambios en el acceso a servicios de
salud, educación y saneamiento básico
que enfrentarán los niños, niñas y adolescentes bolivianos en el futuro y marcan
claramente la imagen de una situación altamente diferenciada.
147
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Hombre saldo neto migratorio1996-2001
MAPA 3.5 Saldo neto migratorio por sexo 1996-2001
Mujeres saldo neto migratorio1996-2001
La familia,
heterogeneidad
y permanente
transformación
4
L
os cambios demográficos descritos en el capítulo precedente
estuvieron acompañados de
importantes transformaciones
en los hogares vinculadas a las
dinámicas económicas, sociales y culturales que vivió el país en las últimas tres décadas. La transformación económica, demográfica y social de la sociedad boliviana
forma parte de un proceso de cambio socio-demográfico común en la región que
se acentúa en contextos de alta heterogeneidad étnica, cultural y de valores; contextos regionales y geográficos que refuerzan la diversidad debido a los acelerados
procesos de movilidad humana entre regiones (Arriagada, 2004).
Durante las últimas décadas, en América
Latina la familia ha sufrido cambios significativos que han sido ampliamente
analizados por la literatura económica y
sociológica desde diferentes perspectivas. Uno de los aspectos que más se resalta es el hecho de que en los cambios
en la organización familiar juegan un papel relevante factores exógenos. Según
Therborn (2004), entre los factores que
más afectan a la estructura familiar están
la migración, la descampesinización, la
proletarización, la industrialización, así
como aspectos de carácter cultural como
la secularización, la escolarización y la
aceleración de los medios de contracepción; a esta última lista de factores de orden cultural se ha denominado la “segunda transición demográfica” (Katzman y
Filgueira, 2001).
En este capítulo ofrecemos un panorama
sobre las distintas formas de organización de los hogares bolivianos y las diferentes formas de inserción en el sistema
económico y ocupacional que forman
parte del contexto familiar y socioeconómico en que nacen y crecen los niños, niñas y adolescentes. El análisis centra la
atención en tres aspectos fundamentales:
la organización familiar en términos de
quiénes conforman los hogares; las formas de inserción económica dominante
en el mercado laboral y la distribución de
las tareas dentro del hogar; y finalmente,
aspectos relacionados con las posibilidades diferenciadas de los hogares de transferir activos a los niños que los conforman basadas en la construcción de categorías según logro educativo de los adultos dentro del hogar. Si bien estos aspectos requieren “abrir la caja negra” que encierra los recursos y estrategias de los hogares (Mosser, 1999; Katzman et al,
2001), el capítulo ofrece una mirada
cuantitativa sobre los cambios mencionados, mientras que aspectos de carácter
cualitativo serán analizados más adelante, a partir de las testimonios de quienes
conforman las familias bolivianas.
Los hogares bolivianos en la nueva
configuración territorial: ¿cómo se
organizan las familias bolivianas?
Entre los principales efectos del cambio demográfico, el proceso de urbanización implicó la relocalización de la población y,
por consiguiente, determinó una nueva
configuración de los hogares en el territorio nacional. Los cambios en la distribución del hogar censal fue muy similar a la
de la población menor de 18 años; en términos de áreas geográficas la proporción
de hogares particulares1 y de menores de
18 años en áreas urbanas pasó del 40% al
60% entre 1976 y 2001. Sin embargo, la
distribución del hogar censal particular según piso ecológico fue distinta a la distribución de los niños, niñas y adolescentes.
Esta situación es una señal de que la conformación de los hogares difiere entre pisos ecológicos,2 tal como lo revela el Grafico 4.2 que resalta como principal cambio
la reducción de la proporción de hogares
en el altiplano rural y el consecuente incremento en los llanos urbanos. La distribución de los hogares en el territorio se
1 La clasificación censal de los hogares en Bolivia utiliza dos categorías con relación al grupo de personas que pasaron la noche
anterior en la vivienda censada. Los hogares se clasifican de la manera más simple: particulares y no particulares o colectivos.
Estos últimos se refieren a instituciones como cárceles, hospitales, orfelinatos y hoteles, entre otros.
2 A lo largo del capítulo se usa el término piso ecológico para designar las regiones del altiplano, valles y llanos.
151
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 4.1
T. de fecundidad
Fecundidad e inserción laboral
femenina: la diferenciación de
la familia en Amérca Latina
do para 16 países de la región refleja que
la correlación entre fecundidad e inserción laboral urbana de la mujer boliviana
es positiva y posiciona al país entre el
Varios diagnósticos acerca de los cambios
grupo de países que “genera tensiones”
de la familia en América Latina concluyen
entre la familia y el trabajo, pues la elevaen que existe una fuerte correlación entre
da tasa de participación laboral se expliéstos y los cambios estructurales econóca principalmente por una inserción en
micos, demográficos, sociales y políticos.
condiciones precarias (menores salarios,
Arriagada (2004) afirma que los cambios
actividades económicas de menor califimás importantes son el incremento de la
cación, entre otras). El estudio concluye
proporción de hogares que reciben doble
que los países con elevadas tasas de paringreso y el incremento de los hogares uniticipación laboral de las mujeres son los
personales. Otros estudios (Wainerman,
que poseen la mayor proporción de em2001; Katzman y Filgueira, 2001) resaltan,
pleos informales, los mayores niveles de
además, el incremento de los hogares mopobreza y los menores niveles de PIB y
noparentales y la reducción de los hogares
gasto social per cápita. El autor llama la
biparentales como una característica coatención sobre el hecho de que las tenmún a los países de la región. Ambos camdencias de los países más desarrollados
bios fueron ilustrados en el Capítulo 1 del
de la región muestran un rezago en la
presente Informe.
emancipación de la mujer.
En el caso de Bolivia, la participación laboral de la mujer es especialmente elevada, Este hecho da cuenta de las tensiones que
enfrentan las mujeres al insertarse al merpese a que aún se mantienen elevados nicado en condiciones desiguales. Al resveles de fecundidad. Un ejercicio realizapecto, estudios realizados para Bolivia reGRÁFICO 4.1 Tasa de fecundidad y participación laboral
velan las desigualdades de inserción en el
mercado laboral entre hombres y mujeres.
femenina en áreas urbanas en 16 países
Schkolnik (2005) afirma que en muchos
de América Latina (2000-2005)
casos la inserción de las mujeres en el
mercado laboral se da en condiciones de
5.0
clara desventaja, pues en el ámbito doGuatemala
4.5 El Salvador
Paraguay
méstico la distribución de las tareas aún
Honduras
4.0
Nicaragua
no se ha modificado (Arriagada, 2004;
Bolivia
3.5
Ecuador
Wanderley, 2003). Finalmente, el estudio
3.0
Mexico
Colombia
Argentina
40
45
50 2.5
55
60 concluye que la mayor inserción laboral
Panamá
Uruguay 2.0
Costa Rica
de las mujeres en el mercado laboral en
Brasil
Venezuela
Chile
1.5
América Latina no implica necesariamen1.0
te que se estén dando transformaciones
0.5
dentro de las familias en cuanto a los roles
T. de participación
desempeñados tradicionalmente por
hombres y mujeres.
Fuente: Schkolnik en CEPAL (2004).
152
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
modificó, en parte, como respuesta al GRÁFICO 4.2 Distribución de hogares particulares y de niños,
efecto de la urbanización acelerada.
niñas y adolescentes según piso ecológico y
Vale la pena resaltar que existen factores de
áreas geográficas (1976-2001)
diversa índole, culturales, sociales y económicos, que inciden de manera signifiHogares particulares
cativa en la conformación y composición
100%
6%
8%
Llanos rural
20%
8%
de los hogares y en las decisiones de re80%
18%
Llanos urbano
producción familiar. Por ejemplo, en el
13%
Gráfico 4.2 resaltan ciertas particularidaValles rural
9%
60%
16%
34%
des: si bien los hogares están altamente
Valles urbano
20%
40%
representados en las localidades urbanas
Altiplano rural
del altiplano la proporción de niños, niñas
26%
20%
23%
Altiplano urbano
y adolescentes en esos hogares es menor.
Lo contrario sucede en los llanos rurales
0%
2001
1976
donde la proporción de niños supera la
proporción de hogares. En síntesis, el proMenores de 18 años en hogares particulares
ceso de urbanización no incidió de una
100%
11%
9%
manera homogénea en las formas de orLlanos rural
22%
11%
ganización de los hogares. También es in80%
Llanos urbano
19%
teresante conocer los cambios y magnitu14%
60%
Valles rural
9%
des en términos absolutos.
15%
30%
Los cambios en la distribución de los hogaValles urbano
40%
17%
res particulares y de los niños, niñas y
Altiplano rural
20%
23%
21%
adolescentes en ellos tuvo las siguientes
Altiplano urbano
características: i) la participación de los
0%
1976
2001
hogares aumentó en las áreas urbanas de
los tres pisos ecológicos; el incremento en Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001
el altiplano fue el menos representativo.
En cuanto a la disminución de la proporRECUADRO 4.2
ción de hogares en las áreas rurales, la caída más importante ocurrió en el altiplano
La sobreposición de la “primera y
donde la participación se redujo en 14%.
segunda transiciones demográficas”
ii) Con relación a los niños, niñas y adolesSegún Katzman y Filgueira (2001), muchos países de Américentes la participación en los valles se
ca Latina están viviendo la sobreposición del final de la “primemantuvo alrededor del 27% entre 1976 y
ra transición demográfica” caracterizada por la reducción de
2001, mientras que la proporción en los
las tasas de fecundidad, el predominio numérico creciente de
llanos aumentó y en el altiplano se redujo.
la familia de tipo breadwinner, los procesos de migración ruralEn el altiplano rural se redujo en la mitad,
urbano y el envejecimiento de la población, con el principio de
mientras que en los valles y llanos la rela “segunda transición demográfica” caracterizada más bien
ducción, igualmente significativa, fue
por el debilitamiento de la familia biparental y en unión legal (aumás moderada y tuvo una magnitud de
mento del divorcio, de la unión libre, de la jefatura monoparenalrededor del 20%.
tal), el ingreso de la mujer al mercado laboral, la postergación
Esta transformación de las formas de orgadel casamiento y de la tenencia del primer hijo y el incremento
nización, disolución y reconstitución de
de los hogares unipersonales. En los hogares más empobrecilas familias por la que atraviesan varios
dos existe una combinación más perversa de estas transiciopaíses de la región estuvo marcada por un
nes demográficas. En efecto, entre mujeres con mayores niveaumento de los “hogares monoparentales de instrucción se evidencia una mayor tendencia a retardar
les”. En este contexto, en América Latina
el inicio de la vida conyugal.
se habla de la sobreposición de “la primera transición demográfica” con el inicio
153
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
GRÁFICO 4.3 Mujeres en edad fértil según
estado conyugal (1989-2003)
60
51,5
50
1989
41,3
40
2003
30,7 32,0
30
18,6
20
10,9
10
1,9 1,3
0
Solteras
Casadas En union
Viudas
Estado conyugal mujeres en edad fértil
5,0
6,9
Separadasdivorciadas
Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENDSA 1989 y 2003.
de la “segunda transición demográfica”;
la última se caracteriza, entre otros, por el
debilitamiento del modelo familiar biparental (Recuadro 4.2).
Cohabitación, estado conyugal
y fecundidad
Un importante punto de partida para describir la transformación de la familia en Bolivia es la evolución del estado conyugal de
las mujeres en edad fértil. Según la ENDSA
(2003), en Bolivia la edad mediana de la
primera unión entre las mujeres era de 21
años y en los hombres de 23 años, estas
edades no habrían variado en los últimos
25 años. Según datos agregados, la edad
mediana de la primera relación sexual se
habría mantenido constante en los últimos
GRÁFICO 4.4 “Promedio ideal de hijos” según piso ecológico y
área geográfica (2003)
4
3,5
Urbana
3
Rural
2,5
Altiplano
2
1,5
Valles
1
Llano
0,5
Total
0
15-19
20-24
25-29
30-34
35-39
40-44
45-49
Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENDSA (2003).
154
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
25 años en un valor de 19 años, dos años
menos que la edad mediana de la primera
unión conyugal estimada en 21 años. Es
importante considerar las diferencias de
estos indicadores entre áreas urbanas y rurales y según piso ecológico: en general la
edad mediana de la primera unión es menor en los llanos en comparación a los valles y el altiplano: 19,7 frente a 21,1 y 20,9
respectivamente. En cuanto a la edad mediana de la primera relación, ésta también
varia según contexto; por ejemplo, en
2003, se registraba en 18 años en las áreas
rurales frente a 19 años en las áreas urbanas. Finalmente, entre 1989 y 2003 se observan diferencias importantes en la distribución de las mujeres en edad fértil según
estado conyugal.
El Gráfico 4.3 sintetiza importantes resultados de la segunda transición demográfica:
i) una disminución de la proporción de mujeres unidas ya sea casadas o en unión consensual del 62,4% al 59,9%; ii) un incremento de las mujeres sin cónyuge (solteras, separadas o divorciadas). Resalta el hecho de que en 1989 la proporción de mujeres solteras en edad fértil, en unión consensuada y separadas o divorciadas
(46,6%) era superada por la proporción de
casadas (51,5%) por cinco puntos porcentuales; hoy, las mujeres casadas (41,3%)
son ampliamente superadas por la suma
del resto de estados conyugales.
Sin lugar a dudas, otra dimensión importante
de la transformación de la familia en Bolivia
tiene que ver con las preferencias de las mujeres sobre el número ideal de hijos y la variabilidad de la respuesta según contexto
ecológico y geográfico, así lo revela el Gráfico 4.4, que muestra cambios generacionales en concepciones y percepciones sobre la
familia, como el “promedio ideal de hijos”.
El promedio ideal de hijos muestra una tendencia decreciente en función a la edad,
revelando un cambio evidente en las preferencias de las mujeres de diferentes generaciones. El cambio más importante se
da, sin lugar a dudas, en las áreas rurales
donde las preferencias del promedio ideal de hijos varían de más de 3,5 entre mu-
jeres de 45 a 49 años a menos de 2,5 entre adolescentes de 15 a 19 años. Una característica importante en el análisis de
este indicador es la convergencia entre
áreas urbanas y rurales y entre altiplano
valles y llanos, pues cada vez la brecha entre áreas geográficas y regiones ecológi-
cas es menor. Resaltan los grupos de mujeres entre 25 y 29 años y entre 15 y 19
años cuyas preferencias intragrupo parecen ser más homogéneas. La brecha en el
grupo de 15 a 19 años era de 0,4, en el
grupo de mujeres entre 25 y 29 años de
0,3 frente a una brecha promedio de 0,5.
RECUADRO 4.3
El tamaño de los hogares:
heterogeneidad regional
“Si ellas hubieran tenido conocimiento de
la planificación familiar hubieran tenido
menos hijos.”
“Las mujeres mayores de 30 tienen hasta
siete hijos, las mujeres entre 25 y 30 tienen
uno o dos hijos.”
Grupo focal de mujeres
entre 25 y 45 años, Oruro.
En 25 años, especialmente desde los años
90, se produjo una disminución importante
en el tamaño promedio de los hogares debido, entre otros, al brusco descenso de la tasa de fecundidad. El tamaño de los hogares
particulares, sin contar los trabajadores del
hogar, cayó de 4,4 en 1976 a 4,0 en 2001. El
número promedio de niños menores de cinco años pasó de 0,7 a 0,5 por hogar. En particular, el número de niños preescolares en
las familias biparentales cayó de 0,88 a 0,68
entre 1976 y 2001 (también en estos aspectos la caída se concentró en los años 90). Caídas similares se observaron en los hogares
monoparentales y en las familias compuestas o extendidas. El menor número de niños
es coherente con los datos que indican un
descenso de la fertilidad durante las últimas
décadas (ver Capítulo 3).
El número de personas promedio por hogar decreció en todas las zonas y regiones,
excepto en el altiplano urbano donde se produjo un ligero incremento que incidió en el
promedio nacional.
El tamaño del hogar varía considerablemente según la organización familiar, área
geográfica y piso ecológico. Sobre un pro-
medio general de 4,1 personas por hogar en
los hogares particulares, el tamaño es algo
más pequeño en el altiplano, intermedio en
los valles y más grande en los llanos. Los hogares rurales son un poco más pequeños que
los urbanos en el altiplano y los valles, pero un
poco más grandes que los urbanos en los llanos. Las familias biparentales, por ejemplo,
varían entre 4,3 miembros en el altiplano urbano y 5,2 miembros en las áreas rurales de
los llanos. El tamaño de los hogares es un poco mayor en las áreas urbanas en comparación a las rurales. Parte de estas diferencias
se explican por las diferencias en la tasa de
fertilidad y por la presencia de población migrante, pues en las zonas receptoras de migración los hogares tienden a ser más grandes. Los hogares de 10 o más miembros son
pocos, albergan al 6% de los miembros de
los hogares particulares. El tamaño de los hogares aumenta con la edad del jefe hasta que
llega a los 40-49 años, luego declina gradualmente a medida que la familia envejece.
GRÁFICO 4.5
Tamaño promedio de los hogares
particulares, según piso ecológico y
área geográfica (1976-2001)
Altiplano urbano
6,0
5,5
Altiplano rural
5,0
4,5
Valles urbano
4,0
Valles rural
3,5
Llanos urbano
3,0
2,5
Llanos rural
2,0
1976
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
155
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
familiar extendido, o bien un grupo no faFinalmente, en Bolivia resalta la diferenmiliar donde sólo está el jefe y otros que no
cia entre la fecundidad deseada (2,1) y la
son parientes. Los hogares no familiares a
fecundidad observada (3,8).
menudo se presentan junto con los comEl énfasis de este estudio se centra en el enpuestos.4 Las limitaciones de esta constructorno de los niños, por lo que se requiere
analizar la composición y tamaño de los
ción metodológica han sido ampliamente
hogares donde existen menores de edad.
analizadas en Torrado (1981), CEPAL
En 2001, cerca de 1,4 millones de hoga(2004) y Maletta (2005).
res, es decir, el 70% del total, albergan me- En 2001, existían 8.008.446 miembros de
nores de 18 años. En ellos viven 3,65 mihogares particulares, de los cuales 3,7 millones de menores de 18 años. Los hogallones eran niños, niñas y adolescentes
res con niños, niñas y adolescentes son le(menores de 18 años). Había alrededor de
vemente más abundantes en las áreas urun millón de niños en cada uno de los tres
banas que en las rurales: representan el
primeros grupos de edad (cero a cuatro
72,5% de los hogares urbanos y el 66,5%
años, cinco a nueve años y 10 a 14 años) y
de los hogares rurales. Las áreas urbanas,
cerca de medio millón entre 15 y 17 años.
sin embargo, tienen menor cantidad de
Un 69% de los hogares eran familias nuniños por hogar: 2,5 en promedio frente a
cleares y un 31% eran familias extensas,
3
2,9 en áreas rurales. No todos los menogrupos compuestos o no familiares. Las fares de 18 años son hijos o hijas del jefe o
milias nucleares albergaban al 59% de los
de su cónyuge; pero en muchos casos apamiembros en general y casi al 61% de los
recen en otras relaciones de parentesco
niños, tanto a los menores de 18 en generespecto al jefe. Los hijos del jefe y/o de su
ral como a los menores de cinco años en
cónyuge representan el 86% del total de
particular.
menores en hogares particulares.
Fuera de las familias nucleares y extensas,
los grupos compuestos y no familiares no
Niños, niñas y adolescentes
tienen una incidencia porcentual significaen organizaciones familiares
tiva entre los hogares, la población o los nidiferenciadas
ños, niñas y adolescentes. Cualquiera de
estas formas de organización del hogar reAntes de profundizar el análisis de los campresenta apenas un dos o tres por ciento
bios en la forma de organización de los hode los hogares o de las personas; por tanto,
gares es importante conocer las formas
en una tipología simplificada de hogares a
más usadas en la literatura para el estudio
menudo se los considera en bloque junto
de las estructuras familiares. El núcleo facon las familias extensas.
miliar básico del hogar está constituido por Las familias extendidas y los grupos comel jefe del hogar y su familia inmediata, es
puestos incluyen formas muy diversas; por
decir, su cónyuge e hijos. Ese núcleo central
ejemplo, una familia extendida puede ser
puede ser una sola persona, una pareja sin
simplemente una familia nuclear donde se
hijos, un progenitor sin cónyuge acompaañadió algún otro pariente o bien una verñado de sus hijos o un núcleo familiar comdadera familia extendida con varias genepleto con jefe, cónyuge e hijos. Esta primeraciones presentes y con más de un núcleo
ra clasificación se refiere sólo al núcleo cenconyugal (por ejemplo, una pareja que contral del hogar, sin considerar la posible previve con hijos adultos casados así como
sencia de otras personas, emparentadas o
con hijos políticos y nietos). Muy pocas fano con el jefe del hogar. Cuando existen
milias, en realidad, tienen más de dos terotras personas emparentadas con el jefe,
cios de sus miembros fuera del núcleo báaparte del cónyuge e hijos, existe un grupo
sico. Esto indica que en Bolivia las familias
3 En definitiva, el 60% de los menores se encuentra en las zonas urbanas y el 40% en las rurales.
4 Para referencias más especificas acerca de la clasificación ver Maletta (2005).
156
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 4.4
La familia más allá de
la convivencia espacial
“Son parte de mi familia mi papá, mi mamá,
mi hermanita, mi hermanito, mis tíos, mis sobrinos, porque de nuestra sangre es, y también mis amigos Iván y Samuel porque son
como mis hermanos.”
Niño entre 10 y 14 años, Panduro.
“Cuatro hermanos somos y una hermana. Mi
hermana, mi hermano, mi hermanito más pequeño (que) ya está en el colegio. Mis abuelitos de mi mamá tengo… tengo tíos, tías, tengo bastante familia. Yo soy el tercero de mi
familia. Mi hermano es el más mayor, luego
viene mi hermana y luego sigo yo, soy el tercero, y mi hermanito menor. Mi hermana ya
tiene marido. En Cochabamba viven. Él esta
trabajando en carpintería.”
Adolescente de entre 15 y 17 años, Panduro.
“Mi familia es solamente mis padres y mis
hermanos, somos hartos, somos ocho. Como mi madre y mi padre no tienen un trabajo
fijo no tenemos esa comodidad de vivir bien.”
“Mi familia somos mi mamá y mis dos hermanos, somos cuatro con mi padrastro más.
Nos llevamos bien, gracias a mi madre y también al esfuerzo de mi padrastro estamos saliendo adelante, ellos nos hacen estudiar.”
Grupos focales de niñas entre 15 y 17 años,
Plan 3000, Santa Cruz.
“Mi padre no vive con mi madre, él tiene otra
mujer, mi madre es sola. Está mi tío que es el
mayor, luego viene mi madre, de ahí viene
otro que no es del mismo padre, de ahí viene otro que no tiene apellido del padre, luego otra y por último Juan. Cuando yo era
chico, el que me quería más era mi tío, yo le
decía antes papá a él. Y yo tengo también a
un hermanito que tiene cuatro años, ya entró a kinder, es hijo de otro señor.”
La madre ahora tiene otra pareja con quien vive
en Cobija: “Sólo vive con mi madre y con mi
hermanito. Ahora yo estudio aquí, ahora mi hermano se queda acá; sólo ellos viven juntos.”
“Abuelo no tengo, no sé si habrá fallecido o
está vivo todavía.”
Niños entre 10 y 14 años, Porvenir.
“Familia ideal es padre, madre e hijos; sin embargo, la mayoría son mujeres solas que sostienen a su familia y son el pilar de ésta. Ahora existen más divorcios. Antes se aguantaba
todo y ahora no.”
Grupo focal de mujeres
entre 45 y 65 años, Oruro.
“Abuelos, hijos, esposos, tíos vivimos en dos
lugares, pero somos una sola familia.”
Mujer de 25 a 45 años, Chivimarca.
“Yo nomás vivo con mis suegros, con mis
dos hijitos y cuñadito, mi esposo igual ahora
no vive aquí, se ha ido a Santa Cruz, no vivimos juntos, se ha ido con otra mujer.”
Mujer entre 18 y 25 años,
Su papá dejó a su mamá y ella se ha vuelto a
casar, tiene un padrastro y una hermanita menor. Ella vive con sus abuelos y va de visita a
lo de su mamá. Tiene una hermanastra, que
tiene tres años y vive con su mamá y su padrastro. Ella vive en una casa donde están
también sus primos. Son cuatro familias que
comparten la misma casa que es un patio con
cuartos alrededor de él. “Mi familia es mi mamá, mi papá, mi hermanita y mis abuelitos.”
Niña de ocho años, Oruro.
Chivimarca.
“Las familias cambian porque los hombres
migran para mejorar los ingresos y a veces
esto produce divorcios, antes no había divorcio.”
“También ahora hay más violencia entre las
parejas y esto los hace divorciarse o separarse.”
Grupos focales de mujeres
entre 25 y 45 años.
157
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
GRÁFICO 4.6 Distribución de los hogares particulares
según tipo (1976-2001)
100
90
1%
31%
1%
26%
1%
30%
80
70
Unipersonal
Monoparental
45%
44%
38%
60
50
Biparental
Extendido/Compuesto
40
30
20
13%
16%
10
12%
12%
16%
Otro
15%
0
1976
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
extensas o compuestas tienen un grado
moderado de extensión o complejidad. En
definitiva, dos terceras partes de los hogares son nucleares y la mayor parte de los
hogares extensos o compuestos tienen relativamente pocos miembros adicionales.
Como mencionamos anteriormente, una de
las características del cambio de los hogares en Bolivia y en América Latina en las últimas décadas ha sido la modificación de la
manera de organización de la convivencia.
En función a una clasificación simplificada de
los hogares, de acuerdo a las características
mencionadas anteriormente, el análisis de
la estructura de los hogares en Bolivia muestra que entre 1976 y 2001 los hogares particulares han tendido a modificar su distribución. Estos cambios son resultado de la confluencia de varios elementos; los factores explicativos más inmediatos pueden resumirGRÁFICO 4.7 Niños, niñas y adolescentes según tipo
de hogar (1976-2001)
2001
Unipersonal
Monoparental
Biparental
1992
Extendido/Com
Otro
1976
0
250.000
500.000
750.000
1.000.000 1.250.000 1.500.000 1.750.000
Menores de 18 años
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
158
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
se claramente en las características de lo que
se ha denominado la “segunda transición
demográfica”; sin embargo, los procesos de
movilidad espacial han contribuido también
a modificar los patrones de la convivencia
familiar, tal como lo revelan varios testimonios recogidos en el estudio cualitativo.
Entre 1976 y 2001, el número de hogares particulares creció de 1,4 a cerca de dos millones. Los cambios relativos más importantes
fueron: la reducción del porcentaje de hogares biparentales del 44% al 38%, el aumento de los hogares monoparentales del 13%
al 16% y el incremento de los hogares unipersonales del 12% al 15%. Los hogares extendidos y/o compuestos mantuvieron porcentajes similares a las proporciones de
1976. Estos cambios tuvieron una relación
con la distribución de la población y con la
distribución de niños, niña y adolescentes
(Gráficos 4.6 y 4.7).
En el mismo período, la proporción de niños,
niñas y adolescentes en hogares biparentales se redujo y aumentó la participación
en hogares monoparentales, especialmen
te en los monoparentales con jefatura femenina. Así, del total de niños, niñas y
adolescentes en 1976 más de un millón vivían en hogares biparentales, cerca de
cuarto millón en hogares monoparentales
y alrededor de 750.000 en hogares extendidos/compuestos. Para 2001, pese a que
prevalecía el hogar biparental como principal forma de organización familiar, más de
medio millón de niños, niñas y adolescentes vivían con un solo progenitor, mientras
que cerca de un millón y medio vivían en
hogares extendidos donde las condiciones
de hacinamiento en la vivienda tienden a
ser mayores. Pese a la prevalencia del hogar biparental en el primer lugar, en términos absolutos el número de niños, niñas y
adolescentes en hogares extendidos es casi igual de importante (Gráfico 4.7).
Vale la pena resaltar, dentro del grupo de hogares monoparentales, la importante representación de la jefatura femenina que
pasa del 9,9% al 12,1% de los hogares. Los
niños menores de cinco años en esos hogares pasan del 9,4% al 13,2%. Dentro del
grupo de hogares monoparentales hay una
proporción creciente de hogares cuya jefa
declara ser casada o conviviente; este grupo representaba el 47% del total de hogares monoparentales con jefatura femenina
en 1976 y aumentó su representación relativa al 51% en 2001. Esto indica que la proporción de hogares con cónyuge ausente
fue creciente (en algunos casos se trata de
hogares que oscilan entre zonas urbanas y
rurales) o, en general, hogares en los cuales las migración de corta duración de uno
de los cónyuges es una estrategia común
de subsistencia (Maletta, 2005).
El proceso de urbanización acompañado de
una expansión del sector informal urbano y
la caída de la familia nuclear tradicional estuvo también caracterizado por un aumento de los hogares con un solo progenitor, así
como por grupos familiares conformados
por varios parientes bajo el mismo techo en
familias extendidas. En el proceso de cambio de la distribución de los hogares bolivianos según tipo de organización resaltan modificaciones de distinta intensidad según piso ecológico y área geográfica, el Recuadro
4.5 muestra un ejemplo de esta realidad.
En cambio, la distribución de los hogares según estructura familiar fue mayor en el
conjunto de las áreas rurales, especialmente las más dispersas donde la proporción
de hogares unipersonales se incrementó
en 9% en 25 años frente a 3% a nivel agregado. Esta situación se repite en el caso del
altiplano en comparación con los valles y
los llanos, donde hubo una mayor variación en la distribución de los hogares según tipo o forma de organización. En cuanto al cambio en la concentración de hogares biparentales, la caída fue más intensa
en las localidades rurales más dispersas
donde la reducción de la proporción de estos hogares fue del 10% frente al 6% a nivel nacional (Gráfico 4.8). Algo similar ocurre con los hogares monoparentales y con
los hogares unipersonales cuya representatividad sobre el total de hogares tuvo mayores modificaciones en comparación al
promedio nacional.
GRÁFICO 4.8
Hogares según tipo: centros urbanos
mayores y localidades rurales altas (1976-2001)
50
Total
40
30
Urbano Mayor
20
Rural Alto
10
0
1976
2001
Unipersonal
1976
2001
Monoparental
1976
2001
Biparental
1976
2001
Extendido
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
Finalmente, como se hizo referencia en secciones anteriores, la migración rural-urbana
fue uno de los cambios con mayores repercusiones en los procesos de producción y
reproducción familiar. Por un lado, muchos
hogares rurales ven constantemente partir
miembros familiares, especialmente las
personas en edad de trabajar; de esta manera la movilidad espacial de la población tiene grandes repercusiones en la conformación de nuevas formas de organización tanto en regiones “receptoras” como en regiones “expulsoras”.5 En síntesis, la distribución de los hogares en las primeras fue menor, aunque se observa la misma tendencia
de reducción de los hogares monoparentales e incremento de la proporción de hogares biparentales. Esta situación lleva a suponer que los hogares en regiones “expulsoras” y “receptoras” sufrieron cambios similares pero de distinta intensidad y con ciertas particularidades que la clasificación censal de “hogar” permite destacar.
Cambios en la inserción
económica del hogar
Los medios de vida de los hogares
después del cambio económico
y demográfico
Los hogares particulares difieren también
según la inserción ocupacional de sus
miembros. En primer lugar, varían en
cuanto a la presencia o no de personas
económicamente activas, concretamente
5 El estudio de migraciones internas realizado por el INE en el año 2003 ha determinado que durante el período 1976-2001 la
región de los llanos es “receptora” y la de valles y altiplano “expulsoras”.
159
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
de personas ocupadas.6 Entre los hogares Para este análisis, Maletta (2005) distingue
con personas ocupadas, a su vez, no siemlas siguientes categorías: i) los hogares
pre el Censo determinó la categoría ocupacampesinos, donde existe al menos una
cional especificada por cada persona, de
persona dedicada a la producción agropemodo que hay un cierto número de hogacuaria por cuenta propia sin personal asares con personas ocupadas cuya categoría
lariado aunque en el mismo hogar existan
ocupacional no se especifica claramente.
personas con otras ocupaciones a excepEn los restantes hogares puede haber un
ción de empleadores; ii) los hogares cuensolo tipo de ocupación o varios.
ta propia no agropecuarios, donde existen trabajadores por cuenta propia en acRECUADRO 4.5
tividades no agropecuarias, aunque también existan asalariados y siempre que no
Testimonios sobre la distribución del
exista un empleador; iii) el grupo de hogatrabajo dentro y fuera del hogar
res de empleadores, donde existe al menos un patrón o empleador aunque exis“Los hombres y mujeres se dedican a sembrar, cosechar, barbetan otras ocupaciones; iv) los hogares
char y pastorear. Los niños y niñas ayudan en estas tareas.”
donde sólo se encuentran asalariados; v)
Mujer entre 18 y 25 años, Chivimarca.
y finalmente, los hogares sin personas
ocupadas, dentro de este grupo están, por
“Ahorita, en mi familia, mi madre es la que trabaja. Mi padre no viejemplo, los hogares con jubilados, penve con nosotros. Mis hermanos mayores estaban trabajando, pesionados y rentistas.7
ro se salieron porque en esa fábrica no les pagan y están buscanEs importante resaltar que los medios de vido dónde trabajar. El que está con mujer trabaja por su mujer; peda de un hogar8 se determinan por el conro el que no tiene mujer le da a mi madre porque son muchas cojunto de la situación ocupacional de varios
sas las que hacen falta, que tenemos que comprar. Yo algunas vemiembros del hogar, así lo revela la heteces entre semana trabajo porque también necesito algunas corogeneidad de la situación ocupacional
sas que se presenten para darle a mi hijo, voy y le ayudo a plandentro de los hogares. Por ejemplo, el año
char y me pagan aparte. Estuve trabajando un tiempo, dos me2001, en 119.941 hogares con miembros
ses, trabajé porque mi hijo cumplía un año y necesitaba algunas
desocupados, en los que el Censo enumecosas para su cumpleaños, trabajé dos meses en una fábrica
ró casi 134.000 desocupados (4,5% de la
donde trabaja mi hermano mayor. Cuando estaba trabajando mis
PEA), un 60% también tenían miembros
hermanos cuidaban a mi hijo pero ellos son hombres y no saben
ocupados como asalariados, trabajadores
cuidarlo muy bien, mi mamá se lo llevaba a su trabajo.”
por cuenta propia, campesinos o empleaMujer entre 18 a 25 años, Chivimarca.
dores y en muchos de ellos había también
“Mi hermano mayor está trabajando ahorita en una heladería,
otros perceptores de ingresos como jubilahaciendo helados. Mi padre ahorita está trabajando aquí, en mi
dos, pensionados o rentistas. Pese a ello,
casa, pero él es albañil. Y mi madre, no hay; bueno, se fue de
la sintetización de la situación ocupacioviaje, no ha vuelto hasta ahorita, se fue en 2001. Bueno, como
nal de los hogares en la clasificación antes
ahorita no hay mi hermano mayor, estoy con mi hermanito. Buedetallada refleja los cambios demográfino, con él me llevo más o menos, porque no para tampoco. Él
cos y económicos ocurridos en el país a lo
trabaja aquí, en esta línea. No para mucho, así que a veces nos
largo de tres décadas, así lo revelan alguvemos en la noche nomás. Nos hablamos, sí jugamos, pero no
nos resultados que muestran los cambios
lo veo durante el día porque yo paro solo aquí; yo soy solito,
ocurridos desde 1976. La población de los
cuando mi padre se va a trabajar.”
hogares campesinos y de los pequeños
Adolescente entre 15 y 17 años, Santa Cruz.
productores agropecuarios bajó del 40%
al 22%, como resultado, entre otros, del
6 El 2001, en Bolivia, existía alrededor de un 15% de hogares particulares sin ninguna persona ocupada entre sus miembros (sin
contar, por supuesto, la presencia de trabajadoras del hogar y sus familiares). La fuente de sostenimiento de estos hogares sin
personas ocupadas es variable: pensiones, rentas, ayudas familiares y otras.
7 La clasificación se refiere sólo a los miembros del hogar, sin considerar a trabajadoras del hogar ni “transeúntes”.
8 Según Maletta (2005), los modos de vida o medios de vida de un hogar se caracterizan por la forma en la que la persona o la
familia se gana la vida o la manera en la que consigue satisfacer sus necesidades.
160
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
intenso proceso de urbanización. Mien- GRÁFICO 4.9 Distribución de hogares según forma
tras que, impulsados por el proceso de inde inserción económica (1976-2001)
formalización de la economía, los hogares
100
21%
16%
23%
dependientes de actividades por cuenta
Campesinos
80
28%
propia no agropecuarias aumentaron del
28%
26%
C.Propia
17% al 28%. Los hogares de empleadores
60
1%
Empleadores
2%
16%
4%
y de asalariados, por su parte, sufrieron
20%
25%
40
40%
Asalariados
cambios menos significativos en cuanto a
28%
20
22%
Sin ocup def
la variación de la participación relativa en
la totalidad de los hogares.
0
1992
1976
2001
Como resultado y parte de los cambios en la
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
distribución de los hogares según inserción ocupacional dominante, la propor- GRÁFICO 4.10 Distribución de niños, niñas y adolescentes
ción de niños, niñas y adolescentes en hosegún forma de inserción económica del hogar
gares campesinos pasó del 42% al 23%
1%
2%
4%
entre 1976 y 2001. Al mismo tiempo, los 100
31%
42%
25%
Campesinos
menores de 18 años en hogares de cuen80
Asalariados
ta propia pasaron del 17% al 28%. Los ni28%
22%
60
Desempleados
ños en hogares asalariados prácticamen17%
28%
40
25%
Empleadores
te no cambiaron su representación sobre
28%
el total de hogares. Finalmente, aumentó
20
C.Propia
18%
17%
la proporción de niños, niñas y adoles12%
0
centes en hogares de empleadores.
1976
2001
1992
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
RECUADRO 4.6
Niños, niñas y adolescentes
según inserción económica y
organización familiar
La combinación de la organización familiar
con la inserción ocupacional del hogar
muestra una distribución bastante pareja de
los hogares entre los grupos que se denominan “campesinos”, “cuenta propia” y “asalariados” con una cantidad mucho menor de
hogares “patronales”. Esta distribución más
o menos pareja se repite en todas las formas
de convivencia con ligeros matices. En cada
forma de convivencia hay familias campesinas, asalariadas, patronales o por cuenta
propia y un grupo de ocupación no determinado.9 Sin considerar hogares unipersonales
y agrupando las familias extendidas y compuestas en un grupo más amplio se logra una
tipología abreviada de hogares. Los hogares
unipersonales, si bien representan más del
15%, albergan un porcentaje muy bajo de la
población censada en hogares particulares
(3,9%) y sólo un 0,4% de los menores de 18
años que viven en hogares particulares. Esto
sugiere que ese grupo podría ser subsumido
en una categoría más amplia y no considerado separadamente en una tipología orientada a analizar la problemática de la niñez. El
Cuadro 4.1 muestra la estructura de los hogares según inserción ocupacional para hogares monoparentales, biparentales y familias extendidas.
9 Incluye familias sin personas ocupadas o cuyas ocupaciones no fueron registradas con claridad. Del mismo modo, el análisis de
los datos tanto censales como de la encuesta MECOVI muestra que los hogares con empleadores (considerados en conjunto)
tienen características no muy superiores al conjunto de hogares por cuenta propia, sobre todo cuando se trata de hogares cuyos
miembros adultos tienen similares niveles educativos. Esto sugiere la posibilidad de agrupar a los empleadores y los cuenta
propia en una sola categoría de empleo autónomo, si bien en el análisis se debe diferenciar según el nivel socioeconómico de
este grupo bastante heterogéneo.
161
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
TABLA 4.1 Distribución de hogares, niños, niñas y adolescentes
según tipo de inserción económica del hogar (%) 2001
Inserción
ocupacional
Campesina
Asalariada
Cuenta propia
Patronal
Ocupación
no determinada
Monoparental
Niños, niñas y
Hogares adolescentes
17
17
22
20
24
24
2
2
34
38
Biparental
Niños, niñas y
Hogares
adolescentes
26
29
29
28
27
27
4
3
15
13
Extendida
Niños, niñas y
Hogares
adolescentes
23
24
26
25
28
29
4
4
20
18
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 2001.
Fuente: Ledo 2005a.
La organización familiar y
la inserción ocupacional
La forma de organización familiar más común y donde vive la mayoría de los niños
es la familia nuclear formada por una pareja: existen cerca de 750.000 familias de este tipo y 1,62 millones de niños, niñas y
adolescentes viven en esos hogares. En la
mayoría de los casos, el cónyuge varón es
designado como jefe del hogar. Una pequeña proporción de hogares nucleares designa a la mujer como jefa y a su pareja como
cónyuge del jefe. En esta sección describimos algunas características y cambios de
los hogares cuyas formas de organización
son las más comunes en el caso boliviano,
que ofrece una aproximación cercana a la
dinámica de los factores sociales, demográficos, económicos y culturales que están detrás de los mencionados cambios.
“Las madres. Porque acá se ve mucho madres
solteras y es la madre la que se halla con toda la obligación, mayormente es la madre la
que coge toda la responsabilidad del hijo.”
“Donde vivimos se ve mucho que las madres
solteras tienen esa responsabilidad de criar
a los niños. Muchas madres, aunque tengan
trabajo, se sacrifican en el trabajo y también
en criar a los niños.”
Grupos focales de mujeres
entre 25 y 45 años, Porvenir.
162
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
El año 2001, existían en Bolivia más de
300.000 hogares monoparentales, cerca
del 16% de los hogares, el 13% de la población y el 16% de los niños y adolescentes pertenecían a hogares monoparentales. La enorme mayoría (77%) eran hogares encabezados por una mujer. Sin embargo, el 52% de los hogares que aparecen
como monoparentales tienen jefes que declaran ser casados o convivientes y, por lo
tanto, se presume que tienen un cónyuge
ausente, mientras el 48% se declaran solteros, divorciados, separados o viudos por
lo que se presume que son auténticas familias monoparentales. Los datos hacen pensar que los hogares auténticamente monoparentales serían menos de la mitad de
aquellos hogares donde el Censo registró a
uno solo de los cónyuges.
Según la edad de los cónyuges varía el porcentaje de hogares monoparentales pues
el estado civil varía bastante en función a la
edad (divorciados, separados, solteros o
viudos, es decir, sin cónyuge). En rangos
de edades jóvenes predominan entre los
jefes de hogar los solteros y unidos, a medida que la edad aumenta es más común el
estado civil de separados, divorciados y
viudos. Las familias nucleares monoparentales tienen en promedio 3,4 miembros y
una media de 2,4 hijos. Los hogares monoparentales con jefatura femenina representan el 78% de los hogares monoparen-
do en el hogar y muchas de las esposas
tales, esa preponderancia femenina es
aparecen como amas de casa, por lo que la
más alta en las zonas urbanas (82%) que
inserción ocupacional del hogar no puede
en las rurales (71%). Por otra parte, la jefaser determinada. En efecto, el contingente
tura femenina predomina en los monopapredominante dentro de ese 46% de jefas
rentales jóvenes (94% antes de los 20
de hogares monoparentales sin inserción
años, 92% de 20 a 29 años) y disminuye
ocupacional determinada es de un 41% de
gradualmente con la edad, bajando al
ellas dedicadas únicamente a labores de
66,6% entre los mayores de 60 años. Entre
casa, aparentemente sin otra persona que
los hombres que encabezan un hogar motrabaje en el hogar. Ese porcentaje es aún
noparental, el 47% tienen más de 50 años,
mayor en las zonas rurales y es también
mientras que las mujeres sólo el 28%. Se
más alto cuando se trata de mujeres más
puede ver que un tercio de estos hogares
jóvenes.
no tiene una clara inserción ocupacional y
en el resto predominan los ocupados por Los hogares de tipo extendido o compuesto,
incluyendo los “no familiares”, represencuenta propia (24% del total), los puratan alrededor del 31% del total de hogares
mente asalariados (22%), en proporción
particulares y albergan al 41% de los
algo menor los campesinos (17%) y finalmiembros de esos hogares y al 39% de los
mente los empleadores (2%).
menores de 18 años. La mayor parte son
Estas familias difieren mucho entre sí según
familias extendidas, integradas totalmente
tengan jefe varón o mujer, según sean urpor parientes del jefe del hogar. En el Cenbanas o rurales y según tengan o no hijos
so de 2001 aparecen 518.543 familias exmenores de 18 años (lo cual está ligado
tendidas, 83.143 grupos compuestos y
también a la edad del jefe del hogar). El
18.469 hogares no familiares, con un proGráfico 4.8 muestra que la mayor parte de
medio de 5,31 miembros. Este promedio
los hogares monoparentales campesinos
es de 5,21 en las familias extendidas, 6,21
está en zonas rurales y la mayor parte de
en los grupos compuestos y 2,76 en los
los asalariados y los autónomos en la zona
grupos no familiares, aunque en cada caso
urbana. El porcentaje de campesinos es
hay una amplia variedad de tamaños, desmucho mayor cuando el jefe es varón (casi
de dos o tres miembros hasta más de 20.
un tercio son campesinos) que cuando es
Sin embargo, estos hogares extendidos,
mujer (sólo 13%). También es importante
compuestos o no, tienen predominantedestacar que los casos sin ocupación determente un tamaño moderado. Sobre un tominada son mucho más abundantes entre
tal de 620.155 hogares de esta clase, sólo
las mujeres, lo cual posiblemente refleja
33.419 tienen diez o más miembros
que muchas de ellas dependen en realidad
(5,4%) y un 82% tiene entre tres y nueve
de un marido ausente.
miembros. El estrato de hogares más granUn 86% de los hogares monoparentales con
des, con 10 o más miembros, con un proocupaciones no determinadas son encamedio de 15 miembros cada uno, reprebezados por mujeres y casi dos tercios de
senta sólo un 0,4% de estos hogares y un
éstos son, a su vez, encabezados por muje1,2% de sus miembros.
res con cónyuge ausente. El porcentaje
de hogares monoparentales con ocupa- Las familias extendidas y los grupos compuestos albergan parientes y no parientes,
ción no determinada, en efecto, es del
pero en la mayor parte de los casos estos
20% entre los encabezados por hombres
miembros adicionales representan menos
(con o sin cónyuge ausente) y del 28% ende la mitad del total. En promedio, el nútre las mujeres sin cónyuge, pero alcanza
cleo principal de las familias extendidas real 46% en los hogares monoparentales enpresenta casi el 65% del total de miemcabezados por una mujer con cónyuge aubros. En la familia extendida promedio con
sente. En estos casos, evidentemente, el
5,26 miembros, 3,41 son miembros del
principal sostén de la familia no fue censa163
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
núcleo primario (jefe, cónyuge, hijos) y sólo 1,9 miembros no pertenecientes a ese
núcleo. En los grupos compuestos, el porcentaje nuclear básico es levemente menor pero todavía mayoritario (58,2%), con
3,6 miembros nucleares y 2,6 adicionales.
La mayoritaria representación de hogares
nucleares y la abundancia de cónyuges ausentes en los hogares monoparentales (es
decir, los casos de hogares que fueron clasificados como monoparentales pero que
declararon al cónyuge ausente el día del
censo) revela que los núcleos familiares
formados por dos cónyuges y eventualmente sus hijos es la forma dominante de
convivencia en Bolivia, ya sea en familias
nucleares o en familias extendidas y compuestas con mayoría nuclear. Por otra parte, las familias extendidas complejas, con
varios núcleos conyugales en el mismo hogar, son relativamente raras. Por ejemplo,
los hogares donde además del jefe y su
cónyuge existen otras parejas (padres o
suegros, hermanos o cuñados, hijos casados o convivientes con yernos o nueras) representan una fracción muy pequeña (el
4,5% de las familias extendidas y el 6,1%
de los grupos compuestos;10 hay incluso un
3,7% de los “grupos no familiares” donde
hay algún núcleo conyugal secundario, pero en ese caso el grupo sería en realidad un
grupo compuesto, pues hay una pareja
conyugal aunque ninguno de sus miembros está emparentado con el jefe). Por lo
tanto, como mínimo, alrededor del 95%
de las familias extendidas y grupos compuestos, o incluso más, carecen de núcleos
conyugales secundarios.
La estructura ocupacional de las familias extensas indica que un 35% de sus miembros genera ingresos, ya sea mediante empleo, jubilaciones, pensiones o rentas. En
promedio, las familias extendidas con un
promedio de 5,3 miembros tienen 1,7 personas generadoras de ingresos, que casi en
su totalidad son personas ocupadas. Esos
hogares tienen en promedio 3,5 personas
inactivas, entre las cuales 1,29 son estudiantes y 0,70 amas de casa.
La tasa de desempleo de las familias extendidas en el Censo de 2001 es de 5,4%, superior al promedio de Bolivia. Los hogares
compuestos y no familiares tienen una tasa
menor (3,9% y 3,6% respectivamente). La
mayor parte de las personas ocupadas son
asalariados: 40,5% en las familias extendidas, 50,9% en los grupos compuestos y
63,5% en los grupos no familiares. Los trabajadores por cuenta propia no agropecuarios varían en sentido contrario: 28,6% en
las extendidas, 25,2% en los grupos compuestos y 17,9% en los no familiares.
La economía campesina representada por
los pequeños productores agropecuarios y
sus colaboradores familiares no remunerados significa un 23,8% de las personas
ocupadas en las familias extendidas y porcentajes menores en los grupos compuestos (15,1%) y no familiares (13,0%), pues
estas dos clases de hogar abundan más en
las zonas urbanas. Sólo un 70% de los hogares tiene una persona dedicada a las labores hogareñas sin trabajar en otra cosa.
Dado que en todos los hogares deben realizarse labores de casa, el otro 30% corresponde a hogares donde las labores de la casa son realizadas únicamente por personas que tienen algún otro empleo.
Los hogares biparentales se analizan en mayor profundidad dada la significativa variación en su composición.
Del modelo de “proveedor único” a la
coparticipación en el mercado laboral
Una de las características cuantificables de
la transformación de la familia en América Latina que se menciona con mayor
frecuencia es la tendencia a la reducción
de la familia tradicional del “aportante o
10 El número de núcleos conyugales secundarios no sólo es muy bajo sino que podría incluso estar sobreestimado: se ha supuesto
que existe una pareja conyugal cuando existe, por ejemplo, una hija unida y un yerno o un hermano/cuñado unido y una
hermana/cuñada también unida, o un no-pariente unido y una no-pariente también unida, pero es posible que en algunos casos
esas personas no estén unidas entre sí. Esto implica que el número efectivo de núcleos conyugales secundarios existentes en el
hogar, con los dos integrantes presentes, podría ser todavía más bajo. Hay también personas unidas que no tienen
aparentemente un cónyuge presente en el hogar, como por ejemplo una hija casada pero sin un yerno, lo cual permitiría suponer
que el cónyuge podría estar ausente, pero también estos casos son minoritarios (en el orden del 10% de los hogares extendidos
o compuestos).
164
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
poseía la presencia de un cónyuge censado
proveedor único varón”. Esta noción, baen el mismo hogar; en cambio, entre los
sada en la idea de que el hombre es el
hogares con jefatura femenina, la gran maúnico aportante del sustento económico
yoría declaró no tener un cónyuge presendel hogar, ha sido ampliamente superada
te. Esto permite concluir que cuando exispor una realidad de coparticipación de
te un cónyuge varón, él es usualmente deambos cónyuges en el mercado laboral
signado como jefe. Se designa como jefa
(Wainerman, 2001; Katzman y Filgueira,
del hogar a la mujer, salvo pocas excepcio2001; Wanderley, 2003). Sin embargo,
nes, sólo cuando el cónyuge no está preeste cambio en la división sexual del “trasente. Pese a las discutidas limitaciones sobajo mercantil” ha ocurrido sin que se
bre la categoría “jefe de hogar” (Maletta,
diera un cambio simultáneo dentro de
2005; Wanderley, 2003), el análisis de los
los hogares en la distribución de las tarehogares sobre la base de los censos, MEas que forman parte del “trabajo no merCOVI y ENDSA pasa necesariamente por la
cantil”.
consideración de la mencionada categoLa discusión precedente es importante, pues
ría. En Wanderley (2003) se recurre a la cael cambio y transformación de las práctitegoría “conductores del hogar” que percas y formas de organización de la familia
mite visualizar a los actores responsables
requiere la posibilidad de identificar unidade la organización del hogar y reclasifica a
des medibles que capturen esa dicotomía.
sus miembros en función a sus roles en la
Sin embargo, en Bolivia y en muchos paíorganización del trabajo mercantil y no
ses de la región los hogares se identifican
mercantil, independientemente de las reen función a la categoría “jefe de hogar”
laciones de poder.
que por factores culturales, de relaciones
de poder y de otra índole ha sido una “ex- Un ejercicio realizado para Bolivia entre
1976 y 2001, considerando únicamente al
clusividad” de los cónyuges varones; así lo
grupo de hogares particulares (con presenrevelan estadísticas recientes para Bolivia
cia de ambos cónyuges con hijos con uno
donde, en 2001, de casi dos millones de
y/o dos cónyuges activos), resalta una
hogares particulares el 69% declaró jefatutransformación de la familia caracterizada
ra masculina y el 31% declaró jefatura fepor la disminución del modelo patriarcal
menina. Es importante mencionar que endel “proveedor único varón”.11 Entre 1976
tre los hogares con jefe varón, la mayoría
TABLA 4.2 Tipología de hogares particulares con presencia de ambos cónyuges
según condición de actividad 1976-2001
Hogares biparentales según número de proveedores
%
1976
1992
Un proveedor hombre
86
54
Hombre ocupado/Mujer inactiva
84,5
52,1
Hombre desocupado/Mujer inactiva
1,6
1,9
Dos proveedores
14
46
Ambos cónyuges ocupados
13,6
44,9
Hombre ocupado/Mujer desocupada
0,1
0,2
Hombre desocupado/Mujer ocupada
0,3
0,9
Hombre desocupado/Mujer desocupada
0
0,1
Total hogares
381.153
530.897
2001
52,8
49,7
3,1
47,2
44,3
0,8
1,8
0,2
562.919
Nota: Fueron considerados todos los hogares particulares biparentales con hijos, con uno y/o dos cónyuges activos.
11 Al respecto, Wainerman (2001) afirma que el modelo cristalizó en Estados Unidos luego de la revolución industrial y comenzó a
desaparecer luego de la Segunda Guerra Mundial.
165
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
y 2001, el modelo de único proveedor
hombre va perdiendo importancia y su
participación decrece sobre el total de hogares particulares con ambos cónyuges
presentes del 86% al 53% en 25 años, dicha reducción se dio prácticamente en un
100% en el primer período intercensal
(ver Cuadro 4.2).
Dicho período estuvo marcado por la crisis
económica y las medidas de ajuste estructural consecuentes que implicaron, entre
otros, una participación masiva de las mujeres en el mercado laboral; en efecto, entre 1976 y 1991 la tasa de participación femenina pasó del 28% al 42% (CEDLA,
1993). Entre 1985 y 1991, la población
económicamente activa creció a una tasa
promedio anual del 7%, superando las tasas de crecimiento poblacional y de la población en edad de trabajar (PET). Paralelamente, aumentó la proporción de hogares
con ambos cónyuges proveedores del
14% al 47%, siendo la tipología con ambos cónyuges ocupados la que más aumentó; detalles de roles y actividades en el
hogar que caracterizan a este grupo se describen en el Recuadro 4.7.
En este ejercicio resalta el incremento de la
proporción de hogares de dos proveedores
con mujer ocupada y hombre desocupado;
esta tipología de hogares creció seis veces,
triplicándose en la primera etapa y duplicándose en la segunda (quinta categoría
del Cuadro 4.2). La mayor participación femenina en el mercado laboral o “trabajo
mercantil” no sólo está relacionada con aspectos de carácter económico, como la necesidad de incrementar el ingreso familiar,
se ve también afectada por el ciclo vital del
hogar y el tamaño del mismo. El incremento de la participación de las mujeres en la
fuerza de trabajo en las últimas décadas tuvo, sin lugar a dudas, un efecto en la organización del tiempo dedicado dentro del
hogar a la crianza de los niños; según Wise
(2003),12 el incremento de la participación
de la mujer en el mercado laboral podría
ser uno de los cambios que más afectan a
la organización de la familia. Pese a la mag-
nitud del cambio en la participación de la
mujer en el “trabajo mercantil”, las mujeres aún siguen asumiendo desproporcionadamente el trabajo del hogar y la crianza de los niños. Al respecto, el Recuadro
4.7 brinda una explicación interesante
acerca de la división de trabajo mercantil y
no mercantil desde una perspectiva de género, sobre la base de una investigación realizada en cuatro ciudades de Bolivia (La
Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz)
La inserción ocupacional de los miembros de
familias nucleares permite distinguir diferentes fuentes de ingresos. Sobre un total
de 742.091 familias nucleares, hay un poco más de 100 mil no clasificadas y unas
200 mil en cada uno de los grupos principales (campesinos, asalariados y cuenta
propia no agropecuaria), con un pequeño
grupo patronal. La distribución es pareja
en cuanto al número de hogares y el total
de menores de 18 años.
Mejoras en las condiciones
materiales de los hogares bolivianos
“Lo que sembramos es para comer nomás
porque somos harta familia. Aquí en el campo no hay plata.”
Grupo focal de mujeres entre
18 y 25 años, Chivimarca.
Las condiciones de vida de los hogares variaron mucho a lo largo de un cuarto de siglo, la mayor parte de los indicadores
muestra una rápida mejora. Entre 1976 y
2001, la proporción de hogares que no
contaban con suministro domiciliario de
agua por cañería cayó del 60% al 29%, los
sin electricidad se redujeron del 65% al
34%, los hogares construidos con material inadecuado también se redujeron del
90% al 62%. Algo similar sucedió con las
viviendas cuyos pisos son de tierra o que
tienen techos inadecuados. El hacinamiento extremo (más de tres personas por
habitación) decreció del 45% al 40%. El
uso de leña o bosta para cocinar cayó del
44% en 1992 al 39% en 2001.
12 En un estudio realizado para el análisis de la estructura familiar en Australia.
166
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 4.7
La división del trabajo por
género: un estudio de los
hogares bolivianos
En su estudio sobre la inserción laboral y el
trabajo no mercantil desde una perspectiva
de género, Wanderley (2003) afirma que en
Bolivia la organización de las actividades está estructurada en torno al núcleo doméstico, donde el más común es el que surge de la
unión conyugal de dos personas (matrimonio
o unión libre) o de la procreación. Considerando los grupos familiares conformados por
dos cónyuges con la presencia de hijos, el
análisis centra la atención en los modelos de
división del trabajo por género; es decir, en la
división del trabajo entre el hogar y el mercado. El estudio encuentra, a lo largo de la investigación, la prevalencia de “formas” en la
distribución y coordinación de las actividades cotidianas.
Los modos de vida y de organización de
las actividades cotidianas pueden dividirse
en tres grupos: i) El modelo de especialización absoluta: existe una marcada diferencia
entre las rutinas de ambos cónyuges; generalmente el hombre dedica tiempo y esfuerzo
al trabajo mercantil, mientras que la mujer se
dedica al trabajo del hogar. ii) El modelo de
equidad: existe una equitativa distribución
de tiempo y esfuerzo entre los cónyuges y las
actividades dentro y fuera del hogar. iii) El
modelo híbrido: ambos cónyuges generan
ingresos y la mujer, por lo general, asume la
mayor carga del trabajo no mercantil (crianza
y tareas domésticas).
Del total de hogares analizados por el estudio mencionado, el 60% se organiza según el
modelo híbrido, el 31% según la especialización absoluta y el 9% bajo el modelo de equidad. Dada la representatividad, se analizan
los dos primeros modelos en profundidad
con los siguientes resultados:
La especialización absoluta aparece representada en proporciones similares en estratos bajo y alto; en estratos medios no tiene representatividad estadística. Las dife-
rencias entre estratos son más visibles entre
las mujeres, las de estrato alto concentran
tiempo y esfuerzo en la crianza mientras que
las de estrato bajo deben compartir tiempo y
esfuerzo en tareas domésticas y de crianza.
A mejores condiciones de vida mayor la posibilidad de dedicar tiempo a la crianza. La
jornada laboral es más larga en los estratos
bajos pues implica ejecutar más que administrar, que es el caso de las mujeres de estrato alto.
En el modelo híbrido destaca la desequilibrada participación entre hombres y mujeres en tareas del hogar; se destaca, en
comparación con el modelo de participación absoluta, una participación levemente
mayor de los hombres en tareas domésticas y de crianza. Las mujeres en este modelo mantienen una participación frecuente
en tareas administrativas, luego en las cotidianas y no cotidianas. Mientras las mujeres del modelo híbrido dedican algo más de
la mitad del tiempo a tareas domesticas y
de crianza del que dedican las del modelo
de especialización absoluta, los varones
sólo dedican 15 minutos más que sus pares
del modelo de especialización absoluta. En
los estratos bajos, la participación del hombre es mucho mayor y es decreciente a mayor nivel de ingresos. Según estrato, las
mujeres muestran menor/mayor dispersión
en la distribución del tiempo dedicado a las
tareas domésticas y de crianza. En estratos
bajos y medio bajos existe una menor dispersión con relación a los hombres mientras que en estratos altos y medios altos la
dispersión es mayor. El trabajo mercantil de
los hombre se alarga en el primer ciclo (hogares con algún hijo entre cero y cuatro
años) identificando el rol de “padre” con el
de “proveedor”. En las mujeres, las horas
son inversamente proporcionales a la edad
del hijo menor. El mayor aporte de los hombres no permite eliminar las relaciones jerárquicas del modelo de especialización
absoluta.
167
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
CUADRO 4.3 Participación frecuente de los cónyuges en tareas domésticas
y de crianza según el modelo de división del trabajo
Tipo de
actividad
Cotidianas
Actividades
Especialización absoluta
Hombre
Mujer
Limpiar la casa
0%
80%
Preparar el almuerzo
0%
80%
Control de abastecimiento
20%
85%
de alimentos
Organización de orden
25%
85%
y limpieza
Prepararlos para la escuela
13%
100%
Darles de comer
11%
100%
Ayudarles en las tareas
48%
27%
Administrativas
De crianza
Modelo híbrido
Hombre
Mujer
7%
41%
8%
47%
22%
78%
25%
85%
11%
8%
11%
78%
75%
78%
Fuente: Wanderley (2003).
GRÁFICO 4.11 Hogares particulares sin electricidad
(1976-2001)
Sin electricidad
100
Altiplano urbano
80
Altiplano rural
Valles urbano
60
Valles rural
40
Llanos urbano
20
Llanos rural
0
1976
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
GRÁFICO 4.12 Hogares particulares sin agua en el
domicilio(1976-2001)
Sin agua domiciliaria
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Altiplano urbano
Altiplano rural
Valles urbano
Valles rural
Llanos urbano
Llanos rural
1976
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
168
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Entre 1976 y 2001, en general, las condiciones materiales de vida de los hogares mejoraron significativamente en todas las regiones, en las zonas urbanas como en las
rurales, y en cada una de las formas de inserción ocupacional. El porcentaje de hogares afectados por diversas deficiencias
habitacionales en 1976 y 2001 (por brevedad se omiten los hogares de empleadores, que son muy pocos, y los hogares sin
ocupación definida que son muy heterogéneos, pero las tendencias en ellos son las
mismas) se redujo.
Las principales carencias se observan en las
áreas rurales, sobre todo en los hogares
campesinos, pero aun en ellos hubo alguna mejora. En general, disminuyó el porcentaje de hogares en viviendas con paredes inadecuadas, pisos de tierra, techos
inadecuados, sin electricidad, sin acceso a
agua potable domiciliaria por cañería o sin
baño ni desagüe adecuados. Sin embargo,
en el caso de los hogares campesinos la
mejora no fue muy grande. Las paredes de
las viviendas campesinas siguen siendo
inadecuadas en más del 80% o 90% de
los casos; siguen teniendo en su gran mayoría pisos de tierra (aunque menos que
en 1976); sólo una cuarta parte dispone de
electricidad (lo cual es, de todos modos,
un progreso pues en 1976 tenía energía
las características de la vivienda, acceso a
eléctrica sólo un 3,2% de los hogares camservicios básicos y equipamiento de bienes
pesinos). Más del 90% de ellos carece de
durables en el hogar. El Censo 2001 tiene albaño o desagüe adecuados, pero el servigunas preguntas sobre el uso de los servicio domiciliario de agua por cañería, que
cios de educación y salud por parte del hoantes llegaba sólo al 3,5%, alcanzó en
gar, pero no sobre la existencia o no de esos
2001 a alrededor del 40% de los hogares
servicios en las cercanías de cada hogar, lo
campesinos.
que impide distinguir entre la disponibiliEn cuanto a los hogares que dependen del
dad de los servicios y el acceso a los mistrabajo por cuenta propia y del trabajo
mos.13 En este sentido, el análisis realizado
asalariado, también progresaron en 25
en esta sección estudia principalmente la
años. Los que habitan viviendas con piso
disponibilidad de la infraestructura y el
de tierra cayeron del 40% al 19%; los que
equipamiento básico del hogar; los aspeccarecen de agua por cañería bajaron del
tos de educación y salud se estudian separa55% a alrededor del 16%; los que no tiedamente a través del análisis de la vulneranen adecuados servicios sanitarios cayebilidad de los hogares al riesgo de no contar
ron del 74%-78% a alrededor del 46%. Incon la debida atención de salud o de frustrar
cluso en las áreas rurales, los hogares “no
la educación de los niños (Capítulo 8). El
campesinos” no sólo están mejor sino que
Censo 2001 provee una variedad de indicasu mejora ha sido más pronunciada que
dores sobre la calidad de la vivienda, la canentre los campesinos de la misma zona rutidad de cuartos disponibles y la disponibiliral. Los hogares rurales asalariados o por
dad de servicios, entre otros. Un procedicuenta propia en 2001 tenían indicadores
miento habitual para sintetizar estos indicamás parecidos a los que rigen en las áreas
dores es la construcción de un indicador de
urbanas, distanciándose de los hogares
necesidades básicas insatisfechas (NBI). En
campesinos de la misma zona.
Maletta (2005) se utiliza un índice cuantitaÉstas y otras condiciones de vida son factotivo ponderado construido sobre la base de
res determinantes de la vulnerabilidad de
los indicadores disponibles mediante análi14
los niños, pues condicionan los riesgos
sis factorial. Algunos resultados se muesque enfrentan desde su nacimiento hasta
tran en el siguiente Recuadro.
llegar a la adultez. En el Capítulo 8 analizamos los riesgos en función de la infor- Los recursos humanos del hogar
mación censal referente a la ubicación ge“Ahora mayormente el estudio los hace camográfica, las condiciones de vida, la combiar, cada año hay más promociones, saben
posición familiar y otras variables ya
ya cómo tratar a los jóvenes.”
mencionadas. Ese análisis muestra que a
“Los profesores nos aconsejan a los futuros
medida que las condiciones de vida van
padres cómo educar a los niños, cómo poder
mejorando, los riesgos de los niños dismicriarlos, cómo poder aconsejarlos.”
nuyen, de modo que una política orientaGrupos focales de adolescentes
da a mejorar las condiciones de vida de la
entre 15 y 17 años.
población tendría como efecto una menor vulnerabilidad de los niños frente a
La capacidad de los hogares para realizar
diferentes tipos de riesgo.
sus funciones productivas y reproductiLas condiciones materiales de vida de los hovas depende de la cantidad y calidad de
gares pueden ser analizadas sobre la base
sus recursos humanos en relación con el
de un índice de hábitat del hogar, es decir,
13 Por ejemplo, el Censo no investiga si existe algún centro educativo o de salud en la vecindad del hogar o a qué distancia se
encuentra el más cercano, como se pregunta en censos de otros países.
14 El análisis factorial identifica “factores” subyacentes, independientes entre sí, que explican las correlaciones entre diferentes
variables observables. El índice de hábitat resulta del análisis factorial de 43 indicadores censales de las condiciones de vida y
consiste en la media de los puntajes factoriales para los primeros 40 factores, ponderados según su contribución a la
explicación de la varianza conjunta de todos ellos. Esos 40 factores explican el 99,76% de la varianza total de todas las
variables.
169
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 4.8
El índice de hábitat del hogar
Según un análisis realizado por Maletta
(2005), el índice de hábitat posee valores
más bajos en las áreas rurales en comparación con las urbanas y, en consecuencia,
los hogares campesinos tienen en promedio un índice de hábitat más bajo. Los hogares que dependen de actividades por cuenta propia tienen un promedio más alto que
los asalariados. Los hogares sin ocupación
determinada o con todos sus miembros
desocupados o inactivos tienen también un
índice inferior a la media nacional, en tanto
que los empleadores tienen un índice mucho más elevado.
El índice se ha estandarizado con media
igual a cero y se mide en sus propias desviaciones estándar. La gran mayoría de los hoGRÁFICO 4.13 Distribución de los hogares según
el índice de habitat (2001)
40
30
20
10
0
-4
-2
0
2
4
6
8
Fuente: Maletta (2005).
GRÁFICO 4.14 Porcentaje acumulativo de hogares según
índice de hábitat y tipo ocupacional de
hogares (2001)
100
Campesinos
80
Cuenta propia
60
Empleadores
40
Asalariados
20
Sin ocup.
0
Total
-3
-2
-1
0
1
Indice de habitat
Fuente: Maletta (2005).
170
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
2
3
4
5
gares se encuentra comprendida en el intervalo de dos desviaciones estándar a cada lado de la media; sin embargo, el lado positivo
se extiende hasta más de seis.
Sea cual fuere el punto de corte que se
elija, los hogares campesinos tienen una
mayor proporción de hogares por debajo
de ese punto, seguidos por los hogares de
desocupados o inactivos. En tercer lugar
se sitúan los hogares de asalariados y los
de cuenta propia casi con los mismos valores y, por último, en la mejor situación, los
hogares de los empleadores. Por ejemplo,
por debajo del valor cero se sitúa el 27% de
los hogares de empleadores, el 43% de los
hogares sostenidos por cuenta propia, el
46% de los hogares de asalariados, el 59%
de los hogares que sólo tienen desocupados e inactivos y el 72% de los hogares
campesinos.
Las distintas formas de organización familiar (monoparentales, biparentales, etc.)
aparecen distribuidas de manera más o
menos pareja en todos los niveles del índice de hábitat, de modo que sus promedios
son similares y muy cercanos a la media
global. En casi todo el rango de valores, las
familias monoparentales tienen el promedio más bajo seguidas por las biparentales
y unipersonales, luego los grupos no familiares y las familias extendidas y, por último,
las familias compuestas. El único tipo de
hogar que sobresale es el formado por los
grupos compuestos, cuya distribución es
mucho más favorable: para cada posible
punto de corte, esos hogares tienen un menor porcentaje por debajo y se encuentran
a una perceptible distancia del resto. El
resto está agrupado en una estrecha franja
en torno a la media que no revela diferencias notables.
Un factor muy importante del hábitat es la
urbanización. Aun dentro de cada tipo de inserción ocupacional, el hecho de vivir en una
zona urbana implica una visible mejora en el
índice de hábitat. Por ejemplo, los pequeños
productores agropecuarios campesinos,
que en promedio tienen un índice de -0,44,
cuando viven en zonas urbanas incrementan
su índice a 0,20, mientras en la zona rural
desciende a -0,51. En el otro extremo, los
empleadores tienen 0,81 en la ciudad y un
valor mucho más bajo, -0,01, cuando viven
en el campo. En efecto, los empleadores rurales en general son también campesinos,
aunque tengan algún asalariado y un estándar de vida superior a la media de los hogares campesinos pero inferior a la de los asalariados o cuenta propia urbanos y, por supuesto, inferior a los empleadores urbanos.
Los hogares que subsisten por cuenta propia en la ciudad tienen un índice levemente
superior al de los asalariados urbanos,
mientras los cuenta propia rurales están levemente peor que los asalariados rurales
(Gráfico 4.14).
También existen importantes diferencias
regionales. En general, los índices de hábitat
rurales son peores en los valles, un poco mejores en el altiplano y bastante más altos en
los llanos. En el caso de las áreas urbanas, en
cambio, los peores índices corresponden al
altiplano, intermedios a los valles y mejores a
los llanos. El índice de hábitat resume en un
solo valor numérico un gran número de indicadores referentes a las condiciones de vida.
Un examen más detallado de dichos indicadores permite tener una imagen más acabada de las condiciones en las que viven los hogares en Bolivia.
tamaño del hogar. Esos recursos humaposibilidades de acceder a mejores emnos tienen diferente calidad de acuerdo,
pleos y a mayores ingresos.
sobre todo, a la educación alcanzada y Dado que son varios los factores que deterotras características como el sexo o la
minan la calidad de los recursos humanos,
edad. La mayor calidad de los recursos
en esta oportunidad se ha calculado un ínhumanos del hogar no sólo permite obtedice de calidad de dichos recursos basado
ner mayores ingresos en el mercado laboen la remuneración que cada tipo de trabaral, sino también cumplir de mejor manejador obtiene (en promedio) en el mercado
ra las funciones hogareñas como la crianlaboral.15
za de los hijos y el cuidado de la salud (Ma- Existen pocos hogares cuyos recursos humanos tienen salarios esperados inferioletta, 2005). Existe una amplia evidencia
res a la mitad de una canasta alimentaria.
de que el nivel educativo de las mujeres,
La distribución tiene su mayor densidad
por ejemplo, tiene una enorme influencia
entre 1 y 1,5 y luego la frecuencia decresobre la forma en que se desempeña una
ce gradualmente a medida que aumenta
familia en una multitud de aspectos y,
el valor del índice. El nivel de máxima
particularmente, en lo que se refiere a la
frecuencia representa poco más del 20%
salud (ver Capítulo 3). También existe una
de los hogares cuyo salario esperado está
extensa literatura sociológica y económientre 1 y 1,5 canastas alimentarias,
ca referida a la movilidad intergeneraciomientras los hogares cuyos adultos tienal a través de la educación. Asimismo, la
nen un salario potencial esperado equieducación alcanzada por los adultos influvalente a 5-6 canastas alimentarias reye en la educación de los hijos creando un
presentan un porcentaje muy bajo de los
ambiente hogareño más estimulante y
hogares (menos del 2%).
una mayor motivación para el estudio,
entre otros (Katzman y Filgueira, 2001). Si se mantiene constante la forma organizativa del hogar, se observan mejor las diferenPor lo demás, la calidad de los recursos
cias en la calidad de los recursos humanos
humanos determina en gran medida las
15 Este procedimiento se aplicó a la encuesta nacional de hogares contemporánea con el Censo 2001 (encuesta MECOVI 2001), a
fin de obtener las ponderaciones que corresponden a los distintos factores involucrados: nivel educativo, edad, sexo, región,
zona urbana o rural y etnicidad.
171
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 4.9
¿Cómo se calcula y qué mide
el índice de recursos humanos
del hogar?
El índice de recursos humanos del hogar
es un indicador general de la capacidad de
generación de ingresos y de la capacidad de
desempeñar las funciones hogareñas. Por
otra parte, ese índice refleja el nivel potencial
de ingresos de los recursos humanos del hogar en términos per cápita, pues la suma
ponderada de recursos humanos del hogar
se divide por el total de miembros. Este concepto es correcto para estimar la capacidad
de sostenimiento económico del hogar, es
decir, el potencial o valor esperado de los ingresos per cápita del hogar, pero no es tan
útil como indicador del nivel socioeconómico global del hogar. Por ejemplo, en dos hogares con alto nivel educativo pero de diferente tamaño, el más pequeño estará en mejores condiciones de obtener un más alto ingreso per cápita, pero los beneficios no divisibles del nivel educativo y social pueden ser
los mismos en ambos hogares.
Los adultos más educados crean un mejor
clima educativo para sus hijos, independientemente del número de hijos que tengan. Por
ello, para ciertos propósitos se utiliza el indicador conocido como “clima educativo del
hogar” (años promedio de educación alcanzados por los adultos) y también la “calidad
promedio de los recursos humanos del hogar”, que no se divide por el total de miembros del hogar, sino sólo por el número de
personas incluidas en los recursos humanos,
por ejemplo, el número total de adultos y menores emancipados o el total de personas
generadoras de ingresos.
El índice de recursos humanos del hogar
equivale al valor de los recursos humanos
adultos dividido por el total de miembros
del hogar.16 Para controlar diferencias en el
costo de vida en las diferentes áreas y pisos
ecológicos, los salarios fueron normalizados mediante la línea de pobreza extrema
que equivale al valor de la canasta básica
de alimentos en cada lugar (UDAPE, 2001;
Maletta, 2005a), de modo que el índice se
expresa en canastas alimentarias por
persona. El salario promedio en el país
equivale a alrededor de dos canastas alimentarias básicas, pero hay una amplia variabilidad en torno a esa media. Gran parte
de esa variabilidad se debe a los factores
predictivos utilizados, como la edad, la
educación y los otros ya mencionados, y el
resto se debe a factores no controlados (características de cada puesto de trabajo, horas trabajadas por semana, experiencia y
cualidades individuales del trabajador, productividad de la empresa, etc.), de modo
que las personas con el mismo índice podrían tener muy diferentes ingresos de acuerdo a sus características individuales. Algunos hogares tienen un valor cero porque carecen de adultos y de menores emancipados. Esos hogares se supone que son sostenidos por transferencias no registradas
en las encuestas (por ejemplo, remesas de
parientes) o bien por el trabajo de algunos
menores no emancipados. La fuerza laboral
de los menores no emancipados no se considera como una parte legítima de los recursos humanos del hogar cuando el análisis
se realiza desde un punto de vista normativo, pues se entiende que es derecho de los
niños dedicarse al estudio hasta los 17
años. Sin embargo, para algunos propósitos analíticos se incluirá a los menores ocupados (sobre todo los de 15 a 17 años) entre los recursos humanos disponibles en el
hogar. Por otra parte, una variante del índice contabiliza los recursos humanos de las
personas generadoras de ingresos (ocupados, jubilados, pensionados y rentistas)
independientemente de su edad. Esta versión puede ser usada como un proxy de los
niveles esperados en promedio de ingresos del trabajo ya que el Censo no incluyó
preguntas sobre ingreso.
16 Se considera como adultos a las personas mayores de 18 años y a los menores de 15 a 17 años que están “emancipados” por
ser jefes de hogar o cónyuges de un jefe de hogar.
172
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
de vida y la capacidad de generar ingresos de
los hogares, los que a su vez condicionan
fuertemente sus posibilidades de subsistir,
criar hijos y desarrollar plenamente sus potencialidades.
GRÁFICO 4.15 Indice de habitat promedio según valor
del índice de recursos humanos
per cápita (2001)
1,2
0,8
Indice de habitat
¿Mejores recursos humanos
mayor índice de hábitat?
A medida que aumenta el valor del índice
de recursos humanos aumenta también el
valor promedio del índice de hábitat. En otras
palabras, los hogares con mejores recursos
humanos también disponen de mejores condiciones materiales de vida con relación a la
vivienda, saneamiento y equipamiento del
hogar. También se da la relación opuesta: al
aumentar el nivel del índice de hábitat hay
promedios crecientes del índice de recursos
humanos. Ambos índices guardan directa
correlación el uno con el otro a nivel de promedios. La correlación directa de ambas variables a nivel de hogares es más débil
(0,28) pues hay múltiples factores que influyen y que no siempre operan parejamente en
ambos índices: hay hogares con buenos recursos humanos cuyas condiciones de vida
son precarias y viceversa. En conjunto, los
dos índices proporcionan una medición más
acabada de los medios de vida, el estándar
0,4
0
-0,4
-0,8
<0.50
0.50 a
0.99
1.00 a
1.50 a
2.00 a
3.00 a
1.49
1.99
2.99
3.99
Indice de recursos humanos
4,00 a
4.99
5 y más
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 2001.
asociados a cada tipo de inserción ocupadante, la media es 1,94 y el promedio de los
cional. En cada modelo de organización faempleadores 2,58, mientras los demás grumiliar hay bastante homogeneidad en el
pos se ubican a poca distancia de la media.
valor de los recursos humanos per cápita, La distribución de los distintos tipos de orgapues los distintos modos de inserción ocunización familiar en el índice de recursos
pacional oscilan en un estrecho margen en
humanos per cápita muestra que casi todos
torno al promedio de cada tipo de familia.
están en una estrecha franja en torno al
Sin embargo, hay diferencias que se repipromedio, con la única excepción de las faten en todos los tipos de familia. Los hogamilias nucleares biparentales que están
res sin ocupación, donde sólo hay desocumucho mejor. Estas familias tienen probapados o inactivos, tienen casi siempre el vablemente una proporción óptima entre relor más bajo, seguidos por los hogares camcursos humanos adultos y personas totales
pesinos que también tienen recursos huen el hogar. Para cada posible punto de cormanos relativamente pobres. Valores interte en el índice de recursos humanos hay
medios cercanos a la media se observan
una menor proporción de hogares por depara asalariados y cuenta propia (generalbajo cuando el hogar es una familia nuclear
mente un poco más altos para los asalariacon los dos progenitores presentes. Tamdos) y, finalmente, valores significativabién incide el hecho de que en ese grupo
mente más altos para los empleadores. Por
hay parejas sin hijos y ambos trabajan, de
ejemplo, en las familias nucleares biparenmodo que los generadores de ingresos son
tales, que es la forma familiar más abunel 100% de los miembros del hogar.
173
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 4.10
“Apareamiento selectivo”
y baja movilidad social
Según Andersen (2002), en Bolivia existe
una baja movilidad social, incluso con relación al promedio de América Latina. Una de
las explicaciones de esta situación son las
prácticas de “apareamiento selectivo” que
GRÁFICO 4.16
Diferencia de años de escolaridad
en la pareja conyugal (2001)
5+ años más
el hombre
2-4 años más
el hombre
+/- 1 año de
diferencia
2-4 años más
la mujer
5+ años más
la mujer
0
5
10
15
20
25
30
35
40
pueden ser medidas a través de la correlación entre los niveles educativos de los cónyuges. En Bolivia, esta correlación es especialmente elevada, por lo que el mercado laboral contribuye a una baja movilidad social.
Frente a esta situación, la política pública no
puede hacer mucho. Datos del Censo 2001
revelan la existencia de una fuerte correlación entre el nivel educativo de ambos cónyuges. Alrededor del 40% de los cónyuges
tiene un nivel educativo igual o casi igual al
de sus cónyuges (más o menos un año) y el
37% no supera cuatro grados de diferencia
en uno u otro sentido. En el promedio entre
jefes y cónyuges, los hombres tienen 1,65
años de educación más que sus esposas o
compañeras. Sin embargo, esa diferencia
tiende a disminuir en los hogares más jóvenes, bajando a 1,06 años entre los jefes menores de 20 años y llegando a 1,85 en los jefes entre 50 y 59 años.
Fuente: Maletta (2005) sobre la base de CNPV 2001.
El número de hijos, y en particular de los
menores, afecta gravemente la capacidad de subsistencia, sea cual fuere el nivel de calificación de los recursos humanos del hogar. Dentro de las familias biparentales, que son las que tienen mejor
dotación de recursos humanos per cápita, un mayor número de hijos disminuye
ese índice significativamente. La distribución acumulativa del índice de recursos humanos per cápita en las familias
nucleares biparentales, para distinto número de hijos en el hogar, muestra curvas
acumulativas hacia arriba, es decir, las
condiciones son peores cuanto mayor es
el número de hijos en el hogar. Un panorama similar aparece en los hogares monoparentales, con mayor dramatismo
porque en ese caso suele haber un solo
adulto capaz de trabajar dentro y fuera
del hogar.
174
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Niños, niñas y adolescentes
según clima educativo del hogar
El clima educativo del hogar es una variable
utilizada frecuentemente como proxy de
nivel socioeconómico. Existen varias maneras de clasificar los grupos, sin embargo
la más simplificada se basa en la siguiente
clasificación: i) Clima educativo bajo
(CEB) cuando el promedio de años de escolaridad de los adultos (de 18 años o
más) del hogar es menor a seis años el hogar estará clasificado. ii) Clima educativo
medio (CEM) cuando el promedio de años
de escolaridad de los adultos dentro del
hogar oscila entre seis y 11 años. iii) Clima
educativo alto (CEA) cuando la educación
promedio de los adultos dentro del hogar
es igual o mayor a 12 años de escolaridad
(Katzman, 2001; Fanfani, 2004).
Estudios realizados para países de la región
concluyen que existe una relación entre el
clima educativo y los niveles de ingreso,
GRÁFICO 4.17 Número de hogares particulares según
clima educativo y composición porcentual,
por área geográfica (1976-2001)
88%
Rural
2001
92%
1992
Urbano
9% 5%
Bajo
6% 2%
Medio
97% 2% 1%
1976
43%
2001
54%
1992
34%
Alto
23%
30% 16%
70%19%10%
1976
60%
2001
Total
de tal manera que a mayor nivel educativo
mayor el ingreso del hogar. Sin embargo,
estudios en el tiempo revelan que si bien
existe una tendencia a la disminución de
la proporción de hogares de clima educativo bajo aún se mantienen desigualdades
importantes e incluso una ampliación de
las brechas entre grupos, es el caso del
área urbana de la Argentina donde se encuentra que durante la década de los 90
hubo una mayor mejoría en los hogares de
clima educativo alto en relación con aquellos de clima educativo bajo. Estadísticas
disponibles en Fanfani (2004) revelan un
mejor desempeño entre los niños, niñas y
adolescentes que viven en hogares de clima educativo alto; sin embargo, es importante destacar que el estudio de las desigualdades hoy en día ha trascendido las
fronteras de explicaciones estrictamente
educativas, pues las maneras de “exclusión” admiten múltiples dimensiones (Tedesco, 2006).
En Bolivia, entre 1976 y 2001, no sólo hubo
un incremento de los hogares de clima
educativo medio y alto, sino que se vivió
también un importante proceso de cambio societal que modificó las formas de las
estructuras sociales
Del total de hogares cuyo jefe declaraba estar desocupado la proporción correspondiente a los hogares cuyos miembros
adultos tenían en promedio menos de
seis años de escolaridad se redujo de cerca del 85% a casi el 57%, mientras que
los hogares de clima educativo medio aumentaron su representación del 12% a
un poco más del 28%; finalmente, los hogares de clima educativo alto aumentaron del 3% al 14%. Los cambios de estructura fueron especialmente mayores
en el primer período intercensal.
El aumento más importante fue, sin lugar a
dudas, el promedio de hogares con clima
educativo medio, que en los 25 años analizados aumentó más de ocho veces su
número absoluto frente a un incremento
de casi cuatro y 2,5 en los casos de los hogares de clima educativo medio y clima
educativo bajo respectivamente. Pese al
71%
1992
86%
1976
0
500.000
24%
15%
19% 10%
5%9%
1.000.000
1.500.000
2.000.000
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos CNPV 1976-1992-2001.
GRÁFICO 4.18 Hogares con jefe de hogar desocupado
según clima educativo (1976-2001)
100
595
90
2,092
80
2,902
8,979
7,288
17,969
70
Alto
60
50
14,693
17,703
Medio
36,213
40
Bajo
30
20
10
0
1976
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos CNPV 1976-1992-2001.
evidente incremento de la proporción de
hogares desocupados de clima educativo
medio y alto es importante resaltar que
los hogares de clima educativo bajo representan prácticamente el doble que los
segundos.
La educación, el trabajo de los niños,
el acceso a servicios materiales
según clima educativo del hogar
El nivel educativo promedio de los padres en
1976 constituía un indicador bastante
acertado sobre las posibilidades de desarrollo de las capacidades de los niños, niñas y adolescentes. Para ese año, el 90%
de los niños, niñas y adolescentes que se
declaraban activos (ocupados o desocupa175
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Total
Urbano
Rural
hogar. El Gráfico 4.19 refleja que pese a la
dos) provenían de hogares de clima educareducción de la proporción de niños, niñas
tivo bajo. Según las estadísticas de entony adolescentes trabajadores el clima educes, existían más de 100 mil de ellos acticativo bajó del 97% al 77%; en números
vos en Bolivia. Pero, ¿cuál fue la tendencia
absolutos se insertaron más de 115.000 nien las tres décadas siguientes? Definitivaños, niñas y adolescentes provenientes de
mente, cada año se insertan más al mercahogares de CEB.
do de trabajo pero la condición de ser niño,
niña o adolescente trabajador está clara- La brecha o desigualdad en términos absolutos entre niños económicamente actimente marcada por el clima educativo del
vos provenientes de hogares de CEB y de
CEA se amplió; esta situación refleja claGRÁFICO 4.19 Niños, niñas y adolescentes entre siete
ramente la tendencia descrita en Jiménez
y 17 años económicamente activos, según
y Landa (2004) acerca de la evidencia de
clima educativo del hogar (1976-2001)
un crecimiento que no favoreció a los pobres. Es evidente, en ambos momentos,
5% 13,243
2001
la diferenciación según el promedio edu18% 48,449
Alto
77% 208,392
cativo de los adultos dentro del hogar. El
Medio
1% 714
clima educativo bajo es explosivo en tér1976 2% 3,019
Bajo
97% 133,756
minos de la inserción económica de los
niños, niñas y adolescentes; mucho de es0
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
to tiene que ver con la mayor cantidad de
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
niños en estos hogares.
El incremento del trabajo de niños, niñas y
adolescentes afecta menos en términos
GRÁFICO 4.20 ¿Cambió la condición de actividad de los
relativos a los niños de hogares de CEB;
niños según el clima educativo del hogar?
sin embargo, en términos absolutos si(1976-2001)
guen siendo los niños que habitan hogares
de CEB los que se insertan mayoritaria15%
16
1976
14
14%
mente al mercado laboral. Es evidente
74, 636
12
2001
que más allá de las mejoras educativas ge10%
10
nerales, las condiciones de los niños y ni8
45,430
6%
6
ñas están ligadas a las de sus hogares y,
12,529
4%
4
por tanto, poco se puede decir acerca de la
2%
2
movilidad social en términos educativos.
0
Alto
Medio
Bajo
Otro ejemplo del impacto diferenciado del
clima educativo del hogar en las condicioFuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
nes de vida de los niños y niñas es el anáGRÁFICO 4.21 Niños y niñas de cinco años y menos con
lisis del acceso a agua potable de los meacceso a agua potable por cañería, según
nores de cinco años. El Gráfico 4.21 refleclima educativo del hogar (1976-2001)
ja un incremento significativo del número
absoluto de niños con acceso a este servicio básico entre 1976 y 2001, así como la
2001
Bajo
variación de la estructura porcentual se1976
Medio
gún área geográfica. Es evidente la am2001
Alto
pliación de este derecho entre niños y ni1976
ñas de áreas urbanas en hogares de CEM,
2001
tanto en términos porcentuales como ab1976
solutos, frente a una mejora menos evi0
100.000 200.000 300.000 400.000 500.000 600.000 700.000 800.000 900.000
dente en términos porcentuales en los esFuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
tratos más extremos.
176
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 4.11
Abuelos y nietos en Guaqui
(La Paz), transformaciones
en el tiempo: ¿una ruptura
generacional?
“En los tiempos de los abuelos, eran fuertes
con buenos pensamientos pero en este tiempo por más que estén diez años en la universidad ya no tienen buenos pensamientos.”
Abuelo, 65 años.
“Los jóvenes del antaño eran mejores, los de
hoy parece qua ya no están bien de pensamiento, desde mi punto de vista.”
Abuelo, 78 años.
“Los jóvenes de antes eran mejores. Había
obediencia, las autoridades castigaban, así
era. Ahora ya no hay ese tiempo de obediencia, estamos en tiempo de falta de respeto.”
Abuelo, 85 años.
“Digo que hoy en día las cosas han cambiado, es una pena para los abuelos. Hoy en día
el respeto no hay de los nietos, los jóvenes y
las niñas. Las escuelas en vez de educar están yéndose atrás, eso pensamos los abuelos
con pena, por eso están viniendo muchas cosas para el mundo de la tierra, la gente ya no
se conforma con nada.”
Abuelo, 70 años.
la vida de antes. Ya no entienden la música y
la cultura autóctona.”
Abuelo.
“Claramente los jóvenes y las jóvenes han
perdido el respeto que había en los tiempos pasados. Antes, claro, a los mayores
los saludaban desde lejos, o sea que los
mayores un poco se reñían cuando no eran
saludados, no podíamos pasar callados en
la calle. Pero, francamente, en tiempos pasados no había escuela y eso claramente
es el motivo por la falta de respeto. Ahora
hay escuelas, colegios entonces ellos van y
aprenden a leer y escribir y a los mayores
les humillan.”
Abuelo.
Antes era mucho mejor, éramos más educados. Sencillos éramos. No como ahora. Ahora la juventud es despierta, demasiado despierta ya son. En colegio parece que los profesores no les educan.”
Abuela, 76 años.
“Yo creo que nuestros abuelitos han tenido
una buena juventud por lo que yo he visto.
Mis abuelitos son personas buenas que cuidan al prójimo y nosotros, por lo tanto tenemos que ayudar al prójimo y no ser envidiosos ni rencorosos por esas cosas.”
Niña, 14 años.
“Los jóvenes no se están portando bien de
acuerdo al respeto. Ya no nos ven como mayores, así nomás están andando los menores.”
Abuelo, 84 años.
“Ya no es igual como antes, ya no hay respeto. Además, por ley nomás ya no se puede
pegar a los niños. Antes la educación era
buena, había castigo del profesor. Los padres, nosotros mismos, pedíamos (castigo).
Ya no hay que tocarlos, dicen. Peor, peor los
jóvenes desde ahí van aprendiendo. Hoy en
día son malcriados, saben leer pero no saben
“Mis abuelos han (tenido una juventud) mejor
porque antes tenían una alimentación más
sana y más pura. Pero al mismo tiempo era
malo porque no sabían el español y no han
estudiado.”
Niño, 14 años.
“Antes era un poco mejor porque no tomaban, tampoco consumían lo que consumen
hoy, no. Y también respetaban más, eso nomás sería.”
Niña, 15 años.
177
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
“Creo que mis abuelos han tenido una juventud mejor que nosotros porque ahora los jóvenes más nos dedicamos al alcoholismo, a las
drogas, ya no respetamos a las personas mayores ni a nuestros familiares, es por eso que
pienso que la juventud de antes era lo mejor.”
“Mis abuelitos cuando eran jóvenes habrán
sido mejores que nosotros porque tenían
respeto, entre ellos se respetaban y mientras
nosotros no somos así, no hemos seguido el
mismo camino que nuestros antepasados
abuelos.”
Niña, 14 años.
Niño.
“La juventud de mis abuelos ha debido ser
buena porqué antes saludaban.”
“La juventud de mis abuelos habrá sido más
linda que la nuestra, porque sabían todo.”
Niña.
Los cambios ocurridos en la forma de organización de los hogares bolivianos, la heterogeneidad regional y la condición socioeconómica revelan el mosaico de 25 años de
historia de las familias bolivianas. El análisis presentado en este capítulo muestra,
una vez más, el entorno heterogéneo en el
178
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Fuente: Red de Corresponsales en Desarrollo Humano; 22
entrevistas con abuelos y adolescentes realizadas por el
padre Justino Limachi en Guaqui (radio Apóstol Santiago).
que viven cuatro millones de niños, niñas y
adolescentes bolivianos, cuyos cambios
en el desarrollo de sus capacidades, cumplimiento de derechos se desarrollarán en
los capítulos siguientes reflejando de manera detallada particularidades por sexo,
edad, lugar de residencia y origen étnico.
El desarrollo
de capacidades
fundamentales
en la niñez
5
E
n 25 años, Bolivia ha logrado
mejoras sustanciales en los indicadores sociales agregados
nacionales; así lo revelan los
avances en oferta educativa,
asistencia escolar, salud, mortalidad infantil, esperanza de vida y condiciones de la vivienda, entre otros (INE, 2003). Los avances hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en la última década, entre los
que figuran de manera muy concreta objetivos orientados al desarrollo de capacidades fundamentales de los niños, niñas y
adolescentes, no son despreciables; sin
embargo, dado el ritmo de las mejoras de
los últimos años las predicciones de que sean alcanzados el año 2015 no son muy
alentadoras (UDAPE, 2005).
Los avances mencionados han sido ampliamente descritos por estudios realizados a
nivel nacional; de una manera sintética se
reflejan en una mejora del Índice de Desarrollo Humano (IDH) impulsado por indicadores sociales, o desarrollo humano sin
ingresos (PNUD, 2005). Los avances revelan la preservación de las desigualdades regionales, municipales y entre grupos; el escenario actual de la desigualdad en términos de acceso a servicios básicos es abismal, muchos de ellos se ilustran claramente en el Índice de Desarrollo de la Infancia
recientemente publicado por UDAPE-UNICEF (2005). Pero más allá de las diferencias internas, Bolivia está rezagada con
respecto a América Latina en la mayoría de
los indicadores sociales, situación que se
traduce también en un rezago en el desarrollo de los niños y en el grado de cumplimiento de sus derechos (Recuadro 5.1).
En este capítulo ofrecemos una mirada a 30
años de cambios en las oportunidades y
posibilidades de acceso de los niños, niñas
y adolescentes a educación, salud, saneamiento básico, vivienda e inscripción en el
registro civil; así como las oportunidades
diferenciadas con las que se enfrentan al
trabajo infantil, reparando en la importancia del cambio demográfico. Para ello, partimos de un análisis que identifica avances
y retrocesos diferenciados según piso eco-
lógico, área geográfica, sexo, grupo etáreo
y condición indígena, rescatando la relevancia de la transformación demográfica
diferenciada y de la coexistencia de perfiles demográficos heterogéneos, analizados en el Capítulo 3. Según estudios realizados en la región, la estructura socio-demográfica diferenciada, marcada por una
historia de urbanización, tiene impactos
que se sintetizan en la acentuación de la
estratificación social y la profundización
de contrastes entre grupos y regiones
(Shwartzman, 1966; Petit, 2003).
Por ello, resulta importante conocer los cambios más relevantes en el desempeño de
indicadores de educación, salud y protección de los niños bolivianos en contextos
demográficos diferenciados. ¿En qué medida la localización espacial de la población implicó cambios en la relocalización
de los niños? (Paz et al., 2004) ¿Qué implicaciones tuvieron estos cambios en términos de avances diferenciados? En el análisis resaltamos los avances en las oportunidades de acceso para el desarrollo de capacidades de niños, niñas y adolescentes en
Bolivia; hablamos de las “desigualdades
que importan” para el Desarrollo Humano
de los niños. Para responder a estos interrogantes rescatamos las diferencias entre
niños que habitan los distintos pisos ecológicos, entre niños que residen en lugares
que atraviesan momentos demográficos
diferenciados, entre niños y niñas, entre
niños que atraviesan ciclos de vida diferentes, de distinto origen étnico, entre otros.
Los resultados dan pie al reconocimiento
pleno de la necesidad de cambios en la
manera de construir políticas públicas que
tengan al niño en el centro, resaltando la
importancia de la heterogeneidad de los
avances y la consecuente diferenciación
de las necesidades.
Niños, niñas y adolescentes en la
relocalización espacial de la población
En números absolutos, la población menor
de 18 años se expandió de 2,2 millones a
3,7 millones en 25 años; el crecimiento
183
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 5.1
Bolivia y el rezago en el
desarrollo de los niños
Según el Informe 2005 sobre los avances
mundiales en los Objetivos de Desarrollo del
Milenio, la mortalidad de niños menores de
cinco años en América Latina y el Caribe
ocupa la segunda posición entre las 10 regiones consideradas,1 pese a que los promedios regionales esconden las desigualdades
existentes entre países y al interior de los
mismos. En general, los países de la región
han mostrado una tendencia decreciente en
la mortalidad infantil y en la niñez. En materia
de salud materno-infantil, Bolivia se encuentra entre los países que poseen los peores indicadores, las tasas de mortalidad infantil y
en la niñez para 2003 superan por más del
doble los promedios regionales. La tasa de
mortalidad de menores de un año es la segunda más elevada de la región después de
Haití (53 por cada mil nacidos vivos frente a
un promedio en la región de 27 por cada mil
nacidos vivos). Lo mismo ocurre con la tasa
de mortalidad de menores de cinco años
(TMM5) que en 2003 se registraba en 75 por
cada mil nacidos vivos, frente a un promedio
en la región de 32 por mil nacidos vivos.
Los datos de 2003 para 10 países de la región revelan el atraso de Bolivia en términos
de mortalidad en la niñez con respecto a la región y con relación a su Índice de Desarrollo
Humano (IDH); esto demuestra que Bolivia
enfrenta mayores dificultades para traducir el
desarrollo humano en mejores condiciones
de vida para los niños (Gráfico 5.1). El ranking
mundial de la TMM5 permite comparar el logro de las capacidades en salud de los niños
entre países, en esta clasificación Bolivia
ocupaba el puesto 65 en 2003, la última posición le correspondía a Sierra Leona (puesto
284). El mejor lugar lo compartían Suecia y
Singapur con tasas de tres por cada mil nacidos vivos en ambos casos. El progreso en la
reducción de la TMM5 entre 1990 y 2003 fue
del 45%, magnitud que supera al progreso
promedio de países de la región.2 Sin embargo, es preocupante la brecha con el promedio regional teniendo en cuenta que la adopción de medidas de prevención y tratamiento
de bajo costo podría salvar la mayoría de estas vidas. Las causas más comunes de la
TMM5 son cinco enfermedades: neumonía,
diarrea, paludismo, sarampión y SIDA.
Fuente: Paz, 2005.
GRÁFICO 5.1 Tasa de mortalidad de menores de cinco años, 2003
(por cada mil nacidos vivos)
Haití
118
Nicaragua
38
Honduras
IDH bajo
IDH medio
"medio"
41
Bolivia
75
Paraguay
IDH medio
"alto"
29
Perú
34
Brasil
35
Venezuela
IDH medio
"alto"
21
Chile
9
Argentina
IDH alto
20
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
110
120
Fuente: Estado Mundial de la infancia, UNICEF (2004). Para Bolivia: ENDESA (2003)
1 En este indicador, en orden de situación privilegiada las regiones son las siguientes: Europa, América Latina y el Caribe, Asia
oriental, África septentrional, Asia sudoriental, Asia occidental, Oceanía, CEI Asia, Asia meridional y África subsahariana.
2 En muchos países se cumplió la teoría de la convergencia, en Bolivia por ejemplo. En otros, a pesar de condiciones iniciales
menos serias lograron mejoras significativas como Chile, Ecuador, Nicaragua y República Dominicana. Estos países tenían para
1970 tasas de mortalidad de menores de cinco años inferiores a 70 por mil y redujeron este indicador en más de 40% en los
últimos 30 años.
184
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
promedio anual entre 1976 y 2001 fue del En el altiplano, la población de niños aumen2,2% a nivel agregado. Estimaciones del
tó de 813 mil a 1,2 millones, el crecimienINE para 2006 calculan que hoy existen
to se dio principalmente en los centros ur4,1 millones de niños, niñas y adolescenbanos mayores y los centros urbanos intertes que representan el 44% de la poblamedios, especialmente en las ciudades de
ción total. Los niños, niñas y adolescenLa Paz y El Alto. En los valles, el número de
3
tes siguieron una transformación de la
niños pasó de 955 mil a casi 1,5 millones;
el crecimiento se debió principalmente a
distribución entre regiones similar a la de
las ciudades intermedias que tuvieron la
la población total, aunque al principio del
tasa promedio más alta de crecimiento de
período analizado esa distribución era alla población (Sucre, Tarija, Quillacollo, Bergo distinta a la de la población total. En
mejo, Colcapirhua, Yacuiba, Sacaba y Ti1976, la mayor parte de los niños vivían
quipaya) y, en segundo lugar, a la ciudad de
en las localidades de los valles, a diferenCochabamba. Finalmente, en las localidacia de la población total que se concentrades de los llanos, el número de niños pasó
ba principalmente en el altiplano (Gráfico
de 438 mil a 1,1 millones, el 90% de estos
5.2). En los llanos, la expansión demogránuevos 700 mil niños habitaba áreas urbafica de la población y la proporción connas en 2001. Gran parte de esta nueva locentrada en la región fueron idénticas pacalización espacial de los niños en Bolivia
ra la población total y para los niños, en
responde al movimiento constante de la
ambos casos las proporciones se expanpoblación entre regiones, especialmente
dieron del 20% al 30%. En este proceso
marcado por migraciones campo-ciudad,
demográfico diferenciado, las localidades
que tuvieron un impacto importante en el
de los valles registraron históricamente la
proceso de transformación de la estructura
mayor proporción de niños; el año 2001,
demográfica así como en la redistribución
la región albergaba 1,5 millones (cerca del
de la población en el territorio nacional.
40% del total de la población menor de 18
En 2001, como resultado del cambio demoaños).
gráfico, el 39% de los niños vivía en los vaLa tasa de crecimiento demográfico de los nilles frente a 31% y 30% en el altiplano y
ños fue mayor en los llanos, seguida por las
los llanos respectivamente. Por otro lado,
localidades de los valles y finalmente del
la proporción de niños por región no varía
altiplano; esta dinámica demográfica imsignificativamente entre los valles y los llaplicó una distribución más homogénea entre las tres regiones ecológicas para 2001.
La nueva distribución de los niños fue con- GRÁFICO 5.2 Distribución de la población total y de los niños
según piso ecológico (1976-2001)
secuencia, principalmente, de la condición
promedio de “expulsora” de las localidades de los valles y el altiplano y “receptora” 100% 19,8%
29,5%
29,8%
19,8%
de las de los llanos (CODEPO, 2004). La ex- 90%
80%
Llanos
43,3%
pansión demográfica de los niños no sólo 70% 27,5%
28,7%
39,1%
fue diferente en localidades de distinto gra- 60%
Valles
do de urbanización, también fue diferente 50% 52,7%
40%
41,7%
36,9%
según el piso ecológico, incidiendo en la 30%
Altiplano
31,1%
20%
distribución geográfica que muestra, en
promedio, tasas de crecimiento de los ni- 10%
0%
1976
2001
1976
2001
ños inferiores en las localidades del altiplaPoblación Total
Niños
no (1,5%) y los valles (1,7%) en comparaFuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
ción con los llanos (3,9%).
3 Para el objeto de este análisis se ha utilizado la definición de niñez establecida en el artículo primero de la Convención sobre los
Derechos del Niño, en la que se define como “niño” a todo ser humano menor de 18 años. En el Capítulo 2 de este Informe se
hace referencia a esta definición.
185
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
nos, pues ambos poseen cerca del 47% de
los menores de 18 años en su estructura
demográfica por edad, mientras que las localidades del altiplano poseen una representación menor de niños en su estructura
(42%). Es necesario reconocer la magnitud de la representación demográfica a lo
largo del territorio nacional.
Paralelamente a la redistribución de los niños según piso ecológico, el proceso de urbanización implicó una expansión diferenciada según el tamaño del asentamiento,
el Gráfico 5.3 muestra este crecimiento heterogéneo, revelando una relación positiva
entre el grado de urbanización de las loca-
lidades y la tasa de crecimiento de los niños.4 La expansión de la población menor
de 18 años fue importante, especialmente
en las ciudades más grandes: los centros
urbanos mayores crecieron en promedio a
una tasa del 4% y los intermedios del
5,1%. Esta situación se refleja en las pendientes más empinadas en comparación a
las de los centros rurales (en especial los
rurales más dispersos). Por otra parte, la
tendencia a la mayor concentración de la
población en áreas urbanas fue menos intensa entre los niños en comparación al
conjunto de la población, esta situación
responde a la mayor concentración de la
RECUADRO 5.2
Migración y vulnerabilidad
demográfica diferenciada
“Mi papá es de Cochabamba y mi
mamá es de La Paz, cuando llegamos a
Pando vivíamos en el suelo, dormíamos
en el suelo, no teníamos cama. Mi papá
se ha unido con su hermano y han
comprado casa, luego ellos se han
peleado y su hermano se ha ido a
Cobija.”
Niño entre ocho y nueve años, Porvenir, Pando.
En Bolivia, la transformación de la configuración demográfica está marcada por las migraciones entre regiones e intraregionales.
En 1976, el 40% de los inmigrantes de toda
la vida5 residía en los llanos, el 29% en el altiplano y el 31% en los valles. En 2001, la situación de los llanos como región “receptora” se había consolidado, pues del total de
inmigrantes el 49% habitaba en los llanos
frente al 40% en los valles y 11% en el altiplano. Datos sobre migración reciente6
muestran que los movimientos migratorios
entre el altiplano y los valles se han reducido
y que cada vez son más comunes los flujos
desde el altiplano y los valles hacia los llanos
(CODEPO, 2004). Los movimientos migratorios implicaron la concentración de los asentamientos humanos principalmente en centros urbanos, generando presiones constantes de demanda de servicios básicos e incrementando significativamente la oferta laboral urbana.
Según Brown (2002), la vulnerabilidad de
las regiones “expulsoras” y “receptoras” depende de las capacidades propias de cada
región para responder a la adversidad derivada del riesgo demográfico. Por un lado, las
regiones receptoras enfrentan los siguientes
cambios: aumento del tamaño del hogar, aumento de asentamientos precarios con el
consiguiente hacinamiento, problemas de
asimilación (idiomas), mayor carga en los
servicios sociales, aumento del desempleo y
crecimiento del sector informal. Por otro, las
regiones expulsoras, expuestas a mayor vulnerabilidad, cambian su estructura demográfica por el envejecimiento de la población
y la caída de los ingresos y enfrentan problemas de salud y seguridad social por la mayor
carga de niños y ancianos. La mayor relación
de dependencia en las áreas rurales se agrava por la alta proporción de la población que
apenas logra culminar la educación primaria.
4 En el Gráfico 5.3 la tasa de crecimiento está dada por la pendiente de la curva.
5 La migración de toda la vida considera a todas las personas que en el momento del censo residían en una localidad distinta a la
de su nacimiento.
6 La migración reciente considera a las personas que cambiaron de “lugar de residencia” en los cinco años anteriores al censo.
186
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Población Económicamente Activa (PEA)
en los centros urbanos en comparación a
la población menor de 15 años y mayor de
64 años (Ledo, 2005). La lenta expansión
de la población menor de 18 años en las
áreas rurales y la explosión en las áreas urbanas mayores implicó una elevada concentración de niños en los centros urbanos
mayores (un tercio) y en las áreas rurales
altas (más de un tercio). Tanto al inicio como al final del período analizado, las áreas
rurales de los valles concentraban la mayor proporción de niños; en 2001, un quinto de esta población vivía en la región.
En síntesis, las localidades de los llanos fueron las que enfrentaron un mayor crecimiento de la población menor de 18 años.
El crecimiento demográfico diferenciado
de los niños implicó que en el altiplano el
50% se concentre en los centros urbanos
mayores, 582 mil niños y niñas vivían el
2001 en las ciudades de La Paz y El Alto y
sólo el 14% en las ciudades intermedias
(especialmente Potosí y Oruro). En los llanos, el 44% vivía en la ciudad de Santa
Cruz mientras que el 18% residía en centros urbanos menores. Las localidades de
los valles que concentran hoy la mayor
parte de la población menor de 18 años
tienen aún una primacía rural: 57% de los
niños y niñas de los valles habita en áreas
rurales, especialmente en las dispersas,
donde residen más de 800 mil niños, niñas
y adolescentes.
Finalmente, una característica importante
del proceso de urbanización es la mayor
intensidad en el primer período intercensal,7 cuando la tasa de urbanización de la
población menor de 18 años creció a una
tasa anual del 2,4% frente a un crecimiento menor al 1% en el segundo período intercensal, esta situación coincide con una
reducción de la tasa de fecundidad más
acelerada en el período analizado (Ledo,
2005).
La cambiante localización de los niños en el
territorio nacional generó presiones de distinta intensidad en los servicios básicos,
educación, salud y vivienda, así como pu-
GRÁFICO 5.3 Distribución de los niños según grado de
urbanización del lugar de recidencia
4.000.000
3.500.000
Urbano
Mayor
3.000.000
Centro
Urbano Menor
2.500.000
Rural alto
2.000.000
1.500.000
Urbano
Intermedio
1.000.000
Rural
amanzanado
500.000
Total
0
1976
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
so a prueba la capacidad estatal, regional y
local para el diseño e implementación de
políticas públicas adecuadas a la transformación demográfica diferenciada. A lo largo del capítulo analizamos la evolución en
las oportunidades de acceso de los niños,
niñas y adolescentes a la educación, salud,
saneamiento básico, vivienda e inscripción en el registro civil, así como las oportunidades diferenciadas a las que se enfrentan al trabajo infantil. El análisis hace
énfasis en la identificación de la construcción de capacidades diferenciadas por sexo, edad, lugar de residencia y origen étnico, entre otros.
La privación material y condiciones
de vivienda de los niños
Los cambios socio-demográficos y socioeconómicos ocurridos entre 1976 y 2001,
en algunos casos fruto de las condiciones
de extrema pobreza en determinadas regiones del país, intensificaron las condiciones de privación que enfrentan determinados grupos de la población. Estas características afectan de manera particular a los
niños, niñas y adolescentes, quienes se encuentran sobre representados en los hogares más pobres y para quienes la pobreza
representa la desigualdades de oportunidades para construir capacidades hoy y en
el futuro (UDAPE, 2005). Varios estudios
han demostrado que los niños y niñas pro-
7 El ritmo de la urbanización fue mayor entre 1976 y 1992 en los tres pisos ecológicos.
187
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
venientes de hogares pobres tienen mayo- Debido a la falta de uniformidad de los indicadores censales (1976, 1992 y 2001) para
res probabilidades de atravesar dificultala construcción de un Índice de Necesidades a lo largo del desarrollo. La teoría de los
des Básicas Insatisfechas (NBI) comparaciclos de vida establece la importancia del
ble para los tres momentos censales, en eseslabonamiento a lo largo del proceso de
ta sección analizamos de manera individesarrollo (Katzman y Filgueira, 2001).
dual tres indicadores de dos componentes
RECUADRO 5.3
utilizados para su construcción: i) el primero, está relacionado con la condición de las
viviendas particulares que habitan de los
La pobreza como origen
niños sobre la base de dos características:
de la privación de los derechos
el material del techo y la condición de haGran parte de los problemas de privación que enfrentan los
niños están directamente relacionados con el primer Objetivo
cinamiento; ii) el segundo componente
de Desarrollo del Milenio (ODM) que consiste en la erradicaanalizado se refiere al acceso a saneamiención de la pobreza extrema y el hambre. Sin lugar a dudas, la
to básico y agua potable. Según UNICEF
pobreza se traduce en una de las principales causas de priva(2004), el análisis del acceso de los niños y
ción de los derechos de los niños, así como dificulta las posibiniñas a bienes y servicios es importante
lidades de un desarrollo integral a lo largo de su vida. Las conpues la “privación material” constituye
diciones extremas de privación de derechos entre niños boliuno de los factores fundamentales de las
vianos son ilustradas por indicadores simples para educación,
elevadas tasas de mortalidad infantil y en
vivienda y saneamiento básico diseñados en base a las situala niñez.
ciones de “privación grave” planteadas por el Estado Mundial
El Recuadro 5.3 sintetiza la situación que
de la Infancia 2005 (Gráfico 5.4). En cuanto a la privación mateenfrentaban los niños, niñas y adolescenrial que enfrentan los niños, las principales carencias son de vites bolivianos el año 2001 en términos de
vienda y saneamiento adecuados. Al igual que en otras regio“privación grave”. Según este ejercicio,
nes del mundo, esta situación de privación se acentúa en las
las formas de privación material afectaáreas rurales y es más frecuente en la población indígena en
ban entonces a 1,3 millones de niños y
comparación con la población no indígena. Por ejemplo, en los
niñas excluidos del acceso al saneamienindicadores de privación grave de saneamiento y agua potato básico y agua potable, mientras que
ble, los niños, niñas y adolescentes indígenas sufren de estas
más de 800 mil niños y niñas vivían en viprivaciones en proporciones alarmantes; el Cuadro 5.1 revela
viendas con techo inapropiado o en conque el 64% no tiene letrina y el 51% no tiene acceso a agua por
diciones de hacinamiento. Esta fotografía
cañería frente al 23% y 21% respectivamente en el grupo de no
simplificada de la dimensión de la excluindígenas.
sión de los niños requiere un análisis histórico y diferenciado que permita entenGRÁFICO 5.4 Niños, niñas y adolescentes en
der cómo evolucionaron las mejoras sosituación de “privación grave” % (2001)
ciales en un contexto demográfico cambiante y diferenciado.
Desde 1976, las mejoras en los indicadores
Analfabetismo
2,6%
sociales han sido sustanciales; paralelamente, los avances en el bienestar de la poInasistencia escolar
13,2%
blación se reflejaron también en el progreVivienda
35,1%
so de indicadores de acceso (matriculación
escolar, cobertura de vacunación, calidad
31,1%
Agua
de la vivienda) y de resultado (mortalidad
Saneamiento
36,7%
infantil, mortalidad en la niñez, esperanza
de vida). Algunos avances hallados por
0%
5%
10%
15%
20%
25% 30%
35%
40%
UNICEF (2005), ENDSA (2003) y los Censos 1976 y 2001 y PNUD (2004) se sintetiFuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 2001.
zan en los siguientes datos:
188
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
en la lectura de los indicadores relativos
– Un aumento del Índice de Desarrollo Hufrente a la de los indicadores absolutos.
mano (IDH) de 0.512 a 0.681 entre 1975 y
2002.
– Un descenso de la mortalidad en menores Condiciones de la vivienda,
de 5 años de 131 a 75 por cada mil nacidos hacinamiento y saneamiento básico
vivos entre 1998 y 2003.
– Una caída de la mortalidad materna de
“En la noche todos duermen juntos en un
690 a 229 por cada 100,000 nacidos vivos
mismo catre, cada uno tiene un aguayo que
entre 1990 y 2003.
la madre les ha tejido, se envuelven y se
– Una caída de la fecundidad de 6 a 3.8 naciechan juntos, el catre lo ha hecho su padre.”
mientos por mujer en edad fértil entre
1979 y 2003.
Testimonio, niña de ocho años,
– Un incremento de la Esperanza de Vida al
Chivimarca.
nacer de 47 a 64 años entre 1970 y 2002.
– Un incremento de la asistencia escolar de El Gráfico 5.5 muestra que, en términos relati69% a 87% entre 1976 y 2001.
vos, las carencias de techo apropiado y sa– Un incremento en el acceso a saneamiento
neamiento básico se redujeron a la mitad en
básico de 22% a 63% entre 1976 y 2001.
25 años. Esta situación de mejora relativa no
estuvo siempre acompañada por la reducLos datos anteriores revelan una innegable
ción del número absoluto de niños, niñas y
mejora de los indicadores sociales en las
adolescentes que enfrentan esta privación.
últimas tres décadas. Sin embargo, la viPor ejemplo, se observa un aumento absolusión agregada a nivel nacional no permite
to de 300.000 niños, niñas y adolescentes
visualizar las desigualdades persistentes,
que viven en condiciones de hacinamiento,
las brechas entre localidades de distinto
mientras que en el caso del acceso a saneagrado de urbanización, la atenuación evimiento adecuado la mejora absoluta se tradente del proceso de mejora ni los casos en
dujo en una reducción de niños que habitalos que la mayor urbanización no garantiban viviendas sin letrina de 400 mil.
zó per se mejores condiciones de vida. En Entre otros factores, el índice de NBI clasifica
este sentido, la intensificación del proceso
la condición de “vivienda adecuada” en
de urbanización ampliamente descrito en
función al material de los techos y a la conel Capítulo 3 y las repercusiones en la locadición de hacinamiento de sus habitantes.8
lización de los niños han tenido, sin duda,
impactos relevantes y diferenciados en la GRÁFICO 5.5 Niños, niñas y adolescentes con carencias de
vivienda y saneamiento adecuado (1976 – 2001)
estructura de oportunidades; la evidencia
empírica nos muestra que los avances logrados en el ámbito social estuvieron rela- 100%
cionados con los procesos de moderniza- 90%
Techo
80%
inapropiado
ción y la consiguiente urbanización que vi- 70%
Saneamiento
60%
vió el país en los últimos años.
inapropiado
50%
Este Capítulo revela diferencias en el logro
Hacinamiento
40%
del bienestar de los niños inherentes al 30%
grado de urbanización, dejando abiertas 20%
algunas preguntas relacionadas con las 10%
0%
brechas que estas diferencias aún no lo1976
1992
2001
gran resolver; también plantea la relevancia del análisis que evidencia diferencias Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
8 El límite establecido en el manual de la construcción del índice de NBI para 1992 y 2001 establece como mínimo aceptable la
existencia de dos dormitorios por cada cinco personas; por lo tanto, las personas que viven en viviendas donde existe un solo
dormitorio para cada cinco personas viven en condiciones de hacinamiento. Adicionalmente, las definiciones funcionales de
privación infantil (UNICEF, 2004) consideran privados de una “vivienda adecuada” a todos los niños y niñas que comparten
dormitorio con cinco personas o más.
189
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
hacinamiento frente al 45% y al 47% en el
El hacinamiento afectaba en 2001 a 1,3
altiplano y los llanos respectivamente.
millones de niños y niñas, de los cuales
más de 400 mil tenían menos de cinco Las áreas urbanas son las que cuentan con
menores proporciones de niños con esta
años. El problema se concentraba especarencia, y los centros urbanos mayores y
cialmente en los centros urbanos mayores,
las localidades rurales más dispersas son
34% de los niños en estas condiciones vilas que concentran las mayores proporciovían en las ciudades de La Paz, Santa Cruz,
nes de niños que sufren esta carencia. Esta
El Alto y Cochabamba y localidades rurales
es una de las formas en la que se manifiesaltas donde se concentraba el 35% de los
ta la “urbanización de la pobreza”. Vivir en
casos de hacinamiento. Las condiciones
condiciones de hacinamiento es más frede hacinamiento de los niños y niñas varícuente entre los niños, niñas y adolescenan entre las zonas urbanas y las rurales.
tes indígenas sin importar el área o región
Desde 1976, las condiciones de hacinade residencia. Para el año 2001, la desagremiento han disminuido en todo el territogación de las condiciones de hacinamienrio nacional aunque las localidades rurales
to entre niños de origen indígena y no indíy urbanas menores son las que mayores
gena revelaba una mayor brecha entre los
mejoras en las condiciones de hacinagrupos de los llanos, donde el 48% de nimiento de los niños han tenido.
ños, niñas y adolescentes indígenas resiAsí como los valles concentran a la mayor pardentes vivían en condiciones de hacinate de la población menor de 18 años, tammiento frente al 34% de los no indígenas.
bién concentran el mayor porcentaje de los
Si bien en los valles y los llanos se observan
casos de hacinamiento (39%). El porcentabrechas menores, las diferencias entre amje de niños que viven en estas condiciones
bos grupos siguen siendo significativas.
ha sido históricamente un poco menor en
promedio en las localidades del altiplano, El segundo factor utilizado para el cálculo del
componente de vivienda del índice de NBI
aunque en el caso de los centros urbanos el
analizado en este Capítulo se refiere a las
porcentaje era menor en las localidades de
condiciones del techo de la vivienda. Según
los valles. En las localidades rurales altas,
la metodología (UDAPE, 2001), la determidonde los niños sufren de hacinamiento en
nación del “índice de carencia de techos”
mayores proporciones, son más bien los niconsidera una escala con un valor mínimo
ños de los valles lo que más sufren esta priestablecido para las viviendas cuyo techo
vación. En 2001, el 52% de los niños en los
fue construido en base a paja, caña o palvalles rurales altos vivía en condiciones de
ma. En función a esta delimitación se analiGRÁFICO 5.6 Niños y niñas y adolescentes en condición de
zó la carencia de “techos apropiados” para
hacinamiento según grado de urbanización del
los niños y niñas desde 1976. La evolución
lugar de residencia (1976 – 2001)
del porcentaje de niños que viven en viviendas con “techo inapropiado” muestra
una mejora sustancial desde 1976, esta si100%
Urbano
tuación está íntimamente relacionada con
90%
Mayor
80%
Urbano
el proceso de urbanización que tiene reperIntermedio
70%
cusiones en los materiales de construcción
Urbano
60%
Menor
comúnmente utilizados en las áreas urba50%
Rural
amanzanado
40%
nas. El porcentaje de niños y niñas con esta
Rural alto
30%
carencia pasó del 43% al 22%; pese a esta
20%
Total
importante reducción, el Censo 2001 re10%
portó más de 800 mil niños y niñas en vi0%
1976
1992
2001
viendas con techo inapropiado. Una vez
más, los valles concentran la mayor proporFuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
ción de niños con esta carencia; en 2001, el
190
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
47% de los niños en viviendas con techo GRÁFICO 5.7 Niños, niñas y adolescentes en viviendas con
inapropiado residía en los valles.
“techo inapropiado” a nivel nacional 1976 – 2001
La falta de acceso a una vivienda con techo
adecuado afectó y sigue afectando más in- 80
72%
tensamente a los niños de las localidades 70
1976
rurales, así lo revela el Gráfico 5.7. Sin em- 60
52%
bargo, la mejora en el acceso fue mayor en 50
2001
43%
estas localidades. La situación de mayor 40
36%
privación en áreas rurales se reproduce en 30
24%
22%
22%
las tres regiones ecológicas, aunque son 20
15%
los niños y niñas de las localidades de los 10
5%5%
2%1%
valles los que muestran mayores desigual- 0
Urbano
Urbano
Urbano
Rural
Rural
Total
Mayor
Intermedio
Menor amanzanado
alto
dades intra regionales y también son los
más afectados independientemente del
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-2001.
grado de urbanización del lugar de residencia. La mejora fue desigual entre localidades con distinto grado de urbanización. GRÁFICO 5.8 Niños, niñas y adolescentes en viviendas con
Entre las localidades rurales, las más dis“techo inapropiado” según región ecológica
persas redujeron la proporción del 70% al
(1976 – 2001)
55% frente a las áreas rurales amanzanadas que pasaron del 40% al 17%. Por lo
80%
70%
tanto, los niños de áreas rurales más dis60%
Altiplano
persas fueron los que menos mejoras ex50%
Valles
perimentaron con relación a esta carencia.
40%
Llanos
La situación relativa en los valles en 2001 era
30%
Total
comparable con la de los llanos en 1992,
20%
asumiendo un cambio lineal en el tiempo
10%
0%
comparable al del altiplano de la década de
1976
1992
2001
los 80. La mejora fue de una magnitud siFuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
milar en las tres regiones manteniendo,
sin embargo, diferencias importantes entre las mismas. En 2001, la carencia de “tetizar la sostenibilidad del medio ambiente.
cho apropiado” afectaba al 17% de los niLa meta fijada para 2015, a partir de 1990,
ños frente al 35% en 1976.
consiste en reducir a la mitad el porcentaje
La situación de los niños de los valles es, sin lude personas que carecen de este servicio.
gar a dudas, la más desaventajada, pues se
Esta carencia es otro ejemplo claro de cómantuvieron desde 1976 en peores condimo las libertades se refuerzan entre sí: la
ciones en comparación al promedio naciofalta de saneamiento adecuado contamina
nal. Las diferencias entre zonas urbanas y
el agua haciendo más vulnerables a los nirurales son especialmente importantes. Fiños a contraer enfermedades y los expone
nalmente, los llanos muestran las diferena mayores riesgos de mortalidad, lo que en
cias menos marcadas entre localidades de
definitiva implica afectar otras metas del
distinto grado de urbanización, aunque en
milenio. Si bien el indicador analizado no
las localidades urbanas intermedias aún se
refleja la tenencia de un “servicio adecuaobserva un elevado porcentaje (18%) de nido” sí refleja una condición de mayor preños en viviendas con techo inapropiado.
cariedad que se basa en la variable binaria
El acceso a saneamiento básico forma parte
de tenencia de servicio sanitario.9 Las condiciones de acceso a saneamiento básico
del Objetivo del Milenio orientado a garan9 La metodología para el cálculo del índice de NBI asigna el valor de cero a los hogares que no tienen letrina, por lo que se puede
asumir como una situación de privación extrema.
191
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
ción de este servicio fueron heterogéneas
de los niños mejoraron significativamente
en las áreas urbanas y rurales; en las localien Bolivia entre 1976 y 2001, el porcentaje
dades urbanas se observa una tendencia a
de niños que enfrenta esta carencia se rela reducción de las diferencias; las localidadujo a la mitad en 25 años, pasó del 78% al
des rurales muestran diferencias significa37% a nivel nacional. La carencia de sanetivas pues fueron las rurales altas (las con
amiento afecta, en términos absolutos, al
mayor carencia) las que menos mejoras lomismo número de niños que sufren de hagraron desde 1976.
cinamiento en sus viviendas. En 2001, 1,3
millones de niños vivían en hogares sin Es evidente que la reducción fue mayor en el
segundo período intercensal. Pese a que
servicio sanitario, de los cuales alrededor
se trata de un período cinco años más corde 423 mil tenían menos de cinco años.
to, se observa una mayor distancia entre
Los niños menores de cinco años son los
las curvas para 1992 y 2001. En 25 años se
que enfrentan en mayor medida esta calogró reducir esta carencia a la mitad solarencia. Las transformaciones en la privamente en las localidades urbanas con una
mejora superior al 60%, mientras que las
GRÁFICO 5.9 Niños y niñas en hogares sin servicio sanitario
localidades rurales mejoraron en menos
según grado de urbanización (1976 – 2001)
de la mitad. En cuanto a las regiones ecológicas, sólo los llanos tuvieron una mejo96%
100
ra de más del 50%, entre 1976 y 2001 la
90
85%
1976
82%
78%
80
reducción fue de tres cuartos; en los valles
67%
70
65%
1992
63%
y el altiplano la reducción del porcentaje
58%
59%
60
49%
49%
de niños con esta carencia fue del orden
50
45%
2001
41%
38%
40
37%
del 45%.
30
24%
Por
lo tanto, pese a la mejora generalizada,
20%
17%
20
las
diferencias entre pisos ecológicos y áre10
as geográficas aún son persistentes. La
0
Urbano
Urbano
Urbano
Rural
Rural
Total
mayor
intermedio
menor
amanzanado
alto
brecha entre regiones se acentúa especialmente en las áreas rurales, aunque en las
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
áreas urbanas no deja de ser significativa.
En términos absolutos, en las áreas urbaGRÁFICO 5.10 Niños, niñas y adolescentes en hogares sin
nas la mejora fue mayor en el altiplano; en
acceso a saneamiento básico % (1976 – 2001)
las áreas rurales, la mejora más importante se dio en los llanos. Llama la atención y
preocupa especialmente la situación de los
63%
Total
95%
valles rurales donde no sólo la mejora ha
36%
sido menor sino que el ritmo fue también
Llanos
82%
más lento.
69%
Valles
97%
Las diferencias señaladas entre pisos ecoló72%
Altiplano
gicos y áreas geográficas y las transformaRural
98%
ciones de los últimos años han implicado
19%
Total
54%
mejoras que preservan diferencias impor2001
7%
tantes en las posibilidades de acceso a saLlanos
28%
neamiento básico entre niños indígenas y
1976
19%
Valles
56%
no indígenas; estas diferencias son clara32%
Altiplano
mente ilustradas en el Recuadro 5.4. El
Urbano
66%
análisis revela diferencias importantes en0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
tre niños indígenas y no indígenas, pero
también ilustra las dificultades para acceFuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
der a estos servicios cuando los niños se
192
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
encuentran fuera del contexto geográfico
de origen. Estos resultados constituyen
uno de los múltiples ejemplos que analizamos a los largo del Informe que plantean
desafíos importantes con relación a un
desarrollo excluyente y desigual.
Finalmente, es importante señalar que las
brechas entre lo urbano y lo rural se hacen
cada vez menores, lo que quiere decir que
la urbanización mejora en muchos casos
las condiciones de vida. Sin embargo, existe una especie de “techo” o de “barrera”
incluso en los centros urbanos difícil de
atravesar. Esta situación está relacionada
con lo que se ha denominado el fenómeno
de “urbanización de la pobreza”.
Un acceso desigual y excluyente a
las oportunidades para el desarrollo
de los niños
La inscripción al registro civil:
una puerta de acceso excluyente
a la “igualdad”
Un indicador de protección infantil utilizado
a nivel mundial es el porcentaje de niños y
niñas menores de cinco años cuyo naci-
RECUADRO 5.4
Los desafíos de un desarrollo
desigual y excluyente
La desagregación de las condiciones de tenencia de letrina y de agua distribuida por cañería en los hogares que habitan los niños, niñas y adolescentes según condición indígena
muestra claras brechas. En ambos indicadores la brecha es enorme, aunque especialmente amplia en la tenencia de letrina. Resalta la situación desaventajada de los valles donde el
67% de los niños indígenas vive en hogares sin
letrina; sin embargo, en el altiplano los no indígenas sufren más esta carencia. Pese a la alta
correlación entre el acceso a este servicio y la
urbanización, las privaciones de los indígenas
en los centros urbanos duplican las de los no
indígenas. En las áreas rurales las diferencias
son también importantes aunque es evidente
el impacto de los problemas de oferta.
Las políticas orientadas a reducir estas brechas debieran considerar la posibilidad de la
acción de múltiples factores que inciden en
las desigualdades mencionadas, haciendo
énfasis en la necesidad de comprender los
motivos que están detrás de las diferencias
que la urbanización no puede explicar. Entre
ellos se puede mencionar la alta correlación
entre pobreza y condición indígena y factores
culturales que implican prácticas y costumbres claramente heterogéneas.
CUADRO 5.1 Niños, niñas y adolecentes en hogares sin letrina (2001)
Area y Región
no tiene letrina
Indígena No indígena
Urbano mayor
35%
15%
Urbano intermedio 38%
16%
Urbano menor
44%
20%
Rural Amanzanado 66%
38%
Rural Alto
74%
49%
Altiplano
65%
32%
Valles
67%
28%
Llanos
35%
12%
Total
64%
23%
Agua no distribuida
por cañería
Indígena
No indígena
21%
9%
21%
16%
20%
15%
27%
20%
64%
60%
50%
13%
52%
24%
48%
24%
51%
21%
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 2001.
193
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
en localidades de los valles y los llanos,
miento fue inscrito en el registro civil. La
donde se observa que a mayor grado de urimportancia de este documento radica en
banización de la localidad de residencia
las oportunidades que facilita para accemayor el porcentaje de niños inscritos; esder a otros derechos, entre ellos la consta relación no se cumple en localidades del
trucción de capacidades durante la niñez
altiplano donde el porcentaje de inscritos
y adolescencia y las oportunidades de traes muy similar en localidades de diferente
bajo durante la adultez. Este documento
grado de urbanización.
legal es un requisito indispensable para la
inscripción en los establecimientos educa- El análisis de este indicador por sexo muestra que no existen diferencias entre niños y
tivos, para la atención en postas de salud,
niñas en ninguna región, pues el porcentapara garantizar en cierta medida la protecje de niños con respecto a niñas inscritas
ción en casos altamente vulnerables y paes en la mayoría de los casos igual a 100 y
ra asumir las responsabilidades del voto,
en otros no menor a 98. Esta relación en el
entre otros. Por lo tanto, su importancia es
caso de los niños menores de cinco años
relevante a lo largo del ciclo vital del ser
oscila entre 99 y 102. Por lo tanto, no es pohumano, pues garantiza el cumplimiento
sible concluir que existan diferencias de
de los derechos y deberes ciudadanos. Por
género en la inscripción del nacimiento en
ello es importante analizar el acceso a esel registro civil.
te documento a lo largo del ciclo de vida
de los niños y no únicamente antes de los El 2001, 225 mil niños menores de cinco
años censados no estaban inscritos en el
cinco años.
registro civil, esta cifra representaba el
La falta de continuidad de esta información a
22% de este grupo poblacional. Incluso en
lo largo de las tres últimas décadas en los
los centros urbanos mayores, la proporcensos poblacionales no permite una revición era muy alta. En las grandes ciudades,
sión histórica de su desempeño; sin emun quinto de los menores de cinco años no
bargo, revela información acerca de la hehabía sido inscrito al registro civil; la breterogeneidad de la situación actual. En
cha entre regiones se acentúa más en las
2001, 397 mil niños, niñas y adolescentes
localidades rurales, donde este indicador
(más del 10%) no estaban inscritos en el
sobrepasa el 20%. Datos a nivel mundial
registro civil; de éstos, el 57% tenía menos
(UNICEF, 2004) del porcentaje de niños
de cinco años, el 33% entre cinco y 13
menores de cinco años inscritos en el reaños y el 10% restante entre 14 y 17 años.
gistro civil en el período 1999-2003 muesEs evidente la relación entre el grado de urtra que existe una importante brecha urbabanización y la inscripción al registro civil
no-rural especialmente en países de meGRÁFICO 5.11 Niños y niñas inscritos en el registro civil según
nor desarrollo humano, los cuales incluso
región y grado de urbanización (%) 2001
logran mayores porcentajes de inscripción
que Bolivia.
100
Altiplano
Niñas por cada 100 niños
90
80
Valle
70
60
50
El desarrollo en los primero
años de vida: sobrevivir antes
de los cinco años
Llanos
40
30
20
Total
10
“Cuando un niño muere se siente grave. Se
siente mal si se muere algún niño. Cuando un
niño muere, lloran.”
0
Urbano
Mayor
Urbano
Intermedio
Urbano
Menor
Rural
amanzanado
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 2001.
194
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Rural
alto
Niño entre ocho y nueve años,
Chivimarca.
“…Triste porque hay veces que se enferma y
rápido no curamos. Los niños son más delicados, no aguantan como los mayores y de
ahí, en ese caso, mueren y los hombres al
menos no hacen caso, las mujeres más que
todo tienen que estar curando, tenemos que
estar cuidando de la suciedad, también que
no coma sucio, que no se enferme.”
“Igual es la muerte de un niño, niña o adulto.
Igual es. De los mayores se siente más porque lo conocemos y trabaja.”
mil. En las áreas urbanas, pese a la reducción de la tasa de mortalidad, la población
menor de cinco años se expandió en una
cifra absoluta que superaba los 400 mil niños y niñas en el período mencionado. Según el INE (2003), la metodología de muestreo para la ENDSA (2003) permite distinguir la probabilidad de muerte en la niñez
entre áreas de diferente grado de urbanización, revelando que entre las áreas urbanas son las denominadas “peri-urbanas”12
las que registran mayores tasas de mortalidad infantil y en la niñez en comparación
con el “resto urbano”.
(por cada mil nacidos vivos)
Esta sección describe los cambios en la supervivencia infantil y de niños menores de cinco años sobre la base del análisis de la evolución de las tasas de mortalidad infantil y GRÁFICO 5.12 Mortalidad infantil y en la niñez (1998 – 2003)
en la niñez10 de las Encuestas Nacionales de
Demografía y Salud (ENDSA).11 El análisis 140
131
130
En la niñez
retrospectivo de este indicador para Bolivia 120
110
110
presenta dificultades debido a las diferen- 100
Infantil
94
cias en la metodología y períodos conside- 90
75
80
82
rados por las distintas fuentes de informa- 70
60
54
50
ción (INE, 2003b). El Gráfico 5.12 muestra
40
que la reducción de la tasas de mortalidad 30
20
Meta
infantil y en la niñez ha sido significativa.
10
0
En 1990, se estableció la meta del milenio de
1988-1993
1993-1998
1998-2003
reducir la mortalidad de menores de cinco
Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENDSA 2003.
años en dos tercios hasta 2015. Considerando la tasa de mortalidad reportada para
el quinquenio 1988-1993, la meta implica- GRÁFICO 5.13 Tasa de mortalidad de menores de cinco años
según área de residencia (1989 – 2003)
ba reducir la mortalidad en menores de
cinco años a 43 por cada mil nacidos vivos;
de mantenerse las tendencias de los últi180
Urbano
mos años, los pronósticos más recientes
160
140
Rural
realizados por UDAPE (2005) revelan que
120
es poco probable que dicho objetivo sea alTotal
ENDSA 2003
100
canzado.
Total
80
ENDSA 1998
En Bolivia, la reducción de la probabilidad de
60
muerte en la niñez se dio en un contexto
40
de alta urbanización, así lo revelan los capí20
tulos precedentes. Esta situación de des0
1984-1989*
1989-1994*
1994-1998*
1998-2003**
censo de la mortalidad en la niñez estuvo
acompañada por una cantidad absoluta de
Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENDSA 1998-2003.
Nota: Para la evolución de la mortalidad a nivel nacional se muestran resultados sobre
niños y niñas menores de cinco años que
la base de las estimaciones de las ENDSA 1998 y 2003.
se mantuvo prácticamente constante a lo
* Las estimaciones de áreas urbanas y rurales corresponden a la ENDSA 1998.
** Todas las estimaciones de áreas urbanas y rurales corresponden a la ENDSA 2003.
largo de 25 años, pasando de 454 mil a 461
10 La mortalidad infantil se expresa en el número de muertes por cada mil nacidos vivos menores de un año. La mortalidad en la
niñez se refiere, más bien, al número de muertes ocurridas antes de cumplir los cinco años por cada mil nacidos vivos.
11 Las rondas disponibles de las ENDSA corresponden a 1989, 1994, 1998 y 2003.
12 La ENDSA (2003) define como áreas peri-urbanas a los centros urbanos que se encuentran en la periferia de las cuatro ciudades
más grandes: La Paz, Santa Cruz, El Alto y Cochabamba.
195
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Pese a las brechas urbano-rurales en el des- Es importante recordar que los niveles alcanempeño de este indicador, la mayor urbazados en este indicador se encuentran
nización no ha garantizado per se una memuy por debajo del promedio de la región;
nor tasa de mortalidad. Ledo (2005) ilustra
adicionalmente, la tasa de mortalidad vaclaramente esta situación en un análisis rería mucho entre regiones. En algunos caalizado para distritos de la ciudad de Santa
sos, la brecha es tan grande que revela un
Cruz, el análisis revela que mientras en el
atraso promedio en áreas rurales de más
Plan 3000 la probabilidad de muerte de los
de 15 años con relación a las áreas urbaniños menores de dos años fue creciente
nas, pese a que el último quinquenio hubo
en otros distritos se observa una clara tenuna reducción importante de esta brecha.
dencia a su reducción.
Según el INE (2003), la brecha urbano-ruRECUADRO 5.5
Principales causas de la
mortalidad infantil y en la
niñez en Bolivia
Varios estudios realizados a nivel nacional
identifican como principales causas de la mortalidad infantil a las Infecciones Respiratorias
Agudas (IDAS), la deshidratación por enfermedades diarreicas, denominadas Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS), las causas inmuno-prevenibles y finalmente la malnutrición
(INE, 2003; DUF, 2005). Según un estudio reciente que analiza los sistemas y prácticas de
salud en la ciudad de Potosí (Ramírez, 2005),
las causas de defunciones de menores de cinco años registradas en hospitales a nivel nacional se deben principalmente a diarreas y
neumonías. Según el estudio mencionado el
15% de las defunciones en hospitales a nivel
nacional se deben a la diarrea; Oruro es el departamento donde se alcanza la tasa más elevada (42%) y Chuquisaca la más baja. Por su
parte, las muertes por neumonía alcanzan el
10% de los casos siendo el departamento de
Oruro el que registra el porcentaje más elevado (35%) y Pando el más bajo (4%). Entre las
causas ”no especificadas”, la mortalidad de
los niños y niñas menores de cinco años alcanzan la tasa más elevada en Chuquisaca
con el 75% siendo la más baja en Oruro donde
se registra una tasa del 23%.
En cuanto a las EDAS, su control está muy
relacionado con los servicios de agua potable y alcantarillado, un análisis diferenciado
para el caso de Bolivia (Ledo, 2005) revela diferencias importantes al respecto. Pese a
196
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
una evidente relación entre la probabilidad
de muerte infantil y en la niñez y el grado de
urbanización, el Cuadro 5.2 revela la situación de vulnerabilidad de las ciudades intermedias. En general, la falta de acceso al
agua potable proveniente de fuentes adecuadas se convierte en un factor asociado a
los altos niveles de mortalidad. Una alta proporción de patrones mórbidos ligados a las
defunciones infantiles tienen origen hídrico,
siendo frecuentes las enfermedades gástricas, diarreas y otras afecciones de tipo infecto-contagiosas. Sin duda, el impacto derivado de estas patologías se torna más poderoso bajo condiciones de desnutrición y
malnutrición. Naturalmente, es más severo el
riesgo de enfermedad cuando el ambiente
no está provisto de medios para la adecuada
eliminación de aguas servidas y excretas. En
la mayoría de las ciudades bolivianas, la dotación del servicio de agua es deficiente en
las zonas periféricas, de hecho existen diferencias significativas en la mortalidad según
la disponibilidad de agua potable. En los
centros urbanos de distinto tamaño existen
diferencias importantes entre las diferentes
formas a través de las cuales se recibe el
agua potable. Por ejemplo, para 2001, la probabilidad de muerte infantil variaba entre 94
y 70 por cada mil nacidos vivos, siendo la
mejor forma de distribución la cañería dentro
de la vivienda y la relacionada a condiciones
de mayor precariedad en la sobrevivencia infantil la recepción del agua de pozo o la proveniente de la superficie (río o lago).
CUADRO 5.2 Probabilidad de muerte infantil y en la niñez según contexto espacial
y forma de acceso a agua potable 2001
Acceso a Agua Potable
Total
Cañería de red
en la vivienda
Cañería de red
en la localidad
Pileta pública
Carro repartidor
Pozo con y sin bomba
Río/lago/otra
Urbano
Mayor
71
Probabilidad de muerte infantil
Urbano
Urbano
Rural
Intermedio
Menor
Disperso
80
86
102
Probabilidad de muerte en la niñez
Urbano
Urbano
Urbano
Rural
Mayor
Intermedio Menor
Disperso
115
120
129
169
70
66
55
95
95
97
62
152
85
89
94
90
94
83
90
81
96
94
76
87
106
83
97
99
117
98
93
108
126
142
143
133
140
125
145
117
151
150
110
131
165
132
144
159
199
149
153
184
Fuente: INE, Tabulados especiales Censo Nacional de Población y Vivienda, resultados finales, 1992, 2001, La Paz
Las IRAS y las causas inmuno-prevenibles
tienen una relación directa con el sistema
mismo de salud, por lo que es muy importan-
te el uso del indicador de cobertura de la vacuna pentavalente para el control y seguimiento de la evolución del cuarto ODM.
ral es mayor para la mortalidad en la niñez
te notable en los centros urbanos intermeen comparación a la correspondiente a la
dios (con un crecimiento importante en esmortalidad infantil, pues la mortalidad
ta región ecológica); de la misma manera,
después del primer año estaría más relareforzando la alta proporción de niños que
cionada a factores socio-económicos y amresiden en áreas rurales, el 20% del crecibientales que afectan con mayor intensimiento en 25 años se dio en estas áreas. Fidad a niños y niñas de las localidades ruranalmente, en los llanos, el incremento del
les, así lo confirman los indicadores de sanúmero de niños fue positivo en todos los
neamiento básico y agua potable.
centros, independientemente del grado de
Como parte de este proceso, la distribución y
urbanización, aunque la expansión en áreas
expansión de la población menor de cinco
urbanas fue mucho mayor. Esta distribuaños fue distinta entre regiones y dentro de
ción desigual de niños y niñas menores de
cada una de ellas, estableciendo patrones
cinco años generó presiones de distinta indiferenciados de expansión demográfica de
tensidad en la demanda de servicios básilos menores de cinco años según región. En
cos relacionados al cuidado de los niños.
el altiplano, por ejemplo, el 100% del incre- Pese a que la evolución de la supervivencia de
mento del número de niños menores de
los niños es y ha sido heterogénea según el
cinco años, entre 1976 y 2001, se dio en
piso ecológico, se observa un descenso imáreas urbanas, especialmente en los cenportante de la mortalidad desde 1989. En
tros urbanos mayores. En localidades ruralos llanos, la supervivencia de los niños ha
les, las tasas de crecimiento fueron negatisido históricamente mayor en comparación
vas. En los valles, el crecimiento fue positivo
con la registrada en los valles y el altiplano,
en centros urbanos mayores, intermedios y
pese a la significativa expansión de la pobla13
rurales altos. La expansión fue especialmención en estas localidades que generó ma13 La población menor de cinco años se duplicó entre 1976 y 2001.
197
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
(por cada mil nacidos vivos)
que en el altiplano existe una proporción siyores desequilibrios entre la oferta y la demilar de niñas y niños en áreas urbanas que
manda de servicios básicos. Precisamente,
en los llanos, las condiciones de acceso al
en estas localidades prevalecen las condisaneamiento mejorado son claramente
ciones más favorables desde el punto de vismás precarias.14
ta socio-económico y ambiental (es el caso
del mayor acceso a saneamiento mejorado La información también muestra diferenen comparación con otras regiones). La macias entre departamentos. Oruro y Potosí
yor supervivencia de niños en las localidason los casos más extremos de mortalides de esta región también puede estar reladad infantil y en la niñez, con tasas que
cionada con el hecho de que el 90% del insuperan 100 por cada mil nacidos vivos
cremento de la población menor de cinco
menores de cinco años y 80 en el caso de
años se dio en áreas urbanas, donde las polos menores de un año; estos departasibilidades de acceso a los servicios de salud
mentos están conformados principaly saneamiento básico son mayores. Pese a
mente por localidades altiplánicas. Beni y
Pando, pertenecientes más bien a los llaGRÁFICO 5.14 Mortalidad de menores de cinco años
nos, tenían tasas de mortalidad de 52 por
según piso ecológico (1989 – 2003)
cada mil nacidos vivos en la niñez y de 33
en los menores de un año; representan el
otro extremo nacional en términos de
180
mejores condiciones.
160
Altiplano
Finalmente, ser niño o niña indígena incide
140
Llano
120
significativamente en la probabilidad de
Total
100
ENDSA 1998
muerte infantil y en la niñez. Datos del
80
Valle
INE (2003) muestran que en la mortali60
Total
dad infantil antes de cumplir un año resalENDSA 2003
40
tan tres aspectos: el primero está relacio20
nado con la mejora del indicador, espe0
1989-1994*
1994-1998*
1998-2003**
cialmente acentuada en el primer período intercensal que coincide también con
Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENDSA 1998-2003.
Nota: Para la evolución de la mortalidad a nivel nacional se muestran resultados
la etapa más intensa de urbanización dusobre la base de las estimaciones de las ENDSA 1998-2003.
rante los 25 años analizados (ver Capítulo
* Corresponde a estimaciones según ENDSA del último año del quinquenio.
3). El segundo se refiere a la brecha indígena-no indígena que se mantiene elevaGRÁFICO 5.15 Mortalidad infantil por área según
da incluso dentro de una misma área, escondición indígena (1976-2001)
te resultado refuerza la idea de las dificultades que enfrenta la población migrante
en las ciudades. El tercero tiene que ver
200
Urbano
187
180
170
171
con la atenuación de la reducción de la
160
151
brecha indígena-no indígena; una vez
144
Rural
140
131
123
más estamos frente a mejoras en el tiem120
112
100
94
94
100
po con una fuerte tendencia a la atenuaTotal
92
87
86
76
75
75
80
69
66
ción de la reducción de las diferencias, es65
63
58
55
56
52
60
47
46
ta situación pone en duda las posibilida40
des de que en un corto o mediano plazo
20
0
indígenas y no indígenas converjan a una
1976
1992
2001
1976
1992
2001
1976
1992
2001
Indigena
No indigena
Total
misma tasa sin que se cambie la manera
de hacer políticas.
Fuente: INE (2003).
14 Una característica que puede influir en la mayor probabilidad de muerte en el altiplano es la educación de las mujeres. En el
altiplano, 41,5% de las mujeres de más de 25 años permanece sin escolaridad o logra como máximo la primaria, frente a 33,9%
en los llanos
198
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 5.6
El desarrollo infantil integral:
desarrollo físico, intelectual y
social
El alto grado de pobreza, el analfabetismo
y la falta de empleo dan lugar a que una mayoría de los niños y niñas de Bolivia enfrente
desde su nacimiento una multitud de circunstancias adversas que dificultan su desarrollo físico, intelectual y social, con un impacto negativo en su rendimiento escolar a
partir de los seis años. El 26% de la población menor de cinco años sufre de desnutrición y esta proporción no ha cambiado en los
últimos ocho años
En la actualidad, menos del 5% de los niños y niñas menores de seis años que viven
en condiciones de pobreza recibe los beneficios de programas de desarrollo infantil integral. Los más afectados son los del grupo de
cero a tres años, etapa en la que el desarrollo
del cerebro tiene su mayor potencialidad. Del
grupo de cuatro a seis años, el 42% está
atendido por los servicios de educación inicial del Ministerio de Educación. Esta cobertura de educación inicial es aún baja, se concentra principalmente en zonas urbanas y
peri-urbanas y muy poco en el área rural.
Cada niño pobre que ingresa a la escuela
sin recibir atención infantil ni educación inicial tiene un riesgo cinco veces mayor de repetir el primer grado y no terminar su educación primaria que los que reciben esta educación. Las familias de estos niños y niñas
carecen de la preparación y de los recursos
mínimos que se necesitan para brindar una
atención y educación adecuada a sus hijas e
hijos antes de su ingreso a la escuela.
Programa de Atención a Niños y
Niñas Menores de Seis Años (PAN)
Desde 1993, el Estado boliviano ha implementado diversos programas de desarrollo
infantil (CIDI, PIDI, PAN), sin que se concreten en una política pública. Hasta la fecha se
ha invertido alrededor de $us 80 millones,
provenientes de crédito externo y aporte
propio, tanto a nivel nacional como departa-
mental, con un impacto en menos del 6%
anual de la población de menores de seis
años.
Actualmente se encuentran establecidos
y en funcionamiento alrededor de 900 centros infantiles del PAN en municipios urbanos y rurales, los cuales cuentan con modelos de atención educativa, nutricional y de
salud. Muchas prefecturas y gobiernos municipales han asumido la mayor parte de los
costos de infraestructura, materiales e incluso, a través de algunos SEDUCAS, el financiamiento de educadoras. El nivel central cuenta con ayuda alimentaría del PMA y
del gobierno de Italia para transferir alimentos a los centros con un eficiente sistema de
distribución.
Sin embargo, estas acciones fueron coordinadas por una unidad ejecutora de un programa (PAN) financiado con recursos externos que han llegado a su fin. Pese a múltiples
intentos, esto no se ha traducido en una política nacional, por lo que la continuidad de
los servicios se encuentra en riesgo y no se
vislumbran posibilidades de ampliar la cobertura ni establecer otras modalidades de
atención. Si bien se han establecido algunas
competencias en el marco normativo vigente (Ley de Participación Popular, Ley Orgánica de Municipios, descentralización e IDH
para las prefecturas), lamentablemente fueron diseñadas únicamente hasta que se defina una política nacional.
Situación actual de la atención
El paraguas institucional actualmente establecido coloca al desarrollo infantil dentro
de un programa (PAN) a cargo del Ministerio
de Justicia. Sin embargo, al ser éste un ministerio de carácter normativo no tiene el alcance ni las competencias para desarrollar
un servicio que requiere de un amplio concurso de otros sectores, principalmente los
de salud y educación.
A pesar de la existencia de instituciones
que se responsabilizan de la educación inicial y la atención al desarrollo infantil, en las
199
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
agendas gubernamentales no se da prioridad al impulso de políticas de mediano y largo plazo y estrategias de acción sostenidas y
de gran alcance en favor de los menores de
seis años, especialmente las que se focalizan en los menores de tres años.
Una de las razones de esta situación es
que la comprensión de la importancia y prioridad del desarrollo infantil aún está restringida a grupos de profesionales y sectores sociales muy limitados. Una gran mayoría de la
población posee poca información y muchas
dudas y confusiones al respecto. Incluso hay
quienes ven el desarrollo y aprendizaje infantil en los primeros años como un proceso natural que no requiere de intervenciones o
programas específicos.
Otro factor influyente es que los servicios
relacionados con el desarrollo infantil son territorio de muchos y de nadie, varios sectores se disputan el liderazgo y la jurisdicción,
pero ninguno es enteramente responsable
en este terreno, lo cual disminuye la posibilidad de apoyo político y financiero. He aquí
una posible consecuencia de la poca definición sectorial o institucional de las acciones
y los programas dirigidos a la infancia tem-
La construcción de capital humano
y las diferencias que importan
Dos de los Objetivos del Milenio relacionados con los niños, niñas y adolescentes tienen que ver con los avances en la educación. En primer lugar, el logro de la educación primaria universal supone velar por
que todos los niños y niñas terminen un ciclo completo de enseñanza primaria; en
segundo lugar, el objetivo de la igualdad de
género en educación propone eliminar las
desigualdades en todos los niveles de enseñanza hasta 2015. El avance en la educación, además de ser uno de los Objetivos
del Milenio, se constituye en una “oportunidad social”. Al respecto, Sen (1999) afirma que las libertades instrumentales contribuyen a la capacidad de las personas pa200
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
prana, indefinición que no sólo afecta las
prioridades del gobierno, sino que con frecuencia dificulta el diálogo y la negociación
con la cooperación internacional ante la multiplicidad de “contrapartes” y actores involucrados, cada uno de ellos con sus propios intereses y prioridades sectoriales.
Por ello, se requiere establecer un mecanismo que reemplace las actividades financiadas con recursos externos por un esquema en el que las prefecturas y los gobiernos
municipales asuman mayor responsabilidad
con relación a la inversión en el capital humano de los menores de seis años. A la vez, es
necesario que el gobierno boliviano asuma la
responsabilidad, en los márgenes de los recursos existentes, de promover acciones a
través de la canalización de recursos, alimentos y asistencia técnica dentro de una
política nacional de desarrollo infantil. Finalmente, en la política actual del gobierno, la
prioridad de combatir la desnutrición requiere apoyarse en mecanismos existentes que
le permitan llegar a la población objetivo: niños y niñas menores de cinco años.
Fuente: UNICEF (2006).
ra vivir libremente y, adicionalmente, sirven para complementarse entre sí; en este
sentido, una mayor educación no sólo
afecta la vida privada sino también facilita
una participación más efectiva en actividades políticas y económicas.
El impacto de la acumulación de capital humano en el desarrollo ha sido ampliamente analizado en términos de las desigualdades de ingreso entre e intragrupos, las que
se intenta explicar por las diferencias en la
acumulación de este factor (Becker, 1993).
Otros autores han identificado como determinantes de las diferencias salariales
entre trabajadores o de ingresos entre países las diferencias del capital humano de
los trabajadores mediante el análisis del
efecto del “trabajo calificado” y del “trabajo no calificado” en la producción (Krusell
et al., 1997). Pero, más allá de las externalidades y beneficios resultantes de la mayor acumulación de capital humano para
la sociedad en su conjunto, existe una relación más directa producida por la transferencia intergeneracional de padres e hijos,
cuyas particularidades son rescatadas por
Borjas (1995). Al respecto, varios testimonios extraídos de la investigación cualitativa revelan la importancia que tiene para
las madres la educación de los hijos. Estos
testimonios retratan el deseo colectivo y
generalizado de lograr que los niños y niñas vayan a la escuela; para muchas madres, la oportunidad de cambio, la posibilidad de que el hijo no repita su historia de
privaciones y limitaciones radica en el estudio y en el aprovechamiento de las capacidades alcanzadas a través del mismo
(Recuadro 5.7).
Pese a que Bolivia ha logrado una cobertura
neta en primaria del 97% (UDAPE, 2005),
aún la tasa de término de octavo excluye al
25% de niños y niñas. La información disponible en los censos desde 1976 permite
analizar indicadores de acceso (tasa de
asistencia) y logro educativo (años promedio de escolaridad, rezago): los resultados
muestran avances significativos en 25
años. En primer lugar, la tasa neta de asistencia escolar15 muestra una mejora de casi el 20% a nivel nacional, este indicador
mejoró del 69% en 1976 al 87% en 2001.
En segundo lugar, el rezago escolar16 se redujo en más del 50% en el período mencionado, pasando del 43% al 19%. En tercer lugar, hubo una ganancia en la acumulación de capital humano durante la niñez
equivalente a 3,4 años de estudio.17 Pese a
estas mejoras, los resultados revelan diferencias significativas entre grupos de
edad, sexo, lugar de residencia y condición
indígena, las que serán analizadas más
adelante.
RECUADRO 5.7
“Nada de herencia puedo darte, la
herencia van a ser tus estudios”
“Yo no deseo lo que he pasado para mí, por eso yo soy
amiga de mi hija y le hablo así, abiertamente, no quiero
que pase lo que yo he pasado. Por eso tengo amigas
jovencitas, también bachilleres, y les digo siempre que
luchen, que trabajen, que estudien, que sean profesionales
y que si van a enamorar que lo conozcan bien unos cinco
años, que lo estudien.”
Grupos focales de madres entre 18 y 25 años.
“Verlos profesionales, que tengan su trabajo, que vivan bien.
Que sean profesionales, después que se casen. Yo quisiera
que estudien, aunque profesora, pero que se gane. Porque
ahora yo he escuchado en la radio: trabajo para chofer, tiene
que ser bachiller, para vender gasolina, bachiller.”
“Que tenga suerte en primer lugar, que tenga un oficio, ser
licenciada, doctora, hasta que egrese y defienda su tesis.
Por lo menos, lo que nunca he tenido, una máquina de
escribir le voy a dar a ella.”
“El estudio es lo más importante, antes no le daban
importancia al estudio. Que no se casen hasta que salgan
profesionales, que disfruten de la vida, que disfruten su
edad.”
Grupos focales de madres entre 25 y 45 años.
“Casarse no está bien cuando pueden madurar; no como
nosotras, sonsas. Que estén más maduros, mayorcitos,
que se den cuenta y así ya pueden vivir felices. Que salgan
profesionales, que tengan herencia. Mi hija está
estudiando y yo siempre le he dicho, nada de herencia
puedo darte, la herencia van a ser tus estudios. Que sean
profesionales, que no sean como nosotros que en esta
vida, quizá, algunos hemos pasado dificultades y por falta
de recursos económicos no hemos podido ser
profesionales.”
“Los padres hacemos todo lo posible para sacarlos
adelante, para que sean algo y se defiendan en esta vida.”
“Que estudien nuestros hijos, que sean mejores que
nosotros, que superen.”
Grupos focales de madres entre 45 y 65 años, Oruro.
15 La tasa neta de asistencia escolar se refiere al porcentaje de niños y niñas entre seis y 17 años que asistían a un centro
educativo en el momento del censo.
16 El rezago escolar se refiere al porcentaje de niños y niñas entre seis y 17 años que asisten a un centro educativo en un grado
inferior al correspondiente para su edad.
17 Esto no quiere decir que se haya alcanzado la meta del milenio de lograr que todos los niños culminen ocho grados de la
primaria, pues el indicador es un promedio de los años de escolaridad alcanzados por aquellos que dejaron de ser niños
(población de 18 años cumplidos al momento del censo).
201
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
CUADRO 5.3 Indicadores de educación (1976-2001)
Indicador
Asistencia escolar*
Asistencia escolar*
Años de escolaridad**
1976
69%
43%
5,4
1992
79%
25%
7,5
de la población en edad escolar frente a
otras donde ésta se redujo. Estos cambios
implican una vulnerabilidad local específica por la oferta y la demanda de servicios
educativos, entre otros.
2001
87%
19%
8,8
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
Nota: *La asistencia escolar corresponde al porcentaje de niños y
niñas entre seis y 17 años que asistían a un centro educativo en le
momento del censo. **Corresponde a la acumulación de años de
escolaridad de jóvenes de 18 años cumplidos (cuántos años de
escolaridad acumularon durante la niñez).
La cambiante distribución de la población ha
causado presiones de demanda educativa
distintas según región y área geográfica
(ver Recuadro 5.8). Por ejemplo, ciertas localidades tuvieron una intensa expansión
Urbanización: ¿mayores posibilidades
de acceso a educación?
En esta sección mostramos el acceso y logro
educativo de niños, niñas y adolescentes
desde 1976 en el contexto heterogéneo de
la distribución de la población en edad escolar. En general, el acceso a educación ha
estado positivamente relacionado con el
grado de urbanización, así lo muestra la
evolución de los indicadores de asistencia
RECUADRO 5.8
Niños y niñas en edad escolar:
urbanización y redistribución
espacial
En términos absolutos, el número de niños
en edad escolar se expandió de 1,3 a 2,4 millones entre 1976 y 2001. La expansión en los
llanos fue de casi medio millón frente a un
poco más de 250.000 en el altiplano y alrededor de 350.000 en los valles. La distribución
resultante concentraba más de 933 mil niños
y niñas en las localidades de los valles.
Para 2001, la mayor expansión en los llanos coincidió con una mayor urbanización,
mientras que en los valles aún se daba un
predominio rural.18 El mismo año, más de 800
mil niños en edad escolar residían en locali-
dades rurales altas enfrentando limitaciones
de acceso a servicios (largas distancias al
centro educativo, los centros educativos no
tenían todos los niveles de enseñanza, infraestructura escolar de mala calidad, entre
otras). En los centros urbanos del altiplano,
el 50% de niños y niñas (cerca de 400 mil) residían en las ciudades de La Paz y El Alto. En
los valles urbanos resalta la importancia de
las ciudades intermedias (especialmente las
más grandes: Sucre, Tarija, Sacaba, Yacuiba
y Tiquipaya). Finalmente, en los llanos cobran importancia especial los centros urbanos menores que concentran 130 mil niños y
niñas en edad escolar, es decir el 18% de los
que residen en esa región.
CUADRO 5.4 Niños y niñas en edad escolar por área y región ecológica
Región
Altiplano
Valles
Llanos
Total
1976
500.157
580.125
262.046
1.342.328
Niños en edad escolar
1992
2001
659.065
765.292
757.124
933.335
486.616
707.824
1.902.805
2.406.451
1976
53
28
51
42
% en áreas urbanas
1992
2001
66
69
41
45
71
75
58
61
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
18 Si la tendencia de los últimos 10 años se mantiene, la proporción de niños en edad escolar en los valles recién atravesaría el
umbral urbano alrededor del 2015.
202
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
y rezago escolar. También es evidente la
tendencia a la reducción de las diferencias
entre estos grupos de localidades en los 25
años de análisis. Por ejemplo, en 1976 la
brecha de rezago escolar entre centros urbanos mayores y áreas rurales altas era del
30% frente a casi el 10% en 2001; con la
tasa de asistencia escolar ocurrió algo similar, pues la brecha entre las localidades
más urbanas y las más rurales se redujo del
26% al 13% en el mismo período.
Los Gráficos 5.16 y 5.17 revelan que en 25
años las áreas rurales lograron mayores
mejoras; considerando la expansión de la
población en edad escolar en las áreas urbanas, no deja de ser significativa la mejora en estas localidades. Gran parte de la
mejora en la tasa de asistencia escolar se
dio gracias a la mejora en áreas rurales altas donde el salto fue del 23% frente a un
promedio del 8%. La mejora en el rezago
escolar fue también mayor en estas áreas
(26% frente a un promedio del 19%).
La relación positiva entre urbanización y acceso a educación no es estricta. Éste es el
caso de las localidades de los llanos, donde
pese a que existe una importante concentración de niños y niñas en edad escolar en
áreas urbanas (más que en el altiplano) los
indicadores de educación no son los mejores a nivel nacional. La diferencia puede
deberse a otros factores que trascienden la
urbanización y que responden al menor o
mayor desarrollo de la infraestructura educativa o cualquier otro factor de la oferta.
Un elemento que ayuda a explicar esta situación es el hecho de que el proceso de urbanización de la población en edad escolar
fue más intenso en el primer período intercensal, pero no todas las mejoras en educación fueron mayores. Aparentemente,
una vez logradas ciertas mejoras impulsadas entre otros factores por la urbanización, las mejoras atribuibles a este fenómeno son menos inerciales.
Las voces de niños, niñas y adolescentes que
residen en áreas urbanas y rurales del país
dan testimonio de los sueños y expectativas que genera la idea de estudiar. Estas
voces se convierten en un diálogo entre ni-
GRÁFICO 5.16 Tasa de asistencia escolar según grado de
urbanización (1976 – 2001)
100%
90%
80%
92%
87%
82%
91%
88%
85%
89%
85%
81%
1976
89%
81%
76%
79%
70%
1992
2001
66%
56%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Urbano
Mayor
Urbano
Intermedio
Urbano
Menor
Rural
amanzanado
Rural alto
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
GRÁFICO 5.17 Rezago escolar de al menos un año según
grado de urbanización (1976 – 2001)
70
1976
57%
60
50
20
43%
42%
37%
40
30
1992
30%
17%
15%
30%
19%
17%
26%
20%
2001
36%
29%
26%
25%
19%
20%
10
0
Urbano
Mayor
Urbano
Intermedio
Urbano
Menor
Rural
amanzanado
Total
Rural alto
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
ños del campo y la ciudad sobre los sueños
y expectativas de un futuro mejor, los testimonios están fuertemente marcados por
las dificultades que atraviesan en busca de
mejores condiciones de vida.
Ser “niño indígena en la ciudad”:
una realidad que excluye
La brecha indígena-no indígena en educación ha sido ampliamente analizada en
INE (2003). Los principales resultados del
estudio revelan que gran parte del rezago
en educación se explica por esta brecha.
Por ejemplo, el año 2001, la tasa de analfabetismo de la población de 15 o más
años era del 13,3%; para la población indígena la tasa era del 19,6% frente al
4,5% para la población no indígena. La ta203
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 5.8
La escuela, la ciudad y los sueños
“Deben ir al colegio y luego irse a las
ciudades para cumplir sus sueños.”
Niños entre ocho y nueve años, Panduro.
“Los jóvenes migran para estudiar,
aprendemos más en la ciudad.”
“Estudiar para salir. Estudiar para trabajar.
No queremos vivir en el campo, porque
en el campo se sufre... mientras que un
licenciado no hace nada, hace, pero no
tanto.”
Niñas, entre 15 y 17 años, Chivimarca.
“Estudió hasta primero medio en
Achacachi, todos los días iba a la escuela
en dos movilidades. Lo dejó porque su
papá le hizo esperar un año, ese año se
vino de visita a Oruro y nunca más
regresó.”
Historia de vida, mujer entre 18 y 25 años, Oruro.
“Si hago todo al revés, si no quiero
estudiar, si no estudio no voy a poder
tener todo lo que quiero.”
ese tiempo para que estudie, me está
dando todo.”
“Por eso no me siento triste, estoy
contento. Mientras si estaría huérfano
nadie me podría decir que estudie, hay
aquí huérfanos. Traer experiencia a esta
población. En sí, estudiar e ir a otras
naciones para aprender de lo que hacen
y traer a esta población. Me gustaría
volver a este pueblo y enseñar a esta
población, darles orientación. Unos
padres quieren que estudien, otros no
quieren. Me voy a la ciudad, dicen, y no
hacen caso a sus padres y sin escuchar
se van, por eso razón otros dicen que
están en pandillas.”
“Se puede, estudiando, haciendo
sacrificio. Respetando a la población,
dando ese cariño, así podremos ser un
gran diputado en el Parlamento.”
“Es importante obedecer a nuestros
padres, a nuestras madres. Respetarlos,
ser cariñosos; ésa es mi opinión, ser un
estudiante, con el futuro lograr una
profesión. Esa es mi última decisión, ser
estudiante.”
Grupo focal, niño entre 10 y 14 años,
Historia de vida, adolescente entre
Santa Cruz.
15 y 17 años, Panduro.
“Mi padre más que todo me dice que
estudie. En el campo se sufre hijo,
estudia, me dice, me ves trabajar aquí, es
difícil, siempre me dice, mientras cuando
tú estudias no va a ser así, me dice.
Quiero ser embajador y salir para no
estar sufriendo. Mi papá me está dando
“Tienen que estudiar, tener diplomas,
hasta la universidad, lograr una
profesión.”
“Los niños deben estar en la escuela. En
la escuela estudiando hasta lograr su
profesión.”
Niñas de 10 a 14 años, Oruro.
sa de asistencia escolar y el nivel de insque entre la población no indígena este
trucción alcanzado muestran diferencias
indicador bordeaba el 5%.
igualmente importantes entre ambos gru- En el 2001, un análisis de la brecha indígenapos, siendo la brecha aún mayor en el cano indígena en educación, considerando a
so de las mujeres. En 2001, el departalos niños, niñas y adolescentes, revelaba la
mento de Potosí registraba los mayores
existencia de diferencias significativas en
porcentajes de población sin ningún nivel
la tasa de asistencia y el rezago escolar sede instrucción. A nivel nacional, el porgún la condición indígena. En el Cuadro
centaje de indígenas sin ningún nivel de
5.5 resaltan tres elementos importantes: i)
instrucción era cercano al 20%, mientras
independientemente del piso ecológico, el
204
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
hecho de ser niño, niña o adolescente indí- CUADRO 5.5 Educación de niños y niñas y adolecentes según
gena implica menores posibilidades de accondición indígena, por área y región (2001)
ceso y mayor rezago educativo; ii) es especialmente preocupante el caso de los llaArea y Región
Tasa de Asistencia
Rezago escolar
Indígena
No Indígena
Indígena
No Indígena
nos donde el 35% de los niños, niñas y
adolescentes indígenas tienen una condiUrbano Mayor
79%
94%
26%
13%
ción de rezago; iii) en las diferencias según
Urbano Intermedio
84%
92%
26%
15%
el grado de urbanización resalta la coinciUrbano Menor
84%
91%
24%
19%
dencia de las tasas de asistencia escolar de
Rural Amanzanado
87%
91%
23%
18%
los indígenas en los centros urbanos mayoRural Alto
79%
79%
27%
24%
res y los poblados rurales dispersos (79%);
Altiplano
85%
95%
23%
11%
este es sin lugar a dudas el hallazgo más
Valle
79%
89%
28%
15%
importante pues refleja las dificultades que
Llanos
69%
88%
35%
21%
los niños, niñas y adolescentes indígenas
Total
80%
90%
26%
16%
enfrentan en las ciudades para desarrollar Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 2001.
sus capacidades. Los no indígenas está
mucho mejor en la ciudad que en el campo, lo que refleja que una vez atravesadas CUADRO 5.6 Asistencia y rezago escolar según grupo
las fronteras de las limitaciones de oferta
de edad (1976 – 2001)
tienen posibilidades claras de acceso a
educación. La tasa de asistencia escolar es
Grupo de edad
Indicador
1976
1992
2001
mayor en las localidades rurales amanza6 a 13 años
Asistencia escolar
75%
85%
92%
nadas en comparación con la que se regisRezago escolar
37%
21%
15%
14 a 17 años
Asistencia escolar
53%
64%
74%
tra en los grandes centros urbanos.
El acceso a educación en la
adolescencia: problema de
oferta y de demanda
“Nos hemos ido del campo a la ciudad, primero nos hemos ido cuando yo era chiquitita, tenía seis años, he entrado a la escuela directo a segundo. Luego he estado aquí, he estudiado hasta quinto, sexto me he ido a Oruro, séptimo y octavo he estado aquí, luego me
he ido a La Paz.”
Los niños y niñas de las localidades del altiplano tienen y han tenido históricamente
mayores tasas de asistencia escolar y menores tasas de rezago. En 2001, el 91% de
los niños y niñas del altiplano asistía a la
escuela frente al 86% en los llanos y el
84% en los valles. Pese a que este orden regional se mantuvo desde 1976, las diferencias entre regiones se han ido disipando.
Los niños del altiplano, igualmente, tienen
las menores tasas de rezago escolar; para
2001, este indicador era del 15% en el altiplano frente al 21% y 22% en los valles y
6 a 17 años
Rezago escolar
Asistencia escolar
Rezago escolar
63%
69%
43%
38%
79%
25%
32%
87%
19%
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
los llanos respectivamente. No obstante,
fueron las regiones con menor desempeño
de los indicadores educativos al inicio del
período las que lograron los mayores saltos
en 25 años, corroborando de esta manera
la teoría de la convergencia.
La situación y las transformaciones en el logro educativo de los niños en Bolivia revelan una heterogeneidad importante entre
grupos de edad. El análisis diferenciado según niños en edad de asistencia a la primaria (de seis a 13 años) y en edad de asistencia a la secundaria (de 14 a 17 años) muestra una brecha importante, independientemente de la región o el tamaño de la localidad de residencia. Existe un mejor desempeño de los indicadores de asistencia escolar y rezago en el grupo de niños entre seis
y 13 años en comparación a los adolescentes (de 14 a 17 años); mientras el 92% de
205
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
los primeros asistía a la escuela y sólo el
15% estaba rezagado, en el segundo grupo
las magnitudes alcanzaban el 74% y el
32% respectivamente.
El análisis por región ecológica muestra que
las diferencias identificadas anteriormente se deben principalmente a la brecha en
el grupo de niños en edad de asistencia a la
secundaria, mientras que las diferencias
urbano-rurales son importantes en ambos
grupos. Los adolescentes de los valles tienen mayores probabilidades de inasistencia y rezago escolar: el 23% no asistía a la
escuela en 2001 mientras que el 37% de
los que asistían tenía al menos un año de
rezago escolar. En términos absolutos, 89
mil adolescentes de los valles no asistían a
la escuela frente a 44 mil del altiplano y 55
mil de los llanos. Gran parte del problema
de la inasistencia escolar y del rezago se
concentra en las localidades de los valles
donde un porcentaje importante de la po-
blación en edad escolar vive en áreas rurales. De la misma manera, las diferencias
entre localidades de diferente grado de urbanización se deben mayoritariamente a
las diferencias en el grupo de niños en
edad de secundaria.
De lo anterior se desprende que las decisiones familiares respecto a la acumulación de
capital humano en los niños tienen un sesgo en la primaria, lo que implica una baja
valoración del retorno en la secundaria y/o
la existencia de restricciones presupuestarias que impiden la continuidad de la decisión de enviar a los hijos a la escuela.
Hacia la igualdad de
género en educación
El logro de la igualdad de género en todos los
niveles de enseñanza es una de las metas
del milenio establecidas para 2015. Además de la importancia del capital humano
RECUADRO 5.10
Oferta educativa: sesgo en
educación “primaria” y “urbana”
“Ella y sus hermanos fueron a la escuela
sólo los primeros años.”
Mujer, 45 a 65 años, Oruro.
Gran parte de las diferencias en la asistencia escolar y otros indicadores educativos
entre áreas se explica por asuntos relacionados con la oferta educativa. Según el Ministerio de Educación (2004), en 2002 se registraron 14.827 unidades educativas a en todo
el país, de las cuales el 76% se encontraba
en áreas rurales. Esta situación da una idea
de la alta dispersión en las áreas rurales tanto de la población en edad escolar como de
los centros educativos. La mayor dispersión
en las áreas rurales implica también menores
ratios de alumnos por establecimiento en estas áreas. La oferta educativa, tanto urbana
como rural, se concentra en el nivel primario,
así lo refleja el Gráfico 5.18: sólo el 43% de
total de las unidades educativas a nivel nacional brinda el nivel secundario. En áreas urbanas se observa una menor concentración
de los niveles de aprendizaje.
En el área rural se observa, desde 1997,
un importante crecimiento de las unidades
educativas que ofrecen la modalidad de
Educación Intercultural Bilingüe (EIB), 19
pues en cinco años prácticamente se triplicaron: el 2002 cerca de tres mil unidades
brindaban esta modalidad. La oferta educativa en Bolivia se caracteriza también por
una mala calidad de la infraestructura; en
1999 las cifras revelaban, por ejemplo, que
muchas escuelas no contaban con acceso
a los servicios básicos, cerca de la mitad de
las escuelas no tenían acceso a agua, el
80% no tenía alcantarillado y el 62% no tenía energía eléctrica.20
19 Bajo la modalidad de Educación Intercultural Bilingüe, el niño inicia el aprendizaje en el idioma materno y se intenta que se
revaloricen y rescaten las diversas culturas.
20 Esta situación se modificó, pues desde 1999 se realizaron importantes inversiones en construcción, ampliación y refacción de
las escuelas a través de los municipios.
206
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
GRÁFICO 5.18 Unidades educativas y nivel de aprendizaje que brindan,
según área geográfica 2002 (%)
15%
88%
Total
Secundaria
43%
11%
Primaria
Rural
95%
44%
Inicial
31%
67%
Urbana
37%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Ministerio de Educación (2004).
En cuanto al hacinamiento, medido por la
relación alumno-aula, desde 1999 se mantuvo en alrededor de 23. En las áreas urbanas
el hacinamiento es mayor, pues en 2002 alcanzó un promedio de 37 alumnos por aula
frente a 14 en áreas rurales. El mayor problema de hacinamiento se concentra en la secundaria de las áreas urbanas debido a la
menor infraestructura desarrollada para este
nivel de aprendizaje.
GRÁFICO 5.19 Relación alumno–aula según área y nivel de aprendizaje 2002
45
41
40
35
37
35
35
37
Urbano
30
25
15
22
20
20
12
23
14
23
14
Rural
Total
10
5
0
Inicial
Primaria
Secundaria
Total
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Ministerio de Educación (2004).
para el desarrollo, es importante resaltar
el gozo de las libertades instrumentales de
las diferencias salariales según sexo y otras
los niños, así lo revelan las condiciones de
diferencias que inciden negativamente en
supervivencia y de trabajo infantil analizalas posibilidades de desarrollo de las capadas en este Informe.
cidades de las mujeres (Blau, 1992; PNUD, A nivel nacional, Bolivia ha mostrado una
2004). Finalmente, el desarrollo de las litendencia hacia la igualdad de género en el
bertades instrumentales de las mujeres no
desempeño de indicadores educativos
sólo afecta al gozo individual de otras liberdesde 1976. El Cuadro 5.7 muestra la relatades, también afecta de manera concreta
ción entre el logro alcanzado por los niños
207
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
con respecto al logro alcanzado por las ni- Entre 1976 y 2001, la mejora en la asistencia
escolar fue importante, la brecha respecto
ñas, en tres indicadores: asistencia escolar,
a la meta se redujo de 15 a dos. Como ya se
rezago y años promedio de escolaridad
dijo en la sección anterior, la mayor parte
acumulados durante la niñez. Los tres rede los atrasos en educación se deben al
sultados muestran que la disparidad de gémenor desempeño en la adolescencia. En
nero se redujo significativamente desde
el caso de la igualdad de género, la situa1976; especialmente en la asistencia escoción se repite, pues la desigualdad se debe
lar, que era el indicador que mayores difeen gran medida a las diferencias en el grurencias de género revelaba (mientras que
po de adolescentes entre 14 y 17 años. Si
en 1976, 85 niñas asistían a la escuela por
bien aún no se logra la igualdad de género
cada 100 niños; en 2001, 98 de cada 100
en educación, es importante mencionar
niños lo hacía).
que desde 1976 los indicadores de las niRECUADRO 5.11
ñas mejoraron más que los de los niños; en
la tasa de asistencia, por ejemplo, la mejora fue del 23% frente al 14% en el caso de
“Dijiste que tu hermana de 13 años se casó…
los niños.
¿es normal casarse a los 13 años?”
Finalmente, es importante mencionar que la
“Normal, normal no es, porque ella, como se dice, no terminó
ni el intermedio. Pero hasta ahora es buena suerte la que ella
desigualdad de género no es la misma en
tiene, su marido adinerado, adinerado no es. Tiene dinero, satodo el territorio nacional. El altiplano
bemos todos que depende del comportamiento de ella y demuestra los peores indicadores de logro
pende de él, no le va a faltar nunca los gustos de ella, ese caprieducativo en términos de equidad de gécho ella tiene porque ellos son… Tal vez en otros departamennero en todos los grupos de edad y en totos como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz ellos no son grandos los indicadores. Desde el inicio del pedes, pero acá en nuestro medio, en Pando y Beni y en todos los
ríodo analizado, las diferencias entre repueblitos, provincias y capitales ellos son bien vistosos, son
giones mostraban una situación de menor
bien adinerados, todo el mundo los respeta, por eso yo digo
inequidad de género en localidades de los
que es buena suerte hasta ahorita la que tiene mi hermana, porllanos, esta situación aventajada se mantuque la conoce gente de buen dinero. Como uno puede decir, es
vo durante 25 años, aunque con una signisu clase del suegro y de su marido también. En esa parte ella
ficativa reducción de la brecha que pasó de
surgió, pero donde ella no surgió y a veces me da pena y tristecasi 15 en 1976 a tres en 2001 entre los vaza es en el estudio, porque uno no tiene la vida comprada, no
lles y el altiplano con respecto a los llanos.
tiene la suerte comprada, un día puede haber una discusión o
La mayor equidad en los llanos también se
una pelea y el marido se divorcia, por ahí, por mala suerte. O
debe a la menor brecha entre niños en
por buena suerte llega a tener hijos, el padre no los reconoce,
edad de asistencia a la primaria y aquellos
se dejan y ya le trancó el estudio. A ella, por otra parte, ya le quien edad de asistencia a la secundaria, en
tó los años, porque pudiendo estar con 20 años ya saliendo y
esta región la inequidad de género en eduhaciendo alguna cosa, recién va a entrar al CEMA a seguir escación es claramente menor, lo que revela
tudiando, y eso es lo que me da pena, en esa parte.”
una mayor brecha a la meta del milenio
(cuatro frente a seis y siete en los valles y el
altiplano respectivamente).
CUADRO 5.7 Indicadores de educación de las niñas con
A diferencia de los indicadores de logro edurespecto al porcentaje de niños 1976 – 2001
cativo, la equidad de género no parece estar relacionada únicamente con el grado
1976
1992
2001
de urbanización, pues históricamente han
Tasa de Asistencia escolar
85%
94%
98%
sido las localidades urbanas mayores y las
Rezago escolar
95%
97%
97%
áreas rurales altas las que mayores índices
Años promedio de escolaridad
0,7
0,9
0,9
de desigualdad en educación han alcanzado. De la misma manera, en las tres regioFuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
nes, son los centros urbanos intermedios,
208
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
los centros urbanos menores y las áreas ru- GRÁFICO 5.20 Tasa de asistencia escolar de niños con
rales amanzanadas los que poseen los merelación a niñas según grupo de edad
nores índices de inequidad de género. La
(1976 – 2001)
ausencia de un patrón de relación entre la
equidad de género en educación y el grado
98
de urbanización resalta la necesidad de 6 a 17 años
94
85
2001
analizar esta variable desde una perspectiva cualitativa.
1992
93
Los avances más importantes en equidad de 14 a 17 años
88
1976
72
género en educación se dieron en las áreas
rurales, especialmente de los valles y el al99
97
tiplano. En el grupo niños en edad de se- 6 a 13 años
90
cundaria la brecha es mayor en áreas urba0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
nas mayores, revelando que las adolescentes de las grandes ciudades, especialmente Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
del altiplano y los valles, son uno de los
grupos más vulnerable al incumplimiento
del derecho a la educación. Esta importan- GRÁFICO 5.21 Tasa de asistencia escolar de niñas con
te mejora en los indicadores rurales podría
respecto al porcentaje de niños según región
estar asociada a decisiones que preceden a
ecológica 1976–2001
procesos migratorios para los cuales tanto
niños como niñas requieren estar más pre- 100
parados en términos de acumulación de 90
Altiplano
80
capital humano; los resultados de un análi- 70
Valle
sis cualitativo ayudarían a confirmar esta 60
Llanos
50
hipótesis.
Total
40
En cualquier caso, los resultados revelan que 30
la valoración de la educación de las muje- 20
res ha ido mejorando en el tiempo. Esta si- 10
0
tuación puede explicarse, en parte, por la
1976
1992
2001
creciente participación de las mujeres en
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
el mercado de trabajo, así como por el posicionamiento de de la igualdad de oportuGRÁFICO 5.22 Tasa de asistencia escolar niñas con respecto
nidades entre sexos.
al porcentaje de niños según grado de
El trabajo de niños, niñas y
urbanización (1976 – 2001)
adolescentes en Bolivia
100
La necesidad de cubrir las necesidades básicas de subsistencia hace que muchos hogares opten por la inserción de varios
miembros del hogar en el mercado laboral,
así se demostró en el Capítulo 4. En muchos casos, son los niños los destinados a
cumplir este objetivo. Las tasas de participación laboral de mujeres y niños se incrementaron significativamente después de
la aplicación de las políticas de ajuste estructural en varios países de América Latina, entre ellos en Bolivia. La inserción tem-
90
Urbano Mayor
80
70
Urbano Intermedio
60
Urbano Menor
50
Rural Alto
40
30
Rural Amanzanado
20
Total
10
0
1976
1992
2001
Fuente: Elaboración propia sobre la base de CNPV 1976-1992-2001.
209
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
refieren con frecuencia a la relación entre el
prana en la actividad económica es una de
trabajo y el estudio desde perspectivas
las múltiples formas de expresión de la poopuestas que rescatan las ventajas y tambreza con repercusiones importantes en el
bién las dificultades.
abandono escolar; sin embargo, en muchos casos facilita la reinserción escolar de En esta sección describimos el perfil del trabajo de niños entre siete y 17 años sobre la
niños, niñas y adolescentes que trabajan
base de la Encuesta de Mejoramiento de
para financiar sus estudios, así lo revelan
Condiciones de Vida (MECOVI),21 pese a las
testimonios de niños y niñas trabajadores
(UNICEF, 2004 a-c).
RECUADRO 5.12
En Bolivia, el Código del Niño, Niña y Adolescente de 1999 establece los 14 años como
edad mínima para el trabajo legal; de la
“Uno tiene que trabajar duro,
misma manera, la Ley General del Trabajo
el dinero no es robado, es
prohíbe la contratación de menores de 14
por el sudor de uno”
años. Es importante, entonces, separar el
Grupo focal, niños de
trabajo de niños, niñas y adolescentes que
10 a 14 años, Panduro.
está fuera de la ley del legalmente aceptado. De cualquier manera, existen múltiples
“Los que trabajan y estudian son los
primeros en salir adelante.”
formas de violar las leyes mencionadas que
trascienden la contratación de menores de
Grupo focal, adolescente entre
14 años y se relacionan con las condiciones
15 y 17 años, Panduro.
de empleo en las que se insertan los jóvenes en Bolivia: bajos ingresos, largas jorna“Yo hasta he trabajado en
aserraderos de tarde y es muy duro.
das, ausencia de protección en el trabajo,
Mi hermano también ha trabajado
ausencia de contratos laborales y en muen carpintería. A veces yo dejaba de
chos casos violencia física y sexual en el luvenir a la escuela para venir al
gar de trabajo (FUFEDEM-CEMSE, 2005).
trabajo.”
El trabajo de niños, niñas y adolescentes re“Yo tengo la suerte de que mi madre
suelve un importante problema en el hogar
no me deje trabajar para que me
que es aporte al ingreso familiar, este esfuerdedique al estudio y sea alguien en
zo implica en muchos casos el abandono de
la vida.”
la escuela. Por lo tanto, muchos niños, niñas
“Yo he trabajado y ahora donde
y adolescentes que trabajan hoy sacrifican
aparezca un trabajo yo voy a ir
la posibilidad de conseguir mejores ingreporque en sí uno siempre necesita.
sos en el futuro, a través de una mayor acuYo he trabajado cargando camión, he
mulación de capital humano, a cambio de
castañeado, de todo trabajo sé y sé
resolver hoy el problema del hogar. En este
que todo trabajo es difícil y por eso
sentido, las implicaciones del trabajo de los
uno tiene que estar preparado en el
niños, niñas y adolescentes en la acumulaestudio.”
ción de capital humano son una preocupa“Yo iba al trabajo por mi cuenta
ción creciente en términos del alivio de la
porque ese tiempo yo quería tenis y
pobreza en países en desarrollo (Ravallion,
shorts, mi madre en ese tiempo, no
1999; Basu, 2001). Al margen de las dispohace mucho tiempo, mantenía a mis
siciones legales y de derechos humanos, el
otros hermanos.”
trabajo es una realidad por la que atraviesan
Grupo focal, adolescente de
miles de niños, niñas y adolescentes boli15 a 17 años, Porvenir.
vianos. El Recuadro 5.12 recoge sus propias
opiniones acerca del trabajo, estas voces se
21 La elección de la MECOVI como fuente para el análisis del trabajo de niños, niñas y adolescentes responde al mayor detalle del
módulo de empleo con relación al censo, que permite una mayor profundización en el tema.
210
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
dificultades que implica cuantificar la mag- CUADRO 5.8 Características sociodemográficas de niños
nitud del trabajo de niños, niñas y adolesy adolecentes trabajadores (2001)
centes en Bolivia debido a la falta de coincidencia en las distintas fuentes oficiales.22
Características
Ocupados
%
Tasa de
participación (%)
Según la MECOVI, en 2001 existían
725.222 niños y niñas trabajadores. La taSexo
23
sa de global de participación era entonNiños
407.575
56
38
ces del 35%; ese mismo año más de
Niñas
317.413
44
31
33.000 niños y niñas buscaban empleo
Grupos de Edad
por primera vez (aspirantes) o luego de ha7a9
127.175
18
20
ber perdido uno anteriormente (cesantes).
10 a 13
280. 568
39
33
La inserción temprana en la actividad econó14 a 17
317.479
44
47
mica es alarmante; incluso entre el grupo
Lugar de residencia
de niños de siete a nueve años la tasa de
Urbano
231.669
32
19
participación es elevada (20%). Los niños
Rural
493.553
68
58
y adolescentes trabajadores residen espeAltiplano
321.115
44
37
cialmente en las áreas rurales, donde se
Valle
258.404
36
39
concentra el 68% de los trabajadores, la taLlano
145.703
20
25
sa de participación es también más elevaTotal
725.222
100
35
da en esas áreas. La participación en una Fuente: Elaboración propia sobre la base de MECOVI 2001.
actividad laboral aumenta en función a la
edad y es también mayor entre los niños.
37% entre 14 y 17 años. La necesidad de
El altiplano concentra la mayor parte de
trabajar afecta, por lo tanto, a muchos nilos niños trabajadores (44%), mientras las
ños que deben optar por combinar activilocalidades de los valles son las que tienen
dades de estudio y de trabajo. Esta decien promedio la tasa más elevada de partisión permite que los niños no sacrifiquen
cipación laboral.
los ingresos futuros por los de hoy, es decir,
Varias características parecen influir en la deles permite anular el costo de la oportunicisión de trabajar, así concluye un estudio
dad de trabajar, asegurando también los
econométrico realizado para Bolivia sobre
ingresos presentes.
la base de la MECOVI (1999). (ver Recuadro 5.13). Los datos muestran una alta co- Si bien los niños desempeñan principalmente tareas como trabajadores familiares sin
rrelación entre trabajo y estudio, motivo
remuneración o aprendices (83%), la esque justifica el uso de la metodología basatructura de la ocupación por categoría ocuda en modelos de ecuaciones simultáneas
pacional varía según sexo, edad y lugar de
para estimar las decisiones de asistir a la
residencia. Las diferencias en la estructura
escuela y/o trabajar, utilizando como variamás importantes se encuentran entre las
bles independientes características inheáreas urbanas y rurales. El empleo urbano
rentes a los niños y a sus hogares (Patrinos,
se caracteriza por una mayor participación
2002).
de los niños en las categorías de empleado
La MECOVI (2001) revela que el porcentaje
y obrero en comparación a las áreas rurade niños trabajadores que asiste a la escueles donde la participación de la categoría
la es significativo: en 2001, cerca de 282
de trabajador familiar sobrepasa el 90%.
mil niños trabajadores asistían a la escueEl perfil ocupacional también varía según
la, de los cuales el 43% tenía entre 10 y 13
el piso ecológico, especialmente en los llaaños, el 20% entre siete y nueve años y el
22 El año 2001, la MECOVI reportaba la existencia de más de 725 mil niños, niñas y adolescentes trabajadores, mientras que el
Censo 2001 registraba 313 mil.
23 La tasa global de participación corresponde al ratio entre Población Económicamente Activa (PEA)/ Población en Edad de
Trabajar (PET).
211
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 5.13
Determinantes econométricos
del trabajo infantil en Bolivia
Un análisis econométrico de los determinantes del trabajo infantil en Bolivia (Pérez
de Rada, 2003) encuentra que los factores
que inciden en la caída de la probabilidad de
asistir a la escuela son precisamente los que
inciden en el incremento de la probabilidad
de trabajar. Los factores significativos son: i)
características inherentes a los individuos:
edad (mayor edad), sexo (hombre) y condición étnica (ser de origen étnico); ii) características de los hogares: educación y origen
étnico de los padres, cuyo efecto no es significativo más allá de las decisiones de trabajo y asistencia escolar (no influyen, por
ejemplo, en la cantidad de horas trabajadas); y iii) el lugar de residencia: vivir en áre-
as rurales y en los llanos aumenta la probabilidad de trabajar.
Mediante modelos de determinación simultánea24 de las decisiones de asistir a la escuela y trabajar, los resultados revelan ciertas
particularidades: la asistencia escolar y la decisión de trabajar son sustitutos y dependientes de características del hogar, como la educación del jefe de hogar, el número de hijos y
el ingreso familiar. Una especificación que incluye el trabajo de la madre revela, además,
un importante grado de sustitución. Finalmente, existe una correlación positiva entre
salarios y horas trabajadas. Esto sugiere que
las decisiones de trabajo de los niños no responden solamente a complementar los ingresos del hogar sino que poseen también características de racionalidad económica.
CUADRO 5.9 Distribución del trabajo de niños y adolecentes por categoría
ocupacional según área de resistencia % (2001)
Categoría ocupacional
Área geográfica
Urbano
Rural
Obrero
0
4
Empleado
12
1
Cuenta propia
7
2
Tarbajador familiar o aprendiz
61
93
Trabajadora del hogar
10
0
Total
231.669 493.553
Piso ecológico
Total
Altiplano
Valles
Llanos
2
8
11
6
5
3
6
4
3
3
6
3
88
83
71
83
2
4
6
3
321.115 258.404 145.703 725.222
Fuente: Elaboración propia sobre la base de MECOVI 2001.
nos donde los trabajadores familiares son
pues mientras el 8% de las niñas trabaja
menos frecuentes, siendo más comunes
como “empleada doméstica” un similar
los casos de niños “obreros” y “empleaporcentaje de niños trabaja como “obredos”. Es posible que esta mayor semejanza
ro”. La edad también influye en el tipo de
con áreas urbanas se deba a la mayor urbainserción: los niños más pequeños sólo se
nización de los niños en los llanos (Recuadedican al trabajo familiar sin remuneradro 5.8), como a las particularidades del
ción, mientras que a medida que saltan de
mercado laboral rural de esta región caracgrupo etáreo se reduce su participación en
terizado por una mayor concentración del
esta categoría y se incrementa su particitrabajo asalariado en comparación con los
pación en el trabajo asalariado (las categovalles y los llanos (Cuadro 5.9).
rías de empleado y obrero).
Las diferencias entre niños y niñas se dan Una dimensión importante del trabajo de niprincipalmente a los centros urbanos,
ños, niñas y adolescentes que no es captu24 Las ecuaciones simultáneas se utilizan para controlar la endogeneidad entre las decisiones de asistencia escolar y trabajo.
212
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
CUADRO 5.10 Niños, niñas y adolescentes trabajadores por categoría ocupacional
según sexo y edad (%) 2001
Categoría ocupacional
Obrero
Empleado
Cuenta propia
Trabajador
familiar o aprendiz
Trabajadora del hogar
Total
Sexo
Niñas
2
4
2
84
Niños
9
4
4
82
7a9
0
1
1
97
8
317.413
0
407.809
1
127.175
Edad (años)
10 a 13
3
3
2
90
1
280.568
Total
14 a 17
10
6
6
71
6
4
3
83
6
317.479
3
725.222
Fuente: Elaboración propia sobre la base de MECOVI 2001.
sos la urbanización acelerada ha preservarada por la medición tradicional del trabado grandes desigualdades en los centros
jo se refiere a la participación en las tareas
urbanos; es el caso de la situación de los nidel hogar y de crianza (trabajo no mercanños, niñas y adolescentes indígenas que se
til). Al respecto, Wanderley (2003) encuenencuentran en condiciones de desventaja
tra que en la desagregación del “trabajo no
en el desarrollo de sus capacidades incluso
mercantil” por tareas es evidente la difeen las grandes ciudades que prometen,
renciación entre hombres y mujeres, que
por su modernización, una mejor opción
reproduce entre padres e hijos conductas
de vida que en muchos casos se aleja de la
asimiladas como femeninas y/o masculirealidad.
nas dentro del hogar. Es también importante considerar esta dimensión en accio- No quedan dudas de que el avance de los indicadores sociales reflejado en el Desarrones de política pública orientadas a garanllo Humano sin ingresos ha sido logrado a
tizar la igualdad de los derechos a la protravés de un “desarrollo excluyente”; la
tección entre niños y niñas (Recuadro
mejora que preserva desigualdades así lo
5.14). Los resultados expuestos son parte
confirma. ¿Es posible revertir esta tendende una investigación llevada a cabo en las
cia? En la medida en que nuevas intervenciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y
ciones de política pública identifiquen de
Santa Cruz que involucró a 118 hogares famanera pertinente necesidades concretas
miliares.
considerando las lecciones del pasado, las
La mejora del bienestar de los niños y adolesmejoras sectoriales “inerciales” podrán ser
centes en Bolivia desde 1976 estuvo acomcomplementadas por políticas públicas en
pañada por un proceso de urbanización y
áreas rurales deprimidas y zonas urbanas
redistribución geográfica de la población
marginales para incidir en los casos de macon importantes repercusiones en la esyor riesgo de vulneración del desarrollo y
tructura social. Si bien los niños de localiderechos de los niños. Estos elementos de
dades urbanas muestran mejores condipolítica pública serán caracterizados en
ciones en comparación a aquellos que resiCapítulo 9.
den en localidades rurales, en muchos ca-
213
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 5.14
El “hogar escuela”:
la reproducción de conductas
en el trabajo no mercantil
El término de “hogar escuela” (Wanderley,
2003) se refiere al hecho de que el hogar es la
mejor escuela para adoptar conductas acerca de la distribución del trabajo no mercantil
entre hijos e hijas. Al respecto, el Cuadro 5.11
muestra que existe una tendencia a reproducir conductas de los padres por los hijos, evitando las tareas del hogar y de crianza tradicionalmente asimiladas como femeninas.
Las hijas mujeres participan con mayor frecuencia en tareas cotidianas del hogar y de
crianza, reproduciendo los roles asumidos
por cónyuges mujeres. Incluso en el tramo
entre seis a 15 años existe una evidente mayor participación de las hijas mujeres en el
trabajo no mercantil, solamente en la limpieza y el orden del hogar la distribución parece
ser más equitativa entre hombres y mujeres,
aunque a medida que los hijos crecen las
brechas se acentúan incluso en esta actividad particular.
CUADRO 5.11 Participación de los miembros de la familia
en tareas del hogar y de crianza
Participación
Frecuente
No Frecuente
Nunca
Total
Frecuente
No Frecuente
Nunca
Total
Frecuente
No Frecuente
Nunca
Total
Frecuente
No Frecuente
Nunca
Total
Frecuente
No Frecuente
Nunca
Total
Fuente: Wanderley (2003)
214
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Cónyugues
Hijo de 6 a 15 años
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Limpiar y ordenar la casa
6,3%
56,3%
19,0%
14,3%
9,5%
20,3%
15,9%
18,4%
84,1%
23,4%
65,1%
67,3%
100%
100%
100%
100%
Preparar el almuerzo
8,3%
59,0%
0,0%
8,2%
6,7%
11,5%
1,6%
14,3%
85,0%
29,5%
98,4%
77,6%
100%
100%
100%
100%
Darles de comer o servir la comida
10,9%
83,6%
0,0%
4,5%
9,1%
0,0%
3,6%
6,8%
80,0%
16,4%
96,4%
88,6%
100%
100%
100%
100%
Llevarlos a la escuela o la góndola
43,8%
46,9%
4,2%
12,0%
3,1%
6,3%
0,0%
0,0%
53,1%
46,9%
95,8%
88,0%
100%
100%
100%
100%
Cuidarlos cuando están enfermos
26,7%
98,3%
0,0%
0,0%
18,3%
0,0%
0,0%
0,0%
55,0%
1,7%
100,0%
100,0%
100%
100%
100%
100%
Hijo de 16 a más años
Hombre
Mujer
11,1%
14,8%
74,1%
100%
25,0%
12,5%
62,5%
100%
0,0%
0,0%
100,0%
100%
8,7%
13,0%
78,3%
100%
5,0%
5,0%
90,0%
100%
14,3%
9,5%
76,2%
100%
0,0%
0,0%
100,0%
100%
10,0%
10,0%
80,0%
100%
4,5%
0,0%
95,5%
100%
4,5%
4,5%
90,9%
100%
La investigación cualitativa realizada en el
marco del Informe rescata varias experiencias de niños, niñas y adolescentes sobre su
participación en las tareas del hogar y e
crianza. Algunos testimonios se exponen a
continuación:
“Agarro ratones, me muerden y yo los
suelto.”
“Cocina con leña. Muele el trigo y la
cebada en el molino, le ayuda a hacer
chicha”.
“Cuida las gallinas y los chanchos.”
“Atrapa pajaritos que guarda en una jaula
para ir a vender a 1,50 en la feria”.
Niña de ocho años, Chivimarca.
“Cuidan a los niños pequeños, les hacen
jugar. Ayudan a los más pequeños a
hacer la tarea. Los hijos mayores se van
a las ciudades a trabajar. Los niños van a
la escuela, ayudan en la casa, cuidan a
sus hermanitos.”
Grupos focales, niños y niñas entre
ocho y nueve años, Panduro.
“Ella es mi otra hermana, va a comprar
pan, lava las tasas y las cucharas, barre,
acomoda el cuarto.”
“Yo lavo los servicios también y acomodo
mi cama.”
“Mi hermano igual acomoda su cama,
barre, acomoda sus muñecos.”
“Mi hermana y yo cuidamos a la bebé.”
“Mi hermana arrincona.”
Santa Cruz, niñas de ocho y nueve años.
“Yo me voy al colegio. En la mañana y en
la tarde acomodo, le ayudo a mi mamá,
de que termino todo recién hago mi
tarea.”
“Yo cocino porque me quedo sola en la
mañana.”
“Yo me quedo con la hermana de cuatro
años en las tardes, ya no hay casi nada
que hacer en las tardes, nos ponemos a
mirar tele con ella o a veces nos
dormimos. Cuando es tarde ya la baño y
la cambio.”
Santa Cruz, niñas de 10 a 14 años.
“Yo le ayudo (a su tía), yo cocino a veces
cuando ella está ocupada, lavo mi ropa,
hago todas las cosas yo.”
“En la mañana acomodamos, yo le ayudo
a mi hermana a cocinar y a lavar los
servicios.”
Niño entre 10 y 14 años, Santa Cruz.
“Las chicas barren y trapean, los chicos
hacen trabajos más fuertes. Mi hermano
va con mi padre a traer castaña.”
Niñas entre 10 y 14años, Porvenir.
215
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
¿Garantizamos
los derechos
de la niñez y
la adolescencia
a la protección?
6
S
in lugar a dudas, garantizar los
nada doctrina de protección integral recoderechos de la niñez y adolesnoce a todos los niños, niñas y adolescencencia trasciende las mejoras
tes como sujetos plenos de derecho. Dereen las condiciones de vida mechos que además son progresivos, univerdidas a través de indicadores resales e interdependientes, de manera que
lativos al cumplimiento de los Objetivos de
no se puede reconocer solamente algunos.
Desarrollo del Milenio. La Convención de
Establece que el Estado y la sociedad en su
los Derechos del Niño establece la obligaconjunto tienen la obligación de crear las
ción de la familia y el Estado de velar por la
condiciones y oportunidades para el ejerciprotección de niños, niñas y adolescentes
cio de derechos de todos los niños, niñas y
frente a cualquier forma de violencia y priadolescentes. Suprime la figura de situavación, asegurando la libertad de expreción irregular, pues se consideran la situasión, la no discriminación y la dignidad,
ción de la infancia y adolescencia como
entre otras cosas.
producto de las condiciones estructurales
Desde 1924, con la Declaración de los Derede pobreza. Entre sus innovaciones princichos del Niño, también conocida como Depales se puede mencionar que transforma
claración de Ginebra, se inicia el reconocila legislación en un instrumento de defenmiento de la necesidad de proteger a los nisa y promoción de los derechos. En relaños en situaciones particulares. El docución a los adolescentes en conflicto con la
mento sólo contiene cinco artículos, todos
ley, establece principios jurídicos básicos,
ellos principios relativos a la protección y el
define garantías constitucionales y el resbienestar de los niños. La declaración señapeto del debido proceso, debiendo darse
la que los niños deben ser “puestos en conprioridad a las medidas socioeducativas
dición de desarrollo material y espiritual y
no privativas de libertad1.
deben ser atendidos en situaciones de En Bolivia, con la promulgación de la Ley
hambre, enfermedad, deficiencia, des2026 en octubre de 1999, se decreta el Cóadaptación y orfandad”. Se establece tamdigo del Niño, Niña y Adolescente, establebién que el niño debe ser “el primero en reciendo un “régimen de prevención, proteccibir socorro, en permitirle ganarse la vida
ción y atención integral que el Estado y la
protegido de cualquier explotación y en resociedad deben garantizar a todo niño, nicibir educación con el sentimiento de deber
ña o adolescente con el fin de asegurarle un
y servicio al prójimo”. Muchos de estos térdesarrollo físico, mental, moral, espiritual,
minos han evolucionado hoy en día y, por
emocional y social en condiciones de liberende, han sido modificados y ampliados.
tad, respeto, dignidad, equidad y justicia”.
Sin embargo, esta declaración muestra un El Código abarca los derechos y deberes funprimer avance en el reconocimiento de la
damentales, que incluyen el derecho a la
necesidad de proteger a los niños que viven
vida y a la salud, a la familia, a la nacionalien una situación considerada irregular.
dad e identidad, a la libertad, al respeto y a
Tanto la Declaración de los Derechos del Nila dignidad, a la educación, cultura y esparño de 1959 como la Convención de los Decimiento y a la protección en el trabajo. En
rechos del Niño de 1989 reflejan una evosu segunda parte abarca la prevención,
lución conceptual sobre el derecho de la niatención y protección, que incluye consiñez hacia un concepto de desarrollo intederaciones respecto a las entidades normativas en materia de prevención2 y de
gral que abarca dimensiones que aseguren
protección3, así como medidas de fiscalizalos derechos a la educación, a la salud y a la
ción y de protección social. Finalmente,
creación de un entorno seguro. La denomi-
1 Documento de Trabajo sobre Lineamientos de Políticas Públicas, elaborado por Gisela Campo y Verónica Ramos, VIJUNTE,
2005.
2 Viceministerio de la Juventud, Niñez y Tercera Edad, Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, Comisiones
Departamentales.
3 Comisiones Municipales y Defensorías Municipales de la Niñez y Adolescencia.
219
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 6.1
¿Cuándo se vulneran los derechos
de los niños, niñas y adolescentes?
De acuerdo a una definición del Instituto Colombiano de
Bienestar Social, un niño, niña o joven está en situación de vulneración de sus derechos cuando se encuentra en cualquiera
de las siguientes condiciones:
– Abandono.
– Carece de la atención suficiente para la satisfacción de sus
necesidades básicas.
– Se encuentra amenazado su patrimonio.
– Haya sido autor o partícipe de una infracción penal.
– Carece de representante legal o, existiendo éste, incumple
con sus obligaciones o presenta deficiencia moral o mental
para asegurar la formación del niño o niña.
– Sea objeto de abuso sexual, maltrato físico o mental.
– Sea explotado laboral o sexualmente, o trabaje en condiciones no autorizadas por la ley
– Presente graves problemas de comportamiento o desadaptación social.
– Su salud física o mental se ve amenazada gravemente por las
desavenencias entre la pareja.
– Presente deficiencia física, sensorial o mental.
– Sea adicto a sustancias que generen dependencia o se encuentre expuesto a caer en la adicción.
– Se encuentre en situación especial que atente contra sus derechos o su integridad.
– Sea víctima del conflicto armado, esté amenazado por un grupo armado, sea reclutado forzosamente, sea testigo de una infracción a la ley por parte de un actor armado, o sea desvinculado del conflicto armado.
Fuente: http://www.icbf.gov.co
GRÁFICO 6.1 Percepciones de niños, niñas y adolescentes
sobre su principal derecho (1997)
36%
Familia
1%
Participación
3%
Esparcimiento
4%
Salud
18%
Identidad
5% Protección
contra abuso sexual
8%
Libertad
10%
Educación
15%
No maltrato
Fuente: Elaboración propia a partir de Ministerio de Desarrollo Sostenible, 2000.
220
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
abarca la protección jurídica, responsabilidad, jurisdicción y procedimientos, incluyendo además consideraciones sobre medidas correspondientes a padres, responsables o terceros y a las responsabilidades
de los adolescentes en infracciones.
Pese a que dicho código está vigente desde
hace más de cinco años, aún persisten actitudes y comportamientos que vulneran
los derechos de los niños, así como dificultades en la implementación de los mecanismos descritos en el mismo. Por ello, la
protección de niños, niñas y adolescentes
es un tema de vital importancia en el marco del ejercicio pleno de sus derechos.
En este capítulo abordamos cuestiones relativas a la protección de la niñez y la adolescencia en Bolivia. Para ello debemos respondernos determinadas preguntas: ¿cómo perciben los niños sus derechos?, ¿son
la familia, la escuela o el ámbito laboral una
garantía de protección?, ¿cómo se caracterizan las prácticas violentas dentro de la familia?, ¿cuáles son las características del
trabajo infantil en sus peores formas?, ¿de
qué manera la violencia sexual se convierte
en una base para el delito sexual comercial?
o ¿qué mecanismos existen para prevenir
la violación de los derechos del niño?
Al abordar estas preguntas se incluyen consideraciones generales que afectan a los niños —como la violencia y el maltrato—, así
como temas específicos que afectan a determinados grupos —como la violencia sexual comercial y formas peores de trabajo
infantil—. En el presente capítulo, se incluye las recomendaciones del Comité de los
Derechos del Niño en referencia a estos temas, así como aquellos relativos a niños
que se encuentran en la calle, como acompañantes de sentencia, institucionalizados
y a los que se les aplica la justicia penal juvenil, entre otros.
¿Cómo clasifican sus derechos los niños, niñas y adolescentes? Dos encuestas realizadas a niños, niñas y adolescentes en Bolivia (Ministerio de Desarrollo Sostenible,
2000) acerca de las percepciones sobre sus
derechos revelan que niños de distintos
grupos de edad perciben el derecho a “te-
ner una familia” como el principal. En seportante. En el grupo de adolescentes,
gundo lugar, se destaca el derecho a la
mientras el 35% de las mujeres declaran
identidad, y en tercer lugar, el derecho a
como principal derecho “no ser maltrata“no ser maltratado”. Las principales fuendas”, sólo el 7% de los hombres percibe lo
tes a través de las cuales los niños, niñas y
mismo.
adolescentes se informan sobre sus dere- Toda forma de violencia vulnera los derechos
chos son el hogar y la escuela. En cuanto al
fundamentales establecidos en la Declaraconocimiento de las leyes que defienden
ción Universal de los Derechos Humanos
los derechos de niños, niñas y adolescen(1948) y la Convención sobre los Derechos
tes, más del 55% no responde.
del Niño (1989). Si bien no es el único espacio, para muchos niños, “la familia” es el
La violencia y el maltrato: obstáculos
lugar donde se enfrentan con mayor frepara el desarrollo de capacidades
cuencia a formas de violencia física, psicológica y sexual, ya sea ejercida directamenDesde una edad muy temprana se evidencia
te contra ellos o en contra de sus madres;
la problemática del abuso sexual y el malla violencia es ejercida por quienes más
trato en general, resaltando la mayor vulprotección deberían brindarles: los progenerabilidad comparativa de las niñas. En el
nitores. La violencia doméstica es generalcaso de las adolescentes de entre 16 y 18
mente perpetrada por hombres con relaaños de edad, una de cada cinco señala coción de parentesco o vinculados con la famo derecho principal el derecho a “no ser
milia, contra las mujeres y los niños, niñas
maltratada”. De la misma manera, una de
y adolescentes. A menudo se trata de un cicada diez considera la “protección contra
clo de abusos que se prolonga desde la inel abuso sexual” como el derecho más imfancia hasta la edad adulta.
RECUADRO 6.2
Testimonios sobre la violencia
que no podemos tolerar
La violencia familiar es un “problema que
llega al alma”, dice en Potosí la sargento Ermiluz Antezana Arroyo. Un problema tan
concreto como un cuchillo sobre la garganta,
una silla rota sobre la espalda, un candado
estampillado en la cabeza, un esposo que introduce la mano en la vagina de su esposa en
busca del feto indeseado, un niño de dos
años golpeado con palo y cadena por su madre, otra madre agredida por sus dos hijos
adultos y el esposo, o abuelos tratados como animales. La violencia es un concepto
tan crudo como el miedo, el dolor y la muerte. Los siguientes testimonios fueron recogidos en las Brigadas de Protección a la Familia de Potosí, Oruro y La Paz.
“Era una señora proveniente del área rural
de Tinquipaya. La denuncia no fue de ella sino de los vecinos. Nosotros acudimos al do-
micilio que quedaba allá en San Benito y encontramos a la señora arrinconada en un
cuarto. Su esposo noche antes le había pegado a tal extremo de que la dejó prácticamente paralítica. Le había roto una silla de
madera sobre la espalda. (…) La llevamos al
hospital Daniel Bracamonte, donde se quedo
internada, bajo el diagnóstico de policontusión y era grave el caso. (…) Hemos capturado al agresor, estaba aquí en las celdas arrestado y la señora llorando con su pequeña hija. Vino aquí y nos suplicó que lo soltáramos,
que ella no iba a denunciar ese caso y que los
vecinos por qué se habrán metido ahí. Ella
iba a hablar con los vecinos y no iba a denunciar y se lo ha llevado.”
Trabajadora social, Potosí
“Mi esposo me ha empezado a pegar y yo
también no me he dejado pegar. He estado
agarrando candado, mis hijitos estaban
echados llave, he desechado la llave y con el
221
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
candado le he pegado dos veces en su cabeza y de ahí me ha puesto a celar. (…) Ha empezado a cambiar mi marido. ‘Me voy a ir a
Chile y tú no vas a impedir que yo me vaya, si
quieres anda a quejarte’, me ha dicho y desde el martes recién estoy viniendo porque mi
ojo estaba tapado.”
Tatiana, madre de 3 niños, Potosí
“Hace seis meses que estamos casados.
Hemos tenido ciertas fricciones con mi esposo y por eso nos hemos separado ya hace un
mes. Era como algo violento conmigo. Y justo hoy día me ha empujado y por eso hemos
venido aquí. Me ha empezado a insultar también. Cuando se ha ido, cada vez que venía
siempre discutíamos y siempre me hacía algo. Me empujaba, se subía sobre mí, me lastimaba mi estómago. Yo siempre que le decía
‘¡Me estás lastimando!’, él me decía ‘¡Qué me
importa!”
Mujer, 18 años, embarazada de
siete meses y medio, La Paz
“Una señora estaba siendo agredida en su
domicilio. (…) Ingresamos y se escuchaban
gritos dentro del cuarto. Tocamos la puerta
pero nada. La mujer estaba llorando grave.
Tuvimos que ingresar por las ventanas. El esposo estaba agrediendo a su esposa. Nosotras (las policías de la Brigada) nos encontramos frente a un varón muy grande. Es por
eso que llevamos siempre nuestros implementos como el gas y el bastón. Intentamos
conversar con el señor para tranquilizarlo.
Estaba muy agresivo. Tomó uno de los cuchillos y amenazó con cortarle el cuello a la
esposa. De alguna manera hemos logrado
tranquilizarlo, quitarle el cuchillo y acudir a la
Brigada.”
Mujer policía, La Paz
“Es un caso que hemos atendido ayer. La
señora tiene cinco meses de embarazo y ha
sido golpeada. Tiene un morete muy grande
en la cara. Ella indica además que está con
cierto sangrado, porque el esposo la había
222
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
golpeado también en el vientre. Lo que relata la señora es que su esposo había intentado hacerla abortar, incluso le había metido
la mano por la vagina con el intento de destruir al producto de su embarazo. Nosotros,
lo primero que hemos hecho ha sido llevarla al hospital a la señora para que la intervengan porque realmente esta persona se
presentaba en un estado muy lamentable.
(…) Un dato sorprendente en todo esto es
que la señora no quiere separarse de su marido. Lo que ella quiere es que nosotros lo
tratemos de reflexionar, lo tratemos de
orientar, para encaminar al esposo a que no
la siga golpeando.”
Mayor de la policía, La Paz
“Nos llamaron indicándonos que un niño
de dos años estaba siendo agredido dentro
de su domicilio. (…) Fuimos allí. La agresora,
al ver que la policía estaba afuera, había abrigado y metido en cama al niño. El menor estaba muy asustado. Como los inquilinos nos
habían indicado que el niño había sido golpeado y agredido, lo sacamos de la camita. El
menor presentaba hematomas en la espalda,
en las nalgas y en las piernas, así como fractura en una de las costillas derecha e incluso
un hundimiento del cráneo. Verificamos que
el menor había sido golpeado con un palo y
una cadena y bañado con agua fría en pleno
patio. Inmediatamente el menor fue llevado
al Hospital del Niño, donde fue atendido en
emergencias.”
Policía, La Paz
“En los siete años que tenemos trabajando
aquí en Oruro se han registrado varios casos,
como, por ejemplo, de ancianos que han estado manejados por gente sin escrúpulos debido a su renta. Los tenían como animales.
Era muy feo. Después hemos atendido el caso bastante conocido de dos menores que
han sido torturados por su madre. Hay estas
mujeres que llegan a la brigada de protección
con fracturas causadas por golpes, y de la
misma forma han habido algunos varones
que han venido a denunciar las agresiones
que han sufrido por parte de sus concubinas,
esposas o convivientes.”
Mujer teniente de la policía, Oruro
“Yo estoy viniendo a dar una denuncia
porque mis hijos me agreden las veces que
ellos quieren. Tengo dos hijos, uno de 20 y
otro de 19 años. El anterior martes de Ch’alla él se ha debido drogar y ha empezado a
romper todas mis cosas, ha roto los vidrios,
me ha querido pegar. Por poquito más me
iba a meter sus manos, y a mis hijos los ha
hecho arrebatar. Tengo una pequeña de dos
años y que a todos lados le jalaba a la wawa.
No sabía qué iba a hacer, no podía salir para
poder llamar a la policía. Ya demasiado tarde en sucursal he hecho la llamada. No me
hizo caso en nada, así que lo hemos dejado
así. (...) Bueno, no sé qué puedo esperar de
la brigada. Es la primera vez que estoy viniendo a poder tomar denuncia, porque yo
soy mujer sola y su papá es abogado. Ayer
me ha dicho que él no tiene nada que ver
con sus hijos.”
Mujer, Oruro
Fuente: Red de Corresponsales en Desarrollo Humano. Testimonios recogidos en febrero y marzo de 2006 en Potosí por
Ninoska Baspineyro Avilés (Radio Indoamérica), en La Paz por Salomé Aruquipa (Revista radial del Futuro) y en Oruro por
María Luisa López (Radio Pío XII).
Violencia física y psicológica:
el hogar, ¿protector o reproductor
de la violencia?
La violencia doméstica4 entra en la agenda
internacional como un asunto público y
existe consenso generalizado acerca de la
responsabilidad del Estado en un problema considerado anteriormente de índole
privado. En la normativa nacional se recogen estos principios en el Código del Niño,
Niña y Adolescente (1999) y la Ley Contra
la Violencia en la Familia o Doméstica
(1995).
La violencia intrafamiliar afecta a la familia
en su conjunto. Los efectos que provoca en
la mujer son múltiples; repercuten en su
autoestima, en sus relaciones interpersonales, en aspectos emocionales, sexuales,
intelectuales y productivos, así como el
efecto que tiene en sus hijos o entorno familiar. Las mujeres “comienzan a desarrollar síntomas como la depresión, la autodestrucción o la utilización de la violencia
con sus hijos o seres queridos, poniendo
en riesgo su salud mental y la de sus hijos”
(Centro Juana Azurduy, 2005).
La violencia puede tener consecuencias graves para el desarrollo del niño. En casos extremos produce lesiones graves o, incluso,
la muerte. No obstante, también puede
afectar a la salud del niño, a su capacidad
de aprendizaje o incluso a su voluntad de
asistir a la escuela. La violencia puede ser
causa de que el niño huya de su hogar, exponiéndose así a más peligros. Asimismo,
la violencia destruye la autoestima de los
niños y niñas y puede comprometer su capacidad para ser buenos padres en el futuro. Finalmente, los adultos que han padecido violencia en la niñez son más proclives
a la depresión y al suicidio (UNICEF, 2004)
La violencia también tiene repercusiones sociales y económicas, ya que afecta el desarrollo de la persona como individuo, incrementa los costos del Estado y reduce la
capacidad de participación y producción.
Los costos sociales de la violencia se clasifican en: i) directos: gastos en servicios de
protección, médicos y psicológicos; ii) no
monetarios: incremento de la morbilidad,
mortalidad, dolor y sufrimiento; iii) efectos
económicos multiplicadores: reducción
del rendimiento en el trabajo (mujeres víc-
4 Artículo 4. Se entiende por violencia en la familia o doméstica la agresión física, psicológica o sexual, cometida por: 1) El
cónyuge o conviviente; 2) Los ascendientes, descendientes, hermanos, parientes civiles o afines en línea directa y colateral; 3)
Los tutores, curadores o encargados de la custodia.
223
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
timas) y en la escuela (los niños que sufren
violencia doméstica son más propensos a
repetir el grado en la escuela); iv) efectos
multiplicadores sociales: el impacto intergeneracional de la violencia erosiona el caRECUADRO 6.3
Palabras de niños, niñas y adolescentes
sobre la violencia en el hogar
“Mis papás paran peleando”.
“A veces mi papá la molesta a mi mamá”.
“Hay días que están buenos y hay días que están malos”.
“Me pega, a veces con cable”.
“A veces me pegan, a veces me dicen “te voy a pegar” porque a veces él me dice “pásame una llave” y yo no sé, y él me
dice “te voy a pegar” y no me pega… él se olvida”.
“Ese rato los dejamos de querer porque cuando le pegan así
a mi hermano, me dan ganas de llorar. A mí me da pena que le
peguen. Cuando nos pegan, yo les cuento a mis abuelitos y
mis abuelitos los retean a ellos... Yo les cuento a mis tías.”
Grupo focal de niños y niñas entre 8 y 9 años,
Porvenir, Pando
Mi padre era malo con mi madre, la ultrajaba, todo, la dejaba
sin comer, dice.
Mi madre todo su sueldo que ella recibía él se lo quitaba. Algunas veces los padres son malos. Y mi padre le pegaba e incluso intentó matarla, la apuñaló y le quebró una costilla de tanto darle patadas y puñetes. Después de más de seis años, él
volvió. Según él, había cambiado, pero, como le digo, él nunca
cambió y nunca va a cambiar. Seguía borracho y le quiso alzar
la mano a mi madre, ya usted en su caso y yo en mi caso no vamos a dejar que mi padre le maltrate a mi madre, siendo grandes y pudiendo defender a mi madre, entonces a mi padre yo
no le alcé la mano, le alcé la voz, eso sí, porque los padres para uno es sagrado tocarlos. Yo le dije a mi padre que eso no me
gustaba y lo agarré y mi padre me dijo: “Cojudo de mierda, vos
sos alcahuete de tu madre”.
Cuando uno está bien, mi madre se enorgullece. No me avergüenzo porque si mi madre me da wasca es porque ella me
quiere. Así como me siguen dando wasca desde viejo, a veces
uno sigue haciendo cosas que no debe. Ella tiene el derecho y
la razón de protegerme hasta el último día.”
Historia de vida de un adolescente de 17 años,
Porvenir, Pando
224
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
pital social, incide en las relaciones interpersonales y en la calidad de vida. Sin lugar a dudas, la violencia doméstica contra
niños y mujeres es la forma de violencia
más comúnmente ignorada y ocultada con
muchos argumentos que justifican este
brutal ejercicio de poder. Por ello, las mujeres y los niños tienen derecho a la protección del Estado incluso dentro de su ámbito familiar.
“Hace tiempo no llevo wasca… Porque hago
travesuras… Cuando ella me compra ropa a
mí siempre me gusta cortarlo o ensuciarme
mi ropa blanca. Pero no, ella no me da mucha
wasca, sólo me retea, pero las retadas duelen
más que la wasca… Porque la wasca le duele
al ratito, de ahí usted se olvida. En cambio, la
reteada... queda en la mente y usted cuando
lo recuerda, le duele dentro de uno.”
Grupo focal, niños entre 10 y 14 años,
Porvenir, Pando
Según datos de la encuesta realizada a niños y
adolescentes en el Diagnóstico y abordaje del
maltrato en Bolivia (Ministerio de Desarrollo
Sostenible, 2000) se encontró para el grupo
de niños, niñas y adolescentes entrevistados, entre 10 y 18 años, que uno de los mecanismos psicológicos más utilizados por
los padres es expulsar a los hijos de la casa
(50%), reñirlos (45%), insultarlos (44%),
gritarles (43%), prohibirles las salidas (41%)
y no darles de comer (37%), ver Gráfico 6.2.
Sin embargo, la frecuencia de las formas de
maltrato varían en función al grupo de edad;
por ejemplo en el grupo de 10 a 12 años de
edad, las llamadas de atención más comunes son “ser insultado” (37%) y “ser reñido”
(38%). El grupo de edad que más sufre la
presión psicológica es el de 13 a 15 años,
pues las distintas formas de maltrato psicológico afectan a entre el 45% y el 58% de los
entrevistados. Las formas más comunes de
maltrato son ser “botados de la casa” (58%)
y “no recibir comida” (54%). Finalmente,
en el grupo de 15 a 18 años, la forma más
común de violencia psicológica es el ser “botado de la casa” (45%).
En cuanto a la violencia física, el estudio re- GRÁFICO 6.2 Formas más comunes de maltrato psicológico
vela que seis de cada diez niños sufren
según niños, niñas y adolescentes
agresiones físicas en sus hogares. Las mode 10 a 18 años (1997)
dalidades más frecuentes son los azotes
con correa o chicote y el uso de piedras y 60%
50%
palos. El Gráfico 6.3 muestra la distribu- 50%
45%
44%
43%
41%
ción de las formas más comunes de mal- 40%
37%
trato físico utilizadas por los padres al gru30%
po de niños entre 10 y 18 años. Los dos
20%
mecanismos más frecuentes son los golpes con chicote o correa (53%) y los golpes 10%
provocados con palo o piedras (28%). Es- 0% Botan
Gritan Prohiben salir No dan
Riñen
Insultan
Comida
de la casa
tos mecanismos no varían significativamente entre grupos de edad, aunque los Nota: Todos los niños, niñas y adolescentes encuestados respondieron a
más pequeños, entre 10 y 12 años, son los cada una de las seis opciones citadas.
Fuente: Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación, 2000.
que sufren el castigo físico con chicote o
correa en mayores proporciones que sus
pares entre 13 y 18 años. De acuerdo a los GRÁFICO 6.3 Formas de maltrato físico según niños, niñas
datos obtenidos por la Encuesta de juventuy adolescentes de 10 a 18 años (1997)
des en Bolivia (Ministerio de Desarrollo
Sostenible, 2003), el 66% de los niños y ni53%
Chicote-correa
ñas de 10 a 12 años, considerados preadolescentes, declaraban haber sido víctimas
de agresiones físicas dentro de su casa. El
1,2% señaló que soportaba frecuentemente estas agresiones, el 35% en algunas oca3%
Sopapo
siones, y el 30% muy rara vez. En el caso
3%
Cuchillo
de los adolescentes, entre los 13 y los 18
3%
años, el 36% señalaba haber sufrido agre- Patada o puñeta
7%
Jalón de oreja
siones físicas.
23%
8%
Manguera
Patrones de violencia
culturalmente aceptados y que
se reproducen en el tiempo
Como una aproximación a los patrones de
violencia ejercida contra los niños, en la
Encuesta de Demografía y Salud (ENDSA,
2003) se indagó sobre el recurso de la violencia en el hogar y la forma en que se ejercía el castigo en la infancia de la persona
entrevistada. El informe final de la encuesta establece que “la violencia es un mal que
se reproduce en todos los medios donde se
presenta y que por tal razón los agresores
de hoy han sido, en una gran mayoría, las
víctimas del pasado; en consecuencia las
víctimas de hoy son potenciales agresores
en el futuro”.
Palos-piedras
Fuente: Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación, 2000
Los datos que se encuentran en el informe final de la ENDSA (2003) son limitados y sobre este tema sólo se han publicado algunos resultados de los hombres entrevistados. Se encontró que apenas el 10,3% no
había sido castigado durante la niñez. El
78% de los hombres entrevistados señaló
haber recibido golpes de chicote o correa,
el 19,6% gritos o insultos, el 11% jalones
de oreja y al 11,3% se le había prohibido algo que le gustaba5. Las principales diferencias respecto a estos datos promedio se
dan en el grupo de hombres de 15 a 19
años, de los cuales el 21% soportó jalones
de orejas y el 25% gritos e insultos.
5 La persona entrevistada podía contestar más de una opción, por lo que los datos no suman 100%.
225
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Por área geográfica, es interesante observar
que Tarija es el departamento que presenta
mayor incidencia en todas las formas de
castigo; el 19% de los hombres recibieron
palmadas o sopapos, el 30% jalones de
orejas, el 18% golpes con manguera, el
41% gritos e insultos, el 39% prohibición
de algo que les gustaba, el 24% más trabajo. Sólo el 5,8% señaló no haber recibido
castigos. Algo similar sucede en la ciudad
de El Alto, donde el porcentaje de eventos
también es más elevado que el promedio,
aunque con una menor incidencia que en
el departamento de Tarija. A medida que
aumenta el nivel de instrucción, el tipo de
castigo más utilizado es el de la prohibición de algo que les guste (24%).
“A los hijos hay que castigarlos, la letra entra
con sangre, hay que educarles”
Grupo focal, madres entre
45 a 65 años, El Alto
Depende del hijo, si el hijo se comporta mal,
la Biblia dice que no hay que negar la huasca, o sea, la varilla, porque si vos haces algo
malo tienen que castigarte, si vos pones los
oídos sordos y no quieres escuchar a tus padres, te van a pegar, pero si vos haces todas
las cosas bien no te van a pegar, no tienen
por qué pegarte si haces las cosas bien.
Grupo focal, adolescentes entre
15 y 17 años, Santa Cruz
La idea que tienen sobre el niño o niña muchos padres de familia, especialmente
aquellos que maltratan, está asociada con
la “incapacidad” de comprensión. Se concibe que el dolor es la fuente básica del
aprendizaje; si no sienten dolor no comprenden, no internalizan la norma. A partir
de este concepto construyen su racionalización y justifican su comportamiento. Con el
objeto de indagar sobre el uso de la violencia para la resolución de problemas, en la
encuesta también se preguntó sobre cuatro
motivos que justificarían que los padres o
madres apliquen castigos corporales a sus
226
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
hijos. El 51% de los hombres entrevistados
lo justifica cuando son desobedientes, 45%
cuando los hacen renegar, 37% cuando no
cumplen o llega tarde a casa. El 24% está
de acuerdo con las cuatro opciones.
“Mal es cuando nos retean, nos dan wasca.
Bien es cuando nos abrazan, nos acarician.
Entonces tenés de todo en tu casa. Tenés
abrazos, tenés caricias, tenés wasca… está
equilibrado. Cuando me porto mal, ella me
pega, pero cuando no hago nada ella no tiene
por qué pegarme.”
Niño entre 10 y 14 años,
Porvenir, Pando
El maltrato forma parte de la vida cotidiana y
muchos niños, niñas y adolescentes los
asumen como algo natural. De esta manera, éstas prácticas se legitiman en procesos
simbólicos construyendo significados que
se objetivan socialmente y se internalizan
en la subjetividad de los adultos y de los niños y niñas a través del lenguaje y en la rutina diaria.
De acuerdo con los datos obtenidos por el
Diagnóstico y abordaje del maltrato en Bolivia, el 75,8% de los encuestados varones
consideraban que los castigos que les imponían sus padres eran buenos porque sirven
para la educación y la disciplina (52,9%),
porque quieren lo mejor para ellos (9,7%) y
los hace reflexionar (10,2%). En el caso de
las mujeres, el porcentaje es menor, alcanzando a 48,2%, 10,6% y 7,3%, respectivamente. El 24,45% de las mujeres sostiene
que los castigos son malos porque no hay
entendimiento (7,3%), es maltrato físico y
psicológico (7,4%) y no debería darse castigo (4,9%), principalmente.
Finalmente, al desagregar estos datos por
grupos de edad se encuentra que la mayoría (77,1%) considera el castigo como algo
positivo, y esta valoración se hace más pronunciada a medida que aumenta la edad
del grupo, interpretándose este resultado
como la reproducción de la cultura, ya que
el 27,6% de los más pequeños considera
que el castigo es malo.
tadas y el 2,2% de los hombres según la
Los altos niveles de prevalencia del maltrato
Encuesta de Juventudes (Ministerio de
infantil muestran que prácticamente no
Desarrollo Sostenible, 2000). Llaman la
existe ningún espacio social libre de vioatención, por su magnitud, datos como el
lencia. La familia, la escuela, la calle y el
del departamento de Oruro, con una inciámbito laboral son espacios donde los nidencia del 19,7%, y de Challapata, con el
ños, niñas y adolescentes viven cotidiana42,3% de las mujeres.
mente diferentes formas y expresiones de
maltrato. En el diagnóstico mencionado Los datos correspondientes al Diagnóstico y
Abordaje del Maltrato en Bolivia (Ministeanteriormente, se observó que existe viorio de Desarrollo Sostenible, 2001), señalencia en la escuela, la cual se expresa en
lan un porcentaje similar de violencia sediferentes formas, ya sea a través de gritos,
xual a nivel agregado, alcanzando la idenla ridiculización, la humillación o los goltificación de 3,3% de casos tanto en los
pes. Si bien un 40% señala no haber sufriámbitos familiares como laborales y edudo forma de maltrato psicológico alguna,
cativos. Los ámbitos en los que las mujeres
el 43% señala que alguna vez ha soportado
son más vulnerables son el trabajo y la cagritos, el 47,8% declara haber sido ridiculisa, habiéndose presentado en las escuelas
zado y el 48,3% haber sido abusado. Las
casos únicamente contra mujeres. En
personas señaladas como principales rescambio, los hombres son más vulnerables
ponsables son los profesores en alrededor
en el ámbito laboral. El acoso sexual es
del 50% de los casos, los directores en el
otro problema que se presenta más en el
15% y los propios compañeros de colegio
ámbito laboral, aunque no deja de ser sigen un 20%. De acuerdo con el mismo estunificativo en el hogar y la escuela para amdio, el maltrato físico en la escuela se obbos sexos.
serva con mayor claridad en las ciudades
de La Paz (donde el 17,3% de los niños y Sin embargo, por consideraciones expuestas
más adelante, los datos referidos a casos
niñas encuestadas manifestaron haber reen el hogar se consideran subestimados,
cibido alguna agresión), Cochabamba
ya que la asimilación de la violencia sexual
(22,5%) y en Santa Cruz (15,4%). Las priny su denuncia en el ámbito familiar es más
cipales formas de agresión física son los
compleja.
golpes en la mano (48,1%) a las mujeres y
con palos (45,4%) a los hombres.
Actores y cómplices de la violencia
sexual: una forma de violencia
invisibilizada
La violencia sexual perpetrada contra niños,
niñas y adolescentes es una de las formas
más invisibles de violencia. En muchos casos, este tipo de violencia es ejercida por
los padres, tíos o padrastros, casos en los
cuales los derechos de los niños se sacrifican para proteger a quienes cometen este
delito. No existen cifras oficiales que permitan apreciar la magnitud del problema.
Sólo se sabe que el 4,2% de los adolescentes y jóvenes de 13 a 24 años de edad declara que su primera relación sexual fue sin
su consentimiento o forzada, correspondiendo el dato al 7% de la mujeres encues-
La violencia contra la mujer
y la “ley del proveedor”
La ENDSA (2003) incluyó por primera vez un
módulo que abarca investigación sobre la
violencia doméstica. Se encontró que más
de la mitad de las mujeres (53,3%), que
habían estado casadas o convivían con sus
parejas, reportaron haber sido víctimas de
violencia psicológica de parte de su última
pareja, correspondiendo el 37% de los casos a insultos tales como “no sirves para
nada”, y la segunda causa (30%), a acusaciones de infidelidad. En el caso de la violencia física ejercida por la pareja, un porcentaje similar (54%) de las mujeres reportaron haber sido víctimas, principalmente
de empujones y jaloneos (48%) y golpes
con las manos y los pies (42%). Finalmen227
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
investigación sostiene que la autoridad de
te, en lo que se refiere a los casos de violenlos padres está refrendada por la llamada
cia sexual6 ejercida por la última pareja, el
ley del proveedor: quien garantiza las con12,3% de las mujeres entrevistadas resdiciones de la reproducción material del
pondió “alguna vez”, mientras que el 3%,
grupo familiar tiene la capacidad de exigir
“a menudo”.
a los demás la adhesión a su voluntad. La
Es importante resaltar que no existen dife“lealtad” y la indulgencia de las víctimas
rencias significativas en la proporción de
de estas situaciones se mantiene a través
mujeres que son víctimas de violencia sede mecanismos de chantaje, violencia físigún su edad, residencia, región, departaca, psicológica y sexual que hacen más
mento, grado de pobreza del municipio,
compleja su denuncia.
quintil de riqueza al que pertenece el hogar
o nivel de educación. Bajo todas estas cate- La investigación también tomó en cuenta la
etnografía de los casos de violencia sexual
gorías de análisis, el promedio de mujeres
en el proceso judicial, poniendo de manique declaran haber sido víctimas de viofiesto los prejuicios existentes en el sistema
lencia se encuentra siempre alrededor del
judicial. Al respecto, el trabajo señala que la
50%. Las dos únicas excepciones que se
víctima es, además, “víctima de una estrucubican marcadamente por encima del protura jurídica e institucional basada en la remedio son el estado conyugal, donde el
producción de un implacable poder patriar65% de las mujeres separadas o divorciacal, asentado sobre un dominio de clase y
das ha sido víctimas de violencia y por mucultura”. Esto se manifiesta en el desarrollo
nicipio, donde el 59% de las mujeres en el
del proceso de cada caso desde el momenmunicipio de El Alto señala haber sufrido
to inicial de la toma de las declaraciones y la
alguna agresión.
presentación de las evidencias al poner en
En los casos de violencia que se llegan a deduda la palabra y conducta de la niña contra
nunciar en instancias públicas, según dala supuesta “moralidad” del agresor.
tos recogidos en todo el ámbito nacional
por el Centro Juana Azurduy en la Guía de Ante la ausencia de un sistema judicial confiable y la lealtad obligada con el “proveeatención a víctimas de violencia (2005), se
dor”, la investigación también muestra la
estima que el 73% de los hechos ocurriecarga subjetiva de dolor y culpa que coloca
ron dentro de relaciones familiares y el
a la niña en la encrucijada entre denunciar
27% en el contexto extrafamiliar. Se pudo
o mantener sus lealtades filiales.
establecer que el 94% de las víctimas son
mujeres. De los 4.868 casos atendidos por La investigación identifica dos causas que
llevan a romper el silencio: cuando la vioeste centro en Sucre entre los años 2001 y
lencia sexual no se puede esconder porque
2003, el perfil predominante de la víctima
produce embarazo o cuando es demasiado
responde a mujeres de entre 17 y 36 años,
violenta y ocasiona hemorragias. Mientras
casadas o concubinas, con diversos niveles
ello no ocurra, los casos de violencia seeconómicos y de instrucción, y ocupadas
xual se mantienen dentro del ámbito prien labores del hogar, comerciantes minovado, donde las circunstancias en las que
ristas y estudiantes.
se presentan forman parte de la vida cotiPor su parte, la investigación Rompiendo sidiana. Cuando la violencia sexual es ejercilencios: una aproximación a la violencia se7
da por un desconocido (sólo el 9% de los
xual y al maltrato infantil en Bolivia (2005)
casos analizados), ésta suele ser una agreconsidera que la violencia sexual se produsión única y aislada, mientras que al ser
ce dentro de relaciones y estructuras de
perpetrada por conocidos, supone el ejerpoder y dominación que van más allá de lo
cicio repetido y continuo de la violencia.
estrictamente individual y psicológico. La
6 Este porcentaje corresponde a las personas que contestaron haber sido forzadas a tener relaciones sexuales.
7 Investigación realizada por Pamela Calla, Rossana Barragán, Cecilia Salazar, Teresa Arteaga y Carmen Soliz para la
Coordinadora de la Mujer y El Defensor del Pueblo con el auspicio de Unicef y la Embajada Real de Dinamarca (Salazar y otros,
2005).
228
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 6.4
Los callejones sin salida:
El destino de las niñas
“Me siento mal al ver que a mis hermanos
les falta para comer y mi madre, cada vez que
la veo, me hace sentir culpable y dice que por
mi culpa no hay plata para que mis hermanos
coman. Que dentro de poco tendrán que
vender la casa y que mis hermanos quedarán
en la calle. Yo me siento mal porque mi hermanito también me ha dado la espalda, me
botó de la casa. Yo le conté que papá me había violado y él me dijo que eso no importaba,
En suma, se puede señalar que “Las causas
de la violencia ejercida contra niños, niñas
y adolescentes tienen que ver con una
compleja trama de factores que actúan en
una relación dinámica y en muchos casos
establecen complementariedades que determinan grados mayores de interdependencia. La edad tanto de los padres como
de los niños, el sexo, el contexto etno-cultural, las condiciones socioeconómicas de
privación, las expectativas frente a los niños y niñas, entre otros, son factores determinantes” (Domic, 2005).
Consideraciones sobre el maltrato
de niños, niñas y adolescentes en
el ámbito laboral
que lo que importaba era que me había dado
de comer. Lo mismo me decía mi madre
cuando le reclamaba lo de mi padre. Fui a ver
a mis hermanos y no tenían qué comer. Eso
me parte el alma porque mi madre dice que
no tiene para comprar comida desde que mi
padre está preso. Eso me duele ver, tiene que
pagar abogado y no da para dar de comer a
mis hermanos.”
Testimonio recogido en Montero en
Calla et al (2005).
dores reportó haber sufrido maltrato psicológico, principalmente la indiferencia
(7,6%) y las reprimendas (5,8%). Los empleadores los amenazan con echarlos, los
amigos amenazan también, y la gente es
indiferente. Todos los agentes del maltrato psicológico utilizan el insulto, aunque
los niños —sobre todo aquellos entre 10 y
12 años— declaran que lo que más les
afecta es la indiferencia. En cuanto al maltrato físico, el 19% de los encuestados declaró haber recibido maltrato en su fuente
de trabajo. Quienes ejercen la violencia física son los amigos (20%), la competencia (18%), la gente (11%) y la policía
(11%) principalmente.
El trabajo familiar
Según UNICEF (2004), la privación material
de los niños, niñas y adolescentes es uno Durante los últimos años hubieron avances
para adaptar la conceptualización del trade los orígenes de la vulneración de sus
bajo de niños, niñas y adolescentes a la rederechos: la pobreza material facilita su
alidad boliviana. Según el informe compleexplotación en las peores formas de tramentario al Comité de Ginebra presentado
bajo infantil y su vulnerabilidad a la explopor el Gobierno boliviano en el año 2005,
tación sexual comercial es más alta. En
estudios sociológicos sobre el mundo rural
Bolivia, los niveles de pobreza de la poblaandino realizados en la última década
ción inciden de manera significativa en
muestran cómo las personas menores de
las condiciones de vida de muchos niños.
18 años están insertas en las actividades
En el ámbito laboral también se presentan
agrícolas y pecuarias de sus comunidades
casos de maltrato, aunque, según el estudesde que aprenden a caminar, asumiendio, la magnitud expresada puede ser medo, con el apoyo de sus padres, el cuidado
nor dada la cotidianeidad con la que coede los animales y casas, para posteriorxisten con este tipo de violencia. El 18%
mente pastorear y participar en el cultivo
de los niños, niñas y adolescentes trabaja229
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
de los productos para la subsistencia y, en Por su parte, los habitantes de las tierras bajas mantienen una estructura similar, con
escala muy reducida, la comercialización.
matices asociados a su forma de comLos hechos muestran que los menores ayprender la vida y la producción, pues esmaras y quechuas son agentes económitán determinadas por el entorno natural
cos y productivos; estas prácticas configuen que se desenvuelven. Estas zonas, geran sociedades de carácter colectivista,
neralmente húmedas y pantanosas, oblidonde priman la participación y la corresgan a sus habitantes a desplazamientos
ponsabilidad social.
permanentes y determinan unas práctiRECUADRO 6.5
cas sociales y productivas acordes con estas condiciones de vida. Por lo general se
dedican a la caza, pesca, recolección y
La pobreza, un factor de
otras actividades de carácter reproductireproducción de la violencia
vo. Las personas menores de 18 años se
“Las familias unánimemente viven en la pobreza severa, miseria, miseria, ¿no? Ése es el gran problema. Como resultado
insertan en las actividades junto a sus pade esto, hay muchos niños trabajadores, muchísimos, niños y
dres de acuerdo con la edad y sus condiniñas. Son niños y niñas que tienen que salir a mantener a su faciones físicas y mentales.
milia. Generalmente trabajan en los mercados, limpiando viTambién existen diferencias entre los niños
drios de los autos, como lustrabotas, de muchas maneras.
que viven en las zonas urbanas, pues aparTambién la prostitución infantil.
te de las evidentes diferencias de clase, en
Están pues niños sin sus papás, progenitores, ¿no? Y la seeste contexto social se manifiestan asigunda razón es porque hay muchas mamás que están emimismo las diferencias étnicas, sobre todo
grando al extranjero. En esta zona es muy grande la emigra“cuando se observa en las grandes ciudación, muy masiva. Hay una amalgama de gente muy grande en
des, numerosos conglomerados humanos
un terreno muy pequeñito porque las casa son muy pequeñas.
que habitan los cinturones de pobreza”
De aquí deriva un problema infantil muy grave que es la siguien(Ministerio de Desarrollo sostenible,
te: que los niños y las niñas conviven con sus tíos, con sus pri2004). El desarrollo de actividades productivas en el ámbito del comercio y servimos, con sus papás, en la misma cama. Entonces las experiencios está ampliamente difundido en famicias sexuales son desde muy temprano, desde los seis años
lias de bajos ingresos y que habitan en árelas niñas, los niños de seis años de siete años ya son abusados
as periurbanas o en empleos de trabajadopor el tío, el primo, el papá. Otro problema muy importante, suras del hogar o familiares sin remuneramamente importante, son los maltratos. Los maltratos infantición de aquellos niños y niñas que migran
les son muy generalizados y muy brutos, brutales, derivados
del área rural.
de muchas cosas, ¿no? Derivados de los padrastros, de las
En suma, si bien se reconoce la amplia partimadrastras. Hay mucho cambio de parejas, los castigos son
cipación de niños, niñas y adolescentes en
brutales por cosas que a veces son simples travesuras de los
los procesos productivos familiares o en taniños. En general, eso es continuidad de lo que los papás hiciereas reproductivas y domésticas, estas acron con ellos. Hay muchos niños que son obligados a prostituirtividades no son consideradas culturalse o a trabajar para el mantenimiento de la familia. Si no vienen
mente como explotación laboral. Por ello,
con una cantidad de dinero a la noche, el papá le dice que se
se debe velar porque el ejercicio de estas
vayan a trabajar, y que me tienes que traer 20 bolivianos. Los niactividades no vulnere la salud ni la digniños de hace 10 años tenían mucho más que ahora, porque sus
dad de los menores y que no les impida
papás tenían trabajo. Santa Cruz hace diez años tenía mucho
ejercer otros derechos, como la educación,
dinero, había mucho empleo, corría mucho dinero. Es muy cola recreación y la participación.
mún la mamá que sufre maltratos, pero maltratos brutales de
En cambio, el desempeño de determinados
su marido por sus hijos, por no alejarse de sus hijos, sufre brutrabajos bajo explotación laboral, así cotalidades, brutalidades que uno no se puede ni imaginar.”
mo la violencia sexual comercial, violan
los derechos fundamentales de los niños
Testimonio, adolescente, Plan 3000, Santa Cruz
establecidos en los convenios internacio230
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
nales y las leyes nacionales8, dado que pollegan producto de una infancia caracterizada por la violencia en sus familias, el
nen en riego su salud, la educación y el
abuso sexual y la insatisfacción de sus nedesarrollo físico, moral y social. Tres estucesidades básicas.
dios de caso realizados por UNICEF y la
OIT ilustran las condiciones y característi- Un estudio realizado por la OIT y UNICEF
(2004 c) en las ciudades de El Alto, La Paz,
cas del trabajo infantil y la explotación seCochabamba y Santa Cruz establece que la
xual comercial en Bolivia, revelando un alviolencia sexual comercial contra niños, nito grado de exposición a trabajos de alto
ñas y adolescentes no es un fenómeno nueriesgo. Esta sección caracteriza la particivo en Bolivia pero que tiende a crecer y
pación infantil en las peores formas de exconsolidarse. Establece que “cientos de niplotación, ilustrando la precariedad mateños, niñas y adolescentes en lenocinios,
rial, el atropello a su dignidad y el maltrawhiskerías, moteles y alojamientos, en la
to al que están expuestos.
calle e incluso en domicilios particulares
son víctimas de esta actividad ilícita que
Sobre las peores formas
anula su condición de personas”. Este estude trabajo infantil
dio estima que alrededor de 1.453 niñas y
adolescentes de entre 11 y 17 años en estas
Violencia sexual comercial9
cuatro ciudades son víctimas de la violenSegún la declaración del Congreso Mundial
cia sexual comercial. Aunque en su mayocontra la Explotación Sexual de Niños/as
ría se trata de niñas y mujeres adolescende Estocolmo 1996, “la violencia sexual cotes, se ha detectado algunos casos de niños
mercial contra niños, niñas y adolescentes
y adolescentes varones. Mientras que en
es una violación fundamental de los dereSanta Cruz, por cada mil niñas y adolescenchos de la niñez. Abarca el abuso sexual
tes existen aproximadamente dos en situapor parte del adulto, e incluye remuneración de explotación sexual comercial; en
ción en dinero o en especie para la/el nilas ciudades de Cobija, Guayaramerín y Yaña/o u para una tercera persona o persocuiba10, la tasa de menores explotadas sexualmente es de casi siete por mil.
nas. El niño o niña es tratado/a como un
objeto sexual y como mercancía. La explo- Como señala el estudio, las causas de este fenómeno son complejas. La situación de
tación sexual comercial de la niñez constipermanente carencia económica; los protuye una forma de coerción y violencia
cesos de desintegración familiar, estrechacontra ésta, equivale al trabajo forzoso y
mente relacionados con las graves limitaconstituye una forma contemporánea de
ciones económicas, matizados por situaesclavitud”.
ciones de carencia afectiva que se asocian
Según Mercado y Zurita (2001), hablar de excon el maltrato en sus diferentes expresioplotación sexual de niños, niñas y adolesnes y culminan con la ruptura y el abandocentes es referirse a una situación que se
no del hogar de miles de niños, niñas y
adueña, de manera violenta, de la vida de
adolescentes; la falta de espacios de creciestas personas, alterando su normal desmiento humano de oportunidades; la auarrollo a partir del uso indiscriminado de
sencia del reconocimiento y respeto de la
su cuerpo y del abuso de su situación de inidentidad y derechos de niñas, niños y
defensión. Esta situación , lejos de ser una
adolescentes en proceso de formación y
opción de vida, es un callejón sin salida al
desarrollo hacia la autonomía y que, por
que muchos niños, niñas y adolescentes
8 Las leyes internacionales violadas son la Convención de los Derechos del Niño (1989) y el Convenio 182 de la Organización
Internacional del Trabajo (1999). Las leyes nacionales son el Código del Niño, Niña y Adolescente (2000) y la Ley General del
Trabajo.
9 Esta sección ha sido elaborada sobre la base de la investigación de OIT y UNICEF titulada: La niñez clausurada. La violencia
sexual comercial contra niñas, niños y adolescentes en Bolivia (2004c).
10 La investigación se hizo extensiva a ciudades fronterizas en una segunda parte, entre octubre y mediados de noviembre de
2003.
231
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
esta razón, requieren de atención y protec- Todos estos factores concurren en la problemática y consolidan la presencia creciente
ción especiales; una cultura de violencia,
de la prostitución como institución, afecmachismo y consumo; y la ausencia de potando bajo la forma de violencia sexual colíticas económicas y sociales que incorpomercial a niñas y adolescentes menores de
ren programas de prevención y atención.
18 años. Está relacionada con la organizaUna investigación sobre violencia y explotación de servicios sexuales para los homción sexual de niños, niñas y adolescentes
bres, con la publicidad de una gama difeen América Latina (Dávalos,) señala entre
renciada de servicios a través de los melas causas más importantes a la pobreza y
dios de comunicación y con la exaltación
la violencia. “Son las más pequeñas quiede la obtención del placer. Según los autones con mayor frecuencia indicaron en la
res del estudio, actualmente en Bolivia se
encuesta que se escaparon por la violencia
puede hablar de una industria del sexo en
y que la necesidad de sobrevivir posteriorla que los “clientes” se convierten en abumente las impulsó a ingresar en la prostitusadores de menores de edad y en torno de
ción. Otras causas identificadas fueron las
ellos se ha organizado una serie de mecarespuestas relacionadas con la necesidad
nismos mediados por el dinero para satisde conquistar la independencia, experifacer su demanda, protegerlos y mantementación o decepción amorosa, quienes
nerlos en la impunidad.
constituyen el 8,1%”. También se encontraron la existencia de mensajes que hacen Además del atentado contra la dignidad de
las personas, en los locales de prostitución
que las niñas hayan internalizado que su
se somete a las niñas y adolescentes a concuerpo no les pertenece, o que gracias al
diciones deficientes de higiene y salubrimismo podrían obtener alguna seguridad
dad. La relación con los propietarios es de
y reconocimiento de otras personas, por
abuso y en muchos casos de violencia físitanto puede ser rentable. El 20% de las enca. A pesar de ello, declaran mantener
trevistadas afirmó haber sido obligadas o
buenas relaciones con los patrones, contriinducidas a ingresar en la prostitución, cobuyendo así a la legitimación de esta actimo una forma de sacarlas de la pobreza y
vidad ilícita. La violencia en las calles expoviolencia de sus familias. Testimonios afirne a las niñas a mayores riesgos; en mumaron que la calle y la prostitución resulchos casos son golpeadas y forzadas a contan menos peligrosas y humillantes que la
sumir drogas y alcohol, y en otros casos las
violencia e indigencia en sus hogares.
consumen voluntariamente para “aguanPor otro lado, y particularmente la situación
tar”, y están frecuentemente expuestas a
de inequidad de género en sociedades coque les roben el dinero.
mo la boliviana genera una estructura patriarcal que definen formas de comportaHablé con el dueño del local para preguntarmiento que tienden a la desvalorización de
le si yo podía atender a los clientes para gala identidad de la mujer como persona. Así
nar más dinero. El me dijo que sí, pero con
se la reduce a un objeto sexual y a su papel
la condición de que primero esté con él pareproductor. En tanto que la socialización de
ra ver si podía hacer ese trabajo o no. Fue así
los varones responde a las ideas de poder,
como mi patrón abusó de mí, pero conseguí
dominio, agresividad y libertad sexual. A
el trabajo. Me fue más fácil porque ya había
ello se añade el papel de los modelos de sovisto cómo mis compañeras lo hacían.
cialización que objetiva y subjetivamente se
transmiten y recrean a través de los medios
Adolescente, 16 años, Guayaramerín, en:
de comunicación masiva, modelos de feminidad que se traducen en el consumo de roInvestigación sobre violencia sexual comerpa y cosméticos que banalizan la imagen de
cial en ciudades fronterizas, Unicef/OIT
la mujer como objeto de consumo.
2003.
232
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
El trabajo en la minería artesanal 11
“He empezado a trabajar desde mis siete
años. A los ocho, he trabajado moliendo mineral, concentrando. Después he empezado
a entrar a la mina ayudando a perforar a mis
hermanos. Es muy peligroso. Se entra como
caracol, hasta adentro… Pero más trabajo
moliendo, entro a la mina cuando necesito
para mis estudios.”
En los siete municipios12 donde se concentra
la minería artesanal se calcula que viven
215.900 personas y que los menores de 18
años representan el 46% de ese total. Se
estima que 3.800 niños trabajan en esta
actividad, lo que equivale al 10% de la población ocupada en la misma. La tasa de
participación más alta es del grupo de 14 a
Adolescente, 15 años, en
18 años, ya que el 56% de los niños en ese
OIT-UNICEF (2004 a)
tramo de edad participan en actividades
mineras, mientras que el 20% del grupo de Los centros mineros de los municipios anali10 a 13 años trabaja en la mina y la particizados se encuentran mayormente en la repación de los niños menores de 10 años algión andina, en zonas que a pesar de haber
canza al 13%.
dejado de ser polos de atracción de la poSegún el estudio, el trabajo infantil en la miblación, aún presentan importantes movinería artesanal13 se caracteriza por la partimientos de mano de obra. La organización
cipación de niños en las distintas etapas de
de la producción no responde a un solo pala producción en condiciones precarias e
trón aunque en estos municipios abundan
inseguras que violan sus derechos fundalas cooperativas. Las formas de organizamentales, pues afectan negativamente a
ción del trabajo infantil se caracterizan por
su desarrollo, limitan el tiempo dedicado a
el trabajo familiar no remunerado (49%) y el
la educación y comprometen el desarrollo
trabajo remunerado (dinero o especie) bajo
de sus capacidades básicas y, consecuenrelación de dependencia. El trabajo en las
temente, el futuro de sus capacidades de
minas permite a los niños aportar con el
agencia.
15% del ingreso familiar. El trabajo infantil
Los niños participan principalmente en las
en la minería artesanal es percibido famisiguientes actividades: cargar, trasladar y
liar y socialmente como parte de las resseleccionar minerales; lavado de desechos
ponsabilidades de las familias que no poseen busca de minerales; trabajo en interior
en recursos para la contratación de mano
mina o fuera ella como “relaveros” y “bade obra. El trabajo remunerado recibe una
rranquilleros”, actividades marginales
valoración en un sentido más económico.
normalmente destinadas a mujeres adultas y niños. Si bien el trabajo de los niños
“Yo soy la segunda de seis hermanos. Empesuele realizarse en la superficie, en algunos
cé a trabajar cuando era pequeña. Mis hercasos son requeridos para ingresar a los
manos trabajaban en el quimbalete. Yo ayuparajes más estrechos de la mina. En intedaba a sacar el agua, a cargar agua. Los días
rior mina, los niños generalmente desemde entrega de minerales era cuando trabajápeñan tareas como ayudantes y están altabamos más fuerte. A nosotros (los hermamente expuestos a la inhalación de gases
nos) no nos pagan, es un trabajo de familia
tóxicos, explosiones de dinamita y otros
para la familia.”
riesgos. En la bocamina trabajan también
en la venta de comida.
Mujer adolescente de 17 años en
OIT-UNICEF (2004 a)
11 Esta sección ha sido elaborada sobre la base de la investigación de OIT y UNICEF titulada: Buscando la luz al final del túnel.
Niños, niñas y adolescentes en la minería artesanal en Bolivia (2004a).
12 Estos municipios se encuentran en los departamentos de Oruro, Potosí y La Paz: Huanuni, Antequera, Siglo XX, Llallagua,
Potosí, Atocha, Colquechaca y Tipuani.
13 La “minería artesanal” se desarrolló principalmente en los últimos años, luego de la “relocalización” de los trabajadores mineros
de las minas estatales (D. S. 21060). Esta actividad requiere de una cantidad importante de mano de obra.
233
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
“grandes propiedades”16. En la zona exisLos implementos de trabajo utilizados en la
mina son el “quimbalete”14, la “lavadora” y
ten cuatro ingenios productores de azúcar:
los “reactivos”, instrumentos peligrosos
La Bélgica, San Aurelio, Guabirá y Unagro.
que exponen a los niños a múltiples riesLa región logra una producción anual de
gos de lesión. El trabajo en interior mina es
110 millones de dólares. Los ingenios azuclaramente identificado por los niños cocareros de Tarija, por su parte, se encuenmo de mayor riesgo pero es el que tiene la
tran en la provincia Arce y abarcan 12.000
retribución más alta. En muchos casos, los
hectáreas de cultivo, logrando una producniños afirman que el trabajo en interior mición anual de 15 millones de dólares.
na les permite costearse los estudios.
Entre los meses de mayo y septiembre,
35.000 personas pertenecientes a familias
“Antes trabajaba de todo, de voceador, de hecampesinas empobrecidas se trasladan
ladero, vendiendo periódicos, de ayudante de
temporalmente desde sus lugares de orialbañil. Pero mi papá ya estaba muy mal y
gen a los departamentos de Tarija y Santa
cuando su enfermedad empeoró me dijo que
Cruz para trabajar en la zafra de caña de
entrara en la mina… El trabajo es peligroso
azúcar. En el caso de Santa Cruz, aproximapor el gas, por el aire contaminado, que entra
damente el 50% de los zafreros y sus famial pulmón, entra la enfermedad que ya no se
lias provienen del mismo departamento, el
puede curar. Mi papá está enfermo por eso.
40% de Chuquisaca y Potosí y el resto de
En la mina se gana 40 pesos por día, y aquí
Oruro, Tarija y La Paz. En el caso de Tarija, el
afuera se gana 10 pesos nomás y eso no al66% proviene del mismo departamento,
canza porque somos seis en la familia.”
17% de Potosí y el resto de Chuquisaca.
Adolescente de 16 años en
Buscando la luz al final del túnel. Niños, niñas
y adolescentes en la minería artesanal
en Bolivia. OIT-UNICEF (2004a)
“Desde que tenía uso de razón, Elena recuerda que su papá iba a trabajar a la zafra de Bermejo. Durante un tiempo viajaba junto a su
madre y un hermano mayor, ella se quedaba
en la casa de una tía con sus hermanos menores. Una vez su papá le dijo que ella también
podía ir con ellos y ayudarlos como “cuarta”
(ayudante). Como en el pago no se puede trabajar en nada y los productos del campo no
valen [dice], me animé a ir con mi familia.”
Los niños y adolescentes en la minería artesanal combinan actividades de trabajo y
estudio, pues muchos de ellos se trasladan
de zonas rurales alejadas precisamente
con el objetivo de estudiar. La mayoría de
las personas que habitan los centros mineros artesanales apenas ha completado la
Historia de Elena, 13 años,
escuela primaria, la tasa de abandono es
Bermejo en OIT-UNICEF (2004)
del 85% en la secundaria frente al 6% en
la primaria.
Parte de esta migración estacional está compuesta de niños (alrededor de 10.000) que
Niños, niñas y adolescentes en la zafra 15
deben abandonar la escuela para dedicarse temporalmente a esta actividad econóEn Santa Cruz son nueve los municipios de
mica de manera directa o indirecta o simlas provincias Andrés Ibáñez, Warnes, Sara
plemente acompañando a sus familias pay Santiesteban los que se dedican a la zafra
ra vivir en condiciones extremadamente
de caña de azúcar. Las plantaciones de caprecarias. Se instalan hacinados en vivienña en esta región abarcan unas 78.000 hecdas colectivas, donde duermen y cocinan,
táreas, el 65% de las cuales corresponde a
y el trabajo involucra la participación de to14 El quimbalete es una piedra en forma de medialuna que puede llegar a pesar hasta 60 kilos. Se la utiliza para moler el mineral.
15 Esta sección ha sido elaborada sobre la base de la investigación de UNICEF y OIT titulada: Caña dulce, vida amarga. El trabajo
de los niños, niña y adolescentes en la zafra de la caña de azúcar, (2004).
16 Más de 50 hectáreas.
234
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 6.6 ¿CÓMO INTERVENIR EN LA ERRADICACIÓN DEL TRABAJO INFANTIL EN LA MINERÍA?
CARE: “Combatiendo el Trabajo
infantil a través de la educación
en Bolivia”
El proyecto tenía el objetivo de erradicar
las “peores formas de trabajo infantil” en el
altiplano boliviano. Cuatro años de operación del programa estarían abocados a dirigir recursos hacia dos municipios Llallagua
y Potosí en distritos mineros de estaño para
reducir la elevada participación de los niños
y niñas en actividades peligrosas. De acuerdo a estimaciones existen 15.000 familias
en actividades mineras en el área del proyecto, de las cuales la mayoría envía a niños
y niñas al trabajo en las minas en condiciones que arriesgan su vida y salud (OIT-UNICEF, 2004 a).
CARE Bolivia en colaboración con el Centro de Promoción Minera (CEPROMIN) propone mejorar la situación del trabajo infantil
llamando a una participación activa de la
ciudadanía en la tarea de erradicación de
“las peores formas de trabajo infantil” a través de los recientemente creados Consejos
para la Movilización de la Comunidad
(CCM) con campañas de educación a los
padres acerca de los peligros del trabajo infantil y la importancia del cumplimiento de
las leyes que prohíben la explotación de niños y niñas.
La participación en el trabajo minero impide la matriculación y permanencia de los niños y niñas en la escuela, y es perjudicial en
el aprendizaje de aquellos que sí asisten (los
niños se ausentan frecuentemente de la escuela, llegan cansados luego del trabajo en la
mina, y están frecuentemente enfermos). En
síntesis, existen externalidades importantes
del trabajo infantil en las posibilidades y calidad de la acumulación del capital humano.
Cerca de 25.000 niños y niñas asisten a las
52 escuelas primarias de los distritos mineros de Potosí y Llallagua.
Serán las “juntas escolares” (asociaciones
entre padres y maestros) las encargadas de
velar por que todos los niños y niñas en edad
escolar sean matriculados y asistan a la escuela. Si se pretende la erradicación permanente del trabajo infantil y que las escuelas
respondan universalmente a las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, deberá existir un monitoreo de la situación; por lo
tanto es fundamentalmente necesaria una
cuantificación precisa acerca de la magnitud
y naturaleza del trabajo infantil y mejores
perfiles de desempeño de estudiantes,
maestros y escuelas.
Con el apoyo de CEPROMIN, CARE establecerá y validará sistemas de contabilidad
demográfica y educacional. Estos sistemas
monitorearán la incidencia de la participación de los niños y niñas en la minería, identificará la calidad de los servicios educativos y proveerá información válida en la cual
sustentar políticas locales y nacionales. La
estrategia de implementación de objetivos
de CARE asume que el Ministerio de Trabajo carece de la capacidad, inclinación y recursos para proteger a los niños de las inclemencias del trabajo peligroso.
Fuente: http://www.care.org/careswork/projects/BOL063
dos los miembros de la familia. Los adultos
temperaturas extremas y en un hábitat
desconocido y peligroso.
y varones jóvenes mayores de 18 años son
los zafreros que se encargan de cortar y En ambos lugares sólo los varones mayores
de 18 años son reconocidos por los propietransportar la caña de azúcar. Los niños, nitarios y contratistas. Esta situación invisibiñas y adolescentes la pelan y la amontoliza parte del trabajo de niños y mujeres
nan. Las mujeres, niñas, adolescentes y
que sólo es reconocido como de “apoyo”.
adultas combinan estas tareas con las laboEn los acuerdos laborales intervienen exres del hogar. Además de abandonar la esclusivamente los varones, a menos que no
cuela, el trabajo en la zafra de azúcar supoexista ninguno en la unidad familiar.
ne jornadas de doce horas, soportando
235
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
“En todo el día corto unos veinte jaeces (mon- El abandono de la escuela es muy común entones). Aquí corto caña con mi padrastro. No
tre los niños que trabajan en la zafra. La sise cuánto pagan. Mi padrastro sabe, él cobra”.
tuación en Tarija es más dramática, pues el
90% de los niños que trabajan en la zafra
Carlos, 12 años, Santa Cruz en
no llegaron al quinto grado de primaria,
OIT-UNICEF (2004)
mientras que en Santa Cruz el porcentaje
alcanza el 50%. Gran parte de estos casos
El ingreso por los seis meses de la zafra, desde exclusión de la educación se explican
contando gastos de vivienda y retorno al lupor razones económicas. La expectativa de
gar de origen, es de 5.200 bolivianos en provolver a la escuela entre los niños que tramedio por hogar. Los niños y niñas son retribajan en Tarija es casi nula, mientras que
buidos en función a la distribución del traen Santa Cruz, ante la mayor posibilidad
bajo. Los niños, en general, declaran alredede acceso y las menores distancias, estas
dor de 200 bolivianos mensuales en Tarija;
expectativas se incrementan.
en Santa Cruz el pago es un poco mayor y
las mujeres declaran percibir la mitad de lo
Fui a la escuela hasta tercero básico, hace
percibido por los hombres. La mayor parte
cuatro años que ya no voy, desde que venide los niños trabajadores en la zafra no recimos con mi mamá… Este año quería volver
ben directamente el pago por su trabajo,
pero no hay plata, mi mamá sacó víveres (a
pues son los padres o responsables adultos
crédito) y no pudo pagar. Me gustaría volver
quienes se encargan de la distribución.
a estudiar, ser profesor.
“Más bien que aquí hay nomás trabajo. Allá
Roberto, 12 años, Santa Cruz,
de donde venimos no hay, nos dedicamos a
en Caña dulce, vida amarga. El trabajo de
carpir, a sembrar algo, pero casi no da. Aquí
los niños, niña y adolescentes en la zafra
dan una quincena que mi papá recibe, pero
de la caña de azúcar, (2004)
solo alcanza para los víveres, el contratista le
ha dicho a mi papá que al final de la zafra van En los centros zafreros, los niños viven en
a arreglar. Ojalá no lo engañen, porque el
condiciones de hacinamiento y sin acceso
año pasado lo engañaron.”
a servicios básicos. Los riesgos más frecuentes a los que se exponen en el trabajo
Sandra, 13 años, Santa Cruz,
son cortes con machete o con hojas de caen OIT-UNICEF (2004)
ña y picaduras de víbora. En las zonas cañeras, las postas de salud se concentran en
No existe un patrón de la percepción de los
los centros más poblados, limitando el acpadres con relación al trabajo de los niños
ceso a este servicio a los niños que viven
que pueda ser generalizado. Los empresaen áreas de población dispersa. También
rios declaran que la presencia de niños en
son frecuentes las enfermedades respirala zafra es responsabilidad de padres y tutorias, las diarreas y la desnutrición.
tores, ya que oficialmente no se reconoce
la contratación de niños para este trabajo.
Una vez me enfermé varios días con dolor de
cabeza y harta fiebre, aquí no hay medicinas.
“Nos levantamos a las cuatro o cinco de la
En el campamento los más chiquitos tienen
mañana, tomamos café y a las seis nos vagripe, puchichis [forúnculos], dolor de estómos a cortar caña. Cortamos más o menos
mago, diarrea y botan bichos.
hasta las seis de la tarde y nos dormimos a
las nueve o diez de la noche.”
Andrea, 13 años, Santa Cruz, en
Caña dulce, vida amarga. El trabajo de los
Gerardo, 12 años, Santa Cruz
niños, niña y adolescentes en la zafra de
en OIT-UNICEF (2004)
la caña de azúcar, (2004).
236
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
La responsabilidad del Estado
sobre la protección de los niños
El Código Niño, Niña y Adolescente establece medidas para la prevención y protección de los derechos del niño. Entre otras,
señala la creación de una instancia en el
Poder Ejecutivo responsable de la definición de políticas. Para una mayor coordinación con la sociedad civil, crea el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, así como comisiones departamenta-
les (relacionadas directamente con las
prefecturas) y municipales (relacionadas
con los gobiernos municipales. Asimismo, en complementación con otras normas nacionales, como la Ley de Descentralización Administrativa, de Participación Popular y de Municipalidades, en el
ámbito prefectural establece responsabilidades en los Servicios Departamentales
de Gestión Social, y en el ámbito municipal establece otra serie de responsabilidades, además de la creación de Defen-
RECUADRO 6.7
Observaciones y
recomendaciones del Comité
de los Derechos del Niño
al Estado boliviano
Protección: violencia, trabajo
infantil, explotación sexual y trata
Abuso y descuido, malos tratos y violencia:
El Comité observa que se han previsto nuevas medidas de protección legal en el Código del Niño, Niña y Adolescente, pero lamenta la falta de una política nacional clara para
hacer frente a esos fenómenos. Expresa su
profunda preocupación por el hecho de que,
a pesar de estar prohibido en el Código del
Niño, Niña y Adolescente, aún se recurra ampliamente al castigo corporal dentro de la familia y en las escuelas y otras instituciones
Trabajo infantil: El Comité acoge con satisfacción las medidas adoptadas para luchar contra las peores formas de trabajo infantil, en particular mediante la cooperación
con la OIT/IPEC, pero expresa su profunda
preocupación por la difundida práctica del
trabajo infantil y por la falta de políticas basadas en los derechos para proteger los derechos de los niños y adolescentes sometidos a trabajo infantil; el número considerable de niños empleados en el servicio doméstico, que se hallan expuestos a abusos;
y por los niños que trabajan en minas o en
plantaciones de caña de azúcar y en otras
condiciones peligrosas.
Explotación sexual y trata: Preocupa la
magnitud que alcanzan la explotación sexual
y la trata de niños para ésta u otras finalidades, en particular la explotación económica,
así como la falta de programas eficaces para
resolver este problema.
Niños en situación especial
En instituciones: Existe preocupación por
el gran número de niños separados de sus
padres que viven en instituciones (orfanatos), notando con preocupación que en algunos casos los padres colocan a sus hijos en
instituciones por razones económicas. Recomienda se adopten medidas eficaces para reducir la colocación de los niños en instituciones mediante esfuerzos debidamente
orientados a devolverlos a sus padres, así
como reforzando y apoyando el sistema de
los hogares de guarda y, cuando proceda, la
adopción en el país.
Viven en la cárcel: El Comité reitera su preocupación por la situación de los niños que
viven en la cárcel con uno de sus padres y
por las condiciones de vida de esos niños,
así como por la manera de reglamentar los
cuidados que se les dispensan si son separados de sus padres en la cárcel. Recomienda que se elabore y aplique directrices claras
sobre la colocación de los niños en los casos
en que se considere que ello corresponde al
interés superior de esos niños (en atención,
por ejemplo, a su edad, la duración de la es-
237
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
tancia, su contacto con el mundo exterior y
su circulación dentro y fuera de la prisión) y
que vele por que las condiciones de vida de
esos niños en la cárcel sean adecuadas para
su desarrollo. Recomienda además que se
prevea y ponga en práctica un sistema alternativo y adecuado de tutela para los niños
sacados de la cárcel, que se supervise periódicamente y permita a los niños mantener relaciones personales y un contacto directo
con sus padres que se hallen en la cárcel.
Viviendo en situación de calle: Observa el
aumento del número de niños que viven en la
calle y recomienda que se intensifiquen esfuerzos para prestar asistencia, en particular
atención sanitaria; servicios de reintegración
para los casos de malos tratos, abuso sexual
y uso indebido de sustancias; servicios para
la reconciliación con la familia; y educación,
en particular formación profesional y preparación para la vida cotidiana. Recomienda
que se coopere y coordinen esfuerzos con la
sociedad civil y se realice un estudio de la naturaleza y magnitud del problema.
En conflicto con la ley: Acoge con satisfacción las mejoras legislativas introducidas en
la normativa. Sin embargo, preocupan las
deficiencias que aún adolece el sistema de
justicia de menores: falta de alternativas
apropiadas para la prisión preventiva y otras
formas de detención; las condiciones de vida deficientes de los menores detenidos en
las comisarías u otras instituciones; la duración de la prisión preventiva y el hecho de
que menores de 18 años se hallen detenidos
con adultos.
sorías Municipales de la Niñez y la Adoque, entretanto, se aplican a los niños y nilescencia.
ñas que trabajan la protección y las dispoComo reconoce el Comité de los Derechos
siciones previstas para los adolescentes
del Niño, el Estado boliviano ha tomado
trabajadores17.
medidas que muestran en la protección Asimismo, se encuentra en aplicación el
de los derechos del niño. Por ejemplo, el
Plan de Erradicación Progresiva de las Peartículo 126 del Código Niño, Niña y Adoores Formas de Trabajo Infantil 2000lescente establece que la edad mínima pa2010, dirigido especialmente a los niños,
ra trabajar es de 14 años, y que los empleniñas y adolescentes que trabajan en la
adores deben garantizar que el trabajo
zafra, minería, recolección de castaña, nidesarrollado por el adolescente no perjuños en casas de terceros y explotación sedique su salud física y mental ni sus derexual, en atención a los convenios 138 y
chos a la educación y a la profesionaliza182 de la Organización Internacional del
ción. Asimismo, el artículo 133 del Código
Trabajo18, la suscripción de los países de
América Latina a estos Convenios se detaprohíbe el desempeño de trabajos peligrolla en el capítulo 2. Por otro lado, funciosos, insalubres o que atenten contra la dignan defensorías municipales en la mayor
nidad de los adolescentes, especificando
parte de los municipios, aunque el nivel
tales trabajos en los artículos subsiguiende atención no es el adecuado, dadas las
tes. Por último, en el artículo 2 de las dislimitaciones de los gobiernos municipaposiciones transitorias del código se señales para asignar recursos y contratar perla, como medida de excepción, que el Essonal capacitado.
tado, a través de las instancias correspondientes, debe implementar políticas públi- Sin embargo, la complejidad de las cuestiones relacionadas con la protección de los
cas progresivas para erradicar el trabajo
niños —desde el maltrato y violencia en la
de niños y niñas menores de doce años y
17 Informe Complementario del Gobierno de Bolivia al Comité de Ginebra para el periodo 1997-2004.
18 Estos convenios se refieren a la edad mínima para trabajar y a la erradicación de las peores formas de trabajo infantil.
238
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 6.8
Casos de violencia familiar
registrados por la Policía
Técnica Judicial
Según la Convención sobre los Derechos
del Niño, la responsabilidad de ocuparse de
los niños, niñas y adolescentes, en caso de
que los mismos carezcan de un entorno familiar, recae sobre el Estado, el cual está obligado a proporcionarles protección y una
asistencia especial (UNICEF, 2006). Si bien
un gran número de niños, niñas y adolescentes no reciben ningún tipo de atención y corren el riesgo de quedar excluidos de servicios esenciales para el pleno desarrollo de
sus capacidades y oportunidades, otro grupo denuncia y se hace visible frente a las autoridades para el respeto de sus derechos.
Al respecto, la siguiente gráfica muestra
los cinco mayores delitos que se comenten
en Bolivia contra los menores y la familia,
siendo el caso de violación el más repetido
durante los últimos siete años. Si bien los nú-
meros pueden ser alarmantes, se observa
que los mismos han disminuido conforme ha
pasado el tiempo. Cabe recalcar que las cifras corresponden a los casos registrados y
atendidos por la Policía Técnica Judicial
(PTJ) de Bolivia, por lo que no se debe entender las tendencias negativas solo como una
disminución de la violencia familiar en los últimos años, sino también como una disminución de los casos registrados o denunciados
por las víctimas.
Finalmente, un elemento que llama la atención es el incremento de los casos denunciados de lesiones contra la familia o el menor. A
diferencia de los otros delitos, parecería que
este tipo de violencia se hace más frecuente
a partir del año 2002. Al respecto, los niños
que sufren de este tipo de violencia no solamente dejan de disfrutar su infancia, sino
que también corren el riesgo de morir o sufrir
lesiones graves que pueden tener consecuencias para el resto de sus vidas.
GRÁFICO 6.4 Delitos contra el menor y la familia (1999-2005)
1400
Violación
1200
Rapto
1000
Abandono
de familia
800
600
Lesiones
400
Abandono de
mujer embarazada
200
0
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Fuente: Archivos Anuales de la Policía Técnica Judicial.
familia, la explotación laboral y violencia
sexual comercial, hasta la situación específica de niños en instituciones, acompañantes de sentencia, en conflicto con la
ley, entre otros— requiere de una clara
institucionalidad que se responsabilice de
normar y atender estos asuntos que ponen a la niñez en una situación de abandono y desprotección, los hacen vulnerables
a situaciones extremas y causan efectos
negativos permanentes en sus posibilidades de desarrollo.
239
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Imaginarios sociales
sobre niñez y familia:
Seis aproximaciones
a la realidad local
diferenciada
7
“En las últimas décadas hubo un giro, que se apoya en los cambios tecnológicos ocurridos a
lo largo del último siglo, a partir del cual la imaginación también pasó a ser un hecho social
y colectivo.”
Appadurai (2001)
¿
Qué significa ser niño en Bolivia?
tiene una larga tradición en la investiga¿Qué significados tiene la famición socio-histórica, impulsada por la obra
lia? ¿Quiénes la componen? Una
de Philippe Aries (1962) y continuada en
parte de estas preguntas ha sido
trabajos como los de Ramírez (1993), Morespondida en los capítulos prerant Deusa (1998) y otros. Alpízar y Bernal
cedentes, donde se revelan las
(2003) subrayan las fuertes implicaciones
condiciones cambiantes del desarrollo de
políticas de las diferentes conceptualizacapacidades, oportunidades y protección
ciones de la niñez: el uso de definiciones
de los niños, niñas y adolescentes en Boliesencialistas ubica a la gente en determivia a lo largo de 25 años y en diferentes
nados lugares sociales con acceso diferencontextos (familiares, demográficos, geociado a la toma de decisiones, a la autonográficos, económicos y sociales). En este
mía y a la posibilidad de desarrollo, mienCapítulo se recupera la dimensión subjetitras que la noción de la construcción social
va de las respuestas que confirman, por un
de las categorías posibilita un sujeto activo
lado, la importancia de las transformacioy capaz de transformar su vida y su entornes históricas familiares y demográficas y,
no social.
por otro, aportan con nueva información Los estudios etnográficos y lingüísticos perdesde las voces locales, de la comunidad,
miten conocer algunas de las definiciones
con historias de vida que trascienden la
y modelos de la niñez y la familia en comulectura cuantitativa.
nidades específicas. Por ejemplo, existe
A partir de Émile Durkheim (1996), los anuna extensa literatura sobre la familia y la
tropólogos y sociólogos han concebido a
niñez en la cultura andina, que generallas representaciones culturales y colectimente localiza a “la familia andina” en un
vas como realidades sociales objetivas
contexto rural-agropecuario que se rescaque merecen ser estudiadas con seriedad.
tan en Arnold (1998, 2001), Ortiz (1993) El
Appadurai (2001) arguye que “en las últiestudio de la familia y la niñez en los Andes
mas décadas hubo un giro, que se apoya
ha sido caracterizado por el creciente coen los cambios tecnológicos ocurridos a lo
nocimiento de la especificidad cultural de
largo del último siglo, a partir del cual la
lo que anteriormente algunos consideraimaginación también pasó a ser un hecho
ron “los hechos naturales”. Harvey (1998)
social y colectivo.” La voces y visiones de
analiza el discurso académico a partir de la
los adolescentes bolivianos revelan la capublicación de Parentesco y matrimonio en
pacidad para imaginar una pluralidad de
los Andes, notando que el debate sobre las
mundos, la que Appadurai considera una
realidades culturales de parentesco, sexo y
marca clave.
género fueron muy importantes para la anLos conceptos centrales, niñez y familia, tietropología andina. En contraste, no se tiene mucho material sobre la niñez en las conen significados y aplicaciones muy variamunidades étnicas del oriente boliviano,
das, por tanto es importante explicar en
ni sobre la especificidad de las familias de
qué sentido son conceptualizados en el
clase media y alta.
presente Capítulo. Entendemos a la niñez
y a la familia como construcciones históri- Describir la complejidad de las subjetividades sobre la niñez y la familia es importancas con expresiones materiales y valores
te para la construcción de políticas públique varían por cultura, clase y espacio y
cas, así como para orientar los discursos de
que cambian en el tiempo. Esta posición
243
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
variabilidades importantes, sin que esto
las autoridades y los profesionales que
implique una representatividad estadística
continúan basándose en conceptos que no
y menos considere la complejidad multison representativos de la complejidad de
cultural del país.
estas categorías1. Es importante resaltar la
literatura que habla de las subjetividades El Capítulo se estructura en cuatro ejes conceptuales: i) las formas de estructuración
de la infancia, la niñez y la familia entre los
familiar; ii) las prácticas cotidianas que
cuáles podemos mencionar a Cussianoconstituyen a la familia y la niñez; iii) las
vich (2003), Criales (1994), Domic (1999).
valoraciones y significados de la familia; y
El resultado (no deseado) es ignorar a las
iv) las concepciones y expectativas para el
familias que no caben en los modelos “insdesarrollo de los niños, niñas y adolescentitucionalizados” en las políticas y en los
tes. Este ordenamiento permite una aproservicios sociales del país, las que probaximación más organizada a la exposición
blemente son responsables de la crianza
de cada uno de los casos. Los instrumentos
de la mayoría de los niños bolivianos.
utilizados para la investigación cualitativa
Sobre la base de técnicas cualitativas, la inintentaron obtener respuestas a varios investigación recogió historias de vida de
terrogantes que se detallan a continuamujeres, niños, niñas, adolescentes y famición.
lias de distintas realidades socio-culturales
en relación con el desarrollo de las capaci- Los seis estudios de caso muestran continuidades que transcienden las distancias geodades, derechos y condiciones de vida de
gráficas y las especificidades socioeconólos niños, niñas y adolescentes. Este análimicas y culturales. Llama la atención el desis identifica las necesidades y aspiracioseo de “estudiar” y de “ser alguien” reiteranes de habitantes de comunidades y badamente expresado por niños, padres y
rrios de seis municipios del país: El Alto,
otros miembros de las comunidades. El esSanta Cruz de la Sierra (barrio Plan 3000),
tudio surge como un medio para alcanzar
ciudad de Oruro, Chivimarca en Cochauna posición social desde lo laboral que
bamba, Porvenir en Pando y Sica-Sica
permita el reconocimiento de los niños co(Panduro).2 La investigación ubica el estudio de la niñez junto al de la familia y la como actores de la sociedad y ciudadanos
munidad, reconoce la diversidad de las rebolivianos. El deseo de superar la condialidades de la niñez y la familia en Bolivia
ción ocupacional de los padres se combina
y localiza al tema en un contexto de camcon la esperanza de ayudar a la familia y
bio histórico. Pese a la variabilidad y camcompensar el esfuerzo y dedicación que
bios de los últimos años, la familia sigue
recibieron en la niñez. En las seis localidasiendo vital en la estructura social y en la
des, las prácticas y valores que forman a la
vivencia cotidiana de los niños bolivianos.
familia se estructuran alrededor de la disSegún Quéniart y Hurtubise (1998), la fatribución de responsabilidades según el semilia constituye uno de los lugares privilexo y la edad de los miembros, repercutiengiados para comprender cómo se articulan
do en las expectativas con relación al futulo individual y lo colectivo, así como para
ro de niñas y niños.
rendir cuentas de la complejidad de los Igualmente importante es la visión de la “faprocesos de reproducción humana y somilia” como un entorno protector de los nicial, de socialización y de construcción de
ños y una red de protección entre adultos,
la identidad. En este sentido, los estudios
pese a las experiencias de violencia en las
de caso son ejemplos que intentan abarcar
relaciones familiares. También es relevante
1 Sobre la base de información sesgada, políticas y programas utilizan modelos inadecuados de familia como unidades
administrativas y de acción, produciendo o exacerbando involuntariamente el tipo de exclusiones y desigualdades que desean
enfrentar. Actualmente, se trabaja en el ámbito académico en el reconocimiento de nuevos conceptos como “familia
recompuesta” (Portier, 2002) y “familia por-familiar” (Beck-Gernsheim, 2003).
2 Para un detalle de la metodología de investigación ver el anexo metodológico.
244
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
TABLA 7.1 Ejes de ordenamiento para los estudios de caso
Tema
Las formas
de
estructuración
familiar
Prácticas que
constituyen
familia
La valoración y
los significados
de la familia y la
niñez
Las
concepciones y
expectativas
sobre el
desarrollo del
niño
Descripción
¿Qué se entiende por familia?
¿Cuáles son las diferentes definiciones institucionales de familia y cuál
es su impacto en la estructuración familiar?
¿Cuáles son las estrategias de la gente para estructurar su familia en
función del tamaño, del sexo y de las capacidades de los integrantes?
¿Cómo las familias perciben y responden a los cambios en su estructura?
¿Cuáles son los patrones de uso de los términos de parentesco?
¿Cuáles son los hitos históricos percibidos como causas de los
cambios en la estructura familiar?
¿Cuáles son las relaciones entre las estructuras familiares y el
desarrollo de los niños?
¿Qué prácticas constituyen a una familia?
¿Cómo se expresan las relaciones afectivas o de desafección?
¿Cómo son las lógicas de comportamiento interpersonal (altruismo,
don, autoritarismo, relaciones mercantiles)?
¿Cómo se organizan las prácticas de producción y reproducción dentro
de la familia?
¿Cómo se toman las decisiones en diversas situaciones de la
convivencia familiar?
¿Cómo se toman decisiones sobre la socialización del niño (bautismo,
escuela, cuartel)?
¿Cuáles son los sistemas y prácticas de castigo (corporal y emocional)
y premio?
¿Existe violencia familiar? ¿Qué forma toma?
¿Cuáles son las diferentes percepciones sobre los cambios en estas
prácticas y dinámicas familiares?
¿Cuáles son las relaciones entre las prácticas socioeconómicas y
socioculturales de la familia y el desarrollo de los niños?
¿Cuáles son las diferentes percepciones del valor y del significado de
la familia y de sus diversos integrantes?
¿Cuáles son las percepciones del estatus relativo de los distintos
miembros de la familia?
¿Cómo valora la gente a la familia, la niñez, el rol de la mujer y el rol
del hombre?
¿Qué cambios se perciben con relación a las valoraciones de antes?
¿Cuáles son las relaciones entre los valores mencionados anteriormente
y el desarrollo de los niños?
¿Cuáles son las diversas aspiraciones para el futuro de los niños?
¿Qué capacidades se consideran como prioritarias para el desarrollo
del niño?
¿Cómo evalúan el desarrollo de los niños diferentes personas e
instituciones?
¿Cómo se relacionan las aspiraciones sobre el desarrollo del niño con
las acciones de las familias, los niños y las instituciones?
¿Cuál es la influencia de diversas ideologías del desarrollo sobre la
familia y los niños?
Fuente: Paulson (2005).
245
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
da con perfiles concentrados en personas
la importancia que se le da a los niños y nimayores y niños genera obstáculos a la
ñas en las familias independientemente de
producción agrícola, pues carece de la malos modelos de estructuración familiar. Muno de obra necesaria para cubrir sus requechos hogares se forman según patrones
rimientos productivos (Farah et al., 2004);
creativos de arreglo de parentesco, entre
ii) este fenómeno va acompañado de meabuelos y nietos, sobrinos y tíos que se alejoras en los niveles educativos de los mijan del modelo convencional de familia nugrantes, aunque estos niveles no son comclear biparental. Es preocupante la poca viparables con los de las localidades “recepsibilidad y apoyo que reciben estos hogares
toras”. Por tanto, quienes llegan a la ciudad
por las instituciones y profesionales, los
están dotados de mayores niveles educaticuales siguen juzgando estos hogares negavos aunque aún en desventaja respecto a
tivamente. Los adjetivos “desestructuralos “citadinos”.
das” y “desintegradas” que se aplican a las
familias descalifican los espacios familiares La migración de algunos miembros familiares por razones de trabajo y educación
de muchos niños y niñas en el país.
cambia la estructura y las prácticas familiaLos estudios también muestran discontinuires. En muchas localidades con alta tasa de
dades en las vivencias de ser niño o niña,
emigración la dispersión espacial de las falas prácticas que constituyen la familia y
milias es cada vez más frecuente. La contilas representaciones y expectativas, denuidad de los vínculos de parentesco y de
pendiendo de las características socioecocolaboración entre personas que residen
nómicas y demográficas de las localidades
en diferentes localidades muestra que las
y de las realidades específicas de cada núfamilias persisten aunque no compartan
cleo familiar. La migración y el nivel de pouna residencia común. Sin embargo, tanto
breza son dos condicionantes importantes
la distancia como la adaptación a nuevos
que se repiten de manera recurrente en las
contextos socioculturales dificultan la
prácticas y los imaginarios de las familias
unión familiar y la continuidad de las prácen los seis estudios de caso. Se distinguen
ticas familiares y de crianza de los niños.
los casos de las vivencias de migrantes rurales a grandes centros urbanos (El Alto y Una de las consecuencias de los fenómenos
descritos es la difusión de pautas culturales
Santa Cruz) y de quienes aún permanecen
asociadas con el desempeño profesional coen el lugar de origen con limitadas posibilimo condicionante para el progreso o éxito
dades de acceso a bienes y servicios básimaterial que se observa en los jóvenes y
cos (Sica-Sica, Chivimarca y Porvenir). Muadultos de clase alta. En ese marco, la educhas similitudes están profundamente recación es vista como una posibilidad de aslacionadas con las condiciones socioecocenso (ubicación en lugares de mayor jerarnómicas, especialmente en los casos de
quía social) a través de la cual se garantiza el
los municipios predominantemente urbaacceso a un piso mínimo de igualdad ciudanos o predominantemente rurales. Sin emdana. La socialización de nuevas pautas culbargo, dentro de estos espacios se identifiturales redefine los contenidos de los concan mundos diversos de relaciones y reflictos intergeneracionales dentro de las fapresentaciones que ilustran maneras difemilias, generando tensiones entre los morentes de transmisión de valores y capacidos de vida rurales y los estilos y valores predades entre padres e hijos, entre niños y
dominantes en los centros urbanos.
sociedad, entre los distintos miembros de
la familia y entre la comunidad y los niños, Las aspiraciones educativas y ocupacionales
que construyen imaginariamente los niniñas y adolescentes.
ños y niñas no logran necesariamente maDos grandes implicaciones emergen del perterializarse. Por un lado, deben lidiar cotifil cada vez más joven de la migración rudianamente con el deseo de la realización
ral-urbana: i) la atenuación del crecimiento
individual y la necesidad de cumplir con
natural de la población rural que combina246
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 7.1
El “deseo de ser alguien” y la
“esperanza de una vida mejor”
empeño, dar todo, matarme por lo que
quiero.”
Adolescente entre 15 y 17 años, Oruro.
“Entrar desde primero a mi colegio, al
Hijos del Sol, entrar desde ese curso; eso
es lo único que quisiera cambiar. Porque
hay muchas cosas de mis compañeros
que me cuentan y yo no sé, porque no
estaba en su curso desde primero
básico, estoy volado. Después a la
universidad con mis cuates, después al
cuartel si se puede o a la Pre entrarme
este año… seguir estudiando…”
“Quiero ser psicólogo y después de ser
un buen psicólogo lo primero que tengo
que hacer es comprarme un carrito
último modelo; esito es lo que yo quiero,
un carrito. Después con el tiempo una
casa, llevar a todos mis familiares porque
mi casa ya está casi en sus últimas. Una
casa de dos o tres pisos máximo y yo
vivir en el último.”
“O voy a ser maestro, pero buen maestro
porque me gusta enseñar. Si no llego a
ser psicólogo, voy a ser profesor, una de
las dos.”
“Mi meta es que quiero ser, para
empezar, como el Fernando; después
quiero tal vez ser como el responsable de
todo Oruro del Programa de Save. Y con
el tiempo, tal vez llegar a ser gerente
general de Save.”
“Save me ha cambiado la vida y quiero
que cambie de todos, no quiero que
sean calladitos, porque a veces me
siento mal, yo hablo mucho, mucho y el
de mi lado calladito me está escuchando,
eso no me gusta, quiero que sea igual de
chispa como yo. Por eso quiero ser
gerente general de Save.”
“Entonces, tengo que luchar con lo que
tengo, como decía antes, salir del
gallinero, de mi cuadrito o si no
quedarme como gallinita, o quedarme
como águila real. Eso es lo que tengo
que hacer para cumplir mis metas:
esforzarme, estudiar, poner más
Los adolescentes y jóvenes señalan que
en la urbe los niños y adolescentes son “más
despiertos” o “más adelantados” y, más aún
cuando viven en ciudades grandes como La
Paz, Santa Cruz o El Alto.
“Yo digo, de nuestra misma lengua somos
de bajo nivel, mayormente hablamos
aymara. Mientras los niños de la ciudad
son bastante despiertos, habladores.”
Adolescente, Panduro.
“Algunos ven algo muy alejado, algunos
dicen quiero ser profesor, pero otros dicen
quiero ser doctor y así vendría a curar a
todos los enfermos y no les cobraría;
especialmente los varones aspiran a ser
todo; pero las mujercitas no tanto: no sé si
saldré bachiller, porque mi papá no me va
a dejar estudiar. Pero los varones sí, desde
chiquitos empiezan a soñar con ser doctor,
periodista; de algunos se ha hecho realidad, algunos de mis alumnos están estudiando en la Normal. La mayoría se va a
estudiar algo que económicamente va a
poder sustentar; pero sí tienen esas aspiraciones, sueñan con ser grandes algún día.
Me acuerdo que alguno decía que iba a
ser presidente, sus aspiraciones vuelan, y
no se sabe hasta dónde pueden llegar.”
Autoridad educativa, Chivimarca.
“Los jóvenes se van a buscar trabajo a
Oruro, a Cochabamba, a Santa Cruz, a
La Paz, no se quedan aquí los jovencitos.
Ellos ya han cambiado, no se quedan
aquí, aquí con el viento, el sol estamos
quemándonos, en el agro, pero los
jóvenes como han mejorado un poco, ya
no quieren ser así.”
Secretario general de la comunidad, Chivimarca.
Fuente: Salazar (2005).
247
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
sus obligaciones familiares. Por otro lado,
deben superar los obstáculos de la discriminación y exclusión de las que son objeto
cuando llegan a las ciudades, donde no tienen la garantía de encontrar una oferta
educativa técnica y superior de prestigio.
En este contexto, se agudiza la confrontación entre su identidad subvaluada y la que
encarnan los citadinos, frente a lo cual invocan la necesidad de ser reconocidos en
términos de igualdad, es decir, como señala un muchacho de Panduro, asumiendo
que “todos somos bolivianos”. En última
instancia, expresando la idea de que ser
“alguien” es ser un ciudadano (Salazar y
Barragán, 2005).
RECUADRO 7.2
El régimen familiar y el
“proveedor masculino”:
una mirada histórica
A partir de la Revolución de 1952, el sistema
de régimen familiar se erigió sobre la base de
la propiedad y la herencia de la tierra que, pese a no tener un marco legal, en la práctica
supuso filiaciones eminentemente masculinas. El régimen patrilineal configuró un orden
de género que gira en torno a la sucesiva expulsión de las mujeres campesino-indígenas
de sus núcleos familiares primarios, reservando la propiedad del pequeño fundo familiar sólo a las mujeres en situación de viudez,
excluyendo, en otros casos, la capacidad de
negociación de las mismas en los ámbitos
público y privado (Deere y León, 2000).
En ese sentido, si en las ciudades la figura
del poder masculino se basó en la condición
del “proveedor económico” en un marco de
predominante acceso masculino al mercado
de trabajo, en el campo lo hizo sobre la condición del propietario campesino de pequeña
escala, especialmente en el altiplano de la zona occidental del país y en las serranías de la
región subandina, donde la mano de obra
constituye el factor de producción más importante. En esta perspectiva, la propiedad de la
tierra en manos de las mujeres, adquirida por
herencia, en el mercado o por efecto de la colonización, es un factor sustancial de su independencia y empoderamiento.3 En concordancia con ello, una serie de preceptos patriarcales fijaron la lógica según la cual, por
ejemplo, sólo los que poseen tierra son miem-
bros de las organizaciones sociales, en general, contraparte de los proyectos de desarrollo
que se basan en el supuesto de las relaciones
altruistas entre los miembros de las familias
campesinas encabezadas por los hombres.
Educación, desigualdades de género,
generacionales y etnicidad
En el mundo urbano de fines de los 60, la
educación (técnica y superior) fue vista como puente hacia la independencia económica de las mujeres de clase media y alta, masivamente volcadas a las aulas universitarias. Quedaba atrás su asociación naturalizada con el mundo privado, orientada al conocimiento de lo doméstico, adquirida al calor del hacer materno y en función del rol de
esposa al que inevitablemente parecía predestinada la niña o adolescente.
Este proceso ya se había iniciado a principios del siglo XX, cuando en voz de las mujeres de estos sectores sociales surgió la consigna “Mujer: edúcate, libérate, redímete”
(Medinaceli, 1989). El proceso indujo, asimismo, a que estos grupos sociales comenzaran a concebir la elección de la pareja como una decisión autónoma, liberando la
subjetividad femenina de formalizaciones a
las que las había sometido el régimen patriarcal. Este hecho tuvo repercusiones en la
discusión femenina sobre los roles de la maternidad; por ello, pese a las tensiones que
este proceso implicó, se fueron incorporando nociones de planificación familiar, ya sea
por los costos (económicos) de la crianza o
3 Así ha quedado demostrado en un estudio en los Yungas del departamento de La Paz, donde las mujeres se permiten
establecer relaciones de subordinación con jornaleros y someterlos a su condición de propietaria y, eventualmente, llegar a
arreglos conyugales con ellos, pero bajo su control (Spedding, 1997).
248
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
porque las mujeres advirtieron que los embarazos eran una forma de sujeción de la mujer
al control masculino.
Sin duda, este inicio de independencia femenina en los sectores urbanos medios y altos implicó un proceso de reorganización familiar que, quizás, no hubiera sido posible sin
la presencia sustitutiva de la “empleada doméstica” a cargo del trabajo no mercantil que
tradicionalmente la cultura le asigna a la madre-esposa (Wanderley, 2003). Este aspecto
le otorgó un giro a las relaciones intragenéricas: entre mujeres “oficinistas” de vestido” y
mujeres “de pollera”, “domésticas”, reflejando claramente la división entre trabajo intelectual y trabajo manual en el mundo femenino.
Para muchas mujeres de las nuevas generaciones, esas tensiones se ven reflejadas en la
constante disputa marital que pone, de un lado, a maridos o convivientes atribuidos de autoridad y, por ello, de sentimientos de posesión
respecto a sus familias; y de otro, a las mujeres
que, siendo madres, luchan incesantemente
por educarse “contra viento y marea”.
“Mas bien llegó esa facilidad del CEMA
aquí en Porvenir. Yo voy a estudiar, le dije
a mi madre. En ese estudio yo aprendí a
defenderme, a no dejarme. Entonces, yo
entré unos cuantos meses y él me hizo
salir, me cerraba las puertas. Me decía: Si
vos sales a clases cuando vuelvas no te
voy a abrir las puertas o si no lleva a tus
hijos. Hasta que un día yo le dije que iba a
seguir yendo. Lleve a sus hijos, me dijo.
Pues yo los llevo, le dije. Como tenía mi
mamá y mi papá que me apoyaban, los
dejé a mis hijos donde ellos y me fui a
clases…”
Mujer, Porvenir.
Paradójicamente, la función homogeneizadora de la educación se desplazó hacia la
desigualdad entre los géneros. En este proceso, el acceso restringido de las mujeres
campesino-indígenas a la escuela tuvo y tie-
ne aún efectos en las condiciones sobre las
cuales inician sus propios procesos migratorios, con enormes desventajas respecto de
los varones. Y es que, en función de las variables de género y etnicidad, las relaciones entre la ciudadanía de los hombres y la ciudadanía de las mujeres en el campo tuvieron el
condicionante de una mejor asimilación a la
vida urbana y moderna por parte de ellos,
mientras ellas limitaban sus expectativas a la
vida campesina y tradicional manteniendo
también una identidad más indígena y, por lo
tanto, menos volcada hacia el “blanqueamiento” cultural y simbólico configurado en
función de un horizonte señalado por los valores de las clases altas y medias urbanas.
“Por no saber leer y escribir, yo me
quedo en esta comunidad, con mi hijo.”
Mujer, Chivimarca.
Por otra parte, las expectativas que se conjugan alrededor de la migración rural-urbana
adquirieron un componente generacional. El
campo se considera como el lugar en el que
“se quedan” los ancianos; al respecto, un estudio reciente en el eje central del país señala que los migrantes rural-urbanos son sobre
todo jóvenes entre 21 y 30 años (Farah et al.,
2004). En estos contextos, la jefatura femenina de los hogares cobra normalidad, especialmente en espacios de escaso rendimiento productivo, generalmente ubicados en las
alturas de las serranías del altiplano o del eje
subandino. En ese contexto, la mujer cobra
autoridad.
“Aquí veo que la mujer tiene bastante
autoridad, no sé cómo han visto ustedes,
pero tiene bastante campo para poder
decidir. El motivo puede ser que los
esposos van a la ciudad a veces por
períodos largos, entonces ella tiene que
ser la cabeza de familia.”
Mujer, Chivimarca.
Fuente: Salazar (2005).
249
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
El Alto: El desafío de convertir el
bono demográfico en oportunidad
El peso de la migración en la
estructura y en las prácticas que
hacen familia
cente orureño, resalta que una de las diferencias más importantes es que se compra
y consume más fácilmente droga y alcohol
entre los chicos de su edad y en los colegios de El Alto:
“Aquí los chicos están menos controlados y
Las vivencias familiares descritas por niños y
fuera de casa por más horas que en Oruro.
adultos en El Alto reflejan las experiencias
Allá se necesita pedir permiso para las fiesde la nueva configuración espacial de la potas que duran hasta las 12 de la noche, mienblación después del movimiento demográfitras que aquí nadie pide permiso.”
co que vivió el país en las últimas décadas.
Una característica notable de las estructuras En El Alto, el 58% de los adultos vive en unión
familiares en este municipio es la frecuencia
y en las historias de vida se observan casos
con la que los residentes mantienen relaciode madres y de padres solteros que se resnes familiares con personas y grupos de sus
ponsabilizan de sus hijos; es el caso de Juslocalidades de origen que no residen en El
to Sinani (45 a 65 años) que vivió su infanAlto. Los testimonios muestran que aunque
cia en la mina en compañía de su padre y,
estén separadas en términos residenciales,
más tarde, de su madrastra. A la edad de 17
estas personas “son familia” en términos
años se fue a vivir a La Paz para estudiar; al
económicos, afectivos y espirituales.
morir su padre, dejó la escuela y empezó a
Yobana, una joven madre de 25 años, nació
vivir con una mujer, con la cual tuvo su prien la mina Chojlla. Cuando era pequeña, su
mer hijo, que fue abandonado por la mapadre murió y la mandaron a vivir en los
dre. Justo y su pequeño hijo se fueron a viYungas con sus abuelos maternos y tíos.
vir a Villa Adela con una tía. Más tarde, JusCuando tenía 12 años, su madre, que ya teto conoció a su actual esposa, Virginia, con
nía nueva pareja, fue a recogerla para vivir
la que vive ahora y con la que tiene ocho hien La Paz y para que ayude a cuidar a sus
jos. Éste es un ejemplo de cómo después de
hermanastras. Actualmente, Yobana vive
25 años ciertas lógicas se reproducen.
en El Alto con su esposo Roberto, con quien Con relaciones no necesariamente basadas
tiene una hija de dos años, está esperando
en la residencia conjunta ni en las normas
su segundo hijo y mantiene relaciones
del Código de Familia, los habitantes de El
constantes con los Yungas y con La Paz.
Alto toman conciencia de la importancia
Joaquina, mujer adulta entre 25 y 45 años,
del capital social. Mencionan formas de
cuenta que vino del centro minero Colquihacer y consolidar familia mediante práctiri a El Alto hace cuatro años, cuando se cecas y rituales católicos y andinos, como el
rró la mina, pensando que en esa ciudad
bautizo, el primer corte de pelo, la confirhabría más oportunidades de trabajo y la
mación, la comunión y el matrimonio. Rovida sería más fácil. Según ella, todo resulberto, un padre joven, cuenta que escoger
tó más difícil. Junto con Joaquina migraron
padrinos tiene gran relevancia para las fasus tres hijos, su madre, que no habla casmilias pues éstos a menudo juegan un rol
tellano, y su esposo, quien se fue a Cochaactivo en la crianza de sus ahijados.
bamba hace dos años a buscar trabajo. Jo- Las prácticas cotidianas de colaboración ecoaquina sueña con volver a la mina para renómica y doméstica tienen mucho peso.
cuperar su vida familiar.
María, de 37 años, está casada con un múPor otra parte, otros confiesan que es difícil
sico que pasa largos períodos fuera de su
mantenerse unidos en el nuevo contexto
casa. María describe cómo ella y su suegra
urbano, donde la práctica familiar y la
construyeron su familia mediante prácticas
crianza de niños son distintas a las del lude convivencia como el compartir la comigar de origen. Ramiro, un migrante adolesda y usar términos de parentesco. La sue250
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 7.3
Contextualización del
municipio de El Alto
(Departamento de La Paz)
Ubicación geográfica y
actividades económicas
Según el Atlas estadístico de Municipios
(INE el al, 1999) el municipio de El Alto, de
creación reciente (6 de marzo de 1985), es la
cuarta sección municipal de la provincia Murillo del departamento de La Paz. Se encuentra a 4.000 metros sobre el nivel del mar y posee una topografía plana con leves ondulaciones. Tiene un clima seco y frío con una
temperatura promedio de 10°C. Es lugar de
paso obligatorio, por las vías que unen el departamento de La Paz con el interior del país
y con países vecinos. En los últimos años, el
municipio ha priorizado la inversión en la mejora de servicios de agua, alcantarillado, pavimento de calles y otros; pese a los esfuerzos realizados, la ciudad de El Alto es una de
las ciudades con mayor índice de pobreza
(67%),según datos de 2001.
Las potencialidades del municipio son los
emprendimientos industriales en pequeña y
gran escala, las actividades y servicios relacionados con el Aeropuerto Internacional de
El Alto, la zona franca y los recintos aduaneros y militares. Existe también mucha actividad en torno a los servicios relacionados con
su rápido crecimiento urbano. Su actividad
económica está en permanente vinculación
con la ciudad de La Paz; pese ha que ha desarrollado en los últimos años diversas actividades productivas propias, aún gran parte de
su población trabaja en la ciudad de La Paz.
Condiciones socio-demográficas
El municipio de El Alto, cuya población en
2001 alcanzaba 649.958 habitantes concentrados predominantemente en áreas urbanas (sólo el 0,4% de la población residía en
áreas rurales), ha tenido una expansión demográfica importante. Entre 1992 y 2001
creció a una tasa anual promedio del 5,1%,
magnitud que supera el doble del crecimien-
MAPA 7.1 Mapa municipal de El Alto
Fuente: UDAPE (2006).
GRAFICO 7.1 Pirámide de edades por sexo
del municipio de El Alto (2001)
80-84
75-79
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
5,1
15-19
5,2
10-14
6,3
5-9
6,8
0-4 7,2
8,0
0,2
0,2
0,4
0,5
0,6
1,0
1,4
1,9
0,3
0,3
0,4
0,5
0,6
0,9
1,4
Hombres
2,0
2,6
2,5
2,8
3,4
4,0
6,0
Mujeres
3,2
3,8
4,5
5,4
5,4
6,3
6,5
6,4
4,0
2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
Fuente: CODEPO (2003).
to promedio del departamento de La Paz. La
población de El Alto se caracteriza por una
alta proporción de migrantes de origen aymara, en términos demográficos es un municipio “receptor” por su tasa neta de migración altamente positiva (18,5). El crecimiento
explosivo de este municipio implicó un incremento del 1,6% de su peso poblacional en la
población total en 10 años, pasando del
6,3% al 7,9% (mientras que el conjunto del
departamento de La Paz la redujo).
251
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
CUADRO 7.1 Indicadores demográficos del municipio de El Alto 1992-2001
1992
Población (número de habitantes)
405.492,00
% Población infantil (de cero a cuatro años)
% Población en edad escolar (de seis a 17 años)
Tasa de crecimiento 1992-2001 (%)
5,10
Peso poblacional respecto a la población total (%)
6,32
Población rural (%)
Índice de masculinidad
99,76
Tasa de fecundidad (promedio de hijos por mujer en edad fértil)
4,7
Tasa de mortalidad infantil (antes del primer año)
65
Tasa neta de migración reciente
Edad mediana (años)
18
Población indígena por autoidentificación (%)
2001
649.958,00
13,60
29,60
7,86
0,40
97,90
4,2
64
18,5
19
81,30
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004),CODEPO (2003).
La estructura de la población por sexo revela predominancia femenina acentuada hacia el 2001, pues el índice de masculinidad
cayó en dos puntos en el período analizado.
En cuanto a la edad de la población, El Alto
posee una población relativamente joven
con una mediana de edad de 18 años, por
debajo de la edad mediana nacional y departamental. En este municipio, los dos componentes de la transición demográfica, mortalidad infantil y fecundidad, se mantuvieron
prácticamente constantes entre 1992 y
2001. Es importante rescatar que al ritmo de
crecimiento de la década de los noventa, El
Alto duplicará su población para el 2015.
Salud, educación y servicios básicos
La expansión urbana anteriormente descrita implicó un crecimiento desordenado,
carente de planificación urbana y, por lo tanto, caracterizado por la ausencia de políticas
de redistribución de ingresos. La población
de este municipio enfrenta, especialmente,
la carencia de servicios básicos y sus indicadores están entre los peores de los municipios urbanos. El 67% de los habitantes vive
por debajo de la línea de pobreza y sufre de
necesidades básicas insatisfechas. Dado el
252
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
crecimiento demográfico acelerado, las mejoras en salud, educación y acceso a servicios básicos no han sido suficientes, fracciones importantes de la población aún enfrentan grandes privaciones que afectan de manera significativa sus condiciones de vida y
se reflejan en el Índice de Desarrollo Humano
(IDH) municipal que ocupa el puesto 38 a nivel nacional (pese a ser el tercer centro urbano mayor del país).
El 2001, pese a las mejoras de los últimos
años, el 15% de la población escolar no asistía a la escuela, mientras que la acumulación
de capital humano de la población mayor de
15 años bordeaba los ocho años del nivel primario. La ausencia de servicio sanitario aún
afectaba al 37% de los habitantes y el 12%
no accedía al servicio de agua por cañería;
es importante resaltar que estas privaciones
se dan en un contexto predominantemente
urbano. Otra característica importante con
relación a las condiciones de vida y sobrevivencia de los niños se refiere a la proporción
de partos atendidos en establecimiento de
salud y/o por profesionales, pues en ningún
caso cubren el 50% del total de los partos.
Fuente: INE et al (1999).
CUADRO 7.2 Indicadores sociales del municipio de El Alto 1992-2001
Pobreza
Pobreza según NBI (%)
Desarrollo humano
IDH
Educación
Tasa de asistencia escolar (%)
Años promedio de estudio
Saneamiento básico
Disponibilidad de agua por cañería (%)
Disponibilidad de servicio sanitario (%)
Atención de parto institucional
Partos atendidos en establecimientos de salud (%)
Partos atendidos por personal profesionales (%)
Protección
Población inscrita en el registro civil (%)
Hogar
Tamaño promedio del hogar (número de personas)
Población que vive en unión (%)
1992
2001
73,80
66,90
0,638
79,70
6,45
85,36
7,98
62,00
33,10
88,70
63,30
44,53
48,68
92,76
4,4
62,44
3,9
57,68
Fuente: Elaboración propia sobre la base de INE (2004), PNUD (2004), CODEPO (2003).
rencias residían en los centros urbanos
mayores. Es importante resaltar que las
condiciones de salud, educación y acceso
a servicios básicos han mejorado en El Alto. Sin embargo, fracciones importantes
de la población aún enfrentan grandes privaciones que se reflejan en la ausencia de
servicios sanitarios que afecta al 37% de
los habitantes, mientras que el 12% es
afectado por la ausencia de agua por cañería. Es notable el hecho de que la tasa de
mortalidad infantil no haya mejorado desde 1992, manteniéndose en 64 muertes
Las formas de manifestación
por cada mil nacidos vivos.
de la pobreza ante la explosión
Entre las personas consultadas, una de las
demográfica urbana
ventajas más importantes percibidas en la
Históricamente, las condiciones de vivienda
vida urbana es la posibilidad de acceso a
y saneamiento en Bolivia han sido mejores
escuelas y colegios:
en las localidades urbanas. Sin embargo,
los datos más recientes evidencian la ten“Darle una familia estable con mamá y papá,
dencia hacia la urbanización de la carencia
estabilidad, seguridad, que sea una persona
de estas condiciones, pues para 2001 más
segura, una profesión, que sea un hombre de
de un tercio de los niños con mayores cabien y de buen corazón más que todo.”
gra cocinaba para todos (incluyendo a María y sus hijos) y defendía a María cuando su
esposo llegaba y quería maltratarla. María
ayudó a su suegra en sus negocios y, a medida que la relación se consolidaba, comenzó a llamar a su suegra “mamá” por cariño.
Por su parte, los hijos jóvenes de María se
sienten responsables de aportar económicamente a su casa y dicen a su mamá “no
te preocupes que no nos faltará nada, no
necesitamos que mi papá esté aquí”.
253
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
“Que salga adelante, que estudie y que tenga
la carrera que quiera estudiar, porque yo
siempre lo voy a hacer estudiar en todo, y que
sea bachiller, profesional.”
ner muchos hijos: uno cargado, otro caminando al lado y otro en el vientre. Decía que
las mujeres “andan mal” si no tienen hijos.
En contraste, otra mujer compara:
Madres entre 18 y 25 años.
“Pero aquí nos podemos cuidar, pero en el
centro minero siguen teniendo hijos, ocho a
10, como zampoñas, porque cuando una mujer ya no quiere tener hijos, el hombre le dice,
‘estas mirando a otro, por qué no quieres tener hijos’ y le vuelve a embarazar y el hombre
se pone feliz, ya le ha embarazado, no va haber quién la mire a ella.”
Las mujeres entre 25 y 45 años de edad identifican otra ventaja en el mayor conocimiento y poder de decisión sobre la salud reproductiva accesible en el medio urbano. Una
mujer cuenta que en el campo su suegra,
con nueve hijos, decía que ella tenía que teRECUADRO 7.4
Contextos de reproducción
de las formas de violencia:
migración, pobreza y
desigualdad
Las mujeres sufren la violencia que implica
el desarraigo de sus lazos comunitarios y/o
familiares, que se activan para garantizar el
control social sobre la pareja, y aún no encuentran cobijo en un sistema de protección
institucionalizado que garantice su ciudadanía desde la normativa estatal. En estos casos, el vecino o la vecina pueden constituirse
en un puntal afectivo.
“Entre vecinos nomás nos ayudamos, yo
estoy solita.”
Mujer, entre 45 y 65 años, El Alto.
De esta manera, en los centros receptores
se establecen nuevas formas de solidaridad
que en gran parte pasan por relaciones entre “paisanos” convertidos en el sostén de
los recién llegados. La otra cara de la medalla reserva para los inmigrantes un mundo
plagado de desconfianzas y temores ante
una realidad ajena que suele estar marcada
por la violencia urbana. Para gran parte de
los migrantes, una enorme cuota de incertidumbre proviene de la falta de oportunidades de empleo agravada por la escasa calificación laboral. En ese sentido, la “violencia económica” sustentada en el desigual
acceso a los recursos materiales monopoli-
254
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
zados por determinados sectores sociales,
produce nuevas formas de inseguridad entre los grupos despojados, fundadas en la
incapacidad de garantizar la reproducción
de la familia.
En síntesis, la migración campo-ciudad
genera un espacio propicio para la producción de la violencia doméstica, en un marco
de problemáticas que se entrecruzan: la ausencia de las instituciones que contemplan
los mecanismos normativos de protección
legal de las víctimas; el desconocimiento,
especialmente de mujeres y niños, del régimen legal que los protege a partir de la normativa estatal; el desarraigo de la pareja de
las instancias de control social y comunitario
tradicional; y la violencia económica que pone en duda el rol tradicional de “proveedor
único” de los hombres, quienes encarnan
una de las mayores frustraciones en torno a
los roles culturalmente asignados en el orden
de género tradicional.
Sobre esta base, el monopolio de los recursos materiales de reproducción da a los
migrantes una dosis de frustración subjetiva
caracterizada por dos aspectos: i) la imposibilidad de reproducirse en el marco de las reglas económicas que supone la relación capital/trabajo y ii) ser objeto de los sistemas
de vigilancia y castigo cuando rompen el esquema disciplinario que esas reglas implican. Sometidos a esta doble presión, se recrean formas de empleo y/o autoempleo
“Mucho influye la televisión porque hay mu- Migración y conflicto generacional
cha propaganda con métodos para planificar, cómo cuidarse, antes no había televi- Estadísticas de países en vías de desarrollo
sión, no se veía nada de esas cosas.”
muestran diferencias significativas en la
mortalidad infantil entre áreas rurales y
A pesar de contar con mayor información, El
urbanas. Brockerhoff (1994) sugiere que
Alto tiene carencias de un elemento imporla migración rural-urbana permitiría a las
tante para las condiciones de vida y sobrefamilias mejorar significativamente la povivencia de los niños: la proporción de parsibilidad de que sus hijos sobrevivan. Vatos atendidos en establecimientos de salud
rios testimonios de residentes de El Alto
y/o por profesionales. Sólo 44,5% de los
coinciden con esta estrategia; sin embarpartos cuentan con atención médica, progo, cuentan también historias de decepporción muy baja en un contexto urbano.
ciones y dificultades. Entre ellas se men-
precario, sujetas a las fluctuaciones de un
mercado laboral inestable. En ese marco, el
nuevo proveedor se caracteriza por su marginalidad económica, social, política y cultural y, al mismo tiempo, da cuenta de una economía nacional imposibilitada de garantizar
las bases mínimas de homogeneidad ciudadana a su población:
“Nada anda bien en esta casa; no sé si
yo quisiera irme, alejarme con mis hijas.
No tengo ni los recursos económicos:
toda la vida es trabajar, la misma rutina,
bueno, aunque me distraigo trabajando,
pero cuando vuelvo es lo mismo, las
peleas. La situación económica…
siempre el hambre.”
“Mi padre era malo con mi madre, la
ultrajaba, la dejaba sin comer. Incluso
intentó matarla, la apuñaló y le quebró
una costilla de tanto darle patadas y
puñetes. Yo he visto eso, me acuerdo
bien. Mi padre era sumamente malo.
Cuando él tenía cosas para corregir,
manguera, palo, varilla, lo que sea, él
corregía con eso. Pero cuando no tenía
ninguna cosa, era a puñetes y a patadas
con lo que él corregía. Y eso es malo. Lo
poco que recibía mi madre, él se lo
quitaba, tenía un vicio, era pitillero. Lo
poco que mi madre conseguía, por
ejemplo una cama buena, un motor, él
todo lo robaba.”
Adolescente, Porvenir.
Mujer, 22 años, Santa Cruz.
Esta tensión, entre otros factores, genera
la violencia doméstica que si bien no es privativa de esta situación, relaciona por lo general a un proveedor sin capacidad de cumplir con el rol que culturalmente se le ha asignado y a una pareja carente de recursos materiales, culturales y sin nociones normativas
para protegerse. Así, cobra nuevo sentido la
superioridad física masculina como ley del
dominio natural, en el contexto de un Estado
restringido en su institucionalidad y una economía liberada a la suerte del mercado. En su
versión más extrema, la violencia doméstica
se asocia a padres anómicos:
Por otra parte, la violencia sexual encadena una serie de mecanismos de chantaje que
involucran a hombres, mujeres, niños y niñas, llegando a extremos como los casos de
padres o padrastros que someten sexualmente incluso a sus hijas o hijastras. Según
los testimonios, este hecho también involucra a hermanos, hermanastros u otros parientes de similar cercanía. Esta forma de
violencia se da en muchas ocasiones con el
consentimiento de la madre sometida, a su
vez, a la presión de garantizar la subsistencia
de sus hijos con el salario masculino.
Fuente: Salazar (2005).
255
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 7.5
“Ser niño en El Alto”
Según las entrevistas e historias de vida,
muchos niños, niñas y adolescentes en El
Alto trabajan como empleados a cambio de
una remuneración económica ya sea fuera
de casa o como ayudantes en los negocios
familiares. Resalta de manera particular el
hecho que desde muy pequeños acompañan a sus madres a trabajar en el mercado,
como trabajadora del hogar o en otros contextos. María cuenta que después del fallecimiento de su suegra ella trabajó como
“limpiadora” en la terminal de buses y luego
en la estación de ferrocarriles de la ciudad
de La Paz, también se dedicó en ocasiones
a ciertos negocios. A todos estos trabajos
llevaba con ella a sus tres hijos. Esta práctica común en las familias alteñas no es motivo de queja por parte de los niños; quienes,
más bien, describen sus experiencias en el
trabajo como parte constructiva de su participación familiar.
Una preocupación generalizada entre los
niños, niñas y adolescentes y entre sus padres es la violencia. “Ser niño en El Alto” es
vivir rodeado de violencia en los ambientes
familiar y escolar y en las calles. Persiste la
idea de que la disciplina y la obediencia son
los pilares de la formación de los niños y que
la violencia física es un medio educativo y
correctivo. Así, entre los profesores, los padres y los mismos niños se expresa una asociación entre el desarrollo del niño y el castigo físico que, en el contexto social de El Alto,
se confunde con otras formas de violencia.
Mujeres (madres) de varias edades expresaron su opinión sobre la crianza y el castigo:
“A los hijos hay que castigarlos.”
“La letra entra con sangre.”
“Hay que educarles.”
“También existe el castigo moral, que
consiste en privar a los hijos de su
libertad.” “Tiene que haber respeto hacia
la mujer y hacia la madre. También se
debe castigar a los nietos.”
Pero también las madres buscan formas
de protección de sus hijos ante la violencia
excesiva; por ejemplo, una madre cuenta
que cuando su hijo mayor tenía 10 años y su
marido lo maltrataba mucho, se lo dio a su
cuñado para que viviera con él durante un
año. En la escuela, los profesores y los padres de familia se acusan mutuamente de
violencia contra el niño. La percepción de un
director es:
“Los padres que reclaman que los
profesores tocaron a los niños en la
escuela son los que más golpean en la
casa.”
Los propios niños, niñas y adolescentes
entre 10 y 14 años justifican la violencia:
“A veces pueden pegarnos como forma
de cariño, cuando nos está yendo mal.”
ciona con frecuencia la discriminación y
las mujeres, en el fútbol o en los grupos de
los conflictos por falta de entendimiento
música.”
entre adolescentes urbanos y madres y
padres de origen campesino o minero. Por En algunas familias, los padres mantienen
otra parte, adolescentes entre 15 y 17
imágenes del futuro que tal vez no se adeaños cuentan que no fue fácil para ellos
cuan a las realidades observadas por los jóadaptarse a la vida urbana:
venes. Una madre de 25 a 45 años insiste
con sus hijas:
“Eran bien malos porque discriminaban a
los que venían del campo.”
“Al final de cuentas van a conseguir una pareja
“En el campo no discriminaban a las mujeque les va a mantener, todo varoncito mantieres, aquí sí hay mucha discriminación hacia
ne a la mujer, entonces eso les hago ver a ellas.”
256
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Panduro (Sica-Sica): Elevada
fecundidad, mayor probabilidad
de transmisión de pobreza
Dispersión geográfica familiar:
¿quiénes se quedan y quiénes se van?
Desde el punto de vista de quienes habitan
comunidades rurales con altas tasas de
emigración, la estructura familiar está
muy ligada a la desintegración producida
por la migración. Los habitantes de Pandu-
“La mejor forma de educarles es con
cariño, comprensión, e incluso a veces
pueden aprender con golpes.”
Otros sienten la injusticia:
“Los profesores son malditos, cuando no
hacen la tarea les jalan de la oreja, de las
patillas. Saben castigar a mis hermanitos
al frente, si no saben la multiplicación
contra la pared les hacen chocar.”
Una adolescente cuenta:
“También he tenido problemas en el
colegio, muchos problemas de pandillas.
Con mis amigas sabemos ir a pelear.”
Mientras otra aclara:
“No todas las pandillas son malas, a
veces están compuestas por muchachos
del pueblo que se reúnen a jugar fútbol,
no con la intención de matar y hacer
daño.”
Tres jóvenes hombres, entre 15 y 17 años,
relacionan la violencia con problemas familiares y económicos:
“Las pandillas son violentas en El Alto.
Son violentas porque reciben mal
ejemplo de familias desunidas. La
sociedad les cierra la puerta a los
ro cuentan que las familias deben separarse para sobrevivir y salir adelante. Describen a sus familias como grupos relativamente grandes de personas dispersas en el
espacio y fuertemente vinculadas por lazos de parentesco y colaboración. La estructura familiar en Panduro va más allá de
la residencia común, así lo expresan adolescentes mujeres entre 15 y 17 años que
describen la conformación de sus familias
desde esta perspectiva:
jóvenes, no los ayuda y así es que se
forman las pandillas, son marginados,
rechazados. Existen más casos de
violaciones dentro de la familia, que en la
calle. En Villa Adela es donde más hay
ese problema, no es todo El Alto.”
“En muchas familias hay violaciones por
parte de los padrastros o entre hermano
y hermana. Eso pasa por que el
muchacho o el padrastro tienen algún
resentimiento ante la madre, y eso hay
que pagarlo hacia la hijastra. Es porque
tal vez la madre se ha casado por interés,
sólo para que sus hijos tengan un
protector, y él se ha enterado de eso y
odia eso.”
“Los jóvenes se drogan porque sus
padres no les dan atención, ni se enteran
de sus problemas. Los niños son
obligados a vender cocaína en las calles
para ganar dinero, no porque quieren, lo
hacen porque no tienen dinero, son
pobres.”
Otro adolescente del grupo piensa que para superar la violencia de su alrededor hay
que desarrollar los valores y el carácter:
“Los valores son lo más importante para
mí, el tener conciencia, ser consciente de
mis actos, intentar corregir y ser un líder,
no un jefe. Yo no soy inteligente, pero sí
tengo voluntad y la voluntad para mí es
lo que más vale.”
257
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 7,6
Contextualización del
municipio de Sica Sica
(Departamento de La Paz)
Ubicación geográfica y
actividades económicas
Sica-Sica es la primera sección municipal
de la provincia Aroma del departamento de
MAPA 7.2 Mapa municipal de Sica Sica
Fuente: UDAPE (2006).
GRAFICO 7.2 Pirámide de edades por sexo del
municipio de Sica Sica (2001)
80-84
75-79
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
5,1
15-19
6,4
10-14
5-9 7,2
0-4 6,9
8,0
6,0
0,6
0,7
1,0
1,3
1,4
1,7
2,1
2,3
2,5
2,7
2,5
2,9
3,4
0,8
0,7
1,0
1,4
1,4
1,6
2,0
2,3
2,5
2,8
2,5
3,0
3,4
Mujeres
Hombres
4,8
6,3
6,5
6,4
4,0
2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
Fuente: CODEPO (2003).
258
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
La Paz, está situada sobre la carretera que
une los departamentos de Oruro y La Paz. La
topografía posee pisos ecológicos distintos:
planicies, serranías y cabeceras de valle con
alturas que oscilan entre 3.100 y 4.700 metros sobre el nivel del mar. Tiene una temperatura promedio anual de 9°C y posee suelos
tendientes a la erosión. Sica-Sica vio nacer a
líderes revolucionarios como Túpac Katari
(1780) y Zárate Willca (1899) y es conocida
por su iglesia colonial. La población de origen aymara se concentra especialmente en
los centros urbanos de Sica-Sica, Lahuachaca y Germán Busch.
Las características climáticas típicas del
altiplano permiten una producción agrícola
basada especialmente en cultivos de papa,
cebolla, quinua y alfalfa, entre otros, que se
destinan a la seguridad alimentaria mediante
la cría de ganado y la producción de productos derivados. La comercialización se realiza
en la feria de Lahuachaca que ofrece productos ganaderos los martes y agrícolas los
miércoles. Los pobladores se dedican también, en menor proporción, a la actividad textil.
La variedad de pisos ecológicos del municipio es un potencial que podría ser mejor
aprovechado mediante la ampliación de la
frontera agrícola. Otra potencialidad del municipio son sus cualidades histórico-culturales que pudeden ser aprovechadas mediante la promoción turística de sus aguas termales y la creación de rutas y recorridos turísticos. ( ver Atlas estadístico de Municipios, INE
el al, 1999)
Cambio socio-demográfico
Este municipio predominantemente rural,
con una pobreza que afecta a 99,1% de la
población, sufrió un deterioro de las condiciones de vida desde 1992 cuando el índice
de NBI era de 96,6%. En 2001, Sica-Sica
contaba con una población de 26.818 habitantes, población predominantemente masculina como sucede en las áreas rurales. Pe-
CUADRO 7.3 Indicadores demográficos del municipio de Sica-Sica 1992-2001
1992
Población (número de habitantes)
19.582,00
% Población infantil (de cero a cuarto años)
% Población en edad escolar (de seis a 17 años)
Tasa de crecimiento 1992-2001 (%)
3,40
Peso poblacional respecto a la Población total (%)
0,30
Población rural (%)
86,92
Índice de masculinidad
92,41
Tasa de fecundidad (promedio de hijos por mujer en edad fértil)
6,9
Tasa de mortalidad infantil ( muerte antes del primer año)
110
Tasa neta de migración reciente
Edad mediana (años)
17
Población indígena por autoidentificación (%)
2001
26.818,00
13,30
29,90
0,32
74,58
102,91
5,6
74
-7,87
20
96,42
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003).
se al proceso de urbanización, la población
aún es predominantemente rural, en 10 años
la población se redujo en más de 10% ilustrando un proceso de urbanización más intenso en comparación al resto del departamento. Sica-Sica tuvo un crecimiento demográfico mayor al promedio departamental:
3,4% entre 1992 y 2001.
Entre 1992 y 2001, la población infantil y la
población escolar crecieron a tasas de 1,8%
y 2,6% respectivamente, mientras que la población en edad fértil se expandió a una tasa
del 3,4%. La población en edad de trabajar y
la población adulta crecieron al 4% y 5,5%
respectivamente. A los ritmos de crecimiento de los últimos años, Sica-Sica duplicará el
número de habitantes en 21 años, modificando la actual estructura de pirámide por
sexo y edad por una base menos ancha y una
pendiente menos empinada. El crecimiento
demográfico del municipio se debe a la elevada tasa de fecundidad, que para 2001 era
de 5,6 hijos por mujer en edad fértil (magnitud muy por encima de los promedios departamental y nacional), mientras que en términos de movilidad se trata de un municipio
“expulsor” que para 2001 registraba una tasa
neta de migración reciente de -7,9 por cada
mil habitantes. La tasa de mortalidad infantil
si bien se había reducido significativamente
desde 1992, aún se mantenía por encima de
70 el año 2001. El 10% de la población del
municipio no habla castellano.
CUADRO 7.4 indicadores sociales del municipio
de Sica Sica1992-2001
Pobreza
Pobreza según NBI (%)
Desarrollo Humano
IDH
Educación
Tasa de asistencia escolar (%)
Años promedio de estudio (en años)
Saneamiento básico
Disponibilidad de agua por cañería (%)
Disponibilidad de servicio sanitario (%)
Atención institucional del parto
Partos atendidos en
establecimientos de salud (%)
Partos atendidos por
personal profesionales (%)
Protección
Población inscrita en el registro civil (%)
Hogar
Tamaño promedio del hogar
(número de personas)
Población que vive en unión (%)
1992
2001
96,60
99,10
0,547
72,05
4,22
82,03
5,4
19,70
11.60
40,50
20.90
7,42
11,59
89,83
4
67,26
3,7
63,12
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003)
259
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Salud, educación y acceso
a servicios básicos
Los indicadores sociales en el municipio
mejoraron en los últimos años aunque esta
situación no se refleja en los niveles de pobreza que aún afectan al 96% de la población. La tasa de asistencia escolar aumentó
en 10% desde 1992 y la brecha entre el promedio municipal y el departamental en este
indicador se acortó durante la década del 90.
Para 2001, la tasa de asistencia escolar en
Sica-Sica era del 82% frente al promedio departamental del 83%. En cuanto al promedio
de años de escolaridad, en 2001, la brecha
respecto al promedio departamental era significativa, aunque ya se había logrado superar los cinco años.
Pese a la mejora en la cobertura de servicio
sanitario y agua potable por cañería, los habitantes de Sica-Sica sufren con frecuencia
la privación de estos servicios. En 2001, el
60% de los habitantes carecía de servicio de
agua potable por cañería, mientras que cer-
“Vivo sólo con mi mamá y con mi hermanito.
Mi padre vive en Cochabamba. Mi abuelita
vive con nosotros.”
“Tengo nueve hermanos, uno está en Caranavi, está estudiando.”
“Somos siete hermanos. Mi papá se llama
Eusebio y está en Oruro.”
“Vivo con mis abuelos de parte de mi madre.”
ca del 80% carecía de servicios sanitarios.
Estas privaciones afectan a más de 2.500 niños menores de cinco años en el municipio y
explican en cierta medida la elevada tasa de
mortalidad infantil. Estas condiciones precarias de vida de los niños en Sica-Sica deben
ser consideradas, pues pese a que la tendencia demográfica muestra mayor crecimiento de la población adulta aún la tasa de
fecundidad se mantiene a niveles comparables a las áreas rurales de hace más de una
década.
Otro dato preocupante es la elevada tasa
de embarazo adolescente en el municipio,
que el 2001 alcanzaba 37 nacimientos por
100 adolescentes entre 15 y 19 años. En
cuanto a la atención de partos en establecimientos de salud, el municipio tiene una cobertura que no supera el 10%. Pese a las privaciones materiales de los habitantes, el municipio tiene una cobertura de habitantes inscritos en el registro civil igual al promedio nacional (90%).
padres, porque hay “diversión y discotecas”. Al mismo tiempo, algunos tienen
miedo de la ciudad y allí se sienten despreciados. Un joven cuenta:
“Cuando estaba en la ciudad de Cochabamba, los jóvenes me abusaban, me trataban
como un chiquito… nos dicen colla, y a mí
no me gusta. Somos de un país, somos de
Bolivia.”
El proceso de cambio social y separación familiar plantea desafíos especiales para la
crianza, el desarrollo, la educación y la Estudiar en Panduro: un
identidad de los niños, niñas y adolescen- obstáculo difícil de atravesar
tes. Un grupo de niñas de ocho años desearía evitar la partida del padre o la separa- Ser niño en Panduro requiere adaptarse, tener capacidad de enfrentarse a situaciones
ción de la familia:
difíciles y ser capaz de transformarlas. En
el grupo focal de mujeres entre 18 y 25
”Que los papás no se tengan que ir.”
años todas manifestaron haber trabajo al“Yo quisiera que nadie se separara.”
guna vez como empleadas domésticas en
las ciudades de Oruro y La Paz.
Algunos niños sienten atracción por viajar y
otros dicen que la pasan bien en las ciuda- Antes del presente año, el colegio en Panduro no ofrecía cursos de nivel medio; los jódes donde han trabajado o viajado con sus
260
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
“Tiempo de cosecha sabemos ir a cavar pavenes, si querían terminar sus estudios, tepas, a recoger papitas.”
nían que viajar, lo que constituía una situa“Chuño sabemos pisar, el pie sabe doler.”
ción difícil para padres e hijos.
”A pastear vacas, ovejas, llamas.”
Un joven de 16 años cuenta que sus padres
“Sabemos invitar a los animales agua.”
hicieron sacrificios para que su hermana
mayor vaya a vivir a otro pueblo para terminar el colegio, y que cuando ella dejó los Un grupo de niñas y niños de ocho años
describe los roles de los integrantes de la
estudios para juntarse con un hombre sus
familia:
padres quedaron decepcionados:
“Mi papá se ha llorado, ha renegado. Quería
que estudie. Mi madre también ha llorado, ha
renegado. No ha dicho nada. Se fue directo a
Cochabamba. Estaba estudiando, de aquí se
iba día lunes hasta viernes. Vivía en alquilado
en Eucaliptos, después se venía también a esta población. Y un domingo, bueno, se ha ido
a estudiar a Eucaliptos y para el viernes ya no
ha llegado a esta población…. He pensado,
me he puesto triste también. Mi hermana estaba estudiando y quería que estudie.”
El director del colegio explica:
“Los papás trabajan en las ciudades y los que
viven aquí trabajan en la chacra, hay períodos
en que los padres se quedan en Panduro y
otros en los que migran. Las mamás trabajan
en la chacra, cuidan a los animales, cocinan,
recogen leña, tejen y a veces viajan. Los hijos
mayores varones se van a las ciudades a trabajar, las hijas mayores mujeres se van a trabajar de empleadas, las que se quedan cuidan
la chacra, los animales, cocinan, lavan y limpian. Los hijos menores estudian y juegan, las
hijas menores estudian, juegan, cuidan a los
bebés, cuidan a la oveja y ayudan a cocinar.”
“Para salir bachilleres tenían que ir a las Los adolescentes entre 14 y 17 años desarrollan actividades en múltiples espacios:
poblaciones más cercanas para estudiar,
como Eucaliptos, que corresponde al depar“Me levanto cinco y media, arrincono mi catamento de Oruro, a Caracollo y finalmente
sa con mi hermanita.”
a Oruro, Cochabamba o La Paz. Pero muy
“Nosotros cocinamos en la mañana porque
pocos, ya se ve nomás que muchos han fratienen que ir a cuidar las ovejas y se llevan
casado al ir a otros colegios, especialmente
comida.”
las damitas han tenido ciertos percances y
“Los varones se van a pastear las vacas.”
han dejado de estudiar y se han convertido
“Mi padre trabaja en Oruro.”
en madres antes de salir bachilleres. Los jó“Mi padre trabaja en una mecánica en La Paz.”
venes igual se han dedicado a otras activi“Mi papá es agricultor nomás.”
dades. Entonces, por ese lado, pocos han si“Se van a trabajar, no viven casi aquí.”
do los estudiantes que han terminado su ba“Se van a las ciudades, a La Paz, a Cochachillerato.”
bamba, jovencitos se van.”
“No quiero que sufra mi mamá. Por eso yo
Prácticas que hacen familia:
siempre quiero pastar ovejas. Ella estaría sin
la importancia de la participación
que nadie le reemplace. Descansa mami, yo
en la agricultura
voy a pastear, le digo”.
La práctica en la familia más mencionada en
Panduro es la colaboración en el trabajo Los datos sugieren que los adolescentes ruraproductivo no remunerado, que se diferenles enfrentan mayores dificultades en relacia según sexo y edad. Entre los 10 y 14
ción con sus pares urbanos en términos de
años, los niños, niñas y adolescentes defitrabajo, pues tienden a trabajar más horas
nen sus responsabilidades como aspectos
y obtienen menores ingresos (Alcázar et
importantes de su vida:
al., 2002; Ledo, 2005b).
261
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
El momento demográfico,
¿determinante fundamental
para el desarrollo?
las escuelas del municipio, como explica el
director del colegio:
“Queremos que los niños sean participativos, abiertos, con una autoestima ya definiLa elevada fertilidad y la pobreza acentúan
da; que un niño, un joven, no solamente sea
los efectos de transmisión intergeneracioreceptor de conocimientos, sino que desarronal. Una madre de ocho hijos afirma que
lle sus capacidades personales, sus potenciapara ella es muy importante mantenerlos
lidades personales. Yo veo en la Reforma
juntos. Sin embargo, no tiene suficiente diEducativa más ventajas. Antes, por ejemplo,
nero para hacerlo y tuvo que mandar a su
en lo que llamábamos educación tradicional,
hija mayor a Cochabamba para que trabael profesor era lo primero, él tenía que imje como empleada doméstica y a su segunpartir conocimiento. Actualmente es distinta
do hijo a Oruro a trabajar con su tío.
la tarea educativa, el docente se convierte en
En términos de educación, Sica-Sica es un
un guía del proceso educativo, los mismos
ejemplo de la tendencia de las localidades
alumnos son los actores principales de la
pequeñas que experimentan mejoras sigeducación. En el anterior sistema, la educanificativas. Resalta, especialmente, la valoción estaba centrada en el docente, ahora esración social de la educación, así como la
tá centrada en el alumno, en el estudiante.
relación entre los distintos actores: comuNuestra visión es distinta, ahora nosotros
nidad, maestros y alumnos. Mujeres, homqueremos formar niños y jóvenes que tengan
bres, niños, niñas y adolescentes afirman
una autoestima, que sepan analizar ciertas
que uno de los roles más importantes de
cosas.”
los padres es el de “hacer estudiar”, así como la de los hijos es “estudiar”. Algunos
Junto con una actitud a favor del protagonistestimonios ilustran esta situación.
mo del niño, el personal educativo parece
conocer de cerca la realidad local. Un proUna niña entre 10 y 14 años expresa que
fesor del colegio comentó:
siente que sus padres la quieren:
“Cuando me dicen que he hecho bien mis
tareas.”
Un grupo de niños de la misma edad afirma:
“Yo veo como un grupo social a la familia.
Primeramente, todo es hoy en día planificación, la familia se planifica, ¿no es cierto?
¿Para qué? Para ver cómo van a formar a sus
hijos, dónde se van a formar, dónde se van a
educar, qué quieren que sean sus hijos.”
“Es bien estudiar, es bueno que nos hagan
estudiar.”
Expectativas y visiones ante
“Sin la familia no estudiaríamos.”
un contexto de exclusión
Adolescentes entre 15 y 17 años afirman:
“Todo me gusta de mis papás, que me ayudan.”
“Apoyándonos, más que todo hacen el esfuerzo para hacernos estudiar para que un
día no seamos como ellos.”
“Me hace estudiar y a mis hermanos también.”
La Reforma Educativa trajo cambios significativos en las prácticas institucionales de
262
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
El municipio de Sica-Sica, afectado en un
99% por la pobreza, sufrió un deterioro de
las condiciones de vida desde 1992, cuando el índice de NBI era de 96,6%. El secretario general del sindicato reconoce la influencia de esas condiciones sobre el desarrollo de la niñez:
“Si las condiciones económicas de la comunidad mejoraran a través del ganado porcino
o vacuno, tal vez los jóvenes no tendrían que
irse o se irían en mejores condiciones. Ellos,
“Cuando a veces me salgo, nadie me dice
una vez que salen bachilleres, pueden ir a esnada.”
tudiar a las diferentes universidades, a las
normales y con eso mismo podemos salir Y otro:
adelante.”
“Me hubiera gustado que me digan que no
Los adolescentes entre 15 y 17 años son tamsea así, que me digan que me comporte
bién concientes de las barreras para su
bien.”
desarrollo y felicidad impuestas por las
condiciones socioeconómicas y materia- Finalmente, las mujeres, entre 18 y 25 años,
les de Panduro:
expresan aspiraciones de una vida distinta
para sus hijos:
“La papa, a veces no produce, a veces produce, a veces viene la helada, no es tan seguro
“Que estudien, que no sean como nosotros que
vivir aquí.”
no hemos estudiado, que salgan adelante.”
“Tampoco llueve, tampoco va bien, no crece
“Que se vayan a la ciudad, en la ciudad puebien la papa, quiero estar en la ciudad.”
den trabajar, pueden estudiar, aquí nosotros
“A mí, la verdad, no me gusta cavar, cuando
sufrimos, las guaguas también sufren, no las
se cava se cansa mucho, duele la espalda.”
alimentamos bien.”
“El clima es muy frío.”
“Sólo en la pila pública media hora no más Oruro: entre lo urbano y lo rural
chorrea agua.”
“Yo no tengo pila en mi casa, tengo que hacer Las vivencias familiares descritas por niños
un esfuerzo hasta la pila pública.”
y adultos en Oruro reflejan algún grado de
movilidad y contacto entre áreas rurales y
Uno de los desafíos que expresan los niños y
urbanas. Oruro tiene la característica parniñas de distintas edades es lidiar con el
ticular de ser un municipio que abarca
abuso del alcohol entre los mayores y adouna ciudad grande, la capital del departalescentes. Al respecto, adolescentes de 15
mento donde en 2001 habitaba el 60% de
a 17 años cuentan:
la población municipal, y áreas rurales
donde habitaba el 40% restante. En un
“En las fiestas de acá sólo se emborrachan
contexto donde el acceso a los servicios
los mayores de edad.”
es desigual, hogares enteros o partes de
“Las chicas también toman temprano.”
éstos se trasladan a fin de conseguir edu“Las chicas que toman a mí no me gustan, no
cación para los niños, servicios de salud y
quiero que tomen, está mal.”
trabajo, entre otros. Una mujer joven
“Cuando un chico empieza a tomar, se cree de
cuenta que a sus 10 años se trasladó al
todo, un poderoso.”
pueblo de La Joya con su familia para asistir a la escuela, y después a Oruro donde
Un niño de 12 años se queja:
existen colegios:
“Los padres bailan y a veces se emborrachan.
Bien borrachos saben llegar… feo huele.”
Varios jóvenes expresan el deseo de que sus
familiares los vigilen y guíen mejor sus acciones con relación al alcohol. Respondiendo a la pregunta ¿alguna vez te has
sentido rechazado, no querido?, un joven
dijo:
“La escuela estaba muy lejos de la estancia.
Mi hermana y yo, de pequeñas, caminábamos una hora para ir a la escuela, es la distancia que teníamos que recorrer para ir a la
escuela y era mucho para nosotras. Supongo
que mi mamá y mi papá han pensado en nosotros y en llevarnos al pueblito porque ahí
había escuela.”
263
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 7,7
Contextualización del
municipio de Oruro
(Departamento de Oruro)
Ubicación geográfica y
actividades económicas
El municipio de Oruro, capital de departamento del mismo nombre y de la provincia
MAPA 7.3 Mapa municipal de Oruro
Fuente:UDAPE (2006).
GRAFICO 7.3 Pirámide de edades por sexo
del municipio de Oruro (2001)
80-84
75-79
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
0-4
0,3
0,3
0,5
0,6
0,8
1,2
1,5
2,0
2,5
2,5
2,9
3,8
0,5
0,5
0,8
0,9
1,0
1,3
1,8
2,3
Mujeres
Hombres
3,0
3,2
3,4
4,0
5,5
5,4
6,2
6,2
6,0
6,2
6,0
6,0
8,0
6,0
5,6
5,2
4,0
2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
Fuente: Codepo (2003).
264
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Cercado, está ubicado a 245 km de la ciudad
de La Paz con la que mantiene un importante vínculo económico. Posee un clima característico del altiplano con temperaturas que
oscilan entre los 5°C bajo cero y los 26°C. Se
encuentra a una altura de 3.700 metros sobre el nivel del mar, su topografía es esencialmente plana aunque se encuentra rodeada
de cadenas montañosas. En la época del auge de la minería, fue uno de los principales
centros económicos del país y la principal
estación ferroviaria de la red occidental, hoy
forma parte del corredor bioceánico OruroTambo Quemado (frontera con Chile) con
una carretera asfaltada de 100 km. Geográficamente, está ubicado en el punto distribuidor de las rutas hacia el sur y este del país y
en conexión con rutas internacionales.
Económicamente, aún depende de la actividad minera y de la artesanía, pues posee
un incipiente desarrollo industrial. Un potencial económico importante de este municipio
es la ganadería y la transformación de subproductos; la principal actividad agropecuaria en el área rural son los cultivos andinos y
la cría de camélidos y ovinos.
La ciudad de Oruro es conocida como la
capital folklórica de Bolivia por la tradicional
celebración del Carnaval. Esta fiesta de devoción a la Virgen del Socavón hace de Oruro
uno de los centros turísticos más importantes
del país. Posee recursos geotermales y yacimientos metálicos. Oruro alberga el primer
centro urbano intermedio con un crecimiento
demográfico menor al promedio de las localidades del altiplano, en su entorno existen sólo dos localidades relativamente importantes: Huanuni y Challapata. ( ver Atlas estadístico de Municipios INE el al, 1999)
Condiciones socio-demográficas
El municipio de Oruro, cuya población en
2001 alcanzaba a 215.660 habitantes, tuvo
un crecimiento demográfico muy leve desde
1992, con una tasa de crecimiento anual del
1%, expansión que refleja el crecimiento de-
CUADRO 7.5 Indicadores demográficos del municipio de Oruro 2001
1992
Población (número de habitantes)
196.025
% Población infantil ( de cero a cuatro años)
% Población en edad escolar (de seis a 17 años)
Tasa de crecimiento 1992-2001 (%)
1,03
Peso poblacional respecto a la población total (%)
3,05
Población rural (%)
6,43
Índice de masculinidad
93,92
Tasa de fecundidad (promedio de hijos por mujer en edad fértil)
4,1
Tasa de mortalidad infantil (muerte antes del primer año)
94
Tasa neta de migración reciente (por mil habitantes)
Edad mediana (años)
19
Población indígena por auto-identificación (%)
2001
215.660
11,20
29,00
2,61
6,69
94,61
3,5
67
-9,26
21
60,49
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003).
partamental. En 2001, el 60% de la población se concentraba en áreas urbanas. El ritmo de crecimiento de los últimos años implicó la reducción de la participación de la población como porcentaje de la población total, con un incremento absoluto de casi
20.000 habitantes en 10 años, a este ritmo
Oruro duplicará su población en 68 años. El
municipio de Oruro está clasificado entre los
municipios “expulsores” debido a la tasa de
migración neta negativa que, para 2001, alcanzó una magnitud de -9,3, ligeramente
mayor al promedio departamental.
Entre 1992 y 2001, la lenta expansión de la
población se tradujo en una tasa de crecimiento negativa de la población menor de
cinco años y una tasa de crecimiento de la
población en edad escolar de 0,3%, manteniendo el número de estudiantes en 62.000 a
lo largo de 10 años. Solamente el grupo de
adultos mayores creció a una tasa mayor al
3%, esta situación lleva a suponer que el municipio vivirá un proceso de envejecimiento
de la población acelerado en comparación
con otras regiones del país.
El municipio de Oruro tiene un índice de
masculinidad menor a 100, comparable a las
zonas económicamente más deprimidas del
país y posee uno de los porcentajes más ba-
jos de personas que viven en unión, menos
del 50% en 2001. Al igual que en el resto de
los municipios que albergan ciudades capitales, las condiciones de vida de este municipio superan las condiciones del conjunto
del departamento; en 2001, mientras el 50%
de su población cubría las necesidades básicas, en el departamento sólo el 30% lo lograba. La mejora en los indicadores de acceso a
servicios básicos, educación y protección
fue también mayor en este municipio en
comparación con el resto del departamento,
aunque dada la lenta expansión poblacional
las mejoras pudieron ser mayores.
Educación, salud y protección
Pese a su situación de capital de departamento, Oruro posee un elevado índice de pobreza y un nivel de Desarrollo Humano que lo
clasifica en el puesto 14 a nivel nacional con
un IDH de 0,685 (2001). Entre 1992 y 2001, si
bien se incrementó la población en edad escolar, la tasa de asistencia escolar no lo hizo
de manera significativa. Para 2001, cerca del
15% de la población en edad escolar no
asistía a la escuela, la privación de la escuela afectaba entonces a 15.000 niños menores de 18 años. En cuanto a los años promedio de escolaridad, casi alcanzan los 10.
265
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
CUADRO 7.6
Indicadores sociales del municipio de Oruro 1992-2001
Pobreza
Pobreza según NBI (%)
Desarrollo Humano
IDH
Educación
Tasa de asistencia escolar (%)
Años promedio de estudio (en años)
Saneamiento básico
Disponibilidad de agua por cañería (%)
Disponibilidad de servicio sanitario (%)
Atención de parto institucional
Partos atendidos en establecimientos de salud (%)
Partos atendidos por personal profesionales (%)
Protección
Población inscrita en el registro civil
Hogar
Tamaño promedio del hogar (número de personas)
Población que vive en unión
1992
2001
57,50
50,80
0,685
82,73
8,25
84,63
9,93
80,40
34,80
87,40
61,70
70,82
74,35
93,42
4,3
54,79
4
49,34
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003).
En 10 años, la mortalidad infantil se redujo
en más de un tercio, pero aún se encuentra
15 puntos por debajo del promedio departamental. La brecha entre indicadores sociales
del municipio y del departamento se redujo
en la mayoría de los casos; pese a esta situación privilegiada, el departamento aún posee
indicadores de acceso a servicios básicos,
como agua potable y servicio sanitario, muy
por debajo del promedio de los municipios
que albergan a capitales de departamento. El
Entre los fenómenos relacionados con los
movimientos migratorios campo-ciudad,
la distribución de miembros de la familia
en el espacio provoca, en cierta medida,
una tensión entre los modos de vida “indígena/campesino” de las áreas rurales y los
estilos y valores predominantes en los centros urbanos. Este desencuentro se expresa, particularmente, en las visiones y expectativas de los niños, niñas y adolescentes de Oruro que son criados en familias
con ciertos valores y prácticas de origen in266
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
30% de la población de Oruro no accede al
agua por cañería mientras que cerca del
40% no dispone de servicio sanitario. Finalmente, en cuanto a la atención de partos en
establecimientos de salud y por personal
profesional, aún el 30% de las mujeres y niños no tienen acceso a este servicio. La inscripción en el registro civil en el municipio alcanza una cobertura del 93,4% de la población, magnitud por encima del promedio departamental.
dígena pero que viven en un contexto urbano rodeado de medios de comunicación
modernos. Muchos de ellos expresan el deseo de desarrollar una vida distinta. Este
deseo se identifica mediante diferentes
técnicas. En la aplicación de la técnica de
autoidentificación o deseo de ser alguien,
los niños entre ocho y nueve años rechazaron las fotos de personas de origen indígena y también las de mineros y agricultores.
En tanto que los adolescentes, tanto mujeres como hombres, eligieron figuras repre-
sentativas de adolescentes de tez blanca
que visten ropa occidental.
Desequilibrio demográfico: hacia
el envejecimiento de la población
unidos y sus papás o mamás que se han ido a
veces tienen otra familia y ahora ya no los
ven a sus hijos.”
Coexisten valoraciones contradictorias de
las familias que se forman “en el camino”
basadas a diversas alianzas. Los padrastros
y madrastras son frecuentemente identificados como “abusivos” por parte de los
adolescentes o las autoridades. En contraste, se percibe aprecio y admiración hacia
hombres y mujeres que toman la responsabilidad de niños que no son sus hijos biológicos: nietos, sobrinos, entenados o hijos
del compañero o compañera. Un reciente
estudio teórico sobre las familias “recompuestas” (Portier, 2002) dirige la atención
al poder generativo de parentesco y la creatividad de arreglos que existen en la
crianza de los niños.
La invisibilización de los hogares “recompuestos” se debe también al uso generalizado de términos de parentesco. Verónica,
una niña de 10 a 14 años, cuenta que cuando ella nació en la comunidad de Pazña del
departamento de Oruro, su madre era una
chiquilla y la abandonó al día siguiente del
parto. Su padre se quedó con la niña, y
cuando Verónica tenía dos años, la hermana mayor de su papá se hizo cargo de ella
definitivamente. Actualmente, vive en
Oruro con la tía a quien llama “mamá” y
con su primo a quien le dice “hermano”.
Afirma: “Son mi familia.”
La estructura familiar va evolucionando junto al cambio de realidades demográficas a
través del espacio y el tiempo. Los datos de
los tres últimos censos nacionales muestran que mientras disminuye el porcentaje
de población del altiplano, aumenta el de
los llanos. La ciudad altiplánica de Oruro
ejemplifica esta tendencia: es el municipio
estudiado que tiene el menor dinamismo
demográfico, con una tasa de crecimiento
anual del 1% y una tasa de migración neta
de -9,3, superior a muchos ejemplos de expulsión rural.
Con una tasa de crecimiento negativa de la
población menor de cinco años y una tasa
de crecimiento de la población en edad escolar entre 1992 y 2001 de sólo el 0,3%, se
observa que solamente el grupo de adultos
mayores creció a una tasa mayor al 3% en
el período mencionado, lo cual supone que
el municipio vivirá un proceso de envejecimiento de la población acelerado en comparación a otras regiones del país. Hace
tiempo que la población vive un proceso
de feminización, con índices de masculinidad de 93,9 en 1992 y 94,6 en 2001.
No debe sorprender que la población del municipio no se organice según el modelo
convencional de la familia nuclear biparental. Las encuestas de hogar muestran La percepción sobre la familia
que menos de la mitad de la población
adulta de Oruro vive en unión (en 1992, el Llama la atención el uso frecuente de parte
de profesionales y autoridades de los adje54,8%; en 2001, el 49,3%) y la investigativos “desestructurada”, “desintegrada” y
ción cualitativa documenta una gran diver“sin jefe de hogar”, con los que juzgan a los
sidad de arreglos residenciales, entre ellos
grupos familiares por lo que no son, en vez
hogares uniparentales y familias extensas.
de reconocer o fortalecer lo que son.
Los cambios en la estructura familiar durante el período de crianza de los niños son
notables. Un adolescente de 15 a 17 años Un profesor observa:
comenta:
“Los niños que vienen a esta escuela son de
un 60% a 70% de familias desestructuradas,
“Últimamente ha cambiado porque padres,
es decir que sólo tienen padre o madre o esmadres y hermanos se han ido a otros lugatán solos.”
res a buscar trabajo, entonces ya no están
267
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
“Aproximadamente el 80% de las familias a
las que pertenecen los niños de la escuela
son desintegradas, de bajos recursos.”
El pastor de la una iglesia evangélica que realiza acciones a favor de los jóvenes comenta:
“Hay familias estructuradas que están compuestas por todos los componentes, hay también familias desestructuradas, como familias donde la esposa o el esposo ha sido
abandonado. Hay también niños, niños que
han quedado huérfanos o sus padres los han
dejado… La mayoría de familias que asiste a
la iglesia son familias estructuradas. Siempre la iglesia ha tendido a que la predicación
y la enseñanza apunten a eso, porque la iglesia no acepta el divorcio.”
Un adolescente entre 15 y 17 años expresa
una perspectiva más abierta en su percepción de la familia:
estos cambios en un contexto de estancamiento económico y demográfico? Una
posible explicación es la filosofía de la Reforma Educativa que, al igual que en Panduro, repercute en los discursos que profesores y padres de familia se apropian. Una
directora de escuela cuenta que desde los
años 80 se desarrolla un cambio fundamental en el proceso de aprendizaje de los
niños:
“En el anterior sistema, el profesor tenía un
programa cerrado donde él era quien decía la
primera y la última palabra, los niños eran
los receptores, ellos tenían que memorizar y
repetir todo lo que la maestra indicaba… Ya
no es un dictador el maestro, es un guía más,
es un comunicador de nuestro aprendizaje,
en base a los conocimientos que ya tienen los
niños. Entonces, la clase se hace más dinámica, no es tan monótona, al niño se le da la
oportunidad de reflexionar, de criticar frente
a los aprendizajes que brindamos.”
“Quienes te quieren y protegen, que pueden
ser papá, mamá, hermanos, tíos, primos, El nuevo sistema educativo también tiene
abuelos. La familia no siempre es mamá, pacomo objetivo reconocer y respetar las dipá, hermanitos; la familia es quien te cuida,
versas vivencias culturales, idiomas e identu papá es quien te da de comer, pero ese rol
tidades étnicas. Todavía queda indagar cólo puede tomar tu hermano o hermana. Una
mo las visiones pedagógicas aplicadas en
familia es quien te ayuda.”
el país influyen en los cuestionamientos de
la identidad étnica entre los adolescentes y
La importancia de la educación
sus visiones de desarrollo. Parte de la resen la construcción de ciudadanía
puesta se relaciona con el discurso de padres y jóvenes sobre educación, integriEn el municipio resalta el apoyo familiar a la
dad, trabajo y derechos ciudadanos. Un
asistencia escolar y a la inscripción de los
grupo de mujeres entre 25 y 45 años dice
niños en el registro civil. De los seis casos
que expresa su cariño mandando a sus hiestudiados, el municipio de Oruro se desjos a estudiar y comprándoles materiales
taca por tener el más alto porcentaje de poescolares. Una de ellas, Rebeca, expresa
blación inscrita en el registro civil (en
un sentimiento relativamente común en2001, el 93%) así como el mayor nivel de
tre los entrevistados en Oruro:
años promedio de escuela alcanzado por la
población mayor de 15 años (10 años). La
“Quiero que los hijos trabajen, que estudien,
tasa de asistencia escolar también es relaque sean honrados, que sean justos. Después
tivamente alta: creció del 82,7% en 1992
si quieren casarse, ya es su problema, la
al 84,6% en 2001. Otro aspecto relevante
prioridad es capacitarse para un trabajo eses la reducción de la mortalidad infantil
table.”
que cayó en más de un tercio en 10 años,
pasando de 94 en 1992 a 67 muertes por Las aspiraciones para el futuro y la visión del
mil nacidos vivos en 2001. ¿Cómo explicar
desarrollo de capacidades varían de acuer268
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
do a la edad. Los niños y niñas de ocho
“Cuando se casan se van de la comunidad a
años sueñan con ser policías, otros, con ser
buscar trabajo, pero después regresan y topersonajes de televisión. Los niños y niñas
dos vivimos en conjunto.”
de 10 a 14 años quieren ser profesionales y
trabajar como enfermeras, médicos, agró- La pobreza extrema:
nomos, veterinarios o ingenieros. Final- niños excluidos e invisibles
mente, algunos adolescentes entre 15 y 17
años piensan que deben migrar hacia Las precarias condiciones de vida en este
otros países después de terminar el colegio
municipio rural se reflejan en la elevada y
en Oruro.
creciente tasa de mortalidad infantil, que
Asimismo, las expectativas familiares varían
pasó de 78 por cada mil nacidos vivos en
de acuerdo a la generación y el sexo. En el
1992 a 111 en 2001. Adicionalmente, el
grupo de niños varones de 10 a 14 años, tomunicipio posee una tasa de fecundidad
dos quieren ser profesionales y trabajar de
muy elevada: 7,7 por mujer en edad fértil,
veterinario, ingeniero o médico. Imaginan
casi tres puntos por encima del promedio
que sus esposas van a cocinar, van a ser
departamental. Un grupo de mujeres entre
amas de casa, y que sus hijos van a estu45 y 65 años confirmó que tener muchos
diar. Afirman que tratarán bien a sus espohijos y perder algunos ha sido parte de la
sas e hijos, que no los reñirán.
historia de su vida. En este sentido, afirUna madre soltera joven (18 a 25 años), que
man que uno sus los roles importantes es
tiene a su cargo a los tres hijos de su herla provisión de métodos de salud tradiciomana fallecida y a su propia hija, plantea
nal a sus familiares:
su visión sobre el desarrollo de sus capacidades:
“De doce hijos, cinco han muerto, ahora tengo siete hijos, dos varones y cinco mujeres.”
“Pienso criar a mi hija y a los hijos de mi her“Diez hijos tengo. Tres han muerto y siete vimana para que sean hombres de bien, no
ven.”
hombres de mal, que tengan sentimientos,
“Mucho es nuestro trabajo en el campo,
que no hagan sufrir a las mujeres, que sepan
cuando se enferma el esposo o los hijos, notrabajar y que sepan defenderse. Que tengan
sotras como mujeres les curamos... cuando
amor y cariño y que no les importe el dinero.
nosotras nos enfermamos, nosotras mismas
Yo quiero hacer eso con sus hijos, eso voy a
nos curamos.”
hacer y así satisfecha me voy a quedar.”
El alto riesgo de muerte infantil y en la niñez
Chivimarca (Tapacarí): una
es en alguna medida explicado por el hepoblación extremadamente joven
cho de que en 2001 el 92% de la población
carecía de servicios sanitarios y el 75% no
Según las familias consultadas en la comunidisponía de agua por cañería. La baja codad campesina de Chivimarca, los padres
bertura de atención de partos también iny madres son generalmente agricultores,
fluye; en 2001, el INE registraba una coberhablan aymara, tienen bajo o nulo nivel de
tura de parto institucional que no alcanzaescolaridad y viven en el campo. Los niba al 10%.
ños, niñas y adolescentes, por su parte, ha- Más que en otras comunidades consultadas,
blan aymara y castellano, estudian, viajan
los residentes de Chivimarca identifican
a otras ciudades e incluso conocen otros
las deficiencias en salud y nutrición como
países. Al respecto, las mujeres comentan:
problemas de su propio desarrollo y como
desafíos para el alcance de las aspiraciones
de sus hijos. Una mujer de 45 a 65 años
“Mayormente los hijos van a Cochabamba.”
cuenta:
“En algunos casos van a trabajar durante la
semana y vuelven los fines de semana.”
269
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 7,8
Contextualización del municipio
de Tapacarí (Cochabamba)
Ubicación geográfica y
actividades económicas
Tapacarí es el único municipio de la provincia Tapacarí, ubicada al suroeste del deMAPA 7.4 Mapa municipal de Tapacarì
(Departamento de Cochabamba)
partamento Cochabamba y unida a la ciudad de Cochabamba por una ruta vial de
123 km poco desarrollada; también tiene
acceso por vía fluvial. Su principal actividad
económica es la agropecuaria con distintas
especies y rubros según los pisos ecológicos; pese a esta vocación claramente identificada no cuenta con la infraestructura caminera y de riego necesaria para el buen
uso y aprovechamiento de sus tierras. Entre
las actividades económicas de los habitantes de Tapacarí, la producción pecuaria es
importante para la vida familiar, esta actividad de cría de ganado se desarrolla en torno a las ferias semanales realizadas en distintas localidades (Tapacarí el lunes, Leque
el domingo, Lapo el martes y Romadas el
sábado). Algunos pobladores se dedican a
la extracción de minerales, especialmente
de piedra a orillas del río. Por su alta incidencia de pobreza, muchas organizaciones
no gubernamentales han concentrado esfuerzos en este municipio. Las sólidas organizaciones campesinas del lugar representan también una esperanza para la mejora
de las condiciones de vida de sus habitantes. ( ver Atlas estadístico de Municipios INE
el al, 1999)
Fuente: UDAPE (2006)
GRAFICO 7.4 Pirámide de edades por sexo
del municipio de Tapacarí (2001)
80-84
75-79
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
7,6
0-4 8,3
8,0
0,7
0,6
1,0
1,1
1,3
1,5
1,6
2,0
2,3
2,5
2,6
2,9
0,8
0,6
1,2
1,3
1,4
1,5
1,7
2,0
2,4
2,6
2,6
2,9
3,5
3,5
4,2
Mujeres
Hombres
4,4
5,9
6,2
7,4
7,9
6,0
4,0
2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
Fuente: Codepo (2003).
270
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Condiciones socio-demográficas
Este municipio rural contaba en 2001 con
25.119 habitantes. Su tasa de crecimiento
promedio anual entre 1992 y 2001 fue de
3,2%. Posee un índice de masculinidad que
revela casi un perfecto equilibrio entre hombres y mujeres. La población en Tapacarí tiene una elevada autoidentificación originaria,
en 2001 el 95,5% de la población mayor de
15 años se autoidentificaba como indígena y
casi el 40% declaraba no hablar el castellano. El municipio tuvo en los últimos años una
tasa de migración neta negativa, condición
que lo clasifica como municipio “expulsor”.
Al ritmo de crecimiento de los últimos años,
Tapacarí duplicará su población en 22 años.
Las magnitudes de crecimiento de los diferentes grupos poblacionales varían, aunque
CUADRO 7.7 Indicadores de mográficos del municipio de Tapacarí 1992-2001
Población (número de habitantes)
% Población infantil (de cero a cuatro años) %
% Población en edad escolar (de seis a 17 años)%
Tasa de crecimiento 1992-2001 (%)
Peso poblacional respecto a la población total (%)
Población rural (%)
Índice de masculinidad
Tasa de fecundidad
(promedio de hijos por mujer en edad fértil)
Tasa de mortalidad infantil
(probabilidad de muerte antes del primer año)
Tasa neta de migración reciente (por mil habitantes)
Edad mediana (años)
Población indígena por autoidentificación (%)
1992
19.202,00
2001
25.919,00
16,20
29,20
3,24
0,30
100,00
99,52
6,2
0,31
100,00
99,53
7,7
78
111
19
-9,29
18
95,50
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003).
en general se mantienen por encima del 3%.
La población infantil y en edad escolar creció
a una tasa del 3,7%, mientras que la población adulta mayor creció a una tasa mayor al
5% en el mismo período.
En Tapacarí, como sucede en las áreas rurales, la tasa de dependencia es elevada
pues la proporción de mayores de 64 y menores de 15 años es alta con relación a la población en edad de trabajar; para 2001, esto
implicaba una razón de dependencia de 102.
El índice de NBI muestra una situación de
pobreza que afecta prácticamente al 100%
del municipio, esta situación se mantuvo sin
mejoras desde 1992. Este caso ilustra claramente la desigualdad de las mejoras sociales y económicas en el país, pues existen
municipios donde las mejoras son casi imperceptibles. Esta situación se refleja en las
condiciones de vida del municipio que no
sólo son precarias en comparación con el
departamento sino que también las mejoras
son menos intensas en comparación con
otras regiones. En Tapacarí, las condiciones
de privación grave afectan a más de 12.000
niños, niñas y adolescentes menores de 18
años.
Educación, salud y protección
La tasa de asistencia escolar excluye al
31% de la población en edad escolar, la inasistencia escolar afecta a más de 2.000 niños entre seis y 17 años. El promedio de escolaridad alcanzado por la población mayor
de 15 años llega a niveles extremadamente
preocupantes, pues apenas supera los dos
años, este indicador tuvo una mejora leve en
los últimos años por lo que la brecha con el
promedio departamental se mantuvo en cinco años.
Las precarias condiciones de vida en este
municipio rural se reflejan en la elevada tasa
de mortalidad infantil que para 2001 alcanzaba 111 por cada mil nacidos vivos. Esta información revela un deterioro incluso de las
condiciones de sobrevivencia de los niños en
el decenio de los 90. Junto a la elevada mortalidad infantil, Tapacarí registra una de las
más altas tasas de fecundidad a nivel nacional, pues para 2001 la tasa global era de 7,7
hijos por mujer en edad fértil, casi tres puntos
por encima del promedio departamental.
Contrariamente a lo esperado, en ambos indicadores se observa un deterioro, dada la
tendencia de desarrollo a nivel nacional.
271
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
CUADRO 7.8 Indicadores sociales del municipio de Tapacarí 1992-2001
Pobreza
Pobreza según NBI
Desarrollo Humano
IDH
Educación
Tasa de asistencia escolar (%)
Años promedio de estudio (en años)
Saneamiento básico
Disponibilidad de agua por cañería (%)
Disponibilidad de servicio sanitario (%)
Atención institucional del parto
Partos atendidos en establecimientos de salud (%)
Partos atendidos por personal profesionales (%)
Protección
Población inscrita en el registro civil (%)
Hogar
Tamaño promedio del hogar (número de personas)
Porcentaje de la población que vive en unión (%)
1992
2001
99,30
99,40
0,376
49,24
1,67
68,51
2,27
3,70
1,50
24,50
7,60
6,16
7,86
88,78
4,1
68,15
3,9
65,45
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003).
Los indicadores de acceso a servicio sanitario y agua potable en el municipio explican
en gran medida las condiciones de riesgo de
muerte infantil y en la niñez: en 2001, el 92%
de la población carecía de servicio sanitario y
el 75% no disponía de agua por cañería. La
mejora en el acceso a estos servicios es aún
insuficiente, considerando el nivel de carencia actual que enfrentan los habitantes de este municipio. La baja cobertura de la atención
de partos en establecimientos de salud o por
personal profesional es también un indicador
de las precarias acciones orientadas a reducir el riesgo de mortalidad infantil: en 2001, el
INE registraba una cobertura de parto institucional que no alcanzaba al 10%. Las precarias condiciones de vida que enfrentan los
habitantes de este municipio lo clasifican en
el puesto 311 del ranking nacional municipal
de desarrollo humano con un IDH de 0,376.
“Nosotras siempre hemos sido enfermas, La compañera de ella sigue:
por eso la guagua nace enferma y muere, por
otro lado casi no nos alimentamos como se “He tenido una niñez muy triste, no tenía somdebe, razón por la cual el bebé al alimentarse
brero para protegerme de los rayos solares,
con la leche desnutrida crece muy débil y no
pasteaba y arreaba llamas, caballos, ovejas
resiste a las enfermedades, luego se enferma
con dirección al cerro donde a veces la lluvia
y muere sin auxilio alguno. Antes no había
me mojaba y el sol me secaba. A veces con la
hospitales para el control correspondiente
misma ropa mojada me acostaba para dorde las enfermedades, cuando teníamos algo
mir, de esta manera secaba mi ropa y de mude enfermedad no podíamos acudir a ninguchas otras cosas se sufría en aquel entonces.
na parte.”
Por estas razones hoy en día me encuentro
muy enferma, no puedo realizar mis actividades normalmente.”
272
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Con una tasa de asistencia escolar que excluye al 31% de la población en edad escolar,
un promedio de escolaridad extremadamente bajo, 2,3 años, y con un 40% de la
población que dice no hablar castellano,
Tapacarí presenta los peores indicadores
sociales de los seis municipios estudiados.
Sin embargo, los testimonios de los residentes resaltan la enorme brecha entre el
nivel de educación alcanzado por los padres y por los hijos. Madres y padres analfabetos y monolingües, quienes muchas
veces no han asistido a la escuela, apoyan
a la educación de sus hijos, garantizando
una asistencia escolar actual del 69%. Las
relaciones entre factores familiares y políticas educacionales para promover la movilidad educativa intergeneracional es tema
de mucho interés (Moore, 2001; Behrman,
Birdsall y Szekely, 1999) que, sin duda,
puede ser ejemplificado con las lecciones
del caso de Chivimarca.
En Chivimarca, la escuela parece ser una institución respetada, sin embargo, es también un ámbito en que la participación de
niñas y mujeres es limitada. La directora
de la escuela comenta:
Familia: “responsabilidad”
y “reciprocidad”
Además del gran empeño para asegurar que
sus hijos logren una mejor educación que
ellos, los adultos de Tapacarí se caracterizan por un mayor porcentaje que convive
en unión (66%) en comparación a otros
grupos estudiados. La hermana Celestina,
quien trabajó en programas de asistencia
social en varias regiones del país, percibe a
la familia de Chivimarca como “relativamente sana” en relación con la de otros lugares donde ha trabajado:
“Nosotros hemos encontrado que las familias en esta altura no son como las familias
de Santa Cruz, vemos a las familias bastante
unidas, no hay abandono de niños, si la madre muere o hay separaciones, no son muchas, los hijos no son abandonados, eventualmente siempre la abuela o los tíos se ocupan.”
Un adolescente relata:
“Un niño es feliz cuando nos hacen curar, nos
cuidan, nos llevan al kallahuaya… sí somos
importantes.”
“Aquí, un poquito se levantan, pero en algunas de las escuelitas que voy a visitar no las
dejan ni hablar. Aquí era así cuando he llega- Al igual que en otras regiones del país, en
do. Si hacíamos una reunión, decían que ninChivimarca, la alta mortalidad es un factor
guna mujer tenía que estar, todos varones. Y
que perjudica el desarrollo de los niños.
si venía una mujer decían que ella no sirve,
María Josefina, de 25 años, cuenta que su
que tiene que ser hombre el que venga a la
madre murió por complicaciones en el
reunión.”
parto y por falta de una posta médica.
Huérfana a sus tres años, se fue a vivir con
La hermana Celestina observa:
su tía quien le enseñó las labores de la casa: “Mucho tiempo yo he crecido sola, le cria“Aquí veo que la mujer tiene bastante autoriba a mi hermano, a mí me ha criado mi tía”.
dad, no sé cómo lo han visto ustedes, pero
A sus 10 años volvió a vivir con su padre,
tiene bastante campo para poder decidir. El
sus hermanos y su nueva madrastra. A sus
motivo puede ser que a veces los esposos van
12 años escapó a la ciudad donde trabajó
a la ciudad por períodos, entonces tiene que
como empleada en varias casas de Cochaser ella la que tiene la familia. Las jóvenes,
bamba y Oruro, en dos de ellas la engañalas niñas, no sé por qué, en la escuela o en
ron y no le pagaron.
otras situaciones en las que se encuentran Dos grupos de mujeres hicieron listas de las
todavía son las últimas que hablan.”
responsabilidades de los integrantes familiares, detallando las actividades y los roles
más comunes. Según estos testimonios,
273
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
gusta es ir a la escuela, participar y hay holos padres se dedican a sembrar, cosechar,
ras que me gusta hacer tareas de la tierra, cobarbechar, pastorear y recoger leña. Asisechar. Pero algunas horas tengo flojera y no
mismo, se detallaron las costumbres y acme gusta hacer…. A mí más que todo me
tividades cotidianas: “los hombres se peigusta jugar fulbito. Lo que no se debe hacer
nan, se perfuman, algunos no trabajan, enes odiarse, tampoco hacerse odiar.”
gañan, cumplen su palabra, incentivan el estudio de sus hijos, venden sus productos”,
etc. Cabe resaltar que el trabajo sacrificado A pesar de la frecuencia del embarazo adolescente, muchos esperan unirse para estaes reconocido por la comunidad. Este heblecer un hogar. Con relación a este tema,
cho se demuestra en el testimonio de las
un adolescente observa:
mujeres sobre el cansancio de los hombres
al llegar a su casa, pues muchos de ellos re“Se hace de mujer cuando tenga su profealizan trabajos que demandan un imporsión, su estudio.”
tante esfuerzo físico. Finalmente, entre las
prácticas comunes resalta la violencia físiUna niña entre 10 y 14 años dicen que no tieca contra la pareja y los hijos.
nen novios mi piensa en ello:
En cuanto a las actividades de las madres, resalta una participación diversificada en ám“Otra clase es en la ciudad, en la ciudad chibitos distintos al trabajo mercantil, pues
co, chico nomás quieren, aquí no puedes ver
trabajan no sólo en actividades agrícolas
chico.”
como la siembra, la cosecha, el barbecho o
el pastoreo, sino que también se dedican a
las tareas domésticas y de crianza de los ni- El bisabuelo Emilio comenta:
ños: cocinan, hilan lana para sus aguayos,
“Antes, entre ellos se fijaban, si él es trabajatejen, estudian, incentivan el estudio de sus
dor o no es trabajador, si ella tiene oveja o no
hijos, los inscriben a la escuela, hacen labotiene oveja, todo eso miraban y de acuerdo a
res de casa, atienden a los niños y al espoeso… Ahora ya no se roban, ahora ya se conoso, se ocupan de sus madres, curan a los facen, se hablan, conversan todo bien, hablan
miliares enfermos, lavan ropa y adminiscon sus hermanos, no es como antes. Ahora
tran el ingreso del hogar.
ya han visto que casarse a esa edad es medio
difícil porque mucho se carga la familia. Como
Una mujer joven describe su responsabilidad
la tierra también es medio pobre, ya no da, de
en el cuidado de su hermana minusválida:
acuerdo a eso ya se buscan a sus 35, 40 años
algunos, de 25 para arriba se buscan.”
“Mi hermanita no podía caminar, no habla y
teníamos que estar cargando como a una niña”. A raíz de este problema, la mujer no Para enfrentar la falta de recursos, la postergación de la formación de la familia coexisasistió al colegio regularmente: “¿Quien le
te con las estrategias de migración, incluso
iba a cuidar a mi hermanita?”
a otros países, que dejan huella entre los
que se quedan. Una madre de 25 años coRosendo Ramos, de 15 años, fue entrevistamenta:
do cuando estaba a cargo de su familia porque su madre estaba en Cochabamba tramitando ciertos documentos. Explica sus
“Mi papá hace 34 años que ha fallecido. Mis
reponsabilidades con orgullo:
hermanos mayores, uno está en Estados Unidos, otro está en Brasil… la comunidad Leque
“Más que todo, cuidar a mis hermanitos y
antes era bonita, poblada porque había más
también cuidar a mis animales y la chacra...
gente, vivíamos hartos vecinos, pero poco a
A veces no hay nadie que recoja mis cosepoco se ha ido acabando la gente. O sea, que
chas, mi mamá se está cansando. Lo que me
han salido a la ciudad, otros han fallecido.”
274
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
El cambio generacional en las
percepciones, valoraciones y
prácticas cotidianas
Las mujeres madres de familia observan
cambios importantes en las vivencias de la
comunidad. A diferencia de las madres
que migran a las ciudades y que se decepcionan de los nuevos estilos de vida de sus
hijos, éstas parecen estar de acuerdo en
que las cosas hoy son mejores que en el pasado:
con plantas y la crianza de los hijos. Aprendió la preparación de la lana de oveja para
tejer en telar o con palillos. Desde pequeña
tejió aguayos, frazadas, chuspas y ropas
con las que se vestía y vestía a su familia.
La población de Tapacarí tiene una elevada
autoidentificación originaria, en 2001 el
96% de la población mayor de 15 años se
autoidentificaba como perteneciente a algún pueblo originario y casi el 40% declaraba no hablar castellano. Entre los adolescentes, se destaca una fuerte identificación con la música local y nacional, que no
se encuentra con la misma profundidad en
otras comunidades. Los adolescentes expresan su afición a la música andina, dicen
que escuchan “sicureada, zampoñada, música folclórica” y que los que van a la ciudad
conocen otro tipo de música, como rap,
tecno, reguetón y cumbia villera.
“Nuestras familias han cambiado bastante,
antes nuestros padres nos vestían con telas
de bayeta, es decir, hilaban la lana de oveja
negra, tejían en los telares, luego nos los hacían costurar pantalones y teníamos zapatos
de cuero de llama, así nos vestíamos y algunos niños iban a la escuela. A veces digo, nosotros recién en estos tiempos deberíamos ser
niños. Antes hemos sufrido bastante, antes Expectativas para el desarrollo
los profesores no exigían mucho material a de los niños, niñas y adolescentes
los alumnos y se podía mantener a los hijos.”
En Tapacarí, las expectativas y deseos de los
niños se vinculan a la vida agropecuaria y a
Los jóvenes y adultos de Chivimarca testifilas actividades de la comunidad rural. Los
can sus experiencias de la niñez que conniños y adolescentes representan su identrastan con las experiencias de los niños y
tidad y su felicidad en relación con a las
niñas de hoy y que también son diferentes
responsabilidades que tienen en la familia
de las experiencias de los niños y jóvenes
y a los recursos de la naturaleza que poseurbanos. Nemesia, mujer entre 18 y 25
en. En relación a lo que los “hace feliz”,
años, recuerda:
mencionan: “el burro que se llama Serafín”;
“la Navidad porque les regalan”; “los cerros
“Jugaba con piedras y buscaba tréboles con
que se llaman Llalla Kullu, Hualla Huayllani
una amiga que tenía en la loma, hacíamos
y Kumuraña”; “el río que se llama Jacha Huicompetencia para ver quién conseguía uno
ra”; “cuando es su cumpleaños”; “cuando tiecon mayor cantidad de hojas, ella ganó,
ne su ovejita propia”, etc. Asimismo, se repuesto que en una ocasión logró conseguir
vela la importancia de la escuela en la vida
uno con 12 hojas, desde entonces nunca ha
de los niños y niñas cuando testimonian
visto ninguno que tenga más.”
que son felices cuando van a la escuela y
estudian.
En esos tiempos, las chicas no estudiaban, en
su comunidad no había escuela, por eso
ella no aprendió a leer ni a escribir. Se dedi- Los adolescentes de 15 a 17 años recuerdan
los juegos de su niñez y comparan la vida
caba a pastear las ovejas de la familia y al
del campo con la de la ciudad:
cuidado de los otros animales. Realizaba
trabajos domésticos, junto a su madre coci“Jugábamos con barro, con piedritas.”
naba, lavaba, ordenaba la casa. Su madre le
“Hacíamos autos de latas de sardina, pasteáenseñó casi todo lo que sabe, no sólo el trabamos las ovejas, los chanchos.”
bajo doméstico, sino también la curación
275
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
“Aquí hay jóvenes, pero en su mayoría se van
a la ciudad, porque aquí tal vez no hay qué
hacer. Los jóvenes lo que hacen es trabajar en
el campo de agricultores, siembran, cosechan; claro, de ahí también comen; los papás
les ayudan en irse a la ciudad.”
Así como los aspectos de la cultura local son
apreciados y valorados, los niños de todas
las edades sueñan con “salir adelante” para lo cual “requieren” salir de la comunidad. Un aspecto relevante es el cambio de
las aspiraciones en función al ciclo de vida
en el que se encuentran; los más pequeños
tienden a visualizar a su vida en el contexto de la familia y la comunidad rural, mientras que los adolescentes expresan deseos
relacionados con la vida urbana.
Las aspiraciones expresan deseos dentro o
fuera de la comunidad: “Ser licenciado”,
“tener taxi”, “ser abogado”, “ser militar”,
“ser profesional”, “trabajar en la ciudad”,
“ser chofer”, “ser campesino”, “lo que me
gustaría cambiar en mi vida es dejar de cansarme por el trabajo.”
Hombres adolescentes de 15 a 17 años comparten algunos de sus deseos para el futuro:
“Canchas para fútbol de salón, básquet, voleibol.”
“Que haya carrera de bicicletas.”
“Que los niños estén preocupados por estudiar.”
“Que las familias tengan autos.”
“Que la comunidad salga adelante.”
“Visitar otros lugares.”
“Mis padres junto a mí, en familia.”
“Mi familia con casa grande, de pisos.”
“Mi familia que viva en la ciudad.”
“Que mi familia tenga autos, taxis, buses.”
“Mi familia quisiera que fuera un poco adelantada y también hacerrnos querer con la
gente.”
“Estudiar, por lo menos, salir bachiller”.
“A veces, otros profesores dan buen ejemplo,
van a estudiar hasta donde puedan. Yo quisiera ser un profesor.”
“Cuando sea grande quisiera ser un aboga276
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
do, estudiar para abogado, para ganar el respeto de la comunidad, elevar a mi familia,
para prestigiar.”
“Cambiar de mi familia no quisiera. Me gustaría cambiar a la ciudad.”
Las expectativas de las niñas de 10 a 14 años
se relacionan a mejoras en su propia comunidad:
“Mejores ropas.”
“Escuela hasta cuarto medio.”
“Dinero.”
“Árbol para la sombra.”
“Río para que los animales tomen agua.”
“Pasto para que coman los animales.”
“Animales, porque son alimento.”
“ENTEL y servicios de salud.”
“Eucaliptos para hacer casas y para leña.”
“Animales, burros, porque son los que ayudan a traer la carga.”
”Vaca, oveja y chancho.”
“Pila para cocinar, para lavar.”
“Alegría, dinero para comprar y para estudiar; cocina a gas, cama, alimentos”.
“Que haya casas con tejas como de la ciudad.”
“Que mejore la iglesia.”
“ Que haya plantas.”
Porvenir: una población
prominentemente masculina
Sobre la estructuración de la familia
Porvenir tiene una elevada proporción de población joven. Casi un tercio está en edad
escolar (entre 6 y 17 años), lo que se debe
parcialmente a la tasa de fecundidad que
en 2001 se mantenía por encima de cinco
hijos por mujer en edad fértil, mientras
que la tasa de mortalidad infantil se encontraba por debajo de los niveles promedio
de mortalidad para similares niveles de fecundidad. Comparativamente con los demás estudios de caso, Porvenir se caracteriza por la mayor tasa de fecundidad adolescente que alcanza a 115 por cada 1000
mujeres entre 15 y 19 años.
RECUADRO 7.9
Contextualización del
municipio de Porvenir
(Departamento de Pando)
Ubicación geográfica y
actividades económicas
Porvenir se encuentra en la provincia Nicolás Suárez del departamento de Pando, a
33 km de la ciudad de Cobija. Al municipio
se accede por una carretera troncal y también por vía fluvial. Limita al norte con el Brasil. Posee un clima cálido y húmedo con una
temperatura media de 27°C. La población
indígena es principalmente de origen yaminagua y machineri, etnias que comparten
una demanda de Tierra Comunitaria de Origen. Los pobladores son también descendientes de colonizadores españoles y migrantes quechuas, aymaras, chiriguanos y
brasileños.
El municipio posee tierras altas poco propensas a las inundaciones, una flora variada
(castaña, isigo, goma, marupa, almendrillo,
plantas medicinales, entre otros) y una fauna
caracterizada por la presencia de animales
exóticos como jaguar, anta, oso hormiguero
y jochi. La actividad productiva de los comunarios se desarrolla en torno a la producción
agro-extractiva para la comercialización y la
producción agrícola en parcelas para la subsistencia basada en cultivos de arroz, frejol,
plátano yuca y maíz, entre otros. Algunos pobladores se dedican también a la pesca y a la
actividad pecuaria, muy importantes para la
vida familiar. (Atlas estadístico de Municipios,
INE et al, 1999).
MAPA 7.5 Mapa municipal de Porvenir
Fuente: UDAPE (2006)
GRAFICO 7.5 Pirámide de edades por sexo
del municipio de Porvenir (2001)
80-84
75-79
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
0-4 8,8
0,1
0,2
0,7
0,8
1,3
1,6
1,8
2,1
2,8
3,4
0,1
0,1
0,4
0,4
0,7
1,0
1,1
1,4
1,6
2,0
Mujeres
Hombres
2,7
4,0
3,7
5,0
4,3
4,2
4,2
6,2
6,7
5,4
6,3
7,1
7,6
8,0
6,0
4,0
2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
Fuente: Codepo (2003).
Condiciones socio-demográficas
Este municipio, cuya población es enteramente rural, contaba en 2001 con 3.713 habitantes. Durante el decenio pasado tuvo un
crecimiento menor al promedio nacional: se
expandió a una tasa anual promedio de
1,9%. En 10 años la población aumentó en
términos absolutos en 600 habitantes; a este
ritmo de crecimiento, Porvenir duplicaría su
población en 36 años. La población de Por-
venir es joven, los menores de 18 años superan el 45% de la población y la población infantil supera el 15%; la edad mediana en este municipio, al igual que la del departamento, es de 18 años. La estructura demográfica
por edad revela la existencia de un 30% de
población en edad escolar (de seis a 17
años) y un índice de masculinidad elevado,
especialmente en la población más joven.
277
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
CUADRO 7.9
Indicadores demográficos del municipio de Porvenir 1992-2001
Población (número de habitantes)
Población infantil (de cero a cuatro años)
Población en edad escolar (seis a 17 años)
Tasa de crecimiento 1992-2001 (%)
Peso poblacional respecto a la población total (%)
Población rural (%)
Índice de masculinidad
Tasa de fecundidad
(promedio de hijos por mujer en edad fértil)
Tasa de mortalidad infantil
(muerte antes del primer año)
Tasa neta de migración reciente (por mil habitantes)
Edad mediana (años)
Población indígena por autoidentificación (%)
1992
3.109,00
2001
3.713,00
16,40
29,90
1,90
0,05
100,00
133,23
6
0,04
100,00
131,48
5,2
73
57
11,05
18
18
5,70
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003).
Un elemento que explica la elevada proporción de la población joven es la tasa de fecundidad que en 2001 se mantenía por encima de
cinco hijos por mujer en edad fértil, mientras
que la tasa de mortalidad infantil se encontraba por debajo de los niveles promedio de mortalidad para similares niveles de fecundidad.
Si bien los niveles de pobreza se redujeron en
cerca de 15 puntos porcentuales aún casi un
tercio de los habitantes de Porvenir sufre la
privación de las necesidades básicas.
Porvenir tiene un elevado porcentaje de
personas mayores de 15 años que viven en
unión, la magnitud supera al promedio departamental y en 2001 alcanzaba al 60%. Al
igual que en el conjunto del departamento, el
promedio de personas por hogar supera los
cuatro miembros. Porvenir tuvo una tasa de
migración neta positiva en los últimos años,
condición que lo clasifica entre los municipios “receptores”. El municipio se caracteriza por un elevado índice de embarazo adolescente, el más elevado de los seis estudios
de caso llevados a cabo para la presente investigación: en 2003 se registraba un índice
de 115 nacimientos por cada 1000 mujeres
entre 15 y 19 años.
278
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Educación, salud y protección
Al igual que en el resto de los municipios
rurales, Porvenir tiene peores condiciones
de vida que el conjunto del departamento y
sus indicadores sociales revelan un importante rezago. La tasa de asistencia escolar
apenas alcanza al 75%, considerando el grupo de niños menores de 18 años el indicador
bordea el 80%, esto implica que dos de cada
10 niños entre seis y 17 años no asisten a la
escuela. En cuanto al promedio de escolaridad, la población mayor de 15 años acumuló seis años de escolaridad frente a un promedio de 7,2 en el departamento. La mortalidad infantil se redujo en un cuarto en 10
años, reducción más lenta en comparación
con el promedio nacional, probablemente ligada a su nivel inicial.
Pese a que hubo una mejora importante en
los indicadores de disponibilidad de agua
por cañería y servicio sanitario, en 2001 el
60% de la población carecía de agua potable
por cañería mientras que más del 20% no
disponía de servicio sanitario. Las condiciones de vida en Porvenir lo clasifican en el
puesto 49 del ranking nacional de Desarrollo
Humano con un índice de 0,625.
CUADRO 7.10 Indicadores sociales del municipio de Porvenir 1992-2001
Pobreza
Pobreza según NBI (%)
Desarrollo Humano
IDH
Educación
Tasa de asistencia escolar (%)
Años promedio de estudio (en años)
Saneamiento básico
Disponibilidad de agua por cañería (%)
Disponibilidad de servicio sanitario (%)
Atención institucional del parto
Partos atendidos en establecimientos de salud (%)
Partos atendidos por personal profesionales (%)
Protección
Población inscrita en el registro civil (%)
Hogar
Tamaño promedio del hogar (número de personas)
Población que vive en unión (%)
1992
2001
82,70
68,30
0,625
65,12
4,88
75,14
6
20,00
67,80
41,40
77,40
52,5
56,29
83,19
5
60,05
4,3
62,23
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003).
Finalmente, en cuanto a la atención de partos en establecimientos de salud y por personal profesional, alrededor del 45% de las
mujeres y niños no acceden a este servicio,
esta situación es similar a la del promedio departamental. El municipio tiene un porcenta-
je de inscripción en el registro civil bajo en
comparación a la media nacional; esta situación es común en las comunidades de los llanos: en 2001, el 17% de la población no estaba inscrita en el registro civil.
El elevado índice de embarazo adolescente,
bía matado. Mi mamá murió cuando el bebé
la elevada fecundidad global y las difíciles
tenía un año y seis meses, ese chico le acomcondiciones socioeconómicas establecen
paña a mi padre, ahorita tiene nueve años.”
el contexto para una notable organización
“Desde mis 14 años tenía una prima que me
creativa de la responsabilidad hacia los niregaló sus hijos, yo tenía 13 años y ya tenía
ños. Las entrevistas e historias de vida remis dos hijos. El padre se negó, le dijo que no
saltan prácticas de mujeres y hombres que
hizo hijos con una mujer fea.”
crían a niños que no son sus hijos biológi“En mi hogar ahorita somos tres personas:
cos sino “regalados”, “adoptados” o “entemi compañero, mi hija y yo, y cuatro con una
nados” y demuestran la importancia de las
sobrina que tenemos en la casa que es enferrelaciones entre diferentes generaciones
mera. Antes tenía mis entenados, que eran
en la crianza de los niños.
tres.”
Mujeres de 45 a 65 años describen las siguientes situaciones:
Una mujer joven relata su experiencia:
“A mi mamá le regalaron un bebé de un mes, “Yo tenía seis años cuando me regaló a otra fay mi mamá lo crió a ese bebé, su papá se hamilia, era una familia desconocida, apareció
279
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
una señora que necesitaba una chica, ella
quería ser madre, entonces me tocó a mí, yo
tenía cinco o seis años cuando me regaló a
esa señora. Ella me llevó a Matogrosso do
Sur, Campo Grande, Brasil, allá me crié.”
“Yo digo que depende de las circunstancias
de cómo llegue el bebé, por ahí tal vez esa familia ya es bastante grande y el siguiente que
viene es como un estorbo. Depende de las circunstancias.”
Un niño de 10 a 14 años contesta a la pregun- Niños y jóvenes de ambos sexos enfatizan la
ta ¿quién constituye tu familia? diciendo:
importancia de recibir cariño de sus fami“Mi madre y la familia de mi madre”. Como
liares y lamentan los daños emocionales
éste, otros testimonios evidencian la imque sufren cuando son privados del afecto
portancia de la línea de descendencia mafamiliar:
ternal en familias que reúnen hasta cuatro
generaciones de mujeres. De un grupo de
“Yo estoy bien porque tengo a mis dos padres
seis mujeres entre 18 y 25 años, todas mavivos y no quisiera perderlos, porque cuando
dres, cuatro vivían con sus madres y otras
estoy con ellos me siento protegida, me sienpersonas. Una de ellas dice:
to sin problemas. Por eso quiero estudiar, para darles una mejor vida a mis padres porque
“Lo bonito es que yo siempre tuve a mi madre
ellos se lo merecen.”
y a mis tres abuelas, tengo mi abuela de 88
“Las retadas duelen más que la guasca. La
años, vive al frente de mi casa.”
guasca le duele un ratito, de ahí usted se olvida, en cambio la retada queda en la mente y
El médico de Porvenir tiene una concepción
cuando lo recuerda, eso duele.”
de la familia que se adecua a los testimo“Mi madre me contó que cuando ella estaba
nios de los residentes y reconoce que no
embarazada, el Chino Penacho [el padre] dicorresponde a las definiciones de la famijo que tome harto remedio para matarme en
lia que rigen la organización de la atención
la barriga… Ahí mi madre tomó remedios
y los seguros de salud en el país:
pero yo no morí, yo sobreviví. ¿Y cómo te
sentís tú cuando te cuentan todo esto?”
“Familia es un conjunto de personas donde
“Después de que yo me envenené, yo intenté
hay un sentido común que es el amor. Se llematarme, mi madre se compuso un poco,
va salud a la familia pero no sabemos si ese
porque no paraba casi en mi casa. Ella no se
grupo es familia realmente.”
porta bien como madre de familia, no me da
cariño. Ella no sabe cumplir como madre.” .
Prácticas y valores que hacen familia
Los residentes de Porvenir expresan reiteradamente su afecto por la familia y la crianza de los niños, una característica que la
consideran particular de su región. Sus observaciones también revelan que no todos
los hijos reciben el mismo afecto. Mujeres
de 25 a 45 años opinan:
“Yo creo que aquí es diferente a las otras ciudades, cualquier persona que viene de afuera
observa eso: la mamá, el papá están con su
hijo, están acariciando, están besando, están paseando en los parques. En otra ciudad,
uno mira empleadas con los hijos de uno, pegándoles, llorando en la calle el bebé.”
280
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Otro tema discutido entre los niños y adolescentes es la monetarización de las relaciones familiares. Representan las relaciones
y obligaciones de los padres y los hijos en
términos de dinero y también critican el
rol de dinero en la familia y la comunidad:
“Hay que tener una profesión porque cuesta
tener a los hijos, son caros.”
“Uno va creciendo y va pidiendo cosas que
son más caras, un reloj, un zapato un tenis, el
niño se pone cualquier ropita. El joven va a la
escuela y ve que los otros se visten mejor y
uno también quiere vestirse así.”
“Mi padre quiere darnos a mí y a mis hermanos una pensión de. 50 bolivianos, ¡y yo qué
voy a hacer con 50 bolivianos!
“Mi padrastro trabaja y es su responsabilidad mantenernos a todos.”
“El papá, que no vive en la comunidad, manda plata para que me compre ropa, me compre mis materiales.”
Un joven de 15 a 17 años expresa el peligro
de que las prácticas de crianza se expresen
sólo en términos financieros:
“Mi padre puede darme todo, pero no conversa. A veces uno necesita el apoyo, cariño, pero mi padre no me da eso, me da lo material.”
Otros se muestran sensibles a los contrastes
entre su crianza y la de “los ricos” y expresan con cierta amargura la exclusión causada por las diferencias económicas:
“Los niños ricos son malcriados. Malcriado es
al que no le enseñan a respetar, malcriado es
el que exige: Vamos a comprar mis zapatos.”.
“La mayor parte son los pobres los que triunfan porque los ricos se creen y no salen ni bachiller.”
“Los ricos mandan a sus hijos a colegios particulares a Cobija. Tienen sus autos. Los pobres vamos a los colegios fiscales.”
“Algunas veces no te dejan hacer deporte porque no tienes unas chuteras o porque te falta
algo. Uno tiene que jugar con chicos de su clase porque con los otros no puedes jugar.”
Entre la escuela,
el trabajo y la maternidad
“Yo he trabajado, y ahora donde se aparezca
un trabajo yo voy a ir porque uno siempre necesita. Yo he trabajado cargando camión, he
castañeado, de todo trabajo sé, y sé que todo
trabajo es difícil y por eso uno tiene que estar
preparado en el estudio.”
“Yo iba al trabajo por mi cuenta porque ese
tiempo yo quería tenis y shorts. Mi madre en
ese tiempo, no hace mucho, mantenía a mis
otros hermanos.”
“Yo hasta he trabajado en aserraderos de tarde y es muy duro. Mi hermano también ha
trabajado en carpintería. A veces yo dejaba
de venir a la escuela para venir al trabajo.”
“Algunos se salen del colegio porque tienen
que trabajar y se entran al CEMA (centro de
educación de adultos).”
Mujeres jóvenes entre 15 y 17 años revelan
que el embarazo perjudica los estudios de
muchas de sus compañeras:
“Algunas chicas si se salen del colegio es porque están embarazadas, porque se enamoran
y rápido se entregan al hombre y el hombre
después no quiere encargarse de ellas.”
“Algunas ya no estudiaban porque tenían
que criar a sus hijos y tenían que buscar cómo mantenerlos porque el padre no quería
responsabilizarse de los dos.”
“Sí, la mayor parte de las chicas [que dejan
de estudiar] son madres solteras.”
Hasta las niñas menores entre 10 y 14 años
son concientes de esta situación:
Con un promedio de seis años de escolari“Había una chica que estaba en primero medad alcanzados por los adultos, Porvenir
dio y ya la embarazaron, ahora ya no estugoza de una escolaridad relativamente alta
dia.”
para un municipio rural. En contraste, la
“Un chico embarazó a una chica y la dejó en
asistencia escolar actual del 75% es relatisu casa solita. Ella era niña todavía, tenía 13
vamente baja, como también lo es el poraños.”
centaje de la población inscrito en el regis“Hay que saber cuidarse cuando uno ya tiene
tro civil (83%). Ambas características son
su enamorado y quiere tener relaciones. Dice
más comunes en comunidades de los llami mamá que se usa condón.”
nos que en las del altiplano.
“Mi mamá dice que tenemos que casarnos
Un grupo de jóvenes entre 15 y 17 años havírgenes para que no hablen mal de una.” .
bla de sus esfuerzos para balancear el empleo con los estudios, que en algunos casos En Porvenir, como en Santa Cruz y El Alto, los
requiere dejar los estudios por períodos:
comportamientos relacionados con los ce281
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
los juegan un rol importante para limitar el
desarrollo de las capacidades de las niñas
y mujeres en el estudio o el empleo:
“Él no quería que estudie porque yo era bien
joven, era joven al lado de él, más viejo, pensaría que yo iba a pillar otros hombres.”.
Ser niño, niña y
adolescente en Porvenir
En Porvenir existen fuertes presiones sociales para demostrar ciertos comportamientos “masculinos”:
que eso ha cambiando, esta generación lo está viendo de otra manera.”
“Sí, por ejemplo, mis hijos que no son mis hijos [cría “hijos regalados”], ellos cocinan,
pueden lavar, pueden planchar, pueden limpiar la casa, hacen todo.”
Adolescentes de ambos sexos entre 15 y 17
años describen una variedad de arreglos,más y menos segregados por sexo:
“Hay algunos que si tienen hermanas mujeres dejan que ellas hagan todo y ellos no hacen nada. Pero a veces los dos hacen, tanto
hombres como mujeres.”
“En mi casa, como ya se han ido mis dos hermanas mujeres, mayormente hacemos los
dos varones: lavar, limpiar la casa, cocinar,
lavar los platos.”
“Acá un joven mayormente se echa al desperdicio, no se dedican al estudio. Lo primero
que hacen es irse a tomar.”
“La mayoría de los jóvenes aquí se dedican a
beber. Aquí los hombres son bien inteligentes, pero el machismo es lo que le lleva al Las visiones sobre el futuro también varían
hombre a beber. ¡Que yo soy más hombre!,
por sexo y están marcadas por las propias
ahí empieza el machismo. A veces van al
vivencias. Un niño de 10 a 14 años quiere
cuartel y piensan que ya son hombres y haser profesional, que su hijo sea militar y
cen lo que quieren.”.
que su esposa se quede en casa. Su compañero indica que él quiere ser ingeniero foSer niña o adolescente mujer tiene sus prorestal y que su esposa sea secretaria. En
pios desafíos, relacionados, entre otros,
contraste, niñas de ocho a nueve años excon una división de trabajo por sexo poco
presan el deseo de estudiar en la universiflexible, aunque esta situación parece estar
dad, tener sólo uno o dos hijos y no casarcambiando en algunos hogares. Así lo exse porque “el marido no te deja trabajar”.
presan mujeres entre 25 y 65 años:
Jóvenes mixtos de 15 a 17 años identifican
“Hay diferencia, porque el hombre tiene la
como oficios y profesiones deseados ser
oportunidad de seguir estudiando, la mujer,
ingeniero forestal, profesora, militar, abopor ser mujer, tiene que cuidar a las guaguas
gado, doctor o veterinario. Uno comenta:
y tiene que hacer sus obligaciones y no puede estudiar. También depende mucho de la
“Este pueblo es muy bonito pero me gustacomprensión del marido o de los suegros. El
ría salir a otro lugar a estudiar, a un lugar
nacimiento del niño y de la niña hace cammás grande donde sea el estudio más combiar muchas veces.”
petente.”
“Yo, por ejemplo, he sufrido en ese sentido,
decían que la mujer es para servir al hombre. Observando que el embarazo frecuentemenEl hombre nunca deja de ser la cabeza del hote interrumpe los planes de estudio, otro
gar. Sí, estoy de acuerdo porque es la ley de
opina:
dios.”
“El hombre es hombre y la mujer es mujer, la
“Pero ése no es el motivo para estar formanmujer tiene que lavar, cocinar, planchar, todo
do familia, uno tiene que tener un futuro y rey el hombre tiene que dedicarse al tabaco y al
cién tener su familia. Aquí está volcado, aquí
alcohol. Así criaba a mis hijos, pero pienso
primero se forma la familia.”
282
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Santa Cruz: El desafío de un
crecimiento poblacional del 5%
El crecimiento demográfico y económico de
los llanos en las últimas décadas hace que
se vea a Santa Cruz como la ciudad del futuro. Sin embargo, lo que las admirables
mejoras en indicadores municipales no
muestran es que el desarrollo de este mu-
nicipio ha provocado la proliferación de
asentamientos humanos precarios donde
los niños, niñas y adolescentes enfrentan
situaciones de privación extrema. Tal es el
caso del barrio marginal Plan 3000, donde
se realizaron las entrevistas, historias de vida y grupos focales. Las voces de los residentes del Plan 3000 detallan la magnitud
de la desigualdad intramunicipal y la se-
RECUADRO 7.10
Contextualización del municipio
de Santa Cruz de la Sierra
(Departamento de Santa Cruz)
Ubicación geográfica y
actividades económicas
Santa Cruz de la Sierra es la capital del departamento de Santa Cruz y de la provincia
Andrés Ibáñez, es la ciudad más grande Bolivia. Posee una topografía caracterizada por
llanuras, un clima cálido con temperaturas estacionales extremas que oscilan entre 10°C en
invierno y 35°C en verano. El municipio se comunica por una desarrollada red caminera y
vías férreas que lo unen con todo el país.
La actividad económica de Santa Cruz es
diversificada con una importante industria,
un sector comercial activo y amplios sectores de servicios y de administración pública.
Las empresas petroleras, la actividad agroindutrial y la actividad bancaria comparten con
talleres de pequeños emprendimientos, centros comerciales y otros servicios. Adicionalmente, se ha desarrollado en el municipio un
importante centro universitario con una amplia infraestructura de centros de formación
públicos y privados orientados a los diferentes niveles de enseñanza. La feria internacional más grande Bolivia que se lleva a cabo en
esta ciudad ha crecido de la mano del sector
hotelero en los últimos años. (Atlas estadístico de Municipios, INE et al, 1999)
Situación y cambios
sociodemográficos
La expansión demográfica del municipio
se asocia con la ampliación de la frontera
MAPA 7.6 Mapa municipal de Santa Cruz
Fuente: UDAPE (2006)
GRAFICO 7.6 Pirámide de edades por sexo del
municipio de Santa Cruz (2001)
80-84
75-79
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
0-4
0,2
0,2
0,4
0,5
0,7
1,0
1,4
1,9
0,3
0,3
0,4
0,6
0,7
1,0
1,4
1,9
2,6
2,5
2,9
3,5
Mujeres
Hombres
3,2
3,8
4,2
4,7
5,4
5,3
5,9
6,4
6,5
8,0
6,0
6,1
6,0
6,0
6,1
6,1
4,0
2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
Fuente: Codepo (2003).
283
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
agrícola, las regalías generadas por la explotación de hidrocarburos, la fuerte articulación a los mercados de Argentina y Brasil y la
intensa migración desde occidente. El municipio contaba en 2003 con 1.135.526 habitantes, de los cuales cerca del 45% tenía menos de 18 años. El municipio creció a una tasa promedio anual del 5,1% desde 1992, la
expansión demográfica de los últimos años
fue tal que en 2001 albergaba casi al 14% de
la población total de Bolivia, mientras que el
conjunto el departamento albergaba un
cuarto de la población nacional. Al igual que
para el municipio de El Alto, se prevé la duplicación de su población hacia el 2015, situación que supone una alta vulnerabilidad para
la población en términos de acceso a los servicios básicos, un reto para las políticas públicas y una oportunidad por el bono demográfico.
Cuadro 7.11 Indicadores demográficos del municipio de Santa Cruz 1992-2001
Población (número de habitantes)
% Población infantil (de cero a cuatro años)
% Población en edad escolar (de seis a 17 años)
Tasa de crecimiento 1992-2001 (%)
Peso poblacional respecto a la población total (%)
Población rural (%)
Índice de masculinidad
Tasa de fecundidad
(promedio de hijos por mujer en edad fértil)
Tasa de mortalidad infantil
( muerte antes del primer año)
Tasa neta de migración reciente
(por cada mil habitantes)
Edad mediana (en años)
Población indígena por autoidentificación (%)
1992
709.584,00
2001
1.135.526,00
12,60
28,40
5,08
11,05
1,73
94,80
4
13,72
1,71
95,46
3,6
43
43
11,59
19
20
32,05
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004), INE (2004), CODEPO (2003).
Santa Cruz es un municipio predominantemente urbano (menos del 2% de su población habita en áreas rurales) y altamente receptor de población migrante, la tasa de migración neta en 2001 era de 11,6. Se caracteriza por una distribución heterogénea de la
población originaria, con una elevada participación de población quechua, en segundo
lugar aymara y en tercer lugar de pueblos del
oriente. En 2001, el 64% de los habitantes
del municipio que se autoidentifica con algún
pueblo originario era de origen quechua o aymara, sólo el 36% se identificaba con pueblos guaraní, chiquitano, mojeño u otros na-
284
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
tivos. La población del municipio se caracteriza también por una predominancia femenina, especialmente en la Población en Edad
de Trabajar (PET), el índice de masculinidad
apenas sobrepasaba 95 en 2001.
Salud, educación y servicios básicos
La expansión demográfica de este municipio ha provocado la proliferación de asentamientos humanos precarios que intensifican
la segregación residencial. En este sentido, la
situación y mejora de los indicadores sociales
a nivel municipal no refleja la heterogeneidad
intramunicipal de los logros alcanzados. Pese
Cuadro 7.12 Indicadores sociales del municipio de Santa Cruz 1992-2001
Pobreza
Pobreza según NBI (%)
Desarrollo Humano
IDH
Educación
Tasa de asistencia escolar (%)
Años promedio de estudio (en años)
Saneamiento básico
Disponibilidad de agua por cañería (%)
Disponibilidad de servicio sanitario (%)
Atención institucional del parto
Partos atendidos en establecimientos de salud (%)
Partos atendidos por personal profesionales (%)
Protección
Población inscrita en el registro civil
Hogar
Tamaño promedio del hogar (número de personas)
Población que vive en unión
1992
2001
44,20
19,10
0,739
77,04
8,26
81,32
9,5
82,00
80,70
96,30
95,30
85,57
87,77
91,1
4,8
55,78
4.4
52,45
Fuente: Elaboración propia sobre la base de PNUD (2004),INE (2004), CODEPO (2003).
a que la tendencia nacional ha sido la mejora
de los indicadores sociales, los promedios
ocultan las desigualdades que enfrentan los
habitantes en el ámbito local entre distritos o
incluso entre barrios. La mortalidad infantil en
2001 era de 43 por cada mil nacidos vivos, entre las más bajas a nivel nacional. En cuanto a
educación, el municipio revela un atraso relativo a ciudades del altiplano, pues en 2001
cerca del 20% de la población en edad escolar no asistía a un centro educativo; esta situación desaventajada se revierte en términos de
los años de escolaridad promedio alcanzados
por la población mayor de 15 años que para
2001 superaba los nueve años, algo similar
ocurre con el analfabetismo.
En cuanto al acceso a servicios básicos,
Santa Cruz posee en promedio los mejores
indicadores, pues en 2001 la cobertura de
agua potable por cañería y acceso a servicio
sanitario para el municipio superaba el 95%.
Algo similar ocurría con los servicios de salud relacionados a la atención del parto: más
del 85% de los casos son atendidos por profesionales y en establecimientos de salud.
Pese a esta situación aventajada en cuanto
al logro de indicadores de Desarrollo Humano,4 existen diferencias significativas que se
ilustran con las voces de los residentes de
los barrios marginales de Urkupiña y Pepe
Lucho en la zona Plan 3000.
4 Santa Cruz de la Sierra ocupa el segundo lugar en el ranking nacional de Desarrollo Humano Municipal con un IDH de 0,739
registrado para 2001.
285
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
gregación residencial que existe en Santa
Cruz, revelando el “lado oscuro” de las
nuevas megaciudades de América Latina.
Una característica preocupante del municipio es el atraso en la asistencia escolar en
relación con otros municipios, especialmente considerando la elevada tasa de urbanización, en 2001 cerca del 20% de la
población en edad escolar no asistía a un
centro educativo.
Hogares grandes y flexibles
“Nosotros somos sólo una familia, está mi
padre, mi madre, tengo una hermana menor
que va a cumplir dos años y yo.”
“Yo vivo con mi madre y mis tías a veces vienen y duermen ahí, duermen a veces una semana. Después mi madre, mi padre, mis hermanos, mi hermana que está ahí y mis tíos…
Tienen un hijo y mi otra tía tiene uno también.”
“En mi familia vive mi mamá, mi papá, mi
hermana, yo y mis dos hermanos y mi hijo,
mi hermana también tiene hijos.”
“Yo vivo con mi madre, mis hermanos, mi cuñada, mis hijas y mi marido.”
“Yo acá vivo con mis tíos, mi mamá y mi papá viven en el campo, así que como me he venido a estudiar acá vivo con mis tíos, mis dos
primas, mi primito y yo.”
“En mi casa vivimos mi mamá, mis hermanos, mi sobrinita, mi hermano que tiene su
mujer y su hijita y mi hermana que también
vive con su esposo y sus dos hijitos.”
“Mi mamá y mi hermano y yo, mi hija, mi padre hace años que se separó de mi madre.”
“Yo vivo con mi hijo sola.”
“Yo vivo con mis padres, mi hermana, mis
hermanos y yo con mis hijos y una prima
más que vino del Beni.”
“Yo vivo con mi madre y dos hermanos que
son mellizos y yo y mi bebé. Tengo otros hermanos pero son independientes, pero vienen
los domingos; o sea, el único bebé de la casa
es mi hijo, después tengo dos sobrinitos que
sólo vienen fines de semana.”
A nivel nacional, los hogares tienden a ser
más grandes en las ciudades, en los llanos,
y en zonas receptoras de migración. Santa
Cruz reúne estas tres características y posee un promedio de 4,4 personas por hogar. Los hogares visitados en el Plan 3000
revelan un tamaño mayor al del promedio
municipal y especialmente una alta flexibilidad en arreglos residenciales.
Mientras contó su historia de vida, Ruly (entre 18 y 25 años) mostró la casa donde vive con una familia numerosa. Cuentan con
un cuarto que les sirve de cocina y comedor, un baño improvisado y tres cuartos
más en los que se distribuyen la madre y
los hermanos con sus respectivas familias.
Ruly cuenta con un cuarto en el que habita
con su pareja y sus dos niñas. En este contexto, la familia extensa ofrece posibilidades de residencia para personas con limitados recursos. En un grupo focal de ocho
mujeres entre 18 y 25 años de edad, todas
representaron a sus hogares con tres gene- Cambios generacionales
raciones, vinculadas por varios lazos de paDe manera similar al caso de El Alto, las conrentesco. Así lo revelan ciertos relatos.
versaciones en el Plan 3000 revelan difeLa flexibilidad en los patrones de residencia
rencias generacionales en cuanto a las
se destaca en los siguientes testimonios de
prácticas y valores familiares. Una niña enun grupo de niños y niñas entre 10 y 14
tre 10 y 14 años cuenta:
años.
“Algunos padres quieren que vivamos como
“En mi familia viven mis tíos a veces, mi tío
en el pasado, como ellos vivieron.”
Goyo y mi tío Juan José cuando no tienen
donde alquilar, vienen y viven en mi casa.”
“Mis tíos y mis primitos, aparte yo, mi her- Adolescentes entre 15 y 17 años comentan:
mana, mi hermano que está trabajando, mi
“No hay comprensión en la familia.”
hermano que está ahí y mi otro hermanito
“Es que ellos tienen primero que comprenmás chiquitito y mi padre y mi madre.”
286
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
dernos a nosotros, porque nosotros queremos contarles nuestros problemas y ellos
nunca nos comprenden a nosotros.”
“Ellos dicen que no quieren que nosotros pasemos por lo que ellos han pasado, algunos
de nuestros padres tienen un pasado feo y no
quieren que nosotros seamos igual que ellos
o pasemos lo que ellos pasaron; no sé, no los
entiendo.”
Por su parte, las madres y abuelas de 45 a 65
años también luchan con las diferencias
generacionales:
llega el niño ya es una responsabilidad y es
algo bonito porque uno siente que es algo por
quien vivir.”
“Para mí significan el amor, el fruto del amor,
como dice la señora, son una bendición de
Dios, entonces es el amor. Un niño le da a uno
la esperanza de un mañana y le da la fortaleza de seguir luchando, ver hacia adelante que
ese niño sea mejor que yo, mejor que el papá,
que se supere y que sea un ciudadano más en
el país. Un niño es todo.”
“Mis hijos siempre cada mañana me dicen:
mamita, ¿cómo estás?, ¿cómo amaneciste
Son nomás cariñosos mis hijos.”
“Antes nuestros padres nos criaban con chicote, nos daban guasca, ahora no se puede Una niña entre 10 y 14 años entiende que el
hijo puede ser factor constituyente de la fadar guasca a los niños y por eso no hacen camilia e incluso de la relación de pareja:
so. Yo veo a mis nietas, son tremendas, malísimas, sus mamás les pegan pero no sé qué
“Triste, solos, se terminaría el matrimonio
pasa, son dañinas.”
sin hijos. A veces eso es lo que los une. Una
“A mis nietas les digo que no deben ser así,
vez mi papá dijo cuando discutían con mi
no deben contestar a su mamá, yo nunca he
mamá, cuando recién se habían conocido, mi
contestado a mi mamá.No, mamita, ahora es
papá me dijo que había regresado con mi maotro, así me contestan mis nietas.”
má por mi culpa, que por mí volvió, porque
me quería.”
El representante del Comité Cívico de Santa
Cruz comentó sobre la ruptura intergeneracional de las tradiciones culturales indí- A pesar de querer a sus hijos y de valorarlos,
los padres y las madres del Plan 3000 no
genas en un contexto urbano donde son
consiguen proveerles un ambiente seguro
despreciados:
protegido de la violencia:
“La mayoría son del interior y una gran par“Los padres se pelean de borrachos, los nite de habla quechua, originariamente queños están viendo y están creciendo traumatichua, y aquí, bueno, pues hablan el castellazados por las peleas familiares.”
no también, con las dificultades que ello im“También tengo miedo a lo que me vayan a
plica. En casa hablan quechua y en la calle
hacer mis primos porque cuando yo era más
hablan español. Los niños nunca hablarán
chica uno de mis primos me quiso violar.”
quechua en público, ni les gusta hablar. Por“Un niño de un año, o que sea más chico, no
que consideran que eso es un signo de atraso,
tiene la culpa de lo que pasa entre sus padres.
un poco se avergüenzan de su pasado, de su
Van y se la desquitan con el bebé, le pegan, le
pasado cultural y de su pasado de origen: sus
gritan y el bebé no sabe porque lo pegan, lo
papás.”
maltratan. ¿Qué se puede hacer con eso?”
Ser niño, valoración y violencia
Mujeres entre 45 y 65 años valoran al hijo como fuente de felicidad y motivación:
“El que llegue un niño a una familia, si bien
antes no le daba sentido a la vida, desde que
Un sacerdote católico que trabaja en la comunidad se preocupa:
“Por otra parte, los castigos son brutales, por
cosas que a veces son simples travesuras de
niños. Por ejemplo, el papá le dice que se va287
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
ya trabajar y que ‘me tienes que traer 20 bolivianos cada día’. Si no trae 20 bolivianos
considerará el papá que lo ha gastado en los
juegos electrónicos, o que se ha gastado comprando cosas; y, entonces, le va a maltratar,
fuertemente, o no le va a dar de comer, o no le
va a dar de cenar, pues le va a dejar sin comer
y sin cenar todo el día. Con lo cual se promueve mucho a los chicos, que andan por ahí, robando.
RECUADRO 7.11
Niños, niñas y adolescentes
con responsabilidades precoces
Los cambios producidos en el entorno familiar influyen también en los roles de los hijos que se ven obligados a asumir tareas domésticas, más aún si se trata de niñas y adolescentes mujeres. También se ven obligados a participar como proveedores precoces, incorporándose al mercado laboral infantil, tan o más precarizado que el femenino,
pero convertido en una parte sustantiva de
su participación familiar.
El caso de la familia de María (El Alto) es
muy elocuente. Separada de su marido por
maltrato y violencia doméstica, decidió vivir
sola con sus tres hijos. Para sostenerlos se hizo comerciante: en época de colegio vende
dulces; en Semana Santa hace palmas trenzadas para vender. Para Carnavales, Año
Nuevo y San Juan vende sahumerios en las
minas de Oruro. En todos los casos, recibe la
ayuda de sus hijos. El mayor cocina y asiste al
colegio nocturno. El del medio limpia autos y
eventualmente toca música en fiestas donde
le pagan por el servicio. El menor la ayuda a
preparar los sahumerios y en la cocina.
En el área rural, el trabajo infantil también
es parte fundamental de la reproducción familiar. Desde muy niños perciben responsabilidades relacionadas con el pastoreo o con
tareas agrícolas vinculadas a la siembra y la
cosecha, como en Panduro o Chivimarca, o
con el trabajo en aserraderos y carpintería,
como en Porvenir, donde también los niños
ayudan en la cosecha de la castaña. En las
ciudades es habitual que los niños se ubiquen laboralmente como voceadores o limpiando automóviles, como señala un entrevistado en Santa Cruz.
La inserción laboral suele ser paulatina y en
varios casos sólo tiene el objetivo de satisfa-
288
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
cer algunas necesidades inmediatas, como
la compra de útiles escolares o ropa, asociadas a símbolos de pertenencia y distinción
que comienzan a cobrar sentido entre los niños y adolescentes.
Sin duda, las responsabilidades son delegadas en función al sexo; el acceso a la educación de niños y niñas depende de ello tanto como su continuidad en la escuela. En ese
marco, cuando los ingresos familiares no alcanzan, las niñas o adolescentes se ven obligadas a abandonar los estudios o a ir a la escuela nocturna, con todos los riesgos que
ello implica. En situaciones más graves, se
ven obligadas a migrar a las ciudades para
trabajar como empleadas domésticas y así
poder enviar recursos a sus familias. En estas circunstancias, a veces viven,duras experiencias en sus relaciones laborales por el
desprecio cultural o por el poco dominio normativo que tienen respecto a sus derechos
conculcados en las ciudades.
En estos casos, cobra sentido una pauta
migratoria orientada a complementar los
escasos ingresos que provienen del trabajo agrícola, hilo sobre el que suele articularse la reorganización de las familias urbanas
y rurales, y sobre el que pende el régimen
social vinculado a la exclusión de género,
generación y etnicidad. En algunos casos
los embarazos precoces obligan a las niñas y/o adolescentes a retornar a sus hogares paternos con fuertes sentimientos de
culpa, no sólo por el significado moral que
supone un embarazo precoz, sino también
porque llevan a la familia una boca más que
alimentar.
Juana, nacida en Cotoca (Santa Cruz) tiene 12 hermanos, de los cuales ella es la mayor. Se crió con su abuela; como consecuencia de circunstancias complejas, a los
14 años se fue a Santa Cruz a trabajar de
empleada doméstica. En Santa Cruz se encontró a Ruly, con una historia familiar que
parece sobrepasar sus 22 años. Nació en el
Beni, a sus 11 años se fue a Santa Cruz y a
los 12 comenzó a trabajar como empleada
doméstica.
En los ámbitos urbanos, la contribución infantil a los ingresos familiares suele incorporar una serie de presiones que en muchos
casos derivan en la adopción de ciertas conductas; los niños y adolescentes muchas veces se ven obligados a robar para cumplir
con aquella
Fuente: Salazar (2006)
289
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
El desarrollo de
los niños, niñas
y adolescentes:
“una carrera
de obstáculos”
8
L
os capítulos precedentes refieren una historia de cambios en
las condiciones de vida de los
hogares de los niños, niñas y
adolescentes en Bolivia, rescatando la heterogeneidad social, territorial,
económica y cultural del país en contextos
dinámicos, tanto desde el punto de vista
demográfico como del de la organización
familiar. Más allá de los cambios y transformaciones históricas vinculados a la situación de los niños, en este capítulo se intenta aislar el efecto puro de cada una de las
características socio-demográficas y socioeconómicas analizadas en capítulos anteriores (lugar de residencia, sexo, pertenencia étnica, condición migratoria, edad,
recursos humanos y físicos del hogar, organización familiar, entre otros) en cada eslabón de la cadena de riesgos1 que enfrentan
los niños, niñas y adolescentes durante su
desarrollo (recuadro 8.1).
A lo largo del capítulo se intenta responder a
preguntas relacionadas con situaciones hipotéticas que permiten determinar la
magnitud de distintos riesgos ante diversos factores. El análisis de riesgos mide el
efecto marginal de cada factor asumiendo
los demás factores constantes o aislando
los efectos puros de múltiples factores; por
ejemplo, ¿Corren un niño y una niña el
mismo riesgo de abandonar la escuela si viven en el mismo lugar (región, área geográfica), tienen la misma edad, y enfrentan las mismas condiciones socioeconómicas y socio-demográficas en sus hogares?
Este análisis ofrece dos aportes fundamentales al Informe. El primero podría considerarse como un aporte retrospectivo, pues
en cierto modo la confirmación de la existencia de los efectos analizados permite
afirmar que detrás de cada uno existe una
explicación subyacente en los imaginarios,
las subjetividades, las percepciones y prácticas individuales y colectivas de las fami-
lias, los niños, niñas y adolescentes, detalladamente expuestos en el capítulo 7. El
segundo determina específicamente grupos de riesgo cuya identificación puede ser
utilizada, en combinación con indicadores
de resultado, para el diseño y la focalización de las políticas públicas. En este sentido, el análisis de los riesgos2 forma parte
fundamental del diagnóstico de la situación de la niñez y de la adolescencia (Katzman y Filgueira, 2001).
El análisis de riesgos permite confirmar que
las vulnerabilidades de la niñez están estrictamente relacionadas con el desarrollo
de las capacidades básicas de las mujeres y
de los miembros del hogar. En este sentido, los tipos de organización familiar y la
forma de inserción económica del hogar
actúan como un indicador de la capacidad
de acumulación y transmisión de activos
y/o pasivos hacia los niños.
La “carrera de obstáculos”
El camino que recorre el ser humano desde
que nace hasta que se hace adulto puede
ser descrito como una “carrera de obstáculos” (Maletta, 2006). En efecto, las situaciones de riesgo dependen del ciclo de vida
en el que se encuentre, y se diferencian según características históricas y coyunturales, como las condiciones demográficas,
económicas, políticas y sociales. La carrera
de obstáculos puede ser analizada en tres
etapas:
- los riesgos en la primera infancia3: el riesgo
de nacer sin atención adecuada, el riesgo
de crecer sin la nutrición adecuada, el riesgo de muerte neonatal, el riesgo de muerte
en la niñez,
- los riesgos en la edad escolar: riesgo de no
ingresar a la escuela, riesgo de abandonar
la escuela, riesgo de rezago escolar y, por
último,
- los riesgos en la adolescencia: riesgo de no
completar todos los niveles de educación
1 Estos términos han sido tomados de Katzman y Filgueira, 2001.
2 Los riesgos pueden ser definidos como situaciones cuyas consecuencias impiden la acumulación de activos y capacidades fundamentales para el desarrollo.
3 Para efectos de este capítulo incluimos en la “primera infancia” factores relacionados con los riesgos que enfrentan los niños hasta
antes de cumplir los cinco años.
293
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
escolar, riesgo de una inserción temprana Además de los riesgos ya mencionados, que
se resumen de manera esquemática en el
en el mercado laboral y riesgo de maternirecuadro 8.1, existen otros, no contempladad adolescente. Para efectos del capítulo
dos en el presente informe, pero que tamse han analizado las dos últimas etapas en
bién merecen atención, como ser el riesgo
una sola.
de morir antes de nacer, el riesgo de nacer
Desde una perspectiva detallada, es imporcon bajo peso o cualquier otro problema
tante reconocer que ante la presencia de
de desarrollo físico, el riesgo de no contar
una situación de riesgo en un ciclo detercon atención médica adecuada, el riesgo
minado existe una mayor probabilidad de
de no recibir lactancia materna exclusiva
que surjan riesgos en ciclos posteriores. Es
hasta los seis meses, el riesgo de no contar
decir que existe una suerte de eslabonadurante el embarazo y la infancia con un
miento en la capacidad de acumular actientorno familiar propicio y con suficiente
vos y/o pasivos (Katzman y Filgueira,
capacidad de subsistencia, el riesgo de no
2001). Esta situación refleja el hecho de
tener certificado de nacimiento o docuque los obstáculos se van sumando y las
mento legal de identificación, el riesgo de
probabilidades de marginación y exclusufrir violencia física o abuso sexual duransión también. Por ejemplo, la ausencia de
te la infancia, el riesgo del maltrato escolar,
educación inicial aumenta el riesgo de no
etc. En general, los riesgos a los que están
acumular capital humano en etapas posteexpuestos los niños implican graves conseriores del desarrollo (recuadro 8.1). A lo
cuencias para su salud, su desarrollo psicolargo de este capítulo se presentan resultalógico, físico y social, así como para su fudos del análisis de riesgos aplicando la metura inserción en la vida social, política y
todología de estimación econométrica de
económica. Aunque no se cuenta con dahazard models (o modelos de riesgo) a tratos acerca de todos los riesgos, los factores
vés de la regresión de Cox (Cox, 1972; Cox
que los determinan son en gran parte los
y Oakes, 1984; Allison, 1984; Hosmer y Lemismos.
meshow, 1999).
RECUADRO 8.1 El eslabonamiento de los riesgos y su impacto en el desarrollo
de niños, niñas y adolescentes
Falta de estudios, desempleo,
empleo precario,
embarazo adolecentes
Rezago y abandono
en la secundaria
Rezago y abandono escolar
Bajos ingresos,
limitado capital
humano, capital
social
erosionado
Baja
acumulación de
capital humano
No aistencia a educación
preescolar
Riesgo de mortalidad
Acumulación
y aplicación
de capitales
Asistencia,
adecuación y
permanencia
escolar en
primaria y
secundaria
Asistencia a educación preescolar
Nutrición inadecuada
Bienestar infantil
Configuración familiar de riesgo
(bajo capital humano, inestabilidad familiar,
pobreza,bajos ingresos, desempleo)
Fuente: Katzman y Filgueira, 2001.
294
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Configuración familiar favorable
Edad escolar
y adolescencia
(6 a 17 años)
Primera
infancia
(hasta los
cinco años)
CUADRO 8.1 Evolución de los principales factores de riesgo para el desarrollo de los niños entre 1976 y 2001
Factor de riesgo
Proporción de población rural
Proporción de población en Altiplano
Proporción de población en valles y llanos
Proporción de hogares campesinos
Proporción de hogares patronales
Proporción de hogares por cuenta propia
Proporción de niños en hogares monoparentales y unipersonales
Proporción de población migrante reciente
Educación alcanzada
Proporción de hogares con condiciones sanitarias y
habitacionales adecuadas
Proporción de hogares con jefatura femenina
Proporción de maternidad adolescente
Tendencia 1976-2001
Decreciente
Decreciente
Creciente
Decreciente
Creciente
Creciente
Creciente
Decreciente
Creciente, especialmente
en mujeres en edad fértil
Creciente
Creciente
Creciente
Fuente: elaboración propia a partir de Maletta, 2005.
Factores de riesgo en la niñez
boliviana: análisis comparativo
1976 y 2001
Los capítulos 4, 5 y 6 relatan la historia de 25
años de logros importantes en el desarrollo
de capacidades de los niños, niñas y adolescentes, así como de mejoras sustanciales en los recursos humanos y la capacidad
económica de los hogares bolivianos. Adicionalmente, resaltan las desigualdades
persistentes en diferentes niveles. El análisis de los factores de riesgo en la niñez y
adolescencia bolivianas, aplicado a los
censos de 1976 y 2001, permite señalar la
tendencia a una reducción de la vulnerabilidad de la niñez frente a los factores de
riesgo propios de esa etapa. Aunque se evidencia una desaceleración del proceso de
urbanización, aún existe una importante
migración campo-ciudad cuyas implicaciones repercuten considerablemente en
la reproducción de situaciones de riesgo y
vulnerabilidad (Brown, 2002; Petit, 2003).
A lo largo de esos 25 años, en términos agregados, se ha elevado sustancialmente el nivel educativo de la población y también ha
mejorado la cobertura y la calidad de los
servicios de salud, tal como lo revelan las
encuestas demográficas y las estadísticas
de este sector. Dado este proceso general
de mejoras, no cabe duda de que la vulnerabilidad ha disminuido. La información
entre censos sobre la paulatina reducción
de la mortalidad infantil y la desnutrición
confirman esta conclusión. En algunos rubros, sin embargo, las condiciones negativas todavía afectan a un porcentaje significativo de la población y las mejoras se han
caracterizado por la persistencia de notorias desigualdades entre grupos. El cuadro
8.1 resume la evolución de los principales
factores de riesgo en los ámbitos demográfico, económico y social.
El cuadro nos muestra una evolución favorable en la mayor parte de los factores de
riesgo, los indicadores de acceso y el resultado en términos de salud, educación, nutrición y mortalidad. Sin embargo, algunas
carencias todavía alcanzan magnitudes
muy elevadas. Por ejemplo, en el año
2001, un tercio de la población carecía de
baño o letrina y casi dos tercios carecían
de un adecuado sistema de desagüe, las viviendas de un importante porcentaje de la
población estaban construidas con materiales inadecuados y sólo disponían de cocinas a leña o bosta. La educación ha mejorado, pero todavía queda mucho por avanzar con relación al número de años de escolaridad acumulados por los niños y, naturalmente, respecto a la calidad de dicha
295
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
educación. Se observa una disminución en
la desnutrición, pero la Encuesta Demográfica de 2003 (ENDSA, 2003) revela que más
del 20% de los niños presentan indicios de
desnutrición crónica (retraso moderado o
severo en estatura para la edad, en niños
menores de cinco años).
El recuadro 8.1 describe un ejercicio realizado
para Bolivia entre 1989 y 1998, en el que se
concluye que las mejoras alcanzadas en indicadores sociales tuvieron un sesgo importante para el crecimiento pro-pobre en dimensiones “no monetarias” del desarrollo
(educación, salud, nutrición, entre otros}.
Acerca de este concepto4 Jiménez y Landa
(2004) realizan un análisis entre 1993 y
2002 que concluye que quiénes se encon-
traban por debajo de la línea de la pobreza
no incrementaron sus ingresos en términos
reales y que sólo una pequeña parte de la
población fue beneficiada del incremento
del producto en el periodo mencionado. En
le caso de la dimensión no monetaria del
crecimiento pro-pobre, parte del cambio
descrito se hace efectivo en la mejora sustancial de las condiciones de acceso a servicios básicos reflejada en un desarrollo humano sin ingresos al que hicimos referencia
en capítulos precedentes. En efecto, la mejora en indicadores de salud, educación y
nutrición parecería indicar que Bolivia ha
enfrentado en la década de los noventa un
desarrollo pro-pobre en el sentido multidimensional que permite entender la pobreza
RECUADRO 8.1
La dimensión social del
desarrollo pro-pobre
Klasen (2005) analiza las dimensiones no
económicas de la pobreza y del crecimiento
pro-pobre para Bolivia, arguyendo la importancia de un enfoque multidimensional como
el que se desprende de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Este innovador estudio demuestra que las herramientas tradicionales de medición del crecimiento propobre (Son, 2003) usualmente aplicadas a un
enfoque de pobreza por ingresos pueden utilizarse para medir los avances en nutrición,
salud, educación y una composición del
bienestar general considerando los factores
mencionados. Los resultados muestran que
los indicadores de pobreza por ingresos y
aquellos que miden la pobreza desde una
perspectiva de desarrollo de capacidades
básicas no se mueven necesariamente en la
misma dirección.
En síntesis, en todos los deciles de ingreso se observaron mejoras en los indicadores de ingreso y en aquellos que miden capacidades. La mejora en indicadores de
educación y salud es particularmente importante, sobre todo en los deciles más ba-
jos. Se observan algunas diferencias cuando los indicadores de educación, salud y
nutrición son cruzados por ingreso. Por
ejemplo, los hogares pobres por ingreso no
presentan un desempeño tan malo en educación, salud y nutrición. Estos resultados
tienen importantes implicaciones en términos de política, pues si bien existe evidencia de una relación entre pobreza por ingresos y pobreza por educación, no se puede
inferir que dicha relación sea de tipo causal.
Por tanto, convendría plantear que las estrategias de política estén orientadas a un
crecimiento del ingreso que asegure la reducción de la pobreza por educación. Las
diferencias observadas en indicadores no
monetarios son considerablemente menores, lo que queda reflejado en menores coeficientes de desigualdad medidos por el Gini. La desigualdad es especialmente baja
en el indicador de supervivencia infantil,
pues éste concentra la incidencia de mortalidad en pocos. En educación, nutrición y
vacunación; los coeficientes de Gini disminuyeron significativamente.
Fuente: Klasen, 2005.
4 El concepto de crecimiento pro-pobre ha sido analizado desde varias perspectivas , Son (2003) realiza una compilación de las metodologías existentes para su medición.
296
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
desde una perspectiva más amplia como el
que emerge del análisis de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM). Sin embargo,
el análisis también permite revelar las diferencias de carácter territorial cubiertas por
las desigualdades persistentes en el tiempo
y el espacio.
Dos conclusiones importantes se desprenden de este análisis; por un lado basarse en
estrategias orientadas a resolver el crecimiento por ingresos no garantiza perse la
mejora de la calidad de vida de las personas
en términos de salud, educación, nutrición,
entre otros; tampoco intervenciones focalizadas en lo social y no lo económico garantizarán el cambio mencionado. Por otro, el
análisis deja abierta la pregunta acerca de
factores de carácter estructural como ser la
territorialidad, la cultura, la heterogeneidad
del ciclo de vida, las características específicas individuales y comunitarias que inciden en las diferencias ex-ante y ex–post la
aplicación de las intervenciones. Agendar
intervenciones de política focalizadas en
los pobres por ingresos puede no ser la mejor estrategia para la reducción de la pobreza en otras dimensiones. Este resultado
plantea el desafío de combinar políticas sociales integrales con políticas económicas
que permitan de manera paralela mejorar
la situación económica y social de la población.
Pese a los avances de los últimos años, las
desigualdades entre grupos y dentro de los
mismos perduran en el tiempo y el espacio; es precisamente esta diferenciación
en las posibilidades de desarrollo de capacidades y acceso a servicios la que pretendemos conocer con mayor profundidad a
través de la identificación de los factores
de riesgo que enfrentan los niños en la “carrera de obstáculos” y que están detrás de
este comportamiento diferenciado.
Riesgos en la primera infancia y
antes de cumplir los cinco años
Riesgo de nacer sin
la atención adecuada
En cuanto a los riesgos que enfrentan los niños desde su nacimiento, el censo del 2001
nos da el porcentaje de niños que nacen sin
la atención adecuada. Este riesgo se mide
considerando dos elementos: la atención
institucional del parto (si tuvo lugar en un
centro de salud) y la atención por una persona especializada (médico, partera o enfermera). Este riesgo es uno de los más importantes para garantizar la supervivencia
de los recién nacidos, pues las consecuencias de nacer sin la atención adecuada se
reflejan en elevadas tasas de mortalidad perinatal, neonatal e infantil. Al mismo tiem-
Cuadro 8.2 Atención del último parto (2001)
Persona que atendió el último parto
Lugar del último parto*
En un establecimiento En un
En otro lugar
de salud
domicilio
Total casos
457.478
280.772
15.185
Médico
54,9% a)
1,0%
0,6%
Enfermera, auxiliar de enfermería
5,4%
1,7%
0,2%
Partera
0,3%
9,4%
0,3%
Usted misma
0,0%
12,8%
0,4%
Otra persona
0,1%
12,3%
0,5%
Total
60,7%
37,3%
2,0%
Total
753.435
56,5%b)
7,3%b)
10,0%b)
13,2%
12,9%
100,0%
74%
Fuente: elaboración propia a partir del CNPV 2001.
* Sólo incluye casos en que el último parto ocurrió cinco años antes del CNPV 2001, y que exista información sobre la fecha del
último parto, lugar del parto y atención recibida.
a) Criterio estricto para la definición de atención adecuada del parto: parto atendido por un médico en un establecimiento de salud.
b) Criterio amplio para la definición de atención adecuada del parto: parto atendido por médico, enfermera o partera en cualquier
lugar.
297
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
perior del cuadro revela que 45% de todos
po, la ausencia de atención médica durante
los partos en el país no fueron atendidos
el embarazo y en el momento del parto repor un médico en un establecimiento de
presenta un alto riesgo para las madres que
salud. El caso de las áreas rurales es el más
se traduce en una elevada mortalidad maextremo, pues prácticamente ocho de caterna.
da 10 partos no reciben una atención adeExisten dos criterios para definir una “atencuada bajo el criterio estricto. El cuadro
ción adecuada” del parto: el criterio estrictambién revela diferencias entre pisos ecoto exige que el parto sea atendido por un
lógicos: el Altiplano es la región que premédico en un establecimiento de salud. El
senta la mayor incidencia de partos sin
55% de los partos atendidos en el año
atención adecuada. Es difícil determinar
2001 cumplió este criterio. El criterio amlas causas de esta situación, pues unas esplio admite como “atención adecuada” la
tán ligadas a problemas de oferta y otras
presencia de un médico, personal de enmás bien a preferencias personales o culfermería o una partera, pero no se especiturales. Bajo el criterio amplio, las conclufica el lugar de la atención. El 74% del total
siones son las mismas, aunque al ser una
de casos cumplió este criterio (cuadro 8.2).
condición más amplia refleja una menor
En líneas generales, los resultados muestran
intensidad de la exclusión. Esta situación
que el riesgo de nacer sin atención adecuaheterogénea y desigual en la atención del
da es mayor en el Altiplano y disminuye
parto se refleja en el análisis de los factores
considerablemente en los llanos, en cualque inciden en este riesgo de nacer sin la
quiera de las áreas geográficas. De la misma
atención adecuada.
manera, la atención adecuada de partos es
tres veces mayor en las áreas urbanas que Este riesgo se asocia, entre otros factores, a
características individuales de la madre, a
en las rurales bajo el criterio estricto, y cuaciertas condiciones de los hogares y a la tetro veces mayor bajo el criterio amplio.
rritorialidad (grafico 8.3). En el primer caEl cuadro muestra la proporción de partos
so, los resultados revelan que “el riesgo de
sin “atención adecuada” para los dos critenacer sin la atención adecuada” aumenta
rios definidos anteriormente. La parte suCUADRO 8.3 Partos recientes sin “atención adecuada” según área geográfica
y piso ecológico (2001)
Criterio estricto: partos no atendidos por un médico en un establecimiento de salud
Región
Total
Área
Urbana
Total del país
45,3%
26,3%
Altiplano
58,3%
37,9%
Valles
46,0%
21,4%
Llanos
27,8%
17,7%
Rural
75,6%
87,2%
73,3%
56,0%
Criterio amplio: partos sin ninguna atención adecuada (médico, enfermera o partera, en cualquier lugar)
Región
Total
Área
Urbana
Rural
Total del país
26,1%
12,4%
48,2%
Altiplano
37,8%
20,9%
61,9%
Valles
26,8%
9,4%
46,2%
Llanos
10,4%
5,5%
24,1%
Fuente: elaboración propia a partir del CNPV 2001.
298
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
cuando la madre es “migrante” frente a GRÁFICO 8.1 Área urbana: persona que atendió
cuando no lo es (ya sea reciente o antigua),
el último parto, por piso ecológico
el número de hijos también influye en el
4%
8%
6%
riesgo analizando incrementándolo por 100 12%
2%
Médico
4%
5%
6%
90
4%
6%
6%
cada hijo adicional. En segundo caso, cier- 80 9%
7%
83%
6%
Enfermera
9%
80%
75%
tas características del hogar, como el acce- 70 6%
Partera
so a saneamiento básico, frente a su au- 60 64%
50
Usted misma
sencia, son también factores que incre- 40
Otra persona
mentan el riesgo analizado. Dentro de esta 30
categoría de factores característicos del 20
10
hogar, el clima educativo (el promedio de
0
Altiplano
Valles
Llanos
Total urbano
años de escolaridad de los adultos dentro
del hogar) tiene un efecto positivo en las Fuente: elaboración propia a partir del CNPV 2001.
posibilidades de nacer en condiciones adecuadas, por cada año adicional el riesgo de GRÁFICO 8.2 Área rural: persona que atendió
una atención adecuada durante el parto se
el último parto, por piso ecológico
reduce. El mismo efecto reductor del ries22%
15%
21%
go lo tienen los hogares de cualquier tipo 100 25%
Médico
90
de inserción ocupacional frente aquellos 80
9%
25%
Enfermera
27%
20%
que se caracterizan por la desocupación de 70 37%
Partera
sus miembros. Finalmente, la territoriali- 60
10%
15%
16%
50
Usted misma
46%
dad también influye sobre el riesgo de na- 40
11%
Otra persona
9%
cer sin atención adecuada, así lo muestra 30 15%
29%
27%
20
8%
el gráfico que refleja claramente la situa15%
10
ción desaventajada del altiplano y los va0
Altiplano
Valles
Llanos
Total urbano
lles frente a los llanos.
Fuente: elaboración propia a partir del CNPV 2001.
Riesgo de desnutrición infantil antes
de cumplir los cinco años
La desnutrición en la primera infancia y hasta los cinco años tiene consecuencias muy
importantes en el desarrollo del niño. La
desnutrición puede medirse a través del
retraso en estatura durante los primeros
años de vida, pero se manifiesta en una
Caractristicas
individuales de
la madre
GRAFICO 8.3 Riesgo de nacer sin la atención adecuada (criterio amplio)
Migrante antigua (no migrante antigua)
Número de hijos (por hijo adicional)
Lengua indígena (lengua no indígena)
Migrante reciente (no migrante reciente)
Caracteristicas
del hogar
Agua no proveniente de cañeria (de carcel)
Baño no adecuado (adecuado)
Clima educativo del hogar
(por año adicional de educación)
Hogar patronal (desocupado)
Hogar asalariado (desocupado)
Hogar cuenta propia (desocupado)
Región
Hogar campesino (desocupado)
Valles (llanos)
Altiplano (llanos)
-10
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Fuente: Elaboración propia a partir del CNPV 2001.
299
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
GRÁFICO 8.4 Índice de desnutrición crónica, por departamento
Santa Cruz
1
0,8
Potosí
Tarija
0,6
0,4
0,2
Chuquisaca
Cochabamba
0
Beni
La Paz
Oruro
Pando
Fuente: Elaboración propia a partir de UDAPE-UNICEF, 2005
mayor vulnerabilidad a infecciones, una
mayor probabilidad de muerte, mala salud
en la vida adulta y deficiente desarrollo intelectual5.
Más de una cuarta parte de los niños en todo
el mundo sufren de malnutrición no sólo
por la privación de alimentos, sino también a causa de enfermedades infecciosas
y la ausencia de cuidados. En países en
desarrollo cerca de 150 millones de niños
tienen un peso inferior al normal (PNUD,
2005b). En Bolivia el componente de salud
del Índice de Desarrollo de la Infancia (IDI)
especifica que la desnutrición crónica varía significativamente por departamento,
municipio y región. Así lo muestra el gráfico 8.4, en la que se puede apreciar diferencias claras entre los nueve departamentos,
siendo la brecha más marcada la que existe entre Santa Cruz (0,927) y Potosí
(0,145). Esta situación representativa de
las diferencias regionales se confirma en el
análisis de riesgos que revela un mayor
riesgo de desnutrición en localidades del
Altiplano (gráfico 8.5). La distinción entre
ambos resultados es que el gráfico 8.3
muestra diferencias departamentales no
controladas por otros factores.
El análisis, realizado considerando los resultados de la Encuesta de Demografía y Salud (ENDSA) 1998, incluía el cálculo de
riesgo de desnutrición de los menores de
cinco años y de los factores que incrementan o reducen ese riesgo y que toman en
cuenta el entorno en el que se generan
condiciones más o menos favorables para
6
los niños y niñas . Estos factores son: la re-
Región
Caracteristicas
del hogar
Caractristica de
la madre
GRAFICO 8.5 Riesgo de desnutrición crónica de niños y niñas menores de cinco años (1998)
Años de educación
de la madre ( año adicional)
Total de hijos tenidos por
a madre (por hijo adicional)
Parto en domicilio u otro
(establecimiento de saluud)
Refrigeradora (con refrigerador)
Niños menores de 5 años
en el hogar (niño adicional)
Pisos inadecuados (adecuados)
Baño inadecuado (adecuado)
Valles (llanos)
Altiplano (llanos)
-60 -50 -40 -30 -20 -10
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90 100
Fuente: elaboración propia a partir del CNPV 2001 y ENDSA (1998).
5 El indicador de retraso de talla consiste en el porcentaje de niños de menos de cinco años que se encuentran a más de dos desviaciones estándar por debajo de la estatura mediana de referencia internacional para cada sexo y edad.
6 Sobre la muestra de niños menores de cinco años en la ENDSA (1998), la ecuación utilizada tuvo una capacidad de predicción promedio de 66% a escala individual, pero reproduce muy fielmente la proporción de desnutridos en la población (los errores de predicción se compensan). La ENDSA contiene una gran cantidad de variables que podrían mejorar la predicción, pero esas variables no
figuran en el censo y fueron excluidas por esa razón.
300
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
rando, tenemos que estar cuidando de suciegión de residencia, la cantidad de hijos
dad, también, que no coma sucio, que no se
(orden de nacimiento de los niños), el núenferme.”
mero de niños menores de cinco años en
el hogar, la educación de la madre, las con“Si mis doce hijos hubiesen vivido no hubiediciones materiales de vida del hogar, y la
ra sufrido como ahora porque ellos me hudisponibilidad de servicios médicos medibieran ayudado en todas las actividades
da a través del lugar donde se realizó el
agrícolas.”
parto (bajo el supuesto de que esto último
es un buen indicador de la atención pre y
post-parto recibida por la madre y por el
Grupo focal, madres, Chivimarca
niño).
Usando las tres categorías de factores de Pese al significativo descenso de la mortaliriesgo de la sección precedente, el “riesgo
dad infantil en las últimas décadas (capídesnutrición crónica de niños menores de
tulo 5), y dadas las diferencias regionales
cinco años” se analiza en base a caracterísde este indicador en el territorio nacioticas individuales de la madre, dando conal, convendría analizar los factores que
mo resultado un incremento importante
inciden en incrementos o disminuciones
del riesgo cuando el parto es atendido en el
del riesgo de morir antes de cumplir los
domicilio en comparación a los efectos de
cinco años. Si bien la información censal
la atención en un establecimiento de sasobre mortalidad no permite una estimalud. El número de hijos es una vez más un
ción directa, es posible calcular esta profactor que incrementa el riesgo por hijo
babilidad a partir del número de hijos
adicional, un mayor número de niños en el
que tuvo cada mujer y la proporción de
hogar implica que los recursos económilos fallecidos.
cos deben repartirse entre un mayor nú- De acuerdo a la edad de las mujeres, la relamero de consumidores; así un mayor núción entre hijos nacidos y fallecidos permimero de niños menores de cinco años se
te estimar las probabilidades de muerte
asocia a un breve intervalo entre partos, lo
antes de alcanzar una edad determinada.
cual deteriora la salud de la madre y puede
El gráfico 8.6 muestra la evolución del porafectar al peso del neonato al nacer. Finalcentaje de hijos fallecidos en los tres últimente, cada año adicional de escolaridad
mos censos. Las cifras de 1976 y 2001 son
de la madre reduce el riesgo de desnutricongruentes con las estimaciones indeción crónica en la niñez. En cuanto a los
pendientes de la mortalidad en la niñez,
factores que caracterizan al hogar, identifiobtenidas a partir de registros vitales, encamos que las condiciones materiales de
cuestas demográficas y otros métodos.
necesidades básicas insatisfechas aumenEsas mismas fuentes sugieren que entre
tan el riesgo de desnutrición, como son los
1990 y 2000 no hubo un progreso significasos del material de los pisos y el acceso a
cativo en la disminución de la mortalidad
servicio sanitario adecuado. Como en el
infantil.
caso anterior la residencia en valles y alti- Según esta estimación, la probabilidad de
plano incremente el riesgo de desnutrición
morir antes de cumplir un año de vida hacrónica en comparación a la residencia en
bría bajado de 16,3% a 8,8% entre 1976 y
los llanos.
2001. En 1992 habría llegado a un valor
aún más bajo (6,6%), para luego aumentar
Riesgo de muerte en la niñez
de nuevo durante el periodo 1992-2001. La
probabilidad de morir antes de los cinco
“…los niños son más delicados, no aguantan
años habría caído de 25,3% a 13,8%, y la
como los mayores y de ahí, en ese caso, muede morir antes de los 18 años habría bajaren y los hombres al menos no hacen caso,
do de 31,3% a 16,1% entre 1976 y 2001,
las mujeres más que todo tienen que estar cusiempre con un punto mínimo en 1992 y
301
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 8.2
Niños y niñas menores
de un año en hogares pobres
y de bajo capital humano
El Índice de Desarrollo de la Infancia (IDI)
combina el capital educativo y físico del hogar y estima la proporción de niños menores
de un año en hogares cuyo ingreso no supera el 75% de la línea de pobreza y en hogares
en los que el jefe o jefa de hogar no supera
los seis años de escolaridad. En este sentido, el riesgo de desnutrición mide la capacidad de la unidad familiar para transformar los
activos acumulados en mejores niveles de
alimentación y atención médica.
El cuadro 8.6 muestra la probabilidad de
que los niños y niñas menores de un año estén desnutridos, controlando el nivel de pobreza del hogar, asumiendo que la línea de
pobreza refleja el ingreso mínimo requerido
para la atención de los requerimientos básicos de los miembros de la familia. Los niños
con una mayor probabilidad de tener una alimentación deficiente tienen una mayor propensión a problemas de salud a lo largo de
su vida por estar más expuestos a contraer
enfermedades infecciosas y de presentar
menor desarrollo en su etapa preescolar y
escolar. Al mismo tiempo, la probabilidad de
una adecuada atención en el control y prevención de enfermedades será menor.
Cuadro 8.4 Riesgo nutricional de niños y niñas menores de un año (%)
Piso
Ecológico Urbano
Altiplano 2,6
Valle
0,8
Llano
1,2
Total
1,8
1999
Rural
30,5
25,2
9,5
24,3
Total Urbano
15,2
1,4
14,1
3,4
4,3
1,7
12,1
2
2000
Rural
49,7
37,7
10,1
36,9
Total Urbano
22,2
0,7
21,2
2,1
4
2,8
16,3
1,8
2001
2002
Promedios
Rural Total Urbano Rural Total Urbano Rural Total
20,8
9
2,4 20,7
9,7
1,8 30,4 14,0
24,1 14,6
1,6 37,8
21
2,0 31,2 17,7
3,7 3,1
0,6 11,8
4,1
1,6
8,8 3,9
17,9 8,8
1,5 24,9
11
1,8 26,0 12,1
Fuente: estimación basada en información de las Encuestas de hogares MECOVI (1999-2002).
En síntesis, los resultados calculados entre
1999 y 2002 muestran que el riesgo nutricional en Bolivia (controlado por pobreza y nivel
educativo del hogar) mantuvo un promedio
constante de 12%. La brecha urbano-rural se
mantuvo por encima de los 20 puntos porcentuales. El riesgo de desnutrición muestra diferencias regionales comparativamente favorables a la región de los llanos orientales, lo que
quiere decir que incluso controlando por pobreza y educación, el aspecto regional tiene
un importante impacto en la condición nutricional de los niños bolivianos. El riesgo de
mortalidad y desnutrición es mayor durante la
primera infancia; por su parte, las variables ingreso y el nivel de educación, como factores
determinantes de la capacidad económica,
condicionan el acceso a los servicios de salud
y a una adecuada alimentación y, por tanto, inciden en el desarrollo de la población infantil.
Fuente: UDAPE-UNICEF, 2005.
un aumento entre 1992 y 2001. Con la evi- Tal como sucede con el riesgo de desnutridencia censal y de otras fuentes no caben
ción, los factores de riesgo de mortalidad
dudas acerca de la fuerte caída de la morinfantil deben estimarse sobre la base de
talidad infantil durante el último cuarto de
las encuestas demográficas y de salud
siglo, caída que se concentra en el periodo
(ENDSA). Para los niños menores de cinco
1976-1992 para luego tomar una tendenaños censados en el censo de 2001, el pecia creciente.
riodo de exposición a este riesgo compren302
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
de los años transcurridos entre 1996 y
2001; por tanto, puede estar adecuadamente reflejado por la información de la
ENDSA (1998).
Los resultados de la aplicación de la metodología de estimación de factores de riesgo (gráfico 8.7), revelan que el factor más
importante es la atención de salud. El hecho de no haber contado con la atención
de un médico en el parto (asociado a una
mejor atención durante el embarazo y la
infancia) aumenta en 100% el riesgo de
mortalidad en relación a un parto con
atención médica. Otros factores que incrementan el riesgo de mortalidad en niños y niñas menores de cinco años son la
residencia en localidades del Altiplano
(sobre todo en zonas rurales), la presencia
de un solo progenitor (madre soltera, viuda, separada o divorciada), el número de
hijos que tuvo la madre, las condiciones
habitacionales del hogar (en términos de
la calidad de las paredes y pisos de la vivienda, la existencia de un baño, y la posesión de artefactos y servicios básicos
como refrigerador o teléfono). Factores
que disminuyen el riesgo de muerte antes
de cumplir los cinco años son la edad y el
nivel educativo de la madre, la jefatura femenina del hogar y el número total de
miembros del hogar.
GRAFICO 8.6 Porcentaje de hijos fallecidos por edad actual
de las madres (1976-2001)
35
33%
30
27%
25%
25
1992
22%
23%
20%
20
18%
16%
11%
9%
7%
12%
17%
16%
14%
15
10
1976
30%
2001
14%
10%
11%
30 - 34
35 -39
8%
7%
5
0
15 -19
20 - 24
25 - 29
40 - 44
45 - 49
Tramo de Edad de la Madre
Fuente: Elaboración propia sobre la base de los CNPV 1976, 1992 y 2001.
Riesgos en el desarrollo durante la
edad escolar y la adolescencia
Factores que inciden en la
probabilidad de ingresar a la escuela
Uno de los riesgos que afecta al desarrollo
de los niños con mayor frecuencia es el
riesgo de no ingresar a la escuela a la edad
adecuada e, incluso, de no ingresar nunca.
El rezago escolar y el analfabetismo son
obstáculos importantes que se interponen
entre los niños y el pleno desarrollo de sus
capacidades y, por consiguiente, disminuyen sus posibilidades de integración eco-
Caractrísticas
del hogar
Hogar con jefatura femenina (con jefatura masculina)
Características
individuales
de la madre
GRAFICO 8.7 Factores de riesgo de mortalidad en la niñez (2001)
Educación de la madre (por año adicional)
Total de miembros del hogar (por miembro adicional)
Sin baño (con baño)
Parto sin atención médica (con atención médica)
Madre separada o viuda (madre con cónyugue)
Región
área geográfica
Llano rural (Llano urbano)
Valle urbano (Llano urbano)
Valle rural (Llano urbano)
Altiplano urbano (Llano urbano)
Altiplano rural (Llano urbano)
-10
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90 100
Fuente: elaboración propia sobre la base de ENDSA 1998 y CNPV 2001.
303
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 8.3
Probabilidad de sobrevivir
hasta los cinco años
Para calcular la probabilidad de sobrevivir
hasta los cinco años, Maletta (2005b), utiliza
GRÁFICO 8.8 Curvas de supervivencia hasta los cinco
años por área y piso ecológico (1998)
1.00
Zona
.98
Urbano
Rural
Supervivencia
.96
.94
.92
0
10
Edad en meses
20
30
40
50
60
1.00
Región
Llano
.98
Valles
.96
Altiplano
Supervivencia
.94
.92
.90
0
10
Edad en meses
Fuente: Maletta, 2005.
20
30
40
50
60
la variable “año de nacimiento del niño”, dado que se consideraron los 10 años anteriores a la ENDSA (1998). El ejercicio revela que
cada año adicional implica una reducción del
2,4% en el riesgo de morir antes de los cinco
años lo que confirma la tendencia decreciente de la mortalidad en menores de cinco
años, manteniendo constantes los otros factores incluidos en la ecuación. Se analizó
también la distribución de la probabilidad de
muerte por edad de los niños, y a través de
esos resultados se estimó la supervivencia
de los niños y niñas de diferentes áreas y regiones ecológicas. La probabilidad de superar los primeros cinco años de vida es mayor
en las localidades urbanas que en las rurales.
Al mismo tiempo, la probabilidad de sobrevivir varía de un piso ecológico a otro: es mayor en los llanos, intermedia en los valles y
menor en el Altiplano; estos resultados que
se derivan de cálculos probabilísticos coinciden con los de la ENDSA(2003).
Cerca de 94% de los niños y niñas urbanos
superan los primeros cinco años pero apenas un poco más del 92% de los niños y niñas rurales lo logran. La barrera de los primeros cinco años es superada por más del 94%
de los niños y niñas en los llanos, el 93% en
los valles, y por algo menos del 92% en el Altiplano. Estas diferencias reflejan el efecto
conjunto de todos los factores de riesgo para la población de cada región o zona.
tal como se hizo para el análisis de la sunómica y social en su vida adulta. El ingrepervivencia.
so a primero de primaria después de la
edad establecida por ley (seis años cum- Según el censo 2001, nueve de cada 10 niñas
plidos) se considera tardío. Sin embargo,
y niños bolivianos asistieron alguna vez a
la escuela. Sólo uno de cada 10 llega a la
los niños y niñas ingresan a la escuela a diferentes edades; algunos no ingresan nunedad adulta sin haber ingresado nunca a la
ca al sistema educativo formal o no lo haeducación formal. Las barras del grafico
cen hasta la mayoría de edad (algunos se
8.9 representan las probabilidades relatiincorporan más tarde al sistema alternativas de ingresar a la escuela. En esta oportuvo). El riesgo de no ingresar a la escuela
nidad los riesgos han sido clasificados en
tres categorías manteniendo las caracteantes de determinada edad puede ser
analizado mediante la regresión de Cox7,
rísticas del hogar y la territorialidad ante7 La regresión de Cox analiza los factores que determinan el tiempo transcurrido hasta la ocurrencia de un evento y la probabilidad de
que dicho evento ocurra, o no, dentro de plazos determinados.
304
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
GRAFICO 8.9 Factores que inciden en la posibilidad de “ingresar a la escuela” (2001)8
Pisos de tierras (piso de otro material )
Caractrísticas del hogar
No tener baño (tener baño)
Persona por habitación (por persona adicional)
Años de estudio del jefe del hogar (por año adicional)
Clima educativo del hogar (año adicional)
Hogar con miebros de lengua indígena
Jefes migrante reciente (jefe no migrante reciente)
Desocupados (Hogar campesino)
Asalariados (Hogar campesino)
Empleadores (Hogar campesino)
Sexo
Región
área geográfica
Cuenta propia (Hogar campesino)
Llanos rural (Altiplano urbano)
Llanos urbano (Altiplano urbano)
Valles rural (Altiplano urbano)
Valles urbano (Altiplano urbano)
Altiplano rural (Altiplano urbano)
sexo femenino (Sexo masculino)
-50 -40 -30 -20 -10
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90 100
Fuente: Elaboración propia basada en el CNPV 2001.
riormente utilizadas y sustituyendo las cason mayores con relación a hogares donde
racterísticas individuales de la madre por
no existen personas de habla indígena.
una característica específica del niño, niña En promedio, los niños que habitan áreas ruo adolescente (sexo).
rales tienen una mayor probabilidad de no
Los resultados muestran un efecto negativo
ingresar a la escuela. Esta situación se puede las condiciones materiales y habitaciode comprobar con las proporciones obsernales insatisfechas de los hogares como
vadas de niños que no han ingresado a la
son los casos de la falta de acceso a sanitaescuela hasta diferentes edades que se exrio, o el hacinamiento habitacional. Otras
hiben en el gráfico 8.10, de modo que para
características del hogar, como ser la inserción ocupacional, muestran una clara inci- GRAFICO 8.10 Niños, niñas y adolescentes que aún no
ingresaron a la escuela, por edad, 2001
dencia negativa de cualquier forma de inserción con respecto a los hogares campesinos; de la misma manera la condición 100
migratoria del jefe de hogar incide negati- 90
vamente en las posibilidades de que los ni- 80
ños y niñas ingresen a la escuela. Tres fac- 70
Altiplano urbano
tores inciden de manera positiva en las po- 60
Altiplano rural
50
sibilidades de ingresar a la escuela, dos de
Valles urbano
40
ellos relacionados con el capital humano,
30
Valles rural
por un lado, a mayor clima educativo del 20
Llanos urbano
hogar y mayor escolaridad del jefe de ho- 10
Llanos rural
gar mayores las posibilidades de que el ni0
3
4
5
6
7
8
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
ño o niña ingresen a la escuela, por otro, en
Edad
hogares de lengua indígena las posibilidades de que los niños ingresen a la escuela Fuente: Elaboración propia sobre la base del CNPV 2001.
8 En este caso el “riesgo” debe entenderse en el sentido de oportunidad, pues tiene una connotación positiva. El incremento de mayor valor absoluto y signo positivo implica una situación privilegiada, mientras que la variación de mayor valor absoluto y signo negativo implica más bien una situación de desventaja porque representa un menor riesgo de ingresar a la escuela.
305
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
que enfrentan los niños y niñas de los centros urbanos. Un 10% de los habitantes de
todas las áreas urbanas llega a la edad
adulta sin haber ingresado a la escuela. La
proporciones son más elevadas en valles y
llanos rurales (15%). A pesar de los grandes progresos alcanzados en Bolivia para
lograr la universalización de la educación,
estos porcentajes residuales de niños que
los niños rurales el riesgo relativo de llegar
a la edad adulta sin ninguna escolaridad es
mayor que el correspondiente a los niños
urbanos.
Las localidades rurales de los valles y llanos
ofrecen menores oportunidades de ingresar a la escuela, mientras que en las localidades rurales del Altiplano la probabilidad
de ingresar a la escuela es muy similar a la
RECUADRO 8.4
Probabilidad observada
y estimada de “no ingresar
a la escuela”
“valores estimados”, en cambio, toma en
cuenta la experiencia de todos los niños y se
refiere a la edad esperada de ingreso a la escuela, la cual tiende a mejorar con el tiempo.
Por ello la curva de proporciones estimadas
indica una menor proporción de niños que
nunca han ingresado a la escuela, sobre todo
entre los seis y los 10 años de edad. Considerando ese factor, se aprecia la estrecha relación entre los valores observados y la predicción obtenida por la regresión.
La probabilidad de no haber asistido nunca
a la escuela está negativamente relacionada
con la edad. La curva de “valores observados” corresponde a niños, niñas y adolescentes que en el 2001 tenían entre cuatro y
19 años de edad. Por tanto, corresponde a
experiencias escolares realizadas a lo largo
de un periodo de quince años. La curva de
GRAFICO 8.11 Probabilidad de no haber ingresado aún a la escuela,
por edad, 2001
1,00
0,90
0,80
Observada
0,70
Estimada
0,60
0,50
0,40
0,30
0,20
0,10
0,00
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
Edad
Fuente: elaboración propia a partir del CNPV 2001.
La gráfica muestra que alrededor de un
20% de los niños inicia su escolaridad a los
cinco años; a los seis o siete años queda un
40% sin ingresar, a los ocho años entre 20 y
30%. A partir de los 12 años la proporción de
niños que no ingresan se estabiliza en alrededor del 10%. Una política de universalización
del ingreso escolar debería concentrarse sobre el 12% que a los 10 años no ha ingresado
todavía a la escuela, y una política de mejora-
306
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
miento para asegurar mayor probabilidad de
permanencia escolar debería apuntar a los
factores que retardan el ingreso escolar más
allá de la edad reglamentaria. Los factores de
riesgo más importantes son el lugar de residencia (en particular los llanos, donde el ingreso es más tardío), el hecho de ser migrante reciente y los hogares con bajo nivel de vida y menor educación del jefe del hogar.
Fuente: Maletta, 2005.
llegan a la mayoría de edad sin haber in2001, frente al 9% de los adolescentes (de
gresado a la escuela muestran una dimenentre 14 y 17 años) en secundaria. El anásión importante del camino que queda por
lisis de los factores de riesgo del abandono
recorrer, pues se trata de los casos más diescolar en primaria y en secundaria revela
fíciles: falta de oferta escolar en poblacioque las niñas enfrentan un riesgo mayor al
nes muy dispersas o demanda insuficiente
de los niños.
en grupos urbanos marginados, familias De acuerdo a este análisis (gráfico 8.12), el
poco integradas y otros grupos similares
efecto de los factores identificados sobre el
que enfrentan graves carencias sociales y
riesgo de abandonar la escuela una vez
económicas.
empezados los estudios es un pronunciado
En general, los factores que determinan el inincremento en las zonas rurales de valles y
greso oportuno a la escuela son los misllanos, mientras que en el Altiplano rural el
mos que inciden en otros aspectos del desincremento es comparativamente mucho
arrollo infantil; todos ellos tienen que ver
más modesto que en el Altiplano urbano.
con la pobreza y, a la vez están vinculados
Es decir que para niños y niñas del mismo
entre sí.
sexo con iguales condiciones materiales
de vida y con un clima educativo del hogar
Riesgo de abandono escolar
más o menos similar, el riesgo de abandono es más bajo en el Altiplano urbano, un
El abandono escolar tiene implicaciones impoco más alto en el Altiplano rural, modeportantes en el desarrollo de los niños
radamente más alto en las zonas urbanas
pues, aparte de impedir la acumulación de
de valles y llanos, y mucho más alto en las
capital humano, genera en los niños, nizonas rurales de valles y llanos. La diferenñas y adolescentes profundos sentimiencia no puede deberse a la mejor o más amtos de frustración sobre su presente y soplia oferta escolar, pues evidentemente en
bre el futuro. Las tasas de abandono escolas ciudades de los valles y llanos hay malar afectan más a los adolescentes en la seyor oferta escolar que en las zonas rurales
cundaria que a niños y niñas que asisten a
del Altiplano. Este dato, junto con otros ya
la primaria. Efectivamente, el 6% de los
examinados, sugiere que la población del
niños y niñas (de entre 5 y 13 años) matriAltiplano rural otorga a la educación una
culados en primaria abandonaron la esimportancia superior a la que se le asigna
cuela antes de que culminara la gestión
en otras regiones del país.
GRAFICO 8.12 Factores de riesgo de abandono escolar, 2001
Tener Radio
Caracteristicas
del hogar
No tener baño adecuado
Desocupados (campesino)
Cuenta propia (campesino)
Asalariado (campesino)
Empleadores (campesino)
Jefe migrante reciente (no migrante reciente)
Sexo
Región
área geográfica
Altiplano rural (altiplano urbano)
Valles urbano (altiplano urbano)
Llanos urbano (altiplano urbano)
Valles rural (altiplano urbano)
Llanos rural (altiplano urbano)
Femenino
-30
-20
-10
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Fuente: elaboración propia sobre la base del CNPV 2001.
307
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
nos. Esto subraya la especial importancia
El nivel de educación promedio de los miemque la población campesina otorga a la edubros adultos del hogar, así como la educacación como una forma privilegiada para
ción alcanzada por el jefe del hogar, redumejorar las condiciones de existencia y las
cen el riesgo de abandono escolar; en efecperspectivas futuras de sus hijos, tal como
to, los resultados muestran que entre un
se percibe al comparar zonas rurales con
hogar donde todos los adultos son analfaurbanas, especialmente en el Altiplano.
betos y un hogar donde la escolaridad de
los adultos alcanza una media de ocho
años, el riesgo promedio de abandonar la
“Los que estudiamos somos lo que no teneescuela se reduciría en casi un 90%.
mos la economía suficiente como para tener
Es importante resaltar que los niños y niñas
lo que queremos. La mayor parte son los pode hogares campesinos tienen un riesgo
bres los que triunfan porque los ricos se cremenor al de los hogares de empleadores o
en y no salen ni bachiller.”
donde sólo hay asalariados. Esto no significa que en promedio los campesinos abanGrupo focal, Niños.
donen menos los estudios, pues intervienen también otras circunstancias, pero si Por el contrario, la migración es un factor de
viven en la misma región y zona, gozan de
riesgo de efecto negativo, pues el hecho de
similares condiciones de vida y demás asque el jefe del hogar sea “migrante recienpectos controlados por la ecuación, la tente” incrementa el riesgo de abandono esdencia a completar la escuela secundaria es
colar. Aunque aparentemente el sexo no
mayor entre los niños de hogares campesiimplica una diferencia significativa para el
RECUADRO 8.5
Abandono escolar: ¿eslabón
fundamental en la reproducción
intergeneracional de la pobreza?
La proporción de niños, niñas y adolescentes que forman parte de hogares dentro de
los dos quintiles inferiores de ingreso y que al
mismo tiempo viven en hogares de clima
educativo bajo9 enfrentan un mayor riesgo de
no ingresar a la escuela o de abandonarla.
Esto quiere decir que los niños de hogares
con menor acumulación de activos (en este
caso ingreso y capital humano) tendrán una
menor probabilidad de completar sus estudios. Uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes bolivianos en edad escolar enfrentaban ese riesgo en el año 2002.
El análisis destaca diferencias importantes
entre el campo y la ciudad; en efecto, mientras que ocho de cada 100 niños, niñas y
adolescentes en la ciudad son pobres por ingreso y por nivel educativo del hogar; esta
proporción se eleva a 50 de cada 100 niños
en el área rural. En síntesis, la gráfica 8.13
muestra que la probabilidad de reproducción
de la pobreza en términos de capital humano
es seis veces mayor en las localidades rurales que en los centros urbanos principales.
GRÁFICO 8.13 Niños, niñas y
adolescentes en edad
escolar y en riesgo
educativo
100
90
92%
80
70
60
Riesgo Educativo
50
40
46%
30
20
10
0
54%
8%
Urbano
Rural
Fuente: elaboración propia a partir de UDAPE-UNICEF,
2005.
9 Para fines del estudio mencionado, se considera que un hogar presenta un clima educativo bajo cuando el jefe o jefa del mismo no
supera los seis años de escolaridad.
308
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
ingreso a la escuela, sí existe una clara diferenciación con relación al abandono de los
estudios; el hecho de ser niña incrementa
el riesgo de no completar la educación primaria o secundaria y por tanto reduce la
probabilidad de alcanzar los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM) 2 y 3.
Riesgo de trabajar durante
la niñez y adolescencia
hecho de que la diferencia entre niños y niñas en el acceso a la educación no se puede atribuir exclusivamente a la inserción
en el mercado laboral, pues el menor acceso de las niñas a la escolaridad se debe en
gran medida a la asignación del trabajo
dentro del hogar y a la maternidad adolescente, entre otras causas. La brecha en el
mercado de trabajo no es más que un aspecto de la historia de las diferencias entre
niños y niñas (capítulo 5).
La inserción temprana al mundo laboral, que
en muchos casos ocurre antes de cumplir
los siete años, guarda una estrecha relación con la permanencia o el abandono escolar en primaria y secundaria. La proporción de niños que trabajan, en distintas
condiciones escolares, se incrementa suavemente desde los siete hasta los 12 años,
y luego más intensamente a partir de los
15 ó 16 años (gráfico 8.14). El porcentaje
de niños y adolescentes que permanecen
en la escuela o que ya completaron sus estudios escolares y que todavía no trabajan
a los 17 años es similar entre hombres y
mujeres, aunque la proporción de hombres que abandonaron los estudios y que
trabajan es mayor —2/3 frente al 40%, respectivamente—. Esta situación se explica
básicamente por dos elementos: las mujeres tienen menos oportunidades para trabajar y la importante proporción de amas
de casa. Resalta de manera significativa la
La proporción de niños, niñas y adolescentes bolivianos que participan en el mercado de trabajo es importante; como lo señalamos en capítulos precedentes, la estimación del trabajo infantil no es una tarea
fácil, pues al hecho de que los niños, niñas
y adolescentes son más renuentes que los
adultos cuando se trata de declarar actividades laborales, se añade el hecho de que
las fuentes de información disponibles para la medición de este indicador presen10
tan cifras absolutas muy dispares . A pesar de las limitaciones mencionadas, es
posible determinar los factores de riesgo
que inciden positiva o negativamente en
la probabilidad de que los niños, niñas y
adolescentes se inserten en el mercado laboral.
Tanto los que estudian como los que abandonan los estudios muestran una elevada
predisposición a ingresar en el mundo del
trabajo durante la adolescencia e incluso
durante la niñez. Como cabría esperar, la
proporción de niños menores de 18 años GRAFICO 8.14 Porcentaje de niños, niñas y adolescentes
que trabajan, por edad (2001)
que trabaja aumenta gradualmente a partir de los siete años. Existen diferencias entre hombres y mujeres en lo que se refiere 50
Niños
a la inserción laboral; la brecha de partici40
pación se amplía especialmente a partir de
Niñas
los 14 años, y se expande gradualmente 30
hasta antes de alcanzar la mayoría de
edad. Conviene mencionar que el análisis 20
de la inserción temprana al mercado labo10
ral tiene una gran relevancia, pues incide
de manera directa en las posibilidades de 0
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
acumulación de capital humano. Otro elemento que resulta oportuno destacar es el Fuente: Elaboración propia basada en el CNPV 2001.
10 Las fuentes revisadas para la medición de estadísticas laborales de niños, niñas y adolescentes correspondientes al año 2001 corresponden a la Encuesta MECOVI (2001) y al CENSO (2001).
309
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
proporción de adolescentes de 17 años
que no estudian ni trabajan por sus implicaciones inmediatas en términos de inserción social. Entre los niños que trabajan —
las franjas superiores de los gráficos 8.16 y
8.17—, son muy pocos los que han completado la secundaria; la mayor parte de
los niños, niñas y adolescentes trabajadores abandonaron sus estudios. También es
oportuno señalar la existencia de un importante grupo que culminó la secundaria
y que sin embargo aún no trabaja.
Aunque los organismos internacionales y los
Estados de los países en desarrollo aún no
se han puesto de acuerdo sobre los parámetros de aceptación o prohibición del tra-
bajo de niños, niñas y adolescentes, el Código del Niño, Niña y Adolescente de Bolivia establece en 14 años la edad mínima
aceptable para el trabajo remunerado. Pese a la norma mencionada, la inserción laboral de niños y niñas antes de la edad establecida por la ley alcanza proporciones
alarmantes. El gráfico 8.18 refleja el impacto de los factores que inciden en la probabilidad de trabajar antes de cumplir los
18 años. Sin embargo, ese concepto normativo no determina totalmente el curso
del análisis, pues se utiliza una metodología que estudia el proceso de incorporación al trabajo a medida que el niño avanza en edad.
RECUADRO 8.6
Hogares de niños, niñas y
adolescentes trabajadores,
por estrato ocupacional
del jefe de hogar
¿Cómo son los hogares de los niños, niñas
y adolescentes trabajadores? Según Ledo
GRÁFICA 8.15 Hogares de niños, niñas y adolescentes
trabajadores en áreas urbanas por estrato
ocupacional de los jefes del hogar, 2006
Jefe de Hogar Hombre
100
5%
100%
80
22%
95%
27%
27%
73%
73%
44%
Indígena
78%
60
Castellano
56%
40
20
0
Trabajo
Directivos Comerciantes Artesanos
doméstico
Obreros
Agricultores
Jefe de Hogar Mujer
100
20%
21%
80%
79%
36%
67%
100%
80
60
Indígena
Castellano
64%
40
33%
20
0
Directivos
Trabajo Comerciantes Artesanos Agricultores
doméstico
Fuente: elaboración propia basada en Ledo, 2005b.
310
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
(2005b), las familias de niños, niñas y adolescentes trabajadores son más numerosas que
la media nacional. Los datos para el año
2000 revelan que el promedio de miembros
del hogar en este grupo de niños era de 5,4,
frente a un promedio nacional de 4,3. Un rasgo característico de los hogares que albergan a este grupo es que la distribución entre
áreas rurales y urbanas depende mucho del
sexo del jefe de hogar. El 66% de las familias
con jefes de hogar masculinos reside en el
campo, frente al 41,4% en el caso de la jefatura femenina, corroborando claramente la
mayor presencia femenina en los centros urbanos (como se ha descrito en capítulos anteriores).
La organización del hogar también varía
mucho entre el campo y la ciudad, probablemente debido a la distribución de hogares de distinto ciclo de vida entre áreas
geográficas. Esta clasificación muestra
una estratificación social elevada, pues
tanto en el grupo con jefatura femenina como en el grupo de jefatura masculina la
ocupación de cargos directivos y oficinistas se reserva especialmente a jefes de hogar que “hablan castellano”. La estratificación de la gráfica 8.10 muestra diferencias
importantes entre jefes de hogar hombres y
jefes de hogar mujeres.
GRAFICO 8.16 Niños y adolescentes entre la escuela y el trabajo
100%
Nunca asistió y no trabaja
Abandonó los estudios y no trabaja
80%
Nunca asistió y trabaja
60%
Abandonó los estudios y trabaja
Asiste a la escuela y no trabaja
40%
Completó secundaria y no trabaja
Asiste a la escuela y trabaja
20%
Completó secundaria y trabaja
0%
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
Edad
Fuente: elaboración propia a partir del CNPV 2001.
GRAFICO 8.17 Niñas y adolescentes entre la escuela y el trabajo
100%
Nunca asistió y no trabaja
Abandonó los estudios y no trabaja
80%
Nunca asistió y trabaja
60%
Abandonó los estudios y trabaja
Asiste a la escuela y no trabaja
40%
Completó secundaria y no trabaja
Asiste a la escuela y trabaja
20%
Completó secundaria y trabaja
0%
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
Edad
Fuente: elaboración propia a partir del CNPV 2001.
Región
área geográfica
Caracteristicas
del hogar
Caracteristicas
Individual
GRAFICO 8.18 Riesgo de trabajar antes de cumplir los 18 años, 2001
Asiste a la escuela (no asiste)
Sexo femenino (masculino)
Años de educación aprobados (por año adicional)
Clima Educativo del Hogar ( por año adicional)
Jefe migrante reciente (inmigrante)
Hogar de asalariados (desocupados
Hogar de empleador (desocupado)
Hogar campesino (desocupado)
Hogar por cuenta propia (desocupado)
Valle rural (altiplano urbano)
Altiplano rural (altiplano urbano)
Llano rural (altiplano urbano)
Valle urbano (altiplano urbano)
Llanos urbanos (altiplano urbano)
-100 -90
-80
-70
-60
-50
-40
-30
-20
-10
0
10
20
30
40
Fuente: Elaboración propia sobre la base del CNPV 2001.
311
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
GRÁFICA 8.19 Proporción de adolescentes según
número de hijos, por edad, 2001
100
90
80
3%
8%
97%
92%
Uno o más
27%
16%
Ninguno
84%
70
73%
60
50
40
30
20
10
0
16
15
18
17
Fuente: Elaboración propia sobre la base del CNPV 2001.
GRAFICO 8.20 Factores de riesgo de la maternidad
adolescente, 2001
Caractristicas
personales
y del hogar
Tiene Radio (no tiene)
Personas por cuatro
(por persona adicional)
Educación alcanzada
(por año adicional)
Abandono estudio (no abandonó)
Región
Área geográfica
Altiplano rural (altiplano urbano)
Valles rural (altiplano urbano)
Valles urbano (altiplano urbano)
Llanos urbano (altiplano urbano)
Llanos rural (altiplano urbano)
-10
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90 100
Fuente: elaboración propia sobre la base del CNPV 2001.
Entre los factores que reducen “el riesgo del
trabajo infantil” en la categoría de características individuales, el principal es el sexo,
las mujeres presentan un riesgo de insertarse al mercado de trabajo antes de cum11
plir los 18 años comparativamente menor que los hombres. La acumulación de
capital humano es, asimismo, un factor
muy importante, ya que cada año adicional de estudios reduce el riesgo de trabajar.
Esto significa que cuanto mayor sea la
oportunidad de estudiar, menor será el
riesgo de una inserción prematura en el
mundo laboral.
Algunas características del hogar también inciden considerablemente en el riesgo analizado, es el caso de la inserción ocupacio-
nal del hogar. El riesgo es mayor en hogares campesinos y en hogares de trabajadores por cuenta propia, considerablemente
menor en hogares de asalariados y empleadores; con relación en ambos casos al
riesgo en hogares de desocupados. El hecho de que el jefe del hogar sea migrante
reciente y el hecho de tener una lengua indígena como lengua materna (no aparece
en el gráfico). Por último, cabe señalar que
el clima educativo del hogar no es un factor
decisivo, aunque cada año adicional de
educación sí reduce el riesgo de una inserción temprana en el mercado laboral, indicando que los hogares con menor nivel
educativo presentan una mayor predisposición a lanzar a sus hijos al mundo laboral.
Se constata un fuerte impacto del lugar de residencia, aun manteniendo constantes los
demás factores. La región con menor riesgo de trabajo en la niñez y adolescencia es
el Altiplano urbano, esto quiere decir que
vivir en cualquier otra región incrementa
el riesgo de trabajo prematuro para niños,
niñas y adolescentes de similares características individuales y familiares. Es posible que aparte del efecto del factor región
en una menor probabilidad de abandono
escolar exista un efecto regional puro que
reduzca el riesgo (aislado) de que los niños,
niñas y adolescentes se inserten tempranamente en el mundo laboral. Ciertos factores culturales y de percepción o valoración diferenciada de la escuela pueden estar detrás de este resultado. Residir en
cualquier otra región —incluyendo las áreas urbanas de los valles y los llanos, y más
aún las áreas rurales— incrementa el riesgo de trabajar antes de cumplir los 18
años. El mayor incremento de riesgo se da
en las zonas urbanas de los llanos, especialmente en Santa Cruz, que tiene un peso determinante en ese conjunto, como reflejo de la combinación de dos posibles situaciones:
- mayores oportunidades de trabajo para niños, niñas y adolescentes,
- mayor propensión al trabajo por la nece-
11 En el capítulo 4 se especifica claramente la división sexual del trabajo en el “trabajo no mercantil”.
312
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 8.7
“... y algunas ya no estudiaban
porque debían criar a sus hijos y
debían buscar cómo mantenerlos”
Grupo focal, adolescentes,
Porvenir, Pando
En general, la maternidad adolescente ha
aumentado en las últimas décadas indepen12
dientemente de la edad . Mientras que en
1976, el 20% de las niñas y adolescentes
eran madres, el porcentaje aumentó hasta
casi el 27% en 2001. Si bien los datos revelan una disminución de este indicador entre
1976 y 1992, se observa un fuerte incremento en el segundo periodo intercensal (19922001). El gráfico 8.21 muestra diferencias
regionales: las adolescentes de las áreas rurales del Altiplano y los valles enfrentan un
riesgo superior al de las áreas rurales de las
misma regiones. Sin embargo, en los llanos
el riesgo en el área rural es mayor que en el
área urbana, superando además a todas las
regiones. En efecto, el 45% de las mujeres
rurales de los llanos son madres antes de los
18 años, porcentaje que supera con mucho
al de otras zonas.
GRÁFICA 8.21 Madres adolescentes por edad y piso ecológico (1976-2001)
35
18 años
30
17 años
25
16 años
20
15 años
15
14 años
10
13 años
5
12 años
0
1976
1992
2001
1976
Altiplano
1992
2001
Valle
1976
1992
2001
Llano
Fuente: Elaboración propia a partir del CNPV 1976, 1992 y 2001.
El aumento del riesgo en las áreas rurales
se da especialmente en el Altiplano y los valles, pero no así en los llanos, donde se mantiene alrededor del 45% con pocos cambios
entre los tres censos poblacionales. Los datos demuestran que la maternidad adolescente se extiende sobre todo en los llanos, y
estaría aumentando su incidencia a escala
nacional desde 1992. El aumento se explica
en gran parte por el incremento en el área rural, pues en las áreas urbanas tiende a mantenerse o descender. La maternidad adolescente está asociada a la pobreza y al abandono escolar, así como a factores étnicos.
12 En 1976 y 1992 la pregunta se formuló a partir de los 12 años. En 2001 la pregunta se formuló sólo a mujeres de 15 años y más y, por
tanto, los porcentajes de 2001 para las edades de 12 a 14 años han sido estimados retrospectivamente por la edad de los hijos de
las mujeres mayores de 15 años.
313
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
sidad de redondear el ingreso de la unidad familiar.
Riesgo de ser madre
en la adolescencia
“Acá un joven mayormente se echa al desperdicio, no se dedican al estudio. Lo primero
que hacen es irse a tomar; algunos ya no estudian. Algunas chicas, si se salen del colegio,
es más porque están embarazadas, porque se
enamoran y rápido se entregan, y el hombre
después no quiere encargarse de ella.”
Grupos focales, adolescentes,
Porvenir, Pando
Otro riesgo digno de análisis en el desarrollo
de niñas y adolescentes es el “ser madre
adolescente”. El censo 2001 pregunta acerca del número de hijos nacidos vivos a todas las mujeres a partir de los 15 años,
pues ya a esa edad se observa un importante porcentaje de mujeres con hijos. La
información proporcionada por el censo
revela el hecho de que el problema trasciende generaciones; muchas mujeres de
entre 20 y 24 años declararon tener tres o
más hijos, por lo que es altamente probable que hayan tenido el primer hijo durante la adolescencia (véase gráfico 8.19). La
mitad de las mujeres ya han tenido al menos un hijo a los 20 años, y una cuarta parte antes de los dieciocho años.
edad estimada en la que cada mujer tuvo
su primer hijo.
El análisis de riesgo sugiere que la residencia
en la región del Altiplano —ya sea en áreas
urbanas o rurales— implica un menor riesgo de maternidad adolescente, la región de
los valles presenta un riesgo intermedio,
mientras que en los llanos se registra el
riesgo más elevado. Por lo que respecta a
las distintas formas de inserción económica de las unidades familiares, también se
observan diferencias en el riesgo analizado, aunque la interpretación es menos intuitiva. Las principales diferencias entre
las regiones corresponden al efecto directo
de la zona de residencia, así como al efecto indirecto de los factores étnicos y sociales propios de la población rural. Esta diferenciación regional y étnica proviene sin
duda de elementos de las culturas locales
que desalientan o toleran, según el caso, la
maternidad precoz. Entre las características específicas de las personas, el factor de
riesgo más importante es el abandono de
la escuela; en efecto, las adolescentes que
no completaron la escuela secundaria presentan un riesgo tres veces mayor que el
que enfrentan las que terminaron sus estudios. Las condiciones habitacionales tienen una influencia levemente positiva o levemente negativa, según sea el caso, pero
no son significativas. El riesgo se reduce
considerablemente para las mujeres cuya
lengua materna es indígena, y se incrementa directamente con los niveles de hacinamiento en el hogar.
“La mayor parte de las chicas son madres
solteras. La familia, porque han cometido
La probabilidad de superar
ese error, ya no las quiere apoyar.”
todos los obstáculos
Grupos focales, adolescentes,
Porvenir, Pando El análisis de riesgos permite calcular la probabilidad de sortear todos los obstáculos
para los niños de todos los tipos de hogar.
El riesgo de embarazo y maternidad en la
En esta sección se analiza los resultados de
adolescencia está fuertemente condicioese ejercicio; es decir, la probabilidad de
nado por factores socioeconómicos, eduque un niño “supere todos los obstáculos”
cativos, socioculturales y regionales, entre
13
hasta la edad adulta . Los niños de cada hootros. Para identificar esos factores se recugar tienen diferentes probabilidades de sorrió a una regresión de Cox basada en la
13 Es la probabilidad conjunta de escapar a todos los riesgos identificados en el análisis precedente.
314
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
brevivir a la mortalidad infantil, la desnutri- GRAFICO 8.22 Probabilidad de una niñez
ción, el abandono escolar, el rezago escolar,
sin adversidades, 2001
la inserción prematura al trabajo mercantil,
0,80
la maternidad y el embarazo en la adoles0,70
cencia. La probabilidad conjunta de supe0,59
0,60
0,54
rar todas las adversidades es el producto de
MEDIA=0,25
0,50
0,43
todas ellas. Para efectos de este análisis, se 0,40
0,35
calcula la probabilidad de que un niño o ni- 0,30
0,28
0,21
ña nacido en el año del censo llegue a los 18 0,20
0,15
0,10
años sin que ninguno de los riesgos previa- 0,10
0,06
0,04
mente analizados se materialice. El cálculo 0,00
10
20
30
40
50
60
70
80
90
95
se realiza en cada hogar donde existan mujeres en edad fértil, y las respectivas proba- Fuente: elaboración propia sobre la base del CNPV 2001.
bilidades se ponderan en función de las tasas de fertilidad de dichas mujeres.
desempleados o de ocupación no determiLa probabilidad de superar todos los obstánada” es inferior a la media nacional,
culos en el año 2001 fue de 0,25, con un
mientras que los niños que viven en hogavalor máximo de 0,68. El 90% de los niños
res clasificados como “cuenta propia”,
tenía probabilidades de 0,54 o menos, in“asalariados” y “empleadores” tienen una
cluyendo 50% de ellos por debajo de 0,21,
probabilidad superior a la media nacional.
y treinta por ciento con probabilidades inLos niños que viven en hogares de “empleferiores al 0,10 (gráfico 8.22). Este análisis
adores” están en mejores condiciones que
refleja la heterogeneidad de los riesgos.
el resto, mientras que aquellos que viven
Hay un considerable número de niños que
en hogares de asalariados y de cuenta pronacen con todas las probabilidades en conpia muestran una similar vulnerabilidad al
tra, y con escasas posibilidades de superar
riesgo de una niñez con adversidades.
los obstáculos que se interponen entre
ellos y el desarrollo de sus capacidades. Las diferencias por formas de organización
del hogar no son muy pronunciadas. Los
Las oportunidades están firmemente relahogares biparentales tienen probabilidades
cionadas con las características socioecolevemente inferiores a la media, mientras
nómicas de los hogares, así como con el luque los hogares monoparentales, así como
gar de residencia.
las familias extendidas o compuestas preEl primer aspecto que resalta en el análisis de
sentan probabilidades ligeramente supela probabilidad de “una niñez libre de adriores a la media. Incluso analizando las
versidades” es el hecho de que las oportudistintas áreas geográficas y pisos ecológinidades en áreas urbanas son comparaticos se observa que las probabilidades son
vamente mayores que las de las áreas ruramuy similares en todos los tipos de organiles, independientemente del piso ecológización familiar. En síntesis, no existen difeco. Resalta también la situación de desvenrencias significativas en la probabilidad de
taja de los niños, niñas y adolescentes que
una niñez libre de adversidades según el tihabitan los valles rurales, tal como se menpo de organización familiar, pero sí se obcionaba en capítulos anteriores. En térmiserva diferencias en función de la inserción
nos agregados, las áreas rurales están por
ocupacional y del lugar de residencia.
debajo de la media nacional, mientras que
las áreas urbanas se encuentran por enci- Un factor central relacionado con los riesgos
y vulnerabilidades de la infancia es la tasa
ma de este valor.
neta de migración reciente del municipio.
Con respecto a la modalidad de inserción laEsta tasa mide el saldo neto de migrantes
boral del hogar, la probabilidad de una nirecientes (en los cinco años anteriores al
ñez completamente libre de adversidades
censo 2001) como porcentaje de la poblaen hogares “campesinos” y hogares “de
0,68
0,63
99
100
315
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
rísticas de individualidades y de grupo que
ción total del municipio, y constituye un
subyacen a los factores analizados. Así, el
importante indicador de las condiciones
efecto neto del que se habla repetidamengenerales de empleo y bienestar en cada
te a lo largo del análisis nos muestra que
zona. Hay municipios “expulsores” (con
existe algo más allá del factor específico
tasas netas negativas) y municipios “reque explica ciertas diferencias; por ejemceptores” (cuya tasa migratoria neta es poplo, los factores regionales o de inserción
sitiva). La probabilidad de una niñez capaz
ocupacional del hogar brindan un acercade superar todos los riesgos es claramente
miento al impacto de aspectos culturales,
mayor en los municipios receptores.
así como el impacto de la organización del
Algo menos de la mitad de los nacimientos
hogar nos ofrece algunas pautas de la exisocurre en municipios expulsores de poblatencia de ciertas lógicas —probablemente
ción. La mayor parte de esos nacimientos
invisibilizadas, pero claramente diferencorresponde a la zona rural del Altiplano y
ciables— en hogares de conformación disde los valles, que entre ambas representan
tinta, relacionada con la asignación de pael 56% del total. Otro 26% proviene de las
peles, con las relaciones de poder dentro
áreas urbanas expulsoras en el Altiplano.
de la familia, con las preferencias y otros
En general, la probabilidad de una niñez liaspectos que fueron claramente descritos
bre de adversidades en los municipios exen el capítulo 7.
pulsores es un 28% más alta que la media,
y en los municipios receptores es casi un Finalmente, tal como lo mencionamos al
principio del capítulo, el análisis del riesgo
26% más alta que la media. Esto se repite,
permite identificar los elementos fundacon intensidad variable, para todas las árementales de los contextos de desarrollo de
as geográficas y todas las formas de insercapacidades de niños, niñas y adolescención ocupacional, con una importante extes, e identificar con mayor precisión cuácepción: las zonas urbanas del Altiplano.
les son los determinantes más ligados a
En estos casos, los municipios expulsores
los obstáculos que impiden un desarrollo
tienen una probabilidad más alta, y los remás equitativo. El diseño de políticas púceptores la tienen más baja, presumibleblicas diferenciadas que se abordará en el
mente debido a la elevada vulnerabilidad
próximo capítulo deberá considerar, ende la población de El Alto, una zona receptonces, condiciones diferenciadas por intora cuyos riesgos para la niñez superan
dicadores de resultado claramente reflejalos de otras ciudades del Altiplano que son
dos en las “tipologías de vulnerabilidad”,
expulsoras de población. En cambio, las
como la relevancia de los factores de riesáreas rurales de los municipios del Altiplago que son parte del origen de dicha conno que son receptores de población tienen
dición. Este capítulo no hace más que inprobabilidades muy superiores al promesistir en la necesidad de re-pensar el disedio de esas zonas.
ño de políticas públicas dirigidas a los niEl análisis de riesgos realizado a lo largo del
ños, niñas y adolescentes, rescatando las
capítulo explica en gran medida la heteroespecificidades sociales, económicas y
geneidad en el desarrollo de las capacidaculturales; así como plantear el desafío de
des de los niños, niñas y adolescentes en
pensar acciones que preserven la integraBolivia. Este análisis confirma la relevanlidad, de manera que la carrera de obstácia de la heterogeneidad de las “subjetiviculos se convierta en una carrera sin vadades” en la determinación de situaciones
llas, en la cual todos partan en las mismas
diferenciadas en el desarrollo de niños, nicondiciones y tengan las mismas oportuñas y adolescentes. Al medir el impacto del
nidades de alcanzar la meta del desarrollo
efecto puro de los factores de riesgo, el
integral.
análisis ofrece un acercamiento a caracte-
316
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 8.8
La voluntad, la familia y
la situación económica:
determinantes para alcanzar
las metas
Según los testimonios recogidos en Taraco, Trinidad y Cochabamba, la flojera, las trabas que ponen los “otros” y la falta de dinero
dificultan la superación de los obstáculos en
el desarrollo de los niños y jóvenes.
En Trinidad, una adolescente de 13 años,
cuya meta es “tener una buena conducta y
ser buena alumna”, afirma: “si yo quiero, lo
puedo lograr; no hay nada que me [lo] impida”. “Todo lo puedo en Cristo”, dice otra
adolescente de 17 años. “Si uno lo quiere, lo
puede”, sentencia Felicidad, una cochabambina de 16 años. “Nada en la vida es difícil alcanzar cuando uno se [lo] propone”, sostiene
una potosina de 16 años.
“Cuando alguien quiere algo y está decidido a lograrlo, no existen obstáculos, a no ser
que uno mismo ponga los obstáculos en su
camino”, dice una potosina de 16 años. Bueno, detrás de la mayoría de los invencibles
optimistas vienen precisamente los jóvenes
que consideran que ellos mismos se encargan de obstaculizar su propio camino. Y culpan de ello a la flojera. “Me da flojera leer”, reconoce Lucas, un cochabambino de 18
años. “Le tengo miedo al estudio fuerte”, admite una potosina de 16 años. Al enumerar
las actitudes que tienden a frenar su propio
desarrollo, los jóvenes lamentan su limitada
capacidad para concentrarse, esforzarse,
entusiasmarse y asumir responsabilidades:
“A veces mi cuerpo está en el curso pero mi
mente está en otro lado”, reconoce Carmen,
una chica de 11 años natural de Trinidad. La
autocrítica puede ser lapidaria. Por ejemplo,
la meta de Mayerli, una trinitaria de 12 años
de edad, es “tener una amistad”, y se culpa a
sí misma por no alcanzarla. “A veces soy
muy aburrida”, comenta ella.
Cuando se les induce a imaginarse en la incapacidad de alcanzar sus sueños, muchos
jóvenes no se culpan a sí mismos por ello, sino que designan a otros. Una adolescente de
Taraco comenta en aymara: “Siempre hay
personas verdes que a veces le estorban a ir
adelante”, mientras Gustavo (9 años) teme
“aplazarse porque las chicas [lo] molestan”.
Del mismo modo, Luis Eric (11 años, Trinidad) quiere “seguir adelante con sus estudios” pero ve un impedimento en “el carácter
de [sus] compañeros” que le hacen la vida
dura porque “este año estoy algo desorejado, está peor que el año pasado, y estoy llorando por eso”. “Una se deja llevar por malas
influencias o por los amigos y es muy difícil”,
dice una adolescente de 17 años de Trinidad
que aspira a “mejorar [su] vida espiritual”.
El obstáculo también puede ser de naturaleza familiar. En Taraco, dos niños de 10 años
temen que su propio papá les impida asistir
al colegio. En Cochabamba, Mariela, de 17
años, teme que sus “papás y la economía” le
impidan realizar su sueño de “entrar en una
escuela de canto”. Finalmente, otros testimonios reflejan la importancia de la falta de
dinero como obstáculo: “Lo que me impide
estudiar es que no hay plata en la familia”, dice René, joven de 12 años natural de Taraco.
Fuente: Red de Corresponsales en Desarrollo Humano.
Entrevistas realizadas por Alberto Ramos Canasa de Radio
Tawantinsuyo en Taraco (Potosí), Carlos Alberto Vargas de
Radio Patujú en Trinidad (Beni), Litzi Escóbar de Radio
Fides en Cochabamba y Ninoska Baspineyro de radio
Indoamericana en Potosí.
317
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Construyendo políticas
públicas para cuatro
millones de actores
del desarrollo
9
¿
Por qué es importante
cambiar el enfoque y la
manera hacer política
social dirigida a los niños,
niñas y adolescentes?
Los problemas de los niños, niñas y adolescentes en Bolivia no son marginales. Aquellos se enfrentan, desde su nacimiento y a
lo largo sus distintos ciclos de vida, a una
serie de obstáculos que vulneran sus derechos y limitan el proceso de construcción
de capacidades, el goce de oportunidades
y el derecho a la protección en situaciones
de alta vulnerabilidad. Por ello el desarrollo
de los niños, niñas y adolescentes se asemeja a una carrera de obstáculos en la que
no todos participan en igualdad de condiciones, por lo que a lo largo del camino se
produce un efecto de eslabonamiento en el
que aquellos que empiezan con una mejor
situación tienen también mayores posibilidades de alcanzar la meta o, al menos, de
superar un obstáculo más.
¿Se puede superar la
“carrera de obstáculos”...?
El año 2005 nacieron 255 mil niños y niñas
en todo el país. Antes de cumplir los 18
años habrán enfrentado una larga lista de
obstáculos para el ejercicio de sus derechos fundamentales: el desarrollo de sus
capacidades, el derecho a la protección y la
igualdad de oportunidades sin discriminación por edad, sexo, lugar de residencia y
origen étnico. Los obstáculos impiden que
todos los niños y niñas vivan una niñez y
adolescencia sin adversidades; por el contrario, a lo largo de su vida se enfrentarán a
diversas formas de exclusión. Una de las
formas más comunes en que se vulneran
sus derechos son la privación material y
afectiva. En Bolivia, seis de cada 10 niños,
niñas y adolescentes —es decir, 2,6 millones— sufren de Necesidades Básicas Insatisfechas y cinco de cada 10 viven por debajo de la línea de la pobreza (UDAPE,
2005). El gráfico 1.7 del capítulo 1 ilustra la
“carrera de obstáculos” a lo largo del ciclo
de vida de 255 mil niños y niñas nacidos el
año 2005.
Según el ejercicio realizado —manteniendo
los indicadores actuales de i) la tasa de
mortalidad neonatal, ii) la tasa de mortalidad infantil, iii) la tasa mortalidad en la niñez, iv) el acceso a primero de primaria a la
edad adecuada, v) la tasa de ocupación antes de los 14 años, vi) la tasa de logro a octavo de primaria y vii) la tasa de logro a
cuarto secundaria el año 2010—, 20.000
niños y niñas habrán fallecido antes de
cumplir los cinco años y 70.000 habrán sufrido desnutrición. De aquellos que sobrevivieron hasta los cinco años, 40.000 no ingresarán a primero de primaria a la edad
adecuada (seis años); de todos los niños
que habrán logrado sobrevivir hasta los
cinco años, 60.000 tendrán que trabajar
entre los siete y los 13 años. Finalmente,
sólo 100.000 de los 255.000 niños y niñas
nacidos el 2005 lograrán culminar la secundaria (es decir, cuatro de cada 10).
Dada la “carrera de obstáculos”, es importante plantearnos qué queremos con una
nueva política social. Sin lugar a dudas, el
objetivo máximo es lograr que cada niño,
niña y adolescente tenga las mismas oportunidades para el desarrollo de sus capacidades, sin importar dónde habite, su origen étnico, la religión que profese o el nivel
socioeconómico o la condición de vida por
la que atraviese. Lo que se busca es “igualar las diferencias”, lo cual implica entenderlas, “internalizarlas” y hacer de su superación parte central de la política misma. Para ello es importante aprender del
pasado y proyectarnos al presente y al futuro, rescatando tanto las lecciones de
nuestra propia historia como aquellas que
emergen del Informe, aprendiendo de las
ventajas y desventajas de experiencias exitosas de países vecinos y aplicando instrumentos innovadores de política pública
adecuados a nuestra propia realidad. En la
primera parte del capítulo planteamos cinco lecciones del pasado que se convierten
luego en cinco desafíos para cambiar la
manera de hacer políticas orientadas a los
niños, niñas y adolescentes.
321
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Aprendiendo de la historia:
las lecciones del Informe
El Informe nos plantea, por un lado, la necesidad de un cambio en la manera de pensar
y hacer políticas para la niñez y adolescencia en Bolivia, basándose en lecciones del
pasado develadas en los capítulos precedentes. La primera lección guarda relación
con cambios en el imaginario y en los paradigmas que el Estado, la sociedad y la comunidad internacional tienen respecto a la
niñez y la adolescencia, y que se han traducido en esfuerzos concretos reflejados en
continuas modificaciones de códigos, leyes, acuerdos y firmas de convenios a lo largo del siglo XX en nuestro país y en el ámbito mundial. El cambio de enfoque que
produjo la Convención de los Derechos del
Niño en la década de los 90 se reconoce como la transformación más importante en el
discurso sobre el tema (capítulo 2).
La segunda lección resalta la importancia demográfica de los niños, niñas y adolescentes, que hoy representan el 44% de la población nacional, es decir 4,1 millones de
seres que habitan territorios altamente diferenciados y que viven de formas muy heterogéneas su niñez y adolescencia. La tercera lección que rescatamos, muy relacionada con la anterior, tiene que ver con la
importancia de la integralidad en la construcción de políticas públicas dirigidas a
los niños. El Informe no sólo muestra avances diferenciados entre grupos, sino también entre ciclos de vida y tipos de derechos (capítulos 5, 6, 7 y 8). Para unos se
avanzó mucho en salud y poco en educación, para otros se logró mucho en educación pero poco o nada en salud y explotación laboral, dando como resultado la
construcción incompleta de capacidades y
el respeto limitado de derechos.
En síntesis, el Informe refleja las dificultades
para hacer efectivo el discurso en una sociedad en permanente transformación y
que, por tanto, plantea nuevos y cambiantes desafíos. El cambio demográfico, familiar, societal y cultural de los últimos 25
años relata múltiples historias, entre las
322
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
más importantes: la coexistencia de momentos demográficos diferenciados, diferentes grados de desarrollo de capacidades de la niñez y adolescencia, cambios familiares heterogéneos y percepciones y
valoraciones individuales y colectivas diferenciadas sobre niñez y familia (capítulos
3, 4, 5, 6 y 7). También nos menciona que
el cambio de paradigma de la niñez no estuvo acompañado por una transformación
del paradigma de la política pública; las
mejoras logradas guardaron una importante relación con el proceso de urbanización y no fueron lo suficientemente efectivas como para reducir las desigualdades
persistentes entre grupos.
Los desafíos para hoy
y hacia el futuro
Por otro lado, el Informe deja abiertas algunas preguntas relacionadas con el por qué
de las dificultades de pasar del discurso a la
acción; precisamente en ellas centramos
la próxima sección, en la que detallamos
los principales desafíos que conlleva reemplazar el enfoque mencionado. ¿Cómo
cambiar la política pública dirigida a la niñez y adolescencia? ¿Cómo hacer de ella
una política de Estado? Esta agenda implica repensar la política, comenzando por la
definición del problema y terminando en
la implementación de las acciones.
Repensar la política pública dirigida a los niños implica una serie de desafíos, elementos clave que debemos reconocer: ¿Cómo
se caracteriza el sistema actual que atiende a los niños, niñas y adolescentes?
¿Quiénes son los actores centrales de la política pública? ¿Qué objetivos nos proponemos alcanzar? ¿Cuánto más podríamos
avanzar en la construcción de capacidades, en garantizar la igualdad de oportunidades y de protección? ¿Cómo imaginamos un nuevo sistema? Respondemos a
estas preguntas en dos pasos: en primer
término, rescatamos las lecciones del pasado y luego planteamos una visión innovadora que responda paso a paso a la construcción de políticas públicas.
Primera lección: la sectorialidad
y la fragmentación de la atención
a la niñez y adolescencia.
Durante más de dos décadas las disputas más
visibles de la política social se centraron en
las asignaciones presupuestarias sectoriales
y no en el bienestar de los niños. Las políticas
para niños, niñas y adolescentes afectan a
más de cuatro millones de personas y están
presentes en casi todas las familias y comunidades bolivianas. No son asuntos marginales
de la atención estatal ni societal.
representa una suma de sistemas sectoriales poco articulados, como lo son los sistemas de educación y salud. La prestación de
servicios en ambos casos está altamente
fragmentada entre, el sector público, organizaciones no gubernamentales y organizaciones eclesiásticas que dirigen su atención a la población en situación de riesgo.
Esta fragmentación duplica esfuerzos,
pues son pocos los casos en que se coordina acciones, ya que se carece de un sistema efectivo de información. Adicionalmente, los sistemas sectoriales se fragmentan también por las atribuciones que
posee cada uno de los niveles del Estado,
haciendo aún más complicada la tarea de
articular y coordinar acciones.
El sistema de atención a la niñez y adolescencia se ha caracterizado por la fragmentación y sectorialización de las acciones, lo
que disminuye su impacto o lo sesga en
avances desiguales por tramos de edad y Dos ejemplos de sectorialidad:
dimensiones de derechos (oportunidades, los sistemas de salud y educación
capacidades y protección), entre otros.
Prueba de ello es que en Bolivia las accio- A partir de la Reforma Educativa (1993), la
estructura del Sistema Educativo Nacional
nes, recursos y esfuerzos realizados en los
(SEN) se estructuró en base a cuatro pilaúltimos 30 años para el bienestar de los nires: (i) la participación popular, basada
ños, niñas y adolescentes han tenido enoresencialmente en la relación entre la sociemes limitaciones. Los grandes esfuerzos
dad y el sistema educativo a través de junen la formulación de planes, programas, letas escolares, consejos departamentales,
yes y códigos orientados al cumplimiento
consejos de pueblos originarios, y consede los derechos de los niños, niñas y adojos nacionales, entre otros; (ii) la estructura
lescentes (ver capítulo 2), así como la vode organización curricular, que se divide
luntad social y política de cambio, no han
en dos áreas: el área formal (educación,
logrado coordinar esfuerzos, reducir la
preescolar, primaria, secundaria y educafragmentación, articular la sectorialidad y
ción superior) y el área alternativa (educalograr una institucional con las capacidación de adultos, permanente y especial);
des necesarias para llevar adelante accio(iii) la Administración curricular, que posee
nes concretas.
cinco niveles: el nacional (Ministerio de
Según el Informe Nacional de Bolivia (VIJUNEducación), el departamental (direcciones
TE, 2003)1, los avances de políticas públicas y legislación más importantes relativos
departamentales), el distrital (direcciones
a la niñez y adolescencia se dieron entre
distritales), el de núcleos y redes (unidades
1993 y 2003, con la Reforma Educativa y
educativas) y finalmente, (iv) la estructura
el Seguro Universal Materno Infantil (SUde servicios técnicos y pedagógicos y adMI), respectivamente. Desde la perspectiministración de recursos (directores,
va legal, los principales cambios ocurriemaestros, administrativos, alumnos y paron con la aprobación del Código del Niño,
dres de familia) , que presta apoyo técnico
Niña y Adolescente en 1999 y sus respectiy administrativo para la gestión y funciovos ajustes. En Bolivia la atención a los denamiento del SEN (Ministerio de Educarechos de los niños, niñas y adolescentes
ción, 2004).
1 Este informe fue presentado en la 78 reunión del Consejo Directivo del Instituto Interamericano del Niño para el año 2003,
realizada en Santiago de
. Chile
323
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
La primera etapa de la Reforma priorizó el nivel primario, cuyos efectos han sido evaluados por varios autores. A partir de la Estrategia de la Educación Boliviana 20042015 se ejecutó la segunda fase de la Reforma, abocada esfuerzos orientados a la
educación inicial y a la educación secundaria. En el ámbito municipal, a partir de
1999 se pone en marcha el Proyecto de
Fortalecimiento de la Calidad y Equidad
Educativa (PFCEE), que buscaba fortalecer
la gestión educativa en los municipios y en
las organizaciones educativas mediante la
capacitación y la asistencia técnica. También se empezó a aplicar el Programa de
Educación Temprana: atención de educación preescolar a niños entre cuatro y seis
años a través del ciclo inicial.
Los proyectos educativos (PE) ejecutados
hasta diciembre de 2002 alcanzaron a 906
entre proyectos educativos de núcleo
(PEN), proyectos educativos de red (PER) y
proyectos educativos indígenas (PEI), con
una ejecución financiera de 58 millones de
dólares. El haber dado prioridad a la educación primaria ha concentrado los logros
más significativos entre los niños de seis a
13 años; se observa un desequilibrio debido a que las acciones de oferta (infraestructura, ítems, gasto corriente) y de demanda (Bono Esperanza) han sido especialmente orientadas a este grupo. Actualmente se destina cerca del 60% del gasto
en educación al nivel primario.
En el sector de salud, la organización del sistema de salud se divide en tres subsectores: (i) subsector público, a cuya cabeza está el Ministerio de Previsión Social y Salud
Pública; (ii) el subsector de la seguridad social, que da cobertura a los trabajadores
asalariados y a sus dependientes; y (iii) el
subsector privado, constituido por centros
y clínicas especializados, la consulta privada y las organizaciones no gubernamentales (OPS, 2001; PHR, 1998). Así como en el
caso del sector educativo, la reforma en el
Sistema Nacional de Salud ha dado una
mayor importancia a la niñez. La reforma
mencionada ha sido puesta en marcha con
el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) entre 1993 y 1997.
A manera de resumen, el subsector público,
que encabeza el Ministerio de Previsión
Social y Salud Pública, se encarga de normar y regular las estrategias nacionales.
Las prefecturas, por su parte, son responsables de los recursos humanos con cargo
al Tesoro General de la Nación y, finalmente, los municipios, a través de la Ley de
Descentralización y Participación Popular
(1994), se hacen cargo y son responsables
del financiamiento en la infraestructura.
La red de servicios de salud cuenta con 2.613
establecimientos; 40 son hospitales generales, 30 son hospitales especializados,
149 son hospitales básicos, 986 son centros de salud y 1.408 son puestos de salud.
De estos establecimientos, 1.995 pertenecen al sector público, 197 a la Seguridad
Social, 214 a las ONG, 101 a las iglesias y
66 a las instituciones del sector privado, lo
que refleja una alta fragmentación dentro
del propio sistema.
El Seguro Universal Materno Infantil (SUMI)2
entra en vigencia en el año 2002, ampliando la complejidad de las prestaciones, cobertura y financiamiento del Seguro Básico
de Salud (SBS), aumentando el número de
prestaciones básicas de 32 a 92 en su periodo operativo3. Este sistema extendió la cobertura de las prestaciones a los menores
de cinco años a servicios de atención ambulatoria integral, hospitalización, servicios
complementarios de diagnóstico y tratamientos quirúrgicos. Debido a los elevados
costos de ciertos tratamientos, el SUMI no
incluye prestaciones especializadas4.
El SUMI se financia a través de los impuestos
nacionales que ingresan al TGN. El programa incluye la Estrategia de Atención Inte-
2 Para una descripción detallada de las prestaciones y resultados del SUMI.
3 El Seguro Básico de Salud (SBS) funcionó de 1997 al año 2002.
4 Prótesis, cirugía estética, malformaciones congénitas no especificadas en las prestaciones entre otras.
324
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 9.1
La fragmentación y sectorialidad
de la atención a la niñez
El mapa de establecimiento de salud y
educación a nivel municipal muestra claramente acciones concentradas alrededor del
eje, revelando una clara ausencia del Estado
en determinados municipios. Algo similar sucede con la presencia de organismos no gubernamentales, concentrados en los municipios más pobres l PNUD, 2000).
Un ejemplo de la fragmentación de la atención a los niños, niñas y adolescentes se refleja en el registro del Sistema Nacional de
Registro de Instituciones de Servicio Social,
que revela la existencia de 4.060 servicios
distribuidos en 400 programas con presencia en 17 municipios del país concentrados
en áreas urbanas y zonas metropolitanas5. La
cobertura de beneficiarios alcanzaba entonces a 68.350 beneficiarios niños, niñas6 y
adolescentes en situación de riesgo (niños
discapacitados, abandonados, huérfanos,
maltratados, extraviados y en situación de
extrema pobreza. Estas acciones se combinan en programas con varios componentes
entre los más frecuentes: alimentación (431
programas), educación (437 programas), salud (409 programas), recreación (459 programas) y consejería (426 programas); aunque
también son frecuentes los servicios de protección legal (226 programas), espiritualidad
(328 programas), vestimenta (291 programas) y rehabilitación (275 programas).
La mayor cobertura a número de niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo se
logra en los municipios de La Paz, que concentra el 25% del total de acciones, Santa
Cruz, con cerca del 16% y, finalmente, El Alto y Cochabamba, que concentran aproximadamente el 12%. Los municipios con me-
nor número de acciones y programas son los
del Beni, Cobija y los del área metropolitana
de Cochabamba. Adicionalmente, el año
2002 existían 209 centros de guarda y acogida para 14,292 niños, niñas y adolescentes.
El 75% estaba administrado por la iglesia y el
25% por el Estado, a través de los Servicios
de Departamentales de Gestión Social (VIJUNTE, 2003).
Fuente: Directorio de Instituciones de Servicio Social en
Municipios de Bolivia (2001).
MAPA 9.1 Localización de establecimientos
de salud, educación y ONG
5 En el departamento de La Paz: La Paz y El Alto; en Oruro: Oruro; en Potosí: Potosí; en Cochabamba: Cochabamba, Colcapirhua,
Sacaba, Tiquipaya y Vinto; en Pando: Cobija. En Beni: Trinidad, Guayaramerín y Riberalta; en Chuquisaca: Sucre.
6 El registro no contempla acciones específicas dirigidas a niños y niñas menores de seis años pero si los considera cuando
forman parte de servicios de alta cobertura como los casos de guarda y adopciones.
325
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
gral de Enfermedades Prevalentes en la Infancia (AIEPI) como componente básico
de la atención a menores de cinco años para prevenir la mortalidad por las enfermedades más frecuentes: diarrea, neumonía,
sarampión, malaria, desnutrición. El municipio es el encargado de la evaluación de
este programa, así como de cualquier otro
ejecutado a este nivel (Czerniewicz, 2005).
Pese al deseo del SUMI de llegar a todos los
municipios aún no queda claro su verdadero alcance en términos de cobertura y calidad; ya que el haber ampliado la cobertura
a todos los municipios del país no garantiza la oferta (puestos, centros, médicos, auxiliares y enfermeras) del servicio en cada
municipio y mucho menos la calidad de la
misma.
El ámbito de la protección
En el ámbito de la protección, el servicio de
mayor cobertura a nivel nacional es el Servicio Municipal Gratuito de Protección, a
través de las defensorías de la niñez y adolescencia. A partir de la aprobación del Código del Menor, se fortaleció la institucionalidad de protección de los derechos de
los niños, niñas y adolescentes. A nivel departamental se crearon los Servicios de
Gestión Social (SEDEGES), a cargo de las
prefecturas, con la misión de priorizar las
necesidades y ejecutar programas de protección y defensa de los derechos de la niñez y adolescencia, enfocados tanto hacia
acciones de protección como de implementación de acciones socio-educativas. A
nivel municipal se fortalecieron las defensorías municipales de la niñez y adolescencia, que habían sido creadas en 1996; estas instituciones proporcionan un servicio
gratuito de protección a los derechos de los
niños, niñas y adolescentes. Al mismo
tiempo se conformaron algunas comisiones municipales, con la participación de la
sociedad civil, en temas relacionados con
acciones preventivas del uso de drogas.
Finalmente, a nivel judicial se transformaron
los Juzgados del Menor en Juzgados de la
Niñez y Adolescencia. Entre 1999 y 2001
326
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
se modificaron varios códigos y leyes nacionales, incluyendo artículos referidos a
la atención especial, protección y derechos
de niños, niñas y adolescentes. Por ejemplo, en 1999 se modificó el Código Penal
en relación a la violación, el año 2000 se
aprobó el Reglamento de Unidades Educativas prohibiendo el castigo corporal, psicológico y económico a los estudiantes de
los niveles inicial, primario y secundario.
En este ámbito existen también programas de protección más especializada o focalizada; el caso del Programa de Atención
Integral al Niño (PAN), del Programa de
Desayuno Escolar, de las defensorías de la
niñez. Los programas de protección generan incentivos importantes a la demanda
de servicios y al desarrollo de capacidades
de desarrollo humano (como, por ejemplo,
el Bono Esperanza y el Desayuno Escolar,
que incentivan la asistencia escolar).
El PAN fue creado en 1997 como fusión de
tres programas: el Programa de Atención
Integral al Niño (PIDI), de acción básicamente urbana; el Centro de Desarrollo Integral (CIDI), de acción en áreas rurales; y
el Programa Nacional de Atención al Menor (PRONAM). El PAN actuaba con tres
componentes, ofreciendo un paquete de
salud, nutrición y educación inicial, con la
intervención activa de la comunidad y la
familia. Es un programa focalizado en áreas rurales y periurbanas marginadas. Según el Plan Nacional del VIJUNTE (2004), el
PAN actuaba en 164 municipios, atendiendo a más de 61.000 niños y niñas menores
de seis años. Las acciones se brindaban a
través de 2.235 centros instalados en los
nueve departamentos.
De acuerdo al Directorio de Instituciones de
Servicio Social (2001), elaborado para distintos municipios de los nueve departamentos del país, las instituciones que prestan servicios a la población en riesgo incorporan parámetros según el tipo de institución —gubernamental, no gubernamental
y eclesiástica—, y según el tipo de población atendida —(i) niños y niñas mayores
de seis años; (ii) adolescentes y jóvenes;
(iii) personas con discapacidades y; (iv)
adultos mayores—. Si bien el registro no
incorpora la atención a niños y niñas menores de seis años, la población es tomada
en cuenta cuando forma parte de un servicio más amplio que considera a niños y niñas de todas las edades y en casos de orfandad y abandono. Las instituciones gubernamentales mencionadas en el registro
son las siguientes: los comandos departamentales de la Policía Nacional, los servicios departamentales de salud, servicios
departamentales de educación, servicios
departamentales de gestión social, los gobiernos municipales y las defensorías de la
niñez y adolescencia.
El año 2002 se crea el Viceministerio de la Juventud, Niñez y Tercera Edad (VIJUNTE),
dependiente del Ministerio de Desarrollo
Sostenible. Su Dirección de la Niñez tiene
la facultad de proponer políticas y normas
de prevención, protección, asistencia y
respeto a los derechos de niños, niñas y
adolescentes; así como de vigilar el cumplimiento del Código mediante recomendaciones específicas de implementación y
de estrategias de apoyo a prefecturas y
municipios para el buen funcionamiento
de áreas y especialidades.
Dada la institucionalidad descrita en esta
sección, las distintas formas de atención a
la niñez y la focalización de intervenciones
a nivel nacional, departamental y municipal, podemos concluir que la institucionalidad existe. Sin embargo, es necesario repensarla de manera que las acciones tengan objetivos claros y funciones definidas
y que incluyan de manera diferenciada intervenciones de distinto alcance. Para ello
resulta imprescindible pensar en los retos
que plantea la implementación de un nuevo sistema; esto se desarrolla en la segunda parte del presente capítulo, cuando se
establecen los pasos para pasar del discurso a la acción.
Es precisamente este carácter multidimensional del problema lo que plantea el reto
de transformar la política social en Bolivia. Hasta hoy la manera de hacer políticas sociales ha sectorializado la “carrera
de obstáculos” y ha fragmentado un pro-
blema multidimensional en acciones aisladas. El desafío de la política de hoy es
preservar la integralidad del desarrollo del
niño, sin perder de vista la complejidad
que ello implica.
Segunda lección: las políticas de
atención a la niñez se basan en
un paradigma centralista y
homogeneizador
Debemos encontrar un lugar tangible para
las políticas públicas, preferiblemente en las
propias familias y comunidades locales, para así traducir a la implementación de políticas las necesidades que emergen de abajo
hacia arriba. El momento descentralizador
actual debe ser visto como una oportunidad
de democratización de la política social.
La estructura centralista, sectorial y fragmentada de los sistemas de atención a la
niñez y adolescencia implica la homogeneización de los problemas y de las necesidades; por ello se diseñan acciones pensando en la “educación primaria”, en la
“mortalidad infantil”, en la “protección
contra las peores formas de trabajo infantil”. Así, por ejemplo, aunque en salud y
educación los municipios tienen la atribución de la inversión en infraestructura y de
su reparación, todavía se conserva la centralidad en el diseño de las políticas, que
son imaginadas de arriba hacia abajo,
manteniendo, por tanto, una lógica centralista. Esto quiere decir que cada localidad,
comunidad y municipio no posee la flexibilidad de cambiar sus facultades, pues la
línea de política viene desde arriba y no admite cambios que no le sean atribuidos por
ley. Por ejemplo, un gobierno municipal no
puede decidir invertir en la calidad de la
formación de los maestros, pese a que puede urgirle más ese tipo de acción que la de
construir una escuela.
El reconocimiento de la heterogénea realidad demográfica, social y cultural, así como de la complejidad que representa la
multidimensionalidad de los derechos de
la niñez, deben ser los ejes centrales de la
327
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
328
Protección
Capacidades
14 a 17 años
6 a 13 años
0 a 6 años
Nivel secundar
io:Las acciones en
imario:Hasta el año
Educación inicial:
niños de 5 y Nivel pr
el niv
el secundar
io están
2002, la or
Ref
ma Educativ
a ha
6 años
.El número de unidades
programadas par
a la segunda etapa
ansf
ormado 14.827 escuelas
.
educativ
as con niv
el inicial tr
de la Ref
orma Educativ
a mediante
A pesar de un yor
ma esfuerz
o
aumentó en 17%.
la Estr
ategia Nacional de Educación
en el área
ural,
r los resultados
Boliviana:
urbanos han sidoyores
ma .
Programa Nacional de Salud
SUMI:Cerca de 90
Salud yutr
nición
Integ
ral de los y las Adolescentes
.
?
prestaciones básicas
igidas
dir
a madres y niños menores de
5 años
Programa de Saneamiento Básico
Programa de Saneamiento
Programa de Saneamiento
Acceso a saneamiento
Rural (PR
OSABAR ) y Prog
rama de
Básico Rur
al (PR
OSABAR ) y
Básico Rur
al (PR
OSABAR ) y
básico
Saneamiento par
a Pequeños
Programa de Saneamiento
Programa de Saneamiento
Municipios (PR
O AGU AS)
para Pequeños Municipios
para Pequeños Municipios
(PRO AGU AS)
(PRO AGU AS)
Programa de Atención a la Paquete localizado en los
m unicipios más pobres de los
Niñez (P
AN):educación
9 depar
tamentos del país
.
inicial, salud
utr
ición,
y n
capacitaciónamilias
a f
y
comunidades
, seguimiento al
maltr
ato inf
antil y campañas
de cer
tificación de
nacimiento
.
Desayuno Escolar
Desayuno Escolar
:nutr
ición y
rendimiento escolar
Transf
erencia monetar
ia
Municipio de El Alto
Bono Esper
anza:promoción
?
condicionada a requisitos de
de la matrícula escolar
matriculación, tenencia de
certificación de nacimiento
.
Programa/Descripción
Reforma Educativ
a,
programas municipales
,
carácter univ
ersal
TABLA 9.1 El sistema público de atención a la niñez y adolescencia en Bolivia
329
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
Fuente: (VIJUNTE, 2006)
Nota: Todos los programas incluyen en sus estrategias políticas transversales de género y etnia.
Protección
Trabajo inf
antil:
existe un Plan Nacionaladicación
de Err
Prog
resiv
a de
las eores
P
or
F mas deTrabajo Inf
antil (2000-2010), con
yo de
apola
OIT.Por ejemplo
, el Prog
rama de Err
adicación del
Trabajo Inf
antil en
Centros Mineros del Cerro Rico
otosí.
de P
0 a 6 años
6 a 13 años
14 a 17 años
Programa/Descripción
Servicioratuito
g
de
Violenciaxual
se comercial:
avances en tér
minos de legislación, juzgados:
Proyecto de yLecontr
a la
protección yensa
def socioOrganización iminal,
Cr Tráfico y Prostitución
antil,Inf
complementar
ia al código
enal.
PComisiones y mesas
jurídica.
Seguimiento y
de promoción de la acultur
deluen
b tr
ato.En elabor
ación el Plan Nacional
a la
contr
Violencia xual
Se
levantamiento de uncias
den
Comercial.
Ratificación de Protocolos
acultativ
os
F sobre
Tráfico
,Venta y Prostitución
antil
Inf
(2003);
de cualquier tipo de
Violenciaxual
se comercial:
avances en tér
minos de legislación, juzgados:
Proyecto de yLecontr
a la
explotación contr
a niños
,
Organización iminal,
Cr Tráfico y Prostitución
antil,Inf
complementar
ia al código
enal.
PComisiones y mesas
niñas y adolescentes
.
de promoción de la acultur
deluen
b tr
ato.En elabor
ación el Plan Nacional
a la
contr
Violencia xual
Se
Defensorías de la niñez y la
Comercial.
Ratificación de Protocolos
acultativ
os
F sobre
Tráfico
,Venta y Prostitución
antil
Inf
(2003);
adolescencia unicipal).
(m
RECUADRO 9.2
“Oportunidades” en México:
una experiencia innovadora
en la política social
La inspiración del programa ha sido la de
“proveer de manera simultánea un paquete
básico de educación/trabajo infantil, salud y
alimentación que aproveche las complementariedades entre necesidades”. Esta
idea se origina en Levy (1991). La focalización está centrada en la elección de los hogares más pobres de comunidades rurales
marginales, aunque etapas más recientes
apuntan también a una cobertura urbana.
Hasta 1999 el programa había alcanzado una
cobertura de 2,3 millones de hogares en
50.000 localidades rurales, el 90% de las
cuales eran altamente marginales.
El programa, centrado en transferencias
monetarias y en especie condicionadas, tiene el objetivo de incentivar la demanda, aunque también incluye, por el lado de la oferta,
acciones complementarias de infraestructura básica realizadas por el Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social (FAIS).
Componente educativo: becas y útiles a
menores de 18 años que asistan a escuelas
públicas entre el tercer grado de primaria y el
tercero de secundaria. Van en aumento según aumenta el grado y son mayores para las
niñas. Las becas están condicionadas al
85% de la asistencia escolar y poseen un
monto de dinero limitado por hogar.
Componente de salud: opera bajo tres
subcomponentes: i) la oferta de un paquete
básico que incluye 13 acciones (saneamiento básico, prevención de enfermedades, capacitación, atención del parto y manejo de enfermedades infecciosas, entre
otros). ii) la vigilancia nutricional y la entrega
de suplementos alimenticios para niños y
niñas entre cuatro y 24 meses; en caso de
desnutrición, incluye a niños entre dos y
cuatro años iii) sesiones educativas para familias beneficiarias.
Componente alimentario: es una transferencia monetaria fija condicionada a la asistencia a los servicios de salud.
TABLA 9. 2 Algunos impactos de “Oportunidades” en la calidad de vida
de los niños
Pobreza
Nutrición
Salud
Redujo en 10%
el número de
personas por
debajo de la
línea de pobreza.
La severidad de
la pobreza se
redujo en 45 %
frente a
transferencias
sin enfoque de
28% y 36%
respectivamente
(Skoufias, 2001)
Aumento en 1/6 el
crecimiento anual
de los niños con un
mayor impacto en
hogares más pobres.
(Behrman &
Hoddinot, 2000).
Suplemento nutritivo
con un efecto de
2.9% en ganancias
vitalicias (IFPRI )
La adquisición
media de calorías
aumentó un 7.8%.
Redujo la
Incidencia de
enfermedad en
12% en niños
entre 0 y 5 años,
en comparación
con los que están
fuera del programa
(Gertler, 2000)
330
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Asistencia
escolar
Aumentó la
matrícula en 8%
entre los niños y
14% entre las
niñas. Aumentó el
logro educativo
en 10%.
Ello implicó un
incremento
promedio de
O.64 años de
educación.
(Schultz, 2000).
Trabajo Infantil
La probabilidad de
participación en la
fuerza laboral se
redujo entre 15% y
25%
(Skoufias& Parker,
2001)
viduo (según el requerimiento específico
construcción de políticas públicas orientade su ciclo de vida), la familia y la comunidas a respetar el derecho de los niños, nidad hasta llegar a los gestores de la política
ñas y adolescentes de gozar de las mismas
pública, quiénes deberán diseñar e impleoportunidades, de manera que todos puementar acciones en función a necesidades
dan desarrollar capacidades y contar con
diferenciadas.
entornos de protección, incluyendo a los
grupos más vulnerables. El enfoque más
actual de las políticas sociales rescata la Tercera lección: la experiencia
importancia del agendamiento de las polí- internacional y una nueva manera
ticas desde los actores que, según el ciclo de hacer políticas públicas
de vida por el que atraviesen, poseen distintas necesidades para la construcción de
La heterogeneidad marca la vivencia de los
capacidades, la igualdad de oportunidades
niños según su lugar de residencia, su condiy la protección en situaciones de alta vulción étnico-lingüística, su género y su clase
nerabilidad. En el capítulo 1 se hace refesocial, entre otras condiciones. El reto de
rencia al nuevo enfoque de las políticas soasumir la diversidad es central; lo es más
ciales (recuadro 1.7), que plantea desde la
aún el crear políticas que igualen oportuniintegralidad, el agendamiento de la dedades, desarrollen capacidades y protejan
manda a partir de las necesidades del indiderechos en dicha diversidad.
RECUADRO 9.3
¿Niños, niñas y adolescentes
en el centro del desarrollo?
Una muestra de que los niños, niñas y adolescentes están en el centro del desarrollo es
la magnitud del gasto social funcional orientado a este grupo en proporción al gasto público social total. Para el 2004, el monto total
destinado a los sectores de salud, educación, saneamiento básico y vivienda y otros
programas de atención a la niñez y adolescencia alcanzaba a 574 millones de dólares
estadounidenses, de los cuales:
- 373 millones se destinan a educación de
los niveles inicial, primaria y secundaria.
- 85 millones a salud básica.
- 56 millones a saneamiento básico y vivienda.
- 62 millones a urbanismo y vivienda. Adicionalmente, se estima para temas de protección se destinan recursos la mayoría de los
cuales corresponde al sistema de las defensorías de la niñez y la adolescencia a niveles departamentales y municipales.
- 30 millones a servicios de Protección: PAN,
Desayuno Escolar, defensorías de la niñez
y la adolescencia, programas de asistencia
y gestión social, Bono Esperanza.
- 31 millones a programas culturales y recreativos.
En la asignación del gasto resalta la importancia del gasto en educación primaria sobre
el gasto total en educación (71%) y la fracción
destinada del gasto social total en niñez y
adolescencia a este nivel de educación: 46%
del gasto social en niñez y adolescencia (264
millones de dólares estadounidenses).
GRÁFICO 9.1 Porcentaje del gasto social total destinado
a niños, niñas y adolescentes
(en millones de dólares)
% Gasto Social
45%
40%
35%
30%
25%
15
41
48
262
18
44
43
267
15
35
52
294
577 Millones de dólares
31
Salud
30
16
56
27
Educación
373
54
334
Vivienda y Servicios Básicos
20%
Protección Social
15%
10%
5%
Servicios Recreativos y Deportivos
87
79
75
85
88
0%
2000
2001
2002
2003
2004
Fuente: UDAPE-UNICEF, 2005.
Nota: Estimaciones preliminares
331
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
aumento de la cobertura y retención eduLa revisión de la experiencia internacional
cativa, a la paridad de género, a la protecnos muestra la emergencia de nuevos meción de derechos y a la reducción del trabacanismos, instrumentos y sistemas de pojo de adolescentes mayores a 14 años –es
líticas públicas sociales exitosas. Uno de
decir, a todos aquellos hitos de la “carrera
los elementos innovadores de dichas expede obstáculos”—.
riencias radica en la integralidad, pues muchas de ellas combinan acciones dirigidas Esto implica prestar más atención a la gestión por resultados. Quizás la definición
a más de una dimensión. La que más anamás importante de una política integral de
liza la literatura es la de “Oportunidades”,
niñez no es quién administra el dinero, sien México, que combina un paquete de salud, nutrición y educación, cuyas caracteno cómo obtiene resultados con el dinero
rísticas y principales resultados se expoexistente. Esto implica una perspectiva innen en el recuadro 9.3. Este programa
tergubernamental en el sistema de oferta
combina asimismo acciones de oferta y de
de servicios y una perspectiva familiar y
demanda, pues no sólo consiste en una
comunitaria en el sistema de demanda por
transferencia monetaria condicionada a
los mismos. La actual coyuntura se hace
los hogares focalizados, sino que implica
propicia para repensar los mecanismos de
también una oferta mínima de educación
transferencia de recursos fiscales y, por
y salud.
tanto, de los mecanismos de implementación de políticas en todos los niveles de goCuarta lección: la necesidad
bierno.
de redireccionar los recursos
financieros existentes
Quinta lección: aprovechar la
experiencia participativa existente
Hoy, más de 577 millones de dólares se desti- en los niveles locales
nan anualmente a la atención estatal de niños, niñas y adolescentes en Bolivia. Ésta no
es una cifra marginal. Sin embargo, gran
parte de estos recursos son administrados
con la lógica de transferencias automáticas.
No existen mediciones sobre su impacto, ni
mecanismos para inducir mayores logros de
desarrollo humano.
Las experiencias descentralizadas de centenas de organizaciones sociales, juntas vecinales, comunidades campesinas e indígenas,
organizaciones no gubernamentales, gobiernos municipales, prefecturas y programas
sectoriales de desarrollo de capacidades y
defensa de derechos deben servir de base para la construcción de una visión compartida
de desarrollo de la niñez.
La manera en la cual se financian los sectores
sociales amplifica la fragmentación y sectorialización descritas arriba. Como sugie- Bolivia tiene una larga tradición de participaren Saric (2005) y Villarroel (2005), el sisteción ciudadana en el diseño, gestión y conma de transferencias actual en Bolivia detrol de políticas públicas. Experiencias copende casi exclusivamente de las transfemunitarias, locales y descentralizadas de
rencias no condicionadas (ii), y no de las
participación sugieren que el potencial patransferencias condicionadas (iii) y de los
ra la participación en políticas integrales —
recursos propios subnacionales (i), que rea lo largo del ciclo de vida de niños y niquieren desarrollarse para construir un sisñas— es alto. Sin embargo, hace falta invotema intergubernamental eficiente y equilucrar a la familia y a la comunidad de matativo. Una política integral y descentralinera más visible y sostenible, no sólo en
zada para la niñez apuntaría al desarrollo
los momentos de planificación o asignade un sistema de transferencias condicioción de recursos, sino en el proceso mismo
nadas a la reducción de la mortalidad inde gestión del día a día. Una experiencia
fantil, a la reducción de la desnutrición, al
de participación comunitaria en temas de
332
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 9.4
Plan Internacional:
el componente comunitario
en torno a los derechos
de los niños
Plan Internacional es un organismo no gubernamental comprometido con el desarrollo de la niñez cuya base es el patrocinio de
los niños y niñas en países en vías de desarrollo. Trabaja a través del reconocimiento
de los derechos y capacidades de todos los
niños, niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres
y hombres, facilitando espacios de participación, organización y desarrollo de capacidades en diferentes comunidades para impulsar un papel activo entre los habitantes.
El plan de trabajo que se adoptó para Bolivia (2005-2009) pretende facilitar la solución
de los principales problemas de participación, derechos, salud y educación en las comunidades donde opera. Al respecto, los
mayores problemas identificados fueron los
siguientes:
i) La realidad social, económica y política
que vivió el país ha llevado al rechazo, al trato desigual y una situación de falta de respeto por los derechos de los niños, niñas adolescentes, jóvenes y mujeres especialmente
si éstos son indígenas ;ii) niños, niñas y menores de cinco años están en situación de
riesgo de desnutrición, de contraer enfermedades como diarrea, neumonía y otras, lo
que representa un peligro para su vida; iii) en
muchas comunidades existen niños y niñas
en edad escolar que cuentan con pocas
oportunidades de tener una educación adecuada a sus necesidades básicas de aprendizaje y que promueva el ejercicio de sus derechos; iv) los niños, niñas adolescentes y
mujeres tienen pocas posibilidades de participar en actividades productivas para su propio beneficio, pues carecen de información
sobre sus derechos (decisiones sobre su fecundidad y distribución de alimentos); v) muchos niños, niñas y sus familias corren el riesgo de contraer enfermedades debido al ambiente familiar y comunitario no saludable.
¿Cómo se resuelven estos problemas? El
trabajo de Plan Internacional está dividido en
cuatro áreas de acción que han permitido el
cumplimiento de las metas propuestas y la
solución de los problemas mencionados.
Las áreas de acción son las siguientes:
FIGURA 9.1 Áreas de acción
1
Gestión comunitaria
2
Gestión municipal
3
Derechos de la niñez,
adolecencia y equidad de género
4
Alianzas locales, departamentales,
nacionales e internacionales
La gestión comunitaria utiliza como principal instrumento el Sistema de Autodesarrollo
Sostenible realizado con y por los niños y niñas (SASito). Este sistema pretende facilitar
la participación de las comunidades en la
elaboración de sus estrategias de desarrollo
comunitario, basándose en las necesidades
y opiniones de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes mujeres y hombres. Asimismo,
Plan Internacional apoya a las comunidades
para que sus estrategias sean incluidas en
los planes de desarrollo municipal (PDM), de
modo que participen en la formulación de los
programas operativos anuales (POA) de sus
municipios. Finalmente, a través de la participación activa de la comunidad se pretende
demostrar la importancia del intercambio de
opiniones y el conocimiento de otras culturas.
La gestión municipal, por su parte, pretende apoyar a los municipios a llevar adelante
proyectos de educación salud y promoción
de los derechos de mujeres, niños y niñas.
Asimismo, se busca promover la transparencia en la administración de recursos para que
333
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
los mismos originen servicios efectivos para
la población y se implementen políticas públicas para el desarrollo social. Además se
alienta la gestión de los gobiernos municipales para que los mismos puedan conseguir
recursos económicos en el ámbito nacional e
internacional para proyectos de desarrollo
que beneficien a las comunidades.
Respecto al área de derechos de la niñez y
la adolescencia y la equidad de género, Plan
Internacional apoya iniciativas del Estado
central, de los gobiernos municipales y de
otras instituciones en la promoción y ejercicio de los derechos de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres. Para este cometido, se realizan programas de comunicación de calidad dirigidos por niños, niñas y
adolescentes para difundir y defender sus
derechos. Por último, Plan Internacional, realiza acciones para lograr una mayor inscripción y registro de niños, niñas y adolescentes
facilitando la obtención de su primer certificado de nacimiento y su corrección cuando
fuere necesario.
Finalmente, las alianzas locales, departamentales, nacionales e internacionales prevén la creación y el fortalecimiento de redes y
alianzas institucionales para la creación de
espacios donde los niños, niñas, jóvenes,
adolescentes y mujeres puedan relacionarse
entre ellos y con líderes y autoridades de diferentes niveles, para poder llevar adelante
políticas públicas para el desarrollo social a
su favor.
Un elemento que asegura la sostenibilidad del programa es la consulta participativa, mediante la cual se identifican los problemas, sueños, sentimientos y deseos de
la población de cambiar y mejorar su futuro.
El principal objetivo del programa al año
2009 consiste en tener comunidades donde
niños, niñas y adolescentes vivan saludablemente y puedan crecer y desarrollarse
plenamente en igualdad de condiciones,
donde se respeten sus derechos y se tomen
en cuenta sus opiniones, y así tengan más y
mejores oportunidades para el futuro. En este sentido, la contribución de Plan Internacional a los Objetivos del Milenio es muy específica: (i) reducir las muertes de los niños
menores de cinco años, (ii) combatir el Chagas y otras enfermedades transmitidas por
vectores, (iii) proteger y asegurar un medio
ambiente sostenible.
FIGURA 9.2 Áreas de acción de Plan Internacional en Bolivia
Oficina de progarma
Altiplano
Ejecuta sociedades y
alianzas en 20 municipios.
15.000 niños y niñas son
patrocinados
Oficina de progarma Tarija
Ejecuta proyectos, desarrolla sociedades y
alianzas en 6 municipios.
7.400 niños y niñas son patrocinados
334
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
Oficina de progarma
Santa Cruz
Ejecuta proyectos,
desarrolla sociedades y
alianzas en 10 municipios.
12.300 niños y niñas son
patrocinados
Oficina de progarma
Sucre
Ejecuta proyectos,
desarrolla sociedades y
alianzas en 15 municipios.
12.300 niños y niñas son
patrocinados
Fuente: Plan
Internacional, 2005
niñez y adolescencia es la desarrollada por
vez, movilizar recursos, prácticas y actores
Plan Internacional en el ámbito municipal,
existentes en las familias, comunidades,
llevada a cabo mediante un sistema de
municipios y departamentos.
monitoreo y evaluación basado en el con- Para lograr los objetivos de una política intetrol social y comunitario.
gral de la niñez, se presenta una secuencia
de cinco pasos básicos que permitirán hacer de la visión planteada un logro concreCinco pasos para pasar del
discurso a la implementación
to. A lo largo del capítulo desarrollamos un
ejercicio de diseño de un nuevo sistema
¿Cómo pasar del discurso a la acción? Este
que atienda capacidades, oportunidades y
Informe plantea que, a pesar de los avanprotección de manera simultánea pero no
ces significativos en el bienestar de niños,
homogénea, rescatando componentes de
niñas y adolescentes en Bolivia, es imporeducación, salud, trabajo infantil y género
tante reconocer que las acciones, recursos
que si bien no agotan las múltiples dimeny esfuerzos de los últimos 30 años para
siones de los derechos de los niños, sí proasegurar el ejercicio de sus derechos han
ponen acciones concretas basadas en las
tenido enormes limitaciones: fragmentasinergias que deben existir. Los cinco pación, marginalidad, sectorialismo e inercia
sos describen una “geometría variable”
marcan el estado actual de la política sopara hacer política pública; un método que
cial. Se propone aquí cinco pasos concrereconoce y responde a diferencias familiatos que lleven a movilizar recursos existenres, comunitarias, municipales y departates y adicionales de manera diferenciada,
mentales, pero que también mantiene un
descentralizada e integral. Partimos de la
marco nacional de integralidad. Partimos
premisa de que construir políticas integrade las recomendaciones y experiencias
les de niñez y adolescencia significa dar
discutidas por el PNUD en el Informe de
cuenta de la enorme heterogeneidad en
Desarrollo Humano (PNUD, 2005), UNICEF
maneras de “ser niño” en Bolivia, y a la
en el Estado Mundial de Infancia (UNICEF,
TABLA 9.3 La visión integral de desarrollo: las dimensiones de los derechos y los ciclos de vida
Entorno
Familia
Medio ambiente
Equidad
Oportunidades
Derechos
S
i
n
e
r
g
i
a
Capacidades
S
i
n
e
r
g
i
a
Nivel socioeconómico
Género
Origen étnico
Lugar de nacimiento
Religión
Nivel socioeconómico
Género
Origen étnico
Lugar de nacimiento
Religión
Entorno
Familia
Medio ambiente
Equidad
Nivel socioeconómico
Género
Origen étnico
Lugar de nacimiento
Religión
- Identidad
- Nutrición adecuada
- Acceso a servicios básicos de salud, vacunas
- Atención de las principales causas de mortalidad
- Acceso a educación inicial, pre-escolar
- Estimulación temprana
- Esparcimiento
- Escuchados y respetados en sus opiniones
- Identidad
- Acceso a sulud y alimetación
- Educación primaria
- Educación de calidad
- Desarrollo físico
- Escuchados y respetados en
sus opiniones
- Esparcimiento
- Identidad
- Salud
- Derechos sexuales y reproductivos
- Educación Secundaria
- Educación de calidad
- Trabajo digno
- Formación y capacidad técnica laboral
- Oportunidades de generar ingresos
- Escuchados y respetados en sus opiniones
- Esparcimiento
- Violencia: física, sexual y psicológica
- Abandono
- Niños discapacitados
- Niños y niñas que viven en la calle
- Violencia: física, sexual y psicológica
- Explotación en el trabajo
- Peores formas de trabajo infantil
- Niños y niñas que viven en la calle
- Niños y niñas que consumen drogas
- Embarazo adolescente
- Niños y niñas discapacitadas
- Violencia física, sexual, psicológica
- Abuso y explotación laboral
- Explotación sexual
- Adolescentes que consumen drogas
- Peores formas de trabajo infantil
- Embarazo adolescente
- Dignidad y valor aunque haya infringido la ley
- Adolescentes discapacitados
Protección
0
Entorno
Familia
Medio ambiente
Equidad
5
6
13
14
17
Ciclo de vida (años) INTEGRALIDAD
Fuente: elaboración propia.
335
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
vivir sin violencia. Estos “retazos” son vivi2006), la OIT en Construir futuro, invertir
dos de mil maneras por niños y niñas, nien la infancia (OIT/IPEC, 2005) y Plan Interños urbanos y rurales, aymaras, quechuas
nacional en la Estrategia de los niños sanos
y bilingües, niños del Altiplano, de los lla2005 (Plan Internacional, 2005).
nos orientales o del sur del país.
¿Qué se busca con una nueva política integral? Sin duda, el objetivo central es lograr Entendemos ‘integralidad’ en la acción como el desarrollo de las capacidades, la proque cada niño, niña y adolescente tenga
tección de los derechos y la igualdad de las
las mismas oportunidades para el desoportunidades. Este enfoque toma a cada
arrollo de capacidades, protección de deniño, niña y adolescente como un actor
rechos e igualdad de oportunidades sin
central del desarrollo. La integralidad se
importar su lugar de residencia, condientiende como el eslabonamiento (véase
ción étnico-cultural, la religión que profecapítulo 8) de los ciclos a lo largo del desse, el nivel socioeconómico o la condición
arrollo de la vida del niño, la cual asemejade vida que atraviese. Superar la “carrera
mos a una carrera de obstáculos. Asumide obstáculos” es un imperativo que remos como ciclos de vida tres etapas en el
quiere de docenas de maneras de constiempo que transcurre desde el nacimientruir un nivel mínimo de capacidades,
to hasta los 17 años, reconociendo en cada
oportunidades y derechos. Por ello, se
una de ellas necesidades y derechos difebusca eliminar las diferencias y esto imrenciados (Engel, 2004; Programa de Acplica ante todo entenderlas, internalizarción 2002-2010, México, 2002; Katzman y
las y hacerlas parte central de la política
Filgueira, 2001).
misma. De una forma más específica, se
busca crear sinergias entre tipos de dere- Con esta visión buscamos eliminar las diferencias y ello implica hacerlas parte central
chos en cada etapa del ciclo del desarrollo
de la política misma a través del reconocidel niño, niña y adolescente y, por último,
miento y la acción sobre la igualdad de
no perder de vista la integralidad, el eslabonamiento entre uno y otro ciclo de vida
oportunidades como eje transversal para los
para cada niño y niña en cada punto del
tres ciclos en el sentido de equidad de géneterritorio nacional.
ro, etnia, religión, capacidades físicas e intelectuales, lugar de residencia. AdicionalPrimer paso: plantear una
mente, rescatamos del enfoque de derechos
visión integral del desarrollo
la necesidad de construir capacidades en el
sentido de la participación y convivencia
La visibilización de más de cuatro millones
social, el derecho a la educación, a una vida
de niños, niñas y adolescentes en la polítisana, a ser escuchado, a divertirse. Finalca social se presenta como una oportunimente, incluimos también la dimensión de
dad inmejorable para el cambio social,
protección de la niñez y adolescencia hapues la fragmentación, la sectorialización
ciendo énfasis en la necesidad de intervey la burocratización de la política social bonir en acciones dirigidas a niños, niñas y
liviana han tenido impactos negativos en
adolescentes que viven situaciones de alta
la población objetivo de la misma, es decir,
vulnerabilidad como la violencia doméstiniños, niñas y adolescentes. En una región
ca, la explotación laboral, el trabajo ilegal,
dada del territorio nacional mejora la prola explotación sexual, el abandono, la disbabilidad de los niños de sobrevivir al pricriminación, el embarazo adolescente, etc.
mer año de vida o al quinto, pero retrocede De una manera más específica buscamos
la capacidad de retención de la educación
crear sinergias entre las tres dimensiones
primaria o secundaria. En otra zona del pamencionadas en cada ciclo de desarrollo
ís mejora la retención de la educación, pedel niño, niña y adolescente sin perder de
ro aumenta la desprotección urbana de nivista que el hecho de superar situaciones
ños y niñas con respecto a sus derechos de
de riesgo en una etapa aumenta las proba336
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
mensiones de derechos: capacidades,
bilidades de superarlos en otras posteriooportunidades y protección.
res, pero no lo garantiza. Por tanto, planteamos un ordenamiento de los derechos de Para efectos del Informe, abordamos la “carrera de obstáculos” a través de cinco indiniños, niñas y adolescentes proclamados
cadores (mortalidad infantil, desnutrición
por la Convención de los derechos del niño
crónica, asistencia en la educación primay por el Código del niño, niña y adolescente de una manera integral que nos permite
RECUADRO 9.5
visualizar a los niños, niñas y adolescentes
al centro de la política pública.
¿Es posible lograr un enfoque integral de
Los límites de la inercia:
desarrollo sin la participación activa de la
¿Cómo nos iría el 2015 si no hacemos nada?
sociedad y del Estado? Para que el enfoque
Las proyecciones inerciales de los indicadores con los cuales ilustramos la “carrera de obstáculos” nos permiten obserde integralidad se materialice es indispenvar la trayectoria que seguirían los mismos si no se llevaran a
sable reconocer que se enmarca en las recabo estrategias “incrementales” respecto a las existentes que
laciones Estado-sociedad. Por ello planteaimpulsen el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del mimos que no es posible hablar de un enfolenio proyectados para el año 2015. El gráfico muestra, en núque de integralidad sin definir claramente
meros absolutos, los niños, niñas y adolescentes que no logralas responsabilidades de todos los actores:
rán vencer determinados obstáculos entre los años 2005 y
el Estado, como coordinador del sistema
2015, si mantenemos la inercia actual.
integral de las instituciones de atención a
El escenario alternativo implica que, actuando de manera inlos niños, niñas y adolescentes y la sociecremental en todo el país, evitaríamos cerca de 170.000 muerdad, a través de los miembros de la comutes de niños y niñas menores de cinco años y más de 600.000
nidad (grupos de padres de familia, las junniños y niñas con desnutrición crónica. Lograríamos que
tas escolares, los grupos de niños, niñas y
230.000 niños y niñas de entre seis 13 años asistan a la escueadolescentes).
Segundo paso: construir tipologías
descentralizadas de acción
¿Cómo combinar una visión integral de niñez con un diseño descentralizado para la
construcción de políticas públicas diferenciadas? Por un lado, la visión de sinergias
entre capacidades, derechos y oportunidades planteada anteriormente es el punto
de partida y de llegada de la política pública. Por otro lado, el diagnóstico del Informe nos muestra una niñez heterogénea
donde coexisten situaciones profundamente diferenciadas en distintos niveles
territoriales. Para combinar ambos elementos, planteamos construir tipologías
diferenciadas de acción con un mapeo de
la situación de cumplimiento de determinadas metas para el año 2015, sobre la base de objetivos nacionales establecidos por
los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(ODM), así como de la erradicación del trabajo infantil (IPEC-OIT), considerando proyecciones de indicadores para las tres di-
la primaria, evitaríamos que cerca de un millón de niños y niñas
se encuentren trabajando de manera ilegal (menores de 14
años) y lograríamos que 2,5 millones de adolescentes de entre
14 y 17 años asistan a la secundaria (si bien la tasa de asistencia a primaria llega al 100% el año 2009, los datos que presenta el gráfico se refieren a los niños que no asistirán a primaria
durante los años para los que no se cumple la meta 2009).
GRÁFICO 9.2 El costo de la inercia en la vida y
desarrollo de los niños, niñas y
adolescentes (2006-2015)
2.327.494
2.500.000
2.000.000
1.500.000
1.008.857
1.000.000
618.446
500.000
230.746
168.827
0
Mortalidad
infantil
Desnutrición
0-5 años
Niños y niñas Niños y niñas Niños y niñas
que no asisten que trabajan que no asisten
a primaria
a secundaria
6-13 años
14-17 años
Fuente: elaboración propia sobre datos del Censo Nacional de Población y Vivienda
(CNPV) 2001.
337
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
ria y secundaria, equidad de género y trabajo infantil), que podrán ser complementados con otros indicadores y metas fijadas
local o regionalmente, en ejercicios posteriores. Esta aproximación no se centra en
necesidades sectoriales, sino que refleja
necesidades basadas en ciclos de vida, de
manera que en cada municipio se desarrollen acciones incrementales orientadas a
garantizar el desarrollo del niño en las dimensiones de su desarrollo que no serían
cumplidas de forma inercial.
El ejercicio ilustra una nueva manera de diseñar políticas para los niños, con posibilidades reales de cumplimiento, planteando situaciones diferenciadas con respecto
a la integralidad. En este sentido, asumimos que la integralidad se interrumpe
cuando los niños pertenecientes a un ciclo
de vida determinado no logran cumplir todos los objetivos definidos hasta el año
2015 dentro del marco de la “carrera de
obstáculos”. Por tanto, si al menos una de
las dimensiones de los derechos considerados no se cumple, tampoco se cumple la
meta para el ciclo respectivo y será necesario intervenir en la dimensión afectada.
Los ciclos de vida han sido considerados a
partir de la literatura nacional e internacional. Para la infancia (niños y niñas de
entre 0 y 5 años de edad) tomamos en
cuenta dos indicadores: la mortalidad infantil y la desnutrición (ambas referidas a
la dimensión de capacidades); para los niños y niñas entre 6 y 13 años consideramos la educación primaria (asistencia a la
escuela), las diferencias de género en educación (oportunidades) y el trabajo infantil, cuya práctica es ilegal según el Código
Niño, Niña y Adolescente (protección). Finalmente, en el último ciclo (adolescentes
de entre 14 y 17 años de edad) nos basamos en la asistencia a la escuela secundaria y la equidad de género, cubriendo de
esta manera las dimensiones de capacidades y oportunidades.
MAPA 9.2 Bolivia: ejemplos de una tipología diferenciada
1er ciclo
Salud
1er y 2do ciclo
Salud, educación y género
1er , 2do y 3er ciclo
Salud, educación
Salud, género
Salud, educación y género
Salud, empleo y educación
Salud, empleo y género
Salud, empleo , educación y genero
1er y 3er ciclo
Salud, educación y género
2do y 3er ciclo
Empleo, educación y género
338
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
La “carrera de obstáculos” mapeada para el MAPA 9.3 El ejemplo de las “cuatro Cochabambas”
ámbito municipal permite el reconocimiensegún las necesidades por ciclo
to de múltiples realidades. Para ello intenta
responder a las siguientes preguntas:
- ¿Cómo nos iría si proyectamos el estado
Intervenciones
actual de cosas al 2015?
1er ciclo
- ¿Cuánto ganamos si nos proponemos al1er y 3er ciclo
canzar las metas interviniendo de manera
3er ciclo
diferenciada?
1er. 2do y 3er ciclo
- ¿Para qué capacidades, derechos u oportunidades quedarían brechas no cumplidas,
y en cuáles cumpliríamos con determinados objetivos?
Chimore
Morochata
Villa Tunari
Independencia
Puerto Villarroel
Tiquipaya
Quillacollo
Vinto
Colomi
Sacaba
Tiraque
Sipe Sipe Cbba.
Tapacari
Santibañez
Pojo
Totora
Tolata
Punata
Arani Vacas
El ejercicio permite visualizar situaciones diferenciadas para el año 2015, asumiendo
que la manera de hacer políticas públicas
para los niños se mantenga inalterada; por
tanto, la proyección muestra la fotografía
de una situación hipotética futura que nos
permite imaginar varias realidades de
acuerdo a requerimientos diferenciados
Fuente: elaboración propia sobre la base de los CNPV de 1992 y 2001.
según ciclo.
Como ejemplo, el Informe desarrolla el caso
de Cochabamba en mayor profundidad. El
so siguiente plantea entonces la complejimapa muestra la situación diferenciada de
dad dentro de las categorías mencionadas.
municipios que comparten los ciclos de
edad en los que será necesario intervenir Tercer paso: proponer paquetes
para que se cumplan todas las metas el año diferenciados de política
2015. En el caso de Cochabamba se identifican cuatro combinaciones posibles en ¿De qué serviría poner de manifiesto tipologías descentralizadas de acción si actuárafunción de las necesidades según ciclo de
mos de manera homogénea en todo el pavida. El primer grupo muestra necesidades
ís? En este paso se proponen intervencioúnicamente en el primer ciclo: mortalidad
nes diferenciadas de política pública para
infantil y/o desnutrición. El segundo preidentificar y atacar más eficaz y eficientesenta necesidades en el primer ciclo (mormente los problemas que constituyen la
talidad infantil, desnutrición crónica), así
“carrera de obstáculos”, así como alcanzar
como en el tercero (educación secundaria
un desarrollo pleno de las capacidades,
y equidad de género en secundaria); el teroportunidades y derechos de los niños, nicer grupo muestra necesidades únicamenñas y adolescentes. La heterogeneidad que
te en el tercer grupo; finalmente, el cuarto
revela el mapeo de tipologías descentraligrupo presenta problemas en los tres cizadas nos brinda un marco de referencia
clos y es el grupo que más municipios confundamental en términos de lo que debecentra. Si bien la identificación de necesimos considerar como premisa de nuestra
dades diferenciadas según ciclos nos
estrategia de intervención: “no perder de
muestra una figura más compleja para el
vista el enfoque de integralidad”. Lo antediseño de las políticas, también es preciso
rior se sintetiza en una estrategia que gaidentificar dentro de estas categorías diferantice que todo niño, sin importar dónde
rentes combinaciones de problemas que
se encuentre ni la etapa del ciclo de vida
requerirán soluciones heterogéneas. El paPocona
Tarata
Tacopaya
Capipota
Sicaya
Sacabamba Alalay
Anzaldo
Arque
Cliza
Bolivar
Vila Vila
Villa Rivero
Colcapirhua
Tacachi
Omereque
Mizque
Cuchumuela (V.G. Villarroel)
Sacabamba
Aiquile
Pasorapa
339
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 9.6 LOS LÍMITES DE FOCALIZAR EN FUNCIÓN A LA POBREZA
Potosí: Tipología diferenciada
1er y 2do ciclo
Potosí: Necesidades Básicas
Salud, educación y género
1er y 2do ciclo
Salud, educación y género
17 - 60
Salud, empleo y educación
Salud, empleo y género
60 - 85
Salud, empleo, educación y género
85 - 95
95 - 98
2do y 3er ciclo
empleo, educación y género
En el departamento de Potosí casi el 70%
de los 38 municipios supera el 90% de pobreza según sus necesidades básicas insatisfechas. La tipología diferenciada muestra
que en estos municipios existen diferentes
necesidades de los niños, niñas y adolescentes según el ciclo de vida por lo que sugiere que los niños, niñas y adolescentes estarían atravesando problemas muy distintos
en cada ciclo de su desarrollo, así como en
cada dimensión de sus derechos. Por ejemplo, 100% de los habitantes de San Pablo de
Lípez sufren de Necesidades Insatisfechas;
sin embargo requieren acciones especialmente dirigidas a las carencias durante el primer y segundo ciclos de vida. Pocoata, donde el 98% de los habitantes sufre de Necesidades Básicas Insatisfechas requiere acciones orientadas a los tres ciclos de vida. Otros
municipios donde los niveles de pobreza alcanzan entre 50 y 55 % de la población (Lla-
340
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
98 - 100
llagua, Potosí y Atocha) requieren, al igual
que Pocoata intervenciones en los tres ciclos
en salud, trabajo infantil, acceso a educación
primaria y secundaria, así como equidad de
género. Este ejercicio, revela claramente que
la focalización de las acciones en municipios
más pobres no es suficiente cuando se quiere actuar de manera específica en un desarrollo integral de la niñez y adolescencia.
Este ejercicio brinda una lección sobre los
riesgos de adoptar una política pública homogénea en todo el país, un paquete estándar con un “poco de todo” para los municipios más pobres. El ejercicio basado en proyecciones municipales por indicador según
la tendencia 1992-2001 revela situaciones
claramente diferenciadas que no podrían ser
resueltas mediante la aplicación de una medida homogénea.
Fuente: Elaboración propia
Paquetes diferenciados de intervención en municipios
de Cochabamba
GRÁFICO 9. 3 El Caso de Arque
300
270
240
mortalidad
inercial
210
180
mortalidad
intervenida
En Mortalidad Infantil
con la tendencia
positiva de 1990 es
poco probable llegar
a la meta
150
120
90
60
Objetivos
nacional, 30 por
cada mil nacidos
vivos
2055
2052
2049
2046
2043
2040
2037
2034
2031
2028
2025
2022
2019
2016
2013
2010
2007
2004
2001
1998
1995
0
1992
30
GRÁFICO 9. 4 El Caso de Cochabamba
100
90
En desnutrición con las tendencias
de 1990 se alcanzará la meta el 2087
80
70
En mortalidad infantil y con las tendencias
de 1990 se alcanzará la meta el 2170
60
50
En asistencia secundaria con las
tendencias de 1990 es poco
probable que se alcance la meta
40
30
Mortalidad inercial
Trabajo infantil inercial
Desnutrición intervenida
Secundaria intervenida
Secundaria inercial
Mortalidad intervenida
Desnutrición inercial
Trabajo infantil intervenido
2160
2152
2144
2136
2128
2120
2112
2104
2096
2088
2080
2072
2064
2056
2032
2024
2016
2008
0
2000
10
2040
En trabajo infantil (ilegal) con las
tendencias de 1990 es poco
probable que se alcance la meta
20
1992
por la que atraviese, tenga asegurado un
nivel mínimo de cumplimiento de sus derechos. ¿Cómo traducimos la tipología diferenciada de necesidades en paquetes diferenciados de intervención? La identificación de paquetes diferenciados de política
pública actúa en función de las necesidades del ciclo de vida, que para el caso de
Cochabamba deriva en acciones diferenciadas por grupos de municipios afines.
En este marco, ¿cómo deberíamos plantearnos las intervenciones? Sin lugar a dudas,
las tipologías anteriormente descritas son
meramente referenciales, pues cada una
de ellas oculta detrás de su propia descripción homogeneizadora una complejidad
en términos de priorización, definición
del problema y diseño de intervenciones.
Sin embargo, son un primer paso para superar la manera tradicional de hacer política social en Bolivia. Resulta evidente que
las causas fundamentales del incumplimiento de los derechos de los niños pueden deberse a:
i. Factores de oferta: como, por ejemplo, el
déficit de infraestructura escolar y de salud, el déficit de ítems para profesores y
personal médico, la mala calidad de la
oferta de los servicios, etc.
ii. Factores de demanda: restricciones presupuestarias en los hogares, distancia a los
centros de oferta de servicios de educación, salud, preferencias individuales,
prácticas culturales, etc.
iii.Factores de oferta y de demanda combinados: este perfil es común en las comunidades más alejadas, donde la presencia de
las instituciones del Estado es muy escasa.
GRÁFICO 9. 5 El Caso de Totora
100
En asistencia
secundaria con
las tendencias de
1990 se alcanzará
la meta el 2019
90
80
70
60
En desnutrición
con las tendencias
de 1990 se
alcanzará la meta
el 2032
50
40
30
En mortalidad
infantil y con las
tendencias de
1990 se alcanzará
la meta el 2037
20
10
0
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
2020
2022
2024
2026
2028
2030
2032
2034
2036
2038
2040
2042
2044
2046
2048
2050
A cada tipología diferenciada de necesidades corresponde un “paquete” de acciones. Éste varía según el perfil socio-demográfico y las necesidades del ciclo de vida
en cuanto a derechos, capacidades y
oportunidades. Las ventajas de pensar en
“paquetes” diferenciados en vez de acciones homogéneas de política pública son
dos. En primer lugar, se crea la posibilidad
de atacar los problemas específicos de cada grupo de niños, niñas y adolescentes
mortalidad inercial
desnutrición inercial
desnutrición intervenida
trabajo infantil inercial
secundaria inercial
secundaria intervenida
341
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
TABLA 9.4 Descripción de las intervenciones según componente
Componente
Descripción de la Intervención
Intervenciones de oferta
1.Oferta de un paquete mínimo en salud
Infraestructura: construcción de puestos,
dirigidos a niños y niñas menores de
centros
5 años
Items: médicos, enfermeras, auxiliares
Intervenciones: Cobertura de EDAS, IRAS
y Pentavalente
2.Oferta de suplemento alimenticio
Suplemento de Vitamina A en cápsulas
a niños y niñas menores de 5 años
Paquete de alimentación trilaminado
3.Oferta de un paquete mínimo en
Infraestructura: construcción de escuelas
educación primaria
para primaria
Items: maestros
Calidad educativa: Programa de
capacitación a maestros
4.Oferta de un paquete mínimo en
Infraestructura: construcción de
secundariaescuelas educación
para secundaria
Items: maestros
Calidad educativa:
Programa de capacitación a maestros
Intervenciones de demanda
5.Transferencia Monetaria Condicionada
Pago de un subsidio a las niñas,
para motivar la asistencia de las niñas
equivalente al 80% del costo de
a la escuela dirigido a niñas entre
oportunidad del trabajo infantil.
7 y 17 años
Esta transferencia deberá ser 10% .
6.Transferencia Monetaria Condicionada
Subsidio a Niños y niñas trabajadores
para erradicar el trabajo infantil
entre 7 y 13 años condicionada a la
asistencia escolar; el monto de la
transferencia es equivalente al 80% del
costo de oportunidad del trabajo infantil
* EDA: enfermedades diarreicas agudas.
** IRA: infecciones respiratorias agudas.
Fuente: elaboración propia.
de manera descentralizada en el país. En
mortalidad infantil, desnutrición, trabajo
segundo lugar, se construyen intervencioinfantil y asistencia a secundaria, y refleja
nes descentralizadas dentro del marco de
más bien el perfil de necesidades del muuna política integral —superar la “carrera
nicipio de Cochabamba. Para este caso, la
de obstáculos”— para que ningún niño reintervención combinará los componentes
sulte penalizado por su lugar de residen1, 2, 4 y 6. Finalmente, el paquete 3 se
cia, por su condición etnolingüística, de
adapta mejor a municipios (como el de
género o condición de clase. El cuadro
Totora) que tienen problemas de mortalimuestra tres tipos de “paquete” de polítidad infantil, desnutrición y asistencia a
ca pública. El paquete 1 se refiere a un
secundaria; éstos requerirán la combinaperfil de intervenciones en Arque para acción de los componentes 1, 2 y 4.
tuar sobre la problemática de la mortali- Estos paquetes de políticas públicas combidad infantil y, por tanto, implica una internan seis acciones, dos de las cuales son invención basada en el componente 1 (Tatervenciones que actúan sobre la demanda
bla 9.4 ). El paquete 2 ataca problemas de
y cuatro sobre la oferta. Los componentes
342
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
RECUADRO 9.7
¿Cómo cuantificar
el costo de superar
la “carrera de obstáculos?
El siguiente ejercicio cuantifica los recursos humanos, financieros y de infraestructura necesaria para vencer la “carrera de obstáculos”, es decir, asigna un costo a cada
obstáculo que enfrentan los niños, niñas y
adolescentes del país de acuerdo al municipio en que se encuentren. Dado que dicho
costeo se constituye en un ejercicio de política pública, la metodología y los resultados
pueden ser la base para futuros estudios y/o
planificación de estrategias para alcanzar
determinados objetivos. Asimismo, la valoración de los obstáculos, provee un marco
más transparente para la presupuestación
del gasto público del país para el desarrollo
pleno de las capacidades y oportunidades
de todos los niños, niñas y adolescentes de
Bolivia.
Cada una de las variables que conforman
la carrera de obstáculos ha sido costeada tomando en cuenta diversas fuentes. De manera más general, se tomaron como base las
metodologías propuestas por el Proyecto del
Milenio (2005), el IPEC-OIT (2005).7 El resultado final del ejercicio muestra que se requerirían 560 millones de dólares incrementales,
para asegurar que se logren las metas establecidas en este ejercicio hasta el año 2015.
Este costeo hipotético de alcanzar un desarrollo integral en cada municipio del país,
basado en lograr siete objetivos específicos
en todos los municipios del país, se ha desagregado en función a los tres ciclos de vida
de desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. Los resultados de las intervenciones,
sugieren que en los próximos 10 años, las
acciones orientadas al primer ciclo de vida
(entre 0 y 5 años) absorberán la mayor proporción del costo (58%), la segunda magnitud será absorbida por el segundo ciclo
(30%) que requiere un monto importante para erradicar el trabajo infantil ilegal (159 millones de dólares), y una menor proporción será destinada a las intervenciones orientadas
al tercer ciclo (13%). Cabe resaltar que estas
proporciones pueden ser sustancialmente
diferentes si se incluyen acciones orientadas
a la eliminación del embarazo adolescente, a
las peores formas del trabajo infantil y otros
problemas que afectan la vida de miles de niños, niñas y adolescentes bolivianos. De
acuerdo a los resultados, gran parte de este
monto será destinado a gastos de infraestructura y recursos humanos, anticipando un
problema de oferta de servicios que debe ser
solucionado previas acciones orientadas a la
demanda.8
GRAFICO 9.6 ¿Cuánto cuesta superar la “Carrera de
Obstáculos”? (en dólares corrientes.)
350.000.000
311.784.955
300.000.000
250.000.000
200.000.000
158.565.203
150.000.000
100.000.000
70.540.764
50.000.000
10.344.685 6.110.494
0
692.496
Mortalidad Desnutrición Asistencia a Trabajo infantil Género en
infantil primer
primaria
primaria
ciclo
segundo ciclo
Primer ciclo
362.109
Asistencia a
secundaria
Tercer ciclo
Segundo ciclo
Género en
secundaria
Tercer ciclo
Fuente: Elaboración propia
7 Para más información referirse al Anexo Metodológico
8 Para más información referirse al CD
343
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
cada año de este periodo. Más importante
actúan de manera diferenciada según el obque los recursos adicionales, sin embargo,
jetivo y los paquetes han sido diseñados paes el cambio en la lógica de asignación de
ra garantizar el cumplimiento de todas las
recursos hacia una lógica de gestión por remetas hasta el año 2015. Esto quiere decir
sultados en el desarrollo de capacidades,
que, independientemente de la distancia a
protección de derechos e igualdad de oporla meta, se actuará en los casos en que ésta
tunidades de los niños.
no se pueda alcanzar de manera inercial en
10 años. Sin embargo, no todos los munici- Tres supuestos subyacen a esta estimación
de costos. Primero, que la reasignación del
pios reciben el mismo paquete. Por ejempresupuesto histórico de un sistema piraplo, algunos requerirán más infraestructura
midal a un esquema de anillos concéntrique personal; es decir que las intervenciocos supone una mayor eficiencia en el uso
nes están estrictamente adecuadas a las nede los recursos existentes —de infraestruccesidades específicas de cada municipio y,
tura, equipamiento, recursos humanos e
dentro de un mismo grupo, las acciones son
intervenciones puntuales—. Segundo, que
ampliamente diferenciadas (ver CD).
en comparación con la actual estructura de
gasto social nacional por sector —que asigCuarto paso: financiar con una
na la mayor parte de los recursos a la edulógica de gestión por resultados
cación primaria—, el nuevo gasto incremental supone canalizar un mayor esfuerUna vez elaborados los paquetes diferenciazo hacia acciones orientadas a la reducción
dos de política pública, queda el reto del fide la mortalidad infantil y a mejorar la asisnanciamiento. Primero, ¿cuál es el costo
tencia a secundaria, identificadas como las
de los paquetes diferenciados? y, segundo,
metas con menores probabilidades de ser
¿cómo financiarlos de manera sostenible?
satisfechas dadas las tendencias actuales.
El procedimiento de cálculo de costos utiliTercero, que la adición de nuevas metas lozado en este Informe toma elementos de
cales o regionales en torno a la “carrera de
comparabilidad internacional del Millenobstáculos” que niños, niñas y adolescennium Project (PNUD, 2005), además de pates deberán superar hasta llegar a los 17
rámetros nacionales de los ministerios
años de edad tendrá un efecto incremental
sectoriales de política social en Bolivia. Las
sobre los costos nacionales estimados.
estimaciones preliminares sobre paquetes
Asumiendo los tres supuestos, el total de
diferenciados para la disminución de la
560 millones de dólares adicionales para el
mortalidad infantil en un 66%, la disminuperiodo 2006-2015 representa una aproxición de la desnutrición crónica en un 50%,
mación gruesa del monto requerido para
el logro del 100% de asistencia en la edufinanciar un paquete mínimo de intervencación primaria y secundaria, el 100% en
ciones integrales de desarrollo para niños,
la equidad de género en educación primaniñas y adolescentes en el país.
ria y secundaria y la disminución del trabajo infantil en un 100%, sugieren la necesi- ¿Cómo financiar paquetes diferenciados de
política pública? El actual debate sobre audad de un bloque adicional de financiatonomías regionales y sobre el uso de los
miento de 560 millones de dólares estarecursos fiscales derivados de los hidrocardounidenses para el periodo 2006-2015.
buros crea una oportunidad inigualable paEs decir, además de los montos normalra transitar de un sistema de atención de la
mente asignados a estos rubros en Bolivia.
niñez altamente centralizado (pero fragEsto equivale a un suplemento de 56 millomentado) a uno descentralizado (pero innes de dólares anuales. Para el ejemplo del
tegral). Como lo sugiere la literatura sobre
departamento de Cochabamba, significa
servicios sociales descentralizados (Ba106 millones de dólares adicionales al prerrios, 2005; Finot, 2005), un sistema cohesupuesto histórico para el periodo 2006rente de transferencias sociales debería gi2015, o un promedio de 13 millones para
344
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
335
copartic. IEH: 33,4
fcd: 9,6
Reg: 102,5
items: 394,6
7,9
8,8
3,3
coparticipación
196,6
32,3 (70)
13,8 (20+10)
rar en torno al principio de igualdad de GRÁFICO 9.7 Un ejemplo de transferencias fiscales para el
oportunidades. Ningún niño será privado
financiamiento de políticas integrales de niñez
del desarrollo de sus capacidades, de la
protección de sus derechos o del acceso a
HIPIC II 27 fsm
IDH
oportunidades de desarrollo humano a
16,3 fcs
Nacional
en bloque
causa de su lugar de nacimiento, sexo,
edad o condición étnico-lingüística. Para
materializar el principio de igualdad de
oportunidades se establece un sistema tripartito de financiamiento: la primera parte
del financiamiento de los servicios se realiPrefecturas
zará con recursos propios de los niveles
subnacionales, la segunda parte con transferencias no condicionadas desde el Gobierno central y la tercera parte mediante
Municipios
124,3
transferencias condicionadas al logro de
17 años
mayores capacidades, acceso a oportunidades y protección.
Financiamiento
Financiamiento
Histórico
El gráfico 9.7 describe el actual sistema de
Anual promedio
577 Mm $us.
Adicional
transferencias con una transferencia adi56 Mm $us.
cional orientada hacia el desarrollo huma0
no integral de la niñez, financiada por una
Otras transferencias
Recursos propios
Llave de direccionamiento temático
fracción de los recursos del Impuesto DiLlave de desembolso
Llave de prorrateo por fórmulas (compleja:
)
recto a los Hidrocarburos (IDH). Bajo una
lógica de gestión por resultados, el Gobierno central premiaría a las prefecturas
ros gobiernos departamentales, de los go(transferencia 1) por mayores logros en el
biernos municipales, las comunidades y
desarrollo de capacidades, la protección
las familias en torno a las necesidades intede derechos y la creación de oportunidagrales de desarrollo de capacidades, prodes para niños, niñas y adolescentes. A su
tección de derechos e igualdad de oportuvez, las prefecturas premiarían a los muninidades para la niñez resulta imprescindicipios que presenten logros en desarrollo
ble modificar el sistema “piramidal” de inhumano integral (transferencia 2) y, por últervenciones dirigistas, sectorializadas y
timo, los municipios premiarían a las famiburocráticas. Planteamos, consiguientelias y niños que muestren logros extraordimente, un sistema de “anillos” concéntrinarios en materia de desarrollo humano
cos de atención en torno a las necesidades
(transferencia 3). Dicho sistema tiene tres
de los niños, niñas y adolescentes en sus
ventajas sobre el sistema actual. Primero,
diferentes lugares, dimensiones y ciclos de
premia los logros en capacidades, derevida.
chos y oportunidades y no alimenta la Y precisamente por esta razón nos preguntainercia burocrática. Segundo, genera inmos “¿cómo superar la carrera de obstácucentivos para que cada nivel de gobierno
los de cuatro millones de niños, niñas y
mejore la atención de los servicios de su
adolescentes?” y no “¿cómo atender los recompetencia para poder acceder a recurquerimientos burocráticos o sectoriales de
sos adicionales condicionados. Tercero, reprofesionales de los servicios sociales, de
duce la brecha fiscal-financiera de 2006 a
las ONG o de la cooperación internacio2015 de una manera sostenible, haciendo
nal?”. La segunda pregunta nos devuelve al
un mejor uso de recursos fiscales escasos.
estado de cosas actual, mientras que la priPara implementar este sistema y orientar las
mera abre oportunidades para transforacciones del Gobierno central, de los futumar la política social de mediano y largo
345
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
GRÁFICO 9.8 El sistema piramidal frente al sistema concéntrico
Sistema Piramidal
Sistema de anillos concéntricos
¿Cuánto dinero distribuir?
¿Qué atrubuciones y roles posee cada nivel
¿Quiénes son los actores?
¿Qué necesidades tienen?
¿Cómo queremos llegar?
Gob
ierno
Nacional
cent
ral
ra
ctu
efe
Pr
Departamental
Niño
Familia
Comunidad
Municipio
Municipal
• Intervenciones fragmentadas
• Limitaciones de construcción de Combos
• Procesos truncados de construcción de políticas
• Promueve la fragmentación y sectorialidad
• Niños y niñas y adolescentes con un “poco de todo”
o “mucho de una sola cosa”
•
•
•
•
•
Paquetes de intervención
Posibilidad de construir paquetes de intervemción
Flexibilidad en las funciones
Fluidez entre niveles de gobierno
Cada niño, familia y comunidad recibe un paquete
en función a las necesidades específicas
var en paquetes diferenciados, flexibles y
plazo. Al centrar la política social en niños,
apropiados para diferentes realidades y diniñas y adolescentes, la política pública enferentes momentos de “ser niño”. La divercuentra un espacio para el cambio social.
sidad no debería ser un obstáculo para el
Alrededor del niño se encuentran, en anidesarrollo integral, sino su mejor instrullos concéntricos, familias de diversas esmento de cambio social. Tercero, la estratructuras, tamaños y composición; comutegia de anillos concéntricos plantea un
nidades urbanas y rurales de tradiciones
mayor grado de devolución de poder de
sociales y culturales diversas; municipios
decisión y acción a familias y comunidagrandes, medianos y chicos; departamendes urbanas y rurales en todo el país. Esto
tos del Altiplano, de los valles y de los llasignifica democratizar el proceso de partinos y, por último, el Gobierno nacional, que
cipación social en esferas que antes eran
representa a toda la diversidad. Los requemarginadas. Una visión integral del desrimientos de cada grupo de niños son difearrollo requiere de un proceso vigoroso de
rentes, y por ello, también lo será la resparticipación social.
puesta integral de cada anillo concéntrico.
Todos aportan lo suyo para el desarrollo de
capacidades, la protección de derechos y Quinto paso: volver a la
la búsqueda de igualdad de oportunidades, familia y a la comunidad
en paquetes diferenciados y descentraliza¿Cómo dar el primer paso? Una vez planteados de atención social.
dos la línea base de nuestra política, la viLa estrategia de anillos concéntricos presensión, los objetivos y los medios, es importa tres ventajas con respecto al sistema pitante establecer claramente el “lugar de la
ramidal. Primero, postula que el éxito de
política pública” y con ello definir funciouna política pública no reside en la distrines, responsables de acciones y de activibución eficiente de recursos o de insumos
dades concretas, así como los principales
ni en la asignación equitativa de compeencargados de garantizar que las políticas
tencias o transferencias, sino en la superasean diseñadas a partir de una focalización
ción de la “carrera de obstáculos” de cada
acertada y beneficien a aquellos a quienes
niño y niña en el país. Segundo, entiende
fueron dirigidas. Desde un punto de vista
que para confrontar una diversidad cremás general, el enfoque actual de la políticiente de retos de política social, debe deri346
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
ca social reconoce el papel fundamental de ¿Cómo imaginamos el proceso? Primero,
planteamos que el nivel local permite la
la familia y la comunidad como actores
aproximación más ajustada a las necesidaresponsables de generar una agenda, un
des que enfrentan los niños, niñas y adomenú de necesidades específicas que se
lescentes. Se trata entonces de rescatar la
traduzcan en una “demanda local”, pero la
importancia de la información de primera
responsabilidad de estos actores no termimano sobre necesidades en el ámbito lona en esta acción, sino que debe desembocal, así como de los vacíos o ausencias y lícar en las actividades de monitoreo y evamites de la presencia del Estado en deterluación de las políticas; lo que en política
minados aspectos. Un ejemplo de este tipo
pública se conoce como mecanismos de
de sistema es el caso del Fondo Mundial de
“rendición de cuentas” que hacen posible
lucha contra el Sida, que a partir de alianla efectividad de las políticas.
zas entre Estado y sociedad civil llega inDesde el punto de vista más específico de la
cluso a la supervisión de la implementaniñez y la adolescencia, la familia y la coción de los programas (Millennium Project,
munidad deben garantizar un entorno pro2001).
tector, y a estas dos instancias les cabe la
responsabilidad de garantizar el cumpli- Por tanto, imaginamos la interacción de tres
actores en círculos concéntricos: los niños,
miento de los derechos de todos los niños.
las niñas y adolescentes en el centro como
Las familias y las comunidades son los más
sujetos a quienes queremos que lleguen las
indicados para establecer estrategias que
políticas; la familia como facilitadora para
resulten en una agenda precisa y acertada.
que las acciones alcancen un fin. FinalPero más allá de ello, nuestra visión planmente, la comunidad como responsable
tea un papel aún más activo e innovador
por excelencia del seguimiento y la evaluapara estos actores a lo largo del seguimiención de los programas. Es la segunda insto de la política pública local, como encartancia de participación de la familia y la cogados de la evaluación y el monitoreo de
munidad en la que centramos la atención,
las acciones de alcance local dirigidas a los
pues muchos procesos participativos inniños, niñas y adolescentes. En efecto, las
cluyen la participación de la sociedad en
políticas públicas en los últimos años han
los procesos consultivos que culminan en
hecho énfasis en la necesidad de crear sisel agendamiento de las políticas; sin emtemas eficientes de evaluación y monitobargo, el control social, visto desde la persreo, actualmente en muchos países de la
pectiva del “monitoreo” y la “evaluación”,
región es la comunidad la que se hace carha sido utilizado de manera muy marginal
go de este proceso; como ejemplos concrehasta el momento.
tos mencionamos el caso de “Oportunidades” en México.
347
NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN
BOLIVIA
RECUADRO 9.8
Monitoreo social: Libreta
de Calificación Comunitaria y
Libreta de Informe Ciudadano
La Libreta de Calificación Comunitaria
(Community Score Card) y la Tarjeta de Informe Ciudadano (Citizen Report Card) son herramientas de control social utilizadas actualmente en varios países del mundo para el monitoreo y evaluación de los servicios públicos,
especialmente de salud básica, educación
inicial, vivienda, agua potable y nutrición. Se
espera que quienes reciban dicha evaluación
incluyan la percepción de la gente acerca de
la calidad, eficiencia y adecuación de los servicios públicos prestados, aunque también
existen experiencias dirigidas al monitoreo de
la administración pública.
Entre las experiencias más exitosas de esta aproximación de monitoreo social se coDescripción
Unidad
Ámbito de acción
Producto final
Tiempo de
implementación
Recolección de
Información
Retroalimentación
Fuente: Banco Mundial, 2005.
348
INFORME TEMÁTICO SOBRE
DESARROLLO HUMANO
nocen los casos del Report Card on Public
Services en Bangalore, India; la Filipino Report Card on Pro-Poor Services y la Community Score Card Process en Gambia. Estas
experiencias, todas relacionadas con el control sobre la calidad y oferta de los servicios
públicos tienen perfiles distintos según el nivel en el que actúan. Por un lado, el control a
nivel comunitario implica el proceso participativo en el ámbito local mientras que el control ciudadano está centrado en la familia y el
ciudadano. Tal como se detalla a continuación, ambas herramientas suponen la participación de la población en el monitoreo de
las políticas públicas, aunque ambas plantean aproximaciones diferentes que implican
ciertas diferencias:
Fuente: Banco Mundial, 2005.
Libreta de Informe Ciudadano
Hogar/individuo
Macro: ciudad, estado o nacional.
Más eficiente en contextos urbanos.
Información sobre la demanda del
desempeño y calificación actual
3 a 6 meses mínimo
Libreta de Calificación Comunitaria
Comunidad
Local
Más común en áreas rurales
Respuesta inmediata, rendición de cuentas
A través de cuestionarios
Mediante la discusión formal en grupos
focales
Inmediata, y ocurre luego del proceso de
diálogo entre los usuarios y proveedores en
encuentros programados.
Ocurre luego de la difusión
mediática
3 a 6 semanas
RECUADRO 9.9
Política municipal: los
adolescentes exigen menos
corrupción y más obras
(Trinidad, Huatajata, Independencia,
Atocha y Cochabamba)
Los adolescentes bolivianos no están conformes con sus municipios. Exigen menos
corrupción, más y mejores obras, menos suciedad en las calles, más apoyo a las comunidades rurales y un mejor sistema educativo.
El asunto de la corrupción es central en
las preocupaciones de los jóvenes bolivianos, tanto cuando se refieren a sus “molestias” personales, como a sus inquietudes en
los ámbitos mundial, nacional y municipal.
Su percepción de que la política municipal
es corrupta conduce a cuatro adolescentes
a reivindicar un drástico cambio de comportamiento en las autoridades e inclusive su
sustitución.
“Lo que yo quisiera cambiar en mi municipio seria más que todo los dirigentes, mayormente ellos están metidos con la corrupción,
y que dejaran de hacer eso, están perjudicando al pueblo”, dice Rolando Lazarte, joven cochabambino de 18 años.
Siempre en el plano municipal, los jóvenes creen que las obras públicas son insuficientes, tanto en cantidad como en calidad.
Éste es el caso sobre todo en Trinidad e Independencia.
“Yo quisiera que el municipio haga arreglos”, dice un trinitario de 14 años. “Que
cambie su forma de ejecutar las obras”, añade otro joven trinitario de 17 años.
En nueve casos, los adolescentes (sobre
todo en Trinidad y Atocha) creen que las
obras públicas deberían tener por resultado
una ciudad menos sucia. Una joven trinitaria
comenta: “Yo quisiera cambiar la limpieza de
las cunetas más que todo, ¿no ve?, y la basura también”.
En cinco casos, los adolescentes consideran que los servicios educativos deberían ser la prioridad local. “Yo, en mi municipio, quisiera que cambie la educación”, dice un joven de 16 años natural de Huatajata. En cinco oportunidades, los jóvenes reclaman un mayor apoyo del gobierno municipal a las poblaciones rurales. “[Yo quisiera] que nuestro alcalde apoye a nuestras
comunidades para sacarlas adelante”, dice
en quechua un joven de 17 años de Independencia (Ayopaya). El último tema relevante tiene que ver con la seguridad (cuatro
men
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