Objetivos - Centro Europeo del Consumidor

“LOS SISTEMAS ALTERNATIVOS DE RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN
ESPAÑA Y EN LA UNIÓN EUROPEA”
MADRID 11 Y 12 DE DICIEMBRE DE 2006
PRESENTACIÓN DEL SEMINARIO
El presente Seminario, organizado por el CENTRO EUROPEO DEL
CONSUMIDOR EN ESPAÑA, pretende responder con eficacia a la imperante
necesidad de constituir de forma definitiva un mecanismo alternativo de vías
extrajudiciales de resolución de conflictos, que se manifiestan en las economías
desarrolladas como el procedimiento más rápido y eficaz para resolver los conflictos
entre las empresas, los consumidores y los demás agentes económicos tanto en el
ámbito nacional como internacionalmente.
Transcurridos ya 20 años desde que el Comité de Ministros del Consejo de
Europa señalase en su Recomendación 12/1986 que el arbitraje es un procedimiento que
contribuye decisivamente a evitar la acumulación de asuntos en una Administración de
Justicia cada vez más saturada, sigue faltando hoy día un esfuerzo divulgador
importante de éste y otros métodos alternativos, por cuanto sin duda, la clave para su
desarrollo radica en la aceptación de estas técnicas por parte de las empresas, por los
consumidores y por los demás agentes económicos, lo que sin duda redundará en más
empleo, mayor crecimiento económico y en una industria dinámica e innovadora, con
mayor nivel de competencia que atenderá mejor a los intereses del consumidor y del
inversor, así como al desarrollo de las empresas europeas, tanto grandes como
pequeñas.
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En España, debido a los buenos resultados y enorme desarrollo experimentados
por el arbitraje de consumo, que tuvo como factor exponencial y motor de arranque
tanto la Ley de Arbitraje 36/1988 como el Real Decreto 636/1993, el consumidor ya
conoce y utiliza con asiduidad estos servicios para resolver sus conflictos. De igual
manera, las empresas que desarrollan su actividad en el exterior acuden con asiduidad a
un tercero de confianza que resuelve sus litigios en lugar de someterse a farragosos
sistemas legales de otras legislaciones desconocidas. En la actualidad, la entrada en
vigor de la Ley 60/2003 de Arbitraje, que sigue el ejemplo de otras legislaciones
extranjeras, que han estimado que la Ley Modelo no sólo resultaba adecuada para el
arbitraje comercial internacional sino también para el arbitraje en general, algunos
sectores como el inmobiliario, el de las franquicias, o el comercio electrónico ya han
tomado la iniciativa y optado de forma prácticamente definitiva por contemplar estas
técnicas como las más idóneas para la resolución de los conflictos que se les plantean.
Las soluciones extrajudiciales que se obtienen por medio del arbitraje, la mediación o la
conciliación, además de consolidar el buen gobierno de una empresa, pueden disminuir
de forma sustancial el coste de la justicia y ayudar así al pequeño empresario, siendo sin
duda productivas todas las acciones que se lleven a cabo para lograr un mayor
conocimiento de las ventajas de esta justicia alternativa de resolución de controversias.
Por otro lado, es necesaria una mayor coordinación de las diferentes Cortes de Arbitraje,
así como entre las distintas Juntas Arbitrales de consumo y entre los diferentes servicios
de mediación y arbitraje existentes en la actualidad, de manera que la experiencia de
unas redunde en beneficio de las otras, además de medidas que aumenten el grado de
confianza de los consumidores en estos sistemas de manera que vean en ellos la vía más
rápida y eficaz para hacer valer sus derechos y resolver sus conflictos.
En Europa, la creación del mercado único europeo y la implantación de una
moneda única fueron el primer gran impulso en el desarrollo de las transacciones
económicas entre los distintos operadores de los Estados miembros. En un contexto de
una economía cada vez más globalizada, donde el auge de las nuevas tecnologías ha
adquirido un papel predominante frente a métodos ya clásicos de interrelación, las ADR
(alternative dispute resolution) vienen representando una prioridad política para las
instituciones de la Unión Europea interesadas en promover estas modalidades
alternativas, procurar el mejor entorno posible para su desarrollo y esforzarse por
garantizar su calidad, lo que supondrá el segundo y definitivo impulso. En este contexto
surgió la Recomendación de la Comisión Europea de 4 de abril de 2001 relativa a los
principios aplicables a los órganos extrajudiciales de resolución consensual de litigios
en materia de consumo, y el Libro Verde sobre modalidades alternativas de solución de
conflictos en materia civil y mercantil en el año 2002 donde se destaca el papel de los
ODR (Online Dispute Resolution) como métodos alternativos de resolución de
conflictos on-line. Más recientemente, la Comunicación de la Comisión Europea sobre
“estrategia en materia de política de los consumidores 2002-2006" de nuevo destaca la
resolución alternativa de conflictos como medio idóneo para los conflictos
transfronterizos.
Los consumidores deben sentirse seguros y confiados a la hora de efectuar
transacciones transfronterizas sabedores de que cuentan con vías de recurso baratas,
eficaces y simples en caso de conflicto, con esa base de confianza los empresarios
podrán desarrollar mejor sus actividades en un contexto transnacional. El Consejo
Europeo de Lisboa llamó la atención en el establecimiento de sistemas alternativos de
resolución de conflictos en la Comunidad a fin de estimular esa confianza del
consumidor en el comercio electrónico en la Unión Europea. El papel de estos sistemas
en un entorno en línea ha sido también reconocido internacionalmente y existe en
materia de ADR una serie de prometedoras iniciativas que contribuyen a empezar a
creer en una verdadera justicia alternativa, destacando la creciente implantación de
redes europeas de apoyo e información al ciudadano suponen un fuerte impulso
específico en la resolución extrajudicial de los conflictos, siendo de destacar la Red
CEC, que se configura como una Red Europea compuesta de centros de asistencia y
apoyo creados por cada estado miembro que permite a los consumidores superar las
barreras que les impiden recurrir a un órgano extrajudicial en otro Estado miembro; la
Red FIN complementaria de la anterior, conecta entre sí los sistemas nacionales
responsables de la resolución extrajudicial de conflictos en materia de servicios
financieros, fomentando el intercambio de información entre los órganos de resolución
y la cooperación en toda la Unión Europea; o la Red SOLVIT que es una red en línea de
resolución de problemas en la que los Estados miembros de la Unión Europea trabajan
en colaboración para resolver de manera pragmática los problemas que provoca la
posible aplicación incorrecta de la legislación comunitaria por parte de las autoridades
públicas.
La ausencia de fronteras abre una nueva dimensión en el funcionamiento del
mercado interior. Los consumidores tienen acceso a prestadores de servicios de toda la
Unión Europea, pero la oferta y la demanda de servicios transfronterizos sólo podrán
desarrollarse si existe un entorno de claridad y seguridad jurídica que proteja
plenamente los intereses de los consumidores e inversores. Para crear dicho entorno, es
preciso atender a las cuestiones que plantea el desarrollo del comercio, entre las cuales
se encuentran la necesidad de crear y fomentar esta nueva vía alternativa a la justicia
ordinaria. Valores como la rapidez, el ahorro, o la discreción del proceso avalan su
implantación.
El objetivo del Seminario es la promoción entre los distintos agentes de estos
sistemas de resolución extrajudicial de conflictos, de manera que se tenga presente
dicha posibilidad y se conozcan sus ventajas y también, sus posibles inconvenientes, y
que pase a constituir una herramienta útil en la resolución de conflictos que puedan
generarse, dando a conocer las distintas redes que ya operan en el ámbito europeo,
ofreciendo así la posibilidad de utilización de los ADR desde una perspectiva
transnacional a través de la experiencia de distintas cortes arbitrales que ya están
implantadas.
En este Seminario se ofrecerán distintos escenarios en los que pueden surgir
controversias susceptibles de ser resueltas por medio de sistemas ADR, las grandes
posibilidades de utilización que ofrece el desarrollo tecnológico y que abre escenarios
procedimentales nuevos (pej. sistemas de videoconferencia, telefonía móvil...etc.), la
necesidad del establecimiento de políticas de cooperación entre los sectores público y
privado para mantener un equilibrio, y alcanzar una variedad satisfactoria, de sistemas
de resolución extrajudicial de conflictos, que refleje las distintas necesidades de
consumidores y empresarios.
Javier Egea Hernando
Abogado