El arbitraje en la red El arbitraje en la red La nueva Ley de Internet introduce el sistema de arbitraje en los conflictos que surjan a través de la red y legitima la resolución extrajudicial de conflictos de forma telemática. Sin embargo, los expertos esperan que un futuro reglamento potencie su utilización. Expansion La nueva Ley de Servicios de la Sociedad de la Información abre un debate sobre la conveniencia de potenciar la resolución extrajudicial de conflictos por la vía telemática. La mediación, la conciliación y el arbitraje se plantean como una solución adecuada para los problemas que puedan surgir tanto entre los consumidores y las empresas como en las relaciones comerciales societarias. Sin embargo, estos mecanismos extrajudiciales se están desarrollando con cierta dificultad, según se expone en el Libro Blanco sobre mecanismo extrajudiciales de Conflictos en España. Por este motivo, la publicación realiza un estudio de la situación actual y expone posibles iniciativas que den un impulso definitivo a estos proyectos. El libro blanco, que ha sido elaborado por la Asociación Española para el Derecho y la Economía Digital, el Colegio de Abogados de Zaragoza, la Fundación Catalana para la Investigación y Aenor, apunta que la nueva Ley de Internet debe tener un desarrollo reglamentario que permita el arbitraje telemático para la resolución de conflictos entre consumidores y comerciantes, a la vez que potencie las soluciones extrajudiciales en las relaciones comerciales entre empresas. En la actualidad, la legislación sólo permite el arbitraje de temas de consumo que prestan las juntas arbitrales de consumo. Entre las sugerencias del informe destaca la potenciación de la resolución extrajudicial de conflictos realizada por ?centros de arbitraje del sector privado así como bufetes y colegios de abogados para que puedan participar en la solución extrajudicial de conflictos donde una de las partes sea un consumidor o usuario?. El informe nombra una serie de asociaciones y algún despacho de abogados que ya se han embarcado en este tipo de proyectos para ofrecer soluciones a empresas con éxito. Este tipo de iniciativas privadas, según asegura el libro blanco, facilitan la solución de conflictos en áreas geográficas distintas, reducen el tiempo y el coste de los procesos y mejoran la gestión de recursos . Para conseguir que este tipo de mecanismos telemáticos ofrezcan la seguridad necesaria es preciso que se garantice la privacidad y confidencialidad de los datos que se manejen, la integridad y autenticidad de los documentos que se presenten en el proceso y la prueba de que se han recibido los elementos necesarios para que los interesados no puedan negar su participación en el mismo. Sería beneficioso también implantar sistemas de videoconferencia para suplir la presencia física de las partes, para ?el desarrollo de audiencias o cualquier actividad probatoria en el proceso?. Por supuesto, todas la garantías deben estar precedidas de la identificación del proveedor de servicios de arbitraje que tendrá que facilitar una mínima información en su página web. El informe realiza también una reflexión sobre la posibilidad de que las Administraciones Públicas que prestan servicios a través de Internet, ?simplifique ciertos procedimientos administrativos utilizando técnicas extrajudiciales?. 1/3 El arbitraje en la red ----------- Nueva regulación para los contenidos en Internet El pasado mes de noviembre fue puesto en circulación, por parte del Ministerio de Cultura, el primer borrador de anteproyecto de Ley de reforma del Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 abril, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual. Este texto se constituye con el antecedente de la nueva normativa en materia de propiedad intelectual en el ámbito de la Sociedad de la Información. Esta iniciativa legisladora trae causa de la Directiva 29/2001, por la que se adaptaban los derechos de autor a la nueva Sociedad de la Información. No podemos olvidar que este tipo de derechos resultan capitales en el ámbito de la Nuevas tecnologías y, en especial, para el comercio electrónico. Resulta claro que la mayoría de avances técnicos son susceptibles de considerarse en sí mismos creaciones intelectualespáginas web, software, etc.- o elementos que actúan directamente sobre creaciones intelectuales -máquinas que reproducen directamente CD musicales, sistemas de televisión digital terrenal, etc.-; y que la mayor parte del comercio electrónico que se desarrolla en nuestros días es aquel vinculado al ocio y basado en creaciones intelectuales, tales como música, videos, etc. En consecuencia, es evidente que la normativa nacional debe adaptarse a las nuevas realidades. Mediante esta evolución normativa se tratan de implantar nuevos mecanismos jurídicos que ayuden a clarificar el uso de las creaciones intelectuales en el ámbito de las nuevas redes de comunicación, sin que ello conlleve perjuicios injustificados a los titulares de derechos, entendiéndose por tales tanto los autores como cualquier tercero que los haya obtenido y los explote comercialmente. Son interesantes ciertas novedades que se pretenden incorporar a nuestro ordenamiento, por ejemplo la ampliación del concepto de comunicación pública a la puesta a disposición al público de obras por procedimientos alámbricos o inalámbricos de forma que se puedan acceder a ellos en el momento y lugar que elija el destinatario; o la exclusión de la obligación de pago a las reproducciones que se realicen de manera provisional y que por sí mismas no tengan una significación económica independiente, y sean transitorios o accesorios y formen parte integrante y esencial de un proceso tecnológico cuya única finalidad consista en facilitar una transmisión del contenido por una red o la utilización lícita y autorizada de una obra. El anterior precepto resulta de gran importancia para los prestadores intermediarios de servicios de la sociedad de la información, piénsese en los prestadores de servicios de alojamiento que alojan en sus servidores los contenidos que terceras personas ponen a disposición de los usuarios; y que, de no existir esta excepción, pueden verse obligados al pago de un derecho de reproducción, cuando su actividad en sí misma, no parece que sea la reproducción de creaciones intelectuales para obtener un beneficio de ellas. En definitiva, y aún siendo una normativa que no resulta de aplicación actualmente, ya que nos encontramos en una fase de desarrollo, sí es elogiable la intención del legislador para implantar una normativa capaz de adaptar el ordenamiento jurídico en materia de propiedad intelectual a las novedosas actividades que surgen como consecuencia del desarrollo de las Nuevas Tecnologías. No obstante, como todos los borradores de anteproyectos normativos, surgen en él ciertas deficiencias que esperemos se subsanen durante el trámite parlamentario que concluya con la aprobación definitiva de la norma. 2/3 El arbitraje en la red © CCOO SERVICIOS 2015 Logos y marcas propiedad de sus respectivos autores Se permite la reproducción total o parcial de todos los contenidos siempre que se cite la fuente y se enlace con el original 3/3