Carga y transporte manual

MANIPULACIÓN MANUAL DE CARGAS
Servei de Prevenció de Riscs Laborals
Las técnicas para levantar, sostener, transportar y depositar cargas son sencillas y fáciles de
aprender. Se han demostrado muy eficaces para evitar las graves lesiones musculares y
óseas, principalmente de espalda, asociadas a malas prácticas en la manipulación de
cargas.
Levantar un objeto pesado desde el suelo, sujetarlo con los brazos, desplazarse con él y
depositarlo en su lugar es una operación que se repite innumerables veces. Un trabajo
cotidiano que, en apariencia, no requiere un adiestramiento especial pero que mal realizado
supone un riesgo de grave lesión para nuestra espalda.
Toda carga con un peso superior a 3 Kg y manipulada en unas condiciones ergonómicas
desfavorables (alejada del cuerpo, posturas inadecuadas...) puede entrañar un riesgo por
sobreesfuerzos, pudiendo ocasionar lesiones músculo-esqueléticas.
Independientemente de su forma de manipulación, una carga que pese más de 25 Kg
constituye un riesgo en sí misma.
En la manipulación manual de cargas existe el riesgo por sobreesfuerzos. Para prevenirlo,
se tendrán en cuenta las siguientes recomendaciones:
Levantando la carga del suelo
Levantar una carga con seguridad implica minimizar el esfuerzo en la columna vertebral.
Levantar una carga pesada sin mas criterio que la fuerza bruta supone un derroche de
energía y un riesgo de lesión para la espalda.
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Acercarse lo más posible a la carga.
Colocar un pie a cada lado.
Flexionar las piernas.
Agarrar la carga con las palmas de las manos.
Mantener la espalda recta y alineada.
Levantar la carga empleando la fuerza de las
piernas.
Sosteniendo la carga con los brazos
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El trabajo muscular que se necesita realizar para sostener una carga es menor si se
mantiene el cuerpo derecho.
La espalda debe estar lo más recta posible de forma que todo el peso recaiga
verticalmente sobre la columna vertebral.
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La forma segura de sostener una carga es pegarla al cuerpo, sujetarla con las palmas
de la mano, y dejar que "cuelgue" de los brazos extendidos, nunca flexionados.
Transportando la carga
Muchas veces parece que vamos más cómodos llevando la carga sobre la espalda, apoyada
en la cadera o sobre la barriga. Cada una de estas posturas es peor que la anterior.
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Mantener los brazos extendidos y pegados al cuerpo y suspender la carga sujetándola
con la palma y la base de los dedos de las manos. Si el tamaño o la forma de la carga
impide extender los brazos, mantener los codos bien pegados al cuerpo de forma que
sea este el que soporte el peso.
Para transportar pesos suspendidos, cargar simétricamente y mantener la espalda
recta dejando que sea el esqueleto el que soporte el peso. Colocar la carga de forma
que no impida ver lo que hay por delante y no impida el andar natural.
Para empujar un móvil, colocar los brazos extendidos, bien rectos y bloqueados, de
forma que el peso del cuerpo se transmita íntegro al móvil. Aprovechando el peso del
cuerpo se reduce considerablemente el esfuerzo muscular de brazos y piernas.
Siempre que sea posible se utilizarán medios mecánicos para transportar las cargas
(carros, carretillas, transpaleta...).
Utilizar guantes adecuados al tipo de carga que se manipula.
Depositando la carga en su lugar
Para elevar una carga y depositarla por encima de los hombros, mantener erguida la
espalda y alzarla con los codos pegados al cuerpo. Nunca alzar una carga sin estar
antes en equilibrio.
Si hay que dejar la carga en el suelo, sostenerla de forma segura y flexionar las rodillas
hasta que la carga llegue abajo.
Si la carga es voluminosa, por ejemplo, un bidón, conservar un pie retirado hacia atrás
por si hay que apartarse rápidamente.
Se debe utilizar calzado de seguridad cuando se manipulen objetos
pesados
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