Los cuatro nuevos contratos laborales El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la reducción de los modelos de contrato laboral para que pasen de los 42 tipos diferentes hasta hoy a cuatro, a lo que se sumará la puesta en marcha de una herramienta informática que facilite la contratación para las empresas por vía telemática. El Gobierno ha aprobado una simplificación de las clases de contratos laborales, que pasarán desde los 42 actuales a 4: indefinido, temporal, contrato de formación y aprendizaje y contrato en prácticas. Contrato indefinido: El contrato indefinido es aquél que se concierta sin establecer límites de tiempo en la prestación de los servicios, en cuanto a la duración del contrato. Las empresas que contraten indefinidamente a trabajadores pueden beneficiarse con bonificaciones, que son incentivos orientados para favorecer el acceso al empleo a determinados colectivos. Solamente se podrán bonificar aquellas empresas que no tengan generada ningún tipo de deuda con la seguridad social o la administración tributaria. Cuando el contrato indefinido se suscriba para apoyar a emprendedores podrá firmarse a tiempo parcial. Este tipo de contrato, introducido con la reforma laboral de 2012, está dirigido a empresas de menos de 50 trabajadores, bonificado fiscalmente y cuenta con un periodo de prueba de un año durante el que no se paga indemnización por despido. Además, se permitirá que el contrato indefinido de apoyo al emprendedor pueda ser también suscrito a tiempo parcial, como vía de inserción en el mercado de trabajo en un contexto de incipiente recuperación económica. Según los datos del Ejecutivo, 150.000 personas se han beneficiado de este tipo de contrato, que tiene una tasa de permanencia del entorno del 60 % al cabo del año de prueba. Contrato temporal: El contrato temporal es aquél que se concierta con límites de tiempo en la prestación de los servicios, en cuanto a la duración del contrato. Este tipo de contrato entre el empleador y el empleado dispone de una duración máxima de tres años, ampliables a cuatro por convenio colectivo. Si se atiende a la temporalidad de los contratos, se pueden distinguir tres tipos básicos: Contrato de obra o servicio determinado, contrato eventual por circunstancias de la producción y Contrato de interinidad. Contrato de formación y aprendizaje: El contrato para la formación y el aprendizaje tiene por objeto la cualificación profesional de los trabajadores en un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa con actividad formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo. Se podrá celebrar con trabajadores mayores de 16 años y menores de 25 (podrán celebrarse con menores de 30 años hasta que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15%), que carezcan de la cualificación profesional reconocida por el sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo requerida para concertar un contrato en prácticas para el puesto de trabajo u ocupación objeto del contrato. El límite máximo de edad no será de aplicación cuando el contrato se concierte con personas con discapacidad ni con los colectivos en situación de exclusión social previstos en la Ley 44/2007, de 13 de diciembre, para la regulación del régimen de las empresas de inserción, en los casos en que sean contratados por parte de empresas de inserción que estén cualificadas y activas en el registro administrativo correspondiente. Se podrán acoger a esta modalidad contractual los trabajadores que cursen formación profesional del sistema educativo. La duración mínima del contrato será de un año y la máxima de tres años, si bien mediante convenio colectivo podrá establecerse distintas duraciones del contrato, sin que la duración mínima pueda ser inferior a seis meses ni la máxima de tres años, según informa el Servicio Público de Empleo. Contrato en prácticas: Se podrá celebrar con trabajadores mayores de 16 años y menores de 25 (podrán celebrarse con menores de 30 años hasta que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15%), que carezcan de la cualificación profesional reconocida por el sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo requerida para concertar un contrato en prácticas para el puesto de trabajo u ocupación objeto del contrato. El límite máximo de edad no será de aplicación cuando el contrato se concierte con personas con discapacidad ni con los colectivos en situación de exclusión social previstos en la Ley 44/2007, de 13 de diciembre, para la regulación del régimen de las empresas de inserción, en los casos en que sean contratados por parte de empresas de inserción que estén cualificadas y activas en el registro administrativo correspondiente. Se podrán acoger a esta modalidad contractual los trabajadores que cursen formación profesional del sistema educativo. La duración mínima del contrato será de un año y la máxima de tres años, si bien mediante convenio colectivo podrá establecerse distintas duraciones del contrato, sin que la duración mínima pueda ser inferior a seis meses ni la máxima de tres años. Un nuevo "asistente virtual" Desde el 1 de enero de 2014 estará en marcha un "asistente virtual" que facilitará la contratación por vía telemática, una herramienta pensada sobre todo para pymes y autónomos, aunque también para los trabajadores que quieran conocer el tipo de contrato que le quiere hacer su empleador. Además se ha elevado el tiempo en que el trabajador puede disfrutar de una reducción de jornada por cuidado de hijos, hasta que éstos cumplan 12 años, y se ha reducido a un mes como máximo el periodo de prueba para los contratos temporales de seis meses. También se permitirá la realización de contratos para la formación y el aprendizaje sin necesidad de hacerlo dentro de un título de Formación Profesional o certificado profesionalidad. Además, se han incluido medidas de impulso del empleo juvenil en línea con el plan de implantación en España de la garantía juvenil europea, que ya ha sido remitido a Bruselas y que cuenta con el consenso de los interlocutores sociales y las comunidades autónomas, según ha dicho la ministra Báñez. El plan tiene cuatro líneas de actuación principales que son el fomento de la contratación de los jóvenes, el impulso al emprendimiento, el aumento de la empleabilidad y la mejora de la intermediación laboral. En los sucesivos pasos se trata de identificar qué tipo de empleador es, lo que ya limitará los tipos de contrato a emplear. Asimismo se determina el perfil del contratado, para saber si es joven, mayor de 45 años, discapacitado, etc. Y en los pasos siguientes se establece también qué tipo de jornada necesita el empleador y qué tipo de contrato, de los cuatro formularios disponibles. Según ha indicado la ministra de Empleo, el Gobierno está trabajando en un cambio legislativo para facilitar reunir en un sólo capítulo todos los incentivos y bonificaciones a la contratación, para que sea más fácil su conocimiento. La Vanguardia, Lunes, 20 de enero 2014