2. La comunicación y visita de sus familiares y profesionales del derecho. 3. Declarar ante una autoridad judicial sobre el trato que haya recibido durante la privación de la libertad. 4. Contar con los recursos humanos y materiales necesarios para garantizar su salud integral en los centros de privación de libertad. 5. La atención de sus necesidades educativas, laborales, productivas, culturales, alimenticias y recreativas. 6. Recibir un tratamiento preferente y especializado en el caso de las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, adolescentes, y las personas adultas mayores, enfermas o con discapacidad. 7. Contar con medidas de protección para las niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y personas adultas mayores que estén bajo su cuidado y dependencia. La Constitución de 1998 no establece derecho alguno para las personas privadas de libertad y tampoco los incluye dentro de los grupos vulnerables. La sección novena, Personas usuarias y consumidoras, es la última del capítulo tercero, Derechos de los grupos de atención prioritaria, y contiene los siguientes derechos: Art. 52.- Las personas tienen derecho a disponer de bienes y servicios de óptima calidad y a elegirlos con libertad, así como a una información precisa y no engañosa sobre su contenido y características. La ley establecerá los mecanismos de control de calidad y los procedimientos de defensa de las consumidoras y consumidores; y las sanciones por vulneración de estos derechos, la reparación e indemnización por deficiencias, daños o mala calidad de bienes y servicios, y por la interrupción de los servicios públicos que no fuera ocasionada por caso fortuito o fuerza mayor. La Constitución de 1998 contiene una sección de los consumidores en el capítulo de Derechos colectivos pero no establece de manera explícita sus derechos. 2.6.1 Comparación de los derechos del Buen Vivir y los derechos de los grupos de atención prioritaria En el cuadro 2.4 se presenta la comparación de los derechos reconocidos por la Constitución de 2008 a las personas en general, en el capítulo de Derechos del Buen Vivir, y a los grupos de atención prioritaria en el capítulo respectivo. Es necesario indicar que quienes forman parte de los grupos de atención prioritaria en su calidad de personas gozan de todos los derechos del Buen Vivir. Por lo tanto, interesa destacar aquellos derechos especiales de estos grupos. Así, en el caso de los adultos mayores se agregan los derechos a la jubilación universal; rebajas en los servicios de transporte; y exenciones tributarias y exoneraciones de costos notariales. Para las mujeres embarazadas, se subraya el derecho a no ser discriminadas por su embarazo. En el grupo de las niñas, niños y adolescentes, la Constitución de 2008 dice expresamente que gozarán de los derechos comunes del ser humano, además de los específicos de su edad. En particular, se agregan los siguientes derechos: desarrollo integral; integridad física y psíquica; identidad, nombre y ciudadanía; tener una familia y disfrutar de la convivencia familiar y comunitaria; participación social; respeto de su libertad y dignidad; y ser consultados en los asuntos que les afecten. Buena parte de estos derechos están reconocidos para las personas, en general, en el capítulo de Derechos de libertad. A las personas con discapacidad, la Constitución reconoce los siguientes derechos especiales: rebajas en servicios de transporte; exenciones tributarias; atención psicológica; y acceso adecuado a todos los bienes y servicios. A las personas con enfermedades catastróficas se les reconoce el derecho a la atención de salud, que es un derecho también para las personas en general. 32