220-40224 Asunto: Tratamiento de garantías otorgadas con anterioridad a la vigencia de la Ley 550 de 1999, en el marco de los acuerdos de reestructuración. Consulta si conforme a lo dispuesto en el artículo 79 de la Ley 550 de 1999, las garantías otorgadas por terceros a los acreedores de un empresario sujeto al proceso de negociación de un acuerdo de reestructuración, con anterioridad a la vigencia de la referida ley, recobran efectividad también en el evento en que, transcurrido el plazo previsto en el artículo 27 (cuatro meses contados a partir de la fecha en que queden definidos los derechos de voto) tal acuerdo se celebre, o si solamente pueden hacerse efectivas en el evento en que no llegare a celebrarse. Al respecto esta Oficina se permite hacer las siguientes precisiones y consideraciones de orden legal a efectos de absolverla: 1. Se dispone en el artículo 14 de la ley 550 de 1999 que: "A partir de la fecha de iniciación de la negociación, y hasta que hayan transcurrido los cuatro (4) meses previstos en el artículo 27 de esta ley, no podrá iniciarse ningún proceso de ejecución contra el empresario y se suspenderán los que se encuentren en curso, quedando legalmente facultados el promotor y el empresario para alegar individual o conjuntamente la nulidad del proceso o pedir su suspensión al juez competente, para lo cual bastará que aporten copia del certificado de la cámara de comercio en el que conste la inscripción del aviso. (...)" De esta manera la referida norma adiciona el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, y establece que mientras dure la negociación del acuerdo se suspende el término de prescripción y no opera la caducidad de las acciones respecto de los créditos contra el empresario. Esta disposición tiene su fundamento en el principio de la universalidad que caracteriza la negociación de la reestructuración, el cual supone, desde el punto de vista subjetivo, que en el acuerdo que llegue a celebrarse se cobije a todos los acreedores del empresario deudor, ya sea que éstos concurran para el efecto ante el promotor designado, o que aparezcan relacionados en el inventario de acreencias de que trata el artículo 20 de la Ley 550 de 1999, lo cual se opone a la singularidad característica de las ejecuciones particulares. También resulta importante destacar la colectividad de la negociación de la reestructuración, que se materializa en la necesaria participación de los acreedores internos y externos en la celebración del acuerdo, en los términos de la ley y conforme a las decisiones que deban tomarse según los derechos de voto que a cada uno correspondan. Si bien los titulares de derechos de crédito a cargo del empresario no se hacen "parte", atendiendo a la naturaleza extraprocesal del acuerdo de reestructuración y, por ende, no puede hablarse de presentación de créditos, la Ley ha previsto un marco que garantice a todos los acreedores la oportunidad tanto de hacer valer sus derechos como de oponerse a que se reconozcan aquellos que no están debidamente soportados, conforme los artículos 22, 23 y 25 disponen para el efecto. 2. Puntualizando el caso objeto de consulta, el parágrafo primero del artículo 14 de la referida Ley dispone que el acreedor del empresario que sea beneficiario de fiducias mercantiles en garantía o de cualquier clase de garantía real constituida por terceros, o que cuente con un codeudor, fiador, avalista, asegurador, emisor de carta de crédito y, en general, con cualquier clase de garante, deberá informar por escrito al promotor, dentro de los diez (10) días siguientes a la iniciación de la negociación, si opta solamente por hacer efectiva su garantía o si no prescinde de obtener del empresario el pago de la obligación caucionada siempre que se trate de garantías otorgadas con posterioridad a la entrada en vigencia de la Ley, esto es, el 30 de diciembre de 1999. Ahora bien, conforme a lo dispuesto en el inciso 3° del artículo 79 de la Ley 550 de 1999, en tratándose de garantías u obligaciones solidarias, otorgadas las primeras o contraídas las segundas, con anterioridad al 30 de diciembre de 1999, no podrá el acreedor perseguir su pago directamente del garante, sino que deberá hacerlo dentro del escenario del acuerdo de reestructuración y estarse a las resultas del mismo. No obstante lo anterior, el acreedor está facultado para practicar medidas cautelares que recaigan sobre inmuebles de propiedad exclusiva del garante o del deudor solidario, o del cual éste sea comunero, así como para iniciar o continuar ejecuciones judiciales contra los mismos (sean éstos personas naturales o jurídicas), pero solo hasta que quede en firme la sentencia que ordene seguir adelante la ejecución, en los términos de los artículos 507 y 510 numeral 2° literal e) del Código de Procedimiento Civil, o adelantar la ejecución de las garantías fiduciarias hasta la etapa previa a la enajenación del inmueble. A su vez, la restricción temporal y procesal indicada (literal b) del parágrafo segundo del artículo 14), se levantará cuando transcurrido el plazo para la celebración del acuerdo respectivo, este NO se celebre. Lo anterior significa que durante el término de negociación del acuerdo y hasta los cuatro (4) meses subsiguientes a la fecha en que queden definidos los derechos de voto, el acreedor que se encuentre en las circunstancias anotadas, no podrá satisfacer su obligación vía ejecución de las garantías otorgadas por terceros o codeudores solidarios personas naturales. Si vencido dicho plazo no llegare a celebrarse el acuerdo, estará habilitado para culminar la ejecución de la citada garantía y obtener la satisfacción de la obligación, en los términos del literal f) ídem, que en su tenor literal establece: "f) Transcurrido el plazo previsto en el artículo 27 de esta Ley, sin que se celebre un acuerdo de reestructuración, el acreedor podrá hacer valer sus derechos de cobro respecto del inmueble en cuestión e, igualmente, podrá adelantarse el remate judicial y dicho bien podrá ser enajenado a cualquier título en caso de no pesar sobre él alguna medida cautelar." En ese orden de ideas, no puede concluirse que "la falta de indicación explícita en dicho artículo (79) de las consecuencias de la celebración de un acuerdo de reestructuración para las garantías preexistentes puede dar lugar a interpretaciones que no se compadecen con el principio de equidad entre acreedores que siempre ha caracterizado nuestro régimen concursal", pues, conforme el tenor literal del mismo y del literal f) arriba citado, las garantías preexistentes sólo podrán hacerse efectivas si transcurrido el plazo previsto en el artículo 27 de la ley NO SE CELEBRA UN ACUERDO, lo cual supone que si se celebró, el crédito cuyo pago se persigue quedará sujeto a los términos del acuerdo y, por ende, NO PROCEDERÁ HACER EFECTIVA LA GARANTÍA DEL MISMO. Y es que, si ello fuera posible (hacer efectiva la garantía habiéndose establecido una fórmula de pago de la obligación en los términos del acuerdo), se haría nugatoria la restricción temporal prevista en el parágráfo segundo del artículo 14 pues no tendría sentido restringir temporalmente los derechos de cobro del acreedor sobre el garante si, una vez cumplido el plazo, se le habilita para ejercerlos, independientemente de que se llegue o no a celebrar el acuerdo de reestructuración del garantizado o caucionado. De otra parte, adviértase que el parágrafo segundo del artículo 14 de la Ley se aplica respecto de GARANTES PERSONAS NATURALES QUE HAYAN OTORGADO LA GARANTÍA ANTES O DESPUÉS DE LA VIGENCIA DE LA MISMA, lo cual significa, en últimas, la aplicación del mismo tratamiento restrictivo tanto para el acreedor en cuyo favor se otorgaron garantías o se obligaron terceros solidariamente antes de la vigencia de la Ley, como para aquél al que se le constituyeron con posterioridad a la misma. En consecuencia, la diferencia sustancial y práctica de la aplicabilidad del parágrafo primero del artículo 14 para aquellas garantías otorgadas con posterioridad a la vigencia de la ley y su no aplicabilidad para aquellas otorgadas con anterioridad, radica en el hecho de que a los acreedores beneficiarios de las primeras les asiste la posibilidad de hacerlas efectivas sin restricción alguna cuando se trate de garantes distintos a persona natural, sin participar en la negociación del acuerdo, mientras que los acreedores beneficiarios de las segundas deberán, necesariamente, estarse a las resultas del acuerdo, sin perjuicio de que puedan iniciar la ejecución de la garantía (otorgada por persona natural o jurídica) con las restricciones temporales y procesales señaladas. Rad: 413.543 Sin