La arquitectura construida en tierra, Tradición e Innovación Congresos de Arquitectura de Tierra en Cuenca de Campos 2004/2009. Coord.: José Luis Sáinz Guerra, Félix Jové Sandoval Editor: Cátedra Juan de Villanueva, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valladolid ISBN: 978-84-693-4554-2 D.L.: VA-648/2010 Impreso en España Valladolid Septiembre de 2010 Publicación online. Para citar este artículo: SAINZ GUERRA, José Luis. “El urbanismo medieval en Tierra de Campos y la arquitectura de tierra”. En: Arquitectura construida en tierra, Tradición e Innovación. Congresos de Arquitectura de Tierra en Cuenca de Campos 2004/2009. [online]. Valladolid: Cátedra Juan de Villanueva. Universidad de Valladolid. 2010. P. 37-46. Disponible en internet: http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones/digital/libro2010/2010_9788469345542_p037-046_sainz.pdf URL de la publicación: http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html Este artículo sólo puede ser utilizado para la investigación, la docencia y para fines privados de estudio. Cualquier reproducción parcial o total, redistribución, reventa, préstamo o concesión de licencias, la oferta sistemática o distribución en cualquier otra forma a cualquier persona está expresamente prohibida sin previa autorización por escrito del autor. El editor no se hace responsable de ninguna pérdida, acciones, demandas, procedimientos, costes o daños cualesquiera, causados o surgidos directa o indirectamente del uso de este material. This article may be used for research, teaching and private study purposes. 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Félix Jové Sandoval, Dr. Arquitecto. Profesor Titular de Construcciones Arquitectónicas. Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad de Valladolid, España. Director del Grupo-TIERRA. Introducción El área sobre el que vamos a centrar nuestra atención es la llamada Tierra de Campos, una extensa zona que está repartida hoy entre las provincias de Valladolid, Palencia, Zamora y León. En ella predomina la tierra como material de construcción, pues no hay piedra, no hay abundancia de madera y por el contrario la tierra es un material de buena calidad y muy abundante. Desde un punto de vista físico, la EL URBANISMO MEDIEVAL EN comarca de Tierra de Campos es una gran llanura en la mitad de la gran meseta castellana, formada por sedimentos de tipo arcilloso, que provienen de la erosión de las cadenas montañosas de los bordes. Desde un punto de vista geográfico, la comarca de Tierra de Campos está limitada por los ríos Carrión al noreste, Cea al noroeste, Pisuerga y Duero al sur. El Sequillo forma parte de su límite en el oeste, junto con los Montes Torozos. En su interior corren los ríos Valdeginate y Valderaduey, entre otros. TIERRA DE CAMPOS Y LA ARQUITECTURA DE TIERRA 37 La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 ARQUITECTURA CONSTRUIDA EN TIERRA La colonización de Tierra de Campos La colonización del espacio en la comarca de Tierra de Campos se remonta al siglo X. Inicialmente era un territorio que se fue ocupando por las poblaciones astur-leonesas. Durante un largo periodo de tiempo formó parte del Reino de León, si bien como zona fronteriza con Castilla. Este espacio había permanecido desierto durante un largo periodo de tiempo, casi doscientos años, como "tierra de nadie" entre los reinos cristianos del norte y los moros del sur. Como consecuencia la meseta castellana al norte del Duero fue ocupada poco a poco por huestes del reino Astur-leonés primero, a través de una ocupación disgregada y tímida. Más tarde se fue colonizando de forma más sistemática por iniciativa de la realeza castellana y con un sistema de ocupación bien ensayado. El reino de León había ocupado esta zona y la ocupación había tenido como centro el monasterio de Sahagún. La zona, como había sido un área desierta, de gran peligro para cualquier asentamiento, fue ocupada por los nuevos pobladores cristianos por medio de la "presura". El primero que llegaba, ocupaba los territorios y los defendía, era reconocido como el legítimo propietario. Tal derecho era reclamado varios siglos después como la fuente de legitimidad de la propiedad de los terrenos. Efectivamente, ese espacio surge nuevamente como un espacio urbanizado como el orden territorial implantado para defenderlo de los distintos ataques, tanto de cristianos, como de los moros, que habían dado al traste con cualquier espacio urbano que se había pretendido implantar en los tiempos anteriores. De ese modo se produce una forma de ocupar el territorio, una forma de colonizarlo, que es la base del orden territorial actual. Las grandes llanuras castellanas y la dificultad de defenderse en ellas da lugar, inicialmente, a una forma de ocupación, utilizando las zonas mejor defendidas, los oteros y los cerros, que la orografía ofrece, y las zonas más ocultas y al mismo tiempo más fértiles, el fondo de los valles. Se trata de una población escasa y débil, que se apoya en las facilidades y ventajas que les ofrece el territorio y que debe de moverse dentro de él con enorme prudencia, pues la zona es recorrida periódicamente por contingentes enemigos, cristianos o moros, que buscan el pillaje. 38 La iniciativa de la realeza en la fundación de nuevas villas Posteriormente, en una segunda fase, se produce un acción real de repoblación de la zona con la fundación de villas y ciudades, a través de una técnica de asentamiento de población. Los nuevos núcleos, pequeñas villas o pueblas, son fundados por mandato del rey y se produce una sistemática creación de zonas urbanas, bien defendidas con murallas y castillos, que controlan estratégicamente el territorio y que asientan una población fuertemente cohesionada y dispuesta a defenderlo. Las villas reales tienen varios elementos comunes: la constitución de un concejo, la cesión de tierras para el disfrute de la comunidad, en régimen individual y colectivo, y el reconocimiento de derechos a los habitantes, por medio de una carta foral, de un fuero, que afecta a los habitantes presentes y futuros. La voluntad de crear un espacio urbano con una finalidad es una cuestión esencial, que está determinada por la necesidad defensiva en un territorio peligroso, pero también es menester poner en evidencia que se trata de una operación compleja. La dimensión social, asentar un grupo de pobladores cohesionado con unas leyes internas y una relación privilegiada y bien definida con la sociedad exterior y en especial la realeza, es complementada por el diseño de las villas, que suponen una idea de organismo urbano de cierta complejidad. A lo largo de los siglos X, XI y XII los progresos colonizadores afianzan el territorio en Tierra de Campos, que cada vez es el resultado de la cultura de la monarquía castellana, lo que se pone de manifiesto también en el cambio de la lengua leonesa que se hablaba en la región, que se va despojando de los influjos arábigos, a través de los mozárabes que la repoblaron en el siglo X había incorporado, introduciendo innovaciones que venían de Castilla. De todos los núcleos que existen en la actualidad en Tierra de Campos y su entorno, solamente Simancas y Dueñas existían en la época romana, solamente estos dos núcleos tienen una continuidad en el nombre. El resto de los núcleos aparecen de nuevo en la época de la Reconquista. Eso apoya la tesis de que se produjo una despoblación total o casi total y la nueva población que se asentó no tuvo continuidad con la anterior. JOSÉ LUIS SÁINZ GUERRA Y FÉLIX JOVÉ SANDOVAL La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 TRADICIÓN E INNOVACIÓN Figura 1. Aguilar de Campos La fundación de las nuevas villas se realiza por medio de la concurrencia de agentes reales, "locatores", que aparecen en varias fundaciones con una tarea de elegir el lugar, dividir el suelo en parcelas y otorgarlas a los pobladores, organizar las defensas, repartir el suelo agrícola del entorno. Se trata de personajes de la nobleza, que conocen la técnica de la fundación de villas y del reparto de tierras y que a su vez reciben como premio a sus servicios cuantiosos bienes en las zonas que han ayudado a poblar. La forma de esas primitivas villas o pueblas es muy elemental. La defensa del espacio habitado se confía a las murallas, a las torres, y a una sencilla estructura de entrada al recinto amurallada a través de varias puertas bien sólidas. En el interior del espacio urbano se encuentra el castillo, como la zona EL URBANISMO MEDIEVAL EN más inexpugnable. En una posición fácilmente controlable está situado el puente, con el objeto de controlar los distintos pasos sobre el río. Desde la villa se domina el espacio agrícola. El acceso desde el valle productivo a la zona alta a través del camino de acceso y de la puerta de entrada en la muralla forma la colonización más inmediata del entorno del núcleo. La fundación de nuevas villas se produce inicialmente utilizando formas irregulares. Las calles, las manzanas, las parcelas, la muralla, responden a criterios de oportunidad, a la forma del espacio natural, al que se adaptan. Los nuevos núcleos urbanos son sensiblemente adaptaciones de una idea abstracta del la población al lugar en el que finalmente se implantan. TIERRA DE CAMPOS Y LA ARQUITECTURA DE TIERRA 39 La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 ARQUITECTURA CONSTRUIDA EN TIERRA Figura 2. Cuenca de Campos El análisis de las nuevas villas, como Villalpando, Mansilla, Mayorga, Castroverde, Villafáfila, manifiesta la presencia de una potente estructura circular, formada por la muralla, y un grupo de calles con una estructura lineal de caminos, de recorridos. Las calles están jerarquizadas a partir de los elementos singulares, las iglesias y las puertas de las murallas, principalmente. El elemento dominante en estas villas es el desorden en su tejido urbano. orografía y el trazado de calles rectas paralelas y perpendiculares entre sí, formando una cuadrícula. Las villas regulares El esquema más elemental es el de Castronuevo, provincia de Zamora, pues este núcleo está organizado a través de una calle recta, que corre en la dirección más larga del montículo en el que está asentado, mientras que en la dirección perpendicular, la más corta, se trazan calles perpendiculares al eje principal y paralelas entre sí. Sin embargo se dan algunas villas de nueva fundación que tienen una cierta geometría, una cierta regularidad. Ya en las villas que hemos denominado irregulares, se aprecia de forma notable el trazado de calles rectas, como puede ser el caso de Castroverde, con un eje noreste-suroeste, sobre el que se organizan calles paralelas, formando manzanas regulares. Pero hay otros núcleos que denotan una ocupación del espacio utilizando la geometría, la reflexión de lo que es una villa y la realización de la misma aprovechando la 40 Muchos de los núcleos de fundación castellana llevan nombres que atestiguan su condición de nuevos: Castronuevo, Villanueva, Miranda, son algunos de los nombres utilizados para estas nuevas villas. En otros casos el núcleo es ostensiblemente regular pero su nombre no lo denota: Tordehumos, Tordesillas, Peñaflor, Aguilar. Aguilar de Campos es uno de los núcleos más interesantes de la comarca y el más interesante de los de nueva fundación. Se trata de un núcleo que tiene dos partes: un pequeño castro, que se llamaba Castro Mayor, y una JOSÉ LUIS SÁINZ GUERRA Y FÉLIX JOVÉ SANDOVAL La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 TRADICIÓN E INNOVACIÓN Figura 3. Castillo y villa de Montealegre extensión posterior, de forma regular. El núcleo llamado Castromayor se asienta en un alto en el que todavía se aprecian las huellas de las murallas que lo rodeaban. Dicho montículo tiene una dirección norte-sur y una forma ligeramente ovalada. En el lado oeste de ese montículo se creó en torno a los años 1100 una puebla, de forma sensiblemente cuadrada, con calles paralelas, de dirección este-oeste y otras perpendiculares a las primeras, de dirección norte-sur. Las manzanas son sensiblemente cuadradas. El terreno sobre el que se asienta la puebla tiene una ligera pendiente que permite el drenaje del agua de lluvia. Se podría decir que esta disposición es exactamente la que señalaba Vitrubio para las nuevas ciudades, lo que sugiere que dicha fundación es la obra de una persona o grupo de personas culta. Cabe suponer que dicha ampliación del núcleo tenía dos barrios bien diferenciados, dos unidades vecinales, ya que la puebla poseía espacio para dos iglesias. Efectivamente, a ambos lados de una calle central de dirección este-oeste aparecen dos manzanas cuadradas en las que no se ha edificado el caserío. En una de ellas, la situada al sur se encuen- EL URBANISMO MEDIEVAL EN tra una iglesia en su lado norte, mientras que en su lado sur aparece una plazuela, un atrio de forma rectangular. Después de la fundación de la puebla el núcleo cambió de nombre, y de llamarse Castro Mayor, pasó a denominarse Aguilar de Campos. Castro es la denominación que recibían los núcleos amurallados, y es una denominación de procedencia romana. Hay numerosos castros en Castilla. Aguilar hace referencia al águila, un animal representativo de numerosas monarquías europeas, en la Edad Media y hoy día. El cambio de nombre sugiere que estaba la monarquía tras esas fundaciones, la monarquía castellana. Un aspecto de gran interés en Aguilar de Campos es que las diferentes iglesias que componen o componían el núcleo, estaban todas ellas orientadas según la dirección sacra, es decir, el altar hacia el este, por donde sale el sol, y la puerta de entrada por el oeste, de modo que todas ellas seguían la norma litúrgica, expresión de la purificación del hombre al entrar en el templo y acercarse al altar. Pues bien, las calles son paralelas a TIERRA DE CAMPOS Y LA ARQUITECTURA DE TIERRA 41 La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 ARQUITECTURA CONSTRUIDA EN TIERRA esa orientación de las iglesias. Que las iglesias y las calles tengan la misma orientación no puede ser una casualidad, y solo puede ser explicado por la simultaneidad de ambas acciones, la fundación de la villa y la construcción de las iglesias. Es decir, la acción de crear el nuevo núcleo se realiza de forma unitaria con la disposición de las iglesias. Este hecho ha de ser interpretado también en el sentido de atestiguar la presencia de la iglesia en esta tarea colonizadora, y en uno de los factores de cohesión de la población que se asienta. La cultura colonizadora La existencia de estos núcleos de fundación, de estas "pueblas" marca la existencia de una cultura de colonización en la sociedad de ese momento. Tal vez no todos estaban de acuerdo con ella, tal vez muchos desconocían su significado y su objetivo, lo cierto es que dicha cultura fue aplicada de forma relativamente homogénea en un territorio muy extenso y su realización, tal y como se puede ver hoy día señala un alto grado de aceptación. La fundación de nuevos núcleos geométricos, de pueblas regulares, era un instrumento eficaz para asentar población en un enclave con rapidez y reduciendo los conflictos entre los pobladores. Un plan urbano, diseñado previamente en el suelo, por medio de mojones, por ejemplo, permitía un rápido reparto de parcelas urbanas. Esas parcelas tendrían todas ellas las mismas características de fachada, fondo, superficie. Al mismo tiempo la geometría posibilitaba que todos los pobladores tuvieran también igual superficie de terreno cultivado en las inmediaciones del núcleo. Por otro lado, junto al reparto de parcelas urbanas y tierras de labor, existía también la delimitación de terrenos comunales, que tenían la finalidad de servir de pastos para los ganados de los habitantes, de bosques para la extracción de leña y madera para la construcción. Junto a esta cultura había una nueva cultura de la construcción y de la casa, que incorporaba la geometría a la construcción de las viviendas y de las demás edificaciones necesarias para las labores agrícolas. La casa El aspecto decisivo en la formación de núcleos regulares es la forma de la casa. Por un 42 lado hay que señalar que en numerosas regiones españolas, también en la zona castellana en la Edad Media, la casa era preferentemente una construcción de "matriz curva". La cultura de la construcción de la vivienda en los habitantes de la zona, estaba marcada por la "matriz curva", es decir, por construcciones de muros curvos, formando espacios circulares u ovalados y cubiertos por medio de paja, heno o enramada, que permitía la salida libre del humo producido por el hogar y servía eficazmente de protección al agua de la lluvia. Todavía en el siglo XX hemos visto en algunos sitios aislados la pervivencia de esa matriz curva, con las llamadas "pallozas", chozas que han sido utilizadas hasta los años 60 y 70 del siglo pasado. La geometría entra en la cultura de los habitantes de la comarca de Tierra de Campos a través de la acción culta de la realeza, que persigue un objetivo estratégico y político. El origen de la casa según la "matriz recta" podemos establecerlo mucho antes de la Edad Media. Las villas romanas como la de Almenara o la de la Olmeda muestran claramente la existencia de casas de muros rectos y encuentros perpendiculares entre ellos, edificaciones cuyas ruinas se encuentran en este mismo territorio. Las excavaciones de García Bellido en el poblado romano de Omaña en Asturias, nos muestra la convivencia de ambas matrices, la casa indígena con muretes curvos y cubierta de paja y la casa romana, dentro de la muralla, con muros rectos que se cortan a escuadra y teja de cerámica en el tejado. La casa según la "matriz curva" pervive en la cultura indígena, mientras que la casa de "matriz recta" es traída por una sociedad culta y organizada como la romana. La organización de una tarea de repoblación a la escala de la repoblación castellana requirió la reutilización de instrumentos de organización social, diseño de asentamientos urbanos, sistemas de construcción que la población indígena había perdido. El tejido urbano La fundación de villas regulares, de pueblas, utilizando la geometría, da lugar a la formación de un tejido urbano en función de la nueva forma de la ciudad. Todo o casi todo cambia con las nuevas villas y su geometría. Hemos de pensar que la geometría, que está caracterizada por el trazado a cordel de las JOSÉ LUIS SÁINZ GUERRA Y FÉLIX JOVÉ SANDOVAL La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 TRADICIÓN calles y de las parcelas, representa un cambio tecnológico de primera magnitud. La forma de la casa, la forma de ocupación del espacio circundante a la casa, la existencia de un patio y su forma, la relación entre los distintos edificios entre sí viene determinado por la nueva geometría. La delimitación de calles rectas, de fachadas paralelas, con una anchura fija, da lugar a la construcción de fachadas a la calle con muros rectos. En algunos casos esas fachadas no son otra cosa que tapias que delimitan un espacio interior rectangular o cuadrado. Pero también esas fachadas son uno o varios de los muros de las edificaciones, lo que da lugar a edificaciones de "matriz recta". Los muros rectos se encuentran en ángulo recto con los otros, formando estancias cuadradas, rectangulares. El techo de paja o heno es sustituido por troncos de árbol colocados formando un plano horizontal, donde se ubica otra planta, que es cubierta por tejados a dos aguas. Es decir, se produce un cambio de enorme trascendencia en la disposición de los distintos elementos del tejido urbano. Se pasa de un tejido de chozas circulares, aisladas, separadas entre sí, que delimitan en torno a sí un espacio ambiguo de circulación, almacenamiento y de estancia, a otro en el que la circulación está confiada a las calles rectas, los edificios están unidos entre sí por las paredes medianeras, y hay un espacio interior, el patio, de circulación interior y de almacenamiento. Una sola puerta a la calle pone en relación el exterior con el interior. El salto de un modelo a otro se realiza casi sin transición, obligados por la necesidad de construir una muralla que contenga todas las viviendas y dependencias de los pobladores y la necesidad de una economía de trabajo, que el nuevo tejido ofrece. La iglesia, como edificio singular, integrada en el tejido Cada barrio, cada comunidad de vecinos, cada unidad vecinal, tiene su iglesia. Las comunidades primitivas de pobladores tenían su iglesia, sus imágenes, sus instrumentos de culto, sus objetos sagrados. Y todos esos elementos estaban reunidos en un templo. La dificultad es incorporar en ese tejido compacto un edificio tan diferente como es el de la iglesia, tal y como lo define la liturgia. Hay EL URBANISMO MEDIEVAL EN E INNOVACIÓN ejemplos en los cuales la iglesia, el edificio singular queda ubicado fuera del tejido, sin estar integrado en él, en el exterior. Es el caso de Villafruela, donde iglesia y castillo se ubican en el borde del tejido regular, al lado de las manzanas regulares. Sin embargo, en los diseños de los núcleos como Aguilar de Campos, Peñaflor de Hornija, Tordehumos, por ejemplo, la iglesia se integra dentro del tejido, por medio de la operación de sustraer una manzana y ubicar en su lugar el templo. En estos casos, ya lo hemos indicado en la descripción de Aguilar de Campos, las iglesias y las calles se orientan en la misma dirección sacra. Otras piezas de gran importancia en el núcleo se integran también dentro del tejido urbano de estas villas. Cabe señalar, por ejemplo, la calle principal en Peñaflor de Hornija, que divide en dos la villa, definiendo dos barrios. También las puertas de las murallas son elementos integrados en estos diseños. Todo ello viene a señalar que estos núcleos fueron el resultado de un único pensamiento, que contemplando diversas condiciones, diversas determinaciones, respondió con un único y complejo diseño a todos ellos. Los tipos edificatorios en Tierra de Campos No sabemos cómo eran los edificios que se construyeron inmediatamente después de la fundación de las villas. No existen descripciones de viajeros, o instrucciones en los fueros, o datos de villas cercanas. El único documento que tenemos es la propia villa en la actualidad. Sus calles, sus casas, su entorno. Analizar los tipos edificatorios en Tierra de Campos en la actualidad no es, en modo alguno, analizar los tipos que pudieron construirse en la época de la fundación, ciertamente. Sin embargo, los datos que se poseen sobre la construcción de aquella época son nulos y los edificios actuales nos van a dar mucha información, que podremos extrapolar a aquella época, con la debida prudencia. En primer lugar analizaremos los edificios más antiguos que se conservan en la actualidad en estos núcleos. En segundo lugar analizaremos aquellos edificios en función de su tamaño, de menor a mayor. Nos encontramos entonces con unos edificios, que son la reminiscencia de los primitivos edificios de "matriz curva", los palomares. Los palomares (junto a TIERRA DE CAMPOS Y LA ARQUITECTURA DE TIERRA 43 La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 ARQUITECTURA CONSTRUIDA EN TIERRA los desaparecidos molinos de viento), son los únicos edificios de planta circular que perviven en Tierra de Campos en la actualidad. Su disposición en los entornos de los pueblos, desordenadamente colocados en la inmediaciones se asemeja a la colocación de las chozas en un poblado. Los edificios más pequeños que siguen la "matriz recta" son pequeñas edificaciones de una sola habitación que se utilizaban como protección para los pastores, los chozos de pastor. Se trata de elementales edificaciones realizadas en la mitad del campo, que sirven para protegerse a los pastores de las inclemencias del tiempo. Una edificación de parecidas dimensiones, pero más sólidas y mejor construidas son las cabañas de era, edificaciones de una sola habitación destinadas a guardar los aperos de la trilla. Estos edificios tienen una sola puerta, es decir un hueco, una crujía de profundidad y una sola altura. Lo representaremos con la fórmula 111, utilizando el número de huecos, en primer lugar, la profundidad medida en habitaciones, en segundo lugar y la altura en número de plantas, en tercer lugar. El siguiente escalón lo encontramos ya dentro del pueblo, se trata de edificios de vivienda entremedianeras, con una y dos plantas. Son viviendas de escasa superficie que fueron construidas para las viviendas de los jornaleros, trabajadores sin tierra, o con poca superficie para cultivar, que se veían obligados a trabajar en las tierras de los labradores con grandes extensiones de superficie. Suelen tener un hueco a la calle, la puerta, dos habitaciones, una la de entrada y otra al patio, y una sola altura. La fórmula será 121. Hay variables de esta tipología, que son las 131, 141, con 3 y 4 crujías. Los edificios crecen en profundidad, multiplicando el número de habitaciones interiores, sin iluminación. Los edificios de 2 y 3 huecos a la calle son el tipo siguiente. Se trata de edificios residenciales, viviendas algo más grandes que las anteriores, pero que pertenecen a una población parecida. Son viviendas con dos habitaciones a la calle, un pasillo que atraviesa la casa de la calle al patio. Es decir el 221, el 231, 241 y el 321, el 331, y el 341. Figura 4. Calle de Peñaflor de Hornija. cubierta. De ahí a una planta más vividera no hay gran distancia. Se pasa entonces a los 222, 232, 242, 322, 332 y 342. A finales del siglo XIX aparece en los pueblos de Tierra de Campos un edificio canónico, con una fachada de 3 huecos, una profundidad de tres habitaciones y dos alturas. Es el edificio que adopta la clase más adinerada en los pueblos. Ya no es un edificio medieval, aunque puede entenderse como una evolución de los edificios palaciegos del inicio del Renacimiento. Ese es el 332. A partir de esa época la tipología se complica y este sencillo sistema de clasificación tipológica deja de ser válido con la edificación moderna. La cantidad de tipos edificatorios que se producen en esta comarca durante la Edad Media es muy reducida, y responde a un número de parámetros muy limitado. Todos estos edificios se amplían a mediados del siglo XX con una planta más. Primero se amplía la vivienda con el sobrado, en el bajo 44 JOSÉ LUIS SÁINZ GUERRA Y FÉLIX JOVÉ SANDOVAL La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 TRADICIÓN La construcción con tierra El material predominante era la tierra. Lo ha sido hasta los últimos años del pasado siglo XX. Las construcciones más antiguas nos muestran técnicas de tapial y de adobe, así como rudimentarias técnicas de piedra de mampostería. Los muros suelen estar formados por un zócalo de piedra mampuesta, que evita la subida del agua por la pared, y una pared de tapial o adobes, apoyado en ese zócalo. Ese muro termina con un remate, sobre el que se asientan los durmientes de madera, donde se inicia a formación del tejado. La madera es el otro material esencial en Bibliografía JOVÉ SANDOVAL, FÉLIX: Las casas-cuevas de Aguilar de Campos. Origen y razón constructiva. Valladolid. Ed. Colegio de Arquitectos. Valladolid, 2005. MARTÍNEZ SOPENA, PASCUAL: La Tierra de Campos Occidental. Poblamiento, poder y Comunidad del siglo X al XIII. Diputación de Valladolid. Valladolid, 1985. EL URBANISMO MEDIEVAL EN E INNOVACIÓN esta estructura, utilizada para los elementos horizontales, los forjados, las estructuras de las cubiertas. Muy frecuentemente las esquinas de esos muros de tierra, ya sea tapial o adobe, son reforzadas por elementos de ladrillo o piedra. Mientras que el barro se presta a la forma plástica, llena de formas imaginativas, que vemos en numerosas edificaciones, quizás las más primitivas, sin embargo el tapial y el adobe comporta la presencia de unos moldes que nos llevan nuevamente a la geometría, a la modulación. MOYA GONZÁLEZ, LUIS: "Morfología y tipología de los núcleos rurales de la provincia de Valladolid" en Urbanismo COAM, nº 3. 1988. MOXÓ, SALVADOR DE: Repoblación y Sociedad en la España cristiana medieval. Ed. Rialp, Madrid, 1979. OLCESE SEGARRA, MARIANO (ED.): Arquitectura Popular. 1. Ed. MOS. Valladolid, 1989. TIERRA DE CAMPOS Y LA ARQUITECTURA DE TIERRA 45 La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2 ARQUITECTURA CONSTRUIDA EN TIERRA PONGA MAYO, JUAN CARLOS; RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Mª ARACELI: Arquitectura popular en las comarcas de Castilla y León. Junta de Castilla y León. Valladolid, 2000. ROLDÁN MORALES, FRANCISCO: Palomares de barro de Tierra de Campos. Ed. Caja de Ahorros Provincial de Valladolid, Valladolid, 1983. 46 ROLDÁN MORALES, FRANCISCO PEDRO: Arquitectura Popular de la provincia de Valladolid. Diputación provincial de Valladolid. Valladolid, 1996. SÁINZ GUERRA, JOSÉ LUIS: La génesis de la plaza en Castilla en la Edad Media. Plaza y Estructura urbana. Ed. Colegio de Arquitectos, Valladolid, 1991. JOSÉ LUIS SÁINZ GUERRA Y FÉLIX JOVÉ SANDOVAL