fesión, pero ayudaba a cuantos se encontraban en alguna dificultad, no en vano fue juez municipal del Juzgado de Falces como consta en el Juzgado de Primera Instancia de Tafalla7, Emilia Lacalle, prima de la Sierva de Dios, describe sucintamente la situación económico-social de la familia: « Era familia acomodada económicamente; tenían en arriendo algunas fincas, posesión suya, en Falces. Se decía que el padre de Coínta era notario, aunque, al menos cuando yo le conocía, no ejerció dicho cargo. Ambos padres eran buenísimos; él había cursado la carrera eclesiástica durante muchos años, era un buen pianista, y ella era bonísima y parecida en santidad a su hija » (P.O., T. 15, ad 6. Summ., pp. 126-127). 7 En el archivo municipal de Falces, en « Cuaderno diez y seis », el año 1881, firma D. Luis Jáuregui como juez municipal. 8 Doc. 3, Summ., p. 367. 9 Doc. 3, Summ., p. 368. 10 Doc. 3, Summ., p. 368. 11 Doc. 3, Summ., p. 369. 12 Cfr. G. de T., p. 16. 105 ASÍ NOS TRABAJA DIOS Coínta tuvo dos hermanas: Aurelia Petra nació el 14 de octubre de 18788, pero no llegó a cumplir los dos años, pues murió el 21 de julio de 18809. Unos meses más tarde tuvo otra hermanita, Julia Juana10, pero ésta también se fue al Cielo antes de cumplir los dos años11. Coínta sólo conservaba un recuerdo lejano de sus hermanitas alimentado por una anécdota de la que fue protagonista y que oyó de labios de sus padres. Sucedió el hecho cuando murió Julia Juana: La familia se encontraba en una sala próxima a la que ocupaba el pequeño féretro cubierto de flores, acompañada por amigos que habían acudido a compartir su dolor. Nadie se preocupaba de Coínta y ésta salió de la sala y se fue junto a su hermanita muerta. Allí se puso a cantar a pleno pulmón imitando las salmodias de los sacerdotes en los funerales que ella había visto en la iglesia. Y es que Coínta tenía desde pequeña dotes especiales de imitadora12.