Los Aditivos - Propuesta del grupo Los Verdes Los aditivos alimentarios (conservantes, colorantes, edulcorantes, antioxidantes, emulgentes, acidulantes...) están presentes en casi todos los productos de la industria alimentaria. En España existen actualmente unos 300 aditivos autorizados (BOE del 121-96 para los edulcorantes, BOE del 22-1-96 para los colorantes y BOE del 22-3-97 para todos los demás). Pese a la adaptación de nuestra legislación a la de la Europa comunitaria, aún son numerosos los aditivos alimentarios que se comercializan en España y que pueden ocasionar serios trastornos por su toxicidad o que, sin llegar a ser tóxicos, resultan inadecuados o no se conocen suficientemente sus efectos sobre el organismo. Ni las autoridades sanitarias ni la industria alimentaria informan adecuadamente sobre los posibles riesgos que comporta el consumo de los aditivos. Sin embargo, la abundante literatura científica al respecto señala que el consumo abusivo o indiscriminado de ciertos aditivos puede perjudicar seriamente la salud y provocar dolencias y enfermedades graves. Ante esta situación, Los Verdes - Grupo Verde solicitamos una revisión en profundidad de la "lista positiva" de los aditivos autorizados por Sanidad, y la elaboración de una nueva "lista positiva" actualizada que tenga en cuenta los siguientes aspectos: 1.- ETIQUETADO CORRECTO. Se debe informar adecuadamente al consumidor, a través del etiquetado de los productos alimentarios, sobre el contenido exacto de aditivos: denominación, cantidad y efectos secundarios o contraindicaciones de los mismos. En caso de aditivos potencialmente tóxicos o no recomendables para niños, embarazadas o personas que padecen determinadas enfermedades, la etiqueta debe incluir un mensaje de advertencia, tal como ya se hace en algunos países. En Estados Unidos, por ejemplo, los productos que contienen sacarina (E954) están obligados a incluir en sus etiquetas la siguiente leyenda: ""Este producto contiene sacarina, de la que se ha determinado que produce cáncer en animales de laboratorio. El uso de este producto puede ser peligroso para la salud". La sacarina, como muchos otros aditivos autorizados en España, está prohibida en algunos países europeos. También se debe advertir en la etiqueta sobre los riesgos que conlleva el consumo de aquellos aditivos que pueden provocar intoxicaciones cuando se combinan con otros antagónicos (por ejemplo, el ácido benzóico (E210), cuando se consume junto con el bisulfito de sodio (E222) puede provocar problemas neurológicos) y de aquellos otros que resultan acumulativos, es decir, aquellos que el organismo absorbe pero no elimina en su totalidad. En este caso lo que importa no es la cantidad diaria ingerida sino la que consumimos a lo largo de toda nuestra vida. Es el caso, por ejemplo, de los antioxidantes BHA y BHT (E320 y E321). 2.- PROHIBICION DE LOS COLORANTES ARTIFICIALES. Los colorantes sintéticos pueden resultar agresivos o peligrosos para la salud, particularmente los que forman parte del grupo de los azoicos (E-102, E-110, E-123, E-124, E-154, E-155). Además son completamente prescindibles, ya que no tienen ninguna utilidad gastronómica salvo la de embellecer o mejorar el aspecto exterior de los alimentos y bebidas. En los países nórdicos estan prohibidos casi todos los colorantes sintéticos. En Estados Unidos actualmente se autorizan 9 colorantes artificiales y en España 23, a los que habría que sumar otros 5 colorantes considerados "naturales" que habitualmente se obtienen por síntesis química. Para el Comité Consultivo de los Consumidores, que agrupa a diversas asociaciones de toda Europa, "las materias colorantes constituyen el ejemplo perfecto del aditivo inútil. Su uso no se debe a ninguna justificación tecnológica. Contribuyen a dar a los alimentos un aspecto particularmente adulador que, de hecho, constituye un engaño. La coloración artificial de los alimentos es una práctica inaceptable". 3.- REDUCCION DE EDULCORANTES. El auge de los endulzantes o edulcorantes alimentarios tiene mucho que ver con la moda de los productos "ligth" o bajos en calorías. Sin embargo, no está muy claro que ayuden a perder peso. Por el contrario, se ha dicho que aumentan el apetito anómalamente. La consecuencia es el aumento de peso. A menudo presentan una elevada toxicidad. Proponemos particularmente la exclusión cautelar y retirada del Aspartamo (E951) y de los ciclamátos (E952). La toxicidad del Aspartamo está siendo objeto de encendidas polémicas en Estados Unidos, donde ha sido acusado de provocar convulsiones, estados de coma, tumores cerebrales y ceguera. El ácido ciclamico y sus sales podrían tener potencialidades cancerígenas y efectos mutágenos según la OMS, interfiere en la síntesis de las hormonas tiroideas y puede producir alergias. Están prohibidos en EEE.UU, Japón, Gran Bretaña y Francia. 4.- PROHIBICION DE OTROS ADITIVOS PELIGROSOS PARA LA SALUD. La permisividad de las autoridades sanitarias es excesiva en el caso de los aditivos alimentarios. Con demasiada frecuencia, en lugar de anteponer la salud de los consumidores y su legítimo derecho a estar bien informados, como sería deseable, la Administración cede a las presiones de entidades lucrativas como la Federación de Industrias Alimentarias y de Bebidas. Existen multitud de aditivos autorizados en España que, sin embargo, estan totalmente prohibidos en otros países de nuestro entorno por su elevada toxicidad. Proponemos específicamente excluir y retirar de la lista positiva, además de los colorantes y edulcorantes ya citados, los siguientes: los conservantes benzoicos (E210 al E213), los sulfitos (E220 al E228), el difenilo y sus derivados (E230 al E233), los nitritos y nitratos (E249 al E252), el ácido bórico (E248), los antioxidantes BHA y BHT (E320 y E321), el carragenano (E407), los emulsionantes polioxietilenados (E431 al E436), los polifosfatados (E450 al E452), los producidos a partir de la celulosa (E460 al E466), los esteres poliglicéricos (E475) y de propano (E477), el ácido glucónico (E574) y los glutamatos (E620 al E625).