Meet what we eat! Changement des habitudes alimentaires: découvrons ce que nous mangeons! Cambio de hábitos alimentarios : Sepamos lo que comemos en es fr MIJARC • 53, Rue Joseph Coosemans • 1030 Brussels • Belgium • world@mijarc.net • www.mijarc.net J O U R N É E M O N D I A L E D E L’ A L I M E N TAT I O N 2 011 DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN 2011 • WORLD FOOD DAY 2011 Changing food habits: Sepamos lo que comemos C on motivo del Día Mundial de la Alimentación 2011, el MIJARC quiere profundizar mucho más en el tema general del consumo, enfocando en particular el cambio de hábitos alimentarios y el aumento del consumo de carne a fin de comprender y reducir sus efectos sociales y medioambientales. Con esta campaña queremos concienciar sobre la necesidad de consumir más productos locales y más productos que tengan menos incidencias en el medio ambiente. El MIJARC hace esta reflexión en el contexto de crisis alimentaria, energética y climática y con el deseo de proponer un pensamiento y comportamiento alternativos para responder a la situación y reducir la huella ecológica. Pautas globales de consumo Los niveles y pautas mundiales del consumo dependen básicamente de factores como: • El rápido aumento de la población mundial con una previsión de 9 mil millones de habitantes en 2050 • El aumento del poder adquisitivo mundial y el consumo asociado con ello. Se prevé una multiplicación por tres de la población de clase media para 2030; • La cultura del “consumismo” en los grupos con ingresos más elevados que representan la mayor proporción per cápita del consumo mundial. Tendencias del consumo mundial El consumo mundial ejerce una presión creciente e insostenible sobre: • Los ecosistemas del planeta – un 60% de los ecosistemas del planeta sufrieron deterioros en los últimos 50 años • El suministro de energía y recursos materiales necesarios para el crecimiento industrial – Para 2040 se prevé que haya aumentado el consumo de recursos naturales en un 170% de la biocapacidad del planeta • El bienestar y los sistemas de protección social – El bienestar humano no depende necesariamente de altos niveles de consumo Hábitos alimentarios y consumo de carne – perspectivas globales Son pocos los elementos que el organismo humano necesita para sobrevivir. Los elementos absolutamente esenciales son el aire, el agua, y los nutrientes. Existe un sinfín de formas de alimentar nuestro organismo. Es sorprendente ver la gran cantidad de comestibles que proporciona el planeta y la variedad desarrollada por los mismos seres humanos para alimentarse. Existen distintas formas de cocinar, de absorber la comida (se puede comer con las manos, con palillos, con cuchara, tenedor y cuchillo, etc.) y existen tabúes sobre productos que consideramos no comestibles cuando lo son en otras partes del mundo. Con la globalización, los alimentos viajan por el mundo a alta velocidad y las empresas extranjeras interfieren en los mercados alimentarios locales. Se van abriendo restaurantes de comida extranjera en todas partes, causando un cambio de los hábitos alimentarios no sólo en las ciudades sino también en las zonas rurales. Es necesario por tanto echar una mirada detenida a este problema desde una perspectiva global. En los llamados países industrializados, la cantidad de alimentos desperdiciados está en aumento y es increíblemente alta. Los políticos piden a la población que sea más consciente de lo que supone comprar productos perecederos. Aumentan los precios de los alimentos y personas con menos recursos deben dedicar hasta un 100% de sus ingresos a su alimentación. Esto crea problemas graves y les obliga a comprar más alimentos baratos o listos para consumir. Cambios en los hábitos alimentarios Con relación a los cambios en los hábitos alimentarios, los cambios recientes están muy vinculados a la evolución económica mundial, en especial en el sector de la producción alimenticia. Se observa en todo el mundo una tendencia a producir más alimentación industrial y platos preparados. Aumenta la producción agrícola debido a las industrias a gran escala y aumenta también la producción de aditivos químicos. Se promueven los organismos modificados genéticamente (OMG) y se introducen de diversas maneras en la cadena alimentaria. McDonald’s, Pizza hut, Subway, Burger King, KFC etc. han establecido filiales en distintas partes del mundo e incluso sus productos van sustituyéndose a la alimentación adaptada a la cultura de la población local. La alimentación industrial es barata pero contamina mucho, es de menor calidad, nos envenena a nosotros y a los suelos con productos químicos y genera pobreza en todo el mundo. crecimiento demográfico y a la mayor prosperidad económica. La urbanización y los cambios tecnológicos van alimentando también el consumo creando nuevas pautas de necesidades y aspiraciones humanas. Estudios señalan la desigualdad en los niveles de consumo entre los países industrializados y los países en desarrollo, y entre los ricos y los pobres en un mismo país. Estos últimos años se va notando poco a poco el impacto medioambiental y social de las formas modernas de consumo. El consumo mundial de madera aumentó en un 64 por ciento desde 1961. El consumo de cereales a nivel mundial aumentó en más de dos veces en los últimos 30 años, mientras que el consumo de carne se triplicó desde 1961 y va aumentando de forma linear. La demanda de madera para combustibles y carboncillo aumentó casi en un 80 por ciento y más de la mitad de la fibra de madera producida se consume como combustible. El consumo de pescado y productos de la pesca (aceites y preparados de pescado) aumentó en un 240 por ciento desde 1960 y se multiplicó por más de cinco desde 1950. La pesca intensiva llevó al colapso de muchos caladeros comerciales importantes en el hemisferio norte y Consumo de carne y emisiones de óxido de carbono Libras de CO2 por libra de producto La destrucción de los bosques debido al estiércol líquido La investigación científica apunta claramente a la cría masiva de ganado como una de las causas principales de la destrucción de los bosques. Alrededor de un 90% de las emisiones de amoníaco en la agricultura son causadas por los fertilizantes líquidos y el estiércol. Consumo de marisco Eran otros tiempos cuando salían a faenar al mar pequeñas lanchas pesqueras. Hoy las capturas se realizan con redes kilométricas. La sobreexplotación pesquera lleva a una paulatina disminución de la cantidad de peces. Dicha sobreexplotación provoca los mismos problemas ecológicos que el consumo de carne. El salmón se produce hoy en día en piscifactorías, con métodos tan poco naturales que la piel no se vuelve de color rosado (como lo piden los consumidores). Para superar este problema, se agregan colorantes artificiales en la alimentación de los peces. En pocos años ha aumentado considerablemente el consumo de camarones en Europa. Esto llevó a la creación de extensas explotaciones piscícolas en las costas asiáticas y a la subsiguiente eliminación de los manglares que allí existían. Estos bosques de mangles cumplen una función ecológica importante como protección contra las olas del mar. El tsunami asiático de 2004 fue tan devastador, en parte porque la mayoría de los manglares que protegían la costa fueron destruidos y remplazados por la industria marisquera. Al principio las Filipinas contaban con más de 500.000 hectáreas de manglares. Hoy sólo quedan 36.000 hectáreas. El resto (un 93% aprox.) ha sido remplazado por criaderos de cangrejos para la exportación al resto del mundo. Además, debido a la sobreexplotación pesquera, las técnicas de pesca se radicalizaron mucho, utilizándose a veces hasta dinamita para capturar los últimos peces del caladero. Este procedimiento imprudente como también la utilización de extensas redes de arrastre de los fondos marinos están destruyendo los arrecifes de coral. Además de los otros daños ecológicos, la destrucción de las barreras coralinas reduce el efecto de frenado que suelen tener sobre las mareas. Contaminación del agua El amoníaco no sólo tiene terribles consecuencias para los bosques y el aire, sino que causa también daños graves al agua. Por ejemplo la fertilización excesiva provoca un crecimiento descontrolado de algas que vacían el agua de su oxígeno. Las explotaciones animales que hoy necesitan mucho menos tierra que antes, producen grandes cantidades de estiércol líquido que amenazan con contaminar las reservas acuáticas subterráneas. Más de la mitad de la contaminación del agua en Europa se debe a la actividad de la ganadería intensiva. El efecto de invernadero Entre otras razones, el efecto de invernadero está causado por tres gases principales: metano, dióxido de carbono y óxido de nitrógeno. Estos tres gases están generados por la cría de animales a gran escala. Las 1.300 millones de cabezas de ganado en el mundo (y los que consumen su carne) son responsables de generar un 12% de las emisiones anuales de gas metano. Alimentar al ganado genera 115 millones de toneladas (115.000.000.000 kg) de gas metano por año. Esto es tanto más preocupante cuanto que una molécula de metano contribuye 25 veces más al efecto de invernadero que una molécula de dióxido de carbono. La relación entre el consumo de carne y el cambio climático está ampliamente comprobada desde hace muchos años, en particular a través de la deforestación de las selvas amazónicas para crear nuevos espacios de ganadería. Es preocupante ver que la eliminación de estas selvas produce el 17% de las emisiones de gases de efecto de invernadero, más que el sector del transporte en conjunto. En lo referente a la vida personal Los problemas mundiales se observan a menudo con el sentimiento de incapacidad para intervenir y falta de posibilidades para incidir positivamente en la situación. Movimientos como LOHA, LOVOS, Movimiento pro comida lenta, movimientos de consumidores, movimientos contra la expansión de los restaurantes de comida rápida etc. son algunas de las iniciativas tomadas para lograr pequeños cambios en la evolución de nuestros hábitos de consumo. Todas las personas, como consumidores, tenemos una gran oportunidad para decidir lo que queremos comer y generar un cambio positivo al disminuir el impacto en los ecosistemas. El consumo de carne, amenaza para la alimentación de la población mundial En muchas culturas y países, la carne es un componente incuestionable en la alimentación de las familias y sus invitados. Se ha producido un aumento global de la producción y consumo de carne así como de los problemas conexos. Son varias las causas de este aumento. Vemos no obstante que no sólo el aumento demográfico sino también el cambio en las oportunidades económicas de las personas tienen una incidencia en este alto nivel de consumo. Consumo mundial de carne por tipos (1961-2025) Vacuno – Ovino – Cerdo – Aves de corral - Diversos Las dramáticas consecuencias del consumo de carne El conjunto del ganado mundial necesita cada año 735 mil millones de cereales para su alimentación. La mayoría de los países occidentales, además de sus propias tierras de cultivo, utilizan extensos territorios en los países en desarrollo para alimentar a su propio ganado. Países como Tailandia (yuca), Malasia, Brasil (soja) y Argentina contribuyen ampliamente a la producción de los alimentos para nuestro ganado, y una tercera parte de estos alimentos son producidos en los países del tercer mundo. Un 75% de las materias primas necesarias para la alimentación en la avicultura y cría de cerdos proviene de fuera. La alimentación del ganado acarrea con- secuencias medioambientales que afectan a hombres y animales. Se trata de una actividad muy contaminante. La alimentación del ganado produce más gases de efecto invernadero que todos los transportes en conjunto. Sus vertidos son la mayor fuente de contaminación del agua. La producción de carne requiere cantidades de agua considerables: ¡se necesitan entre 13 000 y 100 000 litros de agua para producir un kilo de ternera! Esto se debe a que el ganado se alimenta con cereales, en particular maíz, un cultivo que también necesita importantes cantidades de agua. Estos mismos cultivos son asimismo una de las causas principales de la deforestación, en particular en Brasil donde la alimentación animal reduce cada día la superficie de las selvas. A nivel mundial, el ganado consume una cantidad de alimentos equivalente a las necesidades calóricas de 8.700 millones de seres humanos, es decir más que la población entera del planeta! Al reducir nuestro consumo de carne podemos salvar del hambre a franjas enteras de la población. La FAO, la OMS o el PICC (Panel Intergubernamental sobre cambio climático) declaran que la alimentación intensiva del ganado y la producción cárnica son las causas principales del calentamiento global y del cambio climático convirtiendo los bosques en tierras de cultivo, aumentando el consumo de carburantes para la maquinaria agrícola, el procesado y transporte de fertilizantes, y aumentando la producción de gases de invernadero de origen animal. Una reducción del 50% del consumo de carne en los países occidentales para 2020 nos permitiría evitar la malnutrición de 3,6 millones de niños en los países en desarrollo. (Fuente: International Food Policy Research Institute) Hábitos alimentarios y soberanía alimentaria El MIJARC Mundial trabaja sobre el tema de la Soberanía alimentaria desde 2004. La soberanía alimentaria encierra también aspectos Uso de la tierra como los modos de producción de los aliSe pueden cosechar 200 kg de tomates Tendencias del consumo e mentos, quiénes los producen, etc. Considera o 160 kg de patatas en el mismo lapso de incidencias en el ecosistema igualmente la disponibilidad y consumo de tiempo y en la misma superficie de productos alimenticios adaptados a la cultierra necesaria para producir Los recursos naturales como son los combustila presión se ejerce actualmente también en tura local, la producción y consumo de un kilo de carne. La enorbles, los materiales, el agua y los alimentos, forman los caladeros del sur. El exceso de pesca, la contaproductos locales, etc.. La alimenme cantidad de tierras la base de toda actividad humana. Son aportes esenciaminación y la alteración de los hábitats marinos redutación es un elemento clave de necesarias para la les para las economías de subsistencia, las sociedades tecnojeron la productividad de muchas zonas costeras donde se las políticas internacionales, en producción de lógicas más avanzadas y los países en desarrollo. El consumo pesca un 90 por ciento del producto mundial de la pesca. particular en épocas de crisis mundial de recursos naturales aumenta rápidamente debido al cidos en el mundo sirven para alimentar al ganado a fin de que podamos comernos su carne. Si los norteamericanos comieran un 10 % menos de carne, la cantidad de cereales no utilizada podría proteger del hambre a casi mil millones de personas. Vemos, sin embargo, que la situación es muy parecida en los países en desarrollo. La FAO indica que en 1981, un 75% de las importaciones de cereales por países del tercer mundo se utilizaron como pienso para la alimentación animal. En estos países existe también una competencia entre el cultivo local de alimentos y la producción mundial de forraje: estos últimos 25 años, Egipto estuvo priorizando el cultivo de maíz para la alimentación animal en lugar de la producción de alimentos básicos como el trigo, el arroz o el mijo. >> En los EE.UU. la contaminación causada por la producción animal es 130 veces mayor que la contaminación humana. y se debe enfocar el cambio de hábitos alimentarios desde la perspectiva de la soberanía alimentaria. En una situación de crisis alimentaria en la que 925 millones de personas sufren malnutrición, dos mil millones padecen carencias de proteínas y minerales, y nueve millones mueren de hambre cada año (según la FAO), simplemente no podemos continuar con la evolución actual en los hábitos alimentarios. La soberanía alimentaria empieza con cada uno de nosotros. Los consumidores tenemos mucho poder: al comprar o dejar de comprar determinados productos o marcas, declaramos importantes los precios equitativos, la producción social y ecológicamente justa, las condiciones de trabajo justas. Contribuimos a la soberanía alimentaria eligiendo claramente los productos regionales, la economía local, las pequeñas y medianas empresas en lugar de lo producido por las grandes empresas mundiales. Los alimentos deben producirse siempre en la escala más local posible. Leche - - - - - - - - - - - - 1 Queso - - - - - - - - - - - 10.8 Pollo - - - - - - - - - - - - 1.8 Cerdo - - - - - - - - - - - - 4.9 Salmón - - - - - - - - - - - - 6 Camarón - - - - - - - - - - 12 Carne vacuna - - - - - - - - 20 Copos de avena - - - - - - 0.7 Harina /Trigo - - - - - - - - 0.5 Zanahoria - - - - - - - - - 0.2 Tomates en invernadero - - 2.7 Adoptar buenos hábitos alimentarios Nunca es fácil hablar de los problemas relacionados con la alimentación, el peso y la imagen personal. La mayoría de las personas buscan la comida lista para comer, la píldora mágica o la última dieta de moda. La realidad es que no hay secretos ni astucias instantáneas tratándose de nuestros hábitos alimentarios y de nuestra salud. Comer de forma saludable es un concepto muy sencillo. Mientras más variada sea la dieta menos posibilidades habrá de que se tenga carencia de uno u otro nutriente. De persistir las prácticas actuales, el consumo mundial de fertilizantes aumentará en al menos un 55 por ciento en 2010. En algunas regiones que utilizan menos fertilizantes como Sudamérica y África, esto podría ser un desarrollo totalmente positivo. En otras regiones como el Asia meridional y oriental, la saturación de nitrógeno alcanza niveles ya conocidos en el Noroeste de Europa y en zonas de los Estados Unidos. Se prevé un aumento considerable del impacto y gravedad de la contaminación nítrica del agua potable, de la formación de ozono troposférico, del deterioro de los cultivos y de las selvas, y de los daños causados en los caladeros costeros. carne perjudica a las selvas tropicales: el 40% de las selvas tropicales en Centroamérica desaparecieron o se quemaron en estos últimos 40 años, principalmente para ganar terrenos de pasto y para la producción de forraje. Más de una tercera parte de la carne importada a Europa proviene del Brasil. Consumo de agua Se dice que en el futuro las guerras no se harán para conquistar el petróleo sino el agua. La Cumbre mundial sobre el agua que se celebró en Estocolmo en 2004 sacó algunas conclusiones interesantes: A escala mundial, se necesita aproximadamente 1.200 m3 de agua por persona y por año para la producción de alimentos. En las regiones más pobres del mundo donde la población apenas puede costearse el consumo de productos animales, la cantidad de agua necesaria gira en torno a los 600 m3. En comparación, regiones que consumen mucha carne como EE.UU y Europa necesitan 1,800 m3 por año y por persona. Una dieta hecha de un 80 % de alimentos de origen vegetal y un 20% de alimentos cárnicos (esta proporción es en realidad de un 30–35% en los países industrializados) requiere 1,300 m3 de agua por año, mientras que una dieta totalmente vegetariana sólo requiere la mitad de esta cantidad. El creciente consumo de productos animales requiere cantidades de agua cada vez mayores para la agricultura. En algunas regiones de la India se debe extraer el agua a profundidades de más de 1.000 metros. Si volvemos una generación atrás vemos que los pozos construidos a mano eran suficientes para la irrigación de los cultivos. Hoy en día un 95% de estos pozos están secos. Esta situación se extiende por otros países asiáticos. Desperdicio de alimentos Se necesitan 7–16 kg de cereales o de soja para producir un kilo de carne. Esto puedo definirse como una de las formas más directas de desperdiciar la comida. La extensión artificial de la cadena alimentaria para la transformación de cereales en carne causa una gran pérdida de nutrientes, hasta un 90% de las proteínas, un 99% de los hidratos de carbono y un 100% de las fibras, entre otras cosas. El 90% de la soja producida en el mundo sirve para la alimentación animal. En total, alrededor de un cincuenta por ciento de los cereales produ- El uso de combustibles fósiles está cambiando el clima mundial. Los proyectos hidráulicos han alterado considerablemente los hábitats de agua dulce. En muchos casos, las pautas de producción y consumo caras, ineficaces y a corto plazo están amenazando ecosistemas enteros, alterando su funcionamiento normal y reduciendo su potencial productivo actual y futuro. Este es tal vez el aspecto más insostenible de la actividad humana actual. Una dieta apropiada incluye: 1.Las calorías necesarias que aportan la energía necesaria, 2.Proteínas y minerales para la formación y reparación de las células del organismo, 3.Vitaminas y minerales para reforzar nuestros mecanismos de protección. La dieta siguiente proporciona todos los nutrientes necesarios en nuestra alimentación: 1.LECHE: Al menos 1/2 litro diario y más para los niños. 2.QUESO Y LEGUMBRES: Al menos una vez al día. 3.CARNE, PESCADO O HUEVOS: Una vez cada 2-3 días para los no vegetarianos. Se puede complementar con frutos secos en el caso de los vegetarianos. 4.FRUTA: Al menos una vez al día, preferiblemente en el desayuno. 5.VERDURAS y HORTALIZAS: Dos tipos diferentes cada día, incluyendo una hortaliza verde. La ensalada es buena para tomar con cada comida. 6.GRASAS: mantequilla o aceite. 7.CEREALES: La harina de trigo es la de mayor valor nutritivo. 8.AGUA: sobre 2 litros diarios, la mitad en forma de agua y el resto en forma de leche, té, café, zumos. Muchos factores influyen en lo que decidimos comprar: la edad, nuestro estado de salud, el lugar de residencia, los ingresos y la riqueza, las creencias sociales e incluso nuestro humor del momento. Debemos pensar en formas más racionales de satisfacer la demanda de recursos naturales básicos en el futuro siendo necesario reflexionar sobre el ciclo entero, desde la producción hasta el consumo final y eliminación. Se necesitan medidas que afecten las etapas de producción, transformación y distribución, o medidas que apunten a cambiar el comportamiento del consumidor. El consumo crítico y sostenible requiere que consideremos problemáticas que van más allá del individuo. Problemas como el impacto ecológico de lo que compramos y también los relacionados con la equidad, derechos humanos y carácter político de la sostenibilidad del proceso de producción y consumo. El consumo crítico y sostenible propone directrices para la reducción del impacto social y ecológico de lo que consumimos. ¿Queremos ser desde ahora consumidores críticos? Propuestas de acción: • Analizar nuestro propio consumo alimentario durante un mes y hablarlo en un grupo • Charlar con personas mayores que nosotros sobre los hábitos alimentarios que ellas tuvieron y los cambios con respecto al consumo actual • Hacerse vegetariano durante un mes y analizar su estado de salud, la economía, … el impacto en la vida • Informar la comunidad sobre el origen de los alimentos, los productos transgénicos y los aditivos alimentarios artificiales • Hacer una encuesta sobre las grandes empresas implicadas en la producción, transformación y distribución de alimentos en tu región • Organizar una feria de muestras de productos alimentarios locales • Organizar un concurso culinario a base de alimentos locales • Organizar clases de cocina vegetariana • Organizar un festival de la fruta de temporada • Organizar un encuentro de productores locales y discutir con ellos sobre la venta de productos y la creación de mercados locales • Crear un banco de semillas/tienda de productos locales con la contribución de tu comunidad • Crear un puesto de información para informar sobre consumo de carne y hábitos alimentarios el 16 de octubre • Recabar recetas locales y recopilarlas en un libro de recetas • Analizar la proporción de productos locales y productos importados disponibles en supermercados y discutirlo en un grupo Enlaces de referencia: www.vegetarismus.ch • www.one-voice.fr Informe del “World resource Institute” Financiado por DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN 201 El consumo, un factor decisivo en el contexto del cambio de hábitos alimentarios y de aumento del consumo de carne -