PARASITOLOGÍA 1005 La imagen del 1005 corresponde a Trichinella spiralis La triquinosis es una enfermedad causada por la ingestión de la larva del nematodo intestinal Trichinella spiralis que habita en el músculo de los animales hospedadores y tras ser ingerida por el hombre pasa a la pared intestinal donde se multiplica emigrando sus embriones a los músculos quedando encapsuladas en ellos. El cuadro clínico en los humanos es muy variable y puede ir de una infección asintomática hasta una enfermedad mortal dependiendo del número de larvas ingeridas. La aparición repentina de molestias, dolores musculares, edema de parpados superiores y fiebre son síntomas tempranos característicos. Estos síntomas pueden ir seguidos de hemorragias subconjuntivales, y retinianas, dolor y fotofobia. Poco después de los signos oculares aparecen sed, sudoración profusa, escalofríos, debilidad, postración y gran eosinofilia. Es común la fiebre que a veces llega a 40ºC; cede después de 1 a 6 semanas. Entre la tercera y la sexta semana pueden aparecer complicaciones cardíacas y neurales. El diagnóstico se basa en los resultados de las pruebas serológicas y la presencia de eosinofilia intensa. A partir de 10 días tras la infección (mejor después de la cuarta o quinta semana) en la biopsia de músculo estriado pueden encontrarse las larvas. Trichinella spiralis y Trichinella britovi, nematodos intestinales, presentes en mamíferos carnívoros y, a veces, en jabalíes y cerdos domésticos de Europa, Asia, África y América. Trichinella spp. son nematodos, sólo las larvas migran desde la pared intestinal a los músculos estriados son libres y temporalmente extracelulares. Así, cuando nos infectamos lo hacemos por ingerir larvas que se encuentran en fibras musculares, transformadas en quistes por las especies de triquina encapsuladas, Las fibras musculares son conjuntos de células fusionadas – sincicios– que cuidan, como una nodriza, a la larva del parásito, protegiéndola dentro de una cápsula. La digestión libera estas larvas que rápidamente crecen, alcanzan el estado adulto y los machos fecundan a las hembras que dos días más tarde comienzan a liberar sus larvas, en el interior de las vellosidades intestinales. Estas larvas son transportadas por la linfa y la sangre, alcanzan el tejido muscular estriado, penetran las fibras y se fabrican otro albergue intracelular donde crecen y se transforman en larvas infectantes, esperando que algún día su hospedador muera y sus restos sean comidos –carroñerismo– o muera cazado y consumido por un depredador. Y así sucesivamente. No todas las especies de triquina rodean la célula nodriza muscular de una cápsula de colágeno protectora. Entre nosotros hay dos que lo hacen, Trichnella spiralis y Trichinella britovi. Reservorios estudiados en el mundo son: cerdo y el jabalí, juegan también un papel importante las ratas. Otros animales como los gatos, y carnívoros salvajes como el zorro y el lobo mantienen la infección. El modo de transmisión es la ingestión de carne cruda o mal cocida que contiene larvas enquistadas viables, sobre todo, cerdo y sus derivados. En la literatura se han descrito brotes producidos por carne de caballo, o por hamburguesas con mezcla de carne de cerdo. No hay transmisión directa persona a persona. Los huéspedes animales son infectantes durante largos períodos de tiempo y su carne se mantiene infectante salvo que se cocine, se congele o se irradie para destruir las larvas. Raramente se dan casos aislados de triquinosis en los que no sea posible la identificación del riesgo. La presencia de un solo caso de triquinosis tendrá consideración de brote y requerirá una investigación rápida y búsqueda de otros casos en familiares o amigos que pudieran estar relacionados con el mismo y que pudieran haber ingerido la carne sospechosa en alguna fiesta o evento masivo y se debe buscar la fuente de infección, así como la distribución del alimento. El diagnóstico de triquinosis depende de la sospecha clínica, identificación y correlación de los signos y síntomas clínicos, además de los hallazgos positivos del laboratorio (eosinofilia y CPK aumentada). Esta enfermedad generalmente es mal diagnosticada, porque sus signos y síntomas se confunden en el comienzo del cuadro con intoxicación alimentaria o gastroenteritis, cuadros de gripe y enfermedades autoinmunes. A esto se suma la creencia de muchos médicos clínicos de que la seroconversión de los anticuerpos contra Trichinella sp ocurre tempranamente en los pacientes, lo que no sucede en la mayoría de los casos, ya que la elevación de los anticuerpos se debe fundamentalmente al incremento de compuestos antigénicos liberados por larvas ya dañadas durante la fase de migración o incluso, después de la terapia antiparasitaria. En la práctica clínica es recomendable tratar a pacientes con cuadro clínico sospechoso, antecedentes epidemiológicos de riesgo y presencia de eosinofilia y aumento de CPK, y no esperar la detección de anticuerpos circulantes para certificar el diagnóstico. La eosinofilia es el hallazgo e indicador de laboratorio más temprano y característico de la triquinosis (que en casos asintomáticos puede variar entre 5 y 15% del recuento total de leucocitos). Biopsia muscular: Debería ser teóricamente el más importante de los exámenes de laboratorio, puesto que demuestra el agente etiológico, pero es poco practicado. Por ello, se lo considera como un examen de excepción. Para su ejecución, basta obtener una pequeña muestra de músculo estriado; generalmente, se utiliza el deltoides para este examen. Schenone H, López R, Barilari E., Contreras M., Castillo D. Tendencia actual de la Epidemiología de la Triquinosis Humana en Chile. Bol Chil Parasitol 1997; 52: 22-5. Capo V, Despoimmier D D. Clinical aspects of infection with Trichinella spp Clin Microbiol Rev 1996; 9: 47-54. Wang Z Q, Cui J, Wu F, Mao F R, Jin X X. Epidemiological, clinical and serological studies on Trichinellosis in Henan Province, China. Acta Tropica 1998; 71: 255-68. Baar A, Torres M, Rabagliati B. Triquinosis: Importancia del caso índice. Rev Chil Infect 1999; 3: 225-31. 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