1 MARCO TEÓRICO: REVISIÓN, IDENTIFICACIÓN Y SELECCIÓN DE ELEMENTOS QUE SUSTENTA UN TEJIDO EMPRESARIAL FUERTE Y SOSTENIBLE PARA ESTA INVESTIGACIÓN. 1.1 Contexto Proyecto Tejido Empresarial. El marco teórico para dilucidar, caracterizar y analizar el tejido empresarial, fue construido para el proyecto “FORTALECIMIENTO DEL TEJIDO EMPRESARIAL EN LAS ZONAS DONDE ECOPETROL TIENE OPERACIONES”. Las investigaciones tienen como propósito caracterizar e identificar formas pertinentes y oportunas de dinamizar el Tejido Empresarial (TE), así como sus empresas y sus actores en estos municipios, de manera que ellos hagan de su tejido empresarial una estructura fuerte y sostenible. Dado que no existe una única definición de tejido empresarial, ésta investigación construyó una utilizando la relación entre los conceptos espacio-territorio a partir de la revisión de vertientes realizada por Capello (Capello 2008), y en particular lo propuesto por la nueva geografía económica (Krugman, Vernables). Los conceptos de valor económico (Smith, Ricardo), Sistemas Complejos Adaptativos y fenómenos emergentes (Axelrod 2000, Johnson 2007), fenómenos desarrollo económico local a partir del concepto de desarrollo endógeno de Hirschmann (Hirschman 1958) permitieron definir los tejidos empresariales a partir del tejido social. Con el objetivo de caracterizar el tejido empresarial fueron tenidos en cuenta los conceptos de cadena productiva y sector empresarial del DNP1. La construcción de cadenas productivas corresponde al conjunto de productos que conforman un eslabón industrial, busca además realizar perfiles sectoriales. La categoría de análisis corresponde a la identificación de las cadenas productivas potenciales de cada municipio de acuerdo a lo reportado en las agendas regionales de competitividad, y que se asocian con los perfiles económicos departamentales realizados por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Los elementos de caracterización fueron los datos reportados en los registros mercantiles de los municipios objeto de estudio, así como la información de las políticas locales y agendas competitivas (efectos institucionales). Finalmente el equipo realizó ejercicios de 1 Departamento Nacional de Planeación -2012 1 prospectiva y encuestas de fuente primaria, para obtener una caracterización veraz de los mismos. 1.2 Territorio y Desarrollo Económico Local. De acuerdo con la Real Academia de la Lengua (RAE), un tejido corresponde a: “cada uno de los diversos agregados de células de la misma naturaleza, diferenciadas de un modo determinado, ordenadas regularmente y que desempeñan en conjunto una determinada función.” (www.rae.es/tejido). Atendiendo al símil, el primer agregado de células corresponde entonces al tejido social, las características de este tejido estarán determinadas entonces por el territorio que lo “enmarca”. El territorio puede definirse más allá de la porción de tierra perteneciente a una región, nación; es el espacio de vida de agentes en donde interactúan cotidianamente, el territorio no existe por sí mismo (Boulch, 2001). El territorio es el resultado de procesos tanto sociales como culturales, económicos y políticos que se desarrollan en el tiempo, “el territorio aparece como una realidad significada, en él se objetivan los intereses que tienen los seres humanos en relación con lo otro y con los otros, es decir, en relación con la naturaleza y la sociedad; al lado del componente social […] y las interacciones entre ecosistema y cultura” (Suarez, Martínez & Gómez, 2002, p. 11). Camagni (Camagni 2002) desarrolla un concepto de territorio sustentado en diversos aspectos económicos en donde el territorio es un sistema que incluye relaciones sociales y económicas que llegan a constituir el capital social de un determinado espacio geográfico; el territorio es además un sistema de gobierno local que reúne un conjunto de actores privados y un sistema de administración de políticas públicas. La diferenciación en las células del tejido, en este caso los actores económicos y el territorio, puede darse a partir de la conceptualización de fenómenos emergentes; un fenómeno emergente, es aquel que surge sin necesidad de controladores o manos invisibles (Johnson, 2007, p.16). Algunos de estos fenómenos emergentes corresponden a dinámicas sociales muy valiosas: fundamentalmente, emergen nuevos Bienes/Servicios, nuevos Empresarios y Emprendedores dispuestos a asumir el riesgo de generar nuevas propuesta de valor desde estos territorios. De la diferenciación de las células del tejido emerge la fuerza laboral y talento humanos que, a partir de lo que son y lo que hacen, agregan valor con sus actividades económicas. 2 Siendo el territorio el marco para los tejidos empresariales, estos tejidos empresariales se encuentran envueltos por el tejido social, compuesto en parte por las instituciones, entendiendo por institución tanto las entidades y reglas estatales, formales y convencionales, así como las convenciones sociales, costumbres y usanzas relacionadas con aspectos culturales. De esta manera, la proyección del tejido social junto con el empresarial, emanan de manera auto trascendente y condicionan su evolución. El marco teórico del Tejido Empresarial, busca identificar las oportunidades, recursos y talentos humanos que nutren ese territorio, así como los diferentes mecanismos que están a disposición del tejido empresarial y sus actores. Esta identificación busca dinamizar y canalizar el tejido empresarial en iniciativas de alta competitividad y generadoras de bienestar para el conjunto de actores que integran el TE. La caracterización del Tejido Empresarial busca también empoderar a los actores locales, y al mismo tiempo, generar debate y cultura de participación respecto a las acciones sobre el tejido empresarial, con el fin de involucrarlos como actores para su cambio y evolución. 1.3 Tejido Empresarial: Generación de Valor Económico y Bienestar. La concepción de Adam Smith (Smith, 1776), en donde el “interés” es el motor y dinamizador de la actividad económica, muestra la posibilidad de generar rentas por la venta de productos y servicios generados por la actividad de empresarios y talentos humanos. Como lo muestra esta celebre cita: “Dame lo que necesito y tendrás lo que deseas” (Smith, 1776). Es decir las rentas dependerán, en gran medida, de poder entender y satisfacer una demanda y necesidad con los bienes y servicios que se producen. El concepto de valor económico se convierte entonces en eje articulador y promotor de la idea de tejido empresarial, entendiendo que a dicho concepto se asocian fundamentalmente dos perspectivas (Di Filippo, 2006): la teoría del valor- trabajo (Smith, Ricardo, Marx) y la teoría del valor subjetivo. La primera de ellas, concibe el esfuerzo humano en la transformación de materias primas y el uso de determinadas tecnologías en la producción de bienes y servicios, como factores que generan valor y nuevas propuestas en los territorios (valor económico como costo de producción). Desde la perspectiva del valor subjetivo, el valor de una mercancía viene definido por su utilidad y escasez, que son determinados de manera individual por los consumidores o demandantes. En definitiva, el valor económico se puede definir desde el punto de vista de 3 la oferta como determinado por el esfuerzo que se requiere para producir la mercancía, y que depende de las condiciones generales de la industria en dicho territorio, relacionando en ello, conceptos como división y especialización del trabajo, capital humano y competitividad que son fundamentales para el desarrollo de las regiones. El tejido empresarial debe ser un generador de bienestar, bajo el concepto de bienestar del nobel de Economía Amartya Sen, en donde los individuos no entienden el bienestar como un alcance de logros económicos, sino también, como el logro de unas metas que les garanticen ciertos valores. “Las personas tienen otras facetas además del bienestar. No todas las actividades se dirigen a maximizar el bienestar, independiente de lo ampliamente que sea definido. Hay otras metas además del bienestar y otros valores además de las metas” (Sen 1985, p. 62). Es decir no se construye tejido empresarial fuerte sino se fortalece también el tejido social, el empresario de un tejido social fuerte tiene como objetivo, no solamente la maximización de un beneficio económico sino una relación fuerte de valores con su comunidad. El bienestar es entendido entonces como la construcción de capacidades. La capacidad de una persona se define como las distintas combinaciones de funciones que esta puede llegar a lograr. El concepto de funciones tiene un origen aristotélico y refleja las diferentes cosas que un individuo puede valorar hacer o ser. Sen (1979, 1999a) 1.4 Elementos de un Tejido Empresarial Competitivo. Sistemas Complejos Adaptativos La generación de productos y servicios “especiales y valiosos” para los mercados, va de la mano de la integración de diferentes actividades “especiales” en la elaboración, distribución y comercialización de aquellos. A nivel de territorio y Tejido Empresarial, los productos y servicios son resultado de una generación de valor compartido desde el territorio y su tejido empresarial. En este contexto, de nada sirve tener la mejor idea, la mejor iniciativa de producto o servicio o el mejor talento, si cada uno es incapaz de identificar o disponer, en su entorno, de los recursos o mecanismos necesarios para materializar la propuesta de valor. La cantidad y calidad de las interacciones entre los actores del tejido, caracterizan también su fortaleza. Como ejemplo, una efectiva articulación entre la oferta educativa con demanda laboral, es tan importante como la efectiva articulación entre diferentes empresas asociadas para consolidar una oferta homogénea en mercados exigentes. Éstas y otras muchas interacciones sustentan la capacidad competitiva del tejido. 4 El Tejido Empresarial en su connotación amplia (social), está enmarcado también por la cultura y las prácticas en el territorio, la disponibilidad de talento humano, la infraestructura, el rol del Estado, todos ellos elementos del entorno que conforman el ecosistema en el cual se desarrolla y despliega la actividad de las empresas y los individuos. Actividades que no se dan de manera aislada, sino que al contrario, están embebidas en una multiplicidad de relaciones sociales, económicas y empresariales, en donde las interacciones de la academia, la empresa y el Estado (y sus políticas) pueden conformar un soporte fundamental para el tejido (Álvarez, R 2008 p-16). El marco conceptual de los tejidos empresariales propone un tejido como el entramado de las acciones e interacciones de un grupo de agentes económicos que dan pie al surgimiento de nuevas dinámicas sociales como la creación de valor. Además estas dinámicas están altamente influenciadas por el entorno, la cultura y la institucionalidad. Con el tiempo, el factor dinámico del tejido empresarial hace que este se nutra de procesos de retroalimentación y aprendizaje. Estas características son propias de los Sistemas Complejos Adaptativos (SCA). A continuación se fortalecerá desde los elementos teóricos el concepto de tejido empresarial explicando el concepto de SCA. “Un sistema complejo es un sistema abierto, en el cual existe una colección de objetos (agentes), que interactúan causando la aparición de fenómenos emergentes y generando paralelamente procesos de retroalimentación. Son sistemas adaptables, ya que con el paso del tiempo los agentes desarrollan una capacidad para enfrentarse a los cambios externos causando una auto-organización. Como ejemplos de lo que son SCA, se encuentran la tierra, los mercados bursátiles, y las organizaciones” (Cortés N 2012). Como se observa en la definición anterior, no solamente se trata de interacción, sino también, del entorno donde se da esta interacción y la capacidad de adaptabilidad. La adaptabilidad al entorno es considerada entonces como una de las características de un tejido empresarial fuerte. De acuerdo con Kitano: “En los sistemas biológicos, como las células, órganos, tejidos y las redes biológicas, se logra identificar las principales características de los sistemas complejos, en primer lugar se observa como los componentes de un sistema evolucionan de acuerdo a sus interacciones, siendo sistemas que responden a las perturbaciones, y con capacidad de adaptarse a los cambios de su entorno, estos sistemas responden a cada uno de los cambios debido a que cuentan con una retroalimentación” (Kitano, 2002 p. 420). 5 Dada el peso que tienen los servicios y el comercio de bajo valor agregado en la mayoría de los municipios objeto de estudio2. Para el propósito del proyecto, se buscan dos objetivos el primero es la sostenibilidad del tejido empresarial fuerte ya existente y el segundo es una evolución real del tejido empresarial hacia actividades de mayor espacialidad y especialidad que redunden en su capacidad de generar bienestar. Para el logro de los dos objetivos es necesario crear conciencia entre sus actores de que la competitividad se ejerce desde las actividades más simples, y que además, requieren generar una visión compartida del territorio con sus fortalezas y debilidades, para que con acciones se cristalicen “apuestas” retadoras y valiosas desde el territorio en el corto y mediano plazo, que al estar orientadas hacia la satisfacción de necesidades de los mercados, se conviertan en oportunidad y bienestar para el tejido empresarial y el tejido social presentes en el territorio. La aproximación sobre el territorio, no puede limitarse únicamente a la interacción o a la adaptabilidad, debe enfocarse al concepto de desarrollo, en donde las actividades empresariales y actividades de los individuos, refuerzan la teoría del desarrollo endógeno de Albert Hirschman, quien argumentaba: “…el desarrollo depende no tanto de encontrar la combinación óptima de los recursos y factores de producción dados, sino en buscar y enrolar para propósitos del desarrollo, los recursos y habilidades que están escondidos, dispersos o mal utilizados” (Hirschman 1958 p.5). En el Tejido Empresarial, la identificación y descubrimiento de tales recursos y habilidades son importantes para los propósitos de desarrollo. Buen ejemplo de tales habilidades y recursos son: los recursos naturales, los recursos humanos presentes, la cultura, las empresas, los clusters, las cadenas productivas, las relaciones entre empresas grandes y las mipymes, los roles del Estado, las actividades de capacitación y formación, el potencial de mercado interno y su proximidad con mercados externos, las tecnologías y conocimientos relevantes, las redes y, finalmente, las dinámicas externas a las cuales responde y se integra el tejido empresarial. 22 Ver registros mercantiles e informes de cada municipio, además de la encuesta primaria. 6 1.5 Capacidades Competitivas dinámicas de un entorno y su Tejido Empresarial: cambio, evolución e innovación. En medio de la globalización y del escenario competitivo que testificamos hoy en día, la realidad es que toda empresa (y por ende también los tejidos empresariales), debe estar en permanente evolución. Ello porque están en evolución tanto las necesidades de los consumidores, como las nuevas propuestas de empresas competidoras y tejidos empresariales, que buscarán satisfacer mejor esas necesidades, buscando convertirse en la elección de compra del mercado. En este orden de ideas, tantos las empresas, como los tejidos empresariales, debe generar capacidades competitivas dinámicas e innovación (Teece, Pisano, Shuen 1997 p.510). Un marco de acción apropiado para generar tales capacidades, se materializa en dos aspectos concretos: a) Generar la capacidad de entender el carácter dinámico del entorno (estudios de prospectiva, integrarse a las dinámicas sugeridas por tendencias de consumidores y mercados, etc.). b) Enfatizar el rol de una gestión estratégica, para que de manera apropiada, sean adaptadas, integradas y sean reconfiguradas, interna y externamente, las habilidades, los recursos y las competencias funcionales que le permitan a las organizaciones y los tejidos, orientarse a satisfacer las necesidades y demandas en ese entorno cambiante. Bajo esta aproximación, tanto las empresas, como el tejido empresarial, deberían promover las siguientes actividades, en aras de materializar tales capacidades competitivas dinámicas: a) Identificar, al interior de su territorio, el su conjunto amplio de recursos presentes (RRNN, RRHH, Fuentes de Financiación, Conocimientos relevantes, etc.). b) Canalizar demanda y financiación externa, para actuar sobre sus recursos (Conocimiento Científico, Negocios Inclusivos, Responsabilidad Social Empresarial, Recursos de Cooperación Internacional, recurso e instrumentos de promoción del Estado, etc.). c) Identificar, en otros territorios distintos al propio, nuevos talentos y otros recursos, que al ser integrados a su dotación inicial de recursos, permitan dinamizar, potenciar y especializar, las labores que realiza su tejido social y su tejido empresarial, en aras de generar nuevos Bienes y Servicios especiales, cuya especialidad sea valorada por un mercado. Esta labor de exploración (identificar vías y recursos para trayectorias exitosas) es de gran complejidad, y de allí que deba ser soportada y nutrida por 7 el conjunto de actores del tejido social y empresarial generando una visión conjunta (Empresarios, Profesionales, Academia, Agremiaciones, etc.). d) El tejido empresarial debe buscar ser el mecanismo integrador entre los sistemas de educación, las instituciones científicas, infraestructuras de I + D, producción y mercados, dado que de acuerdo con Acemoglu & Robinson (2012), han sido un aspecto importante en los cambios institucionales en los países vencedores. En donde estas construcciones “Culturales” de propósitos, articulan el ordenamiento económico y el ordenamiento político, las libertades y posibilidades de individuos, se facilita y potencia esa co-evolución hacia condiciones mejores de bienestar. e) Dirigir sus bienes y servicios hacia la Exportación de su espacialidad natural (aún en circunstancias en las cuales la demanda de la espacialidad natural sea suficiente para el negocio). Este mecanismo o propósito de “exportar” más allá de la espacialidad natural, se traduce en una exigencia “competitiva” permanente sobre las empresas y sobre el tejido empresarial. Exigencia que redundará en la fortaleza y sostenibilidad del territorio y su tejido empresarial. Al respecto expresa Krugman (2000): “Cuando se examina la economía de una ciudad o región, lo lógico es pensar que sus actividades económicas se dividen en dos tipos. En el primero están, las actividades que satisfacen las demandas de fuera de la región, esto es, su “base exportadora”; en el segundo, se encuentran las actividades que principalmente suministran bienes y servicios a los residentes de la zona. Las actividades de exportación constituyen, en realidad, la razón de ser económica de una región, esto es, su “base económica”, mientras que las demás, las “actividades no base”, nacen de la base económica y crecen o menguan de acuerdo con los resultados de la misma.” (Krugman et al, 2000). Así la “base exportadora” es la “base económica” del territorio y por ello su base competitiva a fortalecer y dinamizar. La ventaja adicional que tiene el propósito permanente de “exportar” y “satisfacer necesidades” de territorios más allá de la espacialidad natural, está en que al lograr ser efectivos en materializar estas propuestas de valor en los mercados, se acrecientan el potencial y tamaños de éstos, algo que inmediatamente conllevan a construir y generar capacidades y escalas apoyadas en tecnologías, para generar tamaños de empresa con posibilidad de rentas alta. Esto permite generar empleo de calidad y ocupar talentos humanos que realizan las labores de agregación de valor relevantes, para que los bienes y servicios “especiales” de las empresas y el territorio puedan satisfacer las necesidades de estos mercados. 8 1.6 La economía espacial ante el paradigma de la economía digital en un mundo de redes. Ante el acelerado crecimiento de la tecnología de las comunicaciones y ante el fenómeno de globalización, se generan oportunidades en el interior de los territorios, así como hacia otros territorios. Es entonces cuando el concepto de economía espacial y economía de redes empieza a fortalecer el concepto de tejido empresarial. De acuerdo con Capello (Capello, 2007) se pueden dilucidar cuatro grandes fases o vertientes en el estudio de la economía espacial o regional, que comprenden o consideran el concepto de espacio con diferencias o matices entre sí. En primera instancia, se encuentran la teorías originales de la localización asociadas a la idea de espacio “físicométrico”, la cual trata de explicar las razones de la distribución de las actividades económicas y de la población en un espacio geográfico y continuo, cuya medida se realiza en función de la distancia física y de los costos de transporte entre empresas, individuos, mercados. En dicha vertiente son puntos focales de análisis, las razones de localización de las aglomeraciones (Weber, Hoover, Hotelling, Greenhu), los criterios de accesibilidad (Von Thunenen, Isara, Wingo, Alonso, Fujita) y los sistemas de ciudades (Christaller, Losh, Beckman, Camagni). Una segunda vertiente son las teorías tradicionales del crecimiento regional, que se caracterizan por concebir el espacio como “uniforme-abstracto”. Es decir, el espacio geográfico se divide en regiones (división administrativa) homogéneas, que se conciben como meros contenedores y donde la relación con los otros territorios en términos de comercio, flujos de capitales y personas son concebidos igualmente de manera abstracta; por lo cual es válido la aplicación de modelos macroeconómicos e instrumentos desarrollados en otras regiones del mundo. Análisis de estructura productiva sobre el desarrollo (estadios de desarrollo, análisis Shift-Share, Centro Periferia), modelos de demanda (de base exportación, análisis input-output). Modelos de dotación factorial. Una tercera y cuarta visión donde el concepto de espacio contiene elementos más variados de análisis, es entonces la que más se acopla al concepto propuesto de tejido empresarial, pues además de las consideraciones puramente económicas se incorporan elementos geográficos, históricos, sociales y culturales. La primera de ellas, las teorías del desarrollo regional que comprende el espacio como “diversificado-relacional”. Es decir, es un espacio 9 en el que tiene lugar variedad de fenómenos, donde los actores están conectados por relaciones económicas y sociales generándose economías de aglomeración; en ella se encuentran los análisis relacionados con Competitividad territorial y el desarrollo exógeno (polos de crecimiento Perroux-Boudeville, multinacionales y desarrollo regional, difusión espacial de innovaciones, infraestructuras y tecnologías de la comunicación) y Competitividad territorial y el desarrollo endógeno (distritos industriales Marshallianos, Clusters, Milieux innovateurs, Learning regions). El concepto de espacio “diversificado-estilizado” propuesto por Capello (Capello, 2002) reconoce la diversidad de fenómenos en la misma región, lo que permite tanto la existencia de economías de aglomeración como la aplicación de modelos originarios de la macroeconomía. Sin embargo, las relaciones dentro de las unidades continúan siendo de naturaleza abstracta. Dentro de esta vertiente se agrupan modelos de crecimiento circular y acumulativo (Myrdal, Kaldor), la Nueva Geografía Económica (Krugman, Venables), Competitividad territorial y los modelos de crecimiento endógeno, destacando el papel del conocimiento y el aprendizaje (Romer, Lucas, Miyao). Entonces el espacio con sus especificidades geográficas, históricas, contenedor de una población y de unas actividades económicas que se estructuran y articulan localmente de una manera, con sus especificidades sociales y culturales, con unas condiciones de infraestructura y una forma de relacionarse con otros territorios; es abordado también desde la teoría de la complejidad y de las redes complejas, en tanto que: A diversas escalas regionales se involucran agentes heterogéneos (responsables de políticas, agentes económicos, habitantes/residentes, etc.) que son interdependientes. Dichos actores mantienen interacciones dinámicas en el tiempo en múltiples escalas. Diferentes factores influyen y forman el desarrollo regional: restricciones biofísicas, la infraestructura existente, el avance de los conflictos de intereses sociales, económicos y políticos de los diferentes agentes. La pertinencia de la teoría de las redes complejas en el análisis espacial y del desarrollo regional se debe a que, basados en los elementos constitutivos de una red compleja3: Nodos 3 Una red 𝑅 consiste de un conjunto de nodos 𝑣 = {𝑣1 . 𝑣2 … , 𝑣𝑁 }, y un conjunto de parejas ordenadas 𝜀 = {(𝑣𝑖 , 𝑣𝑗 }ϲ𝑣 × 𝑣 . Cada pareja ordenada (𝑣𝑖 , 𝑣𝑗 ) se llama conexión dirigida del nodo 𝑣𝑖 al nodo 𝑣𝑗. La red𝑅 se llama no dirigida si para cada pareja 10 (agentes), Vínculos-conexiones es posible replicar su análisis para entender cómo se estructuran dentro de un territorio y a diferentes escalas (local, regional –relación entre localidades, nacional, internacional) sus actividades económicas (identificar actividades principales o dinamizadoras, vínculos o encadenamientos, conexión a través de infraestructura, etc.), y de qué manera se articulan los diferentes agentes que influyen en el proceso, determinar qué tan sostenible es un sistema y hacia donde pueden dirigirse los esfuerzos de política y empoderamiento de agentes. Al unir el “Exportar de la espacialidad natural” con el concepto de “Economía Digital”, la revisión teórica muestra la pertinencia para esta investigación, el trabajo de Carlota Pérez (Pérez, 2008), en donde en su obra “Dinamismo tecnológico e inclusión social mediante una estrategia basada en los recursos naturales”, propone: ”Emprender acciones en favor del desarrollo en dos direcciones: ‘desde arriba’ y ‘desde abajo’. Por lo tanto, esta propuesta supone lo que podría llamarse un modelo dual integrado. La mitad de la estrategia de desarrollo a promover ‘desde arriba’, ya delineada, apuntaría a lograr la competitividad en los mercados mundiales para llegar hasta la frontera tecnológica en ciertas áreas y procesos e incluso tomar la delantera (forging ahead), especialmente mediante alianzas con empresas globales. Por su parte, la mitad de la estrategia ‘desde abajo’ actuaría directamente en cada porción del territorio, en los niveles municipal y local identificando, promoviendo, facilitando y apoyando las actividades de creación de riqueza dirigidas al mercado más adecuado: local o regional, nacional o global. Estas tenderán a ser “conglomerados” especializados dirigidos hacia mercados de nicho basados en las ventajas locales” La visión presentada muestra el tejido empresarial fuerte como un Sistema Complejo Adaptativo enmarcado en un territorio, generador de bienestar para el tejido social que lo rodea por medio de la exportación de actividades de alto valor agregado. La búsqueda de dichas actividades se realiza no solo mediante una visión de crecimiento económico tradicional, sino a partir del concepto de desarrollo endógeno y de la competitividad (𝑣𝑖 , 𝑣𝑗 ) ∈ 𝜀 también existe la pareja (𝑣𝑗 , 𝑣𝑖 ) ∈ 𝜀. De lo contrario la red se denomina dirigida. Se llama a todos los nodos que estén conectados directamente a un nodo 𝑣𝑖 , los vecinos (contactos/ vínculos) de 𝑣𝑖 . Finalmente, el número de 𝑘𝑖 de vecinos del nodo 𝑣𝑖 (es decir, el número de conexiones de 𝑣𝑖 ) se llama conectividad de 𝑣𝑖 , y el promedio de estas conectividades 〈𝑘〉 = 𝑁 −1 ∑𝑁 𝑖=1 𝑘𝑖 , es la conectividad de la red (Aldana, 2006). 11 entendida esta, como el desarrollo y aprovechamiento del conjunto de oportunidades y potencialidades que tiene el territorio en donde se enmarca este tejido. 2 ANTECEDENTES PARA LA METODOLOGÍA: LINEAMIENTOS CENTRALES DENTRO DEL PROYECTO. Desde la concepción del proyecto, los integrantes de la Gran Alianza: Ecopetrol, Confecámaras, la Corporación Calidad y la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, identificaron la necesidad y pertinencia de fortalecer los Tejidos Empresariales a nivel Municipal, buscando actuar de una nueva forma, que se materializara en un proyecto sobre 15 municipios en los que Ecopetrol tiene operaciones. Tal nueva forma de actuar, debería estar soportada en las siguientes cuatro (4) características que podrían potenciar un impacto trascendente del proyecto sobre los TTEE de estos Municipios: a) Pensar antes de actuar: es decir, que una reflexión consciente del objetivo fundamental del proyecto de promover y generar Tejidos Empresariales Fuertes y Sostenibles, preceda acciones y cronogramas. b) Actuar "inteligentemente" sobre los TTEE: desde el inicio del proyecto de investigación y a lo largo de las fases de ejecución, se realiza una co-generación de conocimiento y una co-construcción con actores locales. La presencia de Confecámaras en la gran alianza, permite contar con el conocimiento de TTEE a nivel gremial y con recursos de profesionales de investigación en cada una de las Cámaras participantes en el proyecto. Esta participación enriquecerá con información, reflexión y análisis el proyecto y la investigación. Permitiendo además, que con tal empoderamiento las Cámaras de Comercio puedan repetir, en lo sucesivo, y de manera independiente, el ejercicio de caracterización del Tejido Empresarial. c) El proyecto debe reconocer la especificidad del Municipio y de cada uno de los Tejidos Empresariales. De manera que las acciones sobre cada Tejido, respondan a sus necesidades, oportunidades e intereses; y no sean “recetas” preconcebidas, que tienden a ser insuficientes para su evolución trascendente. De allí que el marco teórico y la metodología son comunes a todos los TTEE, y los resultados revelen la especificidad de cada uno, así como su heterogeneidad. d) Finalmente, desde la concepción del proyecto, hay consciencia de que un TE no cambia instantáneamente, sino más bien, a través de un proceso evolutivo que se 12 manifiesta en acciones, que abarcan el corto plazo, y que deben estar articuladas con acciones y visiones coherentes de mediano y largo plazo. En relación con esta precisión de coherencia entre los escenarios de tiempo, un resultado particular de ésta investigación debe ser el inventario de las actividades económicas a fortalecer en la primera fase del proyecto. indicando, además, el proceso de cómo se llegó a ellas. Ello con el fin de que las Cámaras de Comercio puedan replicar posteriormente dicha caracterización y selección. Es importante resaltar que la selección de actividades económicas a fortalecer, busca generar procesos de causalidad circular o “bola de nieve” sobre el tejido empresarial y el territorio, de manera a facilitar su cambio y evolución. Toda vez que la categoría conceptual “Tejidos Empresariales” está revestida de una alta complejidad, en virtud de la gran cantidad de elementos distintos que la integran: tamaños de empresas, actividades económicas, recurso humano, instituciones, infraestructura, territorio, entre otras. Un reto inicial para la investigación fue revisar e identificar tanto los elementos más representativos a tener en cuenta en los TTEE, así como las variables o informaciones que pueden describir la situación de sus elementos constitutivos. Como se aprecia, desde un punto de vista metodológico, la investigación se presenta como “atípica” desde un comienzo, pues empieza con el planteamiento de una hipótesis sobre un problema a discernir del tejido Empresarial, para proceder luego a identificar las variables y herramientas, que mejor sirven a la respuesta a esas preguntas o hipótesis, a partir de los objetivos del proyecto y la investigación. La investigación comienza su aproximación, con una revisión bibliográfica sobre la temática de Tejidos Empresariales, buscando identificar diferentes elementos constitutivos, a partir de la variedad de énfasis planteados por las distintas líneas de pensamiento: desde aquellas fundamentadas en los aspectos económicos, pasando por aquellas con énfasis en los aspectos empresariales, hasta integrar también a éstas, los énfasis de la línea de pensamiento social e institucional. Como resultado de esta revisión se identificó que los tejidos empresariales logran comportarse como un sistema complejo adaptativo (SCA), dado que es un sistema abierto en el cual existe una colección de objetos (agentes) que interactúan y causan la aparición de fenómenos emergentes es decir, fenómenos que se presentan sin necesidad de un controlador, y generan paralelamente procesos de retroalimentación esta característica demuestra que los eventos del pasado van a influir en las decisiones que tomen los agentes en el presente, lo que quiere decir que los agentes que hacen parte del sistema, van a actuar de acuerdo con su experiencia. 13 Los tejidos empresariales son adaptables al igual que los SCA, ya que con el paso del tiempo los agentes desarrollan la capacidad de enfrentarse a los cambios externos por medio de una auto - organización. Como resultado de esta similitud conceptual y de comportamiento, se realizó una selección de un conjunto representativo y limitado de elementos, los cuales logran representar la variedad y complejidad de los TE descritos a continuación: a) Especialidad & Espacialidad: Un TE fuerte y sostenible, se caracteriza por realizar actividades “especiales” en el territorio y de exportarlas en forma de bienes y servicios, más allá de su “espacialidad” natural (Economía Espacial). Es decir, trata de satisfacer necesidades de clientes y mercados más alejados, aumentando su competitividad y la de sus actividades. b) Proceso Continuo. En virtud del actual entorno dinámico y competitivo que todos testificamos con el advenimiento y profundización del fenómeno socio-económico de la globalización, los TTEE fuertes y sostenibles entienden que más importante que adquirir estas cualidades, es el proceso para alcanzarlas. Así, para ser fuertes y sostenibles, las Empresas y los TTEE deben poseer una actitud proactiva hacia el entorno, actitud que concretan permanentemente, en acciones para adaptarse, evolucionar e innovar, de manera a aprovechar las oportunidades y retos cambiantes de ese entorno, en donde la innovación es, al mismo tiempo, riesgo y oportunidad (Álvarez & Naranjo, 2010). c) Acción Humana & TE: Para el estudio, es la acción humana (interna y externa al territorio), la que protagoniza, tanto el cambio en la composición del TE, como la que promueve la generación de bienestar del TE sobre sus distintos pobladores. Independientemente de si éstos son empresarios, talentos humanos con sus labores, instituciones o la sociedad como un todo (Economía Evolucionista e Institucional, Cambio Tecnológico y Sistemas Nacionales de Innovación). Es un hecho también, para el equipo de investigación, que la acción humana está mediada por factores como la cultura, el nivel de desarrollo de las actividades humanas y la institucionalidad presente. d) De allí que se considera que en los TTEE fuertes y sostenibles, la evolución de su estructura empresarial y social, está más fuertemente determinada por la acción humana que por la dotación “natural” del territorio (Saviotti P.302). e) Variedad de Actividades y Evolución: para un TE fuerte y sostenible, es tan importante la VARIEDAD de actividades económicas, como su evolución. La 14 interrelación y conexión entre muchas y diferentes actividades en el Tejido Empresarial, potencia su generación de Valor en medio de entornos dinámicos, pero además, fomenta una especialización y división del trabajo o actividades que tanto aporta a la calidad y la productividad del sistema que las acoge (Ciencias Empresariales y Teoría de Competitividad). Con la premisa de poder propiciar la evolución del TE a través del proyecto, y a la luz de las cuatro (4) características mencionadas que direccionaron la concepción y ejecución del Proyecto, se procedió a diseñar el siguiente proceso metodológico de caracterización del TE y selección de las actividades a fortalecer, apoyándonos en los cinco (5) factores mencionados, que se revelan como importantes para alcanzar una condición de Fortaleza y Sostenibilidad en los TTEE. 15