Una historia breve El desarrollo de la terapia floral en Cuba es un tema sumamente interesante. La velocidad con que esta ha venido abriéndose espacios es debido a la calidad y seriedad de las investigaciones, unido a la conjugación del amor y dedicación con el que los profesionales de las distintas disciplinas la practican y el apoyo recibido por las autoridades del Ministerio de Salud Pública.1 Esta es una hermosa historia que no debe quedar olvidada. En la isla, la terapia floral entra a inicio de la década de los noventa, un tanto tarde si se la compara con otros países de la región que nos llevan hasta veinte años de delantera con la práctica de estas modalidades terapéuticas. En este momento se inicia gracias a la amigos, que de forma colaboración de numerosos desinteresada, vinieron a impartir cursos sobre esta nueva forma de tratamiento, lo que sucedió es que, además de estar muy dispersos, todavía eran pocos los que la conocían y menos los que la utilizaban.2 1 2 MINSAP De este primer momento existen figuras cubanas muy vinculadas actualmente al proceso que se sigue gestando, como son las doctoras Xonia López y Sol Inés Tena, el doctor Pedro Sastriques y la licenciada en enfermería Dolores Vicente en Ciudad de La Habana. En Matanzas, la licenciada en psicología Diana Franquiz; en Villa Clara la master en No es hasta 1997 que, gracias al Instituto “Finlay” de Vacunas y Sueros3 apoyado por el Ministerio de Salud Pública y en coordinación Complementarias Diplomado en con de el Instituto Argentina, Terapia Floral Superior fue con de impartido un total de Terapias un Curso 120 horas, fraccionado en tres módulos. De forma general participaron en varios de los módulos 209 profesionales y se diplomaron un total de 104 en toda la isla. Para octubre de 1998, fecha de clausura del último módulo del diplomado se presentaban 25 informes de investigación terminada, con resultados sorprendentes en el tratamiento de numerosas patologías, ya fueran anátomo-fisiológicas o psicológicas. Ante tan alentadores resultados las autoridades del Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba, en enero de 1999, oficializan la terapia floral como un Grupo Nacional unido al de Homeopatía y Microdosis,4que a su vez responde a la Dirección Nacional de Medicina Natural y Tradicional. Se eligió a la licenciada en psicología Alina Campos Puente5 como coordinadora nacional para la terapia floral, por la labor desempeñada en la organización de los cursos que se impartieron y la promoción de los resultados de las investigaciones de forma general. gerontología social Eloida Pedrosa y en Camagüey el licenciado en psicología Guido López. 3 En este momento hay que resaltar el papel jugado por la doctora Concepción Campa Huergo –directora de esta institución y eminente investigadora de nuestro país -, la cual creó en el departamento de Bioterápicos de su instituto las condiciones necesarias para hacer llegar los set de terapia floral a las distintas regiones donde hubiesen profesionales capacitados. 4 Como jefa del grupo fue seleccionada la doctora Gladys Fallat Machado. 5 Alina, a mi juicio, tiene el mérito de haber cohesionado a los terapeutas florales cubanos y mucho tuvo que ver su gestión, en la realización exitosa del congreso nacional y del diplomado. Una vez conformado el grupo de trabajo con todos sus integrantes, se comienza a acariciar la idea de realizar un diplomado de carácter nacional para capacitar a un número mayor de profesionales en esta modalidad de tratamiento. También, debido a la cantidad de investigaciones serias que comenzaban a acumularse, se plantea la necesidad de convocar un congreso nacional que agrupara a todos los florales del país para intercambiar terapeutas experiencias y darle promoción al diplomado que debía impartirse. En Febrero de 1999 contamos con la vista del doctor Eduardo H. Grecco, quien impartió un grupo de conferencias sobre la materia y se manejó por primera vez la idea de organizar el Cuba el VII Congreso Iberoamericano de Terapeutas Florales. Del 25 al 29 de octubre de 1999 se celebra, tras muchos meses de organización y trabajo, el Primer Congreso Nacional de Terapia Floral, en la sede del MINSAP, en Ciudad de La Habana. En el transcurso del mismo se impartieron diversos cursos pre-congreso, expusieron 85 como informes actividades de docentes investigaciones y se terminadas. Concluye el mismo con la información del diplomado nacional de terapia floral para el año 2000 y la difícil selección de los trabajos que nos representarían en el VII Congreso Iberoamericano de Terapeutas Florales. En diciembre del año 99, los profesores convocados para impartir el diplomado nos reunimos en la Habana para definir el programa docente.6 De este encuentro queda conformado el Primer Diplomado Nacional de Terapia Floral, constituido de cuatro módulos y un total de 250 horas: Dirigido a médicos, psicólogos, estomatólogos, licenciados en enfermería y en farmacia.7 En el primero de los módulos, con 50 horas de duración, se abordó el pensamiento teórico y práctico del doctor Edward Bach, los fundamentos científicos basados en las teorías de la física cuántica que dan explicación a la acción de las esencias florales, así como los aportes de la psiconeuroinmunología. Se describen las 38 esencias y los grupos emocionales y las reglas para el diagnóstico y prescripción de las mismas. El segundo módulo, con 50 horas, estuvo dedicado de forma general a una profundización en el método clínico y su aplicación en el campo de la terapia floral.8 El tercero, con la misma cantidad de horas, estuvo dirigido hacia un profundización en el conocimiento de las esencias.9 Debo decir que fue una experiencia maravillosa ver como todos, sin reservas, mostraban sobre el tapete todo lo que habían elaborado de forma individual para ponerlo en función de la obra colectiva que se estaba gestando. 7 Fue increíble el número de personas que acudían para matricularse y es que los resultados que están obteniendo los profesionales en sus consultorios han sido capaces de convencer hasta los más escépticos, si no a incorporarse a la terapia, por lo menos a guardar un respetuoso silencio. 8 De manera simultánea a los licenciados en farmacia y en enfermería, se les impartía un módulo para teniendo en cuenta el rol que cada una de estas especialidades estaba llamado a desempeñar. 9 Es en este momento que se dedica un espacio dirigido hacia el abordaje transpersonal de las mismas, propuesto por el doctor Ricardo Orozco, así como a los interesantes análisis de los arquetipos junguianos y esencias florales, realizado por los doctores Eduardo Grecco y Bárbara Espeche, entre otros interesantes temas que brindan una mayor claridad en cuanto a la utilización diferenciada de las esencias florales. 6 La última parte del diplomado, que contó con una extensión de 100 horas, estuvo íntegramente encaminada hacia la aplicación de la metodología de la investigación al campo de las esencias florales. Sobre todo aquellos temas relacionados con la implementación de ensayos clínicos, los estudios epidemiológicos y los aspectos éticos que deben ser tenidos en cuenta para estas investigaciones. En la culminación de este módulo, los alumnos presentaron por equipos, diversos proyectos de investigación10 que en la actualidad están siendo desarrollados. Metidos de a lleno como estábamos desarrollando los cursos, casi no nos percatamos de que la fecha del Congreso Iberoamericano que debía celebrarse en el Hotel Meliá Cohiba de La Ciudad de La Habana, estaba acercándose. Era un evento grandemente esperado por todos. Se le otorgaba la sede a Cuba, por ser el primer país en el mundo que, dentro de su sistema de salud, hacía oficial la terapia floral. El congreso fue el punto de partida para que los profesionales cubanos pudiésemos mostrar nuestros trabajos al mundo, contactar con una representación de lo más avanzado en el abordaje de las patologías (la visión holística), y conocer a muchas personas maravillosas que nos enseñaron sus experiencias, así como a los autores de la mayoría de los textos que habíamos revisado. En fin predominó un clima de amor y comprensión como pocas veces suele verse en eventos científicos. 10 Más de 250 en toda la nación. La historia está apenas comenzando y ya en otros eventos científicos, relacionados al campo de la salud, se van insertando trabajos de terapia floral. Una muestra de ello lo constituyó el III Encuentro Internacional de Psicólogos de la Salud (PSICOSALUD 2000), donde fueron aprobados siete trabajos desarrollados con las esencias florales. Actualmente el grupo nacional se encuentra enfrascado en la continuación de los cursos. En esta ocasión se busca, además de seguir aumentando el número de profesionales de la salud que incorpore a su práctica la terapia floral, profundizar en el conocimiento de otros sistemas florales como el de Bush y California. También y este es el principal objetivo, la utilización masiva del sistema floral “Arcoiris de Cuba”.11 Pero bueno, basta de decir tanto, ya que la mejor muestra de lo anteriormente expuesto la encontraremos a continuación en el resumen Nacional de de los trabajos Terapeutas llevados Florales al de Primer Cuba. Congreso Ahora ha transcurrido más de un año desde este evento y son muchas, nuevas y ricas las investigaciones que se vienen desarrollando, pero espero que este material sirva como punto de referencia. En fin: ¡Qué sean los terapeutas florales cubanos los que le den color a esta historia! Los cursos deben comenzar a partir de marzo del año 2001. Este sistema floral fue expuesto por vez primera en el Primer Congreso Nacional de Terapia Floral –1999- y luego en el VII Congreso Iberoamericano de Terapeutas Florales –2000-. Desde antes de estas fechas ya un grupo de profesionales han venido trabajando con el en sus consultas para que así pudiera quedar validada su eficacia con la experiencia clínica, antes de su masificación en todo el país. 11