Cerrillo Soto Mayra Alejandra Licenciatura en Filosofía Historia de la Filosofía Moderna 13/09/10 Ideas Innatas: Entre Descartes y Locke Un dilema que ha venido desde la antigüedad es si existen las ideas innatas o si somos como una pizarra en blanco. Aquí trataré con dos posturas contrarias: por un lado encontramos a Descartes, defensor de la existencia de las ideas innatas; por el otro lado, veremos a John Locke, que afirma que la mente es una hoja en blanco. Comenzaré con la teoría de Descartes, que nos dice que podemos considerar que una idea es verdadera cuando se presenta a nuestra intuición con evidencia, cuando es clara en sí; distinguida de otras y con un amplio grado de certeza, a grado tal de que pueda pasar por la prueba de la duda metódica. Descartes considera que gracias a causa de su evidencia, estas ideas pueden ser como postulados de un razonamiento científico. Este tipo de ideas serán muy simples, incluso obvias, como el que los cuerpos poseen una extensión. Las ideas simples no pueden ser desarrolladas, según descartes, a partir de un proceso sistemático, de pasos lógicos, sino que de inmediato aparece la verdad, consiste en una iluminación. Las ideas inmediatas son adquiridas pos simple intuición, la intuición es una forma de conocimiento inmediata. En palabras del propio Descartes: Por intuición entiendo no la inconstante aportación de los sentidos o el engañoso juicio de la imaginación, que crea siempre malentendidos y errores, sino un concepto de la mente pura y atenta tan obvio y evidente, que creemos firmemente en la inexistencia de duda alguna. Una pura intuición no puede estar equivocada. La intuición es entendida como un concepto de la mete pura, y es más verdadera que su misma deducción, y Descartes piensa que el hombre no puede realizarla incorrectamente. Descartes no limitó lo innato a los conceptos (como los de Dios, substancia o los conceptos matemáticos), también consideró que hay principios innatos o verdades eternas, por ejemplo en lógica y en física. Las proposiciones cosas que son iguales a una misma cosa, son iguales entre sí, o de la nada nada sale son principios de este tipo. Nuestras ideas claras y distintas de las naturalezas simples son innatas, y también lo es nuestro conocimiento de los principios universales y ciertos, y las leyes de la física. Esto fomenta la idea del carácter deductivo de las ciencias y un cierto olvido del experimento. La experiencia perceptual no permite nunca establecer nada con absoluta universalidad, y sin embargo tenemos verdades que se presentan como universales, luego éstas no pueden descansar en la experiencia sino en la naturaleza de la propia razón. John Locke, por su parte, cree que la mente es una hoja en blanco. Sostiene que el aprendizaje de la experiencia basta para explicar toda forma de conocimiento, todo lo que Descartes afirmaba que eran ideas innatas podían ser aprendidas en base a experiencia. Si se veían a los niños, a los locos o a los salvajes se encontraba que ellos no poseían ninguna de las nociones de las que hablaba Descartes, ninguno de ellos tenía conocimiento de Dios ni de los principios geométricos básicos. Así, en la experiencia Locke podía dar fin a la teoría de Descartes. La crítica de Locke al innatismo se centrará en demostrar la falsedad de la afirmación de que existe un consenso universal según el cual todos los seres humanos están de acuerdo el existencia de determinados principios especulativos y morales, de donde se seguiría que tales principios, (la idea de Dios, el principio de no contradicción, los principios morales), sería innatos. La hipótesis innatista es considerada inútil, poniéndolo de manifiesto con un ejemplo: se convendrá fácilmente que sería incongruente suponer que las ideas de los colores sean innatas en una criatura a la que Dios ha otorgado la vista y la capacidad de recibir estas ideas de los objetos exteriores mediante los ojos. Locke no concebía el hecho de que nosotros tuviéramos las facultades de adquirir el conocimiento y que el conocimiento ya estuviera en nosotros. Creía que hubiera sido inútil haber nacido con facultades y sentidos, ya que para Descartes no eran necesarios, sólo bastaba razonar un poco. El argumento de los cartesianos es que las ideas innatas deben ser aquellas que sean las ideas universalmente consideradas verdaderas, pero Locke refuta el argumento diciendo que no existen verdades universales. Considera que no hay ningún principio sobre el que todos los hombres convengan universalmente. Ni siquiera los principios lógicos pueden valer como principios universales, tal como todo lo que es, es y es imposible que lo que una cosa sea y no sea al mismo tiempo. Alega que no pueden ser consideradas universales porque la mayoría de la gente no tiene conocimiento de ellas. Todo el conocimiento nace de la experiencia sensible que se adquiere en el mundo exterior y de la reflexión interior. La experiencia es el fundamento de todos los conocimientos; de ahí se extraen sus orígenes primeros. Todas las materias del pensamiento los proveen desde las observaciones que hacemos tanto respecto a los objetos como a las operaciones interiores de nuestra mente, que percibimos y sobre los cuales reflexionamos. Otra tesis que sostiene Locke es que la mente no inventa ideas. La mete humana no inventa ideas, puesto que todos sus contenidos son atribuibles en último término a la percepción. La mente sólo se limita a relacionar los datos y observaciones que recibe del exterior. Locke clasifica las ideas en: 1. Simples: las recibe la mente pasivamente y pueden ser: Ideas de sensación: proceden de un sólo sentido. Ideas de reflexión: que son las percepciones(actos con punto de partida en una idea anteriormente recibida) y voliciones(actos de proponerse la realización de una idea) Ideas que provienen a la vez de la sensación y de la reflexión. 2. Compuestas: son fruto de un trabajo mental de combinar ideas modales, comparar ideas de relaciones y separar (abstraer) ideas generales y de sustancias. Para Locke, los conceptos generales sólo se forman por abstracción a partir de las percepciones. Ningún concepto general es innato. Hay ciertos conocimientos que se encuentran en la mente desde mucho tiempo atrás, lo que fue adquirido mucho tiempo atrás, tiende por costumbre a ser confundido con innato. Las verdades de esta especie se componen de ideas adquiridas. Si analizamos el ámbito de la moralidad encontramos un panorama similar respecto a los principios morales innatos. Lo más que podemos observar son tendencias naturales hacia ciertas formas de comportamiento, pero eso no son ideas innatas de los principios morales. Por lo demás, añade Locke: Las reglas morales requieren prueba, ergo, no son innatas. Otro motivo que me hace dudar de la existencia de principios prácticos innatos es que no creo que pueda proponerse una sola regla moral sin que alguien tenga el derecho de exigir su razón. Lo que observamos es una total disparidad de conductas, dentro de la misma sociedad, disparidad que aumenta si la comparamos con la de otras sociedades y otras épocas históricas, lo que basta para probar que no existen tales principios morales innatos, ya que si éstos existieran no podríamos encontrar tal disparidad en las Please download full document at www.DOCFOC.com Thanks