LA VIOLENCIA, HERENCIA O CONDUCTA APRENDIDA. Especialista del Hospital Hermilio Valdizán asegura que establecer pautas en la crianza ayuda a prevenir conductas violentas en los hijos. 01 de abril de 2014/RRPPII - HHV.- “El ser violento no es una carga necesariamente genética, lo que sí podríamos decir es que existe cierta tendencia genética en algunos niños a ser más irritables e impulsivos, lo que unido a una crianza en un ambiente de violencia, los puede predisponer a serlo”. Señala la Dra. Milagros Toledo, médico psiquiatra del Hospital Hermilio Valdizán, que entre los factores que favorecen conductas violentas son: crecer en un entorno familiar violento, con escasa comunicación y pobre supervisión; pertenecer a grupos con conductas violentas o con consumo de drogas, crecer en barrios violentos, entre otros. EL ROL DE LOS PADRES Los padres desempeñan un valioso papel para reducir la violencia al criar a sus hijos en hogares seguros, expresándoles afecto, estableciendo los límites claros, haciéndoles ver las consecuencias de sus conductas inadecuadas, en ese sentido, la Dra. Toledo explica que es necesario compartir más tiempo con los hijos y estar alerta ante cambios de conducta en especial en la adolescencia donde se requiere una mayor supervisión. La falta de responsabilidad en las actividades académicas, el llegar tarde a casa sin pedir permiso o sin comunicar dónde y con quién van a estar, podrían ser indicios que algo no está bien, “debemos estar atentos a los cambios de su estado de ánimo, a la presencia de lesiones físicas a los cambios en sus actividades,” asegura la especialista, quien también considera que los padres deben conocer a los amigos de sus hijos, saber que intereses comparten y si tienen supervisión en casa. Por otro lado, planear actividades con los hijos los hace sentir desde pequeños, que son parte importante de la familia y que su opinión es valiosa, fortaleciendo la unión y la comunicación familiar. Reglas de convivencia.Es necesario brindarles afecto, mantener una buena comunicación, estableciendo claramente las reglas y las actividades que debe cumplir, de modo que el niño o adolescente crezca seguro y sepa como actuar ante situaciones violentas. Oficina de Relaciones Públicas e Imagen Institucional Hospital Hermilio Valdizán