ESPECIAL 30 AÑOS 59 RIBAGORZA Diario del AltoAragón - Miércoles, 28 de septiembre de 2016 El turismo y la agroalimentación permiten resistir en la comarca 2 La trufa, un icono de la gastronomía de la Ribagorza. D.A. El inquebrantable espíritu de lucha de sus gentes ha permitido mantener el sector primario. Por ELENA FORTUÑO Despoblación. Muchos ribagorzanos partieron en las décadas de los 80 y 90 ante la amenza de construcción de embalses y solo 12.000 personas viven en el territorio. Patrimonio. El rico patrimonio comarcal impulsa el turismo, sector del que tira con fuerza el Valle de Benasque, referencia nacional. Infraestructuras. La reivindicación en materia de servicios es infraestructuras ha sido constante, y entre las demandas figura la mejora de la N-260 o de la N-230. L a Comarca de la Ribagorza ha vivido las últimas tres décadas marcada por la lacra de la sangrante despoblación -en parte motivada por la amenaza de la construcción de embalses-, pero también por la falta de servicios e infraestructuras, objeto de constantes reivindicaciones como la mejora de la N-260. Este amplísimo, agreste y hermoso territorio coronado por el rey Aneto, ha sido azotado por la violencia del agua del Ésera, desbordado en junio de 2013, y del fuego, con el gran incendio de Castanesa del año anterior, poniendo a prueba la resistencia de sus gentes, cuyo inquebrantable espíritu de lucha ha permitido mantener el sector primario, principalmente vinculado a la ganadería y la agroalimentación, y un brillante sector turístico, con el Valle de Benasque como referente nacional, al que sumar el rico patrimonio ribagorzano. Constituida en 2002, la Comarca de la Ribagorza se ex- tiende en un territorio de 2.459 kilómetros cuadrados en los valles del Ésera, el Isábena y el Noguera Ribagorzana y donde tan solo viven 12.000 personas. Muchos ribagorzanos partieron en las décadas de los 80 y los 90, ante la amenaza de construcción de embalses. Del Lorenzo Pardo en Campo a Comunet en Graus, un proyecto que fue sustituido en 1992 por el de Santaliestra, desestimado finalmente en 2004, tras una larga lucha. En estos últimos 30 años, los ribagorzanos han tenido que modernizar su sector primario, hoy muy vinculado a la ganadería y la agroalimentación, sobre todo en la zona oriental, en el entorno de Benabarre. Destacan los embutidos, los quesos, los chocolates artesanos y la trufa, cuyo mercado de Graus se ha reactivado en los últimos años. La truficultura ha ganado también peso entre los agricultores, a quienes se apoya desde el Centro de Experimentación de la Truficultura de Aragón, sito en la capital ribagorzana. El rico patrimonio comarcal, reflejo de su dilatada historia, ha sido objeto de numerosas actuaciones de rehabilitación. La plaza Mayor de Graus, el castillo de Benabarre, el Palacio de los Condes de Ribagorza de Benasque o el núcleo de Montañana son buenos ejemplos. El turismo de aventura ha ido al alza en los últimos años, consolidando los deportes acuáticos en el Ésera, en Campo; el parapente en Castejón de Sos; y la montaña y el senderismo en el Valle de Benasque, aunque también en otras zonas del territorio, donde se han puesto en marcha proyectos turísticos tan exitosos como las pasarelas de Montrebei, todo un fenómeno de atracción. El turismo religioso también ha ido ganando peso en los últimos años, al amparo principalmente del Santuario de Torreciudad, como parte de la ruta mariana, pero también gracias al templo budista Dag Shang Kagyu de Panillo. Paralelamente, se ha ido creando una amplia red de museos, donde destaca el de Juegos Tradicionales de Campo, al que se suman el de la electricidad de Seira o el de los Dinosaurios de Arén, entre otros menos específicos como el Espacio Pirineos de Graus. Muchos de estos enclaves han resultado ideales para rodajes de películas y spots. La reivindicación en materia de servicios e infraestructuras ha sido una constante en estos 30 años, dado el escaso peso político de una comarca despoblada y envejecida. Entre las principales demandas, ha seguido figurando la mejora de la N-260 en su tramo ribagorzano, que ha sido objeto de algunas mejoras en estos años, como el túnel de Campo, o el tramo comprendido entre Castejón de Sos y el Congosto de Ventamillo, en espera. Se sigue pidiendo mejorar la N-230. l El Aneto, un icono para el montañismo El Valle de Benasque se ha consolidado en las últimas décadas como un referente dentro de los destinos de montaña del sur de Europa, cada vez más ligado al deporte de primer nivel. Su belleza, abrupta y salvaje lo convierte en el principal foco turístico de la Comarca de la Ribagorza y en un enclave ideal para disfrutar de la montaña durante todo el año y para todos los gustos. Los amantes del esquí siguen apostando por el valle que propone disfrutar del esquí alpino en Aramón Cerler, en constante renovación; y del nórdico, en los Llanos del Hospital. Aumenta también la afición por el esquí de travesía, sobre todo en el imponente Parque Natural Posets Maladeta que, creado en 1994, alberga las cumbres más altas del Pirineo y conserva los glaciares más septentrionales de Europa, además de ibones y parajes de enorme belleza donde practicar, además, montañismo, senderismo o BTT disfrutando de singular flora y fauna. El coloso Aneto, emblema benasqués, ribagorzano y aragonés, es con sus 3.404 metros el rey de este espléndido entorno y un icono para el montañismo nacional. l E.F.