AMIGOS DE LA GRANJA EL AMOR PATERNAL DE OTRO En el establo, mis padres tenían unas cuantas gallinitas de Bantam. Había un gallo y diez gallinas. Durante un verano, tres de las gallinas se habían sentado para empollar sus huevos. Esto no era algo inusual; cada verano algunas de las gallinas se ponían a empollar. Pero esta vez, tres gallinas empollaban el mismo huevo! Ese sí que era un huevo bien cuidado! Tres semanas después, un tierno pollito de Bantam rompió el cascarón. En general, cuando un pollito rompe el cascarón, la gallina lo cuida obsesivamente, llamándolo a que la siga para buscar comida, enseñándole dónde hallar comida y agua. Pero cuando este pollito salió de su cáscara, las gallinas se fueron, pues cada una pensaba que el pollito le pertenecía a alguna de las otras dos. El pobre pollito quedó solito y debía cuidarse a sí mismo. No se preocupen! Muy cerca había un gallo Leghorn. En otro gallinero, mi madre criaba ocho gallos. Uno de ellos siempre era maltratado por los otros, así que mi madre lo sacó de allí y lo puso en el establo. Cuando este solitario gallo vio al pollito abandonado, lo adoptó. El pollito de Bantam creció fuerte y sano. Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos>> (Salmo 103:13, NVI). << Texto: Christi S. Lynch. Ilustraciones: Leila Shae. Diseño: Stefan Merour. Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2015