COMUNICADO DE PRENSA El estudio se publica en el Journal of Infectious Diseases La Fundación BBVA y el Hospital Clínic de Barcelona confirman el tratamiento intermitente como una eficaz estrategia preventiva contra la malaria La investigación ha demostrado que el tratamiento intermitente con sulfadoxina-pirimetamina (SP) es seguro, bien tolerado y reduce en un 22,2% los casos de malaria clínica en niños menores de un año. Este trabajo, llevado a cabo en 1.503 niños y niñas en el Centro de investigación en Salud de Manhiça (Mozambique), es un paso imprescindible para que la OMS generalice su utilización a corto plazo 11 de julio de 2006.- Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA, y Pedro Alonso, coordinador del Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona, han presentado esta mañana en la Fundación BBVA los resultados de un proyecto de investigación que se publicarán en el número de agosto del Journal of Infectious Diseases sobre la eficacia y seguridad del tratamiento intermitente preventivo en niños mozambiqueños menores de un año con sulfadoxina-pirimetamina, un antimalárico común y barato. En la rueda de prensa han participado también Clara Menéndez, responsable de la investigación, y Eusebio Macete, primer firmante del trabajo que se publicará en la prestigiosa revista de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas. La investigación impulsada por la Fundación BBVA y el Hospital Clínic en Manhiça (Mozambique) demuestra que el tratamiento intermitente con sulfadoxina-pirimetamina (SP) es seguro, bien tolerado y reduce en un 22,2% los casos de malaria clínica en niños menores de un año. El proyecto también está evaluando, con un millar de voluntarias embarazadas, el valor preventivo de la administración del tratamiento intermitente de la malaria sobre la anemia y parasitemia maternas, así como sobre la prematuridad y el bajo peso de los recién nacidos de madres con malaria. La malaria es una de las mayores causas de muerte en que causa cerca de 3.000 fallecimientos al día y que millones de personas afectadas por malaria severa en enfermedad, cuya incidencia es especialmente grave el mundo. Se estima existen más de 300 todo el mundo. Esta entre los niños, es responsable en África subsahariana de entre el 25 y el 30% de las muertes en menores de 5 años. Reducir el impacto que supone es imprescindible para facilitar el desarrollo y eliminar la pobreza en las poblaciones más vulnerables. El proyecto conjunto de la Fundación BBVA y el Hospital Clínic de Barcelona tiene como objetivo último combatir la enfermedad y la pobreza en países en vías de desarrollo. Impacto del tratamiento intermitente mortalidad en niños mozambiqueños de la malaria sobre la Aprovechando las visitas a centros sanitarios que realizan puntualmente los niños menores de un año para seguir la campaña de vacunación de la Organización Mundial de la Salud (Expanded Programme of Immunization), los investigadores les han administrado tres dosis consecutivas de sulfadoxinapirimetamina (SP). En el presente estudio han recibido el tratamiento intermitente con SP 1.503 niños a los 3, 4 y 9 meses de edad. Este fármaco está comercializado, es barato y de uso extendido para el tratamiento de los enfermos de malaria. Trabajos como el que se ha presentado hoy ponen de manifiesto sus posibles aplicaciones preventivas. Tras recibir un consentimiento informado, los investigadores codificaron la identidad de los niños y los repartieron al azar en dos grupos. Uno de ellos fue tratado con SP mientras que el otro recibió un placebo. La medicación se administró a doble-ciego (ni el investigador ni el sujeto sabían si se trataba del fármaco o el placebo) para asegurar la objetividad del proceso. Se facilitó a los padres una tarjeta plastificada con una fotografía para identificar a los niños en cada visita, y se insistía en la necesidad de llevarlos al centro de salud si se ponían enfermos. La seguridad del tratamiento se registró con visitas a domicilio pasada una semana de cada dosis de SP, y se extrajo una muestra de sangre un mes después de la segunda administración para evaluar la potencial toxicidad del tratamiento y el posible daño hepático. Después de un seguimiento temporal, los especialistas del Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona compararon los índices de contagio y mortalidad en los dos grupos para evaluar la efectividad de la profilaxis. También se comprobó, en un subgrupo de 600 niños incluidos en el estudio, que el tratamiento intermitente con SP no interfería en la respuesta a las vacunas administradas en la campaña de vacunación de la OMS. El uso de un placebo plantea un gran número de consideraciones éticas. En este ensayo que la Fundación BBVA y el Hospital Clínic de Barcelona impulsan en Mozambique los niños y niñas involucrados no sufrían ninguna enfermedad potencialmente grave. Por descontado, la participación en el estudio no les privaba de una medicación que necesitaran, ya que no se trataba de enfermos de malaria. En caso de contraer la enfermedad durante el estudio recibían el tratamiento establecido para combatirla sin demora alguna. El objetivo del ensayo ha sido evaluar la capacidad potencial de la SP para prevenir el desarrollo de una enfermedad. Para que los resultados obtenidos fueran objetivos era imprescindible la existencia de un control que permita comparar la nueva terapia con la situación actual. De esta información depende que las Agencias Internacionales de Salud aprueben la distribución del Tratamiento Intermitente de la Malaria de forma generalizada en todo el mundo. 2 Las posibilidades que tiene como profilaxis para prevenir el contagio de la malaria ya se demostraron a pequeña escala en Tanzania, donde se probó, sobre una muestra de 701 niños, que el tratamiento intermitente con sulfadoxina-pirimetamina administrado en colaboración con el programa de vacunación de la OMS mejoraba la supervivencia. Ahora, los resultados obtenidos en Mozambique renuevan las esperanzas, al comprobarse que el tratamiento intermitente con SP ha reducido la incidencia de malaria clínica en un 22,2% y el número de hospitalizaciones en un 19%. Por otro lado, no ha existido un efecto rebote en el número de casos de malaria tras la tercera y última administración preventiva de SP. Aunque los datos disponibles sobre la seguridad del tratamiento con SP en niños son muy escasos, no se han observado efectos adversos relevantes. Además, no se han detectado diferencias significativas entre el grupo experimental y el control en su respuesta inmunológica al programa de vacunación de la OMS, quedando inalterada su eficacia al introducir el tratamiento intermitente con SP. Otro dato positivo que merece nuevos estudios es el efecto de la administración de SP sobre la salud general de los niños tratados, ya que los síntomas gastrointestinales y respiratorios se redujeron durante el mes posterior a las dos primeras dosis de SP. Una de las ventajas del tratamiento es que se trata de una propuesta de administración sencilla por vía oral, que no requiere ninguna nueva infraestructura y es muy rentable por su coste-eficacia en comparación con otras opciones. Cada administración de SP tiene un coste aproximado de 2 dólares, incluyendo el coste del fármaco, su transporte y su distribución. El estudio será objeto de discusión a partir de septiembre en la Organización Mundial de la Salud que está tutelando y siguiendo de cerca todo el proceso. La intención del organismo internacional es aprobar una resolución en su próxima Asamblea General de 2007 sobre el uso generalizado del tratamiento intermitente para controlar la malaria. Efecto de la administración del tratamiento intermitente de la malaria en las mujeres embarazadas Las mujeres embarazadas son un colectivo con riesgo añadido ante un contagio de malaria. La malaria durante el embarazo es, en todo el mundo, una de las causas más importantes de partos prematuros y de bajo peso al nacer, y una de las principales causas de anemia materna severa. En ambos casos se traduce en un aumento de la mortalidad materna y perinatal. Se cree que, durante el embarazo, el secuestro de eritrocitos infectados por el parásito en la placenta afecta adversamente las funciones de este órgano, interfiriendo con el intercambio materno-fetal. La quimioprofilaxis con cloroquina que se ha propuesto durante años no ha dado los resultados deseados. Esto es debido a dos factores: la falta de cumplimiento de la medicación por parte de las mujeres tratadas y el aumento del nivel de resistencia del parásito al fármaco. La distribución de mosquiteras 3 impregnadas de insecticida, destinadas a minimizar la exposición de las mujeres al mosquito que transmite la enfermedad, tampoco ha aportado los beneficios que se esperaban. Por eso es necesario encontrar un sistema alternativo que defienda a las mujeres embarazadas contra el contagio de la malaria, sobre todo en zonas donde la enfermedad es endémica. El equipo de Pedro Alonso y Clara Menéndez está estudiando también con la colaboración de la Fundación BBVA las posibilidades del tratamiento intermitente de la malaria como estrategia preventiva en mujeres embarazadas. Cerca de 1.000 voluntarias del distrito de Manhiça, provincia de Maputo, colaboran en la investigación repartidas en dos grupos: un grupo ha recibido el tratamiento con sulfadoxina-pirimetamina, y el otro un placebo. Tras dar su consentimiento informado, la medicación se les administró cuando acudieron a la habitual consulta de atención pre-natal en el segundo trimestre y comienzo del tercer trimestre de la gestación. El ensayo está midiendo el balance entre los efectos beneficiosos sobre la madre (reducción de la anemia y de los partos prematuros y de bajo peso) frente a sus posibles efectos dañinos (alteración de la respuesta inmunológica en las madres). Paralelamente, el estudio evalúa si este tratamiento mejora la protección que ofrecen las mosquiteras impregnadas de insecticida al combinar ambas estrategias de profilaxis. Los resultados serán publicados en breve y serán la base de nuevas decisiones estratégicas por parte de las Agencias Internacionales de Salud. Primer centro de investigación sobre enfermedades infecciosas El Hospital Clínic de Barcelona puso en marcha en Manhiça (Mozambique) el primer centro español de investigación sobre enfermedades infecciosas y tropicales en 1998 con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional. La OMS lo ha elegido ahora como centro piloto en el ensayo que evalúa la aplicación a gran escala del Tratamiento Intermitente de la Malaria con finalidades preventivas. El Centro de Investigación en Salud de Manhiça, dirigido por Pedro Alonso, controla el desarrollo de la investigación que impulsa la Fundación BBVA en la provincia mozambiqueña de Maputo (distrito de Manhiça). Barcelona también fue la ciudad escogida en el 2004 por el Consorcio para el Tratamiento Intermitente Preventivo en Niños (IPTi en inglés) para fijar la sede de su secretariado ejecutivo, una decisión en la que tuvo una gran influencia el que ya estuviera en funcionamiento el proyecto en el que participa la Fundación BBVA. Si desea más información, puede ponerse en contacto con los Departamentos de Comunicación de la Fundación BBVA (915 376 615 y 944 874 627) y del Hospital Clínic de Barcelona (932 275 700) 4