LAS RELACIONES ENTRE EL SUJETO Y EL OTRO. LA TEORIA SEXUAL ENTRE FREUD Y LACAN( MARTINEZ. 10180) Para Lacan el Otro juega un doble papel: Por un lado se tratara del Otro maternal, que establece y posibilita la existencia del Estadio del Espejo y del circuito de la demanda. Por otro lado, el Otro se presenta bajo la forma del Padre. FREUD Y LA SEXUALIDAD HUMANA La sexualidad humana tiene una historia. Es a expensas de ella que el sujeto construye su sexualidad. En esa historia lo primero que hayamos es la sexualidad infantil, que esta dotada de una serie de caracteres: Irrumpe en un mal momento, traumatizando al sujeto, ya que este no logra hacer con ella nada psíquicamente valido( y esto en la medida en que, por una pare, no tiene a mano las vías de descarga eficaces, y por otra, no cuenta con un bagaje representacional que le permite ligar esa energía). Es perversa, en la medida en que no puede cumplirse con el cometido propio de la sexualidad humana: la reproducción. En Freud encontramos una definición de la sexualidad humana dividida en dos tiempos: el primero traumático y pregenital. El segundo genital y normalizado. Esta normalización no depende de la naturaleza del instinto sino, al contrario, de una serie de normas que actuaran sobre el sujeto reduciendo su sexualidad inicial, infantil, perversa polimorfa y dada a la búsqueda de satisfacciones autoeróticas, hacia una sexualidad normalizada, ordenada en torno a lo genital y a un modo de satisfacción que implica un objeto. Por lo tanto, vemos que el la obra de Freud el Otro, ocupa un doble lugar con relación a los tiempo de la sexualidad: en relación al primer tiempo, el Otro es el seductor, es el quien introduce la sexualidad en el niño; y en el segundo tiempo, el Otro será el encargado de sostener la norma que reorganiza el campo. Para estudiar las vías de esta normalización proponemos un ordenamiento a través de dos caminos: 1. Por una parte, todo aquello que Freud denomina diques, y que operan fundamentalmente sobre los fines de la sexualidad infantil. 2. Por otra parte, los complejos de Edipo y de Castración, que habrán de operar sobre las primeras elecciones de objeto que realiza el niño. Los diques -El goce oral. El destete y la frustración. La satisfacción sexual que el niño obtiene del chupeteo se establece a la manera de un plus sobre la satisfacción de las pulsiones de autoconservación. En ese terreno, será el destete la operatoria que, desde el lado de la norma, introducirá un primer dique que buscara obligar al niño a renunciar al goce inherente al chupeteo, para avanzar por el camino de la sexualidad infantil. -El goce sádico anal. Para Freud la oralidad se continúa en la fase que califica como sádico anal. El goce en juego en esta etapa es, por una parte, aquel que el niño puede ejercer, a partir del pleno dominio de su musculatura, sobre los objetos del mundo, sumando a este goce del dominio, la posición y la destrucción, otro que proviene de la pulsión de saber. En la descripción freudiana, surge una conjugación entre el modo sádico de aprehensión del objeto(dominio, destrucción), y una suerte de plus vinculado con el deseo de saber que se origina en su curiosidad sexual. Freud enumera diques que operan sobre esta etapa, tales como la vergüenza y el asco, sentimientos que provocan una inhibición en el movimiento hacia el objeto y en la obtención del goce. Estos diques parecen ser los modos a través de los cuales la norma interviene para lograr que la libido avance en sus formas de satisfacción, evitando fijaciones y creando un empuje hacia nuevas metas y nuevos objetos. Los complejos de Edipo y de Castración La moral que Freud deduce del complejo de Edipo, hace responsable aquel sujeto de la existencia de esos deseos, y lo lleva a proponer, como tarea fundamental del sujeto en su pubertad, el desligarse de sus padres, esto es desligar de su madre sus deseos libidinosos, haciéndolos recaer sobre un objeto real no incestuoso y reconciliarse con el padre, si ha conservado con el alguna hostilidad. Los neuróticos fracasan completamente en el logro de esta tarea. Freud explica la neurosis en términos de una fijación: el sujeto mantendrá su libido ligada a viejos modos de satisfacción ( anal en el caso de la neurosis obsesiva), o bien a los objetos incestuosos(en el caso de la histeria), sin encontrar los medios que le permitan arribar a una sexualidad normal. GENESIS DE LAS RELACIONES DEL SUJETO Y EL OTRO Lacan, a las relaciones del sujeto con el Otro las analiza a través del concepto de la demanda para deducir los efectos que acarrean en el sujeto. La demanda supone: a). El ingreso del viviente al campo simbólico por imposición del Otro. b). Una perdida que nombra de diversas maneras: perdida de la necesidad, del ser natural, de la libra de carne, que finalmente se convertirá en el objeto a. c). El Otro definido como completo y omnipotente. Para Lacan el Otro introduce el campo simbólico a través de significantes, que modifican la supuesta relación natural del viviente con los objetos de sus necesidades. A su vez, esta intromisión del significante crea la posibilidad de emergencia del deseo. Para Lacan no es la naturaleza biológica de la pulsión la que determina los estadios(oral, anal, genital), sino la introducción del significante por parte del Otro. Tampoco propone una secuencia genético-evolutiva, escalonada en el tiempo, sino un reparto ordenado de la siguiente forma: FALO Anal Mirada Oral voz Recorramos los escalones de esta serie: 1. Demanda oral. Si bien esta demanda parte del sujeto y se dirige al Otro, la creación de su circuito es obra del Otro. El significante produce un corte que separa el objeto(pecho) y la zona erógena (boca). El significante organiza el cuerpo, erogenizandolo. No hay demanda, ni recorrido pulsional, sin que previamente se instale una perdida, que en este estadio se denomina destete. El objeto perdido en la ocasión(pecho), reúne a su vez los siguientes caracteres: a) era originalmente una posesión del niño, y el lo cede. b) es una versión de lo que Lacan llama objeto a; c)organiza el recorrido de la pulsión oral, que lo contornea. El seno no es el Otro, no es el vinculo del Otro que hay que romper. Por eso es la primera forma del objeto transicional eb el sentido de Winnicott, la forma que hace posible su función. Sin embargo, esta descripción de lo oral es la que podría sostenerse desde el punto de vista del observador. Para el niño, por lo contrario, el objeto oral es vivido como perteneciente al Otro. 2. Demanda anal. El excremento entra a la subjetivación por medio de la demanda del Otro, representada en esta ocasión por la madre. Se le pide al niño que retenga. Se le exige que retenga demasiado tiempo. Luego se le dice que lo suelte, siempre bajo demanda. La demanda anal se estructura en dos tiempos: en el primer tiempo es admirada, en el segundo tiempo es repudiada. De esta forma la sucesión de las demandas oral y anal construyen las relaciones entre el sujeto y el Otro. Cada una de estas demandas presentan un sentido inverso, una respecto a la otra: en la demanda oral es el niño el que demanda un objeto que supone en el Otro; en la demanda anal es el Otro el que demanda al niño la producción de un objeto, que el niño imagina que aporta al Otro una satisfacción. Pero Lacan insiste en subrayar que ambos objetos(el oral y el anal) pertenecen originariamente al niño, y que la intervención del Otro produce un corte respecto a ese objeto, y por tanto una perdida. 3). Falo-Castración. La castración es una de las modalidades de la falta de objeto, en la que el Padre Real ejerce su función para desalojar al niño del lugar de objeto(imaginario) que ocupa en el deseo de su madre. En este sentido, el objeto que se pierde es el falo imaginario, que no era una posesión del niño, sino el lugar con que este se identifica. El falo asume así un estatuto simbólico, y por tanto la operación de castración implica a su vez la Asunción, por parte del sujeto, de un posición sexuada que nada le debe al orden anatómico. De este modo, las relaciones del sujeto con el Otro logran ir mas allá del circuito de las demandas, para situarse en el plano del deseo, que se articula con el significante de la falta en el Otro, y por tanto con un punto en donde el Otro ya no puede responder. APLICACIONES EN PSICOPATOLOGIA El modelo regresivo Freudiano se basa en una hipótesis que emparentaba el sufrimiento del origen psíquico con una tendencia del aparato psíquico a repetir modalidades de satisfacción pulsional a las que quedaba fijado. La concepción que Lacan introduce parte de otros supuestos: el conflicto psíquico no es entendido como una lucha entre tendencias culturales y tendencias pulsionales, pues la inserción del sujeto en el campo del lenguaje modifica para siempre su supuesta naturaleza. Lo específicamente humano hay que pensarlo a partir de los efectos que el lenguaje produce, y de allí la importancia que cobran las relaciones entre el Sujeto y el Otro, representante del orden del lenguaje. Así por ejemplo, si el modelo regresivo permitía pensar a la neurosis obsesiva como un cuadro clínico que se originaba en una fijación de la pulsión a la etapa sadico-anal, siendo los síntomas manifestaciones de la lucha entre esa modalidad de satisfacción y la oposición del yo a que ella se realice, el modelo estructural que propone Lacan hará hincapié en el peso que adquiere, en el discurso del paciente, cierta forma típica de relacionarse con el Otro, en la que tomara predominio la lógica de la demanda anal.