LA EDUCACION DEL CORAZON En este libro, el Dr. Ramón Gallegos se centra en la sociedad actual que no permite la realización humana porque resulta muy complejo considerar todos los factores que implica. De aquí la necesidad de trascender la idea convencional de la educación para desarrollar seres humanos integrales que sean capaces de considerar aspectos tales como la sustentabilidad, el desarrollo equitativo, la integridad, la individualidad y la genuina espiritualidad. Gallegos Nava describe lo que la educación significa con relación al aprendizaje, la ciencia, el medio ambiente y la espiritualidad donde todos los participantes en el proceso de aprendizaje significativo independientemente de su rol aprenden. El presente artículo, pretende difundir de manera sencilla la obra del Dr. Gallegos, cuidando en todo momento la profundidad y el espíritu original. Al mismo tiempo se pretende, sirva de inspiración para despertar en los lectores la sensibilidad suficiente para ofrecer todo el potencial del que somos capaces para promover una vida mejor para trascender los paradigmas de la sociedad caótica y compleja que nos ha tocado vivir. Introducción: La educación holista es una alternativa a la creencia de que la educación es un proceso esencialmente académico de desarrollo de habilidades cognitivas, donde se busca que los alumnos acumulen el mayor número de conocimientos, sin proporcionales una guía espiritual para saber como usar lo aprendido en beneficio de todos. Como educadores hay que buscar la manera de formar seres humanos en equilibrio, con conciencia ecológica y actitud compasiva que puedan construir, mantener y vivir en una sociedad sustentable que garantice y mejore las condiciones de vida del planeta para las generaciones futuras. Como seres humanos tenemos una serie de capacidades excepcionales y la educación holista proporciona una guía para vivir nuestra espiritualidad, nuestra inteligencia, la creatividad bajo un contexto de amor por nosotros mismos y por el entorno, ya que ofrece una visión multidimensional de la educación nutriendo el corazón, la mente y el espíritu. La visión de la educación actual Hay muchas caras de la inteligencia que escapan a la comprensión de los modelos educativos actuales, donde cuantificamos que tanto aprende una persona en un periodo de tiempo a través de un número. No hay lugar para hablar de amor y menos de espiritualidad en las escuelas publicas. En el modelo convencional, propiciar un mayor acercamiento con el alumno se entiende como una perdida de autoridad del maestro sobre el alumno. El estereotipo de buen maestro es de aquel que reprime y mantiene controlado a un grupo, usando si lo cree necesario, el miedo y las amenazas para crear un ambiente de “disciplina “. Existen muchos prejuicios en la educación. El maestro no quiere enseñar porque piensa que los alumnos no quieren aprender, el alumno no quiere ir a la escuela porque no le agrada el maestro, y, cuando nadie quiere desempeñar el rol que le toca, tenemos los resultados a la vista. Maestros que llegan malhumorados a trabajar, alumnos que se duermen en las clases, deserción escolar y cosas aun peores, violencia en las escuelas, entre los alumnos, alumnos contra maestros, alumnos contra padres, padres contra maestros. Tal parece que educar se ha vuelto un proceso donde todos están contra todos. En educación holista el aprendizaje no es una función puramente cognitiva, no es algo que sucede solo en la cabeza, es un proceso emocional, físico y espiritual. Aquí la enseñanza es vista como un apoyo al aprendizaje, no como su controlador. Por tanto se hace evidente la necesidad de generar un cambio en estos modelos, incorporando ideas desechadas por mucho tiempo, de ahí el surgimiento de la educación holista. La visión de la educación holista trata de desarrollar la inteligencia global en los procesos de aprendizaje, estos ocurren dentro de un contexto de comunidad. La comunidad de aprendizaje como espacio educativo integral debe parecerse a una familia en armonía. Las comunidades de aprendizaje son un espacio para la realización del individuo, donde encuentra apoyo, comprensión y estímulo para su experiencia espiritual, donde tiene las condiciones adecuadas, la asesoría y los compañeros para permitir el surgimiento de la verdadera espiritualidad transformadora. En el modelo educativo tradicional se considera que inteligencia es la capacidad de resolver problemas y crear productos que son valorados por una comunidad determinada, mas no se considera que toda habilidad deba ser usada para el bien de todos los seres. En las definiciones tradicionales de inteligencia, esta se concibe como la capacidad para manejar una situación determinada, pero siempre desligada de un sentido moral o espiritual, son definiciones elaboradas sin sensibilidad humana. La inteligencia holista es la capacidad de discernimiento para reconocer la acción responsable. Está ligada incondicionalmente a los valores humanos ya que la verdadera inteligencia es esta conciencia de preservar y honrar la vida usando nuestras habilidades, reconociendo nuestra interdependencia y las acciones que la destruyen. La teoría de los estilos de aprendizaje señala que los seres humanos tenemos estilos de aprendizaje diferentes, son formas naturales en que la mente conoce el Cosmos, ya que el aprendizaje es un proceso social, físico, emocional, cognitivo, estético, y espiritual. Los estilos de aprendizaje son la expresión de la importancia de la individualidad en la educación, lo cual no permite su estandarización. El objetivo de la educación holista es avanzar de una conciencia fragmentada a una conciencia de totalidad, con gran apego a los valores humanos tales como generosidad, cooperación, interdependencia y conservación. La educación holista considera también como un aspecto importante la situación emocional de los estudiantes. Muchos de ellos no aprenden porque se encuentran en un ambiente lleno de presión, problemas familiares, depresión, lo cual le imposibilitan socializar, mostrarse cooperativos y trabajar en equipo. Integridad educativa significa fortalecer la comprensión mutua, enriquecer el sentido de vida, de pertenencia, profundizar la solidaridad, incrementar nuestra capacidad de amar, revitalizar el aprendizaje significativo, desarrollar la inteligencia global, aprender a ser, profundizar el autoconocimiento, despertar y realizar la propia espiritualidad. La integridad educativa se refiere a los valores, concepción y profundidad de la educación y por otra parte la calidad educativa hace referencia a la administración, financiamiento, infraestructura material, etc., siendo diferentes, pero igual de necesarias. La educación holista debe ser un acto de amor donde no exista el miedo, la comparación o la amenaza y esto se logra a través de la compasión, ya que su propósito final es la evolución de la conciencia para hacer posible el desarrollo armónico de todas las capacidades del ser humano. La espiritualidad es el corazón de la educación holista, ya que esta no se basa en creencias religiosas, ni depende de una cultura, es universal, un sentimiento de pertenencia con el cosmos a través del conocimiento de uno mismo. Debemos diferenciar la espiritualidad de la religión, la religión es una organización social basada en la fe, la autoridad, los ritos, la doctrina, parten de creencias religiosas. Ahora bien, creer o no creer en Dios no hace a una persona bondadosa, en nombre de Dios se han realizado infinidad de sacrificios a lo largo de la historia (guerras o los procedimientos que utilizaba la inquisición), por lo que resulta importante remarcar que tener creencias religiosas no implica necesariamente espiritualidad. Por todo lo anterior , se puede decir que educar con el corazón significa amar a los estudiantes, interesarse genuinamente en ellos, tratarlos con generosidad, respetarlos, escucharlos, ya que es la única manera de formar personas compasivas que vivan con valores universales para aliviar el sufrimiento de todos los seres. Bibliografía para la realización del ensayo La educación del corazón. Doce principios para las escuelas holistas. Ramón Gallegos Nava Primera edición. 2001. Mexico