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frutales
de carozo
Déficit de Frío en Duraznero
Se prevé que las características del invierno 2001 provocarán
trastornos en la producción de duraznos y nectarina en el noreste
de la provincia de Buenos Aires. Si así fuera, este daño fisiológico
afectaría la rentabilidad de los productores.
Evaluación preliminar para la Campaña 2001-2002
La deficiente acumulación de frío
durante el período de reposo invernal es
un factor perjudicial y a veces limitante
para el buen comportamiento vegetativo
y productivo de los frutales caducifolios.
Cuando las plantas no acumulan adecuadamente el frío necesario durante el
período de reposo, sufren una serie de
desórdenes fisiológicos, más o menos
graves, que afectarán negativamente su
producción. Esto se puede observar en
un buen número de los cultivares de
durazno y nectarina plantados en el NE
de la provincia de Buenos Aires y se relaciona estrechamente con las características de frío invernal ocurridas durante el
2001.
En los climas templados, el ritmo de crecimiento estacional de los frutales está
condicionado fundamentalmente por las
temperaturas, distinguiéndose claramente durante el ciclo anual, dos períodos:
el de actividad vegetativa que comienza
a finales de invierno o principios de primavera y que finaliza en otoño con el
cese aparente de toda actividad y el
período de reposo que se inicia a finales
de otoño y se extiende hasta los últimos
días del invierno o principios de primavera, con el comienzo de la actividad
vegetativa.
Ings. Agrs Gabriel
Valentíni, Luis Arroyo
y Agrometeorólogo
Raúl Uviedo
INTA San Pedro,
Buenos Aires
fundo del que no salen hasta tanto no
hayan experimentado suficiente cantidad
de frío invernal.
Las especies caducifolias son originarias
de climas con estaciones definidas; el
período de reposo constituye un mecanismo natural de defensa a las bajas
temperaturas que ejercen su acción o
efecto fisiológico durante un tiempo
cuya longitud depende, principalmente,
de los valores térmicos y de la variedad,
y que se traduce en una normal floración
y brotación a finales de invierno o principios de primavera.
Las necesidades de frío invernal se han
medido tradicionalmente a través del
concepto de horas-frío, que se definen
como el número de horas que, durante el
período de reposo invernal, la planta
pasa a temperaturas menores o iguales a
un umbral que ha sido fijado en 7ºC.
Algún tiempo después de haber cesado el
crecimiento de verano, comienza a instalarse en la planta el reposo, que cumple
con una serie de etapas hasta que, cuando se produce la caída de las hojas, las
yemas están en un estado de reposo pro-
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frutales
de carozo
Es importante resaltar que otros factores
ambientales, distintos de las bajas temperaturas, como por ejemplo la intensidad luminosa, pueden influir sobre la
salida del reposo invernal, aunque son
las temperaturas y su régimen el factor
de mayor peso en el proceso.
Con relación a esto último, no todas las
temperaturas por debajo del umbral considerado tienen el mismo efecto, incluso
pueden contrarrestar horas-frío cuando
superan un determinado nivel durante el
período de reposo. Las variaciones de
temperatura durante el invierno actúan
sobre la evolución del reposo.
Valores por encima de 18ºC y, más aún
los superiores a 21ºC, afectan negativamente el desarrollo del reposo, lo que
puede ser revertido por períodos posteriores de bajas temperaturas. En este
último caso serán necesarias mayor cantidad de horas-frío durante el invierno
que cuando no ocurren altas temperaturas.
Las temperaturas que se consideran elevadas durante el invierno y óptimas para
la acumulación de frío, varían con el
estadio de desarrollo del reposo.
Temperaturas elevadas al comienzo del
reposo tienen mayor efecto inhibidor,
mientras que son menos perjudiciales
cuando se producen a finales del período
de reposo, luego de haber acumulado
una buena cantidad de horas-frío.
Lo mencionado ha conducido al desarro-
llo de otros modelos, más flexibles en
comparación al de horas-frío, para la
estimación de las necesidades de frío
invernal y que consideran la efectividad
relativa de los valores térmicos, desde el
punto de vista de la acumulación, con el
fin de lograr una mejor interpretación
del comportamiento de las variedades.
En este sentido, se desarrollaron modelos que plantean el concepto de unidades-frío, que comprenden unidades parciales, acumuladas con temperaturas
ubicadas alrededor de un óptimo que
acumula una unidad completa y valores
con efecto detrimental sobre la acumulación.
¿ PORQUÉ SE PRODUCEN ESTOS
DESÓRDENES?
Cuando la exigencia de frío invernal no
es satisfecha adecuadamente, se presentarán en la siguiente época de crecimiento desórdenes fisiológicos de diversa importancia que se traducirán negativamente sobre el manejo y el rendimiento comercial del cultivo. La intensidad
de los perjuicios será función del déficit
de frío que la planta haya sufrido.
Entre los síntomas típicos provocados
por el insuficiente frío invernal se
encuentran: el retraso en la apertura de
yemas; la brotación irregular y dispersa
tanto en las yemas de flor como en las
de madera, cuando la deficiencia de frío
es importante; el bajo porcentaje o
retraso en la brotación de yemas laterales; la anticipación relativa en la brotación de las yemas terminales; la fuerte
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dominancia apical que ocasiona inhibición del crecimiento de las brotaciones
laterales, atraso en el inicio de la producción en las plantas jóvenes, y bajo potencial productivo; la caída de yemas: que es
el efecto más grave que puede provocar la
falta de frío en inviernos suaves.
Otras anormalidades de crecimiento provocadas por la falta de frío invernal son:
a) aborto del estilo,
b) alteraciones en el desarrollo del
polen,
c) deformaciones de hojas,
d) aparición de pistilos múltiples que
originan frutos dobles,
e) "chamuscado" de yemas que mueren
antes de desarrollarse el brote.
ANÁLISIS DE LOS DATOS REGISTRADOS
La primera observación que se desprende
de los datos registrados es que la acumulación de frío durante el período de reposo invernal (mayo-agosto) fue inferior al
promedio histórico (serie 1966/2001) y a
los valores acumulados en los años 1999
y 2000, cualquiera sea el modelo de acumulación considerado. La diferencia respecto al promedio histórico fue mucho
más notoria al considerar el modelo de
Unidades-frío en comparación al de
Horas-frío (Fig. 1 y 2).
Durante el período mayo-agosto de 2001,
las temperaturas medias y máximas diarias (Fig. 3 y 4) alcanzaron valores relativamente elevados que permiten suponer la ocurrencia de lapsos donde los
valores térmicos tuvieron efectos negativos sobre el comportamiento fisiológico
de las plantas.
Por otro lado, las temperaturas medias
diarias decádicas durante el período
mayo-agosto fueron, en general, superiores al promedio histórico y presentaron
valores perjudiciales sobre la acumulación al comienzo y al final del reposo.
La marcha de la acumulación de
Unidades-frío (Fig. 2) muestra claramente los lapsos durante los cuales hubo un
balance negativo de unidades efectivas
para la acumulación, tanto al comienzo
como al final del período de reposo.
Este hecho está reforzado por la ocurrencia de altas temperaturas máximas y
medias diarias, con efectos detrimentales
sobre la acumulación previa (Fig. 3 y 4).
OBSERVACIONES Y CONCLUSIONES
En plantas ubicadas en las colecciones y
lotes de ensayos de la EEA San Pedro se
presentaron desórdenes ligados a las
HF acum
Figura 1: Acumulación de horas-frío. Mayo-agosto.
Años 99-00-01.
600
550
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
546
HF ACUM 99
496
HF ACUM 00
HF ACUM 01
383
445
310
243
181
73
15
126
39
05- 05- 05- 05- 05- 05- 06- 06- 06- 06- 06- 06- 07- 07- 07- 07- 07- 07- 08- 08- 08- 0805 10 15 20 25 30 05 10 15 20 25 30 05 10 15 20 25 30 05 10 15 20
Fecha
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deficiencias, cuanti y cualitativas, en la
acumulación de frío invernal. Se observó
una floración retrasada y extendida además de una foliación atrasada, despareja
y de baja intensidad. Es común la desuniformidad en el desarrollo de los frutos, la existencia de ramas con frutos
cuajados y desprovistas de hojas.
La gravedad de los desórdenes descriptos
varió según los cultivares, si bien se
acentuaron en aquellos de medianos y
altos requerimientos de frío para la zona.
Como consecuencia de las características
climáticas durante el período de reposo,
es razonable prever dificultades en la
toma de decisiones para la ejecución de
operaciones culturales como así también
la ocurrencia de perjuicios en la próxima
campaña, ligados principalmente a la cantidad y la calidad de la fruta producida.
Figura 2: Acumulación de unidades-frío. Mayo-agosto.
Años 99-00-01.
1000
900
796.2
741.1
800
654.6
700
555.3
600
462.9
500
385.4
400
262.9
300
176.4
200
100.4
100 28.1 48.6
0
05- 05- 05- 05- 05- 05- 06- 06- 06- 06- 06- 06- 07- 07- 07- 07- 07- 07- 08- 08- 08- 0805 10 15 20 25 30 06 10 15 20 25 30 05 10 15 20 25 30 05 10 15 20
Fecha
Figura 3: Temperaturas máximas diarias. Período mayoagosto. Años 99-00-01.
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Figura 4: Temperaturas medias diarias.
Período mayo-agosto. Años 99-00-01.
Fecha
Bibliografía
idiaXXI
89
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