No. Registro: 162792 Tesis aislada Materia(s): Civil

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No. Registro: 162,792
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXXIII, Febrero de 2011
Tesis: I.4o.C.305 C
Página: 2346
LIQUIDADOR. LA INSTITUCIÓN DE CRÉDITO DECLARADA EN QUIEBRA NO
PUEDE DESEMPEÑAR ESE CARGO.
La interpretación sistemática de los artículos 229, fracción II y 238 de la Ley General
de Sociedades Mercantiles; 75, fracción XIV, del Código de Comercio, 46 de la Ley de
Instituciones de Crédito y 169 de la Ley de Concursos Mercantiles, entre otros, permite
afirmar que la institución de crédito declarada en quiebra carece de facultades para
conservar el nombramiento de liquidador que ostentaba antes de ser declarada en
estado fallido. En relación con la liquidación de las sociedades, el artículo 238 de la
Ley General de Sociedades Mercantiles prevé la revocación del nombramiento de
liquidador por acuerdo de los socios; sin embargo, dicho cuerpo normativo no contiene
disposición expresa sobre los casos en que cesa tal nombramiento ante la
imposibilidad de que el titular de ese cargo continúe con su ejercicio, por ejemplo, en
caso de muerte, quiebra, interdicción, inhabilitación o renuncia. No obstante la falta de
disposición expresa, existen casos en que la cesación del cargo de liquidador es
evidente, por ejemplo, por la muerte del titular o por la declaración en estado de
interdicción, cuando quien realiza la función es una persona física; empero, con la
declaración de quiebra del liquidador, el asunto se torna de mayor dificultad, pues los
alcances de tal declaración en el caso de una persona física no son los mismos que
cuando se trata de una persona jurídica, ya que en uno y otro caso, las facultades y
atribuciones que conserva el fallido son diferentes porque son también diferentes sus
capacidades y sus patrimonios. En el caso de los entes jurídicos, su razón de ser
radica en la persecución del fin para el que fueron creados, pues es a partir de ello que
la ley les otorga facultades para su realización, de suerte que si ese objeto se agota o
se torna imposible de realizar, la sociedad se disuelve, como lo prevé, por ejemplo, el
artículo 229, fracción II, de la Ley General de Sociedades Mercantiles. En el caso
específico de las instituciones de crédito, su objeto primordial es la prestación del
servicio de banca, entre cuyas operaciones puede encargarse de la liquidación judicial
o extrajudicial de negociaciones, establecimientos, concursos o herencias. Sin
embargo, con motivo de la declaración de quiebra, ese tipo de instituciones ve
suspendida su capacidad de ejercicio y, por ende, se encuentran imposibilitadas para
continuar con la realización de su objeto. En ese tenor, si la representación de una
sociedad en liquidación forma parte de su objeto como sociedad mercantil, al
imposibilitarse su ejecución por disposición de la ley, no le es dable ejercerla. De
manera que, si no es posible ya que la institución de crédito continúe prestando el
servicio de banca, es evidente que no cuenta ya con la facultad de seguir fungiendo
como liquidadora, por ser ésta una facultad derivada de aquél.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 146/2010. Instituto para la Protección al Ahorro Bancario. 3 de
junio de 2010. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata.
Secretaria: Mireya Meléndez Almaraz.
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