220-18577 Asunto: Nombramiento del Liquidador y de la Junta asesora Con toda atención se refiere el despacho a su petición radicada con el número 498.425-0 de abril 3 de 2001, donde expone algunos cuestionamientos relacionados con el nombramiento del liquidador y el funcionamiento de la junta asesora del liquidador. Sea lo primero señalar que cualquier inconformidad con la actuación que en sede judicial adelante la Superintendencia de Sociedades debe ser debatida en esta misma instancia y utilizando para ello los instrumentos procesales otorgados por la ley. No es por tanto procedente debatir aspectos judiciales mediante consultas elevadas en ejercicio del derecho de petición. No obstante, y emitiendo un pronunciamiento con el alcance dado en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo es conveniente señalar lo siguiente: 1. El nombramiento del liquidador es una función privativa de la Superintendencia de Sociedades (artículo 162 de la Ley 222 de 1995), de la lista elaborada por la entidad, la cual es integrada por personas que cumplen los requisitos exigidos en la ley y que no se encuentren inhabilitadas para el ejercicio del cargo. Si alguna de las partes intervinientes está en desacuerdo con el nombramiento podrá mediante el recurso pertinente exponer las razones de su inconformidad. 2. “ La Junta Asesora del Liquidador, es un organismo colegiado, nombrado por el Superintendente de Sociedades, utilizando como sistema de elección el contemplado en el artículo 173 de la Ley 222 de 1995, disposición que permite que los miembros que conforman la junta, sean representantes de las distintas clases de créditos garantizando así, que queden cobijadas todas las categorías de acreedores. Tanto lo concerniente con sus funciones, convocatoria, quórum, actas, facultades, remoción de sus miembros, etc., están regulados a cabalidad en los artículos 174 a 176 ibídem.” (Oficio 440-33837 junio 7 de 1998). 3. “ La convocatoria (de la junta asesora) se cumple debidamente con la citación a los miembros principales; en tal sentido, tendrían derecho los suplentes a ser convocados a las reuniones de la Junta Asesora, al momento en que surge la condición de ausencia de su correspondiente principal; caso en el cual, tiene el derecho y la obligación de asistir, a efecto de integrar el quórum necesario para tomar las decisiones a que haya lugar. De lo ya plasmado se desprende, que no es obligación del liquidador, convocar el total de los miembros de junta (principales y suplentes), pues la vocación del suplente es la de asistir cuando el principal falte; principal y suplente pertenecen a un mismo renglón y están representando a igual categoría de créditos.” (Oficio 44033837 de junio 87 de 1998) 4. Como órgano colegiado que es, en su interior se tomarán en los términos de ley todas las decisiones que se estimen pertinentes para el cumplimiento de sus funciones, como bien puede ser el permitir la intervención de personas previamente citadas o no al interior de la reunión. 5. En los términos del artículo 25 del Código Penal, todo ciudadano debe denunciar a la autoridad los hechos punibles de cuya comisión tenga conocimiento y que deban investigarse de oficio. Así mismo, si se trata de servidor público y conoce de la comisión de un hecho punible debe iniciar la investigación si es competente para ello; en caso contrario, pondrá el hecho en conocimiento de la autoridad competente para tal efecto. 6. En cuanto a entablar demandas civiles a los liquidadores, eventualmente ello podría ser posible si se dan los requisitos de procedibilidad de la acción.