801. D’Amore B. (2013). Frases que determinaron y dirigieron mi investigación. Uno – Revista de Didáctica de la Matemática. [Barcelona, España]. 19, 62, 71-84. ISSN: 11339853. Frases que determinaron y dirigieron mi investigación1 Bruno D’Amore NRD Bologna - Mescud Bogotá Doctorado Interinstitucional en educación, Énfasis en Educación Matemática, Universidad Distrital “Francisco José de Caldas”, Bogotá, Colombia bruno.damore@unibo.it Abstract. We remember and discuss some of the phrases that have marked the life of the author’s research, statements obtained during interviews subsequent to research carried out on students and teachers. Resumen. Recordamos y discutimos algunas frases que han marcado la vida investigativa del autor, las declaraciones obtenidas en las entrevistas posteriores a las investigaciones, realizadas con estudiantes y profesores. Kay words: research en mathematics education, didactic contract, TEP, mathematical objects, learning of the mathematical infinity Palabras llave: investigación en didáctica de la matemática, contrato didáctico, TEP, objetos matemáticos y semiótica, aprendizaje del infinito En 40 años de investigación en didáctica de la matemática, he tenido la oportunidad de entrevistar a miles de estudiantes y varios centenares de profesores de diferentes niveles, desde el nivel preescolar hasta la universidad. A distancia de los años, quiero compartir, con quien lee aquellas frases que considero marcaron mi vida de investigación, las que iluminaron las interpretaciones a las cuales llegué, que indicaron los caminos que luego decidí recorrer, que condicionaron mis escritos y dictaron mis estudios. Teniendo en cuenta que en estos casos se quiere siempre ocultar la identidad de la persona encuestada con el fin de proteger su privacidad, siempre uso nombres falsos; tanto que hasta hoy no sé decir de quién estoy hablando en realidad; recuerdo perfectamente los temas de las investigaciones, los consiguientes temas de la entrevista, el lugar donde cada frase fue pronunciada, muchas veces también los rostros (algunos de los primeros niños entrevistados hoy será padre o casi abuelo...). Usaré los nombres de fantasía que acuñé en ese entonces, los únicos de los cuales puedo dar testimonio. Cada frase pasará a ser el título de un breve párrafo; siempre citaré el artículo o el texto de investigación en el cual dicha frase o dicha entrevista son recordadas, esto sólo si, por 1 Trabajo llevado a cabo en el ámbito de la PRIN (Programas Científicos de Investigación de Relevante Interés Nacional) titulado: La enseñanza de la matemática: concepciones, buenas prácticas y capacitación de los docentes, 2008, n. prot. 2008PBBWNT, Unidad Local de Bolonia (NRD, Departamento de Matemática): Capacitar a los profesores de matemática. casualidad, existe un subconjunto no vacío de mis lectores que quisiera saber más. Voy a usar la terminología clásica de la didáctica de la matemática, haciendo referencia implícita a: D’Amore B. (1999). Elementi di didattica della matematica. Bolonia: Pitágora, una obra afortunada, ganadora de un importante premio en 2000, reimpresa varias veces, traducida al español [(2006). Didáctica de la Matemática. Bogotá: Editorial Magisterio; con prefacios de Luis Rico Romero, Colette Laborde y Guy Brousseau] y al portugués [(2007). Elementos da Didática da Matemática. São Paulo: Livraria da Física; con prefacios de Ubiratan D’Ambrosio, Luis Rico Romero, Colette Laborde y Guy Brousseau].2 El lector que desconozca algunos de los términos técnicos usados, puede utilizar esta fuente. No voy a dar todas las citas de los textos de referencia; quien quiera indagar, profundizar, hacer más científico lo que lee, se valdrá de los textos que cito, dónde todo esto se encuentra expuesto en detalle. 1. No, demasiado pequeño. D’Amore B. (2004). La Didattica della Matematica: l’esempio del contratto didattico. La rivista di pedagogia e didattica. 2-3, 159-164. La siguiente situación la presenté en forma oral en un curso de cuarto grado de escuela elemental, en el mes de mayo (es decir, en Italia, final del año escolar); se trata del “problema del pastor”: «Un pastor tiene 12 ovejas y 6 cabras, ¿cuántos años tiene el pastor?»; y solicito, igualmente, la respuesta en forma oral. La respuesta unánime en coro «18» es impresionante, nunca escuché un coro unánime que expresara su pensamiento con tanta fuerza. Estamos en el campo del contrato didáctico, clásico, en el fenómeno definido por los franceses como: La edad del capitán, conocido desde los ’70. Uno de los niños, juguetón, de quien recuerdo perfectamente el rostro, es entrevistado por mí: BD: ¿Por qué has respondido 18? AL: Hice la suma. BD: ¿Y por qué no hiciste la división. El estudiante se detiene un instante, piensa, sonríe con picardía y responde: AL: No, ¡demasiado pequeño! Dos observaciones rápidas: a) ninguna ruptura del contrato es posible en ciertas situaciones estereotipadas de aula; b) la lógica del problema es invertida con respecto a las expectativas del adulto; primero se aplica una operación aritmética (casi) al azar, luego se averigua si la respuesta numérica es apropiada a la solicitud. Nunca se ha visto un pastor de 2 años, mientras que 18 años parece ser una edad razonable. 2. Si tú querías que calculáramos también el regreso, tenías que decirlo. 2 Cuando Guy Brousseau recibió una copia del libro en italiano, me escribió una carta que se ha convertido en uno de los prólogos de las ediciones en español y portugués; él capturó a la perfección el juego del título (Elementos de ...) y el número de capítulos (13), cariñosamente burlón y amistoso sobre mi evidente presunción euclidiana ... D’Amore B. (2007). Epistemologia, didattica della matematica e pratiche d’insegnamento. La matematica e la sua didattica. 21, 3. 347-369. La siguiente situación de investigación (1993) parte de una situación real: los niños de segundo grado de una escuela elemental quieren hacer una excursión y necesitan hacer varios cálculos preventivos para los cuales aún no están en capacidad; entonces piden ayuda a los niños de cuarto grado, quienes afrontan en grupos de 2-3 estudiantes el siguiente texto: «Los 18 estudiantes de segundo quieren hacer una excursión de Bologna a Verona. Deben tener en cuenta los siguientes datos: - dos de ellos no pueden pagar; - de Bologna a Verona hay 120 km; - un minibús de 20 puestos cuesta 200.000 liras al día, más 500 liras por kilómetro (incluyendo los peajes). ¿Cuánto deberá aportar cada estudiante?». Al reunir a todos los estudiantes de la clase, el profesor se da cuenta que todos han cometido el mismo error: en los cálculos que hicieron para dar la respuesta no tuvieron en cuenta el viaje de regreso; el gasto total se calculó mediante la expresión: 500×120 + 200.000 en lugar de (500×120)×2 + 200 000. El maestro no quiere sugerir la respuesta, y decide imitar las escenas de ida y regreso de la excursión, y de describir los diversos momentos del viaje. Los niños vuelven al escenario de trabajo en grupo. Un niño, incluso, presenta espontáneamente la siguiente representación: Bologna 120 Km Verona Verona Bologna 120 Km Por lo tanto, existe una conciencia plena del hecho de que en una excursión existe tanto una ida como un regreso; pero después, ese mismo niño, en el momento de proponer la respuesta, de nuevo utiliza sólo los datos de ida; lo hace él y lo hace también todo su grupo. ¿Cuál es la causa? ¿Contrato didáctico? Ciertamente. Uno de los niños entrevistados dijo: «Si tú querías que calculáramos también el regreso, tenías que decirlo»; es evidente la laguna que el niño advierte: leyendo los datos no parece lícito duplicar el gasto por el kilometraje recorrido. ¿Cómo puedo inventar un dato que no está ahí? Los datos deben ser numéricos y explícitos. 3. Hijo mío... D’Amore B., Maier H. (2002). Produzioni scritte degli studenti su argomenti di matematica (TEP) e loro utilizzazione didattica. La matematica e la sua didattica. 16, 2, 144-189. D’Amore B., Maier H. (2003). Producciones escritas de los estudiantes sobre argumentos de matemáticas. Espsilon. (Cádiz, España). 18(2), 53, 243-262. Los TEP son una poderosa herramienta para el análisis de los modelos espontáneos que construyen los estudiantes sobre los distintos objetos de la matemática, lo importante es que dichos TEP sean totalmente autónomos y hechos por escrito. Estos son cada vez más utilizados para la evaluación en un sentido amplio e inteligente, como una oportunidad cognitiva y no como un momento de tensión. La invitación para la producción del texto se obtiene a través de una apropiada incitación, como por ejemplo la siguiente, que tuvo un gran éxito entre los estudiantes de los primeros años de secundaria: «Imagina ser padre [madre]... Tu hijo de 7 años escuchó a alguien decir que cada triángulo tiene tres alturas y te pregunta: “¿Papá [mamá] ¿qué quiere decir eso?”. No hay nada peor que evadir las preguntas de un niño, por lo tanto decides contestarle». Aquí está el TEP producido por Simona (séptimo grado): «Hijo mío, todavía tu no conoces la geometría, pero te voy a decir lo que significa la palabra altura. Como tú, papá y yo, tenemos una altura que se mide desde la cabeza hasta los pies; también los triángulos tienen una altura, pero su altura se mide desde el vértice, que es un pequeño punto, bajando hasta la base, que es como nuestros pies. Dado que los triángulos tienen tres pequeños puntos (vértices), tienen tres alturas porque tienen tres pares de nuestros pies. Y puesto que nosotros sólo tenemos una cabeza y un par de pies, sólo tenemos una altura». Una brillante prueba de imaginación y habilidad comunicativa. 4. Serán como veintiún. No poseo documentos escritos, pero sí tengo la grabación de un diálogo entre dos compañeros de clase de grado tercero de educación media (octavo grado), en la región de Toscana. Son un joven y una chica frente a una pizarra en la cual se encuentra el dibujo de un segmento. La discusión se centra en el número de puntos contenidos en el segmento. La niña insiste en que se trata de infinitos puntos y el joven se exaspera frente esa afirmación. De repente, se voltea hacia el pizarrón y “cuenta” los puntos del segmento, mientras que la chica lo mira atónita. No se ve que es lo que él está haciendo, pero utiliza las dos manos. Después de un tiempo, sonrojado, se vuelve en parte a la niña y en parte a la cámara y afirma, enojado y consciente de su cuenta: «¡Serán como veintiún!». La didáctica del infinito es uno de los temas que más me apasiona; inicia en la infancia y no termina... Arrigo G., D’Amore B., Sbaragli S. (2010). Infiniti infiniti. Trento: Erickson. Arrigo G., D’Amore B., Sbaragli S. (2011). Infinitos infinitos. Bogotá: Magisterio. 5. ... una línea. D’Amore B. (1996). Un matematico al nido. Infanzia. 5, 32-35 Se narra la descarada creatividad con la que una niña de 2 años y medio interpreta sus mismos garabatos, frente a la sorprendente crudeza semántica con la que un coetáneo suyo interpreta, al contrario, su producto pictórico. Niña: Es una jirafa que camina en una foresta donde está un león que mira un elefante y hay muchos bananos que los hombres también caminan y están atentos, pues hay un árbol grande grande que es muy grande y los cazadores que van buscando si hay algo para comer, pues los crocodilos son peligrosos y no hay ninguna casita así que … BD: Ah, que bien; y todo esto está aquí, que bueno. Y, dirigiéndose al otro niño que dibujó el siguiente diseño diseño. BD: Y tu, niño, que dibujaste. Niño: … una línea. No más! Comentarios inútiles… 6. … pues, en caso contrario, habría sido demasiado fácil. D’Amore B. (2002). La ricerca in didattica della matematica come epistemologia dell’apprendimento della matematica. Scuola & Città.. 4, 56-82. 56 Estamos en los primeros años 90. Proponemos el siguiente texto por escrito en el tercer grado de escuela elemental y en una clase de segunda media (séptimo grado): grado) «Giovanna y Paola van de compras; compras Giovanna gasta 10.000 liras ras y Paola gasta 20.000 liras. li ¿Al final quién tiene más dinero en el monedero, Giovanna o Paola?». Queremos analizar el porcentaje de niños y adolescentes que advierten la imposibilidad de resolver el problema, para después, en un segundo momento, entrevistar a los estudiantes que dieran como respuestas «Giovanna» o «Paola». Estamos aún en el contexto de la investigación sobre el funcionamiento del contrato didáctico. La respuesta deseada «No se puede resolver» es muy escasa en ambos casos. Y la respuesta absolutamente más extendida en ambos niveles escolares es «Giovanna», como es obvio que sea. Aquí se muestra un prototipo de las respuestas más comunes en el grado tercero; elegí la respuesta de Stefania, que presento exactamente cómo la escribió la estudiante: Stefania: Le queda más dinero en el monedero a giovanna 30-10 = 20 10×10 = 100 A continuación se muestra un prototipo de respuesta al mismo problema en el segundo media; la presento exactamente cómo la escribió la estudiante: Silvia: En mi opinión, quien queda con más dinero en el monedero es Giovanna porque: Giovanna gasta 10.000 mientras que Paola gasta 20.000, 10.000 20.00 Giovanna Paola 20.000 – 10.000 = 10.000 (dinero de Giovanna) 10.000 + 10.000 = 20.000 (dinero de Paola) En un primer momento, Silvia escribe desde su intuición «Giovanna»; luego, una vez ejecutados aquellos cálculos absurdos, acepta el resultado que obtiene a partir de estos últimos, cancela «Giovanna» y en su lugar escribe «Paola». Ahorro aquí el análisis relativo al contrato didáctico, me limitaré a decir que hay un porcentaje bajo, pero no nulo, de estudiantes que contesta «Paola». Un niño de tercer grado entrevistado, explica su elección: AS: Yo sabía que era Giovanna. BD: Entonces, ¿por qué has escrito Paola? AS: … pues, en caso contrario, habría sido demasiado fácil. A partir de este episodio surgió en mí la idea de estudiar el meta-contrato didáctico y el deseo de analizar la vida del aula apoyándome en la sociología, trabajos que se concluyeron con varias publicaciones. 7. Es siempre lo mismo, pero este es mejor. D’Amore B. (1998). Oggetti relazionali e diversi registri rappresentativi: difficoltà cognitive ed ostacoli – Relational objects and different representative registers: cognitive difficulties and obstacles. L’educazione matematica. 1, 7-28. D’Amore B. (1998). Objetos relacionales y registros representativos diferentes: dificultades cognitivas y obstáculos. Uno. 15, 63-76. En 1996, propuse a unos estudiantes de todos los niveles escolares, desde la escuela elemental hasta la superior, 5 rectángulos de cartón en los cuales estaban escritas frases o dibujados esquemas o figuras que representaban el mismo objeto matemático, pero en 5 registros semióticos diferentes. Desde algunos años estaba estudiando la evolución de la obra de Raymond Duval, a quien había conocido el año anterior en un ICMI (Catania, 1995) y con quien me conecté inmediatamente con una profunda amistad que aún perdura. De acuerdo con las hipótesis de investigación, pocos estudiantes habrían podido reconocer en las diferentes representaciones el mismo objeto; al contrario, deberían haber tenido dificultades con las transformaciones semióticas de conversión. Pero, fue sorprendente constatar que muchos más estudiantes de los que esperábamos afirmaron que las representaciones semióticas representaban el mismo objeto matemático (obviamente con sus palabras, no tan directas y correctamente). Yendo un poco más a fondo, en cambio, he aquí la respuesta reveladora de un joven de la escuela superior: CD: Es siempre lo mismo, pero este es mejor. Fue fulminante; cuando le conté a Raymond a Lille, me hizo mil preguntas; la idea básica es que, si una persona con estudios avanzados, después de un cierto recorrido de aprendizaje, acepta que el objeto matemático sea el mismo pero representado de 5 formas diferentes, entonces una representación vale la otra y no hay una que prevalece o pueda ser preferida sobre la otra. Pero si una es “mejor” que las otras, entonces hay que comenzar todo de nuevo para estudiar lo que significa comprender, conocer, construir el objeto a través de sus representaciones semióticas como una cuestión cultural. Hasta entonces no conocía los estudios de Luis Radford, otro gran amigo con quien ahora tengo escritos comunes, con quien se han hechos estudios y he trabajado bastante. 8. Si utilizas un dado de 8 caras, entonces sí. D’Amore B. (2006). Oggetti matematici e senso. Le trasformazioni semiotiche cambiano il senso degli oggetti matematici. La matematica e la sua didattica. 4, 557-583. Sobre la base de estudios de investigación basados en el tema 7 anterior, nos hemos dado cuenta que no es cierto que el problema complejo de la construcción semiótica sea sólo la transformación de conversión, ya que el tratamiento tiene problemas abiertos. Nos encontramos con alumnos de escuela primaria quienes admiten fácilmente que 3/6 expresa la probabilidad de obtener un número par lanzando un dado y que 3/6 = 4/8 (transformación de tratamiento), pero no admitieron que 4/8 podría, por lo tanto, expresar la misma probabilidad. Lo más extraño es que el mismo profesor intervino para apoyar la no aceptación por parte de los estudiantes de que 4/8 podía expresar la probabilidad de este evento. Su conocimiento de los sólidos platónicos y de los dados no estándar, lo llevó a la afirmación: M: Si utilizas un dado de 8 caras, entonces sí. Desde ese día, varios investigadores del NRD de Bologna y del MESCUD de Bogotá se han puestos a estudiar el cambio de significado relacionado con la transformación de tratamiento, realizando la publicación de varios trabajos de investigación; sólo para señalar: D’Amore B. (2006). Objetos, significados, representaciones semióticas y sentido. En: Radford L., D’Amore B. (editores) (2006). Semiotics, Culture and Mathematical Thinking. Número especial de la revista Relime (Cinvestav, México DF., México). 177-196. http://laurentian.ca/educ/lradford/Relime_semiotic_06.pdf D’Amore B., Fandiño Pinilla M.I. (2007). How the sense of mathematical objects changes when their semiotic representations undergo treatment and conversion. La matematica e la sua didattica. 21, 1, 87-92. Atti del: Joint Meeting of UMI-SIMAI/SMAI-SMF: Mathematics and its Applications. Panel on Didactics of Mathematics. Dipartimento di Matematica, Universidad de Turín, 6 julio 2006. D’Amore B., Fandiño Pinilla M.I. (2007). Change of the meaning of mathematical objects due to the passage between their different representations. How other disciplines can be useful to the analysis of this phenomenon. Rome, Symposium on the occasion of the 100th anniversary of ICMI, March 2008. WG5: The evolution of theoretical framework in mathematics education, organizers: Gilah Leder and Luis Radford. www.unige.ch/math/EnsMath/Rome2008 El tema ha dado lugar a diversas investigaciones de tesis doctorales; señalo el artículo publicado por uno de mis ex-estudiantes sobre esta cuestión, como resultado de su tesis doctoral: Santi G. (2011). Objectification and Semiotic Function. Educational Studies in Mathematics. 77, 285-311. Y la tesis: Rojas Garzón P. J. (2012). Articulación y cambios de sentido en situaciones de tratamiento de representaciones simbólicas de objetos matemáticos. Tesis (aún no publicada) presentada en el Doctorado Interinstitucional en Educación, Facultad de Ciencias y Educación, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá, el día 28 11 2012. 9. Es un rectángulo torcido. D’Amore B. (1997). Lingua naturale, modelli intuitivi e stereotipi nelle ore di matematica. En: Jannamorelli B., Strizzi A. (editores) (1997). La ricerca in didattica della matematica: da ipotesi teoriche ad esperienze didattiche. Actas del 3° Seminario Internacional de Didáctica de la Matemática, Sulmona, abril 1997. Torre dei Nolfi: Qualevita. 57-68. [Este artículo fue publicado también en Riforma e didattica. 1, 1997, 29-36]. He aquí el texto de una prueba que se aplicó en otro país (europeo) a estudiantes de los últimos años de la escuela secundaria (alumnos de 15-20 años) (“inspirado” en precedentes investigaciones de Elisa Gallo): Dibuje el rectángulo ABCD con el lado BC sobre la recta r: Se realizaron algunas pruebas sobre papel blanco y otras sobre papel cuadriculado, con diferentes inclinaciones de la recta r, pero siempre con el punto A puesto en “vertical” con respecto al punto C. Estas son algunas respuestas. Los protocolos son auténticos. Se realizaron pruebas similares en la escuela primaria, en la escuela media y en la escuela superior italiana. Elijo tres protocolos, uno por cada nivel de educación. Uno de los profesores sores de matemática, cuando le mostramos los resultados conseguidos en su clase, ha dicho sencillamente: «Dios « mío». A uno de los estudiantes que efectuó correctamente el dibujo, le pedimos mos un comentario: LV: Es un rectángulo torcido. torcido Aquel “torcido” activa la discusión; discusión incluso quienes dieron la respuesta correcta a la solicitud ven el rectángulo ““torcido”. En los siguientes años, quise estudiar la relación que se establece entre estas respuestas y, por el contrario, la dificultad conceptual de comprender el sentido de de la solicitud en su complejidad; el problema del uso de estereotipos, en este caso o figúrales, según los cuales los rectángulos deben tener las bases horizontales; etcétera. El estereotipo geométrico es un enemigo siempre al acecho. 10. El numero 1 debe escribirlo después... infinitos ceros... ¿Infinitos ceros? Arrigo G., D’Amore B. (1999). “Lo vedo, ma non ci credo”. Ostacoli epistemologici e didattici al processo di comprensione di un teorema di Georg Cantor che coinvolge l’infinito attuale. L’insegnamento della matematica e delle scienze integrate. 22B, 5, 465-494. Arrigo G., D’Amore B. (1999). Lo veo pero no lo creo. Obstáculos epistemológicos y didácticos para la comprensión del infinito actual. Educación Matemática (México DF). 11, 1, 5-24. Arrigo G., D’Amore B. (2002). “Lo vedo ma non ci credo...”, seconda parte. Ancora su ostacoli epistemologici e didattici al processo di comprensione di alcuni teoremi di Georg Cantor. La matematica e la sua didattica. 1, 4-57. Arrigo G., D’Amore B. (2004). Otros hallazgos allazgos sobre los obstáculos en la comprensión de algunos a teoremas de Georg Cantor. Educación Matemática Matemática. (México DF, México). 16, 2, 5-20. En una investigación sobre el aprendizaje del infinito en estudiantes que terminaron la educación básica o que siguen los primeros primeros semestres de universidad (investigación que tuvo una duración de cinco años años), en algún momento se les planteó el problema de la relación de orden que existe entre 0,5 y 0,49 . Todos los expertos saben en que vale la igualdad, nadie está dispuesto sto a admitir que vale 0,5 < 0,49 ; pero la mayoría de los l estudiantes (y no sólo) juran que 0,5 > 0,49 . La respuesta se relaciona con el hecho de que al número periódico le falta siempre “algo” para llegar a 0,5. Se realiza una entrevista a F, un estudiante de 19 años, al final de su escolaridad; F quiere abordar estudios científicos en la universidad, en unos pocos meses. F declara que 0,5 > 0,49 y que entre 0,49 y 0,5 hay una diferencia de 0,1. Se le hace observar que 0,49 + 0,1 = 0,59 lo cual él admite inmediatamente. Así que no, la diferencia no es 0,1 sino que es 0,00000000 ... 00001, donde este 1 se pone «ahí en el fondo» y con la mano indica cuan lejano. GA y BD: ¿Pero cuánto en el fondo? ¿Cuándo ceros se requieren? FF: El 1 debe ser puesto después de... infinitos ceros... A este punto la cara de F cambia de expresión y, como dirigiéndose a sí mismo, declara: FF: ¿Infinitos ceros? Ay, no, no. Entonces ahora entiendo, son iguales. Se trata de un ejemplo hermoso y tranquilizador en el cual la incoherencia no es vista como algo inevitable e indiferente en matemática; en otras investigaciones demostré como, en muchas ocasiones, los estudiantes son indiferentes a las situaciones de incoherencia. 11. En lugar de dar las galletas a los amigos, les di amigos a las galletas. D’Amore B. (1997). Lingua naturale, modelli intuitivi e stereotipi nelle ore di matematica. En: Jannamorelli B., Strizzi A. (editores) (1997). La ricerca in didattica della matematica: da ipotesi teoriche ad esperienze didattiche. Actas del 3° Seminario Internacional de Didáctica de la Matemática, Sulmona, abril 1997. Torre dei Nolfi: Qualevita. 57-68. [Este artículo fue publicado también en: Riforma e didattica. 1, 1997, 29-36]. Estamos en un importante centro agrícola de la provincia de Ravenna en la región italiana de Romagna. Después de haber examinado los resultados de una prueba para identificar modelos intuitivos de multiplicación y división, veo que a la solicitud de dar por escrito la operación que resuelve el siguiente problema: «15 amigos compran 5 kg de galletas, ¿cuántas les corresponden a cada uno?» el 41% de los estudiantes que cursan el grado 9° responden con la operación: 15÷5. Y si se hace el test rápidamente, en una situación de entrevista oral, la tasa de respuesta 15÷5 es aún mucho mayor. El modelo intuitivo, basado en una “sabia” norma tomada como modelo parásito, es decir «se divide siempre el número grande por el número pequeño», se ha puesto en marcha. El ensayo se realizó también en la escuela elemental, en el grado quinto, donde aparece una respuesta idéntica dada por el 67% de los estudiantes en forma escrita y cerca del 100% en el caso de la entrevista oral. Cuando los niños de la escuela primaria son entrevistados individualmente, ninguno espontáneamente admite que debe (o que puede) ejecutar la operación 5÷15, a menos que se conviertan los 5 kg en “muchos gramos” (propuesta explícita de un profesor). Sin embargo, las entrevistas en la escuela secundaria, van de una forma diferente: todos los estudiantes afirman haber “caído” en este texto, cuya semántica era equivoca, y también admiten que fueron engañados por el hecho de que el valor numérico 15 venía antes del 5; alguien también dijo que era tan fácil ejecutar 15÷5, que el umbral de dificultad se redujo muchísimo. Uno de los estudiantes más brillantes, que también escribió 15÷5, entiende inmediatamente la situación, ríe, se bate la mano sobre la frente y exclama: «En lugar de dar las galletas a los amigos, les di amigos a las galletas». Estereotipo, modelo intuitivo, modelo parásito, semántica textual, lectura del texto de los problemas sin reflexionar... ¡Cuántas cosas se pueden decir! 12. No, así no quiere el profesor. D’Amore B. (1995). Uso spontaneo del disegno nella risoluzione di problemi di matematica. La matematica e la sua didattica. 3, 328-370. [Este texto fue publicado también en: Jannamorelli B. (editor) (1995). Lingue e linguaggi nella pratica didattica. Actas del II Seminario Internacional de Didáctica de la Matemática, Sulmona 30-31marzo y 1 abril 1995. Sulmona: Qualevita. 79-130]. He aquí el texto de un problema bien conocido, dado en todos los niveles escolares: «Un caracol quiere escalar una pared de 7 metros de altura; empieza a subir en la madrugada del lunes; inicia todos los días, a la luz del sol, y durante el día sube 2 metros; pero luego, durante la noche, se desliza hacia abajo 1 metro. ¿Después de cuántos días llegará a la cima?». Las (pocas) respuestas adecuadas o correctas dadas a este problema están siempre centradas en gráficos, más o menos icónicos; ninguno de los entrevistados resuelve correctamente el problema aritmética o algebraicamente, sino que siempre usan gráficos o esquemas. Algunos diseños son bonitos y graciosos, pero que no ayudan en absoluto. Otros esquemas son más representativos y eficaces, aunque menos... artísticos. Al autor de este esquema, que lo habría podido llevar al éxito, se le sugirió escribir algunos números enriqueciendo el diseño y así obtener la respuesta correcta; su respuesta fue inmediata y segura: VS: No, así no quiere el profesor. En el sentido de que una resolución digna de ese nombre debe ser algebraica. Y esta es la forma en que él traduce su respuesta: «7×2 = 14 14-1 = 13» que debiera ser, en su opinión, la respuesta correcta en forma algebraica, la esperada, según él, por el profesor. Que el profesor prefiera una respuesta algebraica equivocada a una gráfica correcta, es el resultado del contrato didáctico, nuevamente. 13. No vale! D’Amore B. (1997). Lingua naturale, modelli intuitivi e stereotipi nelle ore di matematica. En: Jannamorelli B., Strizzi A. (editores) (1997). La ricerca in didattica della matematica: da ipotesi teoriche ad esperienze didattiche. Actas del 3° Seminario Internacional de Didáctica de la Matemática, Sulmona, abril 1997. Torre dei Nolfi: Qualevita. 57-68. [Este artículo fue publicado también en: Riforma e didattica. 1, 1997, 29-36]. Escuela primaria, propongo una vez más un problema imposible. Los niños, todos, responden simplemente sumando los datos numéricos del texto. Les explico a los niños que el problema es imposible. Aparecen risitas nerviosas y el más vehemente se rebela: «Ah, pero así ¡no vale! Si el problema es imposible lo debes decir. Nuestra profesora nos lo dice». Sí, por supuesto, contrato didáctico y cláusula de transparencia. Sí, por supuesto, efecto Topaz. Pero también un modelo general y estereotipado de problema. Invito a todos los docentes interesados en este tipo de investigación a consultar la página web de nuestro grupo (www.dm.unibo.it / rsddm); RSDDM, Gruppo di Ricerca e Sperimentazione in Didattica e Divulgazione della Matematica; Sub-sistema de este grupo es el pluri-decenal: NRD, Nucleo di Ricerca in Didattica della Matemática. De este grupo forman parte aquellos miembros del RSDDM quienes en los últimos años publicaron resultados de investigación en revistas de alto valor científico, o tienen el título de PhD o son estudiantes del PhD. La sede es en el Departamento de Matemática de la Universidad de Bologna. Algunos de nuestros miembros forman parte del grupo: MESCUD, Grupo de investigación en Matemática Escolar de la Universidad Distrital, activo en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá, sede de un doctorado de investigación. Y, viceversa, algunos miembros del grupo MESCUD forman parte del NRD.