Poder Judicial de la Nación Salta, 9 de noviembre de 2012.AUTOS Y VISTO: Este expediente N° 471/12 caratulado: “Inc. de excarcelación de Polo, Nelson Julio” iniciado en el Juzgado Federal N° 1 de Salta en donde tramita bajo registro N° 550/1/12, y RESULTANDO: I.- Que se elevan las actuaciones de referencia a esta Alzada en virtud del recurso de apelación interpuesto por la defensa de Nelson Julio Polo en contra del auto de fs. 7/9 por el que se dispuso denegar la USO OFICIAL excarcelación solicitada a favor del nombrado. Para así resolver, el juzgador consideró la naturaleza y gravedad del delito reprochado, su elevada pena, el alto grado de probabilidad de que sea hallado culpable, toda vez que fue sorprendido in fraganti delito, como así también el hecho de que se encuentran pendientes de realización diversos actos instructorios, los que a su criterio podría obstruir. II.- Que la defensa de Nelson Julio Polo al interponer el recurso de apelación –fs. 10- manifestó, que la resolución denegatoria del pedido de excarcelación carece de motivación conforme lo dispuesto por el art. 123 del C.P.P.N, atento a que sólo hace referencia a simples conjeturas y presunciones que no son suficientes para demostrar el riesgo procesal en que incurrirá su asistido en caso de otorgársele la libertad, apartándose de esta manera de la doctrina sentada en el Fallo Plenario “Díaz Bessone” de la CNCP y lo dispuesto por el art. 10 penúltimo párrafo de la ley 24.050. Al expresar agravios ante ésta Sede, el Defensor Oficial ad hoc del nombrado expresó que los motivos expuestos por el a quo para denegar el beneficio solicitado se muestran genéricos, dogmáticos y vacuos de 1 contenido pues omitió determinar si realmente, en éste caso particular, existe o no riesgo procesal para lograr los fines del proceso. Agregó que las simples conjeturas que se hicieron sobre su defendido no encuentran apoyo en las constancias de autos ni en elementos objetivos que nos sirvan para tenerlas por ciertas. Asimismo alegó que en autos se invirtió la carga de la prueba, pretendiéndose de que sea el imputado quien deba aportar elementos de juicio para demostrar que no incurriría en la temida conducta de evasión, elementos que, a su criterio, ya existen en la causa. En ese sentido resaltó que el encartado carece de antecedentes penales (fs. 92), que tiene domicilio en la ciudad de Salta y arraigo familiar en aquel lugar, donde además tiene un muy buen concepto vecinal conforme surge del informe de fs. 3; circunstancias que alejan totalmente el peligro de fuga y riesgo procesal. Agregó que en la especie no se realizó ninguna valoración de los parámetros establecidos por el art. 319 del código de forma, desconociéndose de esa forma la citada jurisprudencia plenaria. Por otro lado, hizo referencia al tiempo que lleva detenido su defendido –desde el 28 de junio de 2012-, con posibilidad de que se prolongue aún más allá del tiempo establecido por el art. 207 del CPPN, convirtiéndose su detención en un verdadero adelanto de pena, la que resultaría desproporcionada e irrazonable toda vez que el futuro juicio oral y público ocurriría recién en el año 2012 con la probabilidad de que allí, su situación procesal se vea mejorada o sea más benigna. III.- Que, por el contrario, el Fiscal General Subrogante estimó que debe confirmarse la resolución que denegó la excarcelación del acusado toda vez que se encuentra procesado en los autos principales por el 2 Poder Judicial de la Nación delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización -art. 5 inc “c” de la ley 23.737-. En función de ello, dijo que el pedido de excarcelación no resulta procedente si se tiene en cuenta que el máximo de la pena privativa de la libertad previsto por la normativa en que se subsumió su conducta supera el tope de ochos años para ese tipo de pena que alude el art. 317 inc. 1°, en función del art. 316 segundo párrafo del CPPN, y que también supera su monto mínimo (3 años), por lo que en caso de recaer condena en las presentes actuaciones, ésta no sería de cumplimiento en suspenso (art. 26 C.P.). USO OFICIAL Sostuvo que la amenaza de imposición de pena de efectivo cumplimiento resulta un elemento de gran relevancia para presumir conforme la experiencia recogida que el encartado intentará eludir el accionar de la justicia en caso de recuperar su libertad. Cita Jurisprudencia al respecto. A lo consignado añadió la gravedad del hecho que se le endilga y la magnitud de la lesión al bien jurídico protegido por la ley -la salud pública-, toda vez que se incautaron 54 envoltorios elaborados y fraccionados para su venta al menudeo, produciendo con ello un enorme daño a la sociedad ya que con su accionar logra doblegar la voluntad de las personas, especialmente jóvenes, los que se transforman en seres inútiles, enfermos y/o potenciales delincuentes. Y CONSIDERANDO: I.- Que, la Cámara Nacional de Casación Penal en su doctrina plenaria señaló que “No basta en materia de excarcelación o eximición de prisión para su denegación la imposibilidad de futura condena de ejecución condicional o que pudiere corresponderle al imputado una pena privativa de libertad superior a ocho años, sino que deben valorarse en forma 3 conjunta con otros parámetros tales como los establecidos en el art. 319 del Código Procesal Penal de la Nación a los fines de determinar el riesgo procesal” (Acuerdo 1/08 – Plenario 13 “Díaz Bessone, Ramón Genaro s/Recurso de inaplicabilidad de la ley”); criterio que también sostuvo éste Tribunal in re “Lupita Rufina s/Infracción a la Ley 23737” en la causa N° 286/06. Es decir, el temperamento procesal sostenido impone que a los fines de resolver acerca de la procedencia de la excarcelación en cada caso, deban valorarse no sólo las pautas objetivas reguladas por los arts. 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación, sino también otros aspectos subjetivos (art. 319 del CPPN). II.- Que, a la luz de los parámetros reseñados se advierte que el delito por el cual se calificó provisoriamente la conducta del imputado –tenencia de estupefacientes con fines de comercialización- constituye un hecho grave que contiene una escala penal en abstracto de 4 a 15 años de prisión, que en principio, no permitirían que la condena fuese de cumplimiento condicional. Si bien la escala penal constituye un relevante elemento a tener en cuenta a los fines excarcelatorios toda vez que influye indefectiblemente en la presunción de que el imputado intentará eludir el accionar de la justicia o incurrirá en entorpecimiento de las investigaciones para librarse de tamaño encierro (Fallos: 333:2218), dicha presunción admite prueba en contrario. Al respecto, cabe señalar que el argumento de la severidad de la sanción penal no puede ser el único a tener en cuenta a la hora de evaluar sobre la procedencia del dictado de una medida cautelar de coerción personal, pues si bien el mismo resulta claramente indicativo en orden a la posible 4 Poder Judicial de la Nación voluntad del imputado de someterse al proceso, otorgarle una preeminencia absoluta frente a otros parámetros que confronten con él y que pudieran resultar plenamente acreditados en una causa, puede conducir a resultados disfuncionales e incompatibles con el ordenamiento constitucional y legal. III.- En mérito a lo señalado caben valorarse los distintos lineamientos establecidos en el Fallo Plenario “Díaz Bessone” tales como las circunstancias personales, morales, patrimoniales y familiares del imputado, como asimismo si tiene arraigo, medios de vida lícitos, antecedentes penales o rebeldías anteriores, la posibilidad de reiteración de la conducta delictual, la USO OFICIAL necesidad de producir pruebas que requieran su comparecencia, a fin de establecer si es posible desvirtuar la presunción de riesgo aludida. En ese orden de cosas, tal como lo expuso la defensa, en el caso de autos, existen elementos objetivos que neutralizan el riesgro procesal invocado por el a quo, toda vez que el encartado carece de antecedentes penales –cfr. informe del Registro Nacional de Reinicidencia obrante a fs. 92 del expte. principal-, como así también cuenta con un domicilio establecido en el barrio Siglo XXI de Salta Capital, gozando además un buen concepto vecinal. Asimismo, del informe socio ambiental obrante a fs. 3 y de lo alegado en su descargo, surge que vive junto a su mujer e hijos, lo que permite concluir que cuenta con arraigo y personas que lo puedan contener, por lo que no se avisora, de las constancias de la causa, circunstancias que permitan presumir un riesgo cierto para los fines del proceso y, siendo el fundamento del encarcelamiento preventivo la necesidad de asegurar el descubrimiento de la verdad y la actuación de la ley (art. 280), mientras esos 5 objetivos puedan ser alcanzados con medidas menos gravosas, su justificación desaparece. Así las cosas, se presenta como una medida eficaz para asegurar el cumplimiento por parte del imputado de las obligaciones que eventualmente pudiera imponerle el Tribunal, la fijación de una caución real de pesos mil quinientos ($ 1. 500) conforme los artículos 316, 317 y 319 del C.P.P.N, debiendo el Juez instructor efectivizar la libertad del mismo una vez instrumentado el depósito en efectivo, como así también deberá el encartado comparecer a los estrados del Juzgado Federal N° 2 de Salta o autoridad judicial que disponga el magistrado actuante cada quince días, bajo apercibimiento de revocarsele la libertad provisional concedida. Finalemente, vale destacar que la libertad provisional es consecuencia lógica del beneficio de la excarcelación, en virtud de lo cual, puede ser revocada en el futuro en cualquier estado del proceso (art. 333 del C.P.P.N), si el imputado no cumpliese con las especiales condiciones establecidas por el Tribunal para su concesión o si sobrevienen elementos que revelen la existencia sorpresiva de un riesgo procesal que legitime una resolución en tal sentido. En consecuencia, se RESUELVE: I.- REVOCAR el auto de fs. 7/9 por el que se denegó la excarcelación a Nelson Julio Polo, de las condiciones personales obrantes en autos y, en consecuencia, DISPONER su inmediata libertad, bajo caución real de mil quinientos pesos ($ 1.500) conforme los art. 316, 317 y 319 del C.P.P.N, debiendo el Juez instructor efectivizar la libertad del mismo una vez instrumentado el depósito en efectivo, como así también deberá el encartado 6 Poder Judicial de la Nación comparecer a los estrados del Juzgado Federal N° 2 de Salta o autoridad judicial que disponga el magistrado actuante cada quince días, bajo apercibimiento de revocarsele la libertad provisional concedida. II.- DEVOLVER las actuaciones al Juzgado de origen.III.- REGISTRESE y notifíquese.- Fdo. Dres. Rabbi-Baldi Cabanillas, Loutayf Ranea y Jorge Villada. Secretario: Dr. Guillermo Elías. USO OFICIAL fm Ante mí: 7