Tradiciones que persisten: el agave en México Al escuchar la palabra agave inmediatamente se piensa en la bebida mexicana por excelencia, el tequila. No obstante, el agave no solo se aprovecha para la producción de tan importante producto. Desde tiempos prehispánicos se han aprovechado casi todas las partes de esta planta para la obtención de fibras, agujas e hilo (a partir de las espinas), jabón (a partir de las hojas) y, naturalmente, bebidas alcohólicas. Además, hoy en día existe un creciente interés por aprovechar el agave para la producción de biocombustibles. Sin duda alguna, por los usos que se le dan al agave y su importancia cultural para nuestro país se le debe de dar especial importancia al cuidado de esta planta. A pesar de esto, la investigación sobre el agave no es amplia y los intentos por su mejoramiento son casi nulos. La familia de las agaváceas cuenta con varios géneros y más de 200 especies endémicas de América, de las cuales el 76% son endémicas de México. La especie A. tequilana se usa como modelo de estudio debido a sus características: a)tiene un largo ciclo de vida y tamaño de las plantas, b) su período de floración es anual, c) hay acceso a plantas en diferentes etapas de crecimiento y d) la planta presenta un genoma muy grande, alrededor de 4 mil millones de bases nitrogenadas. Esta especie de agave presenta tres formas de reproducción. La primera es la reproducción sexual que consiste en la floración, formación de un fruto y formación de las semillas. Este tipo de reproducción se lleva a cabo en una estructura llamada quiote, la cual presenta un gran tamaño y comienza a crecer cuando la planta ha alcanzado la madurez necesaria. Las otras dos formas de reproducción consisten en reproducción asexual: formación de rizomas y formación de bulbilos. En plantaciones comerciales la emergencia del quiote señala que las plantas están listas para ser jimadas (cortarles las hojas para posteriormente procesar el resto de la planta y elaborar el tequila). Los agaves son plantas monocárpicas, es decir, tienen una sola oportunidad de reproducirse sexualmente. Una vez que la planta se reproduce de manera sexual comienza a morirse. Debido al gran tamaño del quiote, la planta requiere de una suficiente cantidad de nutrientes para poder sustentar su crecimiento. Por esta razón, las plantas deben de ser jimadas en este momento porque, de no ser así, todos los azúcares que ha almacenado se perderán al ser aprovechados para el crecimiento del quiote y el fruto y ya no se podrá elaborar el tequila con la misma calidad. La Dra. June Simpson, investigadora del CINVESTAV (Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional), enfoca su línea de investigación en el estudio del agave. Dentro de las características que se estudian están los mecanismos que regulan los procesos de reproducción de esta planta, así como características que puedan contribuir al aprovechamiento del agave y tengan un beneficio en la economía. Uno de los objetivos es el poder controlar el crecimiento del quiote para permitirle a la planta madurar sin que pierda los azúcares que genera a lo largo de su vida. Asimismo, al conocer los mecanismos que controlan la floración del agave se podría controlar el tiempo que tarda la planta en madurar y se podría incrementar la producción anual de tequila. La Dra. Simpson expone que la situación en la que se encuentra el agave hoy en día puede llegar a ser alarmante en unos años si no se le brinda la atención necesaria a esta planta. El problema radica en que los productores solo se preocupan por el presente y no analizan la situación a largo plazo. Actualmente, la especie de agave utilizada para la producción de tequila, tequilana azul, no existe en vida silvestre, es decir, su población se encuentra completamente controlada por el hombre. Como es bien sabido, el tequila es una bebida alcohólica que posee denominación de origen, por esta razón su producción debe cumplir con rigurosos requisitos. Dentro de estos requisitos se encuentran las especificaciones sobre la apariencia que deben de tener las plantas para poder ser utilizadas para la elaboración de tequila. Desde un punto de vista cultural esto es importante ya que favorece a la conservación de la tradición y fomenta que la elaboración del tequila mantenga su valor cultural. No obstante, biológicamente puede traer graves consecuencias ya que, al forzar que todos los individuos de una especie tengan la misma apariencia, también se fomenta una deficiencia en la variedad de genes presente en la especie que, a su vez, puede tender a la aparición de características recesivas en la población o a un aumento en la susceptibilidad a plagas y enfermedades. Por otra parte, a causa de las estrictas condiciones que se requieren para la elaboración del tequila, se pierde una gran cantidad de dinero. Un ejemplo es el caso de la variación somaclonal. Esta variación presenta algunas ventajas ya que produce más bulbilos cuando se reproduce asexualmente y su población es más variable genéticamente; sin embargo, esta planta no se puede aprovechar para producir tequila ya que no presenta espinas y, por tanto, no es considerada la planta correcta. Con base en algunos análisis de la Dra. Simpson, se cree que esta característica sea provocada a un SNP (pronunciado ‘snip’), que por sus siglas en inglés significa polimorfismo de nucléotido simple. En otras palabras, esta variación se debe a que una sola base de las 4 mil millones de bases nitrogenadas del genoma de este agave presenta una variación que provoca que no presente espinas. Esto es muy relevante ya que probablemente se estén excluyendo una gran cantidad de plantas por su apariencia, a pesar de que en realidad las características directamente relacionadas con la calidad del tequila posiblemente no se vean afectadas. De igual forma, la Dra. Simpson también realiza investigaciones sobre ciencia básica al tratar de elucidar mecanismos moleculares que suceden dentro de la planta del agave. Dentro de los mecanismos que estudia son la generación de bulbilos, el control de la identidad celular, el gravitropismo (capacidad de las plantas para sensar la gravedad) y el papel de las auxinas (hormonas vegetales) en diferentes procesos. Esperemos que en un futuro exista una mayor conciencia por el cuidado de las plantas, tanto las que son importantes económicamente, como por las que contribuyen a la diversidad vegetal de nuestro país. El objetivo no es criticar la forma en la que se elabora el tequila, tampoco ignorar las tradiciones que se han conservado a lo largo de cientos de años. En cambio, el objetivo es aprovechar los nuevos conocimientos que se generan día a día y contribuir a que nuestras tradiciones puedan mantenerse por mucho tiempo más. La ciencia y la tradición pueden trabajar en equipo, de cualquier forma ambas contribuyen a la definir nuestra identidad nacional.