13-Disposiciones (B) 455 9/9/99 12:16 Página 455 DISPOSICIONES ADICIONALES D.A. 1.ª Seis, Cl. 29 Las cláusulas abusivas referidas a la modificación unilateral de los contratos y resolución anticipada de los de duración indefinida, y al incremento del precio de bienes y servicios, no se aplicarán a los contratos relativos a valores, con independencia de su forma de representación, instrumentos financieros y otros productos y servicios cuyo precio esté vinculado a una cotización, índice bursátil, o un tipo del mercado financiero que el profesional no controle, ni a los contratos de compraventa de divisas, cheques de viaje, o giros postales internacionales en divisas. COMENTARIO* La larguísima Disposición Adicional 1.ª LCU concluye con dos incisos de contenido diferente. La defectuosa técnica legislativa empleada en la elaboración de la LCG se aprecia aquí de modo muy claro. Formalmente es absolutamente criticable la manera en que se incorporan las cuestiones tratadas a la LCU. En efecto, camufladas al final del largo listado de cláusulas, separadas apenas con un punto y aparte, figuran dos cuestiones diversas, que no tienen ni siquiera relación entre sí, que a primera vista pudieran incluso parecer pertenecientes a la cláusula 29, y que desde luego deberían haber sido siquiera numeradas, si no rubricadas, para al menos cumplir los requisitos de orden formal. Resulta paradójico, y es casi un sarcasmo que el legislador al dictar una Ley en la que se exige la máxima claridad en la redacción de cláusulas, haya actuado con tamaña falta de sistemática y orden. Por lo que se refiere al contenido, debe separarse el comentario de las dos cuestiones que se regulan al final de la Disposición Adicional 1.ª En primer lugar, el penúltimo párrafo de la Disposición Adicional 1.ª, tiene por objeto excluir la aplicación de algunas de las cláusulas de la Ley cuando concurren determinadas circunstancias. En concreto, se trata de los casos en los que además del profesional y el consumidor, intervienen factores que no dependen del profesional (así la vinculación a cotización o índice bursátil que el profesional no controla). En consecuencia, no se dan las razones que justifican la intervención del legislador imponiendo un control específico. El párrafo en cuestión está claramente inspirado en la Directiva 13/93, en concreto en su Anexo 2, letra c). Se requiere precisar cúales son las cláusulas a las que se refiere el penúltimo párrafo de la Disposición Adicional 1.ª LCU, y los casos en los que se excluye su aplicación. Es criticable que no haya habido una mayor precisión, y si se remite a un listado de cláusulas numeradas, no se alcanza a entender porqué la remisión no se efectúa respecto a los números. En todo caso, la referencia genérica a las «cláusulas abusivas referidas a la modificación unilateral de los contratos y resolución anticipada de los de duración indefinida, y al incremento del precio de bienes y servicios» parece que debe entenderse en relación con las cláusulas 2.ª y 7.ª No parece muy correcto hablar de «resolución anticipada de contratos de duración indefinida», que por definición no tienen término previsto, y por lo tanto se re* Por JORGE MIQUEL RODRÍGUEZ. 13-Disposiciones (B) 9/9/99 12:16 D.A. 1.ª Siete Página 456 JORGE MIQUEL RODRÍGUEZ 456 suelven, simplemente, pero no anticipadamente. Debe significarse, además, que las cláusulas 2.ª y 7.ª contienen a su vez excepciones a la aplicación, cuyo fundamento responde a la misma idea que este párrafo, pero que son ligeramente diferentes. Se entenderá por profesional, a los efectos de esta disposición adicional, la persona física o jurídica que actúa dentro de su actividad profesional, ya sea pública o privada. COMENTARIO* El último inciso de la Disposición Adicional 1.ª LCU (al cual son aplicables todas las objeciones formales que hemos realizado en relación al párrafo anterior) lo constituye la referencia a la noción de profesional que debe considerarse «a los efectos de esta disposición adicional». La definición está inspirada en el artículo 2.c) de la Directiva 13/93, y en el artículo 2.2 LCG, que transcribe íntegramente (en consecuencia, nos remitimos supra, Comentario al art. 2 LCG). La definición que comentamos no constituye, por tanto, una novedad específica y exclusiva de la LCU, aunque sí debe admitirse que es la única definición de profesional que aparece en toda la LCU. Aunque se trata de una Ley cuya finalidad es proteger al consumidor lo define de manera poco clara (en el controvertido art. 1.2 LCU, inalterado por cierto en la reforma de 1998). Pero la LCU, y la noción misma de consumidor, tienen sentido en la medida en que existe una contraparte a este consumidor, al que siguiendo la tradición francesa, y la Directiva 13/93, que la acoge, se denomina ahora «profesional». Las referencias expresas al profesional en la LCU aparecen en las normas introducidas en 1998, en concreto en el 10 bis 1 LCU, y repetidamente en las cláusulas abusivas de la lista de esta Disposición Adicional 1.ª En cambio, en la redacción originaria de la LCU no aparecía referencia alguna al «profesional» [«productor o suministrador» eran los sujetos mencionados con mayor frecuencia como contraparte del consumidor, por ejemplo, en los artículos 10.1.c) 9.º y 11.2 LCU —aún vigente en esos términos—. En el artículo 26 LCU se cita a «fabricante, importador, vendedor o suministrador» referencia que actualmente puede simplificarse con la expresión profesional. En fin, también se hablaba de «Empresas» —con mayúscula, y en sentido subjetivo— en el derogado 10.2 I LCU, con significado análogo al actual «profesional»]. Siete. Se añade una disposición adicional segunda con la siguiente redacción: «Ámbito de aplicación.—Lo dispuesto en la presente Ley será de aplicación a todo tipo de contratos en los que intervengan consumidores, con las condiciones y requisitos en ella establecidos, a falta de normativa sectorial específica, que en cualquier caso respetará el nivel de protección del consumidor previsto en aquélla.» 13-Disposiciones (B) 457 9/9/99 12:16 Página 457 DISPOSICIONES ADICIONALES D.A. 2.ª COMENTARIO* La Disposición Adicional 2.ª LCU establece una regla confusa, y su presencia es un tanto perturbadora. En realidad su contenido es innecesario. No hace falta que se establezca expresamente la aplicación de la LCU a los contratos con consumidores. Además, parece que se trata de una norma pensada exclusivamente en el contexto de las cláusulas abusivas, y en general de los contratos. Por ello, la referencia a la aplicación de la Ley a todo tipo de contratos en los que intervengan consumidores es, además de superflua, inadecuada a la variedad de aspectos que se tratan en la Ley. De otra parte, tal como ya se advirtió en la fase de tramitación parlamentaria, tampoco es correcto, porque en realidad no es posible, afirmar que la normativa futura respetará en cualquier caso el nivel de protección que aquí se establece, pues en definitiva, «el legislador presente no puede vincular al legislador futuro» (ALFARO, «El Proyecto de Ley sobre condiciones generales», p. 876). DISPOSICIÓN ADICIONAL 2.ª Modificación de la legislación hipotecaria Se modifican los artículos 222, 253 y 258 de la Ley Hipotecaria, aprobada por Decreto de 8 de febrero de 1946, en los siguientes términos: Uno. El artículo 22 bajo el epígrafe «Sección 1.ª De la información registral» queda con la siguiente redacción: «1. Los Registradores pondrán de manifiesto los libros del Registro en la parte necesaria a las personas que, a su juicio, tengan interés en consultarlos, sin sacar los libros de la oficina, y con las precauciones convenientes para asegurar su conservación. »2. La manifestación, que debe realizar el Registrador, del contenido de los asientos registrales tendrá lugar por nota simple informativa o por certificación, mediante el tratamiento profesional de los mismos, de modo que sea efectiva la posibilidad de publicidad sin intermediación, asegurando, al mismo tiempo, la imposibilidad de su manipulación o televaciado. »Se prohíbe a estos efectos el acceso directo, por cualquier medio físico o telemático, a los archivos de los Registradores de la Propiedad, que responderán de su custodia, integridad y conservación, así como la incorporación de la publicidad registral obtenida a bases de datos para su comercialización. »3. En cada tipo de manifestación se hará constar su valor jurídico. La información continuada no alterará la naturaleza de la forma de manifestación elegida, según su respectivo valor jurídico. »4. La obligación del Registrador al tratamiento profesional de la publicidad formal implica que la misma se exprese con claridad y sencillez, sin per- * Por JORGE MIQUEL RODRÍGUEZ.