La Lectura Colectiva en Voz Alta como Estrategia para Formar Lectores en el Aula. Descripción: Explica las ventajas de la lectura en voz alta, y aporta consejos para abordarla correctamente en el aula. Autor: Alba Luz Castañeda, acompañante proyectos Fundación Promigas asesorados por Fucai “Leer en voz alta en la clase, es perder el tiempo”. Esta es la expresión frecuente de muchos padres y estudiantes y también de algunos maestros. Tal vez, quienes lo afirman no han tenido la fortuna de recibir la lectura como regalo por parte de otros, no han descubierto la magia de escuchar a un buen lector con un buen texto, no han vivido el disfrute que produce que alguien nos lea. Leer en voz alta es abrir un texto para otros, es mediar la construcción de sus posibles significados, es invitar a descubrir mundos posibles a través de las letras hechas palabras, hechas sonidos…hechas voz… Para Fernando Vásquez “… leer para otros, leer en verdad, es descubrir un sentido; un sentido que –precisamente- está más allá de las letras. La lectura le otorga a la grafía otra dimensión; o mejor, le devuelve a la escritura la vida que la hizo germinar. Leer es tanto como vivificar…”1. Leer en voz alta por parte de un adulto – maestro-padre o bibliotecario, lector voluntario- es el mejor estímulo para fomentar el gusto por la lectura en cualquier lugar, es un medio propicio para que todo niño y joven quiera leer luego por sí mismo. Esta estrategia crea los cimientos de la lectura autónoma, alimenta la capacidad de escucha del niño. La comprensión oral aparece antes que la comprensión lectora, por eso la lectura en voz alta es familiar al niño, y más aún si los padres le han leído desde niños; así lo demuestran estudios y publicaciones basados en experiencias de lectura y de lectores. Con la lectura en voz alta los niños pueden mejorar su atención porque centran su interés en una historia, una información, un poema. Ejercita la imaginación, 1 VÁSQUEZ, Fernand., Oficio de Maestro. Universidad Javeriana. Bogotá, 2000. Pág. 165 1 enaltece los sentimientos, incrementa la autoestima y confianza, porque la musicalidad de la voz de quien lee, conmueve, orienta y atrapa a quien escucha en un entorno cálido y sorpresivo, sugestivo y retador a la vez; seguir la voz de un lector avanzado, versátil, seductor, les ayuda a descubrir cómo se lee, los lleva a sentir que se lee con los gestos, las miradas cómplices e insinuantes, los matices de las entonaciones, las pausas adecuadas, el énfasis en las intenciones que le van dando sentido al texto, los leves movimientos que insinúan posibles sensaciones, las respiraciones suaves o acelerada que impulsan las sensaciones, es decir se lee con el cuerpo y con el alma. Es así como el oyente-lector descubre entonces que leer es más que pasar los ojos sobre el papel, que leer es crear o transformar un mundo hecho palabras escritas, leídas y escuchadas. Cuando leemos en voz alta a los niños y jóvenes, además de tranquilizarlos ante el acto de lectura que para muchos no es satisfactorio, de crear lazos entre lector- oyente-autor, despertar curiosidad, inspirarlos en el significado mediado por la voz, también, favorecemos que su cerebro asocie la lectura con placer, creamos bases del conocimiento, ayudamos a construir su vocabulario y ante todo ofrecemos un modelo lector2. Para lograr todo esto es importante la frecuencia con la que se les lea a los niños por parte de los adultos lectores y la variedad de situaciones de lectura que encuentren en el contexto escolar y familiar. Padres de familia, maestros y bibliotecarios nos preguntamos: ¿Cuándo iniciar la lectura en voz alta para que los niños lleguen a ser buenos lectores? Y la respuesta de las experiencias que producen niños lectores es: - cuando el niño tienen edad para conversarle y tiene edad para leerle. Es decir, desde el vientre hay que empezar porque la maravillosa influencia de la voz en el desarrollo cognitivo y afectivo empieza desde allí… y se prolonga toda la vida. En la escuela, desde la educación inicial del preescolar los niños se preguntan: -¿para qué sirve la lectura? Y las respuestas son múltiples de acuerdo a lo que les permitamos vivir: sirve para muchas cosas: para reír, llorar, buscar, estudiar, conocer, superarse, divertirse aprender… Pero para qué se lee lo que deben descubrir los lectores iniciales con el apoyo de los lectores avanzados y de los mediadores de la lectura. Si lo descubren a tiempo han ganado mucho para su vida como lectores y escritores y se han evitado un camino de desamor por la lectura y los libros. 2 TRELEASE, J. Manual de la lectura en voz alta. Fundalectura, Bogotá, 2004 2 Es función de la escuela el permitir descubrir que para la lectura hay finalidades exteriores, como leer para estudiar o para aprender. Pero antes lo primordial es ayudarles a evidenciar que son las finalidades interiores las que me impulsan a leer desde mi yo, desde mi sentir y mi necesidad de goce, conocimiento e intimidad, porque la lectura tiene un valor y utilidad en sí misma y no siempre como medio para obtener otras cosas. Desde el período de iniciación de la escolaridad y la adquisición del código escrito, condición que se requiere para la lectura y la escritura alfabética (preescolar 1° y 2°) el niño debería estar acompañado de la estrategia de la lectura en voz alta, tanto de imágenes con libros ilustrados como de textos en diversos portadores, para ayudarlos a conservar el interés con el que llegan a la etapa escolar de aprender a leer y a escribir, y para mostrarles el camino del verdadero arte de leer. Pero es desafortunadamente en esta etapa donde muchos niños le empiezan a tomar temor a la lectura y se alejan de la posibilidad de ser felices al llegar a ser lectores autónomos. “La actividad más importante para desarrollar el conocimiento necesario para el eventual éxito en lectura, es leerles en voz alta a los niños. Leer en voz alta, es mucho más importante que los módulos, las tareas, los cuestionarios, los informes de lecturas y las tarjetas didácticas (Comisión de Lectura de Estados Unidos, 1985). Los formadores de lectores, como somos todos los maestros, debemos saber que las mediaciones son fundamentales para orientar la comprensión en lectores iniciales, pero pretender siempre la explicación única, y menos aun cuando, por ejemplo, se trata de literatura de ficción, porque eso es ignorar la posibilidad y capacidad de construcción de sentido que tiene el lector y es limitar a la comprensión del mediador las bondades y riqueza de los buenos textos literarios que leemos a niños y jóvenes. Algunas condiciones para una buena lectura en voz alta: Antes de leer… Hacer una buena selección de textos en variedad de imágenes, temas, autores, editoriales. Querer leer, para sí mismo y para otro. Leer antes de leer: conocer los textos como parte primordial del prepararse como lector para otros. Ejercitar la voz para darle las tonalidades de acuerdo al sentido. 3 Durante la lectura… Crear un ambiente, un clima lector, un espacio-tiempo. No hay necesidad de llegar siempre a la dramatización del texto, sólo se hace si esa es la intención comunicativa. Leer rápidamente los intereses del auditorio, teniendo información sobre el grupo, lo que leen, sus niveles de lectura, sus expectativas. Lo primordial: sentir el texto, disfrutarlo y/o sufrirlo si es necesario de acuerdo a la complejidad. Hay que mostrarles a los niños y jóvenes que la literatura como los mitos, cuentos, leyendas, poesías, novelas que muestran los deseos, los miedos, las vivencias del hombre nos ayudan a comprender sentimientos y emociones que son comunes a todos los humanos. Preguntarle al texto, al autor Preguntarle al lector-escucha: predicciones o anticipaciones, inferencias, propuestas al texto. Después de leer… Muchas posibilidades… Simplemente callar: cerrar el texto para el momento del lector mediador abrirlo para el mundo del lector. y Interactuar con el lector - escucha sobre sus significaciones, sus hipótesis, sus emociones. Recrear las situaciones del texto, de personajes, las posibilidades de desenlaces y de continuidad Relacionar el texto con el contexto del auditorio, la vida, las sensaciones y emociones. Finalmente, bien sea para la lectura en voz alta o para la lectura autónoma es urgente rescatar la independencia y autonomía del lector desde pequeño, para que descubra el propósito personal de leer literatura variada en las aulas y fuera de ellas. Leer para aprender y leer para la vida como seres humanos. Ello, sin desconocer la importancia pedagógica del uso de la literatura de ficción y la documental, y la importancia de la mediación del adulto para ayudar a avanzar en la comprensión lectora. 4