Sir Christopher Wren Un Rosacruz con una visión del futuro Por Serita Glassenberg, F.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. Contrariamente a la opinión popular, Sir Christopher Wren no fue sólo un arquitecto famoso. Como un verdadero rosacruz, dedicó sus múltiples habilidades a diversas mejoras para la humanidad. Nació el 10 de octubre de 1632 en las cercanías de Tisbery, Wiltshire. Era de constitución delicada y de baja estatura. Hasta la edad de 14 años fue a la escuela de Westminster, pero sentía una gran impaciencia por hacer algo; y así, Christopher abandonó la escuela para ayudarle al famoso anatomista Sir Charles Scarburgh en sus estudios. Cuando asistió a la Universidad Wadham, en Oxford, en 1649, se unió a "una sociedad de investigaciones filosóficas". Con la ayuda de sus compañeros intelectuales llevó a cabo experimentos muy importantes. Estando todavía en la universidad, Wren ayudó en la organización de lo que más tarde se convertiría en la Sociedad Real de Londres para el Mejoramiento del Conocimiento Natural, una asociación de personas cultas, dedicadas a los métodos de pensamientos empíricos, y que reunían para investigar "la nueva filosofía, o filosofía experimental". La primera reunión del grupo se realizó en la época en que nuestro personaje residía en Oxford (alrededor de 1651); sin embargo, la Sociedad Real en sí fue reconocida oficialmente hasta 1660. Para promover sus nuevas teorías, Wren escribió una obra intitulada: Catalogo de Nuevas Teorías, Invenciones y Experimentos, en la que requería nuevas ideas para ser expuestas junto a otros descubrimientos útiles. Algunas de las nuevas teorías de Wren que se incluyeron en el folleto, fueron un reloj atmosférico, una “balanza de pesos", varios métodos modernos para tallar y grabar, así como "diversos instrumentos musicales". Algunas de sus nuevas ideas incluyeron una hipótesis acerca de la vibración de la luna, "cómo permanecer más tiempo bajo el agua", y "cómo medir la base y altura de una montaña con sólo viajar por ella". Al hablar frente a un grupo de austeros compañeros científicos, Wren hizo comentarios acerca de sus "rubores juveniles" y de sus "años de timidez”, aunque ya se le había considerado como un genio. A la edad de 21 años, Wren había terminado su maestría y se le escogió como un compañero en el All Souls College (Universidad de Todas las Almas). Anhelando aún más conocimientos, continuó con sus estudios científicos. Sus búsquedas filosóficas no interfirieron con su absorbente profesión. Delineó complicados dibujos para ilustrar la obra del doctor Thomas Willis Anatomía del Cerebro. En el prefacio de dicha obra, Robert Hooke, un filósofo y físico renombrado, elogió a Wren diciendo que se trataba de un pensador que poseía una gran combinación de las capacidades mecánica y filosófica. En esa época, Wren había inventado un instrumento para la siembra, que al ser tirado por un caballo, no sólo araba y rastreaba la tierra, sino que también sembraba el maíz sin que hubiera desperdicio. Además, ideó un método para la elaboración de agua potable del agua de mar. Su obra también explicaba e ilustraba claramente un proyecto para la construcción gráfica de los eclipses de sol y de luna y la ocultación de las estrellas. Ese trabajo se publicó en 1681 por Sir Jonas Moore, junto con el sistema matemático de este último. No contento con todo lo que había hecho, Wren decidió resolver un problema que había sido presentado por Pascal, el filósofo francés, a los geómetras ingleses. Pascal, sorprendido por la rápida respuesta de Wren, no pudo contestar el desafío que éste dio a los científicos franceses. Las matemáticas ocuparon el tiempo de Wren en esa época de su vida; escribió cuatro opúsculos que John Wallis publicó más tarde en su obra acerca de obras matemáticas. Las soluciones de Wren que se publicaron allí, precedieron las de Newton. Este último pensó que Wren era el mejor geómetra de su época. Desafortunadamente, confiaba demasiado en sus compañeros y descuidó sus investigaciones e inventos, los que con frecuencia pasaron por ser inventos de sus amigos de la Sociedad Real. Sin inconveniencia alguna, Wren comenzó a dedicarse a la astronomía. Aprendió la construcción geográfica de eclipses de sol gracias al astrónomo John Flamsteed. A su regreso a Oxford, Wren inició un experimento relacionado con las variaciones del barómetro. En 1679, la Sociedad Real atribuyó a Wren el uso práctico del barómetro en meteorología. Después de esto, se reavivó su interés por la anatomía, lo que le llevó a experimentar con un método para las transfusiones de sangre de un animal a otro. Doce páginas de la obra Parentalia* están dedicadas a las actividades anatómicas y médicas de Wren, un estudio que continuó hasta su transición. Tres años antes de que Newton demostrara la ley del inverso de los cuadrados, Wren, junto con Robert Hooke y el astrónomo Edmund Halley, habían llegado a dicha ley. Newton les dio crédito sin reserva a sus amigos, pero fue él quien recibió los aplausos como descubridor. A Wren no le molestó esto, pues era para el beneficio de la humanidad. Cuando la Sociedad Real comenzó a reunirse en 1664, se llamó a Christopher Wren para que diese el discurso de apertura. Estimulando el conocimiento para el beneficio y la conveniencia del hombre, repasó algunas de sus últimas teorías: un diario exacto de meteorología, un estudio de las refracciones, el crecimiento de los frutos y de los granos (abundancia, escasez y el precio del maíz); las estaciones de los peces, aves e insectos, una narración útil acerca de las enfermedades epidémicas dirigida a los médicos, el efecto del clima en la medicina y la mortalidad en Londres. Wren concluyó su charla haciendo mención de los anemómetros, termómetros e higrómetros registradores que fueron inventos o modificaciones hechas por él como autor. Una persona amigable, Wren fue amigo de Cromwell, al igual que de Carlos II, quien acababa de ser restaurado al trono. Contando con el favor real, Wren diseñó una especie de nivel que servía para medir el horizonte en cualquier dirección. Utilizó este nivel durante la agrimensura tras el gran incendio de Londres de 1666: repitió sus experimentos relacionados con la energía de la pólvora, el levantamiento de pesas y la flexión de resortes, llegando más allá de su época. El gran incendio de Londres convirtió una gran parte de la ciudad en un páramo chamuscado. Doce días después del incendio, poco antes de que se enfriaran por completo las cenizas, Wren presentó a Carlos II un bosquejo de los planes para la restauración de la ciudad. Tal vez Wren es más conocido por haber sido el arquitecto que diseñó y reconstruyó la catedral de San Pablo en Londres. Tras el gran incendio, la antigua catedral quedó reducida a ruinas humeantes. Los experimentos de Wren en los años anteriores contribuyeron a la reconstrucción de la catedral. Al igual que con todas sus obras, Wren prefería el servicio público a las ventajas privadas. Utilizó muy pocos fondos para su obra en la ciudad, y no sólo reconstruyó la catedral (removiendo las ruinas que habían quedado entre 1666 a 1668) sino que también supervisó el diseño y reconstrucción arquitectónica de 52 iglesias, 36 ayuntamientos, la aduana, la Sociedad de Abogados y varias residencias privadas y obras en la provincia. Ese mismo año presentó sus proyectos para un par de telescopios, y condujo más experimentos relacionados a las leyes de la naturaleza. También se interesó en la navegación, especialmente en lo que respecta a la natación, navegación, construcción de buques y la latitud. No toda la vida de Christopher Wren fue un trabajo constante; también se casó, si bien su matrimonio fue un tanto tardío. Casi tenía cuarenta años cuando se casó con Faith, la hija de Sir John Coghill. Tuvieron dos hijos, el primero murió a la edad de dos años y el segundo, Christopher II, sobrevivió a su padre. Empero, los problemas en los partos fueron el factor primordial en la transición de Faíth. Un año después de la muerte de su esposa, ocurrida en 1676, Wren contrajo nupcias con Jane Fitzqilliam, hija de Lord Lifford. Ella vivió solamente tres años más, pero le dejó dos hijos, Jane y William. Poco antes del nacimiento de su primer hijo, Wren había recibido el título de Caballero. Cuando murió su segunda esposa, la catedral de San Pablo estaba a medio terminar. Tuvieron que pasar 22 años después del fuego, para que la catedral continuara sus servicios. En ese entonces, la famosa cúpula dorada todavía no estaba terminada, pues otros proyectos necesitaban de la atención de este gran hombre. La catedral se terminó finalmente en 1711. Alrededor de 1684, con el título de Real Contralor de Obras, Wren reconstruyó el castillo de Windsor y participó en la política. Al año siguiente, a la edad de 53, asumió su primer puesto en el parlamento (como miembro de ese cuerpo legislativo) representando a Plymouth. Los últimos años de su vida los pasó en su hogar en el ya renovado Hampton Court y en su casa particular en la ciudad, en la calle de Saint James, Piccadilly. El último de los grandes proyectos en que Wren colaborara fue el del hospital real para marinos en Greenwich. El trabajo había comenzado en 1696, pero no se completó sino hasta después de la muerte de Wren. En 1723, a la edad de 91 años, se resfrió, y poco después llegó el momento de su transición. Su cuerpo fue enterrado en una cripta de la catedral de San Pablo, uno de los pocos hombres que se vio honrado con tal distinción, junto con los Estuardo, Lord Cromwell, el rey Guillermo y la reina Ana. A pesar de que ciertos políticos, celosos de la envidiable posición de Wren habían tratado de desacreditarle al final de sus días, no pudieron desarraigar el recuerdo de todo lo que había realizado por la humanidad. ________________ * Parentalia; o Memorias de la familia Wren, por Christopher Wren (hijo del arquitecto, 1750, impreso por su nieto, Stephen Wren)