Trucos para demostrar tu capacidad de liderazgo Si hay una cualidad que buscan las escuelas de negocio por encima de cualquier otra ésta es el liderazgo. El problema es que el liderazgo es una habilidad complicada de aprender y hasta cierto punto innata, aunque por fortuna hay pequeños trucos que te pueden ayudar a resaltar tu faceta de líder. José Trecet – Mayo 2010 Cada escuela de negocio busca un tipo de candidato concreto. Algunas otorgan más importancia a la capacidad de emprendimiento, otras prefieren centrarse en el marketing, mientras que la mayoría apuesta por reclutar a personas con cualidades innatas para los números, la contabilidad y las finanzas. Sin embargo, hay un tipo de alumno que ninguna escuela de negocio dejará pasar: un líder de verdad. Y es que en el mundo de los negocios directivo debería ser sinónimo de líder. Pero no todo el mundo sirve para liderar ni cuentan con las capacidades para hacerlo. De hecho, el liderazgo es una de las habilidades que se consideran innatas y que más difícil es aprender. Las escuelas de negocio se esfuerzan por crear dirigentes que sepan guiar a grupos de personas y a empresas, para lo que disponen cada vez de más herramientas para enseñar las llamadas habilidades blandas. Aunque como siempre es mejor trabajar con buena materia prima, se esfuerzan por elegir a los aspirantes con más capacidad para liderar. En este sentido, una de las pruebas de acceso a las escuelas de negocio consiste en demostrar la capacidad de liderazgo bien a través de una redacción o directamente en la entrevista personal para quienes consigan llegar a ese punto del proceso. La fórmula más habitual de poner a prueba a los aspirantes es retándoles a rememorar momentos en los que demostraron ser un líder. La tarea puede ser más complicada de lo que parece. A muchos aspirantes les resulta difícil encontrar una experiencia que realmente demuestre liderazgo, mientras que para otros es más penoso el seleccionar un sólo momento. Una buena táctica para empezar pasa por Redacción Mastermas.com hacerse una serie de cuestiones que nos llevarán a dar con la experiencia más completa y que mejor podremos defender en la redacción o durante la entrevista si llegase el caso. Las diez preguntas clave que debemos hacernos son: ¿Cómo he motivado a otros en el pasado? ¿He ayudado a mejorar el rendimiento de mis compañeros o allegados? ¿He sido capaz de hacer que otras personas utilicen conscientemente sus talentos y habilidades? ¿Cómo he ayudado a otras personas a ser conscientes de sus errores? ¿He gestionado alguna vez recursos para superar un problema descubierto por mí mismo? ¿De que forma he trabajado y construido sobre el éxito de una organización? ¿Alguna vez he ayudado a un equipo a generar una visión de mercado o un objetivo común? ¿Cómo he ayudado a mis compañeros y allegados a adaptarse a una nueva situación? ¿Qué métodos he utilizado para levantar la moral de una organización? ¿Cómo he ayudado al resto a superar retos en su vida personal o profesional? Se trata de diez cuestiones, pero podrían añadirse muchas otras. En realidad, lo más importante es que las experiencias relacionadas con el liderazgo no tienen tanto que ver con lo que hemos hecho, sino con lo que hemos ayudado a otra gente a hacer. Es decir, cómo hemos influido a otras personas para lograr sus objetivos. Y para lograrlo no siempre hace falta que se trate de grandes situaciones en grandes empresas, sino que puede ser una experiencia de lo más mundana, siempre que demuestre cómo hemos sabido liderar. ¡Ya somos más de 1.000 'Locos por las becas’ en Facebook! Únete a nuestro grupo * * * * Redacción Mastermas.com