Pronunciamiento Niños, Niñas y Adolescentes de la región Caribe y pacífico de Nicaragua, nos reunimos para compartir nuestras vivencias y experiencias para prevenir la violencia en nuestras casas, comunidad, escuela, grupos religiosos, amistades, organizaciones y espacios de participación desde nuestros puntos de vista, con el objetivo de aportar al cambio de actitudes en nuestros padres, madres, maestros, maestras y población en general para que comprendan la importancia que nos respeten y reconozcan como personas con aspiraciones , habilidades , capacidades y sobre todo con muchas ganas de vivir en un mundo donde nos sintamos amados , protegidos y tomados en cuenta. Hoy queremos comentarle a Nicaragua y al mundo algunas condiciones que nos hacen sentir mal, preocupados porque sentimos que violentan nuestros derechos como seres humanos, situaciones que nos afectan a todos los chavalos y chavalas: En nuestra familia, uno de los problemas que tenemos, es que nuestras mamás y papás no tienen la información necesaria para criarnos con amor, ternura y respeto, haciendo que las responsabilidades del hogar recaigan sólo sobre nuestras hermanas o mamás haciéndonos creer que es normal en nuestra sociedad, lo cual consideramos que es una forma de violencia porque no nos enseñan a compartir las responsabilidades del hogar aportando a que exista la violencia de género. También, es importante señalar que en nuestras casas todavía creen que somos propiedad de nuestros padres o madres por eso piensan que pueden decidir por nosotros y hacernos daño no sólo con golpes sino con palabras y muchas veces hasta quitándonos la vida. Otro de las situaciones que nos preocupan, es que en nuestras escuelas, las maestras y los maestros como saben que la violencia física está mal vista por nuestros padres, madres y autoridades, han utilizado nuevas maneras para “corregirnos” o “disciplinarnos” ofendiéndonos y haciéndonos sentir mal frente a nuestros compañeros y compañeras de clase. Además, nos obligan a realizar labores que nada tiene que ver con nuestro rol de estudiantes como limpiar baños, lampacear los pasillos entre otras cosas que violentan nuestro derecho a una educación con calidad, así como el respeto de nuestros derechos humanos. En las escuelas también hemos vivido discriminación, porque existen grupos de compañeros y compañeras que tienen ciertos privilegios por ser mejores alumnos, haciéndonos sentir menos que ellos. Además, la discriminación por ser niños, niñas y adolescentes la hemos vivido en todo los lugares, pero mas nos preocupa es que la situacion que viven las niñas que son abusadas sexualmente , casos vividos en toda Nicaragua , pero algo que nos ha dejado indignados es que los adultos aprovechándose de su posición de poder sean capaces de llegar a arreglos entre el abusador y la familia de las niñas abusadas a cambio de la entrega de vacas y lo que es peor obligan a la victima a vivir con su agresor , ejemplo en algunas comunidades de la Costa Caribe. En otro aspecto, nos preocupa que la comunicación en nuestra familia no va muy bien y esto ha causado que nuestros amigos o hermanos busquen el cariño y amor que necesitan en la calle dejándolos expuestos a situaciones que ponen en riesgo su vida o su salud, por ejemplo grupos juveniles en riesgo y la trata de personas que hace que ella y ellos se involucren en actos delictivos y en el peor de los casos que pierdan la vida o sean explotados sexualmente. Además, otra problemática es el trabajo infantil una forma de violencia que impide que nosotros, nuestras hermanas, hermanos, amigas y amigos vayan a clase, se desarrollen y crezcan con niños, niñas o adolescentes de su misma edad, violentándoles su derecho a la educación, la recreación. También, los lugares en lo que son obligados a trabajar no les permiten el acceso a la salud porque no están adecuados ni para los mismos adultos. Sabemos que en nuestra sociedad la violencia es vista como algo normal y como una forma de corregir, logrando que se utilicen diferentes formas para hacernos daños físicos o psicológicos, no sólo en nuestra familia, escuela y comunidad sino también en los medios de comunicación porque estos presentan imágenes o programas que no respetan nuestros derechos y no nos reconocen como personas capaces de aportar al cambio de nuestra sociedad; sino que se han aprovechado de esta situación para ganar audiencia en tanto la población lo ha aceptado como algo normal en nuestra sociedad dejando a un lado la responsabilidad que tienen de educarnos y respetarnos. Otro aspecto que vive la niñez de la Costa Caribe de Nicaragua es la discriminación étnica. Somos discriminados por nuestro color de piel, por no saber comunicarnos bien en castellano. Esto además de la discriminación, nos limita en nuestro rendimiento en las escuelas, por eso demandamos una educación bilingüe y de calidad. Por todas estas situaciones hemos empezado a trabajar el tema de violencia desde nuestros diferentes espacios de organización, así como en nuestras familias, comunidad y escuela; para tratar de prevenir la violencia desde los chavalos y chavalas. Hoy queremos que todos en general veamos a la violencia como un problema social y no individual, un problema que nos esta afectando a todos los niños, niñas y adolescentes en todos los ámbitos, que no nos ayuda a crecer, que nos tiene sumergido en el miedo y que nos hace creer que estamos en una cultura que nunca va a cambiar, hoy demandamos a la sociedad civil, autoridades y familia que asuman su papel en la aplicación de normas que prohíban cualquier tipo de violencia hacia la niñez y adolescencia. Managua, 9 de Noviembre de 2009, en ocasión de la visita de la Sra. Marta Santos Pais, representante especial de las Naciones Unidas sobre el tema de Violencia contra la Niñez.