HABITOS PARA MANEJAR EL TIEMPO MÁS EFICAZMENTE Todos queremos aprovechar nuestro tiempo al máximo. Aunque, muchas veces nos parece que no hay sufuciente horas en el día para lograr todas las cosas que queremos alcanzar. En otras ocasiones sentimos derrota e impotencia al ver cuan poco logramos en el día, aún cuando nuestras intenciones son de lograr milagros con el tiempo. Somos criaturas de hábitos; hábitos que dictan que hacemos con nuestro tiempo, cuan productivos somos, ó cuanto tiempo perdemos en actividades no productivas. Para manejar el tiempo más eficazmente hay que ver que hábitos le restan a sus esfuerzos en ser productivo, y con cuales hay que reemplazarlos para aumentar su productividad. Este método de reemplazar hábitos negativos por positivos debe ser el primer paso hacia un nivel más alto de eficiencia y realización. Tenga en mente que los hábitos se producen a través del tiempo. Lo cual significa que le tomará casi el mismo tiempo en reemplazar sus hábitos negativos por los positivos. Es necesario que sea paciente consigo mismo mientras que va desarrollando sus habilidades en administrar el tiempo de una manera más eficaz. Por supuesto, debe de visualizarse emprendiendo un camino de crecimiento donde aprenderá más y más, mientras va poniendo en práctica estos nuevos hábitos. Los hábitos negativos más comunes que acostumbran a plagarnos y limitar nuestra habilidad en usar el tiempo más eficazmente son: la dilación, el manejo de crisis, las indecisiones, la falta de prioridad, y la incomodidad emocional. Dilación es más que un hábito, es una enfermedad, porque mata la acción, motivación y propósito. Dilación es la tendencia en aplazar las acciones para el futuro. La tarea se llevará a cabo eventualmente, aunque, mientras tanto, la dilación puede producir preocupación y ansiedad, los cuales disminuyen su energía, motivación y enfoque. Una forma de sobrellevar la dilación es con afirmaciones positivas. En vez de decir algo como, “Lo haré mañana,” trate algo como, “Soy una persona de acción, y tomaré acción para lograr esto ahora.” Este tipo de afirmaciones positivas le aumentará su confianza en si y su motivación; no sólo para lograr la tarea actual, sino también la siguiente. Dilación es la hermana mayor del manejo de crisis. Nuestra inhabilidad en manejar una crisis puede sentirse aplastante; por ende, concentramos tanto de nuestro tiempo y energía en la crisis que desatendemos las rutinas cotidianas. Esto va aumentando más la actitud de dejar las cosas para el futuro, lo cual produce un círculo vicioso de crisis. Las crisis van a ocurrir, y debe de tratar con ellas mientras continúa trabajando con las actividades cotidianas. Cuando una crisis ocurre, respire profundo, analice la situación, identifique quien ó que le puede servir como recurso para resolver ó controlar la situación, establezca un plan de acción y ejecute. Indecisiones ocurren cuando existe la falta de enfoque. Titubeamos en lo que haremos próximamente por estar pensando en los problemas de la casa: los hijos, el auto descompuesto, ó cualquier otra cosa que nos limita la concentración. Una forma de mantener el enfoque es desalojando aquello que limita el proceso adecuado en pensar concentradamente. “¿Qué hago entonces?” se puede preguntar. Escríbalo. Tome unos minutos para escribir aquello que le está robando la concentración, que acción debe tomar para resolver el asunto, y cuando lo va ha lograr. Así desarrollará un plan de acción para lidiar con el asunto a su debido tiempo. Visualícese llevando el plan en acción y resolviendo el problema. Este ejercicio producirá tranquilidad, permitiendo que pueda enfocarse al trabajar. Mantenerse enfocado y estableciendo prioridades pueden parecer lo mismo, pero no lo son. Estableciendo prioridades es decidir que es más importante y requiere más de su tiempo. Es aquí donde la lista de trabajo ofrece su provecho. Haga una lista de las tareas que busca cumplir durante el día. Numere la lista según el orden de importancia, y comience a trabajar en el orden establecido. No pase a trabajar a la tarea número (2) hasta no cumplir con la número (1), continúe sucesivamente hasta que la lista se agote. Aquellas tareas sin cumplir pasan a formar parte de la lista del día siguiente. Incomodidad emocional puede ser atribuida al estrés, aburrimiento, culpabilidad, coraje ó frustración. Cualquiera de éstas puede devastar la motivación y el esfuerzo de la persona. Hay tantas cosas negativas a nuestro alrededor que pueden crear incomodidad emocional. Estas fuerzas pueden ser cualquier cosa, comenzando con las noticias del día, hasta el clima, las preocupaciones ó el cansancio. Para superar esta condición debe detoxificar la mente de la energía negativa, y crear una actitud positiva. Hay varias actividades que se pueden practicar al comenzar el día que son efectivas para prevenir la incomodidad emocional. Algunas de estas incluyen orar, meditar, ejercicios fisicos, leer ó escuchar libros de motivación, leer poesía ó cualquier actividad que sirva para relajarse y lograr un estado de mente más positivo. Conlleva hacer algo por 21 días consecutivos para que se convierta en un hábito. Identifique cuales de estos hábitos negativos practica y reemplácelos con los positivos aquí sugeridos. Pronto experimentará un nivel más alto de realización y motivación al lograr manejar el tiempo con más efectividad. Oscar Ocasio