(.33) LOS J A R A L E S DE L A C O R D I L L E R A CENTRAL 1065 porciona va formando un horizonte rico en materia orgánica, sobre el que puede prosperar el resto de las especies de la comunidad. En la edafogénesis hacia el bosque climax puede observarse toda la gama de variedades de ranker: desde el protoranker y ranker tangeliforme, a través del ranker pardo tangeliforme, puede formarse, en algunos enclaves, una tierra parda de melojar. Aná­ logamente se aprecia la evolución Erico-Arctostaphyletum Luzulo-Qucrcetum pyrenaicae. E l Erico-Arctostaphyletum ocupa en la Pedriza de Manzanares una banda casi continua de unos 200-400 m, que está mejor des­ arrollada en las umbrías. Estos matorrales se encuentran situados altitudinalmente sobre los jarales con romeros de la asociación Rosmarino-Cistetum ladaniferi y hay una correspondencia espec­ tacular entre Junipero-Quercetum rotunclifoliae ^ RosmarinoCisteium y Erico-Arctostaphyletum +± Luzulo-Quercetum pyre­ naicae. De las tres subasociaciones establecidas, la más extendida y mejor caracterizada es la típica; dentro de ella, aún podemos di­ ferenciar, además de la variante típica, la de Juniperus communis ssp. hemisphaerica, más evolucionada y psicroxerófila. En el Valle de la Barranca, sobre el pueblo de Navacerrada, hay una xerotermia mayor que en el mismo pueblo o en el Cerro de la Golondrina y mucho mayor que en el Valle de Fuenfría. Por esta, razón en la Barranca son más escasos los robles que en Navacerrada o Cercedilla y en exposiciones idénticas, encontra­ mos distinta vegetación permanente. En la parte inferior de la Barranca, desde 1350 m hasta los 1550 m, los pinares de Pinus sylvestris var. ibérica, son práctica­ mente naturales, y están desarrollados sobre el Erico-Arctosta­ phyletum (inv. 6). Las mismas condiciones se hallan repetidas en la cabecera del Valle de los Caídos. 1 La presencia de pinares a estas alturas, es casi siempre se­ cundaria y se debe a repoblaciooes forestales, que llevan aparc1. Los inventarios 1 y 6 de la tabla del Erico-Arctostaphyletum pueden represen­ tar variantes propias de Pinus sylvestris. Tal vez sea necesario, en el futuro, conside­ rarlos como una subasociación independiente.