Cintas reflectivas, medida necesaria y eficaz Cristian Navas, Ingeniero Civil en Transporte, Ingeniero Técnico de Seguridad Vial en 3M Chile opinión M 120 ucho se habla de la seguridad de nuestros caminos y de lo poco preparados y conscientes que son nuestros automovilistas, en otras palabras, se relaciona en mayor medida los accidentes con la seguridad de las vías y el expertís de los conductores. Sin embargo, muchas veces queda en segundo plano del análisis, las medidas de seguridad que incorporan los vehículos y, en particular, cómo las condiciones de visibilidad de éstos pueden ayudar a disminuir accidentes, sobre todo en flotas que tienen una exposición relevante en la vía, como buses, camiones o vehículos de servicio. La Conaset ha venido impulsando como uno de los pilares de su campaña ”Manéjate por la vida”, el concepto de visibilidad de los actores viales promoviendo el uso de materiales reflectivos para peatones y conductores (llevar chalecos reflectivos en carreteras). Pero ha estado ausente del debate las condiciones de visibilidad de los vehículos y una medida eficaz es el uso de cintas retrorreflectantes. Hoy en día, la tecnología aplicada en el desarrollo de estas cintas, permite retrorreflejar más del 50% de la luz que incide sobre ellas y son, incluso, en algunos casos específicos, más brillantes que las propias luces de los vehículos. Existen diversos estudios que han mostrado la efectividad de la medida, pero quizás el más relevante y robusto fue el desarrollado por NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) de los Estados Unidos, que en 2001 determinó, a partir de un análisis estadístico sobre 10.595 siniestros investigados en la ciudad de Florida, que el uso de cintas reflectivas en camiones permitió reducir en un 29% los impactos laterales y traseros para estos vehículos. Además, la investigación pudo determinar que el uso de la cinta fue especialmente efectiva en disminuir los accidentes con lesionados o fallecidos, ya que redujo en un 44% los impactos laterales o traseros con resultados de lesiones o muerte. De acuerdo a las cifras, ésta ha sido una de las medidas de seguridad económicamente más eficientes, por cuanto el costo de la cinta en sí es irrelevante frente a los accidentes disminuidos. Dados estos resultados y la experiencia de la normativa en Chile, que desde el año 2001 regula el uso de estas cintas en camiones de más de siete toneladas, resulta importante pensar en extenderla hacia otras flotas de vehículos, como los buses urbanos e interurbanos, por ejemplo. Es destacable que para estos últimos, se encuentren haciendo esfuerzos tanto desde la Conaset como desde las empresas de transporte de personas, para que esta probada medida de seguridad pueda aplicarse en el corto plazo y con ello, beneficiar a los miles de chilenos que se desplazan en buses.