Buenos días Comparezco ante ustedes tras haber conocido que el Ministerio Fiscal ha pedido al instructor que se tramite la solicitud de mi suplicatorio al Congreso de los Diputados. Les anuncio que si el juez decide cursar el Suplicatorio, pediré al Congreso la concesión del mismo. Dicho esto, quiero recordarles que desde el primer momento que tuve conocimiento de las falsas acusaciones realizadas por el señor Dorribo contra mi persona, centré todos mis esfuerzos en colaborar con la Justicia para esclarecer las falsedades que se me imputan. En su día, me dirigí al juzgado de Lugo para averiguar qué imputaciones concretas se me realizaban. Pues sólo conocía las imputaciones que el señor Dorribo había realizado a través de los medios de comunicación. Una vez que se elevaron los hechos al Tribunal Supremo, pedí declarar voluntariamente para esclarecer las acusaciones que se me imputaban. Y lo hice sin esperar a que se tramitara la preceptiva petición de suplicatorio al Congreso de los Diputados, pues quería esclarecer las falsas acusaciones y poder ejercer mi derecho de defensa. Desde entonces, ha transcurrido más de un año. Lo sorprendente es que tras mi declaración voluntaria ante el Tribunal Supremo, y habiéndose tomado decisiones de abrir un proceso prolongado de investigaciones que me afectaban, no se procediera a solicitar el correspondiente suplicatorio. Reitero, nunca he recibido dinero del señor Dorribo y nunca he realizado gestión alguna a favor de ese señor. En cuanto al escrito del fiscal, se habla de un presunto delito de tráfico de influencias a partir de un informe de la UDEF que se basa en dos aspectos: Por un lado, en un peritaje que el juez instructor denegó en su momento, pues rechazó que se nombrara un perito que analizase la licencia concedida a la empresa Azkar en el ayuntamiento de Sant Boi, idéntica a la concedida en el Ayuntamiento de El Prat. Por otro, en unas transcripciones de llamadas telefónicas que, según certificó la secretaria judicial, se realizaron sin autorización judicial. En relación con la nave de la empresa Azkar en Cataluña, me limité a solicitar información en relación con un expediente atrasado en un proyecto del que dependían 400 puestos de trabajo, sin presionar ni condicionar la voluntad de nadie. Por no hablar, ni hablé con el alcalde de Sant Boi, al que, por cierto, como se acredita en el propio escrito del fiscal, ni sabía quién era. Pese a que sería absolutamente normal, a mi juicio, que el Ministro de Fomento se interese por la razón del retraso de unos expedientes vinculados con el transporte o con la ampliación de un aeropuerto, máxime cuando se iban a generar 400 puestos de trabajo. Es más, les diré que el propio ayuntamiento ha trasladado al Tribunal Supremo un reciente informe en el que pone de manifiesto que se han realizado inspecciones a la nave de forma permanente, la última en mayo de 2012. Tengo que decirles que a lo largo de estos meses he solicitado de forma reiterada que se aparten de la investigación todos los informes que han sido realizados al margen de la autorización del instructor, muchos de los cuales retuercen la verdad para generar dudas y sospechas sobre mi conducta, como hemos puesto de manifiesto en numerosos escritos al juez instructor, escritos que están pendientes de resolución. En resumen, quiero reiterarles en primer lugar que la petición de suplicatorio al Congreso debió realizarse antes, puesto que debió presentarse con carácter previo a las investigaciones realizadas, y no como colofón de estas. En todo caso, solicitaré que se conceda. En segundo lugar, quiero anunciarles que voy a seguir ejerciendo mi derecho a defensa en todo momento, hasta que concluya la vigente fase de instrucción. Pues les recuerdo que estamos en fase de diligencias previas. En tercer lugar, quiero poner de relieve que tal y como señaló el juez en sus resoluciones, “habiéndose practicado cuantas diligencias fueron necesarias, procede declarar conclusa esta instrucción”, quedando pendiente la resolución de los recursos que hemos presentado. Concluyo ya. Como acabo de decir, a pesar de lo manifestado por el juez, todavía no hay un auto que dé por concluida la instrucción y sigue habiendo una serie de recursos que hemos planteado y que están pendientes de resolución. Lo lógico es que se resuelvan. Si una vez concluida la instrucción, el juez decidiera finalmente dictar un auto de apertura de juicio oral, en ese momento haré lo que debo hacer, es decir dejaré el escaño. Una vez más reitero mi confianza en la Justicia y en que la Justicia dejará meridianamente claro que las acusaciones han sido total y rotundamente falsas.