.pulo Ribera, y éste, que le había reconocido pocos antes de caer

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ELOGIO DE D. FEDERICO OLÓRIZ
Y AGUILERA
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.pulo Ribera, y éste, que le había r e c o n o c i d o p o c o s antes de caer
h e r i d o de muerte c o n su hemiplejía, se llevó á la tumba el c o n v e n c i m i e n t o de un p r o n ó s t i c o fatal para la enfermedad de aquél.
Pálido, c o n el c o l o r de la paja; mal nutrido, p o r q u e su conflicto
intestinal n o le permitía una alimentación regular; c o n el pulso
t a n lento y depresible, q u e en b r o m a lo disputaba c o n el mío,
q u e también late de ordinario c o n escasa frecuencia; sufriendo
•de d o l o r e s c ó l i c o s , á las v e c e s tan violentos, q u e j e hacían susp e n d e r las palabras que iba á pronunciar; c o n la amenaza de una
o b s t r u c c i ó n intestinal que pusiera fin á su vida, y c o n t o d o ello,
n o se p e r d o n ó F e d e r i c o diligencia en el cuidado de su condiscíp u l o enfermo.
El disponía el orden de los que habían de velar, y veló p o r
sí
mismo algunas
registradas,
noches; llevaba la nota de las temperaturas
el plan de los medicamentos, informaba del curso
o b s e r v a d o en el enfermo al m é d i c o de c a b e c e r a y á los de c o n sulta, y en una fría mañana de Enero, sin fuerzas
apenas para
« í a n t e n e r s e de pie, presidió el duelo en el cementerio. N o era
p r e c i s o ser m é d i c o para pronosticar, al verle, que no sobreviviría m u c h o á su a m i g o , aunque en verdad nunca creí que nos
dejara tan p r o n t o .
El carácter de Olóriz respondió más á su prosapia del Norte
q u e á su cuna, aunque de granadino t u v o la rapidez en la répli•ca y la afición á los chistes y la agudeza del andaluz gracioso. D o n
F e d e r i c o R u b i o ( i ) atribuye al sol la imprevisión andaluza; antes
q u e él, D a u d e t achacaba al mismo astro la exageración de los
•coterráneos de Tartarín, y e n verdad que entrambas opiniones
-deben concillarse, pues si los rigores de A p o l o pueden agrandar
las cosas en el espacio, también las mueven c o n tal velocidad
q u e , suprimido el t i e m p o , ni el pretérito enseña ni el porvenir se
a d v i e r t e . En este c o n c e p t o , digo, Olóriz no fué andaluz,
pues
t o d a su vida se hizo notar p o r reflexivo y previsor.
D o s fueron los rasgos sobresalientes en F e d e r i c o : la perspicac i a para sorprender la flaqueza del discurso ajeno, y c o m o c o n -
(i)
drid
D. F e d e r i c o R u b i o : Mis maestros, mi educación. O b r a p o s t u m a . M a 1912.
Jlom. E. Soc. esp. Hist. nat., VII, 1913.
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