Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación c/n° 27 “Solá Torino” ///nos Aires, 6 de abril de 2009. VISTO: El planteo de nulidad de la acusación del plenario del Consejo de la Magistratura promovido por la defensa del señor juez Dr. José Antonio Solá Torino (fs. 607/17). Y CONSIDERANDO: 1º) Que con sustento en la violación de las garantías de la defensa en juicio y el debido proceso, los Dres. Carlos E. Caride Fitte y Nicolás A. Corleto, defensores particulares del Dr. Solá Torino, cuestionan la validez de la acusación del plenario del Consejo de la Magistratura (Resolución 2/09), en referencia a dos violación del cuestiones. La primera se relaciona con la principio de congruencia. Alegan que el Dr. Solá Torino fue acusado por la causal de “mal desempeño”, de la que no pudo defenderse ni ofrecer pruebas en el Consejo, dado que recién se introdujo al formularse la acusación. Señalan que no ha existido correlación entre el auto del 25 de septiembre de 2008 por el cual se notificó al magistrado de la audiencia prevista por el art. 20 del Reglamento de la Comisión de Disciplina y Acusación -la que consideran equiparable a la declaración indagatoria del proceso penal-, y la acusación formulada en la Resolución 2/09 -la que asimilan al requerimiento de elevación a juicio-. La segunda se refiere a la violación del debido proceso y la defensa en juicio. Expresan los defensores que el magistrado fue acusado por una causal denominada “posible comisión de delito”, que no figura en la enumeración del art. 53 de la Constitución Nacional, pues no se trata de la causal de delito en el ejercicio de sus funciones, ni la de crímenes comunes. En otro orden, señalan que la acusación es nula por cuanto atribuir al magistrado la mera posibilidad de haber cometido un delito, vulnera el principio de inocencia y las garantías del debido proceso y la defensa en juicio. 2º) Que los representantes del Consejo de la Magistratura consideran que el planteo debe rechazarse “in límine”, al impugnarse la validez de actos propios y exclusivos del Consejo de la Magistratura (fs. 622/28). Sin perjuicio de ello y en lo que concierne a la causal de “mal desempeño”, entienden que el planteo es inadmisible, pues no se afectó el principio de congruencia. Al respecto expresan que “el magistrado acusado fue notificado fehacientemente sobre los hechos sobre los cuales debía efectuar su descargo, y la ‘calificación’ fue hecha de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 20 del Reglamento aplicable, es decir, por la figura del artículo 53 de la Constitución Nacional, que estipula las variables de ‘mal desempeño’, ‘delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones’ y/o ‘crímenes comunes’”. 3º) Que si bien como regla y salvo supuestos de excepción, actos no corresponde realizados ante que la este Jurado examine de Disciplina Comisión los y Acusación del Consejo de la Magistratura al tratarse del ejercicio procede regular que se de facultades consideren los propias; en cambio cuestionamientos sí a la validez de la acusación del plenario de dicho organismo. La razón de lo expuesto es que la acusación es uno de los actos que hacen a la esencia de la garantía del debido proceso, garantía constitucional respecto de la que este Jurado debe velar en cumplimiento de las funciones y competencias que le son propias en cuanto se refieren a la validez de la acusación (doctrina del Jurado en el caso “Murature”, resolución del 21 de mayo de 2003). En el supuesto sometido a estudio de este Cuerpo, ha de examinarse el fondo del planteo de nulidad, al aducirse que la acusación del plenario del Consejo de la Magistratura vulnera el principio de congruencia y por ende, la defensa en juicio y el debido proceso. 4º) Que en cuanto a la causal de “mal desempeño”, el agravio basado en la violación congruencia, resulta insustancial. del principio de Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación c/n° 27 “Solá Torino” Ello es así pues en los juicios de responsabilidad política, la garantía del debido proceso requiere –entre congruencia otros entre recaudos los de actos validez- esenciales que del exista proceso: acusación, defensa y fallo. Atento a que en el presente enjuiciamiento sólo se produjo el primero de dichos actos, resulta insustancial examinar si ha existido correlación entre un acto producido con anterioridad a la acusación –como es el descargo que prestan los magistrados a tenor del art. 20 del Reglamento de la Comisión de Disciplina y Acusación- y aquélla. Sin perjuicio de lo expresado, cabe indicar que la declaración que prestan los magistrados acusados en dicha sede, no tiene equiparación indagatoria prevista para doctrina Jurado el del en los caso con la juicios “Dr. declaración penales Galeano… s/ (conf. pedido de enjuiciamiento”, resolución del 1 de marzo de 2005). Desde otro aspecto del principio de congruencia, corresponde afirmar que la acusación por “mal desempeño”, permite el adecuado ejercicio de la defensa técnica, en tanto contiene el relato de los hechos imputados al magistrado, con la mención de las pruebas pertinentes. 4°) Que en lo que concierne a la causal de remoción “delito en el ejercicio de sus funciones”, la que se menciona en la acusación como “posible comisión de delito”, corresponde indicar que el agravio inherente a la violación de la garantía de defensa en juicio, es meramente conjetural. Es que más allá de su denominación, la causal consignada precedentemente, se halla desarrollada en los considerandos de la Resolución Nº 2/09 del plenario del Consejo de la Magistratura, con suficientes argumentos que permiten el adecuado ejercicio de la defensa acusado. Por los argumentos expuestos, el Jurado del juez RESUELVE: I) RECHAZAR el planteo de nulidad de la acusación formulado por la defensa particular del magistrado acusado. II) INTIMAR a la asistencia técnica del juez a que presente la defensa en 24 horas, dándose inmediata intervención -al vencimiento de dicho plazo- a la defensa oficial para que adjunte la defensa. Notifíquese y cúmplase. Fdo.: Dres. Luis René Herrero. Sandra A. Rioboó. Lía Fabiola Bianco. Alfredo A. Martínez. Ángela G. Vanni. Ante mí: Silvina G. Catucci. Secretaria General. Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación.