Profesores┃Primaria Un juicio en nuestra clase Un juicio en nuestra clase Uno de los retos a los que nos enfrentamos los docentes es ayudar a nuestros alumnos a que comprendan el mundo en el que viven. Con esta intención buscamos constantemente actividades que conecten nuestra aula con la realidad en la que estamos inmersos. De ahí que tener recursos para explicar los aspectos más abstractos o lejanos de su vida habitual sea muy necesario. Por esta razón, hacemos una sencilla propuesta para trasladar el sistema judicial a nuestra clase: realizar un juicio entre todos. De esta forma, prestaremos también atención al cultivo de la lengua oral culta, que muchas veces queda al margen de lo que sucede en la enseñanza oficial. 2 PRIMARIA Duración Dos sesiones de dos horas cada una aproximadamente. Material Solo son necesarias herramientas para escribir, ya sean digitales o analógicas. Objetivos Potenciar las competencias directamente asociadas al área de Lengua a partir de la interacción en el juicio y la adquisición de vocabulario específico relativo al sistema judicial. Hablar en público formalmente. Conocer a través de la experimentación la estructura y el funcionamiento del poder judicial. 3 Comenzaremos esta actividad convocando en nuestra clase un concurso de relatos para tener un crimen que juzgar. Dependiendo del nivel en el que nos encontremos tendremos que adaptar algunas de las partes de esta propuesta, ya que en el primer ciclo puede resultar más interesante una redacción colectiva desde el principio que la elaboración por grupos. Dejaremos libre la imaginación de nuestros alumnos para que hagan una historia lo más creativa y detallada posible, pero también debemos cuidar que no se convierta en un tema delicado. Para ello, siempre podemos darles las indicaciones necesarias y las ayudas que precisen. Resulta muy útil proporcionarles una serie de ilustraciones que sugieran algún tipo de crimen: joyas, bolsas con dinero, personajes vestidos de espías, policías, etc. Y también podemos darles consignas respecto a elementos que tienen que incluir: número de personajes, orientaciones temporales, ambientación concreta… Para los primeros ciclos de Primaria el relato se hará con las ideas que vayan aportando los alumnos. El profesor irá anotando con la ayuda de la pizarra digital lo que vayan diciendo y, así, tendrá la oportunidad de editar los contenidos si fuera necesario, para preparar la siguiente parte de la actividad. En los dos últimos cursos de Primaria, esta parte de la actividad se puede hacer en pequeños grupos. Cada uno de ellos elaborará una historia diferente y al terminar, entre todos, se elegirá la más apropiada. Se puede establecer un sistema de votación abierto, o pedir a cada grupo que cuando escuche las historias de sus compañeros dé una puntuación 4 del 1 al 10. El grupo que tenga mayor número de puntos al final será el que proporcione la historia para el juicio. El docente tendrá que preparar, una vez seleccionado el relato, el juicio para la próxima sesión. Para ello puede ser necesario cambiar alguna parte de la historia original. En cualquier caso, recomendamos comenzar la sesión en la que se va a desarrollar el acto judicial releyendo el relato para que todos se acuerden bien, con o sin modificaciones. Para desarrollar el juicio, el docente preparará una serie de fichas: una, por cada uno de los personajes de la historia que vayan a intervenir (testigos y acusados), y otra, por cada una de las personas que tienen que estar obligatoriamente en un juicio: juez, defensa, acusación y jurado. Al elaborar las fichas deberá ajustar los personajes al número de alumnos para que todos tengan algo que hacer; así, podremos formar el jurado que necesitemos, añadir algún testigo completando la historia o duplicar, e incluso triplicar, la necesidad de abogados. Cada alumno tendrá una ficha con su personaje, su identidad y qué es lo que tiene que hacer durante el juicio. Los agruparemos por centros de interés: defensa, acusación y jueces y miembros del jurado para que preparen sus intervenciones. Para que lo hagan les podemos dar una ficha en la que detallemos las cosas que tienen que pensar. En el caso de la defensa (acusado, abogados defensores y testigos) y de la acusación (fiscales y testigos) tendrán que decidir: cuáles son los testigos y qué función tiene cada uno, el orden en el que hablan, qué preguntas van a hacer, qué pruebas van a presentar y cómo se van a defender de las acusaciones del otro equipo. 5 Lo más recomendable es que el propio profesor sea el juez y, así, pueda asegurarse de que todos los alumnos hablan en algún momento y de que el juicio se desarrolla siguiendo el guion establecido. En cualquier caso, el juez respetará la decisión del jurado para que sean los propios alumnos quienes decidan si es culpable o inocente y qué pena se le va a imponer. Mientras la defensa y la acusación preparan sus estrategias, los miembros del jurado pueden ir disponiendo la clase de forma que se asemeje a un juzgado. En esta parte resultaría muy útil tener algún tipo de apoyo en el aula para que puedan trabajar de forma simultánea en asuntos distintos. Una vez celebrado el juicio es conveniente hacer una pequeña reflexión con ellos sobre lo que han aprendido con esta actividad, sobre qué aspectos les han resultado especialmente difíciles y por qué y sobre la actitud general de la clase. Ya que es una actividad muy propicia para trabajar temas transversales como la educación en valores (proponiendo un castigo en “positivo”, y no en negativo, al acusado en caso de ser culpable) y la diversidad social. Si tenemos un grupo especialmente sensible a estos temas, tal vez sea conveniente que el profesor sea el acusado, para evitar que nuestro alumno se sienta mal en caso de que los compañeros piensen que es culpable. Durante toda la actividad es muy importante que se destaque la intención de conocer la verdad y de hacer justicia, por encima de que gane un equipo o el otro. 6 /SantillanaEducacion /SANTILLANA_es www.santillana.es