La Reforma de la Carta Orgánica del BCRA: "de 1992 a 2012", por Ernesto Mattos Viernes 09 de Marzo de 2012 07:00 Una mirada para entender la Ley de Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina enviada al Congreso por la Presidenta. Las distintas reformas de 1977 "Ley de entidades Financiera" y 1992 "Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina" permitieron liberalizar la cuenta capital, la entrada de instituciones financieras y flotación de la tasa de interés. Esto tuvo como resultado la falta de financiación de los sectores productivos que terminaron vendiendo sus empresas a empresas extranjeras o nacionales que se transformaban en monopólicas. Estos hechos serian conocidos dentro de un proceso denominado de desindustrialización y aumento del desempleo junto a baja de los salarios y precarización laboral acompañada del aumento de horas de trabajo. Un BCRA con un único objetivo: preservar la estabilidad monetaria. Si entraban dólares eso permitía expandir la cantidad de circulante. O por otro lado para expandir el circulante era necesario endeudarse ya que nuestro país no produce "dólares". Recordemos que la expansión monetaria fue posible en el marco de la ley de convertibilidad que suponía 1 peso igual a 1 dólar. El proyecto de país donde el BCRA es autónomo y guardián de la estabilidad monetaria estaba enmarcado en políticas de privatizaciones y desregulación económica, con prioridad en el sistema financiero que permitió profundizar la extranjerización de la economía, la desindustrialización (proceso que continua las políticas de la dictadura cívico-militar 1976-1982) y asestar un duro golpe al sector productivo que había salido complicado de las situación de los años ochenta. Tal vez algunos datos nos permitan contextualizarnos entre 1976 y 1989 la participación de la industria en el PIB paso del 26,9% al 21,9%. Para los años de la convertibilidad en 1991 la participación de la industria en PIB cayo al 18,3% llegando para el año 2001 al 15,3% (Azpiazu-Schorr, 2010). El periodo de post-convertibilidad 2001-2011 estuvo acompañado de altas tasas de crecimiento, promediando entre el 7,5% y 8% lo cual permitió a la industria manufacturera mantener sus niveles de porcentaje de participación en el PIB que promedio el 16,5% lo que posibilito disminuir las tasas de desempleo para el año 2011 al 6,7%. Los salarios acompañaron estas mejoras, según el informe del INDEC: en base a octubre - diciembre de 2001, los aumentos fueron del 445,19% en el Nivel General; en el Sector privado registrado, 567,27%; en el Sector privado no registrado, 450,48% y en el Sector público, 236,91%. Por otro lado la inversión interna bruta fija (IBIF) en el 2001 era el 11,3% y en 2010 llega al 22,8% del PIB (Informe CIFRA-CTA). La IBIF posibilito ampliar la capacidad instalada y sostener las tasas de crecimiento; y es un parámetro del stock de capital que se genera en el país. Cuando se dice que este es nuevo patrón de crecimiento y de acumulación, es en base a esta panorama que se hace imperiosa la necesidad de repensar un BCRA que acompañe a los sectores productivos que generan empleo y que a su vez pueda regular la especulación financiera y poder direccionar el crédito a sectores que precisan financiamiento a tasas diferentes a las grandes empresas nacionales y extranjeras. Porque ahora el BCRA no tendrá solo un objetivo sino que tendrá múltiples objetivos que generan las condiciones necesarias que posibiliten alcanzar el pleno empleo y "desarrollo económico con equidad social". La nueva ley elevada al congreso de la nación que está siendo presentada por la presidenta del BCRA dice que: "El propósito de la reforma es dotar al BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA de las atribuciones necesarias para que, son su actuar, contribuya a la estabilidad monetaria, y financiera y al desarrollo económico". Esto dado el contexto de crisis financiera 2008 que fue denomino en la reunión del G-20 como "anarcocapitalismo" haciendo referencia a la influencia que tiene el poder financiero sobre otros sectores económicos en distintos países. "Entre 2008 y 2010 se modificaron, por ejemplo las leyes que regulaban el accionar de los bancos centrales de Canadá, Chile, Ecuador, Francia, Alemania, Brasil, India, Inglaterra, España, EUA, Uruguay, Rusia y del Banco Central Europeo". Se precisa apuntar y promover la economía real y regular el sistema financiero. La reforma de 1992 produjo "un divorcio definitivo de las esferas monetarias y cambiaría respecto al devenir de la economía real, donde la emisión monetaria sólo podía efectuarse contra el ingreso neto de divisas". Por ello es preciso "recuperar la soberanía monetaria y cambiaria". Dada estas razones, el BCRA debe recuperar "su rol histórico en la promoción del crédito productivo que constituye una función estratégica tanto para garantizar la estabilidad monetaria como para sostener el crecimiento económico y propender al desarrollo y la plena ocupación de los recursos de la economía". Los datos macroeconómicos actuales marcan la necesidad de modificar algunos conceptos de la carta orgánica "Entre los conceptos cuya modificación se propicia se encuentra la obligación de mantener una relación rígida entre la base monetaria y la cantidad de reservas internacionales, concepto que demostró sus ineficacia ante la crisis de 2001 y que, por cierto, dejo de utilizarse en el mundo luego del abandono hace años del patrón oro o sus sucedáneos". Le corresponde al "Directorio del BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA la determinación del nivel de reservas necesarios para llevar adelante la política cambiaria, sujeto a la evolución de las cuentas externas, quedando el resto de ellas como reserva de libre disponibilidad". Se reemplaza el esquema de metas de inflación y se "propone reemplazarlos por la obligación del Directorio del BANCO CENTRAL de realizar las estimaciones anuales necesarias para llevar adelante en forma consistente las políticas que le competen". Se amplía el marco regulatorio dada la elevada interconexión entre, el sistema financiero, y sus efectos sobre la estabilidad financiera y la economía real. Para dicha regulación del sistema financiera y bajar la desconexión mencionada, "se elimina la condición de órgano desconcentrado de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarías y se otorgan mayores facultades al Directorio y a la Presidenta". Esto significa que estará bajo la órbita del BCRA -y permitirá en el caso de necesidades transitorias de liquidez tiene la capacidad de otorgar el apoyo necesario-; "esta modificación propende al mencionado equilibrio entre lo real y lo financiero, promoviendo la coherencia de las políticas de crédito, cambiarías y monetarias". Estas modificaciones vienen en relación al momento histórico que se está atravesando donde la entidad principal del sistema financiero debe estar a la altura de las circunstancias centrando sus múltiples objetivos: estabilidad monetaria y financiera con desarrollo económico y equidad social. En síntesis, un Banco Central al servicio del pueblo y su bienestar social. Mattos Ernesto, Economista del CEMOP-UPMPM y de la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche.