Barnett Newman (Nueva York, 1905-1970) Barnett Newman destacó entre los artistas de la Escuela de Nueva York por ser el único que teorizó acerca del arte y se convirtió de esta manera en una especie de portavoz extraoficial de la nueva vanguardia norteamericana. Estudió en la Art Students League y el City College de Nueva York y pronto conoció a Adolph Gottlieb, Mark Rothko y Milton Avery. En 1922 y 1929 Newman destruyó toda la obra que había realizado hasta entonces y abandonó la pintura hasta comienzos de la década de 1940. Finalmente fue en 1948 cuando vio la luz Onement I. Considerado el primer lienzo de su madurez creativa, anticipaba los elementos de su obra posterior al tratarse de una obra de un único color, dividida verticalmente por una franja (que posteriormente recibirá el nombre de zip). El color plano y aplicado con rodillo, para evitar la huella del artista, era acentuado por la línea vertical que lo dividía. Newman demostraba así su rechazo a buscar la belleza dentro de la abstracción y su intento de suprimir todas las cualidades sensoriales de la pintura. Su propósito era liberar a la pintura del mundo de las apariencias físicas para que reflejase ideas puras y preocupaciones metafísicas y espirituales. La importancia que Newman concedió al color en su pintura supuso que en ocasiones hiciese referencia a Claude Monet y al impresionismo en sus escritos. Fue uno de los primeros artistas en poner en tela de juicio la paternidad de Cézanne del arte moderno y en proponer a cambio a Monet y Pissarro, por ser los primeros que se centraron casi exclusivamente en solventar un problema técnico: el del color. En este mismo sentido, criticó duramente al Museum of Modern Art mediante cartas dirigidas a su director en 1953 y 1957 por la política de colecciones, que había relegado al impresionismo por no considerarlo un estilo moderno.